Pronunciamiento Juvenil en la Segunda Vuelta Electoral (Mayo 2011)
1. PRONUNCIAMIENTO JUVENIL
Adolescentes y jóvenes, demandamos a los partidos políticos respeto a nuestros Derechos.
¡Sin discriminación! Que se respete nuestro derecho a ser informados para decidir con autonomía y
responsabilidad sobre nuestra sexualidad y sentir así que es posible ejercer ciudadanía plena.
Encontrándonos a pocas semanas de la segunda vuelta presidencial, recordamos los datos estadísticos que reflejan
la realidad nacional en la que vivimos con respecto a nuestra salud sexual y salud reproductiva:
- Actualmente en el Perú, el 13.6% de las mujeres de 15 a 19 años de edad ya son madres o están gestando por
primera vez, resultados que persisten desde hace ocho años. ENDES 2009.
- El mayor porcentaje de adolescentes que son madres o están embarazadas se presentan las zonas más pobres
de nuestro país (26.9%); entre las mujeres con educación primaria (32.5%), las que residen en la selva (27.2%),
y en el área rural (22.2%). ENDES 2009.
- La edad promedio de casos de SIDA es de 31 años, por lo que el 50% de todos los casos se habrían infectado
alrededor de los 20 años de edad, es decir entre la etapa adolescente y joven. DGE – MINSA 2010.
Por tanto, solicitamos que en estas elecciones presidenciales los partidos políticos formulen propuestas en las cuales
se reconozcan que adolescentes y jóvenes:
Tenemos derecho a la libertad sexual, para elegir nuestras parejas, para vivir una sexualidad plena, segura,
responsable y placentera, sin discriminación por género, raza, etnia, orientación sexual, respetando el derecho
de todas las personas.
Tenemos derecho a elegir si formar o no una familia, a decidir cuándo y cuántos hijos tener de manera libre y
responsable, sin que nada ni nadie restrinja este derecho, contando con profesionales de salud y educación que
tengan formación integral, científica y ética para atender nuestras necesidades y orientarnos sobre nuestra
sexualidad.
Tenemos derecho a la Educación Sexual Integral (ESI), como lo dice la Ley de igualdad de oportunidades N.-
28983, y a acceder a los medios que necesitemos para tomar decisiones autónomas y adecuadas sobre nuestra
sexualidad, dirigida a erradicar el estigma y la discriminación, promoviendo nuestro desarrollo como actores
informados que asumen la responsabilidad de sus vidas y se empoderan para asumir una participación activa en
el desarrollo de nuestra sociedad.
Tenemos derecho al acceso de servicios integrales de salud sexual y salud reproductiva, amigables y
especializados para adolescentes y jóvenes, donde podamos ejercer nuestro derecho a ser atendidos con
calidad y calidez, a elegir de manera informada sobre nuestro bienestar con acceso a métodos, en lugares
seguros, con personal especializado, gozando de los beneficios y los avances científicos.
Tenemos el derecho a ser incluidos/as y escuchados/as en el diseño, implementación y evaluación de las
políticas públicas que nos afectan y determinan nuestro bienestar, ejerciendo nuestro derecho de participar
activamente en los asuntos públicos de una manera amplia e informada para que se garantice nuestra salud y
nuestros derechos.
Tenemos derechos a conocer los montos que se destinan en el presupuesto público y que el Estado rinda
cuentas acerca de las acciones que implementación de estrategias, planes y programas dirigidos a nosotros/as,
en el marco del cumplimiento de su oferta de brindarnos acceso universal a la salud y Educación Sexual Integral
(ESI) para adolescentes y jóvenes.
Demandamos la aprobación del Plan Estratégico Multisectorial para la prevención del embarazo adolescente y
del cumplimiento del Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Mortalidad Materna y Perinatal.
Nosotros y nosotras como sujetos/as de derecho, próximos/as a emitir nuestro voto en el proceso de elecciones
presidenciales, reconocemos avances en Educación y Salud en el país, sin embargo identificamos importantes retos
que necesitan ser asumidos por representantes políticos comprometidos; por lo que demandamos propuestas claras y
coherentes en base a nuestros derechos, que impulsen políticas y programas de educación y servicios de salud
sexual y salud reproductiva que respondan a nuestras diversas necesidades. Sólo de esta forma los avances
económicos se reflejarán en nuestro bienestar social, en un país democrático, inclusivo y moderno.
Lima, 17 de mayo del 2011