3. • La pedagogía no se escapa de una gran regla, al momento de planear,
esta es la selección de modelo, incluso puede consumir una gran
cantidad de modelos. Cada uno de ellos se alimenta, sin duda, de las
investigaciones basadas en ciencias humanas, pero también y sobre
todo cada uno de ellos es portador de un determinado proyecto para
el hombre, se articula de una determinada concepción del sujeto que
aprende en nombre de la cual decide utilizar un determinado
ejemplo, movilizar un determinada teoría.
4. • Se propone un modelo de organización de la enseñanza a partir de la
noción situación-problema; se reconoce que se puede aprender de otras
formas, pero aprendiendo de este modo se hace algo mas que aprender, se
considera la mas indicada para el proyecto con el cual se quiere que
aprenda el sujeto.
• Si el interés se encuentra movilizado por un enigma y no remitido a un
deseo preexistente; está explícitamente puesto en situación de
construcción de sus conocimientos; se le ha propuesto una tarea cuya
estructura permite a todos los participantes efectuar las operaciones
mentales requeridas; se respeta el camino a seguir por cada uno sin
renunciar a unos objetivos comunes de instrumentalización intelectual; se
identifican los resultados obtenidos en términos de adquisiciones
personales y nos esforzamos por separarlos de las condiciones del
aprendizaje; se integra un trabajo metacognitivo poniendo en relación
regularmente los resultados adquiridos con los procedimientos utilizados
5. 1. El principio: Toda lección debe ser respuesta
(J. Dewey)
• Una pedagogía de situaciones-problemas deberá esforzarse por
organizar unos dispositivos en donde se articulen explícitamente
problemas y respuestas, en donde las respuestas puedan ser
construidas por los sujetos e integradas dentro de la dinámica de un
aprendizaje finalizado. Una pedagogía de situaciones-problemas es,
en el sentido que L. Legrand había dado a esta expresión, una
pedagogía de la sorpresa: La explicación no tiene valor sin la
necesidad que la requiere y que le otorga sentido [...].
• La verdadera pedagogía explicativa no se centra en la enseñanza de
las explicaciones sino en la cultura, es decir el culto, a la necesidad de
explicación
6. • Una pedagogía de situaciones-problemas es, finalmente, de acuerdo
con la bonita explicación que retoma J. Ranciére de la sorprendente y
ejemplar obra de Jacotot, una «pedagogía de la emancipación»: el
educador, consciente del hecho de que explicar una cosa a los demás
es la mejor manera para evitar que lo encuentren por sí mismos, se
propone como tarea inventar situaciones que le obliguen a apropiarse
de las soluciones requeridas; el sujeto se encuentra allí, en cierto
sentido, «obligado a utilizar su propia inteligencia».
7. 2. Dos escollos simétricos: Las Pedagogías de
la respuesta y Las pedagogías del problema.
La pedagogía de la respuesta.
• Ésta se contenta con librarnos explicaciones correctamente organizadas, da
lecciones que, sin duda al cabo de un tiempo, permitirán resolver
problemas... pero problemas que sólo encontraremos más tarde, al final
del curso, durante los controles, durante los exámenes, durante la vida.
• Este método encuentra cómo justificarse fácilmente en base a sus efectos;
porque es verdad que tiene éxito con algunos, pero es falso que esto se
deba a sus propias cualidades. Incluso podríamos decir que tiene éxito a
pesar de sí mismo, sea porque ciertos individuos han sido situados
anteriormente frente a problemas para los cuales precisamente ahora la
lección aporta la respuesta, o bien porque son capaces de anticipar los
problemas para los cuales la lección podría aportar una solución
8. Las pedagogías del problema.
• Proponen poner al alumno frente a una tarea susceptible de
movilizarlo y en caso de conseguirlo se pretenderá hacerle efectuar
unos aprendizajes determinados.
• La explicación queda aquí subordinada a la urgencia del problema y el
problema a la realización del proyecto. Un procedimiento de este tipo
puede, en un primer momento, parecer satisfactorio pero choca
enseguida con dos obstáculos importantes:
En la realización de un proyecto nada asegura el
avance ante las dificultades: nada asegura
tampoco que un determinado problema no vuelva
a aparecer varias veces e incluso que vuelva
inútilmente cuando el aprendizaje se haya llevado
a cabo; nada asegura tampoco que la «buena
pregunta» llegará en el momento oportuno.
Las pedagogías del problema ignoran demasiado
a menudo que el aprendizaje, ante una
dificultad, casi siempre es la solución más
costosa; resulta mucho más fácil no aprender,
recurrirá alguien que nos resuelva el problema,
buscar una solución ya encontrada.
9. • Todo el esfuerzo de la pedagogía de las situaciones-problemas es
precisamente el de organizar metódicamente esta interacción para
que, en la resolución del problema, se lleve a cabo el aprendizaje.
Esto supone entonces evitar sistemáticamente los escollos de una
«pedagogía de la respuesta» y los de una «pedagogía del problema»,
requiere que nos aseguremos al mismo tiempo de la existencia de un
problema por resolver y de la imposibilidad de resolver el problema
sin aprender.
10. 3. La situación-problema: un sujeto que realiza
una tarea se enfrenta con un obstáculo
• Se propone a los sujetos continuar una tarea (la presentación en la
clase de la mayor cantidad posible de maneras de disponer los cubos,
la redacción de un serial televisivo en donde en cada capitulo se
excluirá una letra).
• Esta tarea sólo puede llevarse a buen fin si se supera un obstáculo (la
codificación geométrica, la utilización de un vocabulario nuevo) que
representa el verdadero objetivo de adquisición del formador. Gracias
a la existencia de un sistema de obligaciones (el hecho de no poder
disponer de más de cinco cubos, la letra prohibida), el sujeto no
puede llevar a buen fin el proyecto sin enfrentarse con el obstáculo.
Gracias a la existencia de un sistema de recursos (el papel y el lápiz,
los diccionarios), el sujeto puede superar el obstáculo.
11. 4. El sujeto queda orientado por la tarea, el
formador por el obstáculo.
• En una situación-problema, el objetivo principal de formación se encuentra
pues, en el obstáculo a superar y no en la tarca a realizar; toda la dificultad
radica en que, para el aprendiz la mayoría de las veces la tarea es durante
largo tiempo la única realidad accesible: es ella la que lo moviliza y la que
orienta sus actividades proporcionándole una representación del objetivo a
alcanzar.
• El objetivo sólo resulta accesible para el alumno en el sentido en que
representa un vacío, un obstáculo, una carencia, una dificultad a superar...
sólo es verdaderamente identificable después.
• En el sentido en que se encuentra condicionada por el alcance de un
objetivo, la situación-problema debe desembocar en la explicación de éste
al final de la secuencia y en su evaluación individual y sistemática
12. 5. La superación del obstáculo debe representar un
avance en el desarrollo cognoscitivo del sujeto.
• Para el formador, la primera pregunta a plantearse debe ser la del objetivo
que se convertirá en el obstáculo a rebasar y cuya superación representará
un avance decisivo en el desarrollo cognoscitivo del sujeto. Superar el
obstáculo para conseguir llevar a cabo la tarea tiene interés sólo en el caso
de que esta operación elimine también un obstáculo para la adquisición de
nuevos saberes.
• Se debe situar precisamente este obstáculo en el centro mismo de la
situación-problema a fin de permitir su superación.
• Un procedimiento como éste sólo puede llegar a resultar fructífero si el
objetivo ha sido escogida correctamente: si los alumnos no poseen los
medios para superar los obstáculos (si por ejemplo, ignoran la existencia de
los pronombres) o si el obstáculo ya ha sido superado, la situación-
problema pierde todo interés.
13. 6. El obstáculo se supera sí los materiales
proporcionados y las instrucciones dadas suscitan
la operación mental requerida.
• Es conveniente pues que el dispositivo de la situación-problema sea
construido de tal manera que encarne la operación mental requerida
y permita de este modo a los que no la dominan poder realizarla a
pesar de ello. Así, y solamente así, el obstáculo podrá ser superado
por todos.
• Si el obstáculo a superar requiere la puesta a prueba de la
inteligibilidad o de la eficacia social de una producción se utilizará con
provecho unos grupos de confrontación o de corrección recíproca.
• Si el obstáculo a superar requiere la construcción de un concepto, se
puede proceder a unos agrupamientos inductivos.
14. 7. Para efectuar una misma operación mental, cada
uno debe poder utilizar una estrategia diferente.
• El interés de la situación-problema radica en el hecho que asocia una
gran dirección estructural junto con una gran flexibilidad en el
tratamiento individual que de ella se puede hacer.
• Su flexibilidad es la garantía de su éxito, en la medida en que permite
a cada sujeto poner en práctica su estrategia personal de aprendizaje:
la existencia de lo que llaman un cuadro de sugerencias y de ayudas,
puede aquí facilitar notablemente las cosas.
• La tarea del formador es de ayudar a cada uno a localizar
progresivamente las estrategias efectivas para él y estabilizarlas en
función de los resultados alcanzados.
15. 8. La concepción y la puesta en practica de la
situación-problema deben ser reculadas por un
conjunto de dispositivos de evaluación.
• En la gran sección de jardín de infancia, los niños no saben leer, o por
lo menos así lo creemos. Y sin embargo la maestra parece ignorar esta
evidencia; se muestra aquí en una situación-problema en donde
gracias a las instrucciones y a los materiales que se les puede
proporcionar a los menores, las maestras logran poner en práctica
unas competencias que ya poseen para adquirir otras nuevas.
• La pertinencia de la situación debe estar subordinada a la calidad de
la evaluación diagnóstica que ha sido realizada.