2. –
Introducción
Ser sobreviviente judío de la Segunda Guerra Mundial, no fue nada fácil. Muchas veces,
quienes lograron sobrevivir, eran los únicos de una extensa familia, y no tenían a donde
regresar. En sus lugares de origen, sus familias habían sido asesinadas y sus
comunidades destruidas. Aún existía –y existe- un fuerte antisemitismo en muchos de los
países donde el nazismo se había instaurado, y los sobrevivientes eran asesinados por
quienes se habían ilegalmente apropiado de sus bienes, cuando ellos regresaban a
intentar recuperar lo que les pertenecía. Esta situación naturalmente desincentivó el
retorno de los sobrevivientes a sus países, ya que sus vidas aún corrían grave peligro. Los
sobrevivientes debían decidir dónde y cómo rehacer sus vidas. Esta era una muy difícil
decisión, sobre todo cuando no se tenía nada: sin familia, sin dinero, y con severos
traumas por las secuelas del horror vivido. Adicionalmente, el mundo cerraba sus puertas
a refugiados y desplazados, o permitía la inmigración por un sistema muy limitado de
cuotas.
Los países a donde inmigraron los sobrevivientes fueron muy diversos. Acá unos breves
testimonios de quienes llegaron a Guatemala. Sin saber español, sin nunca antes haber
estado en esta parte del mundo, y muchas veces sin lazo alguno con el país -más que en
algunos casos tener algún pariente acá-, se aventuraron a Guatemala donde este país les
permitió re-hacer sus vidas después de haber vivido los horrores y sufrimientos de la
guerra.
3. –
Joseph Peter Engelberg Karp
Joseph Engelberg nació el tres de abril de 1920 en Rzeszów, Polonia. Al estallar la guerra, su
papá y él huyeron hacia la zona ocupada por los rusos en el este. Joseph hablaba
perfectamente ruso, polaco, y alemán y esto, aunado a que no tenía rasgos típicamente judíos,
le permitió salvarse de la muerte. Joseph se apoderó de los papeles de identidad de un ruso
llamado “Piotr Zenyk” y desde ese momento, y hasta el final de su vida, fue conocido como
“Peter”.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial, se encontró solo y sin familia. Fue alojado por la
Administración de las Naciones Unidas para el Auxilio y Rehabilitación (United Nations
Relief Agency –UNRA- por sus siglas en Inglés), en un campamento de personas desplazadas
donde conoció al guatemalteco Rafael Monzón, quien se había quedado indocumentado.
Rafael le ofreció llevarlo a Guatemala, a cambio de papeles para salir de Europa. Como Peter
también hablaba francés, logró cruzar la frontera a Francia, donde obtuvo papeles para
ambos. Lo que terminó de convencer a Peter de ir a una tierra desconocida para él, fueron las
historias maravillosas que le contaba Rafael. No podía creer que a los cerdos en las fincas
guatemaltecas los alimentaban con bananos, que en esa época en Europa eran un gran lujo.
Al llegar a Guatemala, la familia Monzón lo acogió, dándole hospedaje y trabajo. Al poco
tiempo se casó con Regina Sztelcner (también sobreviviente de la Shoá), y juntos formaron
una familia judía que hasta el día de hoy sigue su legado.
4. –
Fotografías Joseph Peter Engelberg Karp
Peter, en Polonia en los años ´30, antes de la Segunda Guerra Mundial.
7. –
Regina Sztelcner Tenenbaum
de Engelberg
Regina Sztelcner nació el quince de junio de 1925 en Opole, Polonia. Durante la
época de la Segunda Guerra Mundial, vivió en el gueto de Lodz, en Auschwitz y
finalmente en Berlín donde trabajó en una fábrica nazi de municiones.
Al terminar la guerra, bajo el auspicio de Raoul Wallenberg, fue trasladada por la
Cruz Roja a Suecia donde le dieron hospedaje y trabajo en una fábrica de
chocolates. Estando allí, recordó que su madre se escribía con un hermano quien
había emigrado a Guatemala antes de la Segunda Guerra Mundial. Regina le
escribió una carta dirigida a “León Tenenbaum, Guatemala”. El Tío León, al
recibir la carta, le envió un pasaje para salir de Europa, la recibió en Nueva York
y la trajo a Guatemala.
Estando en Guatemala, el Tío León junto con su esposa Secha le dieron un hogar
y la ayudaron a salir adelante. Regina se casó con Joseph Peter Engelberg
(también sobreviviente de la Shoá) y juntos formaron una familia judía. Sus
hijos, nietos y bisnietos hoy viven en Guatemala, Israel y México.
8. –
Fotos Regina Sztelcner Tenenbaum
Regina (1938), en Polonia, justo antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial.
9. Regina ya en Guatemala en 1948, gracias a la ayuda de su tío León Tenenbaum, retratado en la foto con ella.
10. Peter Engelberg y Regina Sztelcner, ambos sobrevivientes de la Shoá, contrajeron matrimonio en Guatemala.
11. –
Elías Feinzilberg
“El hecho de que las lágrimas se han acabado no quiere decir que la tristeza se haya marchado. El hecho de que las palabras no puedan
describir los horrores vividos no minimiza el dolor sentido. El hecho de que las pesadillas hayan cesado no significa que el monstruo se
haya extinguido. El hecho de que yo siga vivo hoy no implica que una parte de mí no haya muerto ayer… El espíritu infernal de
destrucción dentro del tatuaje de Auschwitz es imborrable”.
Elías Feinzilberg nació en Lodz, Polonia en el año de 1917. Elías sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, pasando por
nueve campos de concentración y exterminio incluyendo Auschwitz y Dachau. El resto de su familia, sus padres y seis
hermanos, fueron todos asesinados por los nazis. Elías relata de su llegada a Auschwitz: “El Dr. Mengale nos esperaba en
las vías del tren. Nos marchaban izquierda-derecha, mientras la SS nos golpeaba. Aun no sabíamos donde estábamos. Nos dieron
pijamas y zapatos. En Birkenau recibimos un plato de sopa por cada tres personas. El primero comía un poco, luego el segundo, y
luego el tercero. Yo me dije, acá es donde termina”. (1)
A las preguntas “¿Cómo logró Usted sobrevivir, algunas vez perdió la fé?”, su respuesta: “Pregúntele a Di-s, Él fue quien me
ayudó. Nunca perdí la fé, pensé siempre: “mañana…talvez”. Al momento de la liberación, Elías se encontraba dentro de un
tren custodiado por la SS, cuando un grupo de prisoneros fueron liberados por el ejército americano.. “La Cruz Roja vino
con paquetes, nos dieron pequeños paquetes y nos dijeron en voz baja “eres libre” “eres libre”. Fue un milgaro. Sin los americanos, yo
no estaría aquí. “ (2) Los soldados americanos que lo liberaron, llevaron a Elías a un campo de refugiados de Naciones
Unidas, donde Elías conoció a Esther, también sobreviviente de la Shoá, con quien contraería matrimonio. En ese campo,
también conoció al General Eisenhower, quien se convertiría en Presidente de los Estados Unidos de América.
“Eisenhower nos dijo que íbamos estar bien siendo libres y que tendríamos una nueva vida. Era un hombre bueno y muy inteligente.
El fue a Buchenwald y dijo – tomen fotografías porque las personas jamás van a creer esto-”. (3).
12. En un inicio, por azares del destino y por tener un tío en Guatemala, Elías y su esposa emigraron a este
país, a bordo de un barco de carga. En Guatemala pusieron una zapatería, como él mismo lo recuerda con
precisión, “…en la 5a avenida, frente al Parque Concordia”. Después de más de veinte años de vivir en
Guatemala, emigraron a Israel. Muchas personas han tratado de convencer a Elías que visite Polonia
para dar allí su testimonio. “Ir a Auschwitz? Eso no es para mí. Quisá mis zapatos aún estén allí. Yo no
regresaré. Sufrí demasiado en ese lugar”. (4) A sus noventa y nueve años, Elías tiene tres hijos, siete nietos, y
dieciséis bisnietos. Vive en Jerusalén, constantemente da charlas sobre sus experiencias durante la guerra,
y es una inspiración para quienes tienen la suerte de conocerlo.
(1) (2) (3) (4): Traducción libre de: Survivor of Auschwitz and Dachau: "They told us quietly that we were
free”; Gal Cohen. JerusalemONLINE. http://www.jerusalemonline.com/news/in-israel/local/
survivor-of-auschwitz-and-dachau-they-told-us-quietly-that-we-were-free-11284
13. –
Fotografías Elías Feinzilberg
Elías Feinzilberg, al centro, único sobreviviente de su familia. Esta es la única
foto que se tiene de la familia completa, por haber sido enviada por correo al tío
de Elías en Guatemala, antes de estallar la Segunda Guerra Mundial.
14. Elías y su esposa Esther, también sobreviviente de la Shoá, se radicaron en Guatemala por más de
veinte años, previo a emigrar a Israel.
19. –
™ Soy sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial. Nací en 1939 en Borislav (anteriormente Polonia,
Ukrania actualmente). Durante la guerra, siendo una niña, tuve que esconderme en una cabaña, donde mi
padre cavó un escondite bajo tierra. Posteriormente también tuve que separarme de mi familia, quedando al
cuidado de mi nana ukraniana –Fesia- a los cuatro años de edad, fingiendo ser su hija. Pasé escondida
también por una temporada en un convento, donde para salvarme me hicieron pasar como una niña
católica, y me cambiaron el nombre a “María”. Me sacaron del convento por mencionar que quería ponerme
en el brazo una venda con una estrella de David como mi padre. Comentarios inocentes como éste, de una
niña pequeña como yo, no eran permitidos porque ponían en riesgo de muerte a todos los que estaban en el
convento. Mi papá fue vilmente asesinado durante la guerra, cuando regresaba de buscar un lugar más
seguro donde poder escondernos a toda la familia. Un grupo de hombres, entre los cuales se encontraba un
polaco que lo reconoció, lo asesinaron en el bosque. Mi nana Fesia, que estaba con él cuando sucedió esta
tragedia, lo enterró en el bosque. Al finalizar la guerra, ella recordaba exactamente donde lo había
enterrado, lo encontramos y le dimos digna sepultura en el cementerio judío de Sambor. Al terminar la
guerra, una organización judía llamada IJUD nos ayudó a mi hermana y a mi a emigrar a Italia, donde
vivimos por dos años, hasta emigrar a Israel en 1948. Años más tarde mi mamá finalmente logró también
salir de Polonia, y se reunió con nosotras en Israel. De una familia muy numerosa, solo sobrevivimos mi
mamá (Henia), mi hermana (Esther), y yo. Mi hermana emigró con su esposo a Estados Unidos de América.
Nos quisimos reunir con ella, pasando primero por Guatemala, con la ayuda de parientes que ya estaban
establecidos acá. Sin embargo, ya no fuimos a Estados Unidos de America, porque nos enamoramos de éste
bello país. Acá me casé y rehice mi vida en Guatemala. Lo que era un lugar de paso, terminó siendo mi
hogar permanente ya por sesenta años. Si yo formé con mi esposo una familia de veintitrés personas, con
hijos, nietos y bisnietos, no puedo evitar pensar: ¿cuántas generaciones más tendríamos de los seis millones
de judíos que fueron privados de sus vidas?
Bina Neger
20. Familia Neger, en Lwów, 1939.
(anteriormente Polonia, Ukrania actualmente).
Bina al centro, en su carruaje.
21. Joyería de la familia Neger, previo a ser confiscada por el régimen nazi.
26. Bina junto a su madre Henia y hermana Esther, únicas sobrevivientes de la numerosa familia Neger.
27. Bina y Esther en Italia (1946), al ser rescatadas por asociaciones judías que
ayudaban a niños y huérfanos a salir de Polonia, con destino final a la tierra
de Israel.
28. Bina (primera a la derecha, en la 1ª fila) en el internado Alonei Itzhak, en Israel, 1951,
junto a otros huérfanos y niños rescatados.
31. –
Marcel Ruff
¿Cómo explicar que en 1942, un joven de 19 años, nacido en México, se haya enlistado de voluntario en las Fuerzas
Francesas Libres?
Vengo de padre y madre Alsacianos, región en el oriente de Francia, a orillas del río Rhin, frontera con Alemania. En mi
hogar en México, siempre existió un fuerte sentimiento nacionalista francés. En aquellos años existía en México una gran
comunidad francesa con importantes almacenes e industrias, y una gran vida cultural y social. Al caer París en 1940 bajo el
régimen nazi, el general francés Charles De Gaulle se rehúsa a aceptar la rendición de Francia, lanzando por la cadena BBC
de Londres su famoso llamado a unirse a la resistencia: “A TODOS LOS FRANCESES DEL MUNDO: FRANCIA HA
PERDIDO UNA BATALLA, ¡PERO FRANCIA NO HA PERDIDO LA GUERRA!”. Junto con un grupo de oficiales
que lo habían acompañado, formó las Fuerzas Francesas Libres. El General De Gaulle llegó a reunir a 200,000 voluntarios
de todo el mundo para pelear contra el régimen nazi. La cifra de judíos que se enlistaron con De Gaulle fue muy alta:
aproximadamente un 15% de total de voluntarios eran judíos, no obstante constituir solo un pequeño porcentaje de la
población mundial. Yo fui uno de esos voluntarios judíos.
Luego de un fuerte entrenamiento en Inglaterra, salimos graduados de Saint Cyriens, promoción Cadets de la France Libre,
a fines de 1943. A principios de 1944 fui enviado a Algeria, Africa del Norte, y asignado a la 1a. División Blindada. Tuve
ocasión de conocer a varios oficiales de la Francia Libre, incluso al propio General Charles De Gaulle, a quien para verle la
cara, tuve que levantar bastante la cabeza por ser un hombre de casi 2 metros de altura.
32. El 6 Junio de 1944, conocido como “Día D”, se realiza el desembarque aliado en Normandía, para empezar la liberación de territorios de
Europa ocupados por la Alemania nazi. Nuestra división se prepara para un segundo frente en Francia, y somos asignados para
desembarcar con el ejército americano. Pisé tierra francesa a las 4.35 de la madrugada en St. Tropez. Por desgracia, ¡no estaba Brigitte
Bardot para recibirnos!
Cientos de barcos, y yo, como oficial de enlace y por mi facilidad con los idiomas inglés y francés, pasé 3 días y noches sin parar un
momento, encargado del desembarque de soldados, camiones, tanques y todo tipo de materiales. Una vez establecidos en tierra, liberamos
Grenoble, los puertos de Toulon y Marseille. A principios de 1945, a nuestra división le correspondió liberar la región de Alsacia,
justamente el lugar de origen de mis padres y abuelos. En algunos lugares encontramos más resistencia alemana para la liberación, en
otros, llegaron las tropas y policías alemanas a rendirse voluntariamente ante nosotros. Durante una misión en el sector americano, fui
herido por las esquirlas de metal de una bomba al estallar, siendo atendido en un hospital de campaña en el área. A finales de abril de 1945,
nuestras tropas aliadas hacen contacto en Berlín con el ejército ruso. El 6 de mayo Alemania se rinde, finalizando la lucha contra el
nazismo.
Luego de haber servido más de 3 años en las Fuerzas Francesas Libres, regreso a México, donde conozco a Eva Turnovsky que se
encontraba en ese país de paseo. En 1955 contraemos matrimonio y nos radicamos en Guatemala, donde ya vivían los padres de mi
esposa, quienes habían salido de Checoslovakia, al ser gran parte de su familia enviada a campos de exterminio. Establecemos acá una
familia con nuestros dos hijos, y hacemos de Guatemala nuestro hogar permanente.
Formar parte de la resistencia francesa, ha sido una experiencia única y extraordinaria de mi vida, y considero tener mucha suerte de estar
aquí, ya que cerca de la mitad de mis compañeros de promoción de la escuela de oficiales, así como de las fuerzas de liberación en acción,
perecieron en el campo de batalla.
Increíble que han pasado más de 75 años desde el inicio de mi aventura militar. Fueron años inolvidables. Como francés y como judío,
siento una satisfacción personal de haber cumplido con lo que consideré mi deber.
33. Marcel Ruff, a los 19 años, se enlista en las Fuerzas Francesas Libres (1942).
34. Marcel, 3o de derecha a izquierda, bromeando en la Escuela de Cadetes para Oficiales Saint Cyr, Inglaterra (1942).
35. Promoción de Cadets de la France Libre, Saint Cyr, Inglaterra, 1943.
Marcel, 4o. de derecha a izquierda en la segunda fila.
Aproximadamente la mitad de la promoción, falleció en combate.
36. Marcel, 3o de derecha a izquierda (atrás), con oficiales del ejército americano, Francia (1944).
37. Marcel, 1o de izquierda a derecha, con oficiales del ejército americano, Francia (1944).
38. Marcel, 1o. de derecha a izquierda, en operaciones de liberación en Francia (1944).
40. Moneda emitida por el ejército aliado, en los diferentes países donde realizaba sus operaciones de liberación.
41. Cobertura en los medios, reportando sobre los voluntarios que se unían a las Fuerzas Francesas Libres.
Marcel en el recuadro.
42. Correspondencia censurada por las autoridades de los distintos países.
En algunos casos, las cartas llegaban, pero con la información táctica recortada.
43. Cobertura de prensa
en México, al
regresar Marcel,
luego del triunfo de
las Fuerzas Francesas
Libres, luego de 3
años de servicio
(Agosto, 1945).
49. –
Jorge Rybar
Jorge Rybar nació con el nombre Jorge Fischmann en Obetskov, Checoslovaquia en 1914. Su familia había
vivido en Novaves (actualmente Eslovakia) por varios siglos y allí tenían una finca.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, Jorge estudiaba leyes en Praga, quería ser juez. Cuando empezó la
guerra cerraron la universidad y regresó a la finca donde estuvieron los primeros tres años de la guerra.
Cuando los nazis llegaron al área, ellos huyeron a las montañas y se escondieron en cuevas. Jorge era el
que bajaba a la finca con un caballo y una carreta a traer comida. En una de esas ocasiones, el cura del
pueblo le informó que los nazis le querían hablar. Jorge le pidió al cura que actuara de intérprete para
que él no tuviera que hablar alemán, pues los alemanes podrían descubrir que era judío y lo matarían.
El nazi le dijo que se llevarían toda la comida y Jorge dijo que estaba bien, pero que porfavor le dejaran
su caballo. El nazi lo amenazó que en vez del caballo, ¡se lo llevarían a él! Ante eso, respondió Jorge que
se podían llevar el caballo. Años después viendo el juicio de Nuremberg, Jorge reconoció a ese nazi: era
nada menos que Adolf Eichmann, el Coronel Teniente de la SS Nazi, uno de los mayores responsables de
implementación de “Solución Final” para exterminar a todos los judíos.
Después de la guerra, Jorge decidió terminar su último año de estudios aunque sabía que no iba a poder
ejercer su profesión. El siempre creía en terminar lo que empezaba y decía que lo más importante era lo
que uno estudiaba, porque eso no se lo podía quitar nadie. En ese año, debido al resentimiento que
existía contra los alemanes por lo sucedido durante la guerra, Jorge cambió su apellido “Fischmann” -que
quiere decir pescador en alemán-, por “Rybar”, que también quiere decir pescador en checo.
50. Al terminar la guerra, su hermano Imrich Fischmann que se había ido a vivir a
Guatemala en 1937, trajo a Jorge junto con su madre Helena, dos hermanos Eugenio y
Nelly, y sus familias a Guatemala. En Guatemala, hay un instituto técnico vocacional, que
lleva el nombre de su hermano Imrich.
Durante el viaje en barco, Jorge conoció a su futuro socio, Milos Bartl con quien empezó
su fábrica de plásticos llamada “Guateplast”. Al ver sus productos tan bonitos, mucha
gente le decía a Jorge que dijera que eran hechos en Estados Unidos de América, pero él
estaba muy orgulloso de lo que podían hacer los guatemaltecos y siempre les puso que
era “Hecho en Guatemala”.
Jorge se casó con Barbara Leichtag (también sobreviviente de la Shoá) y tuvieron 3 hijos.
Jorge siempre sintió mucho agradecimiento y cariño hacia Guatemala por haberle abierto
las puertas en un momento tan crucial de su vida.
51. Después de la Guerra, Jorge (al centro) recibe su titulo universitario en leyes, en Checoslovakia.
52. Jorge Rybar y Barbara Leichtag, ambos sobrevivientes de la Shoá, contraen
matrimonio y se radican en Guatemala después de la Segunda Guerra Mundial.
53. Logo de la Fábrica “Guateplast”, una empresa
orgullosamente guatemalteca, fundada poco después
de terminada la Segunda Guerra Mundial.
54. –
Bárbara Leichtag de Rybar
Bárbara Leichtag nació en Dombrad, Hungría. Su padre Efraim era el rabino del área. Barbara creció en
una familia muy religiosa. Tenía cuatro hermanos, Ana (Anci) la mayor, Pinchas, Moshe Leib y Mendel
Valv. Su padre escribió dos libros religiosos muy importantes. El más importante se perdió en la guerra.
El segundo se estudia hasta hoy en las yeshivot (instituciones para el estudio de la Torá, libro de la Ley
Judía).
Casi al final de la guerra, en abril de 1944 llegaron los nazis a Dombrad y ayudados por la policía
húngara reunieron a todos los judíos y se los llevaron al campo de exterminio de Auschwitz en trenes. Al
llegar separaron a los hombres de las mujeres y niños. Luego formaron dos líneas de mujeres. Una de
jóvenes y otra de madres con niños, con un soldado con un perro entre las dos líneas. Barbara estaba con
su mamá y hermanitos, y Anci en la otra línea. Bárbara le pidió permiso a su mamá para irse con Anci y
cuando el soldado se dio vuelta corrió hacia su hermana. Esto le salvó la vida, pues pocos minutos
después, la línea de su mamá fue llevada a las cámaras de gas, donde fue asesinada.
Cuando le preguntaban a Bárbara en qué pensaba durante esos terribles meses en Auschwitz,
contestaba que ella pensaba muchísimo en comida. Tenía tanta hambre, porque cada día solo les daban
un plato de sopa rala y un pequeño pedazo de pan. Ella era capaz de hacer cualquier cosa por comer, no
le importaba poner su vida en peligro con tal de comer. En una ocasión fue un milagro que ella logró
salir viva al robarse unas papas de la cocina de los oficiales nazis.
55. El padre de Bárbara sobrevivió la mayor parte de la guerra, pero falleció de hambre un mes antes de la
liberación. Sus convicciones religiosas eran tan profundas, que a pesar del hambre, rehusó comer pan
durante la festividad de Pesaj (la Pascua judía), ya que en esa festividad solo se puede comer “matzá” o
pan ácimo sin levadura. Sólo Bárbara y Anci sobrevivieron la guerra.
Al terminar la guerra, las hermanas tuvieron la suerte de ser llevadas del lado de las tropas americanas.
Bárbara fue llevada a Estados Unidos de América en el primer barco de niños huérfanos. Allí le
asignaron un hogar hasta que vino su hermana Anci, que se había casado con un soldado médico en
Suiza. Bárbara amaba los Estados Unidos de América. Aprendió el idioma rápido, terminó sus
estudios y se puso a trabajar. Uno de sus primeros trabajos fue en una compañía que estaba en el
Empire State Building. Ella siempre se admiraba de lo increíble que una joven de Dombrad, había
terminado trabajando ¡en el edificio más alto de Nueva York!
Barbara tenía un primo que trabajaba en plásticos y es a través de él que ella conoce a Jorge Rybar, un
joven de Checoslovaquia (también sobreviviente de la Shoá) que tenía una fábrica de plásticos en
Guatemala. Jorge se enamoró inmediatamente de ella y después de salir juntos 3 semanas se casaron
y se fueron a vivir a Guatemala en 1954.
Bárbara y Jorge querían mucho a su nueva patria, Guatemala, porque les había dado la posibilidad de
rehacer su vida.
56. Publicación aparecida en el “New York World Telegram”, haciendo referencia a el
primer grupo de personas desplazadas que llegaba a Nueva York, bajo el sistema de
cuotas de refugiados. En la izquierda, aparece Bárbara, junto a dos hermanas también
sobrevivientes de la Shoá.
58. –
Eva Solymosi
Mi nombre es Eva Rosalia Solymosi Chaszar. Nací el 6 de abril de 1939 en Hungría. Yo era apenas una niña durante
la Segunda Guerra Mundial, por lo que mis recuerdos son vagos. Vivimos en una casa que tuvimos que desocupar,
porque nos pintaron una estrella amarilla afuera, y si no nos íbamos, nos arrestarían por el solo hecho de ser judíos.
También nos obligaban a usar estrellas de David amarillas cosidas en nuestras ropas. Un día, yo estaba jugando
fuera de mi casa con un perro, el cual me arrancó sin querer la estrella. Un oficial alemán me golpeó, por dejar que el
perro me quitara la estrella de David. En el otoño de 1944, la situación estaba muy peligrosa y mis padres arreglaron
que los hijos nos fuéramos de Budapest en un tren de la Cruz Roja. Nunca volví a ver a mi madre. En un principio,
los hermanos viajamos juntos, pero luego nos separaron para que nos escondiéramos con diferentes personas. Yo me
quedé sola. Mis otros hermanos fueron escondidos en monasterios y con otras familias. Después de terminada la
Segunda Guerra Mundial, luego de haber sido liberados por los rusos, mi padre me recogió en una casa de unos
parientes lejanos en el pueblo de Tiszaroff, Hungría, cuando yo tenía 7 años.
Eva Solymosi vivió en Hungría hasta el año de 1956. Emigró a Argentina a través de un programa de
Naciones Unidas. Se mudó a Chile, con su primer esposo, y tuvo dos hijos. En 1970, abandona Chile, debido
a las épocas difíciles que se vivían bajo el régimen del Presidente Salvador Allende, y se radica en
Guatemala. Sus hijos regresan a Chile por motivo de estudios, pero ambos fallecen trágicamente luego que
en 1973 cae una bomba en la casa donde ellos vivían: el más jóven unos días después del terrible suceso por
graves quemaduras, y el mayor unos años más tarde debido a complicaciones por un trasplante de piel
debido a sus heridas graves. Eva falleció en Octubre de 2016 en Hungría, mientras estaba de visita y
cumplía su sueño de re-encontrarse con familiares, después varias décadas de no haber regresado a su país
de origen.
59. Documento con el que Eva salió de Hungría, en 1956, rumbo a Argentina.
60. Eva obtiene su ciudadanía guatemalteca en el año de 1978.
61. Eva en Guatemala, donde vivió por más de treinta años, previo a fallecer en Hungría, su país de origen.
62. –
León Tenenbaum
León Tenenbaum Lesner, a quien todos le llamábamos con cariño “Oitze” (que significa “tesoro” en Yidish), nació en la ciudad de Lodz,
Polonia en 1919. Tenía veinte años cuando fue capturado por los nazis y nunca más volvió a ver a sus padres ni a sus tres hermanos.
Muy poco quizo hablar sobre esos años oscuros y tristes de su vida. Usaba en señal de luto, y también para tener siempre presente a su
familia, un anillo con una piedra negra que nunca se quitó de su dedo hasta el día de su muerte. Falleció a los noventa años de edad, en
agosto de 2009, en la ciudad de Guatemala.
Le tatuaron su brazo con el número 69752, pero a sus pequeños y curiosos nietos les decía que era un número telefónico, cuando ellos
preguntaban el por qué de ese número. Lo ponía muy angustaiado hablar sobre lo que vió y vivió durante esos años de cautiverio,
hambre, muerte y sufrimiento. Ni siquiera toleraba ver películas o documentales de la Segunda Guerra Mundial. Decía que nada podía
igualar la realidad de lo que ocurrió ahí.
Con tan sólo un papel en la mano que tenía escrito el nombre de su tío: "León Tenenbaum - Guatemala" se embarcó y se dirigió a este
país desconocido para él. Fue gracias a su tío León, con quien tenían el mismo nombre, que llegó a Guatemala en 1946. El siempre
estuvo agradecido que este país lo recibió y le dio una segunda oportunidad de vida.
Radicado ya en Guatemala, trabajó primero como comerciante y años más tarde abrió una fábrica de ropa. Se casó en 1948 con su
adorada Mati (Matilde Bassini), quien lo amó mucho y siempre lo consintió. El fruto de su feliz matrimonio de sesenta años de
casados, fueron sus cuatro hijos, doce nietos y cinco bisnietos.
63. Fotografías León Tenenbaum
León Tenenbaum, primero a la izquierda.
Todos los miembros de su familia, fueron asesinados por los nazis, salvo él.
68. –™ Mi papá, Max Trachtenberg, fue de los pocos que sobrevivieron el campo de
concentración de Mittelbau-Dora, a donde fue enviado junto con su padre y
hermano, desde Buchenwald. De los varios campos de concentración y exterminio en
los que él estuvo, Bergen-Belsen fue su último destino, siendo liberado el treinta de
abril de 1945. Durante la Guerra, su hermano fue tatuado con el número 103023, mi
padre con el número 103024, y mi abuelo con el número 103027. No eran personas,
eran números. Su padre, Jacobo, fallece tan solo 7 días antes de la liberación. Con su
hermano Edmundo logra re-encontrarse después de la Guerra, luego de haber sido
separados; no así con su mamá, Julia, y hermano menor Salomón, quienes fueron
asesinados en el campo de exterminio de Treblinka. Por los vejámenes sufridos, en su
testimonio mi Papá menciona: “De los años vividos, muchos los he querido olvidar. Vivir
con esas memorias, no se llama vivir. Noches de insomnio, de pesadillas y malos recuerdos me
acompañan en todo momento." A sus nueve hijos y casi treinta nietos, mi Papá nunca
nos enseñó a odiar. De igual manera saludaba a un presidente que a quien le
limpiaba el carro: inclinándose ante la persona, le extendía la mano y le decía: "Mi
muy querido amigo." Hizo mucha labor comunitaria y humanitaria, amaba a
Guatemala tanto como a Israel.
Max Trachtenberg
69. Sobreviviente Max Trachtenberg, con su traje de gala de Comandante de los
Bomberos de Guatemala, en compañía de su nieta Tali, nacida en Guatemala.
70. –
Conclusión
Según el diccionario, un sobreviviente es quien conserva la vida después de
un suceso en el que otros la han perdido. Ser un sobreviviente judío de la
Segunda Guerra Mundial, trasciende esa definición. Implica continuar
luchando día a día por por conservar la vida no solo física, sino mental y
emocional. Ser sobreviviente significa encontrar las fuerzas para seguir
adelante, cuando se ha perdido todo. Conlleva tener el valor de enfrentar los
retos, no obstante el dolor. Sobreviviviente es quien a pesar de todo, lucha
por no mantenerse muerto en vida.
Ante la grave crisis humanitaria que se desató después de guerra, en la que
el mundo se dividió en gran medida entre quienes expulsaron a los judíos y
quienes no los dejaban entrar a sus países, Guatemala sí abrió sus puertas a
sobrevivientes judíos. La “Asociación Comunidad Judía de Guatemala”,
siempre estará agradecida con este país, por haber permitido la entrada a
sobrevivientes de la Shoá, quienes se radicaron acá en paz, sin ser
discriminados por su religión, e hicieron de Guatemala su nuevo hogar para
ellos, sus hijos, nietos, bisnietos y descendencia por venir.