Este documento resume las similitudes entre el psicoanálisis y la astrología, especialmente en su enfoque determinista. Carl Jung realizó experimentos para probar afirmaciones astrológicas sobre la compatibilidad entre los horóscopos de parejas casadas, pero obtuvo resultados contradictorios. Esto lo llevó a desarrollar la teoría de la sincronicidad para explicar las relaciones entre la psique humana y la naturaleza, sugiriendo que pueden existir coincidencias significativas sin una conexión causal.

1. Del Psicoanálisis a la Astrología
Aunque el planteamiento esbozado en las páginas anteriores sitúa a la psicología en oposición a la astrología, en
la medida en que aquélla es capaz de dar cuenta del porqué de ésta, no se trata de una posición unívoca. Otros
modo de entender la psique, en cierta medida superados, como el psicoanálisis, han establecido un punto de
convergencia con la astrología e incluso con la videncia gratis o profesional. Decimos superados porque en la
actualidad algunas de las explicaciones que las corrientes psicoanalíticas postularon a determinados problemas
psicológicos han sido sometidas a una clarificadora revisión crítica y confrontadas con hipótesis alternativas de
mucho mayor alcance
En cualquier caso, el punto de convergencia entre la astrología y el psicoanálisis parece encontrarse en la postura
determinista que ambas disciplinas comparten. En el mismo sentido que los astros, según dicen, dirigen nuestra
conducta o ciertas tendencias en nuestro modo de hacer, Freud interpretó los gestos más automáticos, los
pequeños eilores, los lapsus, los olvidos y los actos fallidos en general, como es estillado de voliciones
inconscientes. De aquí que, como señala Barhault (1975), si todo en la naturaleza está organizado hasta los más
mínimos detalles del comportamiento humano, cómo no van a estar dirigidos los grandes acontecimientos de la
historia del hombre.
Astrología,videncia gratis y psicoanálisis abogan por el determinismo, en dos planos diferentes de una misma
realidad. En el momento del nacimiento la escritura de la personalidad de cada ser humano queda configurada,
tal y como se representa en la carta astral y la vida de cada cual se vive conforme a los límites, márgenes y
tendencias que se expresan en su fórmula astral, lo que es tanto como decir que la vida del hombre queda
marcada, desde su nacimiento, por las leyes cósmicas. Algo asi le ocurrió a Edipo quien, sin saberlo ni poder
evitarlo, mató a su padre en el camino de su destino, cumpliéndose así el trágico suceso que los oráculos le
pronosticaron en el momento de su nacimiento.
El psicoanálisis, dirán algunos astrólogos, revela el dinamismo interior que impulsa a la psiquis a la realización
de un destino que las estrellas ya han marcado, de tal manera que el hombre se conduce, instintivamente, hacia
aquello que está en él bajo la forma de imágenes y símbolicos. El carácter y el destino se transforman así en dos
aspectos de un mismo determinismo natural, hasta el punto de que no podríamos separar al hombre de su
destino si no es artificialmente, pues sus tendencias profundas no se distinguen de su existencia.
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Los astros para esta suerte de psicoanálisis astrológico no son meros mundos lejanos o fuerzas autónomas y
extrañas que pesan sobre núestros destinos como entidades exteriores; viven en el ser humano y se mueven
dentro de cada universo personal. En definitiva, el cielo estaría en nuestro interior y, en este sentido, los
astrólogos podrían hacer suyo el mensaje que Schiller envió a Wallenstein a través de su ayuda de campo: «Es
en tu corazón donde se encuentran las estrellas de tu destino»

2. Esta postura de síntesis entre el psicoanálisis y la astrología se encuentra especialmente bien representada por
Cari Jung, autor de moda en un contexto cultural actual bien propicio a todo lo esotérico. El interés de Jung por
este tema parece que surge de la siguiente experiencia. Un día decidió tratar de poner a prueba un clásico aserto
astrológico según el cual los horóscopos de dos cónyuges contienen posiciones parecidas del Sol, la Luna y
hasta de planetas como Venus o Marte. Para probarlo, Jung recogió, a través de astrólogos, la fecha de naci
miento de 180 matrimonios y calculó, personalmente, el horóscopo de estas 360 personas. Los resultados
mostraron que existía una evidente afinidad entre los horóscopos de los cónyuges difícilmente atribuible a la
casualidad.
Sorprendido por los resultados Jung decidió repetir la experiencia con los datos de otros 220 matrimonios. Esta
vez el resultado fue menos claro que en el trabajo anterior. Finalmente, en una tercera prueba encontró que no
había mayor afinidad entre los horóscopos de los matrimonios que entre gente desconocida entre sí (todo lo cual
es un ejemplo más del problema de replicabilidad que presentan las investigaciones astrológicas, tal y como se
ha indicado anteriormente).
Los decepcionantes resultados obtenidos por Jung le llevaron a elaborar una teoría que los explicase y
permitiese aclarar ese supuesto fallo de las leyes de la naturaleza. Con dicha teoría pretendía explicar las
relaciones de la psiquis del hombre con la naturaleza. Para ello estableció un paralelismo entre sus fallidos
experimentos y los publicados por un tal Rhine. Este insistía en la importancia de la actitud psicológica que
adoptan los sujetos en los resultados obtenidos en experimentos telepáticos. Rhine trató de demostrar que la
actitud previa de una persona hacia la telepatía va a condicionar los resultados. Para ello formó dos grupos, uno
con personas hostiles a la telepatía y otro con personas favorables. Después de hacer adivinar las cartas a uno y
otro grupo, encontró que los pobres resultados del primero, sólo parecían explicarse como un intento de los
sujetos de dar una contestación errónea, mientras que los resultados del segundo eran más alentadores,casi como
comprobar la eficiencia del horoscopo diario.
Jung dio una interpretación análoga de los resultados de su experimento astrológico. Emitió la hipótesis de que
cuando un investigador se interesa de modo especial por un resultado determinado tiende a leimir materiales
que confirmen su teoría. Se trata, dice este autor, de la búsqueda inconsciente de un material que se ajustará a su
expectativa psicológica. ¿Cómo dar cuenta de este hecho?
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Para explicar este fenómeno hizo uso del principio de la sincronicidad. la sincronicidad sería en la naturaleza,
un mundo diferente al margen del que nosotros conocemos. En él sería posible encontrar efectos sin causa.
Ilustración 1: astrologia

3. Podrían hallarse coincidencias en el tiempo y en el espacio, entre dos hechos que no estuvieran asociados por
relaciones materiales y, no obstante, tuvieran un significado psicológico análogo.
Este principio queda claramente ilustrado por un caso de sincronicidad que el propio Jung cuenta haber
experiementado en su consulta. El psicoanálisis de una de sus pacientes no progresaba, así que cierto día en que
el análisis no iba muy bien decidió preguntarle a su patente qué había soñado la noche anterior. Soñé con un
escarabajo y en aquel momento se oyó un ruido en la ventana. Lo producía un escarabajo dorado que intentaba
entrar en la habitación.