El poema describe el oficio del niño y el oficio del maestro. El oficio del niño es descubrir el mundo a través de la curiosidad y el juego, reinventando la vida diariamente. El oficio del maestro es acoger a los estudiantes, respetar sus descubrimientos y darles coraje para aprender, acompañándolos en su asombro y alegría por el conocimiento.