3. EL ASADOR
• …tiene una fecha asignada para un ritual
específico vinculado con la parrilla. El día de su
cumpleaños —aunque puede ser cualquier otra
fecha—cita a toda la familia en su patio y hace su
tradicional lechoncito a las brasas. Trae el lechón
desde el fin del mundo (puede ser el litoral o una
granja en donde lo alimentan sólo con maíz
tierno) y lo deja macerándose en una mezcla
secreta durante veinticuatro horas. Al otro día, se
levanta a la madrugada, y empieza a preparar el
fuego que le lleva casi medio día de meticulosa
ingeniería gastronómica…
4. EL ASADOR
• …Su pico de felicidad es cuando se sienta en la
punta de la mesa, con una cuchilla en mano, a
recibir elogios y aplausos. Puede llegar a tener
un brote maníaco si su mujer propone una
mesa fría, pero se le pasa cuando le
aclara, asustada, que no era más que un chiste
o una equivocación.
6. EL ASADOR
• …también se apega a la tradición, pero de manera más
enfermiza. Tiene que ir a buscar el asado a una
carnicería específica en Villa Urquiza, trenzar los
chinchulines a mano luego de hervirlos en leche
durante 20 minutos, poner el diario y la madera de una
forma particular en la parrilla, y salar cada 50 minutos
para lograr que la carne no se seque. Invariablemente
toma siempre a un hijo de asistente (que cuando
cumple 13 años ya no quiere seguir ayudando), al que
le relata todos los pasos de ese ritual con excesiva
preocupación, y persigue a su mujer para que todo
esté perfecto desde el miércoles a la tarde…
7. EL ASADOR
• …Si, por casualidad, el asado sale mal (los
invitados llegaron tarde y se secó, la carne
estaba dura, o se largó a llover cuando estaba
prendiendo el fuego) no puede dejar de
hablar angustiado de ese evento durante toda
la celebración.
9. EL ASADOR
• …va al supermercado, compra 120 metros de
tira de asado, 40 chorizos y 12 pollos para seis
personas porque lo aterra que la gente se
quede con hambre. No observa ninguna
técnica en especial (ni siquiera limpia la
parrilla), más que suplir con cantidad y exceso
cualquier déficit de sabor…
10. EL ASADOR
• …Es el mismo que invita a 140 personas para su
cumpleaños, que ensucia todo el baño de carbón
cuando se lava las manos, y que ocupa todas las
fuentes de la cocina para hacer pruebas. Durante
el almuerzo persigue a los comensales con
expresión de preocupación porque nadie come la
cantidad que él calculó en su mente escandalosa.
Si alguien le dice que está satisfecho, pone cara
de víctima y le pregunta “¿Un poquito más?” o le
dice “¡Si no comiste nada!” mientras trata de
ponerle otro pedazo de vacío en el plato.
12. EL ASADOR
• …es un hereje que no puede soportar los
límites del asado tradicional y vive buscando
variantes para usar la parrilla. Hay algo —falta
de límites, necesidad de provocar, delirio de
chef— que le impide tirar un vacío y unos
chorizos a las brasas y ser feliz. Tiene que
cambiar las cosas aunque sus recetas arruinen
la receta original.
13. EL ASADOR
• …Es, además, el típico fanático que prende un
fuego para hacer dos hamburguesas y el defensor
a ultranza de perversiones tales como el
matambrito a la pizza o la pizza a la parrilla, o de
cascarle un huevo encima a los morrones. Cree
que un asado no es asado si no hizo todo a las
brasas y también tiene su postre parrillero (asa
bananas abiertas con una barrita de chocolate
águila adentro) que sirve con orgullo a sus
comensales desorientados…