Basado en el texto, indique porqué es tan difícil reemplazar el petróleo, e incluya en su respuesta al menos cuatro usos clave que tiene en nuestra sociedad.
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sado para aquellos interesados en imprimirlo
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clables (limpios por una sola cara), en formato
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centrales donde se muestran gráficos más com-
prensibles a color, que en blanco y negro.
Diseñográfico,ilustracióndigitaldeportadaymaquetación:LauraCamacho.
2. I N D I C E
¿CÓMO SE FORMA EL PETRÓLEO?
El petróleo se forma bajo la superficie terrestre por la descomposición de orga-
nismos marinos. Los restos de animales minúsculos que viven en el mar —y, en
menor medida, los de organismos terrestres arrastrados al mar por los ríos o los
de plantas que crecen en los fondos marinos— se mezclan con las finas arenas
y limos que caen al fondo en las cuencas marinas tranquilas. Estos depósitos,
ricos en materiales orgánicos, se convierten en rocas generadoras de crudo.
El proceso comenzó hace muchos millones de años, cuando surgieron los orga-
nismos vivos en grandes cantidades, y continúa hasta el presente. Los sedimen-
tos se van haciendo más espesos y se hunden en el suelo marino bajo su propio
peso. A medida que se van acumulando depósitos adicionales, la presión sobre
los situados más abajo se multiplica por varios miles, y la temperatura aumenta
en varios cientos de grados. El cieno y la arena se endurecen y se convierten en
esquistos y arenisca; los carbonatos precipitados y los restos de caparazones
se convierten en caliza, y los tejidos blandos de los organismos muertos se
transforman en petróleo y gas natural.
Una vez formado el petróleo, éste fluye hacia arriba a través de la corteza te-
rrestre porque su densidad es menor que la de las salmueras que saturan los
intersticios de los esquistos, arenas y rocas de carbonato que constituyen dicha
corteza. El petróleo y el gas natural ascienden a través de los poros microscópi-
cos de los sedimentos situados por encima. Con frecuencia acaban encontrando
un esquisto impermeable o una capa de roca densa: el petróleo queda atrapado,
formando un depósito. Sin embargo, una parte significativa del petróleo no se
topa con rocas impermeables, sino que brota en la superficie terrestre o en el
fondo del océano. Entre los depósitos superficiales también figuran los lagos
bituminosos y las filtraciones de gas natural. (Fuente: Enciclopedia Encarta 2002.)
1
Este documento nace para contribuir a la divulgación de la crisis
energética global en la que nos encontramos. Para ampliar la
información se aconsejan las referencias que se citan al final y la
abundante información actualizada disponible en la página web
www.crisisenergetica.org , en la que también existe un foro de debate,
enlaces a páginas relacionadas y los boletines mensuales de la
Asociación para el Estudio del Cenit del Petróleo (ASPO), que
está integrada por científicos de diversos países que se dedican
al estudio de las reservas petrolíferas, y que tratan de determinar
la fecha y el impacto del cenit de las producciones mundiales de
petróleo y de gas natural.
· Introducción 2
1. Los combustibles fósiles, la crisis energética
y el cambio climático 4
2. La dependencia del petróleo del mundo actual 8
3. La curva de Hubbert 11
4. La llegada al cenit de la producción mundial de petróleo 16
5. El ahorro energético 20
6. Las otras fuentes de energía 22
7. ¿Qué hacer ante el cenit del petróleo? 26
8. Referencias y artículos recomendados 28
3. Introducción
l petróleo es un recurso único, que constituye para
la humanidad una fuente de energía muy eficiente,
fácil de extraer, transportar y utilizar, así como una
materia prima con la que obtener una gran variedad de
materiales. La abundante disponibilidad de petróleo ha
sido determinante en los profundos cambios que ha
experimentado la humanidad en el último siglo, hasta
llegar al estado de dependencia del “oro negro” en la
que se encuentra el mundo actual, pues está presente
en casi todo lo que utilizamos y es la fuente de energía
que mueve el 95% del transporte mundial.
Se estima que la humanidad ha
consumido, en tan sólo cien años,
cerca de la mitad del petróleo
existente inicialmente, el cual
necesitó de millones de años para
formarse en el subsuelo de diversas
áreas de nuestro planeta.
Numerosos estudios vienen
advirtiendo desde hace décadas
que, una vez consumida la mitad de
las reservas de petróleo del planeta,
el ritmo de extracción comenzaría
a decaer. Esto significa que la
generación de comienzos del siglo
XXI se enfrenta al descenso de
la disponibilidad del recurso más
esencial para el mantenimiento del
sistema económico y del modo de
vida actuales; lo que constituye tal vez
el mayor desafío al que se enfrenta
la sociedad de nuestros días, puesto
que no existe ningún otro recurso
conocido con sus cualidades y
prestaciones. Pese a las inversiones
realizadas, en la actualidad no se
dispone de sustitutos que puedan
reemplazarlo como fuente de energía,
en especial para obtener carburantes
para el transporte, ni como materia
prima para los más de tres mil
productos de uso común que se
obtienen del petróleo.
En los últimos años viene
manifestándose una progresiva
disminución de la producción
excedentaria de petróleo, debido
a las dificultades para incrementar
la oferta al ritmo que lo hace la
demanda, de forma que el precio
del crudo ha experimentado un
notable ascenso. En los próximos
años cabe esperar que este
proceso se vaya acentuando, en
especial a partir del momento en
que la producción de petróleo
empiece a decaer. Los incrementos
en los costes energéticos y los
desabastecimientos pueden llevar a
la economía mundial a una recesión
sin precedentes, cuyos primeros
síntomas se están haciendo notar de
forma cada vez más evidente.
2 3
El petróleo ha sido también
esencial en el incremento de
la capacidad de producir y
distribuir alimentos y en los
avances logrados en medicina,
contribuyendo a la multiplicación
explosiva de la población mundial,
desde los mil millones de seres
humanos a mediados del siglo
XIX hasta los aproximadamente
seis mil quinientos millones de la
actualidad.
E
Evolución de la población mundial en miles de millones
de habitantes desde el año 1000 al 2000.
4. a energía que vemos
manifestarse en nuestro planeta, ya
sea la que da lugar al movimiento del
aire y de los océanos, a las nubes y
a las lluvias, o la que se manifiesta
en forma de vida, procede de las
reacciones de fusión nuclear que
tienen lugar en el Sol. Las plantas
absorben la energía del Sol a través
de la fotosíntesis, y los animales la
toman, directa o indirectamente, de
las plantas.
A lo largo de millones de años,
una parte de la energía absorbida
Los combustibles fósiles,
la crisis energética y
el cambio climático
de este modo por los seres
vivos fue quedando enterrada en
forma de materia orgánica y se
fue transformando lentamente,
mediante procesos físico-químicos,
en diversos compuestos orgánicos
sólidos (carbón), líquidos (petróleo) y
gaseosos (gas natural).
Estos compuestos, denomina-
dos “combustibles fósiles”, son
finitos y no renovables, puesto
que necesitan de millones de
años para formarse, y son únicos
en la Naturaleza, pues no existen
otros elementos que se hayan
formado de esa manera ni que,
por tanto, acumulen una cantidad
de energía tan grande y tan fácil e
inmediata de aprovechar, por simple
combustión.
Hace unos 250 años, con el inicio
de la Revolución Industrial, el ser
humano comenzó a servirse de
la energía almacenada en esos
compuestos —empezando por
el carbón—, es decir, empezó
a extraerlos del subsuelo y a
quemarlos, transformándolos en
gases y emitiéndolos a la atmósfera.
Así pues, se puede decir
que al quemar los combustibles
fósiles masivamente lo que
nuestra especie viene haciendo
es trasladar a la atmósfera, en
forma de gases, toneladas de
materiales orgánicos, ricos en
carbono, que llevaban en el
subsuelo millones de años.
1.
L
54
Los yacimientos de petróleo se forman como resultado de una presión intensa sobre
capas de organismos acuáticos y terrestres muertos, mezclados con arena o limo. El
yacimiento mostrado está atrapado entre una capa de roca no porosa y un domo saliní-
fero. Como no tienen espacio para expandirse, el gas y el petróleo crudo están bajo una
gran presión, y tienden a brotar de forma violenta por el agujero perforado.
(Fuente: Enciclopedia Encarta 2002).
5. La energía obtenida al quemar
estas fuentes fósiles dio a la
humanidad la posibilidad de
explotar con mayor intensidad
otros recursos naturales,
como el agua, las tierras o
los recursos pesqueros, lo
que posibilitó la explosión
demográfica del último siglo
y el modo de vida basado
en el elevado consumo
energético del que hoy disfruta
aproximadamente un tercio de
los habitantes del planeta.
Los combustibles fósiles continúan
siendo la fuente energética básica,
pues no sólo aportan el 80 %
de la energía que se consume
en el mundo, sino que también
contribuyen al aprovechamiento
de las demás fuentes energéticas
conocidas.
Si la Tierra fuese infinita
y sus recursos ilimitados,
la población y el consumo
energético podrían seguir
aumentando indefinidamente.
Pero nuestro planeta es
limitado, y por tanto también lo
son sus recursos y sumideros.
Esto significa que algún día el
proceso de extracción de materiales
del subsuelo y su emisión a la
atmósfera nos llevaría al punto en
que los recursos comenzasen a
dar síntomas de agotamiento; y los
sumideros, de empezar a saturarse.
Y ese es precisamente el punto
en el que estamos: mientras la
humanidad continúa creciendo
en población y necesidades
energéticas, los geólogos
avisan de que el suministro
de combustibles fósiles va a
empezar a decaer —empezando
por el petróleo y el gas natural—, y
los climatólogos advierten que
el incremento detectado en las
concentraciones de los gases
producto de su combustión no
tiene precedentes, al menos en
los anteriores cientos de miles y
probablemente en millones de años
(Figura 1, abajo).
Entre los gases cuyas concentracio-
nes están aumentando notablemente
destaca el dióxido de carbono (CO2
),
que tiene la propiedad de actuar
como un “invernadero”, lo que
podría estar iniciando una alteración
impredecible en el equilibrio
climático de nuestra atmósfera.
A partir de este punto no
se puede saber qué pasará
en las próximas décadas,
tanto respecto a cómo será
el proceso a través del cual
nuestra especie se habrá de ir
adaptando a vivir con cada vez
menor disponibilidad de energía
y materiales procedentes
de los combustibles fósiles,
como respecto a la respuesta
que pueda tener el sistema
climático ante la acumulación
de determinados gases de
invernadero en las capas bajas
de la atmósfera.
Figura 1: Evolución aproximada del porcentaje de reservas de petróleo y de las
concentraciones de anhídrido carbónico (CO2
) en la atmósfera a lo largo del siglo XX.
76
6. 2.
La dependencia
del petróleo del mundo actual
En concreto, la producción comercial
de alimentos se basa en el uso
intensivo del petróleo, que posibilitó
la mecanización de la agricultura
y la extensión de los regadíos. El
petróleo se emplea tanto en forma
de energía —para el arado, siembra,
recolección, bombeo del agua,
tratamientos, cosecha, transporte,
conservación y distribución—, como
en la fabricación de los insecticidas,
abonos y conservantes alimentarios.
l petróleo, por su fácil obtención, versatilidad, faci-
lidad de transporte y almacenaje, y la gran cantidad de
energía que proporciona por unidad de volumen, se
convirtió, desde el inicio de su extracción comercial
masiva a principios del siglo XX, en el combustible
fósil que más contribuyó al formidable desarrollo de
la industria, la agricultura y los medios de transporte,
permitiendo la especialización de las zonas productivas
de todo el mundo.
Todo ello posibilitó el incremento
de la producción y del comercio
a nivel mundial, pero también fue
llevando a una mayor dependencia
de la energía y de los productos
proporcionados por el mismo.
Hoy en día, nuestra sociedad y
modo de vida actuales son posibles
gracias al uso intensivo del petróleo,
pues actividades tan básicas como
la industria, la producción eléctrica,
los transportes, la construcción, el
turismo, la agricultura, la pesca, la
ganadería, la minería, la medicina,
etc., son muy dependientes de su
disponibilidad.
E
8 9
7. Se estima que con el actual modelo
de producción y distribución, por
cada caloría de alimento que llega
al consumidor final se requiere una
media de unas ocho calorías de
combustible fósil, básicamente de
petróleo.
El petróleo forma parte de todo
tipo de plásticos, productos
químicos, materiales de cons-
trucción, etc., de manera que
está presente en casi todos
los bienes de uso común
utilizados en nuestros días.
La lista sería interminable y
abarca objetos tan variados como
componentes internos y cubiertas
de aparatos electrónicos, cueros
sintéticos, detergentes, productos
de limpieza, cosméticos, pinturas,
lubricantes, PVC, fertilizantes
agrícolas, medicamentos, aislantes,
asfaltos, fibras sintéticas para la
ropa, muebles, botellas, pañales,
ordenadores, cámaras de fotos,
baterías, gafas, lentillas, champús,
teléfonos móviles, pastas de dientes,
bolígrafos, neumáticos, etc.
Es necesario también para el
mantenimiento de los servicios
básicos urbanos como el suministro
de agua potable, recogida de
basura, mantenimiento de calles y
jardines, servicios de bomberos,
protección civil, policía, etc.
No debe sorprender por tanto
que, si el funcionamiento
de la sociedad depende en
tal medida de un recurso,
cualquier variación en su
precio afecte a todos los
sectores económicos.
3.
La Curva de Hubbert
n los años 50 del siglo pasado, el científico estadounidense M. King
Hubbert demostró que la evolución que experimenta la explotación de
cualquier pozo petrolífero sigue una curva en forma de campana, llamada
por ello “curva de Hubbert” (Ver figura 2, pag.14)
En el tramo ascendente de la curva
de Hubbert (antes de llegar al
máximo), el petróleo es abundante,
de buena calidad y fácil de extraer,
pero en el tramo descendente cada
vez es más escaso, costoso de
extraer, de peor calidad y de menor
pureza.
Esto significa que, si bien al iniciarse la explotación, la
producción de petróleo aumenta rápidamente, de forma
que se puede extraer cada vez mayor cantidad con muy
poco esfuerzo, a medida que va pasando el tiempo el
aumento de la producción va perdiendo fuerza, hasta
que se alcanza un máximo a partir del cual la producción
comienza su declive hasta el agotamiento del pozo.
El cenit del petróleo es el
término que se aplica a la parte
superior de la campana de Hubbert,
es decir, al tramo en el que se
logra la máxima producción, y se
alcanza cuando se ha extraído
aproximadamente la mitad del
petróleo existente inicialmente.
E
1110
8. Si la evolución de la producción de
cualquier pozo petrolífero muestra
una curva en forma de campana,
lógicamente, si se suman las
producciones de varios de ellos la
curva que se obtiene tiene también
una forma similar. Esto significa que la
producción de cualquier yacimiento,
país productor o la mundial en su
conjunto también presentan una
evolución en forma de campana.
Conociendo este hecho, y aplicando
una serie de cálculos matemáticos,
Hubbert dedujo en 1956, con
notable precisión, que el cenit de la
producción de petróleo de EE. UU.,
que entonces era el mayor productor
de crudo del planeta, se alcanzaría
aproximadamente en 1970 (figura
6, pag. 18). Para la producción
mundial, Hubbert estimó que el cenit
tendría lugar a finales del siglo XX o
a principios del siglo XXI, y demostró
también que si las reservas mundiales
superasen en vez y media a las
que él consideraba más probables,
el cenit mundial sólo se retrasaría
sólo ocho años.
(figura 2, pag. 14)
Numerosos estudios han
venido verificando la
validez de los resultados
de Hubbert y muestran
que ya se ha consumido
aproximadamente la mitad
de las reservas iniciales,
lo que indica que estamos
en los años del cenit de
la producción mundial de
petróleo.
El descenso de la oferta mundial
de “oro negro”, en el contexto de
creciente demanda, unido a la fuerte
dependencia existente hoy en día,
y sin otras alternativas energéticas
que puedan reemplazar a corto
plazo la gran cantidad de energía
que proporciona, puede abrir
una brecha entre la demanda y la
oferta que se vaya haciendo cada
vez más profunda, lo que puede
llevar a desabastecimientos en los
mercados internacionales y a una
subida de los precios del crudo.
El encarecimiento de la
energía puede generar
procesos inflacionarios que se
extiendan a todos los sectores
económicos y tener impactos
imprevisibles sobre las
economías de todos los países,
lo que puede poner en riesgo el
equilibrio del sistema financiero
internacional y desencadenar
intensas crisis sociales.
Así pues, aunque se estima que
al ritmo de consumo actual queda
petróleo para unos 40 años, el
desafío más inminente al que se
enfrenta la sociedad de principios
del siglo XXI es el que supone
alcanzar el máximo de la producción
mundial de petróleo y entrar en el
declive de su producción.
Gráfica de la evolución del precio en dólares del barril de petróleo
WTI en los últimos 5 años Fte: www.slb.com
1312
9. Figura 2: Proyección de la producción mundial de petróleo publicada por Hubbert en 1971 en
“Scientific American”. La curva superior muestra que, aunque las reservas fuesen vez y media mayores,
la fecha del pico de la producción sólo se retrasaría ocho años, y el tiempo que la humanidad invertiría en
consumir el 80 % de todas las reservas mundiales se ampliaría tan sólo seis años.
G r á f i c a s
14
Figura 2: Proyección de la producción mundial de petróleo publicada por Hubbert en 1971 en
“Scientific American”. La curva superior muestra que, aunque se duplicasen las reservas, la fecha del
pico de la producción tan sólo se retrasaría una década, y el tiempo que la humanidad invertiría en
consumir el 80 % de todas las reservas mundiales se ampliaría tan sólo seis años.
G r á f i c a s
15
Figura 4: Descubrimientos anuales de yacimientos de petróleo desde 1930, expresados en volumen
de reservas incorporadas por año (barras verticales) y extracción mundial de petróleo hasta el año
2003 (curva azul). Se observa que a partir de los años ochenta la extracción de petróleo comienza a
superar al petróleo que se descubre cada año.
Figura 5: Evolución del suministro de cada una de las fuentes de energía primaria sobre el total
del consumo mundial de 1971 a 2003 en millones de toneladas equivalentes de petróleo (MTpes).
Se indican los porcentajes aportados por cada una de ellas en el año 2000.
Fuente: Agencia Internacional de la Energía (AIE).
10. La fecha exacta no es lo
trascendente, sino el hecho de
que estamos en los tiempos en
que la producción ya no va a
poder incrementarse de forma
significativa, y en todo caso
la tendencia que se espera
para los próximos años es que
comience a disminuir.
En realidad, lo más probable es
que no se conozca que ha pasado
el cenit hasta varios años después
de superado, pues la producción
presenta fluctuaciones de un año
para otro, de manera que el tramo
superior de la curva de producción
mundial puede presentar la forma
de una meseta alargada con varios
picos máximos.
No se conocen tampoco con
exactitud las reservas de los
principales países productores
de la OPEP, que pueden ser
menores que las publicadas
oficialmente por sus gobiernos,
pues en los años 80 las aumentaron,
sin ninguna base científica, para
tratar de acceder a mayores cuotas
anuales de producción, que se
asignaban según las reservas
declaradas por cada país.
En la Conferencia sobre el Cenit
del Petróleo de mayo del 2003, el
Profesor Kenneth Deffeyes, autor de
“El Cenit de Hubbert: La Inminente
Escasez del Petróleo Mundial”,
explicó que el cenit pudo haber
sido en el 2000, pues la producción
mundial ha dejado de aumentar
desde ese momento, pese al
aumento de la demanda y la presión
de los gobiernos occidentales a
los países productores para que
aumenten su producción y evitar el
alza de precios.
El Instituto de los
Recursos Mundiales
(Wold Resources Institute)
publicó un informe en
1996 que decía:
Si persiste el crecimiento de la
demanda mundial en un modesto
dos por ciento anual, la producción
podría comenzar a declinar hacia
el año 2000 (…) incluso aunque se
den enormes aumentos del petróleo
estimado como recuperable
(lo cual es poco probable),
apenas daría para algo más de
otra década (desde 2007 a 2018).
En consecuencia, a menos que
se reduzca de forma muy acusada
el crecimiento de la demanda, la
producción de petróleo comenzará
pronto su largo declive.
4.
La llegada al cenit de la
producción mundial de petróleo
o se puede conocer
con exactitud la fecha del
cenit de la producción
mundial de petróleo,
pero casi todas las
estimaciones actuales
más fiables lo sitúan en
algún momento entre los
años 2004 y 2010.
(Figura 3, pag. 14)
N
1716
Portada de la Revista del World Watch Institute de
enero/febrero de 2006, dedicada al Peak-oil (cenit
del petróleo en inglés)
11. En este sentido hay que
señalar que la demanda,
lejos de reducirse, los últimos
años viene experimentando
una fuerte subida, en especial
a causa del gran crecimiento
económico de países como China
e India, cuyas poblaciones suman
2.300 millones de personas.
Cada vez aparecen más
informaciones y estudios sobre la
crisis energética, así como se van
sucediendo las manifestaciones
de personas vinculadas al mundo
de la energía y del petróleo,
que alertan de la situación en la
que nos encontramos y de las
consecuencias que se pueden
derivar del encarecimiento de los
precios del petróleo.
A modo de ejemplo, la petrolera
estadounidense Chevron-Texaco, ha
iniciado recientemente una campaña
a través de la web Will You Join Us?
(¿Te unes a nosotros?), que empieza
diciendo: La energía será uno
de los asuntos definitorios de
este siglo. Una cosa está clara:
la era del petróleo fácil se ha
acabado. Lo que hagamos a
partir de ahora determinará
nuestro éxito en responder a
las necesidades energéticas
del mundo entero durante este
siglo y los siguientes.
Muchos de los principales campos
y países productores han entrado ya
en declive. Cuando la producción de
un país exportador cae por debajo
de su consumo interno, pasa de ser
exportador neto a importador neto,
con lo que empieza a presionar
sobre los mercados internacionales
de crudo. Los países que se
mantienen en la parte ascendente de
la curva de Hubbert se ven obligados
a aumentar su producción para
cubrir, no sólo el incremento de la
demanda internacional, sino también
la disminución de las producciones
de los que ya han pasado el cenit, lo
que cada vez resulta más dificultoso
y lo será más a medida que más
campos y países productores vayan
superando el cenit y entrando en el
declive de sus producciones.
Otra evidencia clara de la proximidad
del cenit de la producción mundial
de petróleo es que, si bien la
demanda continúa aumentando,
el descubrimiento de grandes
yacimientos viene disminuyendo
desde los años sesenta, pese al
empleo de tecnologías cada vez más
sofisticadas y la competencia de las
empresas petroleras por hacerse con
el mayor número de yacimientos.
Demanda mundial de petróleo y gas natural
y previsiones, según Exxon Mobile.
1918
Desde los años ochenta el
consumo de petróleo supera
a los descubrimientos, de
forma que en la actualidad
se ha alcanzado la alarmante
proporción de que por cada
barril que se descubre se
consumen cuatro. Esto significa
que casi todo el petróleo que
se está consumiendo hoy en
día procede de los grandes
yacimientos descubiertos hace
varias décadas.
(Ver figura 4, pág. 15).
Figura 6: Producción y consumo de petróleo del los EE. UU., en millones de barriles por día.
Se observa el pico de producción en 1970 y el aumento de las importaciones desde los años 50.
Fuente: Campbell, C.J.,The Essence of Oil and Gas Depletion, Multi-Cience Publishing CO., 2002.
12. · Por una parte, los gobiernos de los
países más poderosos del mundo
se ven obligados a mantener el
crecimiento como objetivo básico
de sus políticas económicas,
puesto que si tratasen de establecer
unilateralmente políticas drásticas
de reducción del consumo, éstas
chocarían con los intereses del
sector empresarial y de las grandes
compañías multinacionales; podrían
afectar también negativamente a la
actividad económica y al empleo;
amenazarían al equilibrio del
sistema financiero; encontrarían
rechazo entre los agentes sociales
y económicos; y podrían encontrar
oposición por parte de los países y
de las instituciones económicas con
los que mantienen compromisos
internacionales. Por otra, hasta
ahora el crecimiento económico
siempre ha venido acompañado
5.
El ahorro energético
nte la inevitable e inminente reducción de la oferta
de petróleo que cabe esperar en los próximos años, la
medida aparentemente más lógica, sencilla e inmediata
que se puede adoptar es tratar de reducir el consumo
energético, para ir adaptándolo a la realidad geológica
marcada por la curva de Hubbert.
atrasar el inicio de la caída de la
producción mundial de petróleo, pero
de lograrse, el efecto posterior será
que cuando se inicie la caída ésta
resulte más pronunciada. Es como
si, ante la disminución de caudal de
un depósito de agua que se está
agotando, se opta por añadir más
grifos. Al principio se logrará mantener
el caudal, pero a costa de agotar más
rápidamente el depósito, de manera
que después el agua dejará de salir
de forma más repentina.
Así pues, el ahorro energético es
la medida aparentemente más sencilla
e inmediata de aplicar, pero no está
exento de dificultades para ser
aplicado masivamente:
de incrementos en el consumo de
energía.
· Las empresas privadas necesitan
de elevados niveles de consumo
para mantener sus ventas y
beneficios, y se valen para ello de
la publicidad, que estimula a los
ciudadanos al consumo.
· No se puede disminuir
significativamente el consumo de
petróleo en muchas actividades
productivas básicas como la
agricultura o los transportes.
· Si ya parece difícil que los países
más desarrollados dejen de
aumentar sus niveles de consumo,
puede resultar aún más complicado
que los países con menor nivel de
renta per cápita acepten renunciar a
aumentar el suyo, en su objetivo de
salir de la miseria y tratar de igualar
el nivel de consumo de los países
más desarrollados.
Si en lugar de actuar de este modo
se opta por forzar la explotación
de los yacimientos petrolíferos del
planeta, el efecto que se puede
esperar es que se alargue la meseta
de la parte superior de la campana
de Hubbert, es decir, que se logre
¿Cúanto consumimos en España?
Consumo español de energía primaria por tipo
de fuente (2004 según BP)
A
20 21
Consumo energético desde 1800. Se observa el incremento iniciado a mediados del s. XVIII con
el uso de los combustibles fósiles. Fuente: http://www.hydropole.ch/Hydropole/Intro/WorldE.gif
13. de vehículos actual – más de 800
millones— para que pudiesen
funcionar con ella, así como desa-
rrollar toda la infraestructura para la
producción, transporte y distribución
de la misma por todo el mundo.
verían incrementados si se tratase de
sustituir con él al petróleo.
EL GAS NATURAL es el que
más está aumentando su uso y
tiene muchas ventajas, pero su
explotación también contribuye
al efecto invernadero y sigue una
curva de Hubbert más pronunciada
que la del petróleo, de manera
que, una vez que se alcance el
cenit, lo que sucederá sólo unos
pocos años después que el del
petróleo, su declive será mucho más
pronunciado. En Norteamérica la
escasez de gas ya empieza a ser un
problema acuciante.
Las demás fuentes energéticas
pueden continuar siendo comple-
mentarias en la producción de
electricidad, pero no pueden aumen-
tar tanto como para reemplazar
la gran cantidad de energía
suministrada por las no renovables
para cubrir los requerimientos de la
sociedad, y menos si la población
mundial y las economías de los
países continúan en crecimiento.
El petróleo representa el
35% del total del consumo
energético global y más del
90% de la energía empleada
en los transportes. Resulta muy
complicado que pueda ser sustituido
como carburante, pues debería
primero aparecer una fuente de
energía con sus prestaciones y en
cantidad suficiente, y a continuación
adaptar o sustituir el inmenso parque
6.
Las otras fuentes de energía
a otra posibilidad para reducir
el consumo de petróleo sería
comenzar a sustituirlo por otras
alternativas energéticas. En la
actualidad, las fuentes de energía
basadas en recursos finitos no
renovables (combustibles fósiles
y fisión nuclear), que tantos
problemas de contaminación
generan, aportan el 86% del
enorme consumo de energía
global. (Ver figura 5, pag 15)
L
¿Cómo se forma el carbón?
El carbón que hoy utilizamos se formó a partir de generaciones
de plantas que murieron en antiguos pantanos y ciénagas, y que
se fueron asentando bajo sedimentos. Este material vegetal formó
primero un material orgánico compacto denominado turba. Con el
paso del tiempo, la presión y el calor que ejercían la acumulación
y el engrosamiento de las capas de sedimentos sobre la turba
provocaban la salida gradual de la humedad. Esto aumentaba el
contenido de carbono de la turba, que al final se convertía en
carbón. (Fuente: Enciclopedia Encarta 2002)Se repasan a continuación
algunas de las dificultades
que presentan las fuentes
energéticas que se plantean
como posibles alternativas al
petróleo:
EL CARBÓN es un combustible
muy pesado, poco eficiente, con
poca versatilidad y con un gran
coste de extracción y de transporte.
Es muy contaminante (tanto su
minería como su combustión) y
es el causante de la lluvia ácida,
además de contribuir al efecto
invernadero. Estos problemas se
2322
14. LOS BIOCOMBUSTIBLES
no tienen las prestaciones que
presentan los gasóleos obtenidos
del petróleo y, para incrementar
su producción significativamente,
se tendrían que dedicar una gran
cantidad de tierras fértiles a su cultivo,
lo que es complicado en un mundo
en el que el hambre y la desertización
son dos de sus problemas de más
difícil solución. Además, nuevamente
el petróleo aparece como el recurso
que está detrás de su desarrollo,
pues el proceso de siembra,
tratamiento, fertilización, riego,
cosecha, transporte y distribución
requiere de energía que en la
actualidad se obtiene del “oro negro”.
LA FUSIÓN NUCLEAR es la
fuente de energía de la que se dice
que resolverá todos los problemas
energéticos en el futuro. Pero las
complejidades tecnológicas a superar
son de tal magnitud que desde que
se planteó inicialmente ya se advertía
que no iba a estar disponible al
menos antes de pasados unos 50
LA FISIÓN NUCLEAR
presenta numerosas dificultades para
implantarse a gran escala y a corto
plazo: el enorme coste (económico
y energético) de la construcción y
desmantelamiento de cada central
nuclear; la ausencia de soluciones
al tratamiento y almacenamiento de
los peligrosos residuos, que emiten
radiactividad durante miles de años;
el riesgo de accidentes nucleares y
de atentados terroristas; los conflictos
entre los países por el temor al
posible empleo de la energía nuclear
para fines militares; el gran impacto
ambiental que genera la minería del
uranio. En todo caso, aunque todos
estos problemas se pudieran superar,
el uranio también posee una cresta de
Hubbert, que se alcanzará dentro de
unos 25 años, plazo que se acortaría
si se incrementase el número de
centrales nucleares.
LA ENERGÍA
HIDROELÉCTRICA, que
sólo aporta el 2,3 % de la energía
global, tiene pocas posibilidades de
incrementarse significativamente.
Las grandes presas siempre causan
gran impacto sobre las áreas
donde se construyen, y obligan
a desplazarse a las poblaciones
residentes en las mismas.
(Abajo: Central nuclear de Chernóbil, Ucrania)
años, y así se continúa diciendo
en la actualidad, pese a que han
pasado más de 30 desde entonces.
Se necesita alcanzar temperaturas
superiores a cien millones de grados
para que se produzca la reacción
de fusión; materiales que resistan
las altas temperaturas y la radiación;
lograr que la energía liberada sea
mayor que la necesaria para calentar
y mantener aislado el combustible;
y finalmente, desarrollar dispositivos
que capturen la energía generada
y la conviertan en electricidad, de
tal manera que de todo el proceso
se obtenga un balance energético
suficientemente positivo.
EL HIDRÓGENO, por último, no
es una fuente de energía. Se plantea
como combustible para el transporte
porque no es contaminante y se
puede utilizar de forma líquida,
como los derivados del petróleo.
Pero el hidrógeno libre es muy raro
en la Naturaleza, y se necesita más
energía para obtenerlo de la que
después proporciona. Además,
requiere de muy bajas temperaturas
para mantenerse líquido - lo que
a su vez requiere energía-, ocupa
más volumen por unidad de energía
que las gasolinas o el diesel, y
haría falta adaptar a él los vehículos
actuales y los sistemas de transporte
y distribución de combustible que
están implantados hoy en día.
LAS ENERGÍAS
RENOVABLES (solar, eólica,
mareomotriz, geotérmica…)
representan tan sólo el 0,5 %
del total mundial, y su incipiente
desarrollo ha sido posible gracias
a la disponibilidad de petróleo,
que es utilizado tanto en forma de
materia prima como de energía
para la fabricación de los costosos
materiales necesarios, y para la
construcción de las infraestructuras
aparejadas. La energía que
proporcionan es difícil de transportar
y de almacenar, y su cantidad varía
en función de agentes externos.
2524
15. Cuando se plantea la posibilidad
de una inminente escasez de los
recursos energéticos, existe entre la
opinión pública el convencimiento
de que ha de haber soluciones,
y de que la tecnología lo podrá
resolver todo, sin cuestionarse
el crecimiento económico, la
viabilidad de nuestro modo de
vida y sus consecuencias. Pero
hasta ahora, las mejoras logradas
por la tecnología en eficiencia
energética no se han traducido en
reducciones del consumo energético
global. La historia de la humanidad
ofrece abundantes ejemplos de
civilizaciones muy avanzadas que
sucumbieron cuando excedieron
los límites en el consumo de los
recursos en los que basaban su
desarrollo. En cualquier caso,
en un espacio limitado como
nuestro planeta, toda sociedad
cuyo modo de vida esté basado
en el crecimiento continuo llegará
inevitablemente a un punto en el
que se enfrente al límite marcado
por el agotamiento de los recursos
disponibles.
No está en nuestras manos decidir
las políticas de los gobiernos, ni los
comportamientos de consumo de
los habitantes de todo el mundo,
para orientarlos hacia una transición
lo más suave posible a los tiempos
con una menor disponibilidad de
petróleo. Los cambios necesarios
tendrían que ser probablemente
demasiado complejos, con medidas
impopulares y muy difíciles de
asumir, basadas en la reducción del
consumo y del transporte privado,
tendencia al crecimiento negativo
7.
¿Qué hacer ante
el cenit del petróleo?
de las economías y de la población,
etc. Posiblemente habría que
cambiar todo el modelo de vida que
se ha creado sobre la base de una
ilimitada disponibilidad de petróleo.
Pero independientemente de que
estos cambios se produzcan, cada
uno de nosotros puede adoptar
algunas medidas que en general se
pueden agrupar en cuatro líneas de
actuación:
1) Informarse. Es importante
seguir informándose y tratar
de conocer y comprender las
implicaciones y las consecuencias
que el cenit del petróleo puede tener
en los años venideros.
2) Prepararse. Cuanto antes
comencemos a mentalizarnos, en
mejores condiciones estaremos
para adaptarnos a los cambios que
se vayan produciendo, afrontarlos
con éxito, ayudar a los demás y, en
general, atenuar los efectos para
nosotros y para las personas de
nuestro entorno.
3) Divulgar. Cuantas más
personas conozcan la situación,
más posibilidades hay de que
comiencen a adoptar a su vez
acciones positivas. Una opción
puede ser transmitir la realidad de la
crisis energética difundiendo este u
otros artículos, empleando para ello
los medios y canales de que cada
uno disponga, ya sea a través de
Internet, publicaciones, dirigiéndose
a medios de comunicación,
asociaciones y autoridades locales,
centros educativos, etc.
4) Actuar. Podemos empezar
a cambiar ya nuestras vidas hacia
un menor nivel de consumo en
general y energético en particular,
lo que será útil para reducir nuestra
contribución a la situación a la que
el sistema actual está llevando a
la humanidad; disminuir la presión
que nuestro modo de vida ejerce
sobre los sistemas naturales que
sustentan la vida en nuestro planeta;
aminorar el ritmo de agotamiento
del petróleo y de otros recursos; y,
por último, estar mejor preparados
para los tiempos en que nos veamos
obligados a ello.
Si a la situación global a la que nos
enfrentamos como especie se ha
llegado como suma de las acciones
individuales de todos los seres
humanos que pueblan el planeta
Tierra, es entonces a través de la
decisión individual de cada uno
como podemos influir en ella. En
nuestras manos está decidir cuándo
empezar a actuar de forma que
nuestra influencia sea en positivo.
2726
16. 8.
Referencias y
artículos recomendados
CONSIDERANDO que el paso de la historia
ha registrado un aumento en el ritmo de cambios, tal
que la demanda de energía ha crecido rápidamente
en paralelo con la población mundial en los últimos
doscientos años, desde la Revolución Industrial;
CONSIDERANDO que el suministro de
energía que demanda la población ha prove-nido
fundamentalmente del carbón y del petróleo, que se
han creado de forma muy lenta en el pasado geológico
y que tales recursos están ine-vitablemente sujetos al
agotamiento;
CONSIDERANDO que el petróleo pro-
porciona el noventa por ciento del combustible para el
transporte, que es esencial para el comercio y juega un
papel crítico en la agricultura, necesaria para alimentar a
una población en expansión;
CONSIDERANDO que el petróleo está
distribuido de forma irregular en el planeta, por razones
geológicas bien conocidas y la mayoría del mismo
concentrado en cinco países que bordean el golfo
Pérsico;
CONSIDERANDO que todas las áreas
productivas del mundo ya se han identificado con
la ayuda de tecnologías avanzadas y con un cada
vez mayor conocimiento geológico, siendo evidente
que los descubrimientos alcanzaron un cenit en los
años sesenta, a pesar del progreso tecnológico y una
búsqueda diligente;
CONSIDERANDO que el pasado cenit en
los descubrimientos conduce inevitablemente a un cenit
correspondiente de la producción en la primera década
del siglo XXI, suponiendo que no se da una reducción
drástica de la demanda:
CONSIDERANDO que el efecto del declive
de este recurso vital afecta a todos los aspectos de la
vida moderna, lo que tiene graves implicaciones políticas
y geopolíticas;
CONSIDERANDO que es conveniente
planificar una transición ordenada a un nuevo entorno
mundial de un suministro reducido de energía, haciendo
las provisiones anticipadas para evitar el gasto de
energía, estimular la entrada de energías sustitutivas y
aumentar la duración del petróleo remanente;
CONSIDERANDO que es deseable
enfrentarse a los retos que surgen de una forma
cooperativa y equitativa, que pueda tratar las
preocupaciones relacionadas con el cambio climático,
la estabilidad económica y financiera y las amenazas de
conflicto por el acceso a los recursos críticos.
SE PROPONE POR TANTO:
1) Convocar una convención de naciones para
considerar este asunto, con vistas a conseguir un
Acuerdo, con los siguientes objetivos:
a) Evitar lucrarse con la escasez, de forma que los
precios del petróleo puedan mantener una relación
razonable con los costes de producción.
b) Permitir a los países pobres realizar sus
importaciones
c) Evitar la desestabilización de los flujos financieros
que surjan de los excesivos precios del petróleo.
d) Promover que los consumidores eviten el despilfarro
e) Estimular el desarrollo de las energías alternativas
2) Este Acuerdo tendrá las siguientes líneas generales:
a) Ningún país producirá petróleo más allá de su tasa
actual de agotamiento, que se define en la producción
anual como un porcentaje de la cantidad que se estima
queda por producir.
Cada país importador reducirá sus importaciones para
ajustarse a la Tasa Mundial de Agotamiento, deduciendo
cualquier producción local.
3) Se regularán detalladamente las definiciones de
las diferentes categorías de petróleo, sus exenciones y
cualificaciones y los procedimientos científicos para la
estimación de la Tasa de Agotamiento.
4) Los países signatarios cooperarán para proporcionar
información sobre sus reservas, permitiendo auditorías
técnicas, de forma que se pueda determinar con
precisión la Tasa de Agotamiento.
5) Los países signatarios tendrán el derecho a apelar
la valoración de su Tasa de Agotamiento si cambian las
circunstancias.
A N E X O : E L P R O T O C O L O D E U P P S A L A Y R I M I N I ( 2 0 0 3 ) .
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Mi agradecimiento a los compañeros de www.crisisenergetica.org por las sugerencias y
comentarios recibidos y en especial a Pedro A. Prieto, Gloria Jiménez y Edgar Ocampo.28