2. • La civilización maya habitó una gran parte de la región
denominada Mesoamérica.
3.
4. Itzamná
Señor de los cielos, la
noche y el día
Ixchel
Diosa de la Luna,
las inundaciones,
el embarazo y el
tejido.
Kinich Ahau
Dios del Sol
Ix Chebel Ya'ax
Diosa patrona de
la pintura y el
bordado.
5. • Los mayas concebían al cosmos compuesto por 13
cielos, uno sobre otro, siendo la tierra la capa más baja.
Sobre cada cielo presidían trece dioses, llamados los
Oxlahuntikú. Bajo la tierra había otros nueve cielos,
también en capas, sobre los que presidían los Bolontikú.
El último de estos cielos era el Mitnal, el infierno maya,
reino de Ah Puch, señor de la muerte.
6. • Las pirámides son sus templos y los fieles asistían a las
ceremonias al aire libre, abajo y al frente, de la pirámide-
templo. Solicitaban de sus dioses los dones de la vida, la
salud y el sustento, a cambio de los cuales realizaban
una serie de ofrendas y de ceremonias.
7. • La danza era también una parte importante del ritual.
• Las fiestas dedicadas a los dioses se celebraban en las
fechas fijas establecidas por el tzolkin o calendario ritual.
8. • Según la religión maya, después de la muerte el alma
emprende un camino al Mundo Subterráneo o
Inframundo, donde debe atravesar un río ayudado de un
perro. El peregrinaje terminará en el sur a donde llega el
alma. Sin embargo, hay un paraíso en el cielo donde las
almas afortunadas de los guerreros muertos en combate
(muerte sagrada) acompañan al Sol.
9. • En el Popol Vuh se relata el modo en que los dioses
originales acordaron crear al mundo, ya que el mundo
servirá como habitación del hombre. La misión del
hombre es venerar y alimentar a los dioses. Pero los
dioses debían alimentarse de la energía cósmica que se
encontraba en la sangre y el corazón de los sacrificados.
10. • Los mayas concebían al juego de pelota como un ritual,
que representa el origen del universo. El objetivo del
juego era hacerlo pasar por un delgado anillo que se
colocaba en una de las paredes del campo de juego. Se
protegían el pecho y la cabeza, evitando los fuertes
golpes de la pelota. El juego podía durar día y noche y
no hay fuentes históricas donde se hable del sacrificio
humano o donde el derrotado era decapitado.