El documento resume la secuencia estratigráfica del yacimiento arqueológico de Cercadilla en Córdoba, que abarca desde el siglo I a.C. hasta el siglo XIII. Incluye ocupaciones de época romana imperial, visigoda, emiral, califal y del siglo XII, destacando el palacio imperial romano del siglo III, la basílica martirial visigoda y el arrabal califal del siglo X.
4. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
PREÁMBULO
La monografía que aquí se presenta expone un amplio elenco de formas cerámicas de época me-
dieval recuperadas, casi en su totalidad, en el yacimiento de Cercadilla, si bien algunas de ellas
proceden de Córdoba capital y de la provincia. El estudio de la cerámica, que por el momento cul-
mina en esta publicación, ha servido para aquilatar las distintas fases cronológicas de este amplio
período, muy bien documentado en Cercadilla, lo que además ha servido, entre otras cuestiones,
para entender con mayor precisión la complejidad histórica de este yacimiento.
La investigación no se puede dar por finalizada ya que, a pesar de la destrucción efectuada sobre
el yacimiento para llevar a cabo la construcción de la estación de ferrocarriles, una buena parte del
mismo sigue oculta. Los proyectos arqueológicos que en el futuro se lleven a cabo, permitirán ir
completando esa imagen e ir conociendo con mayor detalle las transformaciones urbanísticas y
humanas de este importante espacio de la Córdoba antigua.
La obra se presenta en dos formatos distintos, uno en forma de libro tradicional y otro en soporte
digital. Debido al número, importante, de material cerámico estudiado, se ha considerado oportu-
no no plasmar en el papel la descripción detallada de todas las variantes y subvariantes de los tipos
ni exponer, tampoco, los dibujos de todas ellas que, con el resto del estudio, sí está recogido en el
CD. La paginación de la publicación es distinta según el formato. Se mantiene, eso sí, el mismo
orden de las figuras en ambos soportes.
Este estudio forma parte de otro más amplio que constituyó mi Tesis Doctoral, que con el título
La ocupación medieval de la Zona Arqueológica de Cercadilla, Córdoba. Siglos VII-XIII, defendí en
la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, en Octubre de 2005. Durante el tiempo transcurrido
desde entonces hasta su publicación han visto la luz nuevos estudios sobre cerámica cordobesa, que
he preferido no incluir por alterar lo menos posible la estructura del trabajo original, ya que, por
otra parte, sus conclusiones no afectan en gran medida a las obtenidas en éste. Es por tanto que la
bibliografía utilizada para llevar a cabo la investigación y que en el capítulo final enumeramos, es
la que se usó hasta ese año: 2005.
Este libro constituye la última etapa de una labor que comenzó prácticamente al inicio de las exca-
vaciones en el yacimiento de Cercadilla, momento en el que me hice cargo del estudio del material
cerámico medieval que se iba recuperando en el transcurso de esas intervenciones.
Su término ha sido posible llevarlo a cabo gracias al apoyo y ayuda del que ha constituido el equi-
po responsable de las investigaciones en el yacimiento a lo largo de todos estos años: arqueólogos,
antropólogos, biólogos, dibujantes y topógrafos a los que quiero expresar mi agradecimiento y, de
entre ellos, al que fue el impulsor de estas investigaciones, el Prof. Dr. Rafael Hidalgo. Asimismo
quiero desde aquí agradecerle a mi compañera, Dña. Laura Ortiz, su colaboración durante la in-
formatización final del aparato gráfico.
Quiero dejar constancia de mi reconocimiento al Prof. Dr. Alberto Canto, quien se ha ocupado
del estudio del material numismático andalusí de Cercadilla, y que, con gran generosidad, se ha
prestado siempre a responder y resolver todas y cada una de las muchas preguntas y dudas que
han ido surgiendo a lo largo de estos dieciséis años. También quiero agradecer a las Profas. Dras.
Ana Labarta y Carmen Barceló, su constante colaboración y ayuda para interpretar y resolver los
mensajes epigráficos en árabe cúfico o cursivo, de los materiales cerámicos y de los demás objetos
3
5. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
muebles recuperados en Cercadilla. De igual modo debo expresar mi gratitud a los miembros del
Seminario de Arqueología de la Universidad de Córdoba, por su disposición a ayudarme siempre
que se lo he solicitado y, en especial, a los Profes. Drs. Carlos Márquez y Ángel Ventura.
De igual manera mi agradecimiento por todas sus correcciones, indicaciones y sugerencias a los
Prof. Drs. Manuel Acién, Juan Carlos Castillo, Helena Catarino y Sergio Martínez, al igual que
al Dr. Antonio Vallejo, quien, además, me ha facilitado el acceso a los recursos con que cuenta el
Conjunto Arqueológico de Mad nat al-Zahr y que me resultaban especialmente necesarios.
La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha sido la institución valedora de este yaci-
miento y el único apoyo de las investigaciones en Cercadilla. Gracias a ella una parte importante
del mismo se ha conservado y una parte, menor, puede ser visitada. Por todo ello no quiero dejar de
agradecer al personal de esta Consejería y de la Dirección General de Bienes Culturales el interés
mostrado, no solo hacia el yacimiento, sino, también, hacia mi persona.
Un trabajo como el a continuación someto a crítica del lector, con tantos años de trabajo detrás,
no se hace sin ayuda, ideas, crítica y comentarios de otros compañeros y/o amigos, facilitados en
reuniones, congresos y jornadas. Citarlos uno por uno sería exagerado y posiblemente injusto por
los no nombrados. A todos los que me han ayudado a ordenar las ideas y a aquilatar las hipótesis,
gracias. Todas las equivocaciones plasmadas en el texto son exclusividad mía.
Por último, quiero dar las gracias por toda la ayuda y apoyo prestado, a los miembros del Seminario
de Arqueología de la Universidad Pablo de Olavide y, muy especialmente, a la Profa. Dra. Pilar
León, por haber querido y sabido conducir este trabajo a su culmen final.
4
6. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
CAPÍTULO I.
INTRODUCCIÓN, METODOLOGÍA E HISTORIA DE
LA INVESTIGACIÓN.
I.1.- Introducción. La secuencia estratigráfica del
yacimiento arqueológico de Cercadilla.
Una de las más relevantes particularidades que caracterizan al yacimiento de Cercadilla es su
secuencia estratigráfica, ya que ésta se desarrolla en un amplio arco temporal que abarca desde el
siglo I a. C. hasta el siglo XIII (Planos 1 y 2).
Si bien esta secuencia cronológica es ya de sobra conocida, pues ha sido estudiada y publicada en
diversas ocasiones, creemos que no está de más comenzar con una revisión general de la misma, a
manera introductoria, para, posteriormente y ya con profundidad, adentrarnos en el tema objeto
de nuestro estudio: la ocupación de Cercadilla durante el período medieval a través de los mate-
riales cerámicos recuperados.
Los primeros vestigios que nos acercan al inicio de la ocupación histórica del yacimiento de
Cercadilla, se corresponden con los restos de una urna cineraria, adscrita a un enterramiento
infantil, fechada entre la segunda mitad del siglo I a. C y la primera mitad del siglo I d.C. Si
bien es el único elemento disponible de estas características, son más abundantes los restos
reutilizados y recuperados in loco de inscripciones funerarias de época altoimperial, lo que nos
habla del uso del perímetro urbano de Colonia Patricia, y en concreto de este área, como zona
de necrópolis1.
El uso funerario se abandonó en un momento indeterminado del siglo I d. C, ya que sobre esta
zona se construyó una villa cuya vida se prolongará hasta el siglo III, momento en el que se arrasará
para llevar a cabo la construcción del palacio imperial tetrárquico2 (Plano 3).
Será a finales del siglo III cuando se lleve a cabo la edificación del palacio imperial terárquico,
organizado en torno a un criptopórtico semicircular, constituido por una galería semisubterránea,
con bóveda de medio cañón. Esta galería, de cuatro metros de altura y cuatro metros y medio de
anchura, describe un recorrido total que supera los ciento cincuenta metros de longitud.
Es el criptopórtico el elemento que proporciona cohesión a todas las amplias salas que configuran el
monumento. Para la construcción de dichas salas, dispuestas en forma radial en torno a la galería, se
aplicaron primordialmente dos modelos: la planta basilical, muy vinculada a la arquitectura imperial
del momento, y la planta triconque, caracterizada por la incorporación de tres ábsides en la cabecera.
El uso de estos modelos y la configuración general del conjunto, así como la fábrica utilizada para su
materialización -hormigón con revestimiento de opus vittatum mixtum-, permiten asegurar que el ar-
quitecto responsable de esta obra estaba vinculado al emperador y a la arquitectura que, en el momento
de la construcción, se estaba creando al servicio del poder en las grandes capitales del Imperio.
1
Sobre este tema HIDALGO, 1997b; HIDALGO et alii, 1994, 43; 1995a, 37-38; GARCÍA MATAMALA (2002) ha
llevado a cabo un estudio tipológico de la urna cineraria.
2
La villa altoimperial de Cercadilla ha sido tratada en HIDALGO 1997b; 1997c; HIDALGO y MORENO, 1996;
HIDALGO et alii, 1994, 41-45; 1995a, 37-39. Un estudio monográfico sobre la misma en MORENO, 1997
5
7. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
El monumento constituye un caso único entre los múltiples ejemplos de la arquitectura romana
llegada hasta nosotros. La información hasta ahora recuperada mediante las excavaciones, permite
plantear que el complejo está vinculado en origen a la estancia de Maximiano en Hispania, entre
los años 296-297 y al proceso de descentralización de las sedes imperiales tetrárquicas desde su
enclave tradicional, en la Urbs, a zonas periféricas del Imperio3.
En lo referente a la ocupación del yacimiento en época medieval, se han podido diferenciar, a
grandes rasgos, al menos cuatro grandes momentos:
1.- Desde la Antigüedad Tardía al nacimiento de al-Andalus (siglo VI - 1er. tercio siglo VIII).
A partir del s. VI d.C., parte del antiguo palacio romano se reutilizó como centro de culto cristiano,
para convertirse en la que posiblemente constituiría la basílica martirial de San Acisclo. En torno
a dicha basílica se concentró una importante necrópolis cristiana que perdurará hasta el final del
califato (Plano 5).
Durante este amplio período se llevó a cabo el desmonte de gran parte del edificio romano. El
interior del criptopórtico fue utilizado como refugio ocasional y, a veces, como alojamiento estable.
De este momento se ha recuperado un importante elenco cerámico que nos ratifica el uso de este
área como asentamiento doméstico.
2.- Emiral (1er. tercio del siglo VIII – primera mitad del siglo X).
Alrededor de la iglesia cristiana y de la necrópolis a ella asociada se agruparon gentes practicantes
de esta religión. Las huellas constructivas y urbanísticas de su asentamiento han sido casi borradas
tras la expansión urbanística califal, pero su paso por Cercadilla ha quedado constatado a través de
la cerámica que utilizaron para desempeñar las tareas domésticas.
3.- Califal (2ª mitad del siglo X- primeros años del siglo XI).
Ya en época califal gran parte del yacimiento fue ocupado por uno de los extensos arrabales que rodeaban
al recinto amurallado de la ciudad. En él ha sido posible documentar, hasta el momento, cuarenta de las
casas que lo conformaban, además de edificios de carácter público y una buena parte de su trama viaria.
La tipología general de las casas de este barrio responde -salvo variaciones particulares de cada una
de ellas-, al esquema general de viviendas califales documentadas ampliamente en Córdoba y en otras
áreas peninsulares, conformado por una serie de crujías de diferentes dimensiones que se organizaban
en torno a un patio. Algunas de las casas estaban rodeadas por espacios no construidos, a veces reco-
rridos por redes de canalizaciones. Es muy posible que estos espacios fuesen utilizados como huertos.
Es al final del período califal cuando observamos el abandono paulatino del arrabal de Cercadi-
lla. Ello nos induce a considerar como causa de ese abandono, al clima de inseguridad que debió
acompañar a la guerra civil cordobesa del año 1010.
4.- Siglo XII.
Esta ocupación, que podemos situar en el s. XII, sólo se produjo en una zona muy concreta del
yacimiento. Está definida por un asentamiento de carácter agrícola e industrial, tal vez vinculado a
3
Para adentrarse en el conocimiento del conjunto palatino de Cercadilla HIDALGO, 1996a; 1996b; 1996c; 1997a;
1997b; 1998; 1999a; 1999c; 2004; 2007; HIDALGO y VENTURA, 1994; HIDALGO et alii 1993; 1994; 1995a; 1995b;
1995c; 1996.
6
8. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
la producción de aceite, y con un horno que, quizás, estuvo destinado a la fabricación cerámica. A
su alrededor sólo se extendían ruinas y tierras de labor.
De momentos posteriores, tras la toma de la ciudad por las tropas cristianas, contamos con un
enterramiento aislado que hay que relacionar con la reocupación de la instalación industrial, fruto
de los repartos efectuados tras la llegada de los nuevos ocupantes. El resto de la superficie del ya-
cimiento estaba cubierta por rellenos sedimentarios de cronología moderna, muy alterados por la
superposición urbanística contemporánea.
I.2.- Objetivos y Metodología.
I.2.1.- Objetivos.
El objetivo principal de este trabajo ha sido la elaboración de una sistematización tipológica de
las formas cerámicas de época medieval del yacimiento de Cercadilla, con el fin de que, a partir de
sus características morfológicas y, en algunos casos, decorativas, se pueda determinar con precisión
el arco cronológico en el que se fabricaron. De esta manera, nos adentraremos en el conocimiento
del tipo de población que ocupó este solar cordobés durante el período medieval. El resultado final
ha sido la creación de un único corpus cerámico en el que han quedado agrupadas, clasificadas y
fechadas, la mayor parte de las formas cerámicas medievales recuperadas en Cercadilla.
Desde que nos vinculamos científicamente a este yacimiento, nuestra investigación ha girado,
sobre todo, alrededor de la ocupación medieval del mismo, centrándonos, con más detenimiento,
en el estudio de la cerámica de este período. Con su análisis hemos podido discernir, con mayor
claridad, diferentes fases cronológicas dentro del gran período medieval y de este modo cubrir,
en la medida de lo posible, el vacío de información existente en Córdoba con respecto a este
tema de investigación.
No se puede hablar de cerámica, ni de ningún elemento mueble relacionado con la vida coti-
diana, sin tener en cuenta el contexto en el que se ubicó. La cerámica sirvió para llevar a cabo
tareas domésticas propias de la vida corriente de las familias, y sus formas y decoraciones son, en
muchos casos, las claves para determinar el ciclo cronológico en el que se desenvolvieron. Nues-
tro afán ha sido siempre el de verificar el ambiente estratigráfico en el que se inscribió toda esa
cerámica, independientemente del modo de fabricación de la misma y sin dejarnos tentar por
la complejidad de algunas de las decoraciones, o por la de algunas de las técnicas alfareras con
las que se elaboró. Por tanto, a la hora de enfrentarnos a su estudio, hemos aplicado el mismo
método de trabajo tanto al simple fragmento de olla quemado, como al más precioso ataifor
fabricado en verde y manganeso. Ello nos ha permitido hacer frente al amplio período histórico
que hemos analizado y a la interpretación de cada una de las fases documentadas.
Según lo antedicho y aun cuando el núcleo de este trabajo es la sistematización tipológica de la
cerámica, esta se inscribe en un contexto histórico-arqueológico concreto con el que se relaciona
y que a continuación explicamos brevemente.
I.2.2.- El estudio de la ocupación doméstica del yacimiento de Cercadilla.
Nuestro trabajo comienza a partir del momento crono-estratigráfico en el que se observa la ausen-
cia definitiva de materiales cerámicos africanos en Córdoba (FUERTES e HIDALGO, 2003b).
7
9. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
Gracias al análisis minucioso de la estratigrafía, los estudios arquitectónicos y urbanísticos y a la
observación meticulosa de los materiales muebles, hemos podido diferenciar entre los siglos VII –
XIII, diferentes fases cronológicas4.
• Preislámica: siglo VII- principios del siglo VIII.
• Emiral:
• Emiral antiguo. 1er. tercio siglo VIII- 2º tercio siglo VIII.
• Emiral indeterminado. Siglos VIII – IX.
• Emiral de transición. Siglo IX – principios siglo X.
• Califal. Mediados del siglo X – principios del siglo XI.
• Abandono califal. Siglo XI.
• Siglos XI-XII.
• Siglo XII.
• Siglo XII – principios del siglo XIII.
• Siglos XIII-XIV.
Para llevar a cabo el estudio de la cerámica hemos aplicado un método de trabajo, que establecimos
al comienzo de nuestra investigación y que ha consistido en la observación y estudio de la cerámica
fragmento por fragmento.
Los materiales escogidos para la ejecución de esta sistematización proceden de diferentes con-
textos fechados entre el siglo VII y los primeros años del siglo XIII. Estos contextos los hemos
podido aislar, desde el punto de vista cronológico, gracias a los criterios estratigráficos, al estudio
de la cerámica y al análisis numismático –en el caso de que ello fuera posible-.
Fase Preislámica. Siglo VII - principios del siglo VIII.
Aplicamos el término preislámico cuando nos referimos a niveles arqueológicos en los que se ob-
serva la ausencia total tanto de sigillata africana como de cualquier tipo de cerámica fina romana,
así como de cerámica claramente islámica. Esta etapa abarcaría el siglo VII y los primeros años del
siglo VIII, antes de la llegada de las tropas musulmanas.
Los materiales pre-islámicos, encuadrados por nosotros entre los siglos VII y VIII, en momen-
tos previos a la conquista de Córdoba o en los inicios de esa conquista, se recuperaron, funda-
mentalmente, en distintos niveles de ocupación de la galería subterránea del criptopórtico. Esa
secuencia estratigráfica, nos ofreció una evolución continuada de la ocupación desde el siglo
IV hasta el siglo X, pero con marcados hiatus temporales, edilicios y ocupacionales, que per-
mitieron, junto al estudio exhaustivo de la cerámica, establecer, siempre con cautela, “fronteras”
cronológicas precisas5.
La idea de exponer y tipificar estos materiales pre-islámicos, parte de la necesidad de identificar
a este grupo cerámico, por ser mal conocido y, sin embargo, sumamente importante. Estos frag-
mentos son los modestos representantes de un complejo momento histórico en el que la antigua
ciudad romana fue transformándose y adaptándose a unos nuevos modelos de vida, que se vieron
bruscamente alterados tras la llegada de las tropas musulmanas.
4
La evolución urbanística del área de Cercadilla en HIDALGO y FUERTES 2001 y FUERTES e HIDALGO, 2002.
5
El estudio de la secuencia ocupacional del criptopórtico y de los materiales cerámicos a ella asociada en HIDALGO et
alii, 1996 y en FUERTES e HIDALGO, 2003b.
8
10. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
Es en este momento cuando se observa la total ausencia de materiales romanos fabricados en
producciones de cerámica fina, tanto de africanas como de Terra Sigillata Hispánica Tardía
Meridional o de otros productos importados. Asimismo, también se percibe la desaparición de
los recipientes que se habían estado fabricando hasta este momento imitando a la Cerámica
Tosca Tardía. Aparecen nuevos modelos cerámicos, muchos de ellos herederos de las formas
antiguas y, en algunos casos, producciones de peor factura. Comienzan a proliferar nuevas
formas, que seguirán siendo modeladas en la etapa siguiente, y temáticas decorativas que, más
adelante, desaparecerán por completo.
Los materiales cerámicos pre-islámicos estudiados proceden en su mayor parte del interior de
la galería romana.
Fase emiral.
Hemos podido aislar al menos tres etapas asociadas a esta amplia fase histórica:
■■Emiral temprano. 1er. tercio siglo VIII – 2o tercio siglo VIII.:
Esta fase sólo la hemos detectado en el interior del critopórtico. Se trata de un gran muladar, de
más de 10 metros de longitud y 4,5 metros de anchura (la anchura total de la galería) con una al-
tura de más de 0,8 metros, del que se recuperaron más de diez mil fragmentos cerámicos, la mayor
parte de ellos atípicos o galbos. Este muladar se disponía bajo niveles estratigráficos fechados du-
rante el período emiral, eso sí, en un momento inconcreto de los siglos VIII y IX, y se superponía
a niveles pre-islámicos. Su situación estratigráfica, el análisis formal y decorativo de los recipientes
y la recuperación de varios feluses han sido las claves para determinar esta etapa.
■■Emiral indeterminado. Siglos VIII - IX:
Ningún dato estratigráfico claro nos permite fechar con más exactitud este amplio momento histó-
rico, localizado, en la mayor parte de las ocasiones, entre los niveles estratigráficos y las estructuras
romanas y las califales.
Una parte de la cerámica asociada a este momento procede de basureros y muladares en los que se
percibe una presencia abrumadora de formas cerámicas nuevas, distintas a las de momentos prece-
dentes e, igualmente, muy distintas a las de época califal. Estos basureros aparecen bajo los rellenos de
nivelación de las casas califales y están asociados a una ocupación doméstica de la que no nos quedan
más que escasas huellas, debido al arrasamiento que supuso la superposición urbanística califal.
En menor medida se han seleccionado piezas recuperadas en niveles de sedimentación más lenta,
formados por el paso del tiempo y por su uso continuado, que no están asociados a estructuras de
habitación. En ellos se excavaron muchas las tumbas mozárabes y gran parte de los pozos de ba-
sura a los que anteriormente hemos aludido. Algunos niveles forman parte de los caminos y todos
ellos se localizan bajo el arrabal califal.
Una parte de la cerámica se recuperó del interior de la galería del criptopórtico, asociada a varios
momentos de ocupación muy concretos.
9
11. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
Casi todo el elenco recuperado se fabricó en cerámica común, si bien hemos constatado la existen-
cia de algunos fragmentos y piezas vidriadas. Su presencia es muy escasa y su aparición se puede
fijar entre mediados y/o finales del siglo IX.
■■Emiral de transición. Siglo IX – principios siglo X:
La cerámica de esta etapa se rescató de dos pozos de basura en los que se habían arrojado mate-
riales fabricados de manera tradicional que convivían con materiales más modernos. Suponemos
que esas formas se elaboraron, se usaron y se desecharon en esta fase difícil de detectar, en la que
se aprecia como la tradición alfarera se va amoldando a las nuevas modas. Estas modas son las que
darán paso al verde y manganeso y a la producción vidriada cordobesa.
El mayor cúmulo de referencias sobre las etapas tardoantigua y emiral se vincula con la basílica
cristiana y con la necrópolis a ella asociada. Por otra parte, es la ocupación doméstica la que, en
realidad, se relaciona con la cerámica, ya que la de carácter cultual apenas ha dejado rastro en el
registro material6.
Fase califal. Mediados del siglo X – principios del siglo XI.
Los materiales califales susceptibles de ser tipificados se han recuperado en distintos niveles de
uso y ocupación.
El grueso de materiales procedía de un relleno que colmataba parte de una de las galerías sub-
terráneas, que se abrían bajo la zona residencial del palacio romano. Sobre este área se levantaba
una vivienda, uno de cuyos muros maestros cortaba al relleno en cuestión. Sobre los pavimentos
de este edificio se documentó un ataifor en verde y manganeso de base plana y borde redondeado
(tipificado por nosotros como tipo 7), muy presente en Cercadilla y en Mad nat al-Zahr ’ Esta
casa se enmarcaba en un paisaje caracterizado por la presencia de grandes viviendas organizadas
en torno a calles y plazas.
Algunas de las piezas proceden de varios pozos de basura asociados al uso continuado de las casas
del arrabal. Algunos de ellos eran antiguos pozos de agua, reutilizados una vez que se quedaban
secos o se contaminaban (debido a la presencia cercana de pozos ciegos asociados a las letrinas).
Otros materiales se recuperaron sobre los pavimentos y los niveles de uso de las casas del
arrabal califal.
Por otro lado ciertas piezas se encontraron en las zanjas de cimentación de los muros de las
casas del arrabal, así como en varios de los rellenos de nivelación asociados a los suelos de
dichas casas.
Son, en definitiva, diferentes niveles y estratos relacionados con el barrio de época califal que se
extiende por todo el yacimiento de Cercadilla7.
6
Sobre la iglesia cristiana y la necrópolis HIDALGO 1999b; 2000; 2002; 2005. Sobre la necrópolis cristiana RUIZ y
GARCÍA 1996/7; ORTIZ 2002; 2003a; 2003b y más recientemente FUERTES, RODERO y ARIZA, 2007.
7
Analizado con detalle en FUERTES, 1997; 2002b; 2007a (e.p.); FUERTES e HIDALGO, 2003b; FUERTES, RO-
DERO, ARIZA, 2007; CASTRO, 2005.
10
12. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
Abandono califal. Siglo XI.
El abandono de las viviendas del arrabal califal se ha documenta, también, durante esta fase. Con-
sideramos, por tanto, que ese abandono bien pudo estar en relación con la Fitna, la guerra civil
cordobesa del año 1010.
Algunas de las piezas las hemos documentado en los rellenos de abandono de las casas califales así
como en los niveles de derrumbe de los tejados.
Un conjunto de pocas piezas, pero de gran calidad, se localizó en un espacio de habitación de una
casa califal, en el interior de una fosa que se había hecho cortando a los niveles de ocupación y
nivelación y bajo el derrumbe de los tejados.
Debemos dejar constancia de que al producirse el abandono de las viviendas y en general de toda la
zona, durante este siglo y no tener documentada ocupación alguna asociada a este momento, a ex-
cepción de muy pocos ejemplos, no existen en Cercadilla las producciones y series cerámicas pro-
pias de esta etapa. Ello nos impide completar la seriación cerámica y nos imposibilita determinar
con total precisión el momento de aparición de algunas de las familias o tipos cerámicos asociados,
claramente, a nuestra estratigrafía del siglo XII. De hecho Acién (2001a, 508; 2003, 440) comenta
que la mayor abundancia de formas cerámicas se alcanza durante el siglo XI, relacionándola con
una proliferación de estilos y alfares locales, lo que, por otra parte, y como el mismo investigador
indica, ha dado pie a que el siglo XI se haya convertido en un “fondo de saco” donde incluir a todas
las piezas que no encajan fácilmente con tipologías mejor definidas de momentos anteriores.
Siglos XI-XII.
La cerámica de este momento procede de rellenos de colmatación lenta formados sobre las casas
califales. Estos rellenos no tienen relación con niveles de habitación.
Siglo XII.
La cerámica del siglo XII se recuperó en un área en donde se ubicaba lo que nosotros hemos iden-
tificado como una instalación agrícola e industrial (FUERTES, 2006). Los materiales proceden
de distintos niveles asociados con este establecimiento y su estudio ha permitido concluir que se
construyó, se habitó y se abandonó durante el siglo XII, sin que se pueda ajustar con mayor preci-
sión cada una de esas fases.
Una parte de los mismos se recuperó en los rellenos aportados para nivelar toda el área antes de
proceder a la edificación de las distintas construcciones, y en el interior de las zanjas de cimenta-
ción de los muros que las conformaron.
No obstante la mayor parte de la cerámica procedía de los basureros abiertos en las inmediaciones, así
como de rellenos vertidos con la intención de colmatar zonas abandonadas durante el uso de la alquería.
Otras piezas, como las tinajas, se localizaron in situ. Estos grandes recipientes se enterraron par-
cialmente en los suelos de varias de las habitaciones. En algunos casos se hallaron en su interior
jarros que se debieron utilizar para favorecer su vaciado.
11
13. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
Se recuperaron materiales en los rellenos de abandono y derrumbe de las distintas unidades cons-
tructivas. Determinados materiales se localizaron en los rellenos de colmatación de las letrinas.
Siglo XII – principios siglo XIII.
Los materiales asociados a esta cronología proceden de un basurero abierto sobre los niveles de
sedimentación medievales que colmataban las cryptae situadas bajo las estancias de habitación del
conjunto palatino.
En este basurero, que presentaba una única matriz arcillosa, se recuperó un elenco cerámico muy
homogéneo, caracterizado por mostrar una serie de características formales y decorativas distintas
de las observadas en otras zonas del yacimiento. Dentro de este conjunto convivían producciones
y decoraciones características tanto del siglo XII como del siglo XIII. La inexistencia de decora-
ciones y producciones cristianas y la existencia de decoraciones y producciones islámicas, han sido
las claves que nos han llevado a asegurar que estos materiales se usaron antes de la conquista de la
ciudad por parte de las tropas cristianas.
Siglo XIII-XIV.
Los niveles arqueológicos de estos momentos son rellenos de sedimentación lenta en los que se
documentan escasos materiales, entre los que destacan algunos fragmentos de loza blanca con
azul y cerámica vidriada ezn verde oscuro y marrón. Estos rellenos han sido, por lo general, muy
afectados por la infraestructura de las construcciones contemporáneas8 y por las labores agrícolas.
Cuando los hemos detectado inalterados no han aportado materiales cerámicos susceptibles de ser
tipificados, a excepción de cinco piezas que sí hemos incluido en este trabajo.
I.2.3.- El estudio de la cerámica.
Una vez recuperado y separado el material objeto del estudio, se procedió a su análisis formal y
estilístico, pieza por pieza y fragmento por fragmento. Para ello se diseñó una ficha de trabajo en la
que se establecían una serie de subdivisiones en las que señalamos los diferentes aspectos formales,
técnicos y decorativos de cada uno de los fragmentos seleccionados9.
A medida que se iba realizando la clasificación por fragmentos, se fueron seleccionando las piezas
que presentaban rasgos susceptibles de ser tipificados, piezas que se dibujaron y se describieron. El
primer paso que seguimos para la elaboración de la sistematización, fue el reconocimiento de una
serie de características formales que nos indicaron la existencia de 35 familias cerámicas, con particu-
laridades suficientemente personalizadas como para permitir su diferenciación. Asimismo, cada una
de las familias poseía rasgos comunes que permitían unificar a todos y cada uno de sus miembros.
Gracias a la riqueza formal de la cerámica medieval se pueden diferenciar diversos grupos de reci-
pientes en gran parte de las familias cerámicas, establecidos a partir de una serie de variables mor-
8
Esta infraestructura se relaciona, casi siempre, con la antigua estación de ferrocarril de Córdoba sobre la que se levanta
la actual estación de RENFE, y con unos depósitos de hidrocarburos de la empresa CAMPSA. La zona noreste del ya-
cimiento también fue alterada por la cimentación de una fábrica de productos esmaltados.
9
Las dimensiones del yacimiento de Cercadilla (en torno a ocho hectáreas) obligaron a su excavación por sectores.
Hasta el momento se han llevado a cabo excavaciones en 22 sectores distintos. Los materiales estudiados proceden de los
sectores 1, 2, 4, 7, 9, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 20, 21 y 22. El método aplicado para el estudio de las piezas cerámicas en
FUERTES, 2002, 19.
12
14. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
fológicas distintas de los rasgos más generales que caracterizan a esas familias. Cada uno de esos
grupos se identifica con el término tipo. En cada uno de los tipos se han observado peculiaridades
específicas que nos llevan a distinguir el grupo de los subtipos. A partir de los tipos, o en su caso
de los subtipos, se han clasificando todos aquellos recipientes con características susceptibles de ser
analizadas, que han quedado señaladas en los apartados de las variantes y de las subvariantes. Es
una tipología alfanumérica que, en ningún caso, pierde de vista el nombre que tradicionalmente se
viene otorgando a cada una de las familias y series cerámicas, ya que ese nombre facilita en gran
medida el uso, no sólo de ésta sino de cualquier tipología cerámica. Por regla general, las voces
“ataifor”, “botella”, “candil” o “vaso” se reconocen con facilidad, mientras que resulta más compli-
cado y farragoso reconocer las familias 3, 8, 9 y 12 de Cercadilla, por carecer de coincidencia con
sus equivalentes de otros yacimientos. Esas voces han sido clasificadas por Rosselló-Bordoy, a cuya
obra El nombre de las cosas en Al-Andalus: una propuesta de terminología cerámica remitimos, sin perder
de vista lo que la Real Academia Española opina al respecto. En todo caso, el debate terminológico
no es un ámbito en el que nosotros nos adentraremos ya que se aleja de nuestro objetivo prioritario,
que es el estudio de la cerámica asociada a la ocupación medieval de Cercadilla, pero nos queda-
mos con lo que Acién (1994) sostiene al respecto “(...) el resto de arqueólogos afinen y contrasten cada
vez más sus respectivas tablas locales, pero éstas han de quedar integradas en una terminología común, lo
contrario es mixtifori y acientífico”
En el conjunto global de fragmentos y piezas estudiado se ha podido diferenciar, hasta el mo-
mento, un elenco formado por 35 familias cerámicas. Cada una de las familias ha sido analizada
con detenimiento, teniendo en cuenta la técnica con la que fue elaborada, la producción en que
se fabricó, la cocción a la que se sometió, la funcionalidad para la que fue creada, etc. Asimismo,
hemos intentado rastrear la dispersión de cada una de las familias y de los tipos que las definen por
el territorio de al-Andalus, desde la Meseta Norte hasta el sur de la Península y desde la zona más
occidental hasta el Levante.
En algunos casos hemos traspasado las fronteras peninsulares, aunque el carácter artesanal de esta
cerámica hace dificultosa la búsqueda de paralelos fuera de su territorio más inmediato. Y es que
en muchos casos, tras una apariencia similar se esconden diferentes pastas, técnicas, cocciones y
acabados, que indican la existencia de producciones locales que imitan a modelos procedentes
de las áreas de mayor influencia. En otros casos son los propios materiales cerámicos los que se
trasladaron de unas zonas a otras y en muchas ocasiones, determinados tipos de recipientes fueron
fabricados hasta la saciedad, en casi todos los núcleos poblacionales, debido a la efectividad y fun-
cionalidad de las formas en cuestión (es el caso de muchas de las ollas, de los lebrillos, sobre todo
los de tipo 1, de gran parte de las tapaderas, etc.), por lo que rastrear su dispersión supone un tra-
bajo desmesurado (en algunos casos ya realizado por otros investigadores a los que recurriremos)
y cuya efectividad puede que, incluso, no sea la deseada, que es la de observar rutas de comercio,
áreas de influencia o la de contrastar cronologías.
En un capítulo aparte hemos recopilado todos y cada uno de los motivos decorativos que se dispu-
sieron sobre las superficies cerámicas para su ornamentación, para al final ordenar las conclusiones
derivadas de todo el trabajo.
13
15. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
I.3. HISTORIA DE LA INVESTIGACIÓN.
Poco podemos aportar a lo ya detallado en el trabajo que en su día llevamos a cabo para la cerá-
mica califal y en el que hicimos un recorrido por las distintas publicaciones que sobre cerámica
medieval se habían realizado para la ciudad de Córdoba (FUERTES, 2002, 20-22). Y es que,
como ya dejamos apuntado en su momento, si bien los materiales cerámicos de época medieval-
islámica recuperados en las numerosas intervenciones arqueológicas efectuadas en la ciudad son
muy abundantes, su estudio es prácticamente inexistente. Por regla general los arqueólogos se han
conformado con hacer someras descripciones de los mismos, atribuyéndoles en algunos casos, una
determinada cronología10, aunque lo más frecuente es que los vestigios documentados del período
islámico se fechen en la etapa califal, sin que se aporte, en ningún caso, referencia alguna a los
materiales cerámicos o numismáticos rescatados. En algunos trabajos, los menos, se hace una des-
cripción de las piezas cerámicas encontradas, de sus producciones y de los contextos estratigráficos
en los que se localizaron, acompañándose, en algunas ocasiones, de dibujos de algunas de las piezas
recuperadas11. Esta carencia de estudios específicos, ha impedido ajustar con mayor precisión las
cronologías a aquellos investigadores que sí han hecho el esfuerzo de estudiar los materiales12.
A nuestro trabajo sobre la cerámica califal de Cercadilla, sucedió, en 2001, un estudio de la investi-
gadora alemana A. Heidenreich sobre las importaciones de cerámica de lujo a la Península Ibérica,
que se centraba, fundamentalmente, en las cerámicas importadas a Mad nat al-Zahr ’.
En el mismo año y como parte de la exposición El esplendor de los Omeyas cordobeses se pre-
sentó una visión general de la cerámica califal de Mad nat al-Zahr ’, a cargo de J. Escudero. Junto
a este trabajo se publicaron con detalle piezas cerámicas procedentes de varios yacimientos pero,
sobre todo, Mad nat al-Zahr ’ y de la ciudad de Córdoba.
En las excavaciones realizadas en el Teatro Romano de la ciudad (VENTURA et alii, 2002), se
documentó un interesante elenco cerámico medieval, cuyo estudio se ha centrado, por el momento,
en cinco piezas cerámicas. En concreto se trataba de una lamparilla tardoantigua, un fragmento de
jarro o jarra con decoración esgrafiada –uno de los pocos ejemplos existentes en la ciudad- y varios
recipientes almohades, entre los que destacaban diversas fuentes sostenidas por varios pies –posi-
blemente tres- y decoradas con las clásicas costillas. Estas fuentes o trípodes, se caracterizaban por
tener adornadas las bases con la estrella de David, por lo que se las ha relacionado con la población
judía cordobesa de los siglos XII-XIII (ibíd. 289-302).
Recientemente Rosselló-Bordoy (2002a) ha elaborado una revisión historiográfica de los estu-
dios centrados en la cerámica califal recuperada en Mad nat al-Zahr ’ . Su trabajo trata cues-
tiones tales como la funcionalidad de los recipientes y otras que, a día de hoy, no están todavía
resueltas del todo, como son las referidas a los orígenes de la cerámica califal, a los centros
productores y a las influencias que sobre aquella tuvieron la cerámica iraquí y china. Entre
otras imágenes, su aportación presentaba un cuadro-resumen en el que quedaban recogidas las
diferentes familias cerámicas conocidas en el Conjunto Arqueológico, la diversa terminología
10
Este es el caso de IBÁÑEZ et alii, 1987, 113; BAENA, 1991; MARFIL 1997a, 83-86; 1993c, 155; LÓPEZ REY,
1997, 120-121; 2001, 215-216; CAMACHO, 1998; HUNT, 2004.
11
Como por ejemplo en MORENA, 1991; 1992; BAENA, 1991; GODOY, 1991; CARMONA, 1992; HIDALGO,
1992; 1993; BERMÚDEZ et alii, 1991; SERRANO y CASTILLO, 1992; VENTURA y BERMÚDEZ, 1992; MARFIL
1997b, 155; MORENO y COSTA, 1990; PENCO y MARFIL, 1993; CAMACHO et alii, 2001; MÁRQUEZ, 2004.
12
Tal es el caso de los materiales recuperados en la C/ Terrones, en el barrio de San Basilio, fechados en época califal a
pesar de la existencia de formas características de épocas más recientes –como ollas y cazuelas carenadas, jarros/as de la
variante 2.1.B.3., tapaderas del tipo 1.B de Cercadilla, muy similares a las 6.1.B.2.1 y 6.1.B.2.2 y bases de ataifores con
pies anulares muy desarrollados- (CARMONA 1998, lám. 3 y 4).
14
16. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
aplicada a las mismas según los principales autores dedicados a su estudio –Vallejo, Escudero,
Camps, Cano y él mismo-, y las distintas funcionalidades otorgadas a cada una de ellas por parte
de estos investigadores.
De 2003 son dos trabajos centrados en la cerámica medieval islámica cordobesa. En uno de
ellos se hacía un rápido análisis de la evolución formal de algunas de las familias cerámicas a lo
largo de esa historia (FUERTES; MURILLO; LUNA, 2003a), mientras que en el otro se daba
a conocer un grupo de cerámicas almohades recuperado en las excavaciones llevadas a cabo en
el conocido como Huerto de San Pablo o Palacio de Orive, en pleno corazón de la Axarquía
cordobesa, barrio de expansión de la ciudad en época bajomedieval (FUERTES; MURILLO;
LUNA, 2003b).
De 2003 es la última aportación realizada por nosotros, junto a R. Hidalgo, sobre los materiales ce-
rámicos tardorromanos y altomedievales cordobeses. Con este estudio se han dado a conocer, entre
otros, materiales cerámicos visigodos de Córdoba. Materiales en su mayoría bien trabajados, sobre
todo los destinados a la mesa, con formas y decoraciones características que permiten definir estos
niveles tan difíciles de rastrear en esta ciudad, debido al gran desarrollo urbanístico experimentado
durante casi todas sus etapas históricas.
Recientemente ha sido publicado el espectacular barrio califal conocido como “Casas del Naranjal”
documentado en una de las zonas de expansión de la ciudad hacia el Oeste, hacia Mad nat al-
Zahr ’ (CAMACHO et alii, 2004). Si bien en este trabajo se expone una lámina con 25 formas
cerámicas, pertenecientes a 9 familias diferentes, junto con un intento de clasificación tipológica,
la parquedad del análisis realizado aporta pocas luces al conocimiento del ajuar cerámico de los
habitantes de la Córdoba medieval islámica.
15
17. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
CAPÍTULO II.
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA
MEDIEVAL.
Esta sistematización ordena el conjunto global de la cerámica medieval de Cercadilla y es una
ampliación de la que en su día realizamos para los materiales de época califal del yacimiento
(FUERTES, 2002). Con ella hemos pretendido no sólo llevar a cabo su clasificación, sino también
conseguir su comprensión formal, funcional y cronológica.
Para la elaboración de esta tipología hemos considerado conveniente agrupar las formas en
diferentes familias, en las que se han reunido piezas que presentaban similares o idénticas carac-
terísticas morfológicas. Hasta el momento hemos llegado a distinguir un total de 35 familias, a
las que se les ha atribuido una funcionalidad específica siempre que ello ha sido posible.
Las familias se identifican con un número correlativo. De la misma manera se designan los
tipos de cada una de ellas. Los subtipos quedan recogidos con una letra, mientras que las
variantes se clasifican también con un número. En algunos casos las variantes presentan, asi-
mismo, características susceptibles de ser resaltadas y tipificadas, por lo que se ha hecho ne-
cesaria la creación de subvariantes que, de igual modo, se especifican a través de un número.
En consecuencia el orden y jerarquía de la clasificación propuesta es: familia. tipo. subtipo.
variante. subvariante.
II.1.- LAS FAMILIAS CERÁMICAS.
• Familia 1.- Ollas.
• Familia 2.- Jarros/as.
• Familia 3.- Ataifores y jofainas.
• Familia 4.- Tinajas.
• Familia 5.- Lebrillos.
• Familia 6.- Tapaderas.
• Familia 7.- Cazuelas.
• Familia 8.- Botellas.
• Familia 9.- Candiles.
• Familia 10.- Braseros.
• Familia 11.- Anafes.
• Familia 12.- Tazas y/o vasos.
• Familia 13.- Platos.
• Familia 14.- Cuencos.
• Familia 15.- Cangilones.
• Familia 16.- Piezas de pequeño tamaño.
• Familia 17.- ¿Fuentes destinadas a la presentación de alimentos?.
• Familia 18.- Útiles de alfar: barras de alfarero y atifles.
• Familia 19.- Recipientes destinados a la preparación de alimentos.
• Familia 20.- Recipientes destinados a la presentación de alimentos, probablemente líquidos calientes.
• Familia 21.- Orzas.
• Familia 22.- Redomas.
16
18. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
• Familia 23.- Botes.
• Familia 24.- Pipas.
• Familia 25.- ¿Cazos destinados a la cocción de alimentos o al calentamiento de líquidos?.
• Familia 26.- Tambores.
• Familia 27.- Soportes para piezas cerámicas.
• Familia 28.- Bacines.
• Familia 29.- Cantimploras.
• Familia 30.- Familia 30. ¿Macetas?.
• Familia 31.- Familia 31. ¿Embudos?.
• Familia 32.- Palmatorias/candeleros.
• Familia 33.- Crisoles.
• Familia 34.- Familia 34.
• Familia 35.- Familia 35. Figuras zoomorfas.
Estas familias acogen a formas directamente relacionadas con el menaje del hogar, así como reci-
pientes cuya funcionalidad no se relaciona expresamente con las actividades domésticas. El primer
grupo acoge a las ollas; a los jarros/as; a los ataifores y jofainas; a las tinajas; los lebrillos; las tapade-
ras; las cazuelas; las botellas; los candiles; los braseros; los anafes; las tazas y/o vasos; los platos; los
cuencos; las piezas de pequeño tamaño, ya sean juguetes o recipientes destinados a guardar especias
u otro tipo de productos; a los incluidos dentro de la familia 17 o probables fuentes destinadas a
la presentación de alimentos; los recipientes de la familia 19, destinados a la preparación de ali-
mentos; a los de la familia 20 o probables contenedores de alimentos -tal vez líquidos calientes-;
las orzas; las redomas; a los de la familia 25 o probables cazos destinados a la cocción de líquidos;
a los bacines; las cantimploras y a los de las familias 27 y 30; así como a los de la familia 31 -si se
demuestra finalmente que nos encontramos soportes para encajar piezas cerámicas- macetas y em-
budos. Las piezas englobadas dentro de la familia 35 se relacionan igualmente con los ambientes
domésticos, ya sean las agrupadas dentro del Grupo 1, por cuanto en la mayor parte de los casos
son juguetes, como las del Grupo 2 ya que son las bocas, de morfología caprichosa, de jarros/as,
botellas, redomas, etc.
En el grupo de formas cerámicas no destinadas, al menos en principio, al hogar, se encontrarían
los cangilones, las barras de alfarero y los atifles, los botes, tal vez usados para contener produc-
tos no relacionados directamente con las tareas domésticas, las pipas, los tambores y los crisoles.
Junto a estas formas, y dentro de este apartado, se agruparían aquellos elementos destinados a la
construcción, es decir, las tejas, los ladrillos, los atanores, etc., que no hemos considerado necesario
incluir dentro de este estudio, por cuanto nuestra investigación se centra en los objetos cotidianos
cerámicos que formaron parte del interior de las viviendas y de los edificios de la Córdoba medie-
val, y no de los que sirvieron para construir esos edificios y sus infraestructuras. Desconocemos la
funcionalidad que tuvieron los recipientes agrupados dentro de la familia 34.
Por todo ello y de forma general, podemos reunir a las distintas familias cerámicas en distintos
grupos según el ambiente doméstico, con el que, en principio, se relacionaron.
• Cerámica de cocina.
• Familia 1. Ollas.
• Familia 7. Cazuelas.
• Familia 11. Anafes.
• Familia 19. Recipientes destinados a la preparación de alimentos.
• Familia 25. ¿Cazos destinados a la cocción de alimentos?.
17
19. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
• Cerámica de mesa.
• Familia 2. Jarros/as.
• Familia 3. Ataifores y jofainas.
• Familia 8. Botellas.
• Familia 12. Tazas y/o vasos.
• Familia 13. Platos.
• Familia 17. ¿Fuentes destinadas a la presentación de alimentos?.
• Familia 20. Recipientes destinados a la presentación de alimentos, probablemente líquidos
calientes.
• Familia 22. Redomas.
• Cerámica asociada a cualquier ambiente doméstico.
• Familia 5. Lebrillos.
• Familia 6. Tapaderas.
• Familia 9. Candiles.
• Familia 10. Braseros.
• Familia 14. Cuencos.
• Familia 16. Piezas de pequeño tamaño.
• Familia 27. Soportes para piezas cerámicas.
• Familia 28. Bacines.
• Familia 29. Cantimploras.
• Familia 30. ¿Macetas?.
• Familia 31. ¿Embudos?.
• Familia 32. Palmatorias / candeleros.
• Familia 35. Figuras zoomorfas.
• Cerámica de almacenamiento.
• Familia 4. Tinajas.
• Familia 21. Orzas.
• Cerámica relacionada con actividades no domésticas.
• Familia 15. Cangilones.
• Familia 23. Botes.
• Familia 24. Pipas.
• Familia 26. Tambores.
• Cerámica relacionada con actividades industriales.
• Familia 18. Barras y atifles.
• Familia 33. Crisoles.
• Cerámica con funcionalidad desconocida.
• Familia 34.
Tras una introducción general al estudio de cada una de las familias hemos procedido al análisis
pormenorizado de los recipientes que engloba. En el análisis general se resuelven cuestiones de
18
20. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
tipo técnico y de producción, en algunos casos de decoración –aunque existe un capítulo específico
en el que se detalla este tema- y de acabado final. A continuación se da paso al estudio de cada uno
de los recipientes, ya clasificados según la tipología propuesta por nosotros. Tras la clasificación
tipológica se realiza un detallado estudio formal de los recipientes, se especifica la producción en
la que fueron elaborados –común, vidriada, verde y manganeso, cuerda seca o loza dorada- y la
técnica de modelado en la que se fabricaron -torno, torno lento o mano-, para terminar precisando
el período histórico en el que se encuadran. Por último se especifica la figura y, en algunos casos, la
lámina en las que se puede observar el recipiente escogido que identifica al tipo cerámico.
Como ya comentamos en el capítulo de Introducción, en esta sistematización tipológica no sólo
se han estudiado nuevos conjuntos cerámicos recuperados en el transcurso de las excavaciones de
Cercadilla. Además, hemos rescatado los estudiados y publicados en anteriores ocasiones y los he-
mos ordenado de nuevo para, de esta manera, poder tener en un solo compendio todo el material
cerámico medieval que en Cercadilla ha sido susceptible de ser clasificado y estudiado.
Cuando en el análisis formal nos estemos refiriendo a uno de estos ejemplares anteriormente estu-
diados, se incluye siempre la cita de la publicación en la que se dio a conocer por primera vez.
Familia 1. Ollas.
• Cerámica de cocina.
• Forma cerrada13.
• Técnica de fabricación: mano, torno lento, torno.
• Producción: cerámica común, cerámica vidriada.
• Olla: “(Del latín Olla). Vasija redonda de barro o metal, que comúnmente forma barriga, con cuello y boca
anchos y con una o dos asas, la cual sirve para cocer alimentos, calentar agua, etc.” (D.R.A.E., 1992, 1045).
• Olla: “Contenedor aplicable al fuego para guisos con abundante líquido, ebulliciones a fuego vivo,
etc. Tiene paredes altas y boca no excesivamente amplia (forma cerrada) asas o muñones de prensión.
Nombre árabe Burma, Qidr” (ROSSELLÓ-BORDOY, 1991, 168).
Son formas globulares, rara vez piriformes, de aspecto algo achatado (se han documentado muy po-
cos ejemplares con una altura superior a los 20 cm). Sus bases son planas o, ligeramente, convexas, con
el fin de proporcionarles mayor estabilidad sobre los anafes o sobre las brasas14. Normalmente suelen
tener doble asa enfrentada, aunque existen ejemplares sin ningún tipo de elemento de aprehensión.
Las diferencias más notorias entre las distintas piezas se centran en la forma de los bordes.
Estas formas se modelan, en la mayor parte de los casos, con arcillas poco o muy poco decantadas.
Los desgrasantes, fundamentalmente de tipo micáceo o calizo (e incluso orgánicos), suelen ser de
tamaño medio o fino15, aunque no son raros los desgrasantes mayores, sobre todo durante los mo-
mentos más tempranos. La mayor abundancia de desgrasantes permitiría una mayor plasticidad de
las arcillas, para contrarrestar las dilataciones y contracciones a las que se verían sometidas a causa
13
Según la propuesta de A. Bazzana (1979, 153).
14
De la misma opinión son Bazzana (1979, 156) y Gutiérrez (1996a, 58).
15
El tamaño de los desgrasantes se ha identificado teniendo en cuenta las siguientes gradaciones:
No apreciable ............. (< 0,05 mm.)
Muy fino .................... (0,05 - 0,1 mm.)
Fino............................ (0,1 - 0,25 mm.)
Grueso ....................... (0,25 -0,5 mm.)
Muy grueso ................ (> 1 mm.)
Estas gradaciones se han utilizado en la clasificación de la totalidad del conjunto cerámico de Cercadilla, tanto en piezas
medievales como romanas.
19
21. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
del calor proporcionado por las llamas o las brasas. Las pastas son siempre bizcochadas y no se
decoran, exceptuando algunos ejemplares tempranos. En el siglo XII la superficie interna de todos
los recipientes de los tipos 3 y 8 aparece vidriada, así como la de algunos de los tipos 2 y 716.
Las superficies externas aparecen siempre quemadas, exceptuando las de algunos ejemplares que
presentan pocos restos de fuego o incluso ninguna muestra de haber sido sometidas al rigor de los
fogones. Sin embargo, por lo general, la exposición a las llamas o a las brasas de los recipientes fue
tan intensa que las pastas se quemaron de tal manera que, hoy en día, resulta del todo imposible
reconocer el tipo de cocción con que se fabricaron.
En general las arcillas se expusieron a un ambiente oxidante durante su proceso de cocción aun-
que, en ocasiones, se alternó la entrada de oxígeno en el horno –provocando la característica pasta
“sandwich”-. Y si bien en raros casos las pastas son reductoras y, por lo tanto, grises o negras, la
mayoría de las ollas fueron de color anaranjado-rojizo.
Esta familia es la que agrupa al conjunto más numeroso de recipientes cerámicos, junto con la
de los jarros/as. Su abundancia puede estar en relación con las recomendaciones de los maestros
cocineros, que aconsejaban utilizar ollas nuevas para la elaboración de determinadas recetas cu-
linarias17. No creemos que las ollas de Cercadilla se desecharan tras un solo uso. El reemplazo se
realizaría tras su rotura, debida al continuo trasiego de que eran objeto y a los cambios térmicos a
los que se veían sometidas, cambios que terminaban debilitándolas y agrietándolas.
Las paredes de estos recipientes son más anchas durante el emirato que durante el califato, período
a partir del que comenzarán a estrecharse considerablemente.
Hasta el momento se han diferenciado nueve tipos formales:
• Tipo 1.- Ollas fundamentalmente globulares, con cuellos exvasados o estrangulados
y con los bordes moldurados hacia el exterior. Bases planas o ligeramente convexas.
Fabricadas en cerámica común. Los ejemplares que se engloban dentro de este tipo los
hemos localizado en todos las etapas medievales documentadas en Cercadilla, aunque
algunas variantes –como la 1.A.1.1.- serán características del califato y de los momentos
siguientes.
• Tipo 2.- Ollas fundamentalmente globulares, con cuellos exvasados o estrangulados y con
los bordes exvasados y redondeados. Bases planas o ligeramente convexas. Fabricadas en
cerámica común y, algunos ejemplares tardíos, en cerámica vidriada. Este tipo de ollas ha
sido recuperado en todas las etapas medievales documentadas en Cercadilla.
• Tipo 3.- Ollas de paredes globulares, casi acampanadas y cuellos muy poco desarrollados.
Los bordes son rectos y moldurados al exterior. Vidriadas en el interior y en el borde
exterior. Bases planas. Siglo XII – principios del siglo XIII.
• Tipo 4.- Ollas globulares, con cuellos exvasados o estrangulados y con los bordes exvasados
y caídos. Bases planas o ligeramente convexas. Fabricadas en cerámica común. Los
ejemplares que se engloban dentro de este tipo los hemos localizado en todas las etapas
medievales documentadas en Cercadilla.
16
Aunque formalmente las ollas valencianas y las de Cercadilla no presentan rasgos comunes, en ambos casos empiezan
a vidriarse hacia el siglo XII (BAZZANA, 1986, 93).
17
En dos testimonios escritos, fechados entre la 2ª mitad del siglo VII- siglo XII, el Fadalat al-jiwan fi tayyibat al-ta’am
wa-l-alwan de Ibn Razin al-Tuyibi y la Kitab al-Tabij fi l’Magrib wa-l-Andalus, se sugería el uso de ollas nuevas para
cada nuevo guiso, a no ser que estuvieran vidriadas, en cuyo caso se podrían hacer hasta cinco cocciones. Aún así el Kitab
al-Tabij... reconoce que es difícil poner en práctica esta norma, por lo que recomienda la limpieza de las ollas todas las
noches, con agua caliente y salvado (MARÍN, 1996, 167; ROSSELLÓ-BORDOY 1995a, 141-143).
20
22. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
• Tipo 5.- Ollas fundamentalmente globulares, con cuellos exvasados o estrangulados y
con los bordes exvasados y de sección triangular. Bases planas o ligeramente convexas.
Fabricadas en cerámica común. Los ejemplares que se engloban dentro de este tipo los
hemos localizado en todas las etapas medievales documentadas en Cercadilla.
• Tipos 6.- Ollas fundamentalmente globulares, con cuellos exvasados o estrangulados,
cuellos cilíndricos y entrantes y bordes rectos o entrantes. Bases planas o ligeramente
convexas. Fabricadas en cerámica común. Siglo IX. Siglo XII.
• Tipo 7.- Ollas fundamentalmente globulares, con cuellos exvasados o estrangulados y
con los bordes exvasados de sección cuadrangular. Bases planas o ligeramente convexas.
Fabricadas en cerámica común y en cerámica vidriada algunos ejemplares tardíos. Se han
localizado en todas las etapas medievales documentadas en Cercadilla.
• Tipo 8.- Ollas fundamentalmente globulares, con cuellos entrantes, marcados por carenas.
Los bordes son exvasados, generalmente de perfil triangular. Las bases son planas. Vidriadas
al interior y en el borde al exterior. Siglo XII.
• Tipo 9.- Ollas de paredes globulares y cuellos cilíndricos. Los bordes son exvasados,
redondeados o de perfil triangular, pero tienen en común que parecen, sin estarlo, aplicados
sobre las paredes del cuello. Bases planas. Fabricadas en cerámica común. Siglo XII.
■■Tipo 1.
Ollas con bordes moldurados hacia el exterior. Características de todos los momentos, aunque al-
gunas subvariantes, como la 1.A.1.1., son típicas de determinados períodos concretos. Fabricadas
en cerámica común.
1.1.A.- Ollas de cuerpos globulares, base plana o ligeramente convexa, borde moldurado de sec-
ción semi-cuadrangular.
1.1.A.1.- Cuello recto.
1.1.A.1.1.- Olla de paredes globulares, doble asa y base plana. Cuello recto con el borde ligera-
mente moldurado al exterior. El perfil exterior del borde ofrece una sección semi-cuadrangular,
derivada de la propia moldura. Común. Torno. Califal, mediados del siglo X – principios del siglo
XI (FUERTES, 2002, fig. 1.1, lám. 5)18. Fig. 1.1.
1.1.A.1.2.- Olla de paredes globulares, cuello recto rematado en un borde exvasado y moldurado
de sección cuadrangular. Común. Torno. Siglo XII – principios siglo XIII (FUERTES, 1995,
lám. 5.1). Fig. 1.2.
1.1.A.1.3.- Olla de paredes globulares, cuello recto rematado en un borde casi recto y moldura-
do de sección cuadrangular. Común. Torno. Siglo XII – principios siglo XIII (FUERTES, 1995,
lám. 5.4). Fig. 1.3.
18
Este tipo de olla ha sido clasificado como un recipiente califal en el sureste peninsular (ACIÉN et alii, 1995, 133, nº.
425). Aparece también en Mad nat al-Zahr ’ (VALLEJO y ESCUDERO, 1999, fig. 13). En Badajoz se recuperaron
perfiles semejantes en cerámica bizcochada que fueron fechados entre el siglo XI y los primeros años del siglo XII
(VALDÉS, 1985, fig. 2.1-7, 65.3-6, 65.8). Asimismo, ollas con bordes moldurados similares a los aquí presentados se
han localizado en Montefrío (Granada), sin embargo, estos recipientes no se encuadran en una cronología concreta, sino
que abarcan un arco temporal muy amplio, entre los siglos VII y XI, aunque se considera que los momentos de máxima
vigencia corresponden a los siglos IX y X (MOTOS, 1986, fig. 3.2, 3.3).
21
23. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
1.1.A.1.4.- Olla de paredes globulares, cuello recto rematado en un borde ligeramente exvasado
y moldurado de sección cuadrangular. Común. Torno. Siglo XII – principios siglo XIII (FUER-
TES, 1995, lám. 5.8). Fig. 1.4.
1.1.A.1.5.- Olla de paredes globulares, cuello recto rematado en un borde exvasado, algo engrosado
y moldurado de sección cuadrangular. Común. Torno. Siglo XII – principios siglo XIII (FUER-
TES, 1995, lám. 5.11). Fig. 1.5.
1.1.A.1.6.- Olla de paredes globulares, cuello recto rematado en un borde exvasado, algo engro-
sado, ligeramente moldurado, de sección cuadrangular y biselado al interior. Las asas parten del
borde, se sobreelevan por encima de él y finalizan en la zona mesial del recipiente. Común. Torno.
Siglo XII – principios siglo XIII (FUERTES, 1995, lám. 5.12). Fig. 1.6.
1.1.A.1.7.- Olla de paredes globulares, cuello recto rematado en un borde exvasado, ligeramente
moldurado de sección cuadrangular. Las asas parten del borde y finalizan en la zona mesial del re-
cipiente. Común. Torno. Siglo XII – principios siglo XIII (FUERTES, 1995, lám. 5.13). Fig. 2.1.
1.1.A.1.8.- Olla de paredes globulares, cuello recto, cilíndrico, rematado en un borde muy engrosa-
do y moldurado de sección cuadrangular. Las asas parten desde el borde y el cuello y finalizan en
la zona mesial del recipiente. Común. Torno. Siglo XII. Fig. 2.2.
1.1.A.1.9.- Olla de paredes globulares, cuello recto, muy engrosado, rematado en un borde exvasa-
do y moldurado de sección cuadrangular. Las asas parten del borde, se elevan por encima de él y
finalizan en la zona más ancha del recipiente. Común. Torno. Emiral. Siglo IX. Fig. 2.3.
1.1.A.1.10.- Olla de paredes globulares, cuello recto rematado en un borde exvasado y moldurado de
sección cuadrangular. Las asas parten del borde, se elevan por encima de él y finalizan en la zona más
ancha del recipiente. Común. Torno. Califal, mediados del siglo X – principios del siglo XI. Fig. 2.4.
1.1.A.2.- Cuello entrante.
1.1.A.2.1.- Olla de paredes globulares, doble asa y base plana. Cuello entrante y borde moldurado,
de sección cuadrangular. Común. Torno. Califal, mediados del siglo X – principios del siglo XI
(FUERTES, 2002, fig. 1.2, lám. 6 y 7). Fig. 3.1.
1.1.A.2.2.- Olla de paredes muy globulares, cuello cilíndrico, entrante, rematado en un borde ex-
vasado y moldurado, de sección cuadrangular. Común. Torno. Siglo XII – principios siglo XIII
(FUERTES, 1995, lám. 5.2). Fig. 3.2.
1.1.A.2.3.- Olla de paredes globulares, cuello cilíndrico, entrante, rematado en un borde muy exva-
sado y moldurado, engrosado al interior, de sección cuadrangular. Las huellas de torno están muy
marcadas en el interior del recipiente. Común. Torno. Siglo XII – principios siglo XIII (FUER-
TES, 1995, lám. 5.6). Fig. 3.3.
1.1.A.2.4.- Olla de paredes muy globulares, cuello cilíndrico, corto y entrante, rematado en un
borde exvasado, engrosado y moldurado, de sección cuadrangular. Común. Torno. Siglo XII –
principios siglo XIII (FUERTES, 1995, lám. 5.7). Fig. 3.4.
1.1.A.2.5.- Olla de paredes globulares, cuello cilíndrico, entrante, rematado en un borde ligera-
mente exvasado y moldurado, de sección cuadrangular. Común. Torno. Siglo XII – principios siglo
XIII (FUERTES, 1995, lám. 5.9). Fig. 4.1.
22
24. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
1.1.A.2.6.- Olla de paredes globulares, cuello cilíndrico, entrante, rematado en un borde exvasado
y moldurado, de sección cuadrangular. Las asas parten del borde y finalizan en la zona de los hom-
bros. Común. Torno. Siglo XII – principios siglo XIII (FUERTES, 1995, lám. 5.10). Fig. 4.2.
1.1.A.2.7.- Olla de paredes globulares, cuello cilíndrico, entrante, rematado en un borde exvasado
y moldurado, de sección cuadrangular. Común. Torno. Siglo XII – principios siglo XIII (FUER-
TES, 1995, lám. 6.8). Fig. 4.3.
1.1.A.2.8.- Olla de paredes muy globulares, cuello cilíndrico, corto, entrante, rematado en un borde
exvasado, muy engrosado –sobre todo al interior- y moldurado, tanto al exterior como al interior,
de sección cuadrangular. Común. Torno. Siglo XII – principios siglo XIII (FUERTES, 1995, lám.
6.10). Fig. 4.4.
1.1.A.2.9.- Olla de paredes globulares, cuello cilíndrico, corto, entrante, rematado en un borde
exvasado, suavemente moldurado, de sección cuadrangular. La unión del cuello y el borde se resalta
a través de una inflexión. Las asas parten del borde y se elevan por encima de él. Común. Torno.
Califal, mediados del siglo X – principios del siglo XI (FUERTES y GONZÁLEZ, 1996, fig.
90.148). Fig. 4.5.
1.1.A.2.10.- Olla de paredes globulares, cuello cilíndrico, corto, entrante, rematado en un
borde exvasado, suavemente moldurado, de sección cuadrangular. La unión del cuello y el
borde se resalta a través de una inflexión. Base plana, de paredes mucho más gruesas que el
resto del recipiente. Común. Torno. Califal, mediados del siglo X – principios del siglo XI.
Fig. 5.1.
1.1.A.2.11- Olla de paredes globulares, cuello entrante rematado en un borde ligeramente exva-
sado y moldurado al exterior. Base plana. Las asas parten del borde, se elevan por encima de él y
finalizan en los hombros del recipiente. Común. Torno. Califal, mediados del siglo X – principios
del siglo XI. Fig. 5.2.
1.1.A.3.- De cuello exvasado.
1.1.A.3.1.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado rematado en un borde ligeramente
exvasado y moldurado de sección cuadrangular. La unión del cuello y el cuerpo se señala a
través de un resalte. Común. Torno. Siglo XII – principios siglo XIII (FUERTES, 1995, lám.
5.3). Fig. 6.1.
1.1.A.3.2.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado rematado en un borde recto y moldurado
de sección cuadrangular. Común. Torno. Siglo XII – principios siglo XIII (FUERTES, 1995, lám.
5.5). Fig. 6.2.
1.1.A.3.3.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado rematado en un borde exvasado, Fig. algo
engrosado y moldurado de sección cuadrangular. Común. Torno. Siglo XII. Fig. 6.3.
1.1.A.3.4.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado rematado en un borde exvasado, suavemen-
te moldurado de sección cuadrangular. Las asas parten del borde, se elevan por encima de él y
finalizan en la zona de los hombros. Común. Torno. Siglo XII. Fig. 6.4.
1.1.A.3.5.- Olla de paredes globulares, cuello cilíndrico, exvasado rematado en un borde exvasado
y moldurado de sección cuadrangular. Las asas parten del borde y se elevan por encima de él. Co-
mún. Torno. Emiral, siglo IX (FUERTES y GONZÁLEZ, 1994b, fig. 2.6). Fig. 6.5.
23
25. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
1.1.A.3.6.- Olla de paredes globulares, cuello cilíndrico, exvasado rematado en un borde exvasado
y moldurado. El paso de las paredes al cuello se resalta a través de una inflexión. Común. Torno.
Califal, mediados del siglo X – principios del siglo XI. Fig. 6.6.
1.1.A.4.- De cuello estrangulado.
1.1.A.4.1.- Olla de paredes globulares, cuello estrangulado rematado en un borde muy exvasa-
do y moldurado, de sección cuadrangular. Común. Torno lento. Siglos VII-VIII (Pre-islámico)
(FUERTES y GONZÁLEZ, 1996, fig. 76.1870). Fig. 7.1.
1.1.B.- Ollas de cuerpos globulares, bases planas o ligeramente convexas, bordes exvasados, engro-
sados y moldurado.
1.1.B.1.- De cuello estrangulado.
1.1.B.1.1- Olla de paredes globulares, cuello estrangulado rematado en un borde exvasado, engro-
sado y moldurado. Común. Torno. Califal, mediados del siglo X – principios del siglo XI (FUER-
TES, 2002, fig. 1.3). Fig. 7.2.
1.1.B.1.2.- Olla de paredes globulares, cuello estrangulado rematado en un borde exvasado, en-
grosado y moldurado. Común. Torno. Emiral indeterminado, siglos VIII – IX (FUERTES y
GONZÁLEZ, 1996, fig. 82.4392). Fig. 7.3.
1.1.B.1.3.- Olla de paredes globulares, cuello estrangulado rematado en un borde exvasado, engro-
sado y moldurado. Común. Torno. Emiral de transición, siglo IX – principios siglo X (FUERTES
y GONZÁLEZ, 1994a, lám. 1.XXII). Fig. 7.4.
1.1.B.1.4.- Olla de paredes globulares, cuello estrangulado rematado en un borde exvasado, en-
grosado y moldurado. Común. Torno. Siglos VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HIDALGO,
2003b fig. 8.6). Fig. 8.1.
1.1.B.1.5.- Olla de paredes globulares, cuello estrangulado rematado en un borde muy exvasado,
engrosado, moldurado y caído. Común. Torno. Siglos VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HI-
DALGO, 2003b, fig. 8.45). Fig. 8.2.
1.1.B.1.6.- Olla de paredes globulares, cuello estrangulado rematado en un borde exvasado, algo
engrosado y moldurado. Común. Torno lento. Siglos VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HI-
DALGO, 2003b, fig. 8.122). Fig. 8.3.
1.1.B.1.7.- Olla de paredes globulares, cuello estrangulado rematado en un borde exvasado, engro-
sado y moldurado. Común. Torno. Emiral de transición, siglo IX – principios siglo X (FUERTES
y GONZÁLEZ, 1994a, lám.1.XXI). Fig. 8.4.
1.1.B.1.8.- Olla de paredes globulares, cuello estrangulado rematado en un borde exvasado, en-
grosado y moldurado al exterior. Al interior el borde presenta una marcada concavidad. Común.
Torno. Siglo XII. Fig. 8.5.
1.1.B.2.- De cuello exvasado.
1.1.B.2.1.- Olla de cuello exvasado rematado en un borde exvasado, engrosado y moldurado. Co-
mún. Torno. Emiral, siglo IX (FUERTES y GONZÁLEZ, 1994b, fig. 2.2). Fig. 9.1.
24
26. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
1.1.B.2.2.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado rematado en un borde exvasado, muy en-
grosado y moldurado. La moldura origina un pico algo pronunciado. Común. Torno. Emiral inde-
terminado, siglos VIII – IX, (FUERTES y GONZÁLEZ, 1996, fig. 81.4770). Fig. 9.2.
1.1.B.2.3.- Olla de cuello exvasado rematado en un borde exvasado, engrosado y moldurado. Co-
mún. Torno. Emiral indeterminado, siglos VIII – IX (FUERTES y GONZÁLEZ, 1996, fig.
81.4779). Fig. 9.3.
1.1.B.2.4.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado rematado en un borde exvasado, engrosado
y moldurado. Común. Torno. Siglo XII. Fig. 9.4.
1.1.B.2.5.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado rematado en un borde exvasado, engrosa-
do y moldurado. Las asas parten del borde, se elevan ligeramente por encima de él y finalizan en
la zona de los hombros. Común. Torno. Emiral indeterminado, siglos VIII – IX (FUERTES y
GONZÁLEZ, 1996, fig. 80.4130). Fig. 9.5.
1.1.B.2.6.- Olla de cuello exvasado rematado en un borde exvasado, algo engrosado y moldura-
do. Común. Torno. Siglo VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HIDALGO, 2003b, fig. 8.48).
Fig. 10.1.
1.1.B.2.7.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado rematado en un borde exvasado, engrosado
y moldurado. Común. Torno. Siglo VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HIDALGO, 2003b,
fig. 8.54). Fig. 10.2.
1.1.B.2.8.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado rematado en un borde exvasado, engrosado
y moldurado. Común. Torno. Siglo VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HIDALGO, 2003b,
fig. 8.101). Fig. 10.3.
1.1.B.2.9.- Olla de cuello exvasado rematado en un borde muy exvasado, algo engrosado y mol-
durado. Común. Torno. Siglo VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HIDALGO, 2003b, fig.
8.113). Fig. 10.4.
1.1.B.2.10.- Olla de cuello exvasado rematado en un borde exvasado, engrosado y moldurado, algo
caído. Común. Torno. Siglo VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HIDALGO, 2003b, fig. 9.21).
Fig. 10.5.
1.1.B.2.11.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado rematado en un borde exvasado, algo en-
grosado y moldurado. Común. Torno. Siglo VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HIDALGO,
2003b, fig. 9.110). Fig. 10.6.
1.1.B.2.12.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado rematado en un borde exvasado, engrosa-
do muy moldurado. Común. Torno. Siglo XII. Fig. 11.1.
1.1.C.- Ollas de cuerpos globulares, bases planas o ligeramente convexas, con bordes con molduras
muy profundas.
1.1.C.1.- Cuellos exvasados.
1.1.C.1.1.- Olla de paredes muy globulares, cuello exvasado rematado en un borde muy moldurado
al exterior. Común. Torno. Califal, mediados del siglo X – principios del siglo XI (FUERTES,
2002, fig. 1.4). Fig. 11.2.
25
27. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
1.1.C.1.2.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado, rematado en un borde muy exvasado
con una inflexión muy pronunciada que origina una doble moldura. Común. Torno. Siglo XII.
Fig. 11.3.
1.1.C.1.3.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado, rematado en un borde exvasado
con una inflexión muy pronunciada que origina una doble moldura. Común. Torno. Ca-
lifal, mediados del siglo X – principios siglo XI (FUERTES y GONZÁLEZ, 1996, fig.
90.8). Fig. 11.4.
1.1.D.- Ollas de cuerpos globulares, bases planas o ligeramente convexas, con bordes moldurados
y remates en pico.
1.1.D.1.- De cuello estrangulado.
1.1.D.1.1.- Olla de paredes globulares, cuello estrangulado rematado en un borde muy exvasado,
suavemente moldurado y rematado en pico. Común. Torno. Siglo XII. Fig. 12.1.
1.1.D.2.- De cuello exvasado.
1.1.D.2.1.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado rematado en un borde exvasado, suavemen-
te moldurado y rematado en pico. Común. Torno. Siglo XII. Fig. 12.2.
1.1.E.- Ollas de cuerpos globulares, bases planas o ligeramente convexas, con bordes varias veces
moldurados.
1.1.E.1.- De cuello exvasado.
1.1.E.1.1.- Olla de paredes globulares, cuello engrosado y exvasado rematado en un borde exva-
sado, varias veces moldurado lo que le confiere una sección muy compleja. Común. Torno. Siglo
XII. Fig. 12.3.
1.1.F.- Ollas de cuerpos globulares o piriformes, bases planas o ligeramente convexas, con bordes
rectos y moldurados.
1.1.F.1.- Cuellos exvasados.
1.1.F.1.1.- Olla de cuerpo globular, cuello exvasado rematado en un borde recto moldurado en su
lado exterior. Común. Torno. Siglo XII – principios siglo XIII (FUERTES, 1995, lám. 6.12; 6.13).
Fig. 12.4.
1.1.F.2.- Ollas con los cuerpos globulares, cuellos estrangulado y bordes moldurados.
1.1.F.2.1.- Olla de cuerpo globular, cuello estrangulado rematado en un borde exvasado con el
labio moldurado. Común. Fabricada a mano. Siglo VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES y GON-
ZÁLEZ, 1996, fig. 76.1869). Fig. 12.5.
■■Tipo 2.
Ollas de bordes exvasados y labios redondeados. Si bien este tipo de ollas se documenta en los dis-
tintos períodos medievales, sobre todo las tipificadas como 1.2.B.1.9 (vid. infra), es cierto que es un
26
28. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
tipo característico del período emiral. Los ejemplares más tardíos se caracterizan por poseer las pa-
redes más estrechas. Fabricadas en cerámica común, exceptuando algunos ejemplares tardíos que se
vidriaron. Este tipo de ollas aparece en gran número yacimientos y en casi todas las fases islámicas.
1.2.A.- Ollas de paredes globulares, bases planas o ligeramente convexas, bordes exvasados, a veces
algo engrosados y redondeados.
1.2.A.1.- Cuello recto o exvasado.
1.2.A.1.1.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde ligeramente engrosado y redon-
deado. Común. Torno. Califal, mediados del siglo X – principios siglo XI (FUERTES, 2002, fig.
2.1). Fig. 13.1.
1.2.A.1.2.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde ligeramente engrosado y redon-
deado. Común. Torno. Emiral de transición, siglo IX – principios siglo X (FUERTES y GON-
ZÁLEZ, 1994a, lám. 1.VIII). Fig. 13.2.
1.2.A.1.3.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde ligeramente engrosado y redon-
deado, algo apuntado. Común. Torno. Emiral de transición, siglo IX – principios siglo X (FUER-
TES y GONZÁLEZ, 1994a, lám. 1.XI). Fig.13.3.
1.2.A.1.4.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde engrosado y redondeado. Co-
mún. Torno. Emiral de transición, siglo IX – principios siglo X (FUERTES y GONZÁLEZ,
1994a, lám.1.XIV). Fig.13.4.
1.2.A.1.5.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde engrosado y redondeado, cón-
cavo al interior. Común. Torno. Emiral de transición, siglo IX – principios siglo X (FUERTES y
GONZÁLEZ, 1994a, lám.1.XV). Fig. 13.5.
1.2.A.1.6.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde engrosado y redondeado. Co-
mún. Torno. Emiral, siglo IX (FUERTES y GONZÁLEZ, 1994b, fig.2.9). Fig. 13.6.
1.2.A.1.7.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde engrosado y redondeado. Las
asas parten del borde y finalizan en los hombros del recipiente. Común. Torno. Emiral indetermi-
nado, siglos VIII – IX. Fig. 14.1.
1.2.A.1.8.- Olla de paredes globulares con cuello recto y exvasado. Borde engrosado y redondeado,
apuntado al exterior. Común. Torno. Emiral indeterminado, siglos VIII – IX. Fig. 14.2.
1.2.A.2.- Cuello estrangulado.
1.2.A.2.1.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado. Borde engrosado y redondeado.
Común. Torno. Emiral, siglo IX (FUERTES y GONZÁLEZ, 1994b, fig. 2.8). Fig. 14.3.
1.2.A.2.2.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado. Borde ligeramente engrosado y
redondeado, ligeramente caído. Común. Torno. Siglo VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HI-
DALGO, 2003b, fig. 8.151). Fig. 15.1.
1.2.A.2.3.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado. Borde ligeramente engrosado y
redondeado, con tendencia a la horizontalidad. Común. Torno. Siglo VII-VIII (Pre-islámico)
(FUERTES e HIDALGO, 2003b, fig. 8.68). Fig. 15.2.
27
29. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
1.2.A.2.4.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado. Borde ligeramente engrosado y
redondeado. Común. Torno. Siglo VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HIDALGO, 2003b,
fig. 8.38). Fig. 15.3.
1.2.A.2.5.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado. Borde exvasado y redondeado,
ligeramente biselado al exterior. Común. Torno. Emiral temprano. 2º tercio siglo VIII- 3er tercio
siglo VIII. Fig. 15.4.
1.2.A.2.6.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado. Borde exvasado y redondeado. Las
asas parten del borde, se elevan por encima de él y finalizan, con una anchura mayor, por debajo
de la línea de los hombros del recipiente. Común. Torno lento. Emiral temprano. 2º tercio siglo
VIII- 3er tercio siglo VIII. Fig. 16.1.
1.2.A.2.7.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado. Borde exvasado, ligeramente en-
grosado y redondeado, moldurado en el labio superior. Común. Torno. Emiral temprano. 2º tercio
siglo VIII- 3er tercio siglo VIII. Fig. 16.2.
1.2.B.- Ollas de paredes globulares o piriformes, bases planas o ligeramente convexas, bordes
rectos y redondeados.
1.2.B.1.- Cuello exvasado.
1.2.B.1.1.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado y borde recto y redondeado. Común.
Torno. Califal, mediados del siglo X – principios siglo XI (FUERTES, 2002, fig. 2.2). Fig. 16.3.
1.2.B.1.2.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde recto y redondeado, con el labio
superior plano. Común. Torno. Siglo XII. Fig. 16.4.
1.2.B.1.3.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde recto y redondeado, con una
suave concavidad al interior lo que provoca que el labio interno sea algo apuntado. Puede variar
por tamaños. Común. Torno. Siglos VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES y GONZÁLEZ, 1996,
fig. 76.1593; 76.1540). Fig. 17.1.
1.2.B.1.4.- Olla de paredes globulares con cuello corto exvasado. Borde recto y redondeado. Co-
mún. Torno. Emiral indeterminado, siglo VIII – IX. Emiral, siglo IX (FUERTES y GONZÁ-
LEZ, 1994b, fig. 2.7). Fig. 17.2.
1.2.B.1.5.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde recto y redondeado. De paredes
muy finas. Común. Torno. Siglo XII. Fig. 17.3.
1.2.B.1.6.- Olla de paredes globulares con cuello largo y exvasado. Borde recto y redondeado.
Común. Torno. Emiral indeterminado, siglos VIII – IX (FUERTES y GONZÁLEZ, 1996, fig.
82.4769). Emiral de transición, siglo IX – principios siglo X (FUERTES y GONZÁLEZ, 1994a,
lám.1.XII). Fig. 17.4.
1.2.B.1.7.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde recto y redondeado, algo apun-
tado al exterior y ligeramente cóncavo al interior. Común. Torno. Emiral indeterminado, siglos
VIII – IX (FUERTES y GONZÁLEZ, 1996, fig. 82.3737). Fig. 17.5.
1.2.B.1.8.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde recto y redondeado, suavemente apun-
tado al exterior. Paredes muy gruesas. Común. Torno lento. Siglo VII-VIII (Pre-islámico). Fig. 18.1.
28
30. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
1.2.B.1.9.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado -los cuellos pueden ser más o menos
largos-. Borde recto y redondeado. Las asas parten del borde y finalizan en la zona de los hombros.
La base es plana, a veces ligeramente convexa. Es la variante más prolífica dentro del subtipo de
ollas con bordes rectos y redondeados. Común. Torno o torno lento. Emiral temprano. 2º tercio
siglo VIII- 3er tercio siglo VIII. Emiral indeterminado, siglos VIII – IX. Emiral, siglo IX (FUER-
TES y GONZÁLEZ, 1994b, fig.1.1 a 10; 6.1). Califal, mediados del siglo X – principios siglo XI.
Siglo XII – principios siglo XIII (FUERTES, 1995, lám. 6.1). Fig. 18.2.
1.2.B.1.10.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde recto y redondeado. Las asas
parten del borde y finalizan en la zona de los hombros. Común. Torno. Emiral indeterminado,
siglos VIII – IX. Fig. 18.3.
1.2.B.1.11.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde recto y redondeado, apunta-
do al exterior. Común. Torno. Siglo VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HIDALGO, 2003b,
fig. 8.8). Fig. 19.1.
1.2.B.1.12.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde recto y redondeado. Las pa-
redes del cuerpo se van ensanchando a medida que se acercan a la base. Común. Torno. Emiral
temprano. 2º tercio siglo VIII- 3er tercio siglo VIII. Fig. 19.2.
1.2.B.1.13.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde recto y redondeado. Común.
Torno. Emiral temprano. 2º tercio siglo VIII- 3er tercio siglo VIII. Fig. 19.3.
1.2.B.1.14.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde recto y redondeado. Paredes grue-
sas. Común. Torno lento. Emiral temprano. 2º tercio siglo VIII- 3er tercio siglo VIII. Fig. 19.4.
1.2.B.1.15.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde recto y redondeado. Las asas
parten del borde y se elevan por encima de él. Común. Torno. Emiral temprano. 2º tercio siglo
VIII- 3er tercio siglo VIII. Fig. 19.5.
1.2.B.1.16.- Olla de paredes globulares con cuello recto, más exvasado en la zona del borde
que es recto y redondeado. Común. Torno. Califal, mediados del siglo X – principios del siglo
XI. Fig. 20.1.
1.2.B.1.17.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde recto, ligeramente engrosado
y redondeado. Base plana. Las asas parten del borde, se elevan por encima de él y finalizan por
debajo de los hombros. Común. Torno. Emiral indeterminado, siglos VIII – IX. Fig. 20.2.
1.2.B.1.18.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde recto y redondeado. Base plana.
Las asas parten del borde, se elevan por encima de él y finalizan por debajo de los hombros. Co-
mún. Torno. Emiral indeterminado, siglos VIII – IX. Fig. 20.3.
1.2.B.2.- Cuello estrangulado.
1.2.B.2.1.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado. Borde recto y redondeado, sua-
vemente apuntado. Común. Torno. Siglos VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HIDALGO,
2003b, fig. 8.39). Fig. 21.1.
1.2.B.2.2.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado. Borde muy exvasado y redondea-
do. Común. Torno lento. Siglos VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HIDALGO, 2003b, fig.
8.170). Fig. 21.2.
29
31. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
1.2.B.2.3.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado. Borde muy exvasado y redondeado,
con el labio ligeramente apuntado. Común. Torno. Siglos VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e
HIDALGO, 2003b, fig. 8.7). Fig. 21.3.
1.2.B.3.- De paredes piriformes y cuello estrangulado.
1.2.B.3.1.- Olla de paredes piriformes con cuello estrangulado. Borde exvasado y redondeado.
Común. Fabricada a mano. Siglos VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES y GONZÁLEZ, 1996,
fig. 76.1452). Fig. 21.4.
1.2.B.4.- De paredes globulares y cuello entrante.
1.2.B.4.1.- Olla de paredes globulares con cuello entrante. Borde exvasado y redondeado. Las pa-
redes del cuerpo se van ensanchando a medida que se acercan a la base y en el cuello. Vidriada al
interior y al exterior. Torno. Siglo XII. Fig. 21.5.
1.2.C.- Ollas de paredes globulares, bases planas o ligeramente convexas, bordes muy engrosados
y redondeados.
1.2.C.1.- Con cuellos largos y exvasados.
1.2.C.1.1.- Olla con cuello largo, exvasado rematado en un borde muy exvasado, engrosado y re-
dondeado. Común. Torno. Califal, mediados del siglo X – principios siglo XI (FUERTES, 2002,
fig. 2.3). Fig. 22.1
1.2.C.2.- Cuellos cortos y rectos.
1.2.C.2.1.- Olla de paredes globulares, cuello corto y recto rematado en un borde muy engrosado
y redondeado. Las asas parten del borde y finalizan en la zona de los hombros. Común. Torno.
Emiral indeterminado, siglos VIII – IX. Fig. 22.2.
1.2.C.2.2.- Olla de paredes muy globulares, cuello estrangulado corto rematado en un borde exva-
sado, engrosado y redondeado. Común. Torno. Emiral de transición, siglo IX – principios siglo X
(FUERTES y GONZÁLEZ, 1994a, lám. VII). Fig. 22.3.
1.2.C.2.3.- Olla de paredes globulares, cuello estrangulado, corto y moldurado rematado en un
borde engrosado y redondeado. Común. Torno. Emiral de transición, siglo IX – principios siglo X
(FUERTES y GONZÁLEZ, 1994a, lám. 1.XIII). Fig. 22.4.
1.2.C.3.- Cuellos cortos y exvasados.
1.2.C.3.1.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado y corto rematado en un borde muy engro-
sado y redondeado. Común. Torno. Emiral indeterminado, siglos VIII – IX. Fig. 23.1.
1.2.C.4.- Cuellos estrangulados.
1.2.C.4.1.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado. Borde exvasado, engrosado y redon-
deado, ligeramente apuntado. Común. Torno. 2º tercio siglo VIII- 3er tercio siglo VIII. Fig. 23.2.
1.2.C.4.2.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado. Borde exvasado, engrosado y redon-
deado. Emiral temprano. Común. Torno. 2º tercio siglo VIII- 3er tercio siglo VIII. Fig. 23.3.
30
32. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
1.2.D.- Ollas de paredes globulares, bases planas o ligeramente convexas, bordes engrosados al
interior.
1.2.D.1.- Cuellos rectos o exvasados.
1.2.D.1.1.- Olla de paredes globulares con cuello recto y borde engrosado hacia el interior y re-
dondeado. Común. Torno. Califal, mediados del siglo X – principios siglo XI (FUERTES, 2002,
fig.2.4). Fig. 24.1.
1.2.D.1.2.- Olla de paredes globulares con cuello recto y borde engrosado hacia el interior y redon-
deado. Común. Torno. Emiral de transición, siglo IX – principios siglo X (FUERTES y GON-
ZÁLEZ, 1994a, lám. 1.III). Fig. 24.2.
1.2.D.2.- Cuellos exvasados y bordes engrosados al interior y apuntados.
1.2.D.2.1.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado y borde engrosado hacia el interior,
redondeado, con el labio muy apuntado. Común. Torno. Emiral, siglo IX (FUERTES y GON-
ZÁLEZ, 1994b, fig.2.15). Fig. 24.3.
1.2.D.2.2.- Olla de paredes globulares, cuello exvasado, largo y borde engrosado hacia el interior y
redondeado, suavemente apuntado. Común. Torno. Siglo XII. Fig. 24.4.
1.2.D.3.- Cuellos estrangulados.
1.2.D.3.1.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado y borde engrosado hacia el interior
y redondeado. Al interior se hace cóncavo. Común. Torno. Emiral de transición, siglo IX – princi-
pios siglo X (FUERTES y GONZÁLEZ, 1994a, lám. 1.I). Fig. 24.5.
1.2.D.3.2.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado y borde engrosado hacia el interior
y redondeado. Común. Torno. Emiral de transición, siglo IX – principios siglo X (FUERTES y
GONZÁLEZ, 1994a, lám. 1.II). Fig. 24.6.
1.2.D.3.3.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado y borde engrosado hacia el interior
y redondeado. Común. Torno. Siglo VII-VIII (Pre-islámico) (FUERTES e HIDALGO, 2003b,
fig. 8.1). Fig. 25.1.
1.2.D.3.4.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado y borde engrosado hacia el interior
y redondeado. Común. Torno. Emiral, siglo IX (FUERTES y GONZÁLEZ, 1994b, fig. 2.10 a
13). Fig. 25.2.
1.2.D.3.5.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado y borde engrosado hacia el interior
y redondeado. Común. Torno. Emiral indeterminado, siglos VIII – IX (FUERTES y GONZÁ-
LEZ, 1996, fig. 82.4778). Fig. 25.3.
1.2.D.3.6.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado y borde engrosado hacia el interior
y redondeado. Común. Torno. Emiral indeterminado, siglos VIII – IX (FUERTES y GONZÁ-
LEZ, 1996, fig. 82.4773). Fig. 25.4.
1.2.D.3.7.- Olla de paredes globulares con cuello estrangulado y borde engrosado hacia el in-
terior y redondeado, ligeramente apuntado al exterior. Común. Torno. Emiral indeterminado,
siglos VIII – IX (FUERTES y GONZÁLEZ, 1996, fig. 82.4401). Fig. 25.5.
31
33. La cerámica medieval de Cercadilla, Córdoba. Tipología, decoración y función
■■Tipo 3.
Ollas de paredes globulares y cuellos muy poco desarrollados. El aspecto final es, en cierta forma,
acampanado. Los bordes son rectos y moldurados al exterior. Las asas arrancan por debajo del
cuello. Estas piezas están vidriadas al interior y en el borde al exterior, en color melado oscuro. Si
bien no hemos recuperado ningún ejemplar completo, las bases recogidas y que bien pudieran per-
tenecer a estos recipientes, eran planas. Todas las ollas de este tipo han sido recogidas en un mismo
y único nivel de ocupación fechado en el siglo XII – principios del siglo XIII19.
Se pueden distinguir dos subtipos atendiendo a la dirección del cuello.
1.3.A.- Ollas de paredes globulares, muy entrantes en la zona más cercana al cuello que es muy
corto, de paredes rectas o ligeramente exvasadas, moldurado al exterior. Estas ollas están vidriadas
al interior y al exterior en la zona más cercana al borde, en color melado oscuro.
1.3.A.1.- Borde biselado al interior.
1.3.A.1.1.- Olla de paredes globulares, cuello corto, ligeramente exvasado y borde recto moldurado
al exterior y con un suave bisel al interior. El interior del cuello es cóncavo. Vidriada al interior y
en el borde al exterior. Torno. Siglo XII – principios del siglo XIII, (FUERTES, 1995, 269, lám.
6.2). Fig. 26.1.
1.3.A.1.2.- Olla de paredes globulares, cuello corto, ligeramente exvasado y borde recto moldurado
al exterior y con un suave bisel al interior. El interior del cuello es cóncavo. Vidriada al interior y
en el borde al exterior. Torno. Siglo XII – principios del siglo XIII (FUERTES, 1995, 269, lám.
6.3). Fig. 26.2.
1.3.A.1.3.- Olla de paredes globulares, cuello corto, recto y borde recto moldurado al exterior y
con un suave bisel al interior. El interior del cuello es cóncavo. Vidriada al interior y en el borde al
exterior. Torno. Siglo XII – principios del siglo XIII (FUERTES, 1995, 269, lám. 6.4). Fig. 26.3.
1.3.A.1.4.- Olla de paredes globulares, cuello corto, recto y borde recto moldurado al exterior y
con un suave bisel al interior. El interior del cuello es cóncavo. Vidriada al interior y en el borde al
exterior. Torno. Siglo XII – principios del siglo XIII (FUERTES, 1995, 269, lám. 6.9). Fig. 26.4.
1.3.A.2.- Sin bisel al interior.
1.3.A.2.1.- Olla de paredes globulares, cuello corto, exvasado y borde recto moldurado al exterior.
El interior del cuello es cóncavo. Vidriada al interior y en el borde al exterior. Torno. Siglo XII –
principios del siglo XIII (FUERTES, 1995, 269, lám. 6.5). Fig. 27.1.
19
Localizadas también en otras áreas de la ciudad (VARGAS y CARRILLO, 2004). Ollas parecidas a las del tipo 3 de
Cercadilla, aunque clasificadas como orzas, se recuperaron en la Alcazaba de Badajoz y se fecharon en el siglo XI y los
primeros años del XII (VALDÉS, 1985, fig. 100.8). En Sevilla se han localizado ejemplares con perfiles muy parecidos en
estratigrafía de la primera mitad del siglo XIII (LAFUENTE, 1999a, fig. 4.4). También de los siglos XII principios del
XIII, son las ollas de Saltés, en Huelva, muy similares a las del tipo 3 de Cercadilla (BAZZANA y CRESSIER, 1989,
fig. 22), así como en Niebla fechadas entre la segunda mitad del siglo XII y la primera mitad del siglo XIII (GÓMEZ
TOSCANO et alii, 1999, fig.5; CAMPOS et alii, 1999, fig. 4). Se reconocen estos perfiles en Mértola durante el siglo
XIII. Las ollas portuguesas no están, como las de Cercadilla, vidriadas y conservan las asas que parten desde los hombros
(LAFUENTE, 1996, 176, fig. 2-3, 177, fig. 2). Ollas muy similares, que no idénticas, se han recogido, también asociadas
a una cronología almohade en Alcácer do Sal (CAVALEIRO y RAFAEL, 2001, fig. 8. 23-24) y en otros yacimientos
portugueses durante el siglo XIII (VARELA y VARELA, 1995, fig. 4).
32