El documento discute cómo el pie plano puede afectar la biomecánica de la extremidad inferior y causar lesiones. El pie plano causa una alteración en los ejes del pie que conduce a una pronación excesiva, lo que aumenta el estrés mecánico en la rodilla, la tibia y otras articulaciones. Esto puede causar dolor, disfunción y lesiones a largo plazo si no se aborda correctamente.
Pie plano como origen de alteraciones biomecánicas en la cadena cinética
1. RESUMEN
Partiendo de una revisión bibliográfica y de la propia
experiencia, se quiere demostrar que el pie plano
repercute en la biomecánica ascendente, provocando
alteración de los ejes que en muchas ocasiones lleva a
lesiones y desajustes en el cuerpo.
Cuando una patología osteoarticular hace salir al
centro de gravedad de sus límites, se produce un
aumento del gasto energético en el organismo, el cual
tiene que trabajar más y en peores condiciones para
poder ser funcional. El propósito de este escrito es
motivar y reflejar la necesidad de hacer un protocolo de
intervención en el que no se vea el pie plano como una
entidad aislada, sino como algo global que forma parte
de la cadena cinética de la extremidad, en la que cada
fase o ciclo completo de un pie depende directamente
del anterior y condiciona irremisiblemente al siguiente.
Aunque parezca que el pie plano es un problema
aparentemente simple, requiere un estudio
especializado y diseño de medidas orientadas al
problema particular de cada paciente. Son muchas las
ABSTRACT
Starting with a bibliographical revision and personal
experience it is necessary to demonstrate that flat foot
results in the biomechanics ascendancy, causing the
alteration of the arches which on many occasions leads to
injuries and deformities of the body.
When an ostearticular pathology arises in the center of
gravity it produces an increase in the amount of energy in
the organism, which must work more and in more
difficult conditions to be functional. The reason for this
writing is to demonstrate the necessity of making a
procedure of actions in which the flat is not seen as an
isolated situation, but as something global since it is
comprised of the kinetic chain of the extremity, in which
each phase or complete cycle of a foot depends directly on
the other one and automatically conditions to the
following.
Although it seems that the flat foot is an apparently simple
problem, it requires a specialized study and design of
measurements dealing with the particular problem of each
patient. There are many injuries treated in a local way,
Revisiones
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Fisioterapia 2007;29(2):80-9
C. Salazar Gómez Pie plano, como origen
de alteraciones
biomecánicas en cadena
ascendente
Flat foot, as the origin
of biomechanic alterations
in progression
Correspondencia:
Cristina Salazar Gómez
C/ Concepción Arenal, 31, 5.º Izqda.
09200 Miranda de Ebro (Burgos)
cristinasg214@hotmail.com
Fisioterapeuta
Fecha de recepción: 2/2/06
Aceptado para su publicación: 2/2/07
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2. INTRODUCCIÓN
El pie plano es la disminución del arco plantar por de-
bajo de sus valores normales, con un aumento del ángu-
lo de Costa-Bartani (ángulo formado por la línea que
une el polo inferior del sesamoideo interno y el punto
más bajo de la cabeza astragalina y por la línea que une
este último al punto más bajo de la tuberosidad posterior
del calcáneo. Su valor normal es 125°) y el escafoides si-
tuado por debajo de la línea de Feiss (línea que une el
punto más bajo de la cabeza del primer metatarsiano, el
centro del escafoides y el centro de la polea astragalina; es
una línea recta). En él se configura tridimensional la bó-
veda, modificándose los puntos de apoyo normales, de
ahí que se tenga una mayor o menor altura de esta y que
la huella tenga más o menos forma (figs. 1-3).
La patología del pie plano es la de mayor difusión en-
tre la población, en ella se agrupan o colocan otras de-
formaciones del pie que se asocian comúnmente a ésta.
En todas ellas hay una alteración en el triangulo de apo-
yo formado por: 1.º y 5.º metatarsiano y el apoyo del cal-
cáneo. En la actualidad, sólo el 3 % de los pies planos
detectados en la infancia, tiene un pie doloroso o inca-
pacidad en la vida adulta. Pero son muchas las altera-
ciones secundarias derivadas de ésta deformidad que no
se solucionan por no tener los profesionales conoci-
miento de la causa real.
C. Salazar Gómez Pie plano, como origen de alteraciones biomecánicas
en cadena ascendente
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Fisioterapia 2007;29(2):80-9
lesiones tratadas de una forma local que a largo plazo
recidivan, ya que la causa deriva de otro nivel
desconocido.
Se muestran las numerosas posibilidades terapéuticas
que hay; desde una simple conducta con ejercicios, a la
necesidad del abordaje fisioterapéutico, al uso de
ortesis, o como última opción a procedimientos
quirúrgicos variados.
PALABRAS CLAVE
Pie plano; Estrés mecánico; Compensaciones del cuerpo.
which relapse again, because the cause is the result of an
unknown source.
Numerous therapeutic possibilities have been shown;
starting with a simple treatment with exercises, moving on
to the necessity of a physiotherapeutic approach, to the use
of a plaster for the feet and the last option several surgical
procedures.
KEY WORDS
Flat foot; Mechanical stress; Body compensation.
Fig. 1. Características de las imágenes
según la rotación y la caída de las
estructuras óseas durante la carga en
bipedestación.
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3. Todas las articulaciones de la extremidad inferior están
interrelacionadas en cadena cinética cerrada. Teniendo
en cuenta esto, se puede entender cómo una afectación
en el pie puede causar disfunción y síntomas en otras
partes del cuerpo enmascarando alteraciones biomecáni-
cas que, a largo plazo, pueden causar problemas a dis-
tancia como: dolores, alteraciones funcionales, blo-
queos, deformidades, crepitaciones, choques, trastornos
vásculo-nerviosos y trastornos tróficos1
.
No se debe evaluar y tratar una sola articulación, ya
que cuando una patología osteoarticular o muscular hace
salir al centro de gravedad de sus límites, el gasto de ener-
gía aumenta. Este es un concepto indispensable para los
fisioterapeutas que buscan un programa de reeducación
que permita recuperar todos los componentes biomecá-
nicos normales. Hay que tener en cuenta que el pie es la
base de la extremidad inferior y que una completa valo-
ración será esencial para lograr eficaces resultados.
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS
Y BIOMECÁNICA DEL PIE PLANO
La deformidad del pie plano va acompañada de la pér-
dida de relación interarticular del retropié y del medio-
pié, a esto se le añaden desequilibrios musculares y cam-
bios en la elasticidad de los ligamentos. La causa del pie
plano puede ser secundaria o primaria2
, recibiendo el
nombre de:
1. Pie laxo o postural: tiene una estructura normal
en descarga, pero al apoyar sobre el suelo se aplana com-
pletamente por la acción del peso, el debilitamiento de
las estructuras cápsulo-ligamentosas y por la inadecua-
da relación entre astrágalo y calcáneo.
2. Pie plano verdadero: presenta pérdida de la con-
cavidad plantar tanto en carga como en descarga y una
deformidad en valgo del tobillo que hace que se pierda
el equilibrio del apoyo sobre la cabeza del astrágalo, sus-
tenta culum tali. Al caminar sobre las puntas no se mo-
difica el valgo del retropié, manteniéndose pronado.
Alteraciones en la estructura del arco plantar del pie se
asocian a lesiones en la extremidad inferior. De la misma
manera que un exceso de arco conlleva una mayor inci-
dencia de lesiones en el tobillo, lesiones óseas y lesiones
laterales, cuando hay una disminución del arco plantar
se tiene una mayor predisposición a sufrir lesiones de ro-
dilla, lesiones en tejidos blandos y lesiones mediales3
.
Biomecánica del pie plano
La función anormal del pie altera biomecánicamente
su relación con el resto de estructuras osteoarticulares y
crea un cambio en las fuerzas de la extremidad inferior
de dos formas distintas: las estructuras contráctiles tra-
bajan más duramente para conseguir la misma función
y por otra parte se produce una incapacidad importan-
te para la reabsorción de las fuerzas del suelo1
.
Si el pie ha perdido el arco longitudinal interno y está
en valgo, el triangulo de apoyo se modifica y el reparto
del peso en el cuerpo se altera. La línea de fuerza se pro-
yecta fuera de su borde interno. Al igual que en el equi-
no todo el peso va al antepié, al someter a carga al pie
plano postural responde con exceso de pronación, pro-
duciéndose el valgo de retropié o eversión, abducción y
dorsiflexión del calcáneo4
, descendiendo el astrágalo y
protruyendo su cabeza plantar y medialmente1,5,6
.
En condiciones normales la doble desalineación vertical
del astrágalo y el calcáneo imprime un factor pronador
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Fig. 2. Línea de
Feiss.
Fig. 3. Ángulo de
Costa-Bartani
(interno).
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4. que asegura la estabilidad del pie y amortigua, fragmenta
y direcciona la carga a partir del primer contacto pie-sue-
lo. Pero en el pie plano esta doble desalineación está alte-
rada, habiendo un aumento de la distancia entre el centro
de las articulaciones calcaneocuboideas y astragaloescafoi-
deas, lo que constituye el llamado par fisiológico.
Además, el pie plano, por su propia estructura presen-
ta en descarga un antepié supinado, el cual en muchas
ocasiones está bloqueado. Sin embargo una vez que se le
somete a carga, el aumento del grado de divergencia as-
tragalocalcáneo provoca que el pie se inestabilice rápida-
mente cuando se da el recorrido del antepié de fuera
hacía dentro y de detrás hacia delante. Esto provoca un
aumento considerable del tiempo de amortiguación y de
la velocidad de desplazamiento hacia la pronación,
como consecuencia del aumento de recorrido del primer
metatarsiano para buscar el plano del suelo. Transfirien-
do un momento torsional en rotación interna de la ti-
bia, situación crucial para producir una sobrecarga en la
rodilla, con una mayor predisposición a sufrir lesiones
en las extremidades inferiores2,4,7
.
Todo esto provoca que los músculos se activen antes, a
mayor intensidad y durante períodos más largos. De
ahí que el músculo se deplecione de glicógeno y sea in-
capaz de realizar su trabajo óptimo de absorción de las
fuerzas de reacción del suelo. A nivel de la pierna, se in-
tenta frenar el recorrido interno ofreciendo resistencia a
dicho movimiento mediante la contracción excéntrica
de la cadena muscular antero-externa.
Los ligamentos calcáneo-escafoideo plantar, astrága-
lo-calcáneo e interóseo se elongan permitiendo la ever-
sión del retropié y abducción del astrágalo, que se mue-
ven conjuntamente con el antepié, llevando el eje
gravitacional hacía el primer radial. La persistencia de
esta postura determina la excesiva tensión del tendón
de Aquiles que, por su función, desplaza al calcáneo en
flexión plantar perdiendo su inclinación normal, por
ello se producirán alteraciones en los ejes y en los ángu-
los trazados en ellos. Esto produce una pronación por
encima de los valores normales y un mayor esfuerzo para
soportar el arco interno del pie, el cual se sobrecarga y
somete a la pierna a un recorrido rotatorio interno de
abajo hacia arriba, con una coaptación ósea inframaleo-
lar externa exagerada.
ALTERACIONES BIOMECÁNICAS
DE LA EXTREMIDAD INFERIOR
POR UN PIE PLANO
La función anormal del pie se relaciona con diversos
procesos dolorosos, aunque hay que recordar que ésta
no es siempre la causa principal de dolor articular o
muscular.
La localización del dolor depende del mecanismo
compensador elegido por el paciente y del tejido más
“débil” de la cadena cinética1
, siendo el indicativo de
una posible lesión y/ o patología en el resto de las extre-
midad2,4,8
. Las más comunes se localizan en:
– La rodilla: sensación de crujido alrededor de la ró-
tula y dolor agudo en la zona inferior y superior de la ró-
tula durante actividades como caminar o salir del coche,
especialmente ante el exceso de actividad o ante una car-
ga grande de peso, se acompañan muy a menudo del pie
plano no tratado, el cual para realizar una marcha fun-
cional compensa con un exceso de pronación, siendo
éste un factor causal del dolor femororrotuliano9
y un
riesgo aumentado de sufrir el síndrome de stress tibial
medial, tal como indican los resultados de un estudio
biomecánico realizado con pacientes que tenían un ex-
ceso de pronación en el pie10
.
Klein y Allamn estudiaron y publicaron la pronación
compensadora y los problemas que provocan. No sólo
indican una relación con los microtraumatismos sino
también con las lesiones macrotraumáticas en la rodi-
lla11
.
También se suele acompañar de la rodilla en valgo
que, a largo plazo, puede determinar lesión de cartílago
o del menisco, en concreto pinzamiento del comparti-
miento externo, debido a que la rotación tibial interna
asociada a la pronación excesiva, produce un desplaza-
miento de la trayectoria patelo-femoral internamente y
favorece a la subluxación lateral de la rótula5
(fig. 4).
– La tibia: la pronación excesiva del antepié y la rota-
ción tibial interna aumenta las fuerzas de tracción sobre
los flexores profundos de la pierna. Esto es un factor
común que provoca inflamación del periostio, secunda-
rio a las fuerzas de tracción por un exceso de trabajo
muscular sobre las estructuras blandas en la tibia5,12,13
.
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5. – La cadera: el exceso de pronación bilateral a nivel
subtalar, produce una rotación interna de los ejes de la
tibia y del fémur que puede conducir a una anterioriza-
ción del centro de gravedad, cargando en el antepié y
compensando con una inclinación lordótica secundaria
y rigidez muscular. En cambio el exceso de pronación
unilateral a nivel subtalar, disminuye la distancia vertical
del pie al suelo, creando una pierna corta funcional, y
por tanto una mala alineación de la cadera5,14,15
, que
puede producir sensación de rigidez y dolor en la re-
gión dorso-lumbar, tanto en la cadera derecha y/ o iz-
quierda, especialmente después de estar parado períodos
largos de tiempo16,17
(fig. 5).
– La fascia plantar: el exceso de pronación subtalar
desciende las estructuras del arco interno del pie, alarga
el pie y provoca una fuerza de tracción en la fascia plan-
tar. La tracción continua puede producir una fascitis
plantar y un crecimiento anormal del hueso en la tube-
rosidad del calcáneo6
. El dolor se puede presentar alter-
nativa o continuamente durante los períodos iniciales de
apoyo en la bipedestación.
– El tendón de Aquiles: cuando el pie acelera, cam-
bia a una posición excesiva de pronación y el calcáneo se
vuelca, produciéndose la inversión y originando un au-
mento de fuerza en la tracción del tendón de Aquiles,
se produce una elevación del talón gracias a los múscu-
los que se insertan en el calcáneo. Esta tracción excesiva
da lugar a una alteración transversal del tendón de Aqui-
les y de su envoltura produciendo inflamación y do-
lor5,6
.
– Los metatarsianos: ante un exceso de pronación
en el pie, éste puede presentar a largo plazo dolor conti-
nuo o callosidades, produciéndose un debilitamiento
progresivo de los tejidos blandos, que da como resultado
laxitud ligamentosa e hipotonía muscular. Se produce
casi siempre por la mala entrada del pie o la alteración
de la longitud del paso en las diferentes fases de la mar-
cha. El antepié pierde su arco transversal por la flexión
y rotación de los metatarsianos. Esto da lugar a fuerzas
que comprimen las estructuras del pie, causando presión
y desencadenando metatarsalgias5
(fig. 6).
– Síndrome de mal alineamiento: (anteversión fe-
moral, valgo de rodilla con un incremento del ángulo
Q, torsión tibial interna, valgo de talón y pronación del
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Fig. 4. Exceso de pronación.
Fig. 5. Exceso de pronación relacionado con problemas en región
dorso-lumbar.
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6. antepié). En el caso de un deportista junto con un mal
entrenamiento contribuye a tener mayor riesgo de su-
frir: lesiones, síndrome de la sobrecarga del glúteo (dolor
lateral de cadera), síndrome patelo-femoral, alteraciones
en la tibia o fascitis plantar11,18-20
.
VALORACIÓN FUNCIONAL
Se realizará una anamnesis minuciosa y comprobada.
La importancia de esta valoración radica en la realiza-
ción de una exploración tanto en dinámica como en es-
tática, ya que muchas alteraciones pueden presentarse en
dinámica pero no en estática, por lo que si sólo se valo-
ra la estática estaríamos en un diagnóstico erróneo.
Será muy importante también la valoración en carga y
en descarga. En el caso de un pie plano existe en descar-
ga una tendencia a tener el antepié supinado y el retro-
pié pronado y sin embargo en carga aparece un antepié
con tendencia a la hiperpronación.
Se cuantificarán todos los datos de importancia que
vayan saliendo en la valoración: los movimientos, valo-
res torsionales y rotacionales, etc. Para ello se utilizarán
distintos materiales: cinta métrica, martillo de reflejos,
goniómetros, lápiz dermográfico etc.
Se examinará lo siguiente21
:
1. Antecedentes hereditarios y familiares.
2. Datos y antecedentes personales: edad, sexo, en-
fermedades sistémicas (diabetes, endocrinopatías, en-
fermedades vasculares, etc.).
Tener en cuenta el sexo ya que por ejemplo las muje-
res tienen un mayor riesgo de padecer lesión que los
hombres ante un aumento de movilidad interna o exter-
na de cadera, aunque no se ha identificado ningún fac-
tor intrínseco que lo provoque22
.
Respecto al estado nutricional, hay bastante contro-
versia, ya que algunos autores dicen que no hay rela-
ción entre el sobrepeso y una mayor prevalencia de pa-
tología músculo-esquelética23
. Sin embargo, otros
autores certifican que la obesidad es un factor de riesgo
ya que se produce una mayor sobrecarga en las extremi-
dades inferiores, aumentando el patrón biomecánico in-
correcto.
El tratamiento variará según la elasticidad del pie que
irá en relación con la edad del paciente. Ya que por
ejemplo en el pie del niño puede haber cambios estruc-
turales, pero sin embargo estos cambios serán impensa-
bles en edades superiores, presentando ya muchas difi-
cultades en niños mayores de 12 años en los que el
tratamiento tendrá otros objetivos; paliativos o asinto-
máticos.
3. Patología actual: Dos son los grandes grupos a los
que hay que prestar atención:
a) Traumatismos: Fecha, agente traumático, trata-
miento de urgencia, compromiso de otros órganos o sis-
temas.
b) Ortopédico: Incidir en el dolor, impotencia fun-
cional, bloqueos, deformidades, crepitación, choque,
trastorno vásculo-nervioso, trastornos tróficos.
4. Examen clínico:
a) Actitud: fisiológica, postural, compensadora, an-
tiálgica y estructural.
– En descarga, paciente en decúbito: relajado y có-
modo, desprovisto de la ropa necesaria. La observación
morfológica y/ o postural comparativa de ambas extre-
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Fig. 6. Exceso de pronación relacionado con metatarsalgias.
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7. midades tendrá en cuenta: centro y perímetro de ambas
rótulas, inserción tibial del tendón rotuliano, puntos
más prominentes de los maleolos tibial y peroneo, cen-
tro de la articulación tibioperoneoastragalina, cara dor-
sal y plantar del pie (centrándose en las articulaciones
metatarsofalángicas), la fórmula metatarsal (perímetro
distal de las cabezas metatarsianas), valoración angular
de la rotación femoral, ángulo del cuádriceps y torsión
bimaleolar.
– En carga, valorar en bipedestación: alineamiento
antero-posterior de las piernas, varo o valgo de pierna y
retropié, torsión tibial (interna o externa), deformidad
angular de la tibia y desviaciones en aducto, abducto,
supinación o pronación del antepié. Por la cara poste-
rior, descartar la presencia de desnivel pélvico por acor-
tamiento de alguna de las dos extremidades.
Pruebas objetivas de pie: Con el paciente en bipedesta-
ción se harán 4 pruebas; mirar la orientación ósea res-
pecto a la línea de Feiss, la medida de la posición ma-
leolar desde el suelo, la medida de los grados de
despegue de los dedos y la podografía. Éstas son indica-
doras de que puede existir un problema, aunque en soli-
tario no es un indicador certero.
Observación: Se prestará atención al grado de afecta-
ción y la comparación bilateral. Existen 3 cambios es-
tructurales que pueden ser útiles en la identificación de
la pronación excesiva: signo de Helbing (arqueado me-
dial del tendón de Aquiles), hipertrofia del abductor
del dedo gordo, formación de callo en las partes internas
de la articulación metatarsofalángicas y el dedo gordo.
Es importante la distinción entre pie plano-valgo y pie
valgo-plano. No requieren el mismo tratamiento ni obe-
dece a los mismos factores etiológicos. Son dos patolo-
gías diferentes y que con cierta frecuencia se les aplica la
misma identificación.
b) Ejes clínicos.
c) Forma y tamaño: tumefacciones, depresiones, de-
formidades y acortamientos.
d) Alteraciones de la piel: cicatrices, heridas, fístulas,
flogosis y calor local.
e) Tono, trofismo, contracturas musculares y reflejos
músculo-tendinosos.
f) Edema, infiltración y fluctuación.
g) Puntos dolorosos (clave del diagnóstico).
h) Palpación de cada elemento anatómico sobre lí-
neas o zonas, buscando dolor o deformaciones. La ar-
ticulación sub-astragalina, es la llave a la relación de
una mala función del pie y las anormalidades biomecá-
nicas en la extremidad inferior por lo que es muy im-
portante su valoración.
i) Movilidad: activa, pasiva, inestabilidades, rigidez,
flexibilidad. Con el paciente sentado frente al explora-
dor, se podrá evaluar la elasticidad del mediopié y del re-
tropié, corroborando la longitud del tendón de Aquiles
(con la rodilla en extensión). Su valoración tiene gran
importancia ya que alteraciones estructurales o de movi-
lidad en el pie se relacionan con una mayor incidencia
de lesión en las extremidades inferiores en la pobla-
ción24
.
j) Mediciones: longitud de las extremidades real o
aparente.
k) Test muscular de toda la extremidad inferior. Se
tendrá un especial cuidado con la insuficiencia del ti-
bial posterior, ya que provoca una sobresolicitación an-
tes de tiempo del flexor, por ser un músculo que contri-
buye al equilibrio de la pronación. Este trabajo de un
músculo fuerte fuera de tiempo no puede ser compensa-
do por los pequeños músculos intrínsecos, por lo que los
dedos se colocan en forma de garra y las articulaciones
metatarsofalángicas son sometidas a un momento rota-
cional importante que determina desplazamientos late-
rales, inestabilidad de la cápsula y subluxación de los de-
dos.
l) Maniobras especiales: cajón, bostezo, plantigrafía,
etc.
m) Examen vásculo-nervioso.
n) Marcha2,25
. Desde una visión anterior, posterior y
lateral, valorar: la desviación de las puntas hacia afuera o
adentro (rotación interna o rotación externa), el despe-
gue, el impulso, el choque del talón y la carga total.
Durante la marcha de puntas se valorará la fuerza del
tendón de Aquiles y la fuerza de los músculos inverso-
res y eversores; si hay equilibrio y si la posición es fisio-
lógica.
La marcha sobre los talones evalúa la fuerza de los
músculos dorsiflexores que deben mantener el pie ali-
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8. neado. El acortamiento del tendón de Aquiles es un sig-
no de mal pronóstico.
Observar la alineación del antepié en las diferentes fa-
ses de la marcha, teniendo el concepto de que la prona-
ción no es una posición, sino una función. Y que se pro-
duce aproximadamente 4 a 6° de pronación en el primer
25% de la fase de bipedestación. Considerándose anor-
mal la pronación superior a 6° y pasado el primer
25%26
.
No se deberá confundir la hiperpronación con el pie
plano, ya que el pie no tiene que ser plano para presen-
tar un exceso de pronación.
No sólo habrá que mirar cómo es la marcha sino tam-
bién su calidad. Ya que la descoordinación entre los mo-
vimientos de prono-supinación del pie y flexo-extensión
de la rodilla producen una serie de descompensaciones
en la biomecánica27
sobre todo en la carrera o al hacer
saltos donde se aumenta el patrón biomecánico inco-
rrecto, habiendo una exageración del gesto lesional al in-
crementar de 3 a 8 veces el peso corporal en la extremi-
dad4
.
o) Desgaste del zapato: proporciona una imagen
dinámica de la biomecánica del pie. El desgaste de la
parte superior muestra el estado del pie en la fase de bi-
pedestación. El desgaste normal de la suela a nivel del ta-
cón se encuentra en la zona postero-externa.
El desgaste del talón en el área central o interna se aso-
cia a los pronadores, desgastando también el antepié a
través de la cabeza de los metatarsianos sin desgaste de la
zona distal28
. Es generalmente una indicación de altera-
ciones biomecánicas en la extremidad inferior y de una
anormalidad rotatoria en el miembro superior1
.
5. Exámenes auxiliares complementarios: Radio-
grafías, TAC, resonancia magnética, gammagrafías y eco-
grafías, exámenes por video (artroscopias), análisis de la-
boratorio, biopsias, punciones (artrocentesis), fotografías
y videos. Además la plantoscopia y plantigrafía.
TRATAMIENTO DEL PIE PLANO
Una vez que se ha realizado la evaluación inicial se
plantean los objetivos del tratamiento y el tratamiento
específico para cada caso.
Objetivos del tratamiento
– Recuperar la armonía biomecánica del pie; evitando
deformidades óseas y distensiones o retracciones de los
tendones. Consiguiendo que la persona se mueva con
economía y que el gasto de energía durante la marcha
no sea mayor de lo normal.
– Automatizar las posturas corregidas, procesando la
información de una manera correcta en el aprendizaje
de los movimientos.
– Alineamiento corporal, corrigiendo las posibles alte-
raciones biomecánicas; cambios en la orientación ósea,
de la musculatura, tendones...etc.
– Estabilizar o restablecer la bóveda longitudinal del
pie, estacionando la progresión de la deformidad.
– Mantenimiento o recuperación de la movilidad,
elasticidad y funcionalidad del pie.
Tratamiento fisioterapéutico
– Tratamiento de cargas correctas sobre el pie.
. acti-
vando el arco medial con una posición inicial de carga
parcial. Desde dicha posición se empezará el entrena-
miento de reeducación del equilibrio en los ejes de la
pierna.
– Tratar los síntomas presentes tanto en el pie como
en el resto de la extremidad.
– Tratamiento de la musculatura: relajando y estiran-
do la musculatura acortada e hipertónica y fortalecien-
do/ tonificando la insuficiente/hipotónica.
– A nivel de la pierna, se intenta frenar el recorrido in-
terno mediante la contracción de la cadena antero-ex-
terna que ofrece una resistencia. Una manera de dismi-
nuir esta tendencia a la rotación interna es potenciar los
rotadores externos de cadera.
– Reeducación de la marcha.
Tratamiento ortopédico
En el caso de pie plano verdadero, se añadirá el trata-
miento pasivo que tendrá que ser indicado por el podó-
logo porque se trata de modificar la forma de apoyo con
dispositivos y plantillas; el objetivo es la formación de
un arco plantar lo más fisiológico posible.
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9. La confección de ortesis plantares junto con el trata-
miento fisioterapéutico es uno de los tratamientos de
elección mas habituales18-23
. Si su uso es necesario y hay
una buena aplicación, los resultados son muy eficaces,
ya que se mantiene la posición neutra de la articula-
ción, con lo que disminuye la fatiga y esto a la vez redu-
ce las perturbaciones de los movimientos en los planos
frontal y transversal, tales como: rotaciones, fuerzas de
tracción y tensión innecesarias en fascias11
. Con lo que
se incidirá ante el exceso de actividad muscular29
.
La técnica de corrección es adaptar el suelo al pie del
paciente para eliminar la necesidad de que el pie realice
movimientos anormales para llegar a él, sustituyendo
con eficacia la huella plantar y proporcionando un án-
gulo de estabilidad y alineación correcto.
Hasta el día de hoy, se han tenido buenos resultados
en modificaciones de antepié y retropié, gracias al uso de
las ortesis, pero todavía no se ha demostrado ninguna al-
teración significativa a nivel de mediopié, donde se lle-
van a cabo los movimientos de: inversión, eversión11
.
También se ha demostrado que las ortesis, reducen la
movilidad del pie, aunque no se ha comprobado que
esta disminución de la movilidad tenga efectos negativos
en la clínica y funcionalidad de la rodilla. Por lo que será
necesario una buena prescripción y justificación de su
uso20
.
Tratamiento quirúrgico
En los casos más graves se precisa la intervención qui-
rúrgica. Una de las técnicas mas usadas en el pie plano
flexible es la de Koutsogiannis modificada, en la cual se
realiza una osteotomía calcaneana con deslizamiento
medial30
.
CONCLUSIONES
Para poder llevar a cabo una correcta valoración fun-
cional, que ponga en evidencia todas las alteraciones
producidas en el cuerpo, es necesario ver la extremidad
inferior como una cadena cinética, en la que hay mo-
mentos en que mandan las estructuras osteo-articula-
res, (en apoyo-cadena cinética cerrada) que dependen
del equilibrio, resistencia, coaptación intersegmentaria y
relación entre el plano del suelo y del pie; y otros en los
que mandan las estructuras músculo-articulares (vue-
lo-cadena cinética abierta), que dependen de la orienta-
ción articular y las acciones musculares. Por lo que su al-
teración biomecánica repercute en toda la mecánica
ascendente provocando alteración en los ejes de la extre-
midad inferior.
Los pies son la base de un programa de reeducación y
de tratamiento para las patologías secundarias, cuando
el agente causal deriva de ellos, como es el caso del pie
plano, con el que habrá que tener un especial cuidado.
Se llevará a cabo un tratamiento funcional completo de-
jando obsoleta la visión aislada de la lesión.
El tratamiento fisioterapéutico variará según la fase en
la que se encuentre el paciente:
– Preventiva, cuando el individuo no es consciente de
la lesión y gracias a situaciones compensatorias dinámi-
cas de su cuerpo resuelve localmente el problema.
– De recuperación, el dolor está presente y las estruc-
turas osteo-articulares y musculares no son suficientes
para seguir manteniendo la tensión. Con lo que se fati-
gan y producen la lesión a distancia.
– Paliativa, busca disminuir al máximo la sintomato-
logía y complicaciones derivadas de la existencia de un
desajuste biomecánico en el pie.
El objetivo final del artículo y de nuestra función
como fisioterapeutas, radica en recuperar los compo-
nentes biomecánicos normales, devolviendo al paciente
su armonía. Para ello habrá que detectar la causa de la al-
teración, valorando a la persona como una unidad fun-
cional en la que los factores predisponentes tienen un
peso específico y no centrarse sólo en el estudio local de
la zona de dolor. De esta manera no se focalizarán ten-
siones en una determinada articulación por alteraciones
angulares en la extremidad, generadas por afecciones y
deformidades a distancia, y se evitarán recidivas que,
además de complicaciones “físicas”, llegan a producir un
gran “sufrimiento psíquico” en el paciente, y en ocasio-
nes, el abandono de una determinada actividad de ocio
o deportiva.
No obstante hay que tener en cuenta que no hay un
pie estándar y que si éste está biomecánicamente equili-
C. Salazar Gómez Pie plano, como origen de alteraciones biomecánicas
en cadena ascendente
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10. brado se considera normal. Cada caso particular requie-
re su propia interpretación, ya que el generalizar resulta
inexacto4
.
Es importante tener unas nociones básicas de otras
disciplinas para no caer en el intrusismo y saber cuando
se debe derivar al paciente a otros profesionales que
complementen el tratamiento de fisioterapia, (en espe-
cial los podólogos).
Finalmente hacer hincapié en que son muchas las le-
siones que todavía se tratan de una manera local y no se
diagnostica su causa primaria, reincidiendo estas lesio-
nes. Por lo que la identificación y corrección de estos
factores, es esencial para obtener resultados satisfactorios
a corto y largo plazo.
AGRADECIMIENTOS
A Nerea Cruz, fisioterapeuta en Miranda de Ebro, por
su valiosa aportación y su inestimable ayuda en la elabo-
ración de este artículo.
C. Salazar Gómez Pie plano, como origen de alteraciones biomecánicas
en cadena ascendente
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