Plan del buen vivir y las políticas alimentarias nutricionales
Boletin pvl
1. Programa del d}vaso de leche
http://web.munieltambo.gob.pe/muni.php/paginas/id/20110215_programa_del_
vaso_de_leche/
2. •Contribuir a mejorar el nivel nutricional y el nivel de vida.
•Reducir la mortalidad infantil.
•Suministrar diariamente una ración complementaria a los niños,
a las madres gestantes y lactantes.
•Fomentar la lactancia materna.
•Estimular el desarrollo de formas de organización comunal en
especial de la población femenina que permitan acciones
conducentes a elevar el nivel de vida y conciencia.
•Promoción educativa en salud y nutrición con énfasis en la
preservación de la diarrea.
•Fomento de la demanda de Servicios de salud que se prestan a la
comunidad.
•Búsqueda de alternativas de solución al problema alimentario.
•En la actualidad se ha reafirmado, el objetivo principal del Vaso
de Leche es la seguridad Alimentaria, entendida como el acceso de
todos, todo el tiempo, a suficiente alimentos para tener una vida
activa y saludable.
El programa tiene como meta elevar el
Contribuir a mejorar el nivel nivel nutricional de los beneficiarios y
nutricional y nivel de vida de la mejorar la calidad de vida de los
madre y niño, reduciendo la segmentos más pobres de la población.
mortalidad infantil, suministrando
diariamente una ración El Programa Vaso de Leche quiere
complementaria a los niños, madres lograr contrarrestar el estado de
gestantes y en periodo de lactancia desnutrición en los niños para lograr el
desarrollo físico y mental del futuro
adulto.
3. Uno de los principales problemas sociales en el Perú es la presencia de altas tasas de
desnutrición a nivel nacional. Se estima que en promedio existen en el Perú un 25% de
desnutrición crónica infantil, Además la desnutrición está acompañado de la
prevalencia de la anemia en las mujeres en edad fértil y en los niños menores de tres
años, que alcanza más del 33.4% en los departamentos como: Puno, Pasco,
Huancavelica, Ayacucho, Junín, Cusco, Madre de Dios, Moquegua, Apurímac, Huánuco e
Ica1. Estas cifras son más alarmantes cuando observamos la situación de desnutrición
en el sector rural. En efecto según información de “Encuesta Demográfica y de Salud
Familiar” se estima en 40.2% la tasa de desnutrición a nivel rural de niños menores de
5años
El Programa Vaso de Leche tiene por objetivo reducir los niveles de desnutrición infantil en
los grupos más vulnerables, incluyendo entre sus beneficiarios a niños de hasta 13 años,
adultos mayores de 65 años y enfermos de tuberculosis. Este programa se basa en
transferencias monetarias del MEF a los gobiernos locales para cubrir la compra de insumos
(leche y cereal principalmente) y los costos de transporte y almacenamiento.
La Ley 27470 de 2001 establece que el MEF debe distribuir el Vaso de Leche teniendo en
cuenta criterios demográficos y de pobreza. Esta información es proporcionada por el INEI,
con frecuencia trimestral sólo a nivel departamental. Los índices provinciales y distritales sólo
podrían construirse a partir de la información censal, la cual proporciona información
demográfica. Como mencionó, hasta antes de la elaboración del Mapa Distrital de 2007 se
usaba información distrital de 2001.
La asignación de recursos a este programa en 2007 fue de S/. 363 millones, presupuesto que
se mantiene a la fecha. Amazonas, Loreto, Moquegua, Ancash, Apurímac y Junín muestran una
asignación acorde con el tamaño de su población por debajo de la línea de pobreza. Por otro
lado, Ica, Arequipa y Madre Dios reciben una proporción de los recursos del Vaso de Leche
superior a la que deberían recibir. Por último, Cajamarca, Puno, Piura, Cusco y La Libertad
reciben una asignación menor a la que deberían recibir. Las discrepancias entre la
asignación actual y potencial, también están presentes a nivel provincial y distrital.
Podemos tomar como ejemplo los departamentos de Junín y Puno. El primero se
caracteriza por una distribución actual de recursos muy similar a la que obtendría si
se tiene en cuenta el tamaño de su población pobre, aunque la distribución provincial
y distrital no sigue el mismo criterio
4. Por otro lado, Puno recibe recursos por debajo de lo que debería recibir, pero son
asignados más eficientemente a nivel distrital. En el caso de Junín, si bien sus
desviaciones en promedio son pequeñas (de los 123 distritos, 81 muestran desviaciones
por debajo de S/. 25 mil), también existen distritos como El Tambo y Huancayo con
déficit de recursos; y otros como Santa Bárbara de Carhuacayán y Acobamba con
superávit; lo cual resulta en un índice de ineficiencia para Junín de 7,3. En el caso de
Puno, la equidad en la distribución a nivel distrital es mejor que en Junín.
Específicamente, Puno tiene un índice de ineficiencia de 4,9. Así, de los 109 distritos,
104 muestran desvíos de su asignación potencial menores a S/. 25 mil. Las críticas al
Vaso de Leche han estado orientadas a su focalización poco eficaz, principalmente en
Lima Metropolitana, donde 66,9 por ciento de sus beneficiarios no cumple con los
requisitos del programa o se encuentra por encima de la línea de pobreza, cubriendo
sólo 31,9 de sus beneficiarios potenciales.
5. Los recursos transferidos por el Ministerio de Economía y Finanzas al Programa del
Vaso de Leche deben de utilizarse únicamente en la adquisición de los alimentos que
constituyen la ración alimenticia diaria (leche y/o alimentos equivalentes); sólo si existe
disponibilidad de recursos se puede cubrir el valor del azúcar. Asimismo, los recursos
propios de las municipalidades, donaciones e intereses generados por depósitos de
recursos provenientes del PVL, pueden ser utilizados para cubrir los gastos operativos
del Programa, sin embargo desde años atrás y hasta la actualidad se viene arrastrando
las irregularidades que se viene dando en el presupuesto de los recursos, en muchas
municipalidades el presupuesto que es asignado para los recursos del programa de
alimentación son designados para beneficios personales, es decir adquieren menos
alimentos al que los debería de corresponder a cada beneficiario invirtiendo la
diferencia en otro lucros. Afectando así a su alimentación de los beneficiarios
reduciendo la porción alimentaria.
Los beneficiarios del Programa del Vaso de Leche son los
niños de 0 a 6 años, las madres gestantes y en período de
lactancia, priorizando entre ellos la atención a quienes
presenten un estado de desnutrición o se encuentren
afectados por tuberculosis. Asimismo, en la medida en
que se cumpla con la atención a la población antes
mencionada, se mantendrá la atención a los niños de 7 a
13 años, ancianos y afectados por tuberculosis.. Sin
embargo a la actualidad no están siendo atendidos con
este programa aquellas personas quienes se mencionan
más aun en las zonas rurales ya que son estos los más
necesitados. La focalización del estado a través de sus
municipalidades no ha sido lo adecuado, suficiente o lo
eficaz para el funcionamiento. Ya que en su gran mayoría
quienes son beneficiados con este programa son aquellas
personas pudiente, de buenos recursos económicos,
quitando la oportunidad a aquellas personas quienes no
la tienen siendo los más propensos a la desnutrición y la
tuberculosis.
6. Es así que al no lograrse buenos resultados en la
política de lucha contra la pobreza a pesar que hay
un aumento en el gasto social por concepto de
programas alimentarios, y que mantienen niveles
de pobreza por encima del 50%, el Estado ha
emprendido la transferencia de los programas
sociales, dando prioridad a los programas de
complementación alimentaria hacia los gobiernos
locales para que sean ellos los que administren los
recursos. Se menciona que el proceso de
descentralización de los programas de
alimentación iniciado en el 2003, esta
avanzando más lentamente de lo planeado, pero
que ha traído consigo importantes cambios en
la gestión de los programas sociales, otorgándole
un rol preponderante a los Gobiernos Locales.
El gasto social se ha incrementado en los últimos
años, sin embargo sigue concentrado en Lima y
Callao. Se tiene que en el programa de vaso de leche
el monto per cápita transferido por niño entre seis
meses y seis años, muestra marcadas diferencias
entre Lima Metropolitana (S/ 10) y el ámbito rural
(S/ 7,4). Además que una parte de la población
que está dentro de la categoría de no pobres se
benefician de los programas de asistencia
alimentaria.
En el departamento de Ucayali, 7 de cada 10 niños
son pobres. Pese a ello, reciben 29% menos de
recursos que un niño de Lima o Callao. Esta
inadecuada asignación de recursos públicos
determina una pérdida de 314 millones de soles
7. Como se ha señalado anteriormente un porcentaje
importante del gasto social en asistencia alimentaria
se desvía beneficiando a personas que no son
pobres y que cuentan con recursos para proveerse
de alimentos
En muchos estudios que se han hecho sobre el
comportamiento de los programas de alimentación
del Estado se han encontrado altos porcentajes de
filtraciones y mayormente en los programas que
maneja el PRONAA.
Con datos de ENAHO (encuesta nacional de hogares)
se encontró tasas de filtración hasta cerca del 50%
en programas de alimentación y desayuno escolar1.
Existen problemas de identificación de beneficiarios
potenciales en extrema pobreza que se mezclan con
otros problemas de favoritismo dentro del manejo
de los programas sociales
Los fracasos en disminuir los
índices de desnutrición en
nuestro país como son los
objetivos trazados por los
programas de alimentación se
reflejan en la gran parte de la
población que aún vive en
extrema pobreza y que no les
llega los beneficios de ayuda
alimentaria.
En la mayor parte de los
programas alimentarios la
subcobertura sobrepasa el
80%, lo cual indica que existe
un gran porcentaje de la
población potencial que
Está siendo desatendida.
8. Es de mucha énfasis realizar el monitoreo y la
evaluación del programa del vaso de leche por
parte del estado ya en se han dado muchos
casos donde las condiciones de distribución
de los productos son en malas o inadecuadas
condiciones. Quienes más afectados se ven
frente a estas situaciones son los niños, así
como ocurrió el 7 de noviembre en que 890
escolares de siete poblaciones anexas de la
ciudad de Huancayo se intoxicaron con leche
del PRONAA y que fueron producidos por la
empresa Productos El Tambo SRL.
En la Ley no se tiene un objetivo nutricional determinado, sólo menciona el aporte de
una ración alimentaría de 250cc de Leche y/o Alimento Equivalente. A pesar que el
Instituto Nacional de Salud determinó los Valores Mínimos Nutricionales de la Ración
del Programa del Vaso de Leche, en la realidad esto no se cumple ya que tanto las
entidades (Municipios) como los beneficiarios desconocen los alimentos o mezclas
que les permitan cumplir con este requisito y éste es un motivo de constantes
consultas a la Contraloría.
Es por ello que la participación del Representante del Ministerio de Salud dentro del
Comité de Administración del Programa del Vaso de Leche es sumamente importante.
Este profesional debe ser un Nutricionista o un especialista en Nutrición, ya que sería
el encargado de asesorar en la parte técnica cuando se va adquirir un producto,
considerando que dicho producto debe adecuarse a las características nutricionales y
de calidad requeridas para el programa, según el presupuesto con que cuenta la
entidad y el número de beneficiarios, proponiendo alternativas que garanticen un
producto de calidad, que cumpla con las normas y que cubra a todos los beneficiarios
los 7 días de la semana.
9. Las razones que pueden estar detrás de este efecto son tanto metodológicas como
conceptuales. En primer lugar, es posible que el efecto esté distorsionado porque no se
consiguió efectivamente equilibrar tanto el sesgo en observables como el sesgo de
selección, entre el grupo de beneficiarios y el de comparación.
Sin embargo, los resultados son robustos a cambios en la metodología.
Lo más preocupante es que estos resultados parecen indicar que el Programa Vaso de
Leche no se constituye como una verdadera estrategia de apoyo nutricional, por su bajo
contenido energético y proteico. Según cifras de la Secretaría Técnica de Política
Alimentaria, para el año 1999, este programa fuel el que presentó menor contenido
nutricional por ración, tanto en el nivel de energía requerida (15%) como de necesidades
proteicas (15%). Esto se compara con programas como el wawa wasi, el cual aporta
alrededor del 70% de los requerimientos energéticos de los niños y más del 100% de las
proteínas que necesitan.
Por otro lado, cabe destacar que la cantidad de ración aportada por el Programa Vaso de
Leche (170 kilocalorías), para cada niño, no es suficiente para lograr cambios en el estado
nutricional, sin contar con la insuficiente calidad higiénica y nutricional de los sustitutos
de la leche. En este sentido, el estudio del Instituto Cuánto estableció que este programa
no es una opción de elección para enfrentar los problemas nutricionales de la población
objetivo priorizada, debido a la calidad nutricional de las raciones ofrecidas en él, ya que
no guardan relación con los objetivos que persigue. Si bien esta conclusión se extrajo de
un estudio cualitativo, el presente estudio la reafirma a través de una evaluación
cuantitativa del impacto nutricional.
De todo esto, se podría concluir que el Programa Vaso de Leche, a pesar de su alta
cobertura, no estaría teniendo ninguna eficacia en los niños menores de 5 años. En ese
sentido, este programa se constituiría como una simple transferencia de ingresos en
forma de alimentos, mas no como un apoyo para mejorar el nivel nutricional de la
población infantil
10. un cuando existe un conocimiento y cumplimiento parcial por parte de las
coordinadoras del PVL y los responsables del municipio del programa respecto a los
criterios generales que definen los grupos de beneficiarios, aun existe una precariedad en
la focalización de las personas realmente necesitadas, lo cual directa o indirectamente
estaría influyendo en la selección arbitraría y poco técnica de los beneficiarios.
Si bien es cierto la ración que actualmente ofrece el PVL no cumple con los
requerimientos nutricionales, las madres de familia representadas en las coordinadoras y
algunas beneficiarias del PVL rechazan de pleno aceptar cualquier otro producto que no
sea la leche, ello debido particularmente debido a creencias culturalmente arraigadas
respecto al valor nutricional de la leche y también en algunos casos por tradición o
costumbre a los orígenes del PVL.
Existe incredulidad de diversas posiciones que los productores locales puedan
convertirse en abastecedores del PVL generando de esta manera más oportunidades
laborales e ingresos para las personas de la zona. Esta incredulidad obedece a varías
razones que tendrían sus orígenes en la normatividad del estado, los intereses de grandes
empresas y políticos y las carencias de recursos y potencialidades de los propios
productores de la zona.
Al margen de que las personas organizadas en función al PVL desarrollen competencias
para alcanzar logros a nivel de objetivos nutricionales y de salud, el programa
indirectamente ha fortalecido las capacidades locales de la población forjando el
desarrollo o fortalecimiento de un capital social que tendría que ser aprovechado a favor
de los objetivos iniciales del programa.