SlideShare ist ein Scribd-Unternehmen logo
1 von 44
Downloaden Sie, um offline zu lesen
MIGRACIÓN, SOCIEDAD Y CULTURA: LA PERSPECTIVA
                                   ANTROPOLÓGICA1
                                 Carlos Giménez Romero
        Profesor Titular de Antropología social Universidad Autónoma de Madrid


    DE LA ANTROPOLOGÍA GENERAL A LA ANTROPOLOGÍA DE LAS
                                        MIGRACIONES2

        Al enfocar las realidades de la migración con lente antropológica un punto de
partida puede ser considerar, aunque sólo sea de forma sumaria, cómo se entiende la
naturaleza de la antropología y deducir de ello las implicaciones oportunas para el
enfoque de un campo particular como es el de la movilidad humana por razones de
trabajo, reagrupación familiar y búsqueda de mejores oportunidades de vida.
        Como tradición cultural, la antropología remite a las reflexiones a lo largo de la
historia desde cada pueblo sobre los otros. Cada cual ha pensado sobre los diferentes y
frecuentemente lo ha hecho con sensibilidad, inteligencia y sistema. Esa sorpresa,
curiosidad e interés sobre el Otro fructificó en observaciones y anotaciones reflejadas
en crónicas, diarios de viajes, tratados de misioneros, informes de funcionarios, cartas
documentadas de espías, anotaciones de naturalistas, etcétera. En esa rica, variopinta
y larga tradición hay de todo, desde actitudes de rechazo, prejuicio y condena, hasta
actitudes de respeto, tolerancia e intentos de comprensión de las otras culturas desde
las coordenadas propias y ajenas.
        El emigrante es un otro por definición, un transterrado que deja su tierra y llega
a otra cuyos pobladores consideran propia. El foráneo viene de otro lugar, un mundo
que es desconocido por quien le recibe. El transterrado lleva y trae consigo otra forma
de ser, pensar, sentir y hablar. En el caso de las migraciones internacionales a la
distintividad cultural de los emigrantes viene a añadirse una distintividad jurídica como
no nacionales, amén de otras particularidades. Simmel se refirió al extranjero como

1
  Nota previa: se indica en cursiva y con asterisco los términos que aparecen definidos en el glosario que
se incluye al final del texto.
2
  Tomado de: Lison Tolosana, Carmelo, “Introducción a la antropología social y cultural – teoría, método
y práctica”, capítulo VII, págs., 153-190, ediciones Akal, Madrid, España, 2007.
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   2



categoría social y Park creó la categoría de hombre marginal. Los estudios migratorios
han tenido y tendrán relevancia particular desde este primer ángulo de la reflexión y
actitud hacia el Otro y lo Otro. Antes de entrar en la consideración propiamente
científica de la cuestión migratoria, es conveniente que los antropólogos tengamos
presente que somos parte de esa tradición alimentada por la actitud de comprensión.
        Desde mediados del siglo XIX la antropología se ha ubicado en el conjunto de
las ciencias humanas o sociales. Aquí la sugerencia es inferir los significados para la
antropología de las migraciones de tres definiciones clásicas, usuales y sencillas: la
antropología como ciencia de la evolución, como ciencia de la cultura y como ciencia
de la unidad y la diversidad.


    a) En los tiempos que corren vuelve a estar en discusión la bondad o no de la
        perspectiva evolutiva en las ciencias sociales. Sin entrar ahora en ese debate, sí
        es posible indicar algunos puntos de interés desde la perspectiva histórica para
        la antropología de las migraciones.             Un componente imprescindible de la
        perspectiva antropológica de las migraciones es la historicidad y el papel de las
        migraciones en la evolución humana. Las migraciones son tan viejas como la
        humanidad y son expresión de la tendencia a la expansión de la especie a los
        más diversos ecosistemas. Los traslados en el espacio son manifestación de la
        plasticidad humana y una fábrica donde se ha desarrollado la adaptabilidad de
        la especie.3
    b) Si la antropología es la ciencia de la cultura, en la antropología de las
        migraciones la dimensión cultural está presente por todas partes. La migración
        es un proceso sociocultural y una experiencia de movilidad en el espacio, en el
        espacio físico, geopolítico y sociocultural. En cada experiencia migratoria
        adquieren protagonismo al menos dos ámbitos: emigrantes y autóctonos. Los
        emigrantes poseen un bagaje cultural e identitario que está presente a lo largo
        de su experiencia migratoria, desde la decisión y forma de migrar, hasta la

3
 Como ya he manifestado en otro lugar <<… somos la única especie extendida por todo el globo y ello
ha significado movilidad, migración. La propia naturaleza de algunos pueblos nómadas (gitanos de
Europa, tuaregs del Sahel africano, los yoruk entre Turquía y Siria, mongoles de la estepa asiática).
Otros pueblos en diáspora, cuya historia errante les ha elevado a establecerse en muy diversos lugares y
cuya identidad, cultura y actividades les mantienen conectados (judíos sefardíes y asquenazíes, chinos
de ultramar, etc.)>>. C. Giménez, Qué es la inmigración, Barcelona, RBA, 2003, p. 22.
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   3



       manera de relacionarse en el nuevo contexto de recepción. En el otro polo, la
       sociedad de recepción se encuadra en otro mundo histórico y cultural, a la cual
       los emigrantes deberán adaptarse y desde el cual se percibe la inmigración de
       una determinada manera. El mantenimiento y recreación de la(s) cultura(s) de
       origen, la adaptación a la(s) cultura(s) receptora(s) y la emergencia de nuevas
       síntesis culturales han venido siendo tres asuntos claves en la antropología de
       las migraciones.
   c) Si la antropología es la ciencia de la unidad y diversidad de lo humano, la
       antropología de las migraciones habrá de estar orientada también por la
       exploración de qué y cuánto hay de común y convergente en las experiencias,
       procesos y situaciones migratorias, y qué y cuánto hay de particular y singular
       en ellas. El antropólogo deberá abrir su sensibilidad a captar las posibles
       regularidades existentes en este campo de la realidad humana. En estos veinte
       años que vengo dedicándome a esta temática me causa fuerte impresión leer
       en las monografías y comprobar en mis propios estudios la repetición, hasta
       cierto grado, de procesos como la distribución concentrada de los emigrantes,
       la ubicación recurrente de amplios sectores de los inmigrantes en los
       segmentos secundarios del mercado de trabajo, la formación repetida de
       barrios, enclaves, comunidades y guetos de inmigración, la conformación una y
       otra vez de situaciones de marginación.


   Con esta última reflexión, hilamos bien con el plano profesional de la antropología
mencionado al principio. En el ámbito de las migraciones, la antropología encuentra un
campo de grandes posibilidades de trabajo profesional y aplicado. Desde el
conocimiento y la formación, los antropólogos vienen asesorando a instituciones y
organizaciones en cómo abordar la gestión de las nuevas relaciones interétnicas
establecidas en los colegios, centros de salud, servicios sociales y otras muchas
instancias de la sociedad.


         Noventa años de estudio antropológico de las migraciones
       Desde las monografías de la Escuela de Chicago hasta las elaboraciones sobre
transnacionalismo e inmigración ha llovido bastante en materia de antropología y
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   4



etnografía del hecho migratorio. Ha habido cambios temáticos, teóricos y
metodológicos. Temáticamente, el predominio de los estudios de la migración del
campo a la ciudad ha dado paso al énfasis en el estudio de la migración internacional.
El enfoque teórico ha ido variando desde las perspectivas funcionalistas y la
denominada teoría de la modernización hacia los enfoques de las teorías de la
dependencia, del sistema mundial y de la articulación, llegándose en la última década
al predominio de la teoría del transnacionalismo. Metodológicamente, los estudios de
comunidad y el énfasis en individuos y grupos domésticos como principales unidades
de análisis, se ha ido trocando en estudios bipolares en origen y destino, en etnografía
multisituada allí donde la migración ocurre, y en la combinación de dimensiones
macroestructurales y microestructurales.
           Tras la primera guerra mundial se produjo un crecimiento vertiginoso de un
amplio conjunto de ciudades de Estados Unidos, proceso de crecimiento demográfico
y social que intensificaba el proceso de urbanización lo que venía sucediendo desde
mediados del siglo XIX. En un contexto de intensa industrialización, algunas de esas
ciudades recibían miles y miles de personas cada año, afroamericanos y wasp pobres
procedentes del sur, pero sobre todo gentes que llegaban de Europa (irlandeses,
polacos, italianos, etcétera) y de otros continentes. Tal como había ocurrido en el
tránsito del siglo XIX al XX, los emigrantes continuaban siendo uno de los protagonistas
estelares no sólo del cambio urbano y del desarrollo económico sino de la formación
de la nación.
           Una de esas ciudades en rápida trasformación fue Chicago en la que se
constituyó un equipo de científicos sociales cuyos trabajos fueron una aportación clave
al desarrollo de disciplinas como la sociología y la antropología. Influidos por maestros
como Boas, Redfield, Lowie y otros antropólogos culturales, los investigadores de la
Universidad de Chicago -con Robert E. Park (1864-1944) y Ernest W. Burgess (1886-
1966) a la cabeza, y con figuras académicas tan relevantes como W. I. Thomas, W
Zorbaugh, L. Wirth y otros- fueron a indagar sobre el terreno y escribieron un conjunto
de manuales, ensayos y monografías relevantes.4 Hay que destacar la pionera y
monumental obra de Thomas y Znaniecki The Polish Peasant in Europe and America,
publicada entre 1918 y 1920, subtitulada significativamente «monografía de un grupo
4
    Race and cultura es una recopilación de artículos de R. Park (Glencoe, Illinois, Free Press, 1950.
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   5



inmigrante», desde entonces referencia clásica de los estudios migratorios.5
        El contexto social de toda aquella producción intelectual y universitaria fue el
cambio urbano a partir de la inmigración. Además de teorizaciones sobre la naturaleza
de lo urbano,6 sobre la distribución espacial de los nuevos pobladores, o sobre los
procesos de sucesión poblacional, se elaboró una magnífica colección de monografías
de considerable valor etnográfico. Anderson (1923) trabajó sobre los vagabundos o
homeless, habiendo llevado él mismo vida de vagabundo;7 Zorbaugh (1926 y 1929) se
ocupó de los suburbios marginales, las casas humildes de madera o dwellers, y la
«costa fría» o zonas de casuchas denominadas slum8; Trasher (1927) se dedicó a
censar y describir los cientos de pandillas que proliferaban en la ciudad9; Wirth (1928)
hizo un estudio monográfico sobre el gueto judío de la ciudad10; Cressey (1932) logró
acceso al mundo de las chicas de los bares de alterne11; Whyte (1943) describió con
primor «la sociedad de la esquina» en el barrio ítalo-americano conocido como Little
Italy, abordando pandillas, liderazgos y redes informales12.
        Temática central fue la de los cambios culturales que se producen en el
inmigrante y en la ciudad. Para interpretarlos, Park propuso su teoría del «ciclo de las
relaciones raciales», estructurada a partir de la secuencia de pasos que creyeron
observar en los barrios de Chicago: contacto - competición - acomodación -
asimilación. La asimilación era concebida como inevitable, como el desenlace
asegurado al que estaba conduciendo la aculturación y transformación de los recién
llegados. Otra característica de aquel conjunto de trabajos es su interés en las
problemáticas sociales, en las situaciones de dificultades de la vida social que estaban
afectando a esas personas y barrios y que constituían retos para las administraciones
públicas y para la sociedad en su conjunto. El lector de hoy encontrará en aquellos
textos descripciones, reflexiones y propuestas aplicadas sobre asuntos como pobreza,
5
  W. I. Thomas y F. Znaniecki, The Polish Peasant in Europe and America, Nueva York, Dover Publications,
1958.
6
  Desde el libro de Park y Burgess The City (1925) hasta la interpretación del modo de vida urbano por
Wirth a partir de la influencia directa de tres factores: tamaño, densidad y heterogeneidad (<<Urbanism
as a Wayof Life>>, American Journal of Sociology 44).
7
  N. Anderson, The Hobo, Chicago, University of Chicago Press, 1961.
8
  H. Zorbaugh, The Gold Coast and the Slum, Chicago, University of Chicago Press, 1929.
9
  F.M. Thrasher, The Gang, Chicago, University of Chicago Press, 1963.
10
   L.Wirth, The Ghetto, Chicago, UJniversity of Chicago Press, 1956.
11
   P. Cressey, The Taxi – Dance Hall, New Jersey, Patterson Smith, Montclair, 1969.
12
    W.F. Whyte, Street Corner Society. The Social Structure of a Italian Slum, Chicago, University of
Chicago Press, 1956 (ed. cast: La sociedad de las esquinas, México, Diana, 1971).
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   6



infravivienda, hacinamiento, alcoholismo, violencia, desarraigo, marginación, guetos y
conflicto interracial o interétnico, asuntos que siguen preocupando ochenta años más
tarde.
         Park, Burgess, Thomas y los demás se interesaron vivamente por la
proliferación de tipos y mundos sociales que se observaban en la ciudad, así como en
los perfiles tan peculiares de las distintas zonas y barrios. Seleccionaré dos
monografías significativas de cómo se abordó esa diversidad. En su estudio de las
personas sin hogar en el Chicago de los años veinte, Anderson estimó entre 300.000 y
500.000 la oscilación del flujo anual de personas que pasaban por Chicago; en un
momento dado del año habría en la ciudad entre 30.000 y 75.000 personas sin hogar
fijo. Apenas había mujeres, la mayoría eran no casados, algunos se habían separado de
sus familias. Se pasaban la mayor parte del día deambulando por las calles; iban con
frecuencia a la Plaza Washington o a la Bughouse Square (plaza del manicomio).
Anderson describe con primor su jerga para denominar los tipos y las situaciones
sociales pues bien, ser o no emigrante es crucial en la identificación y distinción que
hace el autor de hasta cinco tipos sociales entre los homeless. Estos subtipos son el
trabajador de temporada (con un ciclo regular anual); el hobo (emigrante también
pero sin itinerario regular); el tramp (vagabundo; eran emigrantes pero no
trabajadores, viviendo de la mendicidad); la home guard (o guarnición local, que sí
trabajaban pero que no eran emigrantes); y el bum (o vago y holgazán, que no
trabajaba y que tampoco migraba). Como puede verse tres de las categorías
corresponden a emigrantes.
         Los sin techo, y dentro de ellos los hobos, no formaban un barrio específico
pero sí constituían un tipo social, con varios subtipos, que otorgaban una cualidad
especial a los espacios donde estaban presentes. La variedad de barrios es más
observable en The Gold Coast and the Slum, publicada por Zorbaugh y dedicada al área
conocida como Lower North Side. Este autor distinguió y describió seis subáreas
dentro de ese territorio urbano: a) la Costa de Oro donde vivía la gente acomodada, b)
la zona de pensiones o «mundo de habitaciones amuebladas», que había sido zona de
residencias de moda y en la que vivían buena parte de las mujeres que trabajaban en
el servicio doméstico de las casas y mansiones de la Costa de Oro; c) el barrio bohemio,
conocido como Towertown, poblado por artistas e intelectuales; d) el área de
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   7



diversión, donde se aglomeraban salas de billar, restaurantes, casas de empeño de
objetos, salones de baile y cabaret; e) el barrio bajo, con sus alquileres baratos y
poblado por gran variedad de personas; y f) Little Italy o Pequeña Sicilia, encuadrada
en el barrio bajo pero que recibió tratamiento específico por su considerable extensión
y por concentrar a los inmigrantes italianos, más particularmente a los sicilianos. La
delimitación de zonas en la percepción de las gentes y en la distinción del investigador
no es una clasificación a partir de criterios aplicables a todo el Lower North Side, sino
que prima en unas u otras el carácter de clase o posición económica, el tipo de
actividad, la procedencia de origen o el carácter étnico.
       Una de las aportaciones capitales de la Escuela de Chicago es la utilización y
práctica de la etnografía, del trabajo sobre el terreno. Ir a los barrios bajos de la
ciudad, al gueto, al slum, observar su realidad, convivir con sus gentes, entrevistar,
elaborar historias personales (como, por ejemplo, la de Doc, realizada por Whyte),
frecuentar una y otra vez un bar como hizo Cressey en «The Taxi Dance May» hasta
llegar a describir subculturas, seguir la peripecias de las pandillas y los clubes, y en
definitiva hacer trabajo de campo y etnografía, están a la base de la rica herencia que
legaron. Así incluyó Park la observación participante en el programa de investigación
de largo alcance que propuso en 1925: «Los mismos métodos pacientes de
observación que antropólogos como Boas y Lowie han desarrollado para el estudio de
la vida y manera de los indios de Norteamérica deben ser más fructíferamente
empleados en la investigación de las costumbres, creencias, prácticas sociales y
concepciones generales de la vida prevalecientes en Little Italy, en el North Side de
Chicago, o en el estudio de las formas más complejas de los habitantes de Greenwich
Village y el barrio de Washington Square, en Nueva York».
       De igual relieve intelectual que la producción de Chicago, fue el vasto conjunto
de obras -ahora ya decididamente antropológicas- producidas por antropólogos
europeos africanistas, sobresaliendo lo aportado por la denominada Escuela de
Manchester en sus trabajos sobre migración y urbanización en África subsahariana. De
la nación estadounidense que había derrotado a los indios, distribuyéndolos en
reservas, y cuyo escenario de estudios son nuevas ciudades abarrotadas de
inmigrantes nacionales y extranjeros, pasamos ahora a un escenario de colonialismo
externo. Gran Bretaña desplegó desde finales del XIX hasta la época de la
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   8



descolonización numerosos centros de investigación en el contexto del dominio y la
administración colonial. Dos centros especialmente relevantes en el desarrollo de los
estudios sobre migración y urbanización fueron el Instituto Rhodes-Livingstone de
Lusaka (Zambia) creado en 1938 y el Instituto de Investigaciones Sociales de África
Oriental de Kampala (Uganda) fundado en 1950.
        Tras la Segunda Guerra Mundial, varias ciudades africanas crecieron de forma
espectacular, especialmente las ubicadas en el Cinturón del Cobre del territorio
colonial entonces denominado Rhodesia del Norte, hoy Zambia. El crecimiento se
venía dando desde la década de los treinta y se aceleró en los cuarenta y cincuenta.
También aquí ese crecimiento tenía la inmigración como factor principal, ya fuera
migración rural-urbana o desde las zonas rurales a los centros mineros, casi siempre
interna y a veces internacional. Emergieron los asentamientos en los suburbios de la
periferia y con ellos las infraviviendas, los niños en la calle, desnutridos y mal vestidos;
la carencia absoluta de infraestructuras; suciedad, ausencia de inversión y políticas
públicas; insalubridad, inseguridad (shantytowns o ciudades fantasma); escenarios de
inmigración repetidos una y otra vez en diferentes épocas y lugares.
        De nuevo la ida temporal, permanente o alternante a la ciudad, las duras
condiciones de vida y trabajo, la incorporación al trabajo industrial, la adopción de
estilos urbanos de vida, la adaptación en definitiva a la vida urbana por parte de
campesinos pertenecientes a distintas tribus. Todo ello atrajo el interés científico de
los miembros de los institutos de Lusaka, Kampala y otras entidades, quienes quisieron
estudiar esos flujos migratorios. Estas experiencias iban a dar lugar a obras
importantes dentro de la antropología social británica, con especial aportación por
parte de Max Gluckmann, Little, Mittchel, Epstein y otros13. De aquellas décadas de
estudios proceden textos de relevante influencia en la historia general de la
antropología y fundacionales de la antropología urbana.
        Resaltaré sólo dos aspectos cruciales de aquella producción antropológica: la
cuestión central del debate sobre la «destribalización» o «retribalización» de los
emigrantes y las innovaciones teórico-metodológicas relativas al análisis situacional y
las redes sociales, con precedentes claros de la concepción de campo migratorio y de

13
  M. Gluckman, <<Anthropological Problems Arising from the African Industrial Revolution>>, en A.
Southall (comp.), Social Change in Modern Africa, Oxford, Oxford University Press, 1961.
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   9



la etnografía bipolar y multisituada.
       Si la tesis de la asimilación de los emigrantes no fue discutida en el seno de la
Escuela de Chicago no ocurrió lo mismo con la validez o no de la tesis de la
destribalización de los emigrantes, asunto que fue objeto de reflexiones dispares en la
Escuela de Manchester desde la óptica de si ése era o no el proceso de cambio cultural
que estaba ocurriendo. La tesis de la destribalización apareció expuesta por primera
vez en una monografía de Wilson (1941-1942), primer director del Rhodes-Livingstone
Institute, tras su trabajo de campo en Broken Hill, población emergente de 17.000
habitantes. En diciembre de 1945 Max Gluckmann, que le había sucedido en la
dirección, publicó un completo y extremadamente sugerente plan de investigación del
instituto para un periodo de siete años, en el cual lanzaba el siguiente reto: «...los
conceptos de destribalización y urbanización necesitan más refinamiento si queremos
comprender el proceso en marcha»14.
       Su razonamiento era el siguiente: «En un determinado sentido todo africano es
destribalizado tan pronto como deja su área tribal, incluso cuando continúa actuando
bajo las influencias tribales: vive en diferentes tipos de grupos, gana su subsistencia de
una manera diferente, está bajo diferentes autoridades. ¿La influencia de la cultura
tribal disminuye progresivamente mientras más tiempo está un hombre fuera de su
tribu? Tengo evidencia sobre los zulúes que muestran que ésta no es ciertamente una
correlación directa. Debernos estudiar una serie de correlaciones de este tipo, entre
periodos de residencia en la ciudad: lazos familiares, cultura tribal, lealtad política a la
tribu, etcétera». En un claro precedente de la etnografía multisituada o bipolar,
Gluckmann anima al equipo de investigadores del Instituto con la siguiente reflexión:
«Mediante la combinación de investigación planificada urbana y rural, debería ser
posible para nuestro equipo hacer esto desde los dos polos de la migración de los
hombres de las área rurales a la ciudades».
       Fijémonos en el tipo de asuntos que el antropólogo señala respecto al cambio
cultural del emigrante: su inserción cotidiana en diferentes agrupamientos sociales, el
logro de su salario en otro contexto económico, y el estar sujeto a sistemas de poder y
autoridad diferenciados. Sin ser un listado exhaustivo (no lo pretende en cualquier

14
   M. Gluckman, <<The seven years research plan of the Thodes-Livingstone Institute>>, Rhodes-
Livingstone Journal 4 (1945), pp. 1-32.
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   10



caso) sigue siendo inspirador para la indagación etnográfica actual observar y analizar
cuánto hay de novedoso para el emigrante internacional, respecto a las situaciones de
origen, en las esferas sociales, económicas y políticas de la situación de recepción. De
las sugerencias de Gluckmann destaca su pregunta acerca de si la influencia de la
identidad y cultura propias es inversamente proporcional al tiempo de separación de la
tribu. Volvemos con esto al planteamiento de Park con respecto a la asimilación,
puesto que si la respuesta al interrogante de Gluckmann es positiva el destino final de
esos tongas, zulúes, etcétera, emigrados también era asimilarse a la cultura urbana, a
esa cultura no tribal. Finalmente, enfaticemos la apuesta metodológica de Gluckmann
sobre la necesidad y posibilidad de estudiar los dos polos del proceso migratorio si uno
quiere comprender realmente las cuestiones planteadas.
       Latinoamérica constituyó otro de los escenarios principales de los estudios
antropológicos sobre las migraciones de campesinos a las ciudades. Trabajo pionero
fue el de Robert Redfield, de la Universidad de Chicago y yerno de Park, quien propuso
su esquema interpretativo del «continuum folk-urbano» en su libro The Folk Culture of
Yucatán (1941). Otro trabajo precursor fue el de Oscar Lewis, quien después de visitar
la localidad de Tepoztlán, la comunidad campesina estudiada por Redfield y de
presentar una imagen alternativa, siguió a los campesinos de Morelos en su
emigración a la capital federal, línea de investigación que fructificó en una serie de
libros sobre familias y pobladores urbanos bajo la conceptualización de la «cultura de
la pobreza». En esa línea de trabajo se elaboraron decenas de monografías
etnográficas sobre emigración rural-urbana estudiando los denominados procesos de
urbanización, la adaptación de los campesinos a la ciudad, la vinculación con los
lugares de origen, la configuración de núcleos de marginalidad.
       La Europa de los años cincuenta y sesenta -Irlanda, Grecia, Italia o España- fue
el otro escenario de los estudios de migración rural/urbana. De los centenares de
monografías antropológicas que se elaboraron en y sobre pueblos y comunidades de
esos países europeos, un nutrido grupo de ellas tuvo la migración rural como cuestión
central, como un elemento clave del cambio social y la modernización. En el caso de
España fueron numerosas las monografías sobre migración redactadas tanto por
antropólogos extranjeros corno nacionales (Brandes, Buechler, Martín, etcétera). Está
por hacer una labor de relectura de aquellos textos y reflexionar sobre ellos a la luz de
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   11



la nueva fase del ciclo migratorio que ahora le toca a España. Toda aquella literatura
que etnografiaba la migración en un mundo en desarrollo, desde el éxodo rural a la
ciudad hasta la emigración internacional, y que daba cuenta de los cambios en las
«ciudades de campesinos» (Roberts) dio lugar a varias compilaciones entre las que
destacaré la de Mangin en 1970 Peasants in Cities, o los dos volúmenes editados por
Safa Du Toit y Safa, sobre Migration and Development y Migration and Urbanization
(1975).
          Una vez que el éxodo rural se había comenzado a estudiar con profusión, y en
el contexto de los cambios económicos acaecidos en la economía mundial desde 1973,
aparecieron los trabajos sobre retorno de los emigrantes: por qué y cómo regresaban,
adonde, cómo eran acogidos, cuál era el impacto económico de su vuelta, qué cambios
culturales tenían lugar al regreso (reenculturación). Uno de los trabajos pioneros en
este campo fue el de Kenny (1972) sobre el retorno a España15. En la segunda mitad de
aquella década, vendrían a sumarse otros estudios etnográficos de retorno como, por
ejemplo, los de Gmelch (1978) sobre los ajustes y acomodos de los emigrantes al
regresar a su Irlanda natal16; o también los estudios de Rhoades, quien después de
estudiar el papel del trabajo foráneo en la «evolución de una nación emigrante» (se
refiere a Alemania desde 1871 a 1978) publicó una serie de artículos sobre el retorno
de los emigrantes andaluces desde Alemania y su impacto en el desarrollo local de sus
pueblos de origen (1978, 1980)17.
          Al igual que la producción de la Escuela de Chicago, toda aquella antropología
de la migración rural y de la urbanización estuvo orientada teóricamente desde el
funcionalismo y la teoría de la modernización. Fueron menos los trabajos orientados
desde la teoría de la dependencia. En la década de los ochenta, y coincidiendo con el
giro hacia los estudios de migración internacional, se fueron desarrollando estudios
basados en la segmentación del mercado de trabajo, en la teoría de redes y en la
articulación de modos de producción. Aunque la migración rural se continuó
estudiando, la preferencia se fue trasladando hacia el estudio de las migraciones
internacionales, en lo que influyó la relevancia numérica, social y política que esta

15
   M. Kenny, <<The Return of the Spanish Emigrant>>, Nord Nytt 2 (1972), pp. 119-129.
16
   G. Gmelch, <<Return Migration>>, Annual Review of anthropology 9 (1980), pp. 135-159.
17
    Rhoades, <<European Cyclical Migration and Economical Development: The case of Southern
Spanish>>, Papers in Anthropology 20 (1980), pp. 57-74.
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   12



cuestión iba adquiriendo en el mundo. Antes de pasar a esa fase de los estudios
migratorios, hay que mencionar que algunos trabajos sobre migración rural
incorporaron ya la dimensión internacional. Quizá el ejemplo más relevante sea la obra
de Meillasoux quien, en Mujeres, graneros y capitales (1975), enfocó las migraciones
desde la teoría de la articulación de modos de producción, analizó la posición
estratégica del grupo doméstico (en el que se producía de forma no capitalista la mano
de obra que luego contrataba la economía capitalista), aplicando la teoría de la
segmentación del mercado de trabajo, defendiendo la tesis de la funcionalidad del
racismo como estrategia para conseguir la explotación de esa mano de obra en
rotación permanente18.
        Aunque se han realizado estudios en todas partes del mundo, las nuevas
etnografías y categorizaciones antropológicas de las migraciones internacionales
tienen por referencia principal dos sistemas migratorios: el norteamericano y el
sistema europeo. Entre la profusión de estudios sobre el sistema México/Estados
Unidos mostraré los trabajos de Kearney y Palerm Viqueira como prototípicos del
nuevo enfoque articulacionista. Cuando Kearney (1986) postuló la red articulada
migrante (articulatory migrant network) tuvo en cuenta las localidades de origen en el
Estado mexicano de Oaxaca de los emigrantes mixtecos y zapotecos, las comunidades
donde éstos se asentaban en los Estados de California y Oregón, así como los
asentamientos de paisanos y compadres en múltiples localidades que atraviesan
México de sur a norte19. Palerm Viqueira y su equipo han mapificado y etnografiado las
nuevas comunidades latinas en la California rural, teorizando el sistema binacional
(binational system) para el estudio de la migración entre México y California, indicando
que junto a la mecanización de la agricultura californiana hay que estudiar su
«mexicanización». Esos programas investigadores obligan a realizar trabajo de campo
en ambos extremos o polos del sistema migratorio.
        Los elementos conceptuales que se han ido refiriendo -análisis situacional y
redes sociales en África, vinculaciones entre el campo y la ciudad, campo migratorios,
comunidades desterritorializadas, etcétera- han sido el abono para la emergencia en la
década de los noventa de la teoría transnacionalista, la actualmente predominante. Si
18
  C. Meillasoux, Mujeres, graneros y capitales, México, Fondo de Cultura Económica, 1975.
19
  M. Kearne, <<From the Invisible Hand to the Visible Feet. Antropological Studies on Migration and
Development>>, Annual Review of Anthropology (1986).
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   13



todo ello fue el abono, la semilla ha sido la globalización y su conceptualización.
Distintos trabajos, como por ejemplo el de Grasmuck y Pessar (1991) sobre los nexos
entre República Dominicana y Estados Unidos vía emigrantes, fueron mostrando no
sólo la densidad, solidez e importancia de esos vínculos sino la configuración de
ámbitos transnacionales con naturaleza y lógica propias. En su influyente libro Nations
Umbound (1994) Basch Glick Schiller y Blanc definen transnacionalismo como «los
procesos por los cuales los inmigrantes forjan y sostienen relaciones sociales
entrelazadas que vinculan sus sociedades de origen y de asentamiento». Estas autoras
teorizaron la conexión entre las migraciones y los proyectos de construcción nacional
(nations building projects): «Viviendo sus vidas que cruzan las fronteras, los
transmigrantes se encuentran confrontados e involucrados en procesos de
construcción nacional de dos o más países. Sus identidades y prácticas son
configuradas por categorías hegemónicas tales como raza y etnicidad, que están
profundamente incrustadas en los procesos de construcción nacional de esos Estados-
nación» (1994, p. 22)20.
        Algunas de la principales premisas teóricas del transnacionalismo son que la
migración está inextricablemente unida a la globalización y que a través de su vida
diaria y su relaciones sociales, económicas y políticas los emigrantes forjan campos
sociales transnacionales (familiares, asociativos, identitarios...) que cruzan y
transgreden las fronteras nacionales, realidades cuya naturaleza y dinámica no puede
captarse desde la lógica de los Estados-nación. Una de las proposiciones más
sugerentes es que la ciencia social ha creado conceptos delimitados y territorializados
que dificultan o impiden la comprensión de esos vínculos y procesos transnacionales.
En los últimos años viene produciéndose una amplia literatura antropológica sobre
migraciones y transnacionalismo (Sorensen, Guarnizo, Beserer) que está generando
una nueva etnografía y una terminología que trata de captar esas realidades:
desterritorialización, transmigrantes, familias birresidenciales. En nuestro país distintos
antropólogos utilizamos este marco teórico (Martín, Pujadas, etcétera) destacando a
mi entender la obra de Suárez Navaz (2005), cuya tesis doctoral sobre el contexto
migratorio de Zafarraya (Granada) ya lleva ese enfoque y quien viene impulsando hace

20
   L. Basch, N. Glick Schiller y C. Szanton Blanc, Nations Unbound: Transnational Projects, Postcolonial
Pfredicaments, and Deterritorialized Nation-States, Ámsterdam, Gordon and Breach, 1977.
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   14



años una línea sólida de investigación sobre redes y comunidades transnacionales de
ecuatorianos, rumanos y senegaleses.



Síntesis y enseñanzas
       Finalizaremos esta breve aproximación histórica al desarrollo de los estudios
antropológicos sobre las migraciones, con dos reflexiones. La primera es que aunque
los antropólogos han estudiado todas las fases y modalidades del ciclo migratorio -
migraciones del campo a la ciudad, migraciones internacionales y procesos de retorno
se observa que estas aportaciones van un tanto por separado, no habiéndose hecho
intentos de una teoría unificada de las distintas manifestaciones del hecho y ciclo
migratorio. Sería de gran interés comparar más sistemáticamente los procesos de
migración interna, migración externa y migración de retorno.
       Una segunda reflexión es que los estudios antropológicos han sido claves en la
formulación de las teorías migratorias y en el cambio de un paradigma a otro. La teoría
de la modernización fue avalada por múltiples monografías antropológicas del éxodo
rural. Aquellos estudios fueron criticados por tomar el individuo como unidad básica
de análisis, desconsiderando el grupo doméstico y la comunidad. Con ser significativa,
no fue tan decisiva la aportación en la construcción de la teoría de la dependencia,
probablemente porque ésta se movió en parámetros macroestructurales. La
antropología de las migraciones sí jugó un papel decisivo en las teorías de la
articulación, siendo clave lo aportado desde los estudios de la reproducción del grupo
doméstico y de las vinculaciones de los emigrantes con sus lugares de origen, lo cual se
explica por la tradición antropológica de comprensión de las especificidades de las
economías, sociedades y culturas. Finalmente, la aportación antropológica está siendo
claramente protagonista en la configuración de las tesis y conceptos del
transnacionalismo. Elementos recurrentes en la aportación específica de la
antropología han sido nuevamente la sensibilidad hacia las dimensiones micro
(individuo, familia y comunidad), la relevancia de lo cultural, la especificidad
metodológica del trabajo de campo y el aporte de monografías.
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   15




La cuestión migratoria y sus principales temáticas
       La migración no es algo que tenga que ver sólo o principalmente con los
emigrantes sino que es un hecho social total (en la calificación de Marcel Mauss), una
compleja realidad sociocultural que involucra al conjunto de los actores sociales y al
conjunto de las dimensiones de la vida social, desde la demografía y la economía hasta
los valores y las identidades. Por ello, utilizo la expresión cuestión emigrante para
englobar las diversas dimensiones en juego e incluir el carácter de reto crucial que la
presencia, asentamiento e incorporación de personas de origen extranjero conlleva en
todas partes. En este libro se aborda el núcleo de cada tema desde la propia posición
teórica y experiencia profesional de los autores. En mi caso y en esta temática, lo haré
a partir de dos interrogantes: el antropólogo interesado en la migración ¿ante qué está
exactamente? y en función de ello ¿cuáles son las dimensiones de fondo,
omnipresentes, a las que remite la cuestión migratoria?
       Definiendo el problema a explorar antropológicamente no sólo en términos
actuales sino históricos, y no sólo teóricamente sino también en términos prácticos,
estamos: a) ante una de las expresiones de la movilidad humana, la cual presenta retos
y oportunidades para el estudio de la interacción entre sociedad y cultura; b) ante
procesos de contacto, encuentro y vinculación de ámbitos geopolíticos y mundos
socioculturales, en el que se configuran nuevas relaciones sociales y expresiones
identitarias; c) ante un fenómeno cuya lógica económica y laboral es imprescindible
comprender tanto en su plano macroestructural como microestructural; d) ante una
experiencia peculiar e intensa de millones de personas, familias y comunidades; y e)
ante un reto político y social decisivo para la cohesión y la convivencia social.
       a) La migración es movilidad pero no toda movilidad es migración. Desde esta
perspectiva, es preciso ubicar la cuestión que abordamos dentro del amplio campo de
la movilidad humana, al tiempo que mostramos sensibilidad hacia las particularidades
investigadoras de una realidad por naturaleza móvil y extraordinariamente cambiante.
       Dentro del inmenso campo de la movilidad humana, constituye un subgrupo
aquellos desplazamientos en los que hay una motivación personal, familiar o
comunitaria por mejorar la situación vital. Dentro de ese subgrupo, las migraciones
económicas laborales que aquí abordamos constituyen a su vez una de las
modalidades: «... En el caso de las migraciones económicas la finalidad es trabajar
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   16



(como asalariado o por cuenta ajena, como profesional independiente, como
comerciante o en otro negocio propio) y obtener unos determinados ingresos
económicos, si bien esta motivación central puede dar origen a distintos proyectos
migratorios*, como sería: quedarse a vivir en el nuevo lugar con una mejor calidad de
vida; enviar remesas con las que ayudar a la familia en origen y luego volver; o enviar
remesas e ir reagrupando a la familia a medida que se pueda. Entre las personas
involucradas en procesos de migración económica laboral hay que contar también a
los familiares del emigrante que se trasladan con motivo de reagrupación, se produzca
ésta de derecho o de hecho» (Giménez, 2003, pp. 24-25, énfasis en el original).
       El investigador tiene ante sí la doble tarea de identificar y afrontar los retos
epistemológicos, metodológicos y técnicos que presenta esa movilidad así como
aprovechar las oportunidades que ello le brinda. Estamos escudriñando una realidad
sociocultural nueva, emergente y no consolidada. Esto se aplica bien a los estudios
migratorios en países de reciente inmigración corno España, Italia, Portugal o Grecia
(que fueron antiguos países de emigración) o al indagar los últimos procesos, flujos o
acontecimientos en un país de vieja o nueva inmigración. El atractivo teórico de
estudiar lo que nace se compensa con la dificultad de observar algo cambiante y cuyo
resultado no es claro, estando siempre presente el peligro de dibujar con nuestra
etnografía una foto demasiado fija.
       Durante el segundo trabajo de campo en Lavapiés la sensación de estar
observando una realidad cambiante y fugaz me acompañó a lo largo de la
investigación. ¡Tantas cosas habían cambiando desde el primer trabajo de campo diez
años antes! Comercios que antes había visitado ya pertenecían a otros dueños y se
dedicaban a otro género. La rehabilitación urbana del barrio había afectado a espacios
de referencia como la plaza de Agustín Lara y estaba alterando las plazas de Tirso de
Molina y de Cabestreros. Al comenzar el trabajo de campo (junio de 1995) me llamó
poderosamente la atención el enorme ajetreo cotidiano generado por la intensa
actividad comercial, sobre todo por los cientos de nuevos comercios de venta al por
mayor regentados por chinos. Gentes que van y vienen con carretillas, fardos, bultos
de todo tipo. Largas colas de camionetas paradas tocando el claxon a lo largo de
Mesón de Paredes o de la calle Amparo. Pero hasta eso mismo cambió durante el
periodo de trabajo de campo, tras la declaración municipal del barrio como Área
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   17



Preferencial Residente con sus implicaciones de fuerte limitación y estricta regulación
del tráfico y de la carga y descarga, cambiando de nuevo la fisonomía del espacio
urbano.
       Desde el punto de vista metodológico, ese carácter emergente de la cuestión
migratoria implica el uso de tipologías secuenciales y cuadros de tendencias, adoptar
conceptos e instrumentos de enfoque dinámico -como proyecto migratorio, itinerario
o trayectoria, estrategias adaptativas-, llevar a cabo reestudios que permitan analizar
los cambios (como el que he realizado sobre el barrio de Lavapiés haciendo trabajo de
campo en 1996 y en 2006) y sobre todo requiere especial prudencia en el análisis
explicativo y la interpretación.
       En tanto que fenómeno de movilidad, los etnógrafos deben adaptar su
estrategia metodológica si quieren aprehender la lógica y dinámica del fenómeno
migratorio allí donde ocurre, esto es en varios espacios geopolíticos y socioculturales
simultáneamente. Esa multiespacialidad abarca al menos dos contextos, las sociedades
de origen y destino de las migraciones, pero a veces tres o más, ya sea porque se
incorporan a la observación las sociedades de tránsito, ya sea porque se tiene en
cuenta la red transnacional o la diáspora emigrante. Esto ha dado lugar a que en la
antropología de las migraciones se hayan realizado numerosos estudios bipolares en
origen y destino y a que el estudio antropológico de las migraciones haya sido clave en
las propuestas contemporáneas de etnografía multisituada y de antropología
transnacional.
       En cuanto a las oportunidades, las migraciones suponen un magnífico escenario
y un fascinante laboratorio para observar y estudiar cómo se vive, usa y recrea la
cultura fuera del nicho ecológico y social donde históricamente se generó y desarrolló.
De los primeros trabajos que publiqué cuando comencé a estudiar las migraciones, una
serie de ellos tuvieron que ver con el uso y manejo de su bagaje cultural por parte de
los emigrantes (Giménez, 1993). El problema de investigación adquiere así
necesariamente la dimensión de estudio del cambio cultural, del manejo y recreación
del bagaje cultural por parte de los inmigrantes y de las actitudes, prejuicios,
cosificaciones o apropiaciones de las culturas emigrantes por parte de los autóctonos.
       b) Al explorar las migraciones el antropólogo se sitúa ante situaciones y
procesos de contacto, encuentro, choque, articulación y vinculación de espacios
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   18



geopolíticas y mundos sociales y culturales, pues las migraciones laborales ponen en
contacto a personas y grupos con diferentes nacionalidades y bagajes culturales. Todas
las partes resultan afectadas por ese contacto, desplegándose adaptaciones,
acomodaciones, conflictos, hibridaciones. Ese encuentro no ocurre en un contexto de
igualdad sino que los foráneos ocupan frecuentemente posiciones socioeconómicas de
inferioridad y suelen ser vistos con desconfianza, lo cual plantea al investigador la
compleja cuestión de cómo se aborda la diferencia étnica, lingüística o religiosa en
contextos de desigualdad.
       El asentamiento o arraigo de personas de origen extranjero y el
establecimiento de relaciones entre los propios emigrantes y de éstos con los
autóctonos, lleva a la configuración de nuevas relaciones interétnicas y expresiones
identitarias. Ahora el problema de investigación se presenta como el estudio de los
procesos de sociogénesis y de etnogénesis que emergen en los contextos migratorios.
       En todas partes se ha observado una pauta de distribución concentrada de los
emigrantes, constituyéndose por doquier enclaves residenciales. Se configuran familias
con características específicas, una buena parte mixtas. En un reciente estudio de la
inmigración en la ciudad de Madrid hemos estimado en 60.000 las parejas mixtas, de
ellas 50.000 entre extranjeros y nacionales y 10.000 entre extranjeros de distintas
nacionalidades21. Los emigrantes configuran redes sociales que tienen en los
comercios, las asociaciones y los templos, algunos de sus nodos principales. Los
colectivos nacionales y las colonias administrativas dan paso a comunidades
emigrantes con distinto grado de corporación y organizadas de formas múltiples,
según variables de inserción ocupacional, etnicidad, política migratoria, relación con
las autoridades de origen y otras.
       Una de las reacciones ante el nuevo reto es la dedicación de las entidades
sociales, vecinales y religiosas a tareas de apoyo y solidaridad, creándose
organizaciones nuevas en las que colaboran como voluntarios o contratados decenas
de miles de personas, con todo lo que ello conlleva de contactos, aprendizajes,
cambios de mentalidad. Otro de los procesos aparejados de sociogénesis y etnogénesis
viene dado por el diseño y realización de proyectos, programas, políticas y planes por

21
  C. Giménez y N. Lores (coords.), Anuario de la convivencia de la ciudad de Madrid, Madrid,
Ayuntamiento de Madrid, 2006.
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   19



parte de las administraciones, sobre todo los municipios, constituyendo una de las
facetas institucionales de la acomodación y el cambio.
       Las identidades cambian. Los emigrantes adultos de primera generación
recrean su identificación con su país. Los procesos identitarios son especialmente
complejos     en    los   hijos    de    los     inmigrantes         cuyos       procesos        de
socialización/enculturación se fraguan al menos en dos contextos socioculturales,
dándose origen a variadas expresiones de síntesis cultural. La cuestión de estudio se
muestra ahora como la comprensión de la negociación situacional de las identidades.
       c) Las migraciones económicas y laborales responden a numerosos factores
pero a la base de ellos está la búsqueda por parte de millones de personas de nuevas y
mejores oportunidades de trabajo, ingreso y vida. De ahí se infiere que otra faceta de
nuestra cuestión de estudio, siempre presente y de forma altamente condicionante, es
la dimensión económica y laboral. Estudie lo que estudie el antropólogo debe
comprender lo más profundamente posible la lógica económica de las migraciones, y
ello no sólo no es fácil sino que abre un árbol temático un tanto frondoso. Estudie un
barrio con alta presencia de inmigrantes o las dinámicas de la escuelas multiétnicas, el
etnógrafo está abordando una realidad cuya lógica económica y laboral es
imprescindible comprender adecuadamente, y ello tanto en su plano macroestructural
como microestructural. Aquí la antropología de las migraciones y la antropología
económica se funden.
       En la dimensión macro, la de la globalización, sistemas migratorios y economías
supranacionales, nacionales y locales, aprehender la lógica económica de las
migraciones obliga a conocer las situaciones demográficas y laborales en los países de
origen así como la dinámica económica y laboral en los países de destino. Sin ese
cuadro general, extraordinariamente complejo, el estudioso no podrá comprender
bien las dinámicas de ingresos, gastos, consumo, ahorro, e inversión, en los
protagonistas. Y en esta dimensión micro, la de los individuos, sus familias y sus
comunidades, algunas cuestiones esenciales a estudiar son la traducción de los
ingresos en términos de origen, o la cuantía, frecuencia y destino de las remesas
enviadas y su impacto en la economía familiar y local, o las estrategias económicas
familiares (como traer parientes que ayuden o se hagan cargo de los niños), o el
trastoque de las pautas de consumo y estilos de vida a medida que se asientan.
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   20



       Algunos de los grandes temas de la antropología de las migraciones se
encuentran aquí, especialmente lo relativo a la inserción laboral de los emigrantes
(sectores, condiciones, discriminación) habiendo debates importantes sobre los
fenómenos de sustitución/complementación respecto a la mano de obra autóctona y
sobre la segmentación del mercado de trabajo y la existencia o no de competencia
entre trabajadores foráneos o autóctonos. Las relaciones entre inmigración y
economía sumergida (ésta como causa de esa inmigración, pero también como su
nicho predominante con lo que ello implica) y las conexiones entre esa inserción y el
estatuto jurídico (irregularidad, clandestinidad, precariedad) son también temáticas
claves. No todos los emigrantes trabajan como trabajadores asalariados, sino que
muchos lo hacen como profesionales, empresarios y comerciantes, habiendo toda una
literatura etnográfica sobre el denominado comercio étnico y sobre los enclaves étnicos
ocupacionales y comerciales.
       Además de comprender la subyacente lógica económica y jurídica, la tarea que
tiene delante el antropólogo en este campo es indagar la relevancia de los factores
sociales y culturales en esa dinámica económica. Se trata de articular las dimensiones
económicas y jurídicas de las migraciones y sus dimensiones socioculturales; la
posición socioeconómica de los emigrantes y su posición etnocultural.
       d) En esos contextos de movilidad, donde se configuran nuevos campos sociales
y expresiones culturales, y en los que siempre operan dinámicas económicas y
laborales estamos ante una experiencia humana intensa y peculiar, un conjunto de
avalares, expectativas y frustraciones vividas intensamente por los emigrantes. La
experiencia migratoria siempre es singular, única, y el antropólogo deberá descubrir su
significatividad, además de comparar con otras haciendo clasificaciones y elaborando
tipologías.
       Si organizamos estos asuntos según el ciclo migratorio del emigrante, habrá
que conocer lo relativo a la decisión de migrar y el solape frecuente de motivos
económicos, formativos, de género. Los emigrantes internacionales tienen que hacer
frente a pagos, solicitudes de visado, traslados, pasos de frontera, etcétera y en todo
ese complejo proceso hay vínculos, lealtades y redes. La llegada y el primer
asentamiento es otro terreno. En ese primer periodo de salir adelante el emigrante
necesita información, orientación y ayudas varias, encontrándola en familiares, amigos
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   21



y paisanos. Los vínculos de paisanaje, la identidad étnica compartida, son aquí
esenciales. Otros momentos claves son la reagrupación familiar de derecho o de
hecho, la formación y desarrollo de vida familiar en el nuevo país, las vinculaciones con
el origen y entre ellas las emocionales y el envío de remesas, los cambios de vivienda y
de trabajo con los cambios de valores asociados, la adopción de posiciones relevantes
y cargos en la comunidad emigrante o en las instituciones receptoras, la adquisición
posible de la nacionalidad y sus efectos, las vuelta periódicas al país natal y el eventual
retorno, etcétera. Transversal a todo ese periplo suele estar, como nube negra y tema
obsesivo, la cuestión de «los papeles».
       Las vidas de los emigrantes y las trayectorias de sus familias quintaesencian la
interacción de los contextos sociales y culturales, los cuales hay que tener bien
presentes al hacer el trabajo de campo para no caer en viejos errores. En esta tarea el
etnógrafo se arma con categorías como familia birresidencial, remesas sociales o doble
vinculación. Una de las técnicas que le resulta de enorme utilidad es la historia de vida,
hecha ahora historia migratoria.
       e) De lo anterior se infiere que una de las caras de la cuestión migrante es la
emergencia de situaciones sociales que entrañan problemáticas de alojamiento, malas
condiciones de trabajo, nueva pobreza, xenofobia y conflicto social. La antropología de
las migraciones tiene ante si la descripción, análisis, explicación e interpretación del
rechazo y de la aceptación, desde la explicación causal hasta la comprensión intuitiva
de las concepciones, valores, actitudes y comportamientos de la exclusión y de la
inclusión.
       Los problemas de investigación también deben ser formulados de forma
práctica, especialmente cuando lo estudiado constituye un reto decisivo para la
cohesión y la convivencia social. ¿En qué condiciones es posible la integración social de
los inmigrantes? fue el interrogante de la primera investigación de equipo que dirigí
sobre inmigración extranjera en Madrid hace ya quince años. Ello obligó a definir con
la mayor claridad posible el concepto de integración y a hacerlo de forma que pudiera
abordarse etnográficamente. Al comenzar a estudiar las migraciones me topé con que
la perspectiva de la integración era algo dado, algo asumido como uno de los ejes de
las políticas migratorias así como un concepto clave en el discurso de las
organizaciones no gubernamentales. No era un concepto que me gustara y conocía
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   22



además las críticas sociales al «integracionismo». Se trataba además de un concepto
no analítico sino de valor. ¿Cómo estudiarlo? Lo que hice fue observar los usos del
término por diferentes actores y en distintos contextos. Y tras ello, llevar a cabo desde
la investigación antropológica una doble tarea: por un lado, ofrecer una
reconceptualización -la integración como adaptación mutua- y una operacionalización
distinguiendo hasta nueve dimensiones -desde la integración jurídica hasta la cultural-
que sí eran abordables en el trabajo de campo.
       Los desafíos públicos de la cuestión emigrante son tan diversos como directos:
cómo incorporarles socialmente si el contexto es de inserción laboral desigual y de
precariedad jurídica', cómo evitar las condiciones penosas de hacinamiento en la
vivienda así como las prácticas de abuso; siendo la familia clave para la integración,
cómo entonces avanzar con una legislación tan restrictiva de reagrupación familiar.
Otros retos apuntan directamente a las instituciones establecidas previamente a la
inmigración: qué modificaciones deben introducirse en escuelas, centros de salud,
servicios sociales, etcétera, para atender con igualdad de trato y con respeto a las
particularidades culturales; de qué forma articular la convivencia en los barrios de
renta baja y alta presencia de inmigración; en una sociedad con déficit en
participación, cómo hacer partícipe al foráneo si carece de derechos políticos básicos
como el derecho al voto en las elecciones locales; qué hacer con prácticas culturales
que chocan bien con la legislación vigente bien con la mentalidad predominante,
etcétera. Con la cuestión inmigrante está en juego todo: la cohesión social y la misma
democracia.
       Ante ese conjunto de retos se han ideado y practicado diferentes alternativas -
desde el asimilacionismo* hegemónico en Estados Unidos en los tiempos de la Escuela
de Chicago y que ha inspirado buena parte del modelo republicano francés, hasta el
pluralismo cultural* y el multiculturalismo* emanado en los años sesenta y liderado
por países como Canadá, Gran Bretaña, Australia o Nueva Zelanda. La posición
asimiladora pone el acento en la necesidad de que el migrante adopte las formas de
comportamiento, lengua, nacionalidad y otros elementos de la sociedad que le acoge.
En ese proceso de identificación y adaptación al lugar que le recibe lo suyo es que el
transterrado vaya alterando, abandonando y perdiendo su bagaje sociocultural de
origen. No faltan ciertamente quienes se han asimilado, pero otros muchos no lo han
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   23



hecho y el asimilacionismo no sólo ha sido puesto en cuestión por su fundamentos
homogeneizadores sino que, para muchos, ha fracasado en la práctica como modelo
de integración y de gestión de la diversidad. Por ejemplo, en el caso francés se achaca
a este modelo el que la nacionalización o más directamente el ser francés de
nacimiento no evita la marginación de las personas de origen argelino, tal como
muestran los graves disturbios y protestas recientes en numerosos barrios de banlieu.
       Contrariamente, el pluralismo cultural pone el acento en la aceptación,
celebración y valoración positiva de la diversidad. Desde la posición pluralista la
diversidad (a cuya intensificación contribuyen las migraciones) debe abordarse con la
idea de sumar y no restar, o dicho de otra manera, de que nadie tiene por qué perder
su identidad y cultura propias. El pluralismo cultural propone que la sociedad se base
en la combinación de la igualdad y la diferencia, esto es del trato igualitario y no
discriminación por un lado y del respeto a la diferencia por otro. El desarrollo de esta
nueva apuesta de pluralismo cultural ha supuesto en las últimas décadas variadas
políticas públicas multiculturalistas en ámbitos como la educación o la salud. Con el
tiempo, el multiculturalismo* ha ido teniendo también sus detractores. Hoy día
asistimos a un giro desde posiciones multiculturalistas hacia el interculturalismo*,
siendo un campo de enorme interés para la antropología teórica y aplicada.
       Los debates sobre integración y nueva ciudadanía* son también abordados por
los antropólogos. La cuestión migratoria reta a la antropología a profundizar en la
identificación, clasificación y análisis de los modelos de gestión de la diversidad
sociocultural a lo largo de la historia y en el presente, desde los modelos que he
clasificado como de exclusión (apartheid, racismo, xenofobia, limpieza étnica,
holocausto, etcétera, con sus prácticas de discriminación jurídica y social, segregación
espacial o institucional y eliminación física o cultural) hasta los modelos de inclusión
que se acaban de mencionar (Giménez, 2000 y 2003).



Migraciones, cambio y diversidad
       La cuestión migratoria remite directamente al cambio y a la diversidad
sociocultural. A riesgo de excesiva simplificación, me atrevo a sugerir que son ésos los
dos hilos conductores más significativos y recurrentes en la breve historia de los
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   24



estudios y en el intento de despliegue de cuestiones y temas recién expuestos. La
antropología de las migraciones resulta así focalizada en la relación compleja y
polimórfica entre hecho migratorio, cambio social y diversidad cultural.
       El traslado de una persona, de una familia o de media comunidad, como parte
de un proyecto para tratar de vivir mejor supone una alteración profunda. Nada más
producirse supone un hueco en el lugar de partida, el comienzo del acomodo en otro
lugar, la vinculación al lugar de origen con todo lo que conlleva. Pero eso no es más
que el comienzo. El proceso migratorio supone cambios psicológicos, laborales,
familiares y de todo tipo para los propios emigrantes y para los no emigrantes. ¿Cuáles
son los significados de los procesos migratorios para el cambio sociocultural? Según
sea el paradigma del cambio en cada época así se interpreta la naturaleza del hecho
migratorio. Según la teoría o ideología del cambio de que se parta así se enfatizará uno
u otro perfil de las migraciones. A partir de ahí se presentan dos interrogantes
complementarios: de qué forma la migración expresa los cambios generales en la
sociedad mayor y de qué manera las migraciones y los emigrantes son precisamente
factores de cambio. Los antropólogos tienen ante sí la tarea de caracterizar esos
cambios y se han hecho variadas propuestas de tipologización de los cambios
culturales, como la de asimilación, integración o biculturalidad, aislamiento y
marginación.
       El hecho y la experiencia migratoria suponen la emergencia de procesos
variados de nueva diversificación sociocultural y ello al menos por cuatro motivos.
Primero, por cuanto se asientan en un determinado contexto receptor personas
emigrantes cuyo bagaje cultural es diferenciado respecto a los nativos, lo cual
introduce nuevas fisonomías en el espacio cotidiano, pautas de alimentación, usos del
espacio, etcétera. El paisaje humano de barrios como Lavapiés está cambiado en
muchos aspectos. En mi último trabajo sobre este barrio hago un ejercicio de
etnografía de los sentidos para mostrar -yendo de la vista al tacto- el impacto en la
vida cotidiana de la mirada a nuevos tipos físicos (las «razas»), indumentarias (hijabs,
saris, batiks), rótulos callejeros en lenguas desconocidas u objetos de artesanía
variada; la escucha de lenguas habladas y músicas; los olores de los guisos en las casas
y de los aromas y perfumes en tiendas o restaurantes; la degustación de hariras, doner
kebabs o tandoris que han venido a sumarse a la gastronomía local antigua y de nuevo
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   25



cuño; o la coexistencia en las fiestas del barrio del pasodoble y chotis con cumbias o
merengues.
       Segundo, porque a lo largo del proceso migratorio esas poblaciones van
cambiando sus hábitos, incorporando parte de la cultura receptora y dando origen a
nuevas expresiones culturales, especialmente en los descendientes de los emigrantes,
las denominadas segundas y terceras generaciones. Piénsese por ejemplo en los
cambios de roles intra e intergeneracionales. Conozco a familias emigrantes de un
mismo colectivo nacional que deciden de forma variada el papel del español y de la
lengua propia en la comunicación familiar. Quienes dan prioridad a que los hijos
dominen el castellano por encima de todo o quienes tratan de mantener la lengua de
origen, aunque tenga que ser forzando que padres e hijos hablen esa lengua y dejando
que el castellano sea la lengua entre los hermanos o fuera de casa.
       Tercero, porque la población autóctona receptora adopta aspectos de las
nuevas subculturas, por no hablar ya de las parejas mixtas. Con el contacto doméstico,
laboral, comercial, religioso, con personas inmigradas la población autóctona va
incorporando prácticas lingüísticas, adoptando otros gustos estéticos, etcétera. Cuarto,
porque también en los lugares de origen se genera diversificación por la influencia de
los emigrantes y sus vinculaciones a su tierra natal. Para dar razón de todo ello se
maneja el concepto de cultura migratoria*.
       Todo un conjunto de interrogantes de los estudios migratorios tiene su fuente
en esta dimensión de nueva diversidad: ¿qué categorizaciones, actitudes y
comportamientos hacia esa diversidad afloran?, ¿cómo influyen los contextos sociales
de desigualdad en poder, riqueza, prestigio? Puesto de otra forma, ¿cómo interactúan
diferencia y desigualdad en los contextos migratorios? Y las preguntas prácticas,
sobresaliendo por encima de todas, la siguiente: ¿cómo abordar en cada país o ciudad
o familia ese incremento y complejización de la diversidad sociocultural? ¿Desde qué
modelo de gestión abordarla y encauzarla?


Una reflexión final
       El panorama expuesto de cuestiones y temas muestra que la antropología de
las migraciones está inextricablemente unida a otras antropologías. Quien se introduce
en el estudio antropológico de las migraciones se sitúa una y otra vez en terrenos de
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   26



otras especializaciones antropológicas. Resaltaré seis subdisciplinas en las que el cruce
es más notorio: antropología urbana (ciudades y migración, barrios y etnicidades);
antropología jurídica (leyes migratorias, derechos y nueva ciudadanía), antropología
del parentesco (especificidades de las familias emigrantes, familias birresidenciales,
redes de parientes); antropología del género (cambio de roles, generaciones y cambios
en las estructura de género); antropología del desarrollo (impacto sobre el desarrollo
local, potencial de desarrollo de las redes transnacionales), antropología aplicada
(gestión de la diversidad cultural y las relaciones interculturales, asesoría en programas
de educación intercultural, mediación y codesarrollo).
       Aunque no están todos los que son -pues sin duda no son los únicos campos
donde se crean espacios comunes de trabajo, confluencia de perspectivas y préstamos
metodológicos- sí son todos los que están y su presencia es prometedora del mucho
trabajo de cooperación intradisciplinar que puede y debe realizarse, por no hablar del
interdisciplinar.
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   27




                             Análisis de una investigación
   Trabajo de campo en un barrio multicultural: etnografía de Lavapiés
                                        (Madrid)
       Lavapiés es un barrio en la mente y la vivencia de sus habitantes y visitantes,
pero no en la organización administrativa del municipio. El barrio administrativo donde
se ubica Lavapiés es el barrio de Embajadores, uno de los seis barrios del distrito
centro de la ciudad de Madrid. No siendo uno de los 128 barrios oficiales del municipio
de Madrid, Lavapiés no sólo es un barrio con fuerte personalidad y sentido de la
identidad para quienes lo habitan y conocen sino un referente para literatos y artistas,
historiadores, jóvenes alternativos y otros. A comienzos de julio de 2006 estaban
empadronados en el barrio de Embajadores 50.273 personas empadronadas, de las
que 16.819 teñían la nacionalidad extranjera (un 33,5 por 100), magnitudes que le
colocan como el barrio de la ciudad de Madrid con mayor número de extranjeros en
valores absolutos y el tercero en términos relativos.
       Realicé trabajo de campo en Lavapiés en 1996 y lo he vuelto a realizar entre
septiembre de 2005 y febrero de 2006, realizando por lo tanto un reestudio sobre los
cambios acaecidos en el barrio en esa década. La etnografía urbana ha estado
orientada por la siguiente cuestión central: qué papel juega la presencia emigrante y la
cuestión migratoria en los procesos y proyectos de configuración del lugar. La
metodología empleada ha combinado la observación participante con el análisis
histórico y el análisis cuantitativo.
       Lavapiés es un barrio antiguo del centro de Madrid. La zona donde se asienta el
barrio fue alfoz o poblado extramuros en el Madrid del siglo XIV y los historiadores
discuten si correspondía a la judería. Algunos defienden que la sinagoga estaba situada
en el solar donde hoy se levanta la iglesia de San Lorenzo, ubicada en el corazón del
barrio. El nombre de Lava Pies aparece en documentos y planos del siglo XVII. A lo
largo de su historia el barrio ha formado parte de las unidades administrativas en las
que se ha ido delimitando y organizando la capital como cuarteles y distritos. Si a
finales del siglo XVIII fue escenario del impulso industrial (con la ubicación de una gran
fábrica de salitre para la fabricación de pólvora y de una fábrica de tabacos que llegó a
emplear a más de seis mil mujeres cigarreras) a principios del siglo XX se vivió en el
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   28



barrio una época de desindustrialización y crisis de los talleres y oficios artesanos.
       El barrio venía sufriendo desde comienzos de la década de los setenta del siglo
pasado un proceso de pérdida de población, envejecimiento, no transmisión
generacional de los comercios, deterioro y abandono institucional. Esas tendencias se
invirtieron a mediados de los años noventa a partir de un repoblamiento del barrio
(tanto por población extranjera -los «inmigrantes»- como española, sobre todo
profesionales y universitarios sin hijos) y de un intenso proceso de rehabilitación y
renovación urbana. En la última década la inmigración extranjera ha pasado de
suponer el 5 por 100 de la población del barrio a constituir el 33,5 por 100 actual. Los
vecinos antiguos o de toda la vida han ido viendo cómo aparecían en las calles,
viviendas y comercios del barrio, de forma paulatina y consecutiva, los marroquíes,
peruanos, colombianos, senegaleses, chinos, ecuatorianos y así hasta el actual auge de
bangladesíes, hindúes y pakistaníes.
       Lavapiés hoy es un conglomerado de mundos sociales. En la conversación
cotidiana es habitual oír hablar de los inmigrantes en contraste con la población de
«los de aquí», «los del barrio de toda la vida». Ese binomio tan genérico apenas
describe realidad alguna. Tanto entre los nacionales como entre los extranjeros la
diversidad no sólo es grande sino apabullante. Entre los vecinos autóctonos se
diferencian numerosos subgrupos, para empezar aquellos que se denominan asimismo
vecinos de toda la vida y aquellos otros que llevan menos tiempo en el barrio. Entre los
vecinos de toda la vida hay un sector de personas mayores que configuran uno de los
estilos de vida en el barrio. Según el censo de población de 2001 había entonces 9004
personas de más de 65 años (21,5 por 100 de la población total) de las cuales 2.945
vivían solos y entre éstos destaca a su vez una mayoría amplia de mujeres que viven
solas (2.460 exactamente), mujeres y hombres que habitan cotidianamente en soledad
sus viviendas, que están jubilados y disponen de tiempo para su paseo diario, para
establecer conversación pausada con el tendero. La ausencia de ascensores en
numerosos edificios presenta una dificultad importante para algunos de ellos. Es
frecuente que ya hayan vendido «a los chinos» el establecimiento que su familia
regentó por generaciones. Han visto cómo otros de su edad fueron paulatinamente
abandonando el barrio, casi todos siguiendo a los hijos que se trasladaban a otros
distritos y casas de Madrid. A muchos les invade una nostalgia de los tiempos pasados,
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   29



rememorando un barrio abierto, divertido, de buenas relaciones, seguro, y no son
pocos los que echan la culpa a los inmigrantes de los problemas de inseguridad, droga,
robos, saturación de las calles, etcétera, que denuncian en el barrio. Al etnógrafo le
llama la atención que idealicen un tiempo pasado que fue un periodo de
envejecimiento, de cierres de negocios, de deterioro de edificios e infraestructuras, de
abandono municipal del barrio. No todos ven la inmigración con recelo o rechazo, pues
la mayoría se ha acomodado a esa nueva presencia, habiendo por lo general buenas
relaciones cotidianas en casas, tiendas y calles.
       Pueblan el barrio también españoles que llevan unos pocos años y que se han
incorporado al barrio en los últimos diez años, atraídos por la vivienda entonces
accesible en precio, la ubicación céntrica del área y «la movida multicultural» del
barrio y su carácter cosmopolita. Son gente joven, entre los veinticinco y los treinta y
cinco más o menos, muchos de ellos viviendo solos o en pareja, pero sin hijos. He
conocido varios casos de parejas que cuando tuvieron el primer o el segundo hijo se
cambiaron a otra zona buscando viviendas con más espacio, zonas verdes de recreo de
las que carece Lavapiés u otro ambiente «más adecuado para los niños». Son
profesionales jóvenes en su segundo o tercer empleo, en proceso de incipiente y a
veces un tanto precaria movilidad ocupacional ascendente. Otros son estudiantes que
se instalan en el barrio en pisos compartidos. El trabajo de campo me ha permitido ver
la relevancia de este sector, invisible en las estadísticas y prácticamente ausente en los
discursos y comentarios acerca del barrio. Su presencia supone todo un recambio
generacional en el barrio así como una demanda de determinados estilos de vida y
consumo.
       La población extranjera en el barrio también muestra una diversidad
considerable. Los diez colectivos con más de quinientos empadronados son los
siguientes:
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   30




 Principales colectivos extranjeros en el barrio de Embajadores (Madrid)
       Nacionalidad                                Empadronados           Ratio de feminidad     Porcentaje de
                                                                          (mujeres por cada      menores de 16 años
                                                                          100 hombres)

1      Ecuador                                            4.268                  102,4                   18,4
2      Bangladesh                                         1.975                   10,1                   6,9
3      Marruecos                                          1.714                   54,1                   12,3
4      China                                              1.256                   83,4                   17,1
5      Colombia                                            805                   115,8                   11,2
6      Senegal                                             728                    10,9                   3,4
7      Bolivia                                             705                   121.7                   14,2
8      Rumania                                             600                    94,9                   10,2
9      Argentina                                           598                    88,0                   4,3
10     República Dominicana                                563                   120,8                   20,9
Fuente: Padrón Municipal de Habitantes. A 1º de enero de 2006.




          En los cuatro colectivos más numerosos la diversidad es considerable: proceden
de la América andina, Indostán, Magreb y Extremo Oriente. Al incluir los seis restantes
esa diversificación se incrementa con el África subsahariana, Europa del Este y el
Caribe. Ese listado varía de año a año y al estudiar los padrones municipales puede
verse cómo los colectivos ganan o pierden peso demográfico en cortos periodos de
tiempo, lo que da idea de lo emergente y cambiante de la situación. Hace diez años el
colectivo con más presencia era el marroquí seguido de los dominicanos y sólo cinco
de los colectivos que aparecen en la tabla estaban también entonces entre los diez
más numerosos.
          Más allá del frío número estadístico, estamos hablando de rasgos físicos
diferenciados, de múltiples lenguas, de diversidad religiosa. Cada uno de los colectivos
nacionales tiene especificidades en su presencia en el barrio. La visibilidad de cada uno
de ellos no es la misma. Aunque los ecuatorianos empadronados son tantos como los
bangladesíes, marroquíes y chinos juntos, estos tres colectivos están más presentes en
la cotidianidad y en los comentarios. Esa mayor visibilidad se aplica también a
senegaleses y los dominicanos. Es la fuerza de lo racial, de la distintividad física y de la
indumentaria, pero también de la presencia comercial. En la actualidad hay en
Lavapiés cerca de cuatrocientos comercios regentados por chinos, los bangladesíes se
han extendido en restaurantes, kebabs y fruterías, y los marroquíes hace tiempo que
tienen restaurantes, teterías, carnicerías halal y otros negocios. La relevancia de la
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   31



presencia comercial se observa en las mujeres ecuatorianas de etnia quechua
otavaleña que deambulan por las calles del barrio adquiriendo sus mercancías de los
mayoristas chinos -al igual que las gitanas españolas, otras de los principales clientes
de los chinos- para luego distribuirlas por toda España.
       La tabla refleja la distinta composición demográfica de cada colectivo según
sexos y edades. Desde el punto de vista de género hay grupos predominantemente
masculinos como los bangladesíes y senegaleses y menos pronunciadamente los
marroquíes, en contraste con aquéllos en los que las mujeres son algo mayoritarias,
como es el caso de colombianos, bolivianos, dominicanos. Por edades, hay grupos con
un notable sector de menores de dieciséis años como los dominicanos, ecuatorianos y
chinos, mientras que otros como los bangladesíes, senegaleses o argentinos apenas
tienen hijos aquí. En los dos primeros esa pauta de escasa segunda generación va en
coherencia con la ausencia de mujeres, pero no ocurre así en los argentinos entre
quienes hay una proporción equilibrada entre hombres y mujeres. En definitiva, esa
diversidad de la composición demográfica de cada colectivo está reflejando diferentes
pautas de emigración, de inserción ocupacional y de proyectos migratorios.
       Tomemos el caso de los senegaleses en Lavapiés. Tratándose de un colectivo
predominantemente masculino, buena parte de ellos viven en pensiones y en pisos
compartidos. Otros viven fuera del barrio pero tienen en él sus negocios. Sus tiendas
son pequeños comercios al por menor, principalmente de ropas, adornos y
complementos (las telas y diseños batiks), artículos de cuero como bolsos, esculturas y
otras artesanías negroafricanas. Han abierto también locutorios, restaurantes, bares
con música étnica. Para los vecinos del barrio son inmigrantes y negros; algunos con
más relación y conocimiento los distingue como senegaleses y con respecto a otros
grupos nacionales de África. En el funcionamiento de la red senegalesa hay
distinciones que son de gran relevancia, de las que destacaré la étnica y la religiosa.
Los inmigrantes senegaleses radicados en el barrio pertenecen a grupos étnicos
dispares, predominado los wolofs. De las cuatro cofradías musulmanas principales de
Senegal, las dos relevantes en el barrio son los mourids y los tijannes. El mouridismo es
una comente que se remonta a los movimientos anticoloniales franceses de Senegal en
el siglo XIX, está muy ligada a la actividad comercial y tiene su epicentro en la ciudad
sagrada de Touba, segunda ciudad de Senegal. Los establecimientos comerciales de
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   32



Lavapiés regentados por senegaleses mourid son identificables por el paseante si
observa la palabra «Touba» en el rótulo de la entrada, en el nombre de la tienda, en
los carteles, o si se fija en las fotografías de santos y marabouts (líderes religiosos) con
su particular forma figurativa y estética. Para los senegaleses de Madrid, de España y
de otras latitudes Lavapiés es un lugar central.
       En este barrio se constituyó y ubicó la sede de la Asociación de Inmigrantes
Senegaleses en España con lo que supuso de participación en la vida social y
reivindicativa del barrio, reuniones con asistencia de senegaleses venidos de todas
partes. Durante mi primer trabajo de campo pude observar una campaña de
contribución a la construcción de un hospital en la ciudad de Touba. Los marabouts
visitaron el barrio y recogieron dinero, tal como hicieron en otros enclaves de la
diáspora senegalesa de España, Italia y Estados Unidos; cuando visité Senegal en 1996
pude visitar la ciudad y el hospital ya en construcción avanzada.
       He tratado de mostrar de forma más directa, desde un barrio y desde una
investigación antropológica, algunas de las complejas cuestiones antes planteadas.
Mencionaré finalmente una conclusiones de dicha investigación -la que se refiere a las
dimensiones del cambio sociocultural que viene produciéndose en el barrio- para
mostrar la necesidad y posibilidad de la antropología de las migraciones:
mercantilización... en un barrio donde la vivienda ha sido accesible; revitalización
demográfica. .. en un barrio que venía despoblándose; diversificación social... en un
barrio con fuerte localismo; multiculturalización... en el barrio castizo por
antonomasia; gentrificación (entendida como ubicación de clases y grupos de estatus
superior al predominante del barrio) ... en un barrio bajo; cambio generacional... en un
barrio que envejecía; rehabilitación urbana... en un barrio céntrico y abandonado.
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   33




                        Sugerencias para el investigador
       A continuación, se sugieren algunas ideas y posibilidades de trabajo
antropológico para quienes desean iniciarse en este campo. Procediendo de lo más
simple a lo más complejo, agruparé estas sugerencias en cuatro bloques: «ideas de uso
cotidiano»; posibles prácticas de etnografía más organizadas y focalizadas; un ejercicio
de combinación de cuatro técnicas de investigación que se complementan entre sí; y,
finalmente, algunas claves de enfoque.


Ideas para aprovechar la cotidianidad con finalidad etnográfica
       Como siempre provéete de tu bloc de notas y de tu diario. En el diario debe
anotarse lo antes posible todo lo que se te ocurra sobre las migraciones y los
emigrantes. No pienses ahora en ningún autor, en ningún concepto o teoría. Sólo
vuelca lo que tú piensas y sientes, y lo que piensas de lo que los demás dicen (amigos,
medios de comunicación, etcétera). Haz un ejercicio de introspección sincera: cómo
veo realmente las migraciones, por qué creo que la gente emigra, qué consecuencias
tiene todo ello para esa gente, para la economía, para los que quedaron allá. Anota en
el diario todas aquellas preguntas que se te ocurran sobre los emigrantes y las
migraciones. Si lo haces medianamente bien, comprobarás con el tiempo que esas
páginas adquieren más y más valor, pues reflejan un momento de tu pensamiento,
actitud, ideas preconcebidas.
       Toma conciencia de que tienes la cuestión emigrante a tu alrededor, en tu vida
cotidiana. Durante un determinado periodo de tiempo ve incrementando la
sensibilidad hacia todo lo que tenga que ver con la cuestión emigrante a tu alrededor.
Cuatro elementos a los que dirigir nuestra atención y observación pueden ser: estar
atento a los medios de comunicación, a las personas de origen extranjero con quienes
te cruzas, a las situaciones en las que convergen inmigrantes y autóctonos, y a todo
signo externo que testimonie presencia inmigrante. Detallo para ello cada elemento.
       Durante ese periodo de tiempo, analiza diariamente prensa, radio televisión.
Lee atentamente los periódicos, fijándote en qué términos se utilizan y en qué
mensajes lanzan. Abrir un archivo de noticias o grabar programas de radio y de
televisión será de gran ayuda para luego analizarlos. Ve estableciendo un protocolo de
atención, un índice temático que puedes ir enriqueciendo a medida que avanzas en la
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   34



observación. La atención a las palabras es aquí clave. Puedes ir haciendo un glosario de
palabras claves y seguirles cotidianamente la pista: problema, oleada, cultura, raza,
frontera, irregulares, desarrollo, miseria, las que veas convenientes y de tu interés. A la
hora de escuchar y leer despierta lo más posible tu imaginación antropológica. Puedes
ir elaborando una lista de todos los actores en juego, puedes abrir una ficha sobre cada
uno de ellos, etcétera.
       Observa en tu vida cotidiana las idas y venidas de personas de origen
extranjero. Dónde las ves: en tu domicilio o edificio, en la calle, en los medios de
trasporte, en los lugares de trabajo, en la escuela, en el banco, en un espacio religioso,
la universidad y así. A qué hora te cruzas con ellos/ellas, con quiénes van, cómo van
vestidas, qué están haciendo, ¿hay algo de específico respecto a lo que hacen los no
emigrantes?
       Ampliando la perspectiva, observa situaciones con interacción directa entre
inmigrantes y autóctonos. Capta la comunicación verbal y la no verbal. Sin molestar ni
transgredir nunca la intimidad de las personas, estate atento a las conversaciones en
esos espacios, especialmente cuando el emigrante no es hispanohablante. Mira los
gestos, las miradas, etcétera. De todo ello puedes hacer fichas temáticas en el
ordenador, en las cuales describas la situación (quiénes, dónde, haciendo qué,
etcétera) y utilizando tus palabras claves para luego hacer búsquedas de cada tema o
palabra. Cuando un grupo de extranjeros habla su lengua propia y ésta no es el
español fíjate si hay reacciones significativas en los demás. Suele haberlas, cáptalas y
descríbelas, pregúntate por el significado de esas reacciones.
       Elabora listados con todos los signos de presencia extranjera en un
determinado espacio que escojas, por ejemplo una calle, o mejor aún una determinada
plaza o sólo una esquina. Gentes, tiendas regentadas por extranjeros, nombres en los
casilleros de los portales o en la guía telefónica, anuncios, guías de ocio, carteles
callejeros con conciertos, revistas y folletos, pintadas y grafitos de todo tipo. Poco a
poco fui clasificando la presencia según la siguiente tipología: residencial, comercial y
comunitaria, esquema que luego me ha servido para orientar y aguzar la observación y
también la interpretación. Una de las cosas que hice fue un protocolo de atención
según los cinco sentidos: en el oído situé las músicas, en el olfato, los olores, etcétera;
una antropología de los sentidos, como parte de la observación cotidiana de la
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   35



multiculturalización.
       Hasta ahora sólo estás observando y documentándote. Es hora de participar y
ello también puede hacerse usando tu cotidianidad. Puedes participar en los actos
culturales o informativos que haya en tu barrio y que se relacionen con la inmigración
o la interculturalidad, ir a locales de música y baile «étnicos», asistir a celebraciones
religiosas donde se exprese la diversidad étnica, participar en manifestaciones públicas
de protesta o denuncia en la que participen personas de otras nacionalidades,
etcétera. En fin, son sólo ejemplos de cómo desde la cotidianidad ir abriendo el
registro etnográfico y la mirada antropológica del hecho migratorio.


Opciones de prácticas focalizadas
       Otra sugerencia es organizar prácticas de corta duración en un determinado
contexto migratorio, y ya con un esquema previo que, sin llegar al detalle del proyecto
de investigación, sí formalice y planifique la experiencia, incluyendo la finalidad y
objetivos, preguntas y supuestos de partida, procedimientos y plan de acción. He aquí
unos ejemplos:
       -   Observar durante un tiempo bien delimitado y de forma reiterada
           (programando los puntos de interés) un espacio urbano y cotidiano, como
           un parque o plaza donde los inmigrantes son asiduos, la salida de un colegio
           con alta presencia de alumnado extranjero, una tienda regentada por
           extranjeros, un locutorio, etcétera.
       -   Realizar un reportaje fotográfico de la presencia inmigrante y extranjera en
           un determinado barrio o área de la ciudad. Redactar primero de qué va a
           tratar el reportaje o pequeño ensayo y cómo se puede ilustrar. Antes de
           proceder con la cámara, familiarizarse todo lo posible con el escenario. Tres
           ejercicios útiles que he practicado son: primero, hacer series que capten
           toda la diversidad de un aspecto, por ejemplo, ocupaciones, grupos
           nacionales, etcétera; segundo, hacer fotos especialmente significativas de
           algo aunque no aporte más que un elemento, y tercero hacer fotos que
           tengan la mayor densidad etnográfica posible, esto es, que nos informen de
           todo un conjunto de elementos.
       -   Navegar por Internet, haciendo búsquedas intensivas con respecto a un
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   36



            colectivo, tema o barrio, y llevando luego a cabo un análisis temático y
            semántico. Hay numerosas páginas web relacionadas con la inmigración. De
            las más interesantes son las de los propios colectivos migrantes de formato
            y contenido transnacional.



Técnicas complementarias
        Son técnicas relativamente fáciles, que establecen relación personal intensa,
que aportan información variada, qué se complementan bien entre sí y que, sobre
todo, pueden ser aplicadas a partir de una sola persona de origen extranjero con quien
tengas una relación fluida. Se trata de aplicar, en una estrategia investigadora de
conjunto, la historia de vida, el estudio familiar del caso, la genealogía y la red social.



Técnica I. Historias migratorias
        Pueden señalarse algunos momentos o procedimientos recurrentes en la
elaboración de las historias de vida: 1) guión previo; 2) acceso y primeras entrevistas;
3) la paulatina trascripción de las cintas; 4) las lecturas de trozos al o con el
informante; 5) el recurso al procedimiento de la asociación, para ir cubriendo huecos e
introduciendo matices; 6) los análisis parciales del material que se va obteniendo; 7)
los sucesivos guiones y nuevas entrevistas ya más focalizadas; y 8) el montaje final del
texto. Como siempre en nuestra disciplina este trabajo no es lineal ni esquemático sino
cíclico, espiral, dialéctico.
        El conocimiento de la historia de un emigrante aporta al etnógrafo información
valiosa y directa sobre corno ve y valora esa experiencia, cuáles dificultades y
problemáticas se enfrentan y cómo, qué secuencias se siguen en el cambio residencial
y ocupacional, cómo van cambiando la trama de relaciones con paisanos, otros
emigrantes y autóctonos, etcétera. A la hora de aplicar este clásico proceder
metodológico a un contexto tan particular como es el de las migraciones, es preciso
tener en cuenta algunas especificidades del hecho migratorio y de su dinámica. Esas
particularidades vienen dadas por: a) la presencia simultánea en la vida del emigrante
de varios contextos geográficos y socioculturales; b) la relevancia de las relaciones y
vínculos con el origen, algo cambiante y no exento de tensiones; y c) la
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   37



reinterpretación continuada por parte del informante del sentido y valor de su
experiencia migratoria.
       He aquí algunas pautas básicas sobre cómo elaborar historias migratorias; el
procedimiento es similar a cualquier historia de vida si bien teniendo en cuenta las
particularidades mencionadas. Como herramienta o posible guía puedes apoyarte en
el conocimiento de las etapas e hitos que suelen ser claves en los periplos de los
emigrantes: 1) el comienzo del proceso de emigración (antecedentes familiares y
comunitarios, toma de decisión, motivos, cadena migratoria); 2) la ruta y pauta
migratoria seguida (itinerario, dificultades, pagos, ayudas, acceso al país de destino); 3)
los primeros momentos (acceso al trabajo, situación jurídica, alojamiento, contactos
con paisanos); 4) la fase de asentamiento (cambios en la movilidad espacial y
ocupacional, etcétera); 5) las vueltas o retornos al país de origen, en su caso; y 6) los
procesos de reagrupación familiar y/o de formación de pareja y familia en el contexto
de recepción (profundos cambios que ello suele llevar aparejado), etcétera.



Técnica II. Estudio de caso de familias vinculadas a la migración
       Los estudios de caso son parte de la metodología cualitativa y han tenido
múltiples modalidades en la historia de la antropología. Aquí abordo un subtipo como
es el estudio de unidades familiares y su aplicación particular a contextos migratorios.
Conocer una familia emigrante es como hacer una cata o mirar por el microscopio el
entramado de la vida migratoria. Conociendo en profundidad a unas familias se entra
en la lógica económica de presupuestos familiares con remesas, situaciones de bi y
multirresidencialidad, variadas estrategias de compartir piso, trastoque que el proceso
migratorio supone en las relaciones de género y entre las generaciones, procesos
culturales y lingüísticos de cambio, adaptación, asimilación, hibridación, etcétera.
       La idea es recabar de un determinado número de familias vinculadas a la
migración, información sobre los siguientes aspectos: 1) tamaño y composición según
género y generación; 2) vivienda y pauta residencial; 3) actividades de los miembros; 4)
recursos con los que se cuenta; 5) relaciones internas (roles, comunicación y lenguas,
conflictos); y finalmente 6) relaciones externas de esa familia (parientes, paisanos,
amigos, vecinos...), dándole a ese conjunto de información la profundidad temporal de
Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica   38



la historia familiar Una vez obtenida la información mediante sucesivas visitas,
entrevistas y participación en actividades de la familia y en las de sus miembros, el
antropólogo analiza cada caso en sí y compara las distintas unidades, destacando
especificidades y aspectos comunes.



Técnica III. La genealogía aplicada al proceso migratorio
       Del individuo a su familia y de ahí a sus parientes. El uso de la genealogía como
técnica supone trazar el cuadro de parientes del informante o Ego, tanto sus
ascendientes como sus descendientes, recabando para cada persona vinculada por
consanguinidad o afinidad aquella información que la finalidad del estudio requiera y
que esté disponible mediante entrevista, consulta de archivos u otras fuentes. En mi
investigación sobre el régimen comunal agrario en España y México utilicé esta técnica
y recabé información sobre los parientes de distintos informantes: su nombre, edad,
sexo, lugar de nacimiento, lugar de residencia actual y anterior, matrimonio(s), hijos,
ocupación actual y anterior. Todos esos datos son clasificables y cuantificables en cada
generación. El cuadro genealógico no es sólo el árbol genealógico que informa de los
antepasados de Ego, sino que aporta información sobre los miembros de su
generación y los descendientes de todos ellos.
       Pude experimentar cómo el valor de la genealogía iba más allá del registro de
esa información. Otra de las utilidades de este procedimiento es la información
derivada pues en las entrevistas van saliendo, de forma amena y fluida, recuerdos,
anécdotas, comentarios. Esa información cualitativa y «al hilo de» es sencillamente
oro. En el caso de los informantes masculinos me fue siempre de gran utilidad contar
con la información y comentarios de la esposa, con frecuencia sabe y recuerda con
más detalle y exactitud.
       En el estudio de contextos migratorios, un dato clave a preguntar respecto al
cuadro de parientes es quiénes han emigrado y adonde. Uno puede colorear o tramar
los símbolos que en el diagrama representan a cada pariente según países o
localidades donde residan, disponiendo así a la vista de mapas de distribución de la red
migratoria. La genealogía aporta información valiosa sobre asuntos que hemos
señalado como las situaciones en origen, tránsito y destino, pautas e itinerarios de
Carlos giménez romero migraciones y perespectiva antropolo
Carlos giménez romero migraciones y perespectiva antropolo
Carlos giménez romero migraciones y perespectiva antropolo
Carlos giménez romero migraciones y perespectiva antropolo
Carlos giménez romero migraciones y perespectiva antropolo
Carlos giménez romero migraciones y perespectiva antropolo

Weitere ähnliche Inhalte

Was ist angesagt?

Introducción a la Antropología (Temas 1 y 2)
Introducción a la Antropología (Temas 1 y 2)Introducción a la Antropología (Temas 1 y 2)
Introducción a la Antropología (Temas 1 y 2)J Luque
 
Historia de la antropologia
Historia de la antropologiaHistoria de la antropologia
Historia de la antropologiaYoimar Neriyo
 
Antropologia social del peru
Antropologia social del peru Antropologia social del peru
Antropologia social del peru davidjunior1993
 
Tradición filosófico literaria y discurso social común
Tradición filosófico literaria y discurso social comúnTradición filosófico literaria y discurso social común
Tradición filosófico literaria y discurso social comúnZoila Pablos
 
Ii. proceso evolutivo de la cultura e importancia del
Ii. proceso evolutivo de la cultura e importancia delIi. proceso evolutivo de la cultura e importancia del
Ii. proceso evolutivo de la cultura e importancia delAlberto Bocanegra Ramos
 
Cultura implicita
Cultura implicitaCultura implicita
Cultura implicitaJuanmg777
 
Antropologia social ...
Antropologia social ...Antropologia social ...
Antropologia social ...Alexiz TrEjo
 
Concepcion simbolicacultura gilberto gimenez
Concepcion simbolicacultura gilberto gimenezConcepcion simbolicacultura gilberto gimenez
Concepcion simbolicacultura gilberto gimenezGinis Cortes
 
Cultura,arte y comunicacion
Cultura,arte y comunicacionCultura,arte y comunicacion
Cultura,arte y comunicacionavilaiginio
 
Objeto de estudio, división, relación con otras ciencias
Objeto de estudio, división, relación con otras cienciasObjeto de estudio, división, relación con otras ciencias
Objeto de estudio, división, relación con otras cienciasalexcruz28
 
Formas conflictivas del desplazamiento
Formas conflictivas del desplazamiento Formas conflictivas del desplazamiento
Formas conflictivas del desplazamiento Natalia Rojo
 

Was ist angesagt? (20)

Antropologia social
Antropologia socialAntropologia social
Antropologia social
 
Introducción a la Antropología (Temas 1 y 2)
Introducción a la Antropología (Temas 1 y 2)Introducción a la Antropología (Temas 1 y 2)
Introducción a la Antropología (Temas 1 y 2)
 
Historia de la antropologia
Historia de la antropologiaHistoria de la antropologia
Historia de la antropologia
 
Antropologia urbana y rural
Antropologia urbana y ruralAntropologia urbana y rural
Antropologia urbana y rural
 
ANTROPOLOGÍA DEL PERÚ
ANTROPOLOGÍA DEL PERÚANTROPOLOGÍA DEL PERÚ
ANTROPOLOGÍA DEL PERÚ
 
Ramas de las Ciencias Sociales
Ramas de las Ciencias SocialesRamas de las Ciencias Sociales
Ramas de las Ciencias Sociales
 
Antropologia social del peru
Antropologia social del peru Antropologia social del peru
Antropologia social del peru
 
Ramas de las Ciencias Sociales
Ramas de las Ciencias SocialesRamas de las Ciencias Sociales
Ramas de las Ciencias Sociales
 
Tradición filosófico literaria y discurso social común
Tradición filosófico literaria y discurso social comúnTradición filosófico literaria y discurso social común
Tradición filosófico literaria y discurso social común
 
Antropología
AntropologíaAntropología
Antropología
 
Ii. proceso evolutivo de la cultura e importancia del
Ii. proceso evolutivo de la cultura e importancia delIi. proceso evolutivo de la cultura e importancia del
Ii. proceso evolutivo de la cultura e importancia del
 
Cultura implicita
Cultura implicitaCultura implicita
Cultura implicita
 
Antropologia social ...
Antropologia social ...Antropologia social ...
Antropologia social ...
 
Cultura presentacion
Cultura presentacionCultura presentacion
Cultura presentacion
 
Concepcion simbolicacultura gilberto gimenez
Concepcion simbolicacultura gilberto gimenezConcepcion simbolicacultura gilberto gimenez
Concepcion simbolicacultura gilberto gimenez
 
Cultura,arte y comunicacion
Cultura,arte y comunicacionCultura,arte y comunicacion
Cultura,arte y comunicacion
 
Arte y Cultura
 Arte y Cultura Arte y Cultura
Arte y Cultura
 
Objeto de estudio, división, relación con otras ciencias
Objeto de estudio, división, relación con otras cienciasObjeto de estudio, división, relación con otras ciencias
Objeto de estudio, división, relación con otras ciencias
 
Antropologia 01
Antropologia  01Antropologia  01
Antropologia 01
 
Formas conflictivas del desplazamiento
Formas conflictivas del desplazamiento Formas conflictivas del desplazamiento
Formas conflictivas del desplazamiento
 

Ähnlich wie Carlos giménez romero migraciones y perespectiva antropolo

La antropología
La antropologíaLa antropología
La antropologíaMISTIKA2008
 
Antropología cultural y regional: Breve historia de la Antropología Cultural,...
Antropología cultural y regional: Breve historia de la Antropología Cultural,...Antropología cultural y regional: Breve historia de la Antropología Cultural,...
Antropología cultural y regional: Breve historia de la Antropología Cultural,...Ricardo Sánchez Gutiérrez
 
APORTE DE LAS DIVERSAS DISCIPLINAS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL PROYECTO NACIONAL
APORTE DE LAS DIVERSAS DISCIPLINAS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL PROYECTO NACIONALAPORTE DE LAS DIVERSAS DISCIPLINAS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL PROYECTO NACIONAL
APORTE DE LAS DIVERSAS DISCIPLINAS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL PROYECTO NACIONALARACELI V
 
Presentación Sociología y Psicología Vintage Beige (1).pptx
Presentación Sociología y Psicología Vintage Beige (1).pptxPresentación Sociología y Psicología Vintage Beige (1).pptx
Presentación Sociología y Psicología Vintage Beige (1).pptxGladysMiranda18
 
Antropologia
AntropologiaAntropologia
Antropologialissaghy
 
Antropología y psicología
Antropología y psicologíaAntropología y psicología
Antropología y psicologíaLissette Perez
 
antropologia general,social y relaciones con otras ciencias
antropologia general,social y relaciones con otras cienciasantropologia general,social y relaciones con otras ciencias
antropologia general,social y relaciones con otras cienciasamelia sofia cordova cancho
 
Tema1-antropologia.pdf,m,m,,,,,,,,.llllllll
Tema1-antropologia.pdf,m,m,,,,,,,,.llllllllTema1-antropologia.pdf,m,m,,,,,,,,.llllllll
Tema1-antropologia.pdf,m,m,,,,,,,,.llllllllingestoracultural1
 
Clase 2 12 de mayo
Clase 2   12 de mayoClase 2   12 de mayo
Clase 2 12 de mayoIES N° 9
 
9 antropologia cultural
9 antropologia cultural9 antropologia cultural
9 antropologia culturalVictor Aranda
 

Ähnlich wie Carlos giménez romero migraciones y perespectiva antropolo (20)

Caratula sergio bernales
Caratula sergio bernalesCaratula sergio bernales
Caratula sergio bernales
 
Unidad 1. antropología
Unidad 1. antropologíaUnidad 1. antropología
Unidad 1. antropología
 
la antropologia en el peru
la antropologia en el perula antropologia en el peru
la antropologia en el peru
 
Objeto, metodo antropologia tema 03
Objeto, metodo antropologia  tema  03Objeto, metodo antropologia  tema  03
Objeto, metodo antropologia tema 03
 
2HC-9-Historia-Cultural.ppt
2HC-9-Historia-Cultural.ppt2HC-9-Historia-Cultural.ppt
2HC-9-Historia-Cultural.ppt
 
La antropología
La antropologíaLa antropología
La antropología
 
Antropología cultural y regional: Breve historia de la Antropología Cultural,...
Antropología cultural y regional: Breve historia de la Antropología Cultural,...Antropología cultural y regional: Breve historia de la Antropología Cultural,...
Antropología cultural y regional: Breve historia de la Antropología Cultural,...
 
Pch antropología
Pch antropologíaPch antropología
Pch antropología
 
APORTE DE LAS DIVERSAS DISCIPLINAS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL PROYECTO NACIONAL
APORTE DE LAS DIVERSAS DISCIPLINAS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL PROYECTO NACIONALAPORTE DE LAS DIVERSAS DISCIPLINAS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL PROYECTO NACIONAL
APORTE DE LAS DIVERSAS DISCIPLINAS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL PROYECTO NACIONAL
 
Antropologa social
Antropologa social Antropologa social
Antropologa social
 
Presentación Sociología y Psicología Vintage Beige (1).pptx
Presentación Sociología y Psicología Vintage Beige (1).pptxPresentación Sociología y Psicología Vintage Beige (1).pptx
Presentación Sociología y Psicología Vintage Beige (1).pptx
 
Antropologia
AntropologiaAntropologia
Antropologia
 
Etnología
EtnologíaEtnología
Etnología
 
TS_Etnología
TS_Etnología TS_Etnología
TS_Etnología
 
Antropología y psicología
Antropología y psicologíaAntropología y psicología
Antropología y psicología
 
antropologia general,social y relaciones con otras ciencias
antropologia general,social y relaciones con otras cienciasantropologia general,social y relaciones con otras ciencias
antropologia general,social y relaciones con otras ciencias
 
Tema1-antropologia.pdf,m,m,,,,,,,,.llllllll
Tema1-antropologia.pdf,m,m,,,,,,,,.llllllllTema1-antropologia.pdf,m,m,,,,,,,,.llllllll
Tema1-antropologia.pdf,m,m,,,,,,,,.llllllll
 
Clase 2 12 de mayo
Clase 2   12 de mayoClase 2   12 de mayo
Clase 2 12 de mayo
 
9 antropologia cultural
9 antropologia cultural9 antropologia cultural
9 antropologia cultural
 
Definición de antropología
Definición de antropologíaDefinición de antropología
Definición de antropología
 

Carlos giménez romero migraciones y perespectiva antropolo

  • 1. MIGRACIÓN, SOCIEDAD Y CULTURA: LA PERSPECTIVA ANTROPOLÓGICA1 Carlos Giménez Romero Profesor Titular de Antropología social Universidad Autónoma de Madrid DE LA ANTROPOLOGÍA GENERAL A LA ANTROPOLOGÍA DE LAS MIGRACIONES2 Al enfocar las realidades de la migración con lente antropológica un punto de partida puede ser considerar, aunque sólo sea de forma sumaria, cómo se entiende la naturaleza de la antropología y deducir de ello las implicaciones oportunas para el enfoque de un campo particular como es el de la movilidad humana por razones de trabajo, reagrupación familiar y búsqueda de mejores oportunidades de vida. Como tradición cultural, la antropología remite a las reflexiones a lo largo de la historia desde cada pueblo sobre los otros. Cada cual ha pensado sobre los diferentes y frecuentemente lo ha hecho con sensibilidad, inteligencia y sistema. Esa sorpresa, curiosidad e interés sobre el Otro fructificó en observaciones y anotaciones reflejadas en crónicas, diarios de viajes, tratados de misioneros, informes de funcionarios, cartas documentadas de espías, anotaciones de naturalistas, etcétera. En esa rica, variopinta y larga tradición hay de todo, desde actitudes de rechazo, prejuicio y condena, hasta actitudes de respeto, tolerancia e intentos de comprensión de las otras culturas desde las coordenadas propias y ajenas. El emigrante es un otro por definición, un transterrado que deja su tierra y llega a otra cuyos pobladores consideran propia. El foráneo viene de otro lugar, un mundo que es desconocido por quien le recibe. El transterrado lleva y trae consigo otra forma de ser, pensar, sentir y hablar. En el caso de las migraciones internacionales a la distintividad cultural de los emigrantes viene a añadirse una distintividad jurídica como no nacionales, amén de otras particularidades. Simmel se refirió al extranjero como 1 Nota previa: se indica en cursiva y con asterisco los términos que aparecen definidos en el glosario que se incluye al final del texto. 2 Tomado de: Lison Tolosana, Carmelo, “Introducción a la antropología social y cultural – teoría, método y práctica”, capítulo VII, págs., 153-190, ediciones Akal, Madrid, España, 2007.
  • 2. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 2 categoría social y Park creó la categoría de hombre marginal. Los estudios migratorios han tenido y tendrán relevancia particular desde este primer ángulo de la reflexión y actitud hacia el Otro y lo Otro. Antes de entrar en la consideración propiamente científica de la cuestión migratoria, es conveniente que los antropólogos tengamos presente que somos parte de esa tradición alimentada por la actitud de comprensión. Desde mediados del siglo XIX la antropología se ha ubicado en el conjunto de las ciencias humanas o sociales. Aquí la sugerencia es inferir los significados para la antropología de las migraciones de tres definiciones clásicas, usuales y sencillas: la antropología como ciencia de la evolución, como ciencia de la cultura y como ciencia de la unidad y la diversidad. a) En los tiempos que corren vuelve a estar en discusión la bondad o no de la perspectiva evolutiva en las ciencias sociales. Sin entrar ahora en ese debate, sí es posible indicar algunos puntos de interés desde la perspectiva histórica para la antropología de las migraciones. Un componente imprescindible de la perspectiva antropológica de las migraciones es la historicidad y el papel de las migraciones en la evolución humana. Las migraciones son tan viejas como la humanidad y son expresión de la tendencia a la expansión de la especie a los más diversos ecosistemas. Los traslados en el espacio son manifestación de la plasticidad humana y una fábrica donde se ha desarrollado la adaptabilidad de la especie.3 b) Si la antropología es la ciencia de la cultura, en la antropología de las migraciones la dimensión cultural está presente por todas partes. La migración es un proceso sociocultural y una experiencia de movilidad en el espacio, en el espacio físico, geopolítico y sociocultural. En cada experiencia migratoria adquieren protagonismo al menos dos ámbitos: emigrantes y autóctonos. Los emigrantes poseen un bagaje cultural e identitario que está presente a lo largo de su experiencia migratoria, desde la decisión y forma de migrar, hasta la 3 Como ya he manifestado en otro lugar <<… somos la única especie extendida por todo el globo y ello ha significado movilidad, migración. La propia naturaleza de algunos pueblos nómadas (gitanos de Europa, tuaregs del Sahel africano, los yoruk entre Turquía y Siria, mongoles de la estepa asiática). Otros pueblos en diáspora, cuya historia errante les ha elevado a establecerse en muy diversos lugares y cuya identidad, cultura y actividades les mantienen conectados (judíos sefardíes y asquenazíes, chinos de ultramar, etc.)>>. C. Giménez, Qué es la inmigración, Barcelona, RBA, 2003, p. 22.
  • 3. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 3 manera de relacionarse en el nuevo contexto de recepción. En el otro polo, la sociedad de recepción se encuadra en otro mundo histórico y cultural, a la cual los emigrantes deberán adaptarse y desde el cual se percibe la inmigración de una determinada manera. El mantenimiento y recreación de la(s) cultura(s) de origen, la adaptación a la(s) cultura(s) receptora(s) y la emergencia de nuevas síntesis culturales han venido siendo tres asuntos claves en la antropología de las migraciones. c) Si la antropología es la ciencia de la unidad y diversidad de lo humano, la antropología de las migraciones habrá de estar orientada también por la exploración de qué y cuánto hay de común y convergente en las experiencias, procesos y situaciones migratorias, y qué y cuánto hay de particular y singular en ellas. El antropólogo deberá abrir su sensibilidad a captar las posibles regularidades existentes en este campo de la realidad humana. En estos veinte años que vengo dedicándome a esta temática me causa fuerte impresión leer en las monografías y comprobar en mis propios estudios la repetición, hasta cierto grado, de procesos como la distribución concentrada de los emigrantes, la ubicación recurrente de amplios sectores de los inmigrantes en los segmentos secundarios del mercado de trabajo, la formación repetida de barrios, enclaves, comunidades y guetos de inmigración, la conformación una y otra vez de situaciones de marginación. Con esta última reflexión, hilamos bien con el plano profesional de la antropología mencionado al principio. En el ámbito de las migraciones, la antropología encuentra un campo de grandes posibilidades de trabajo profesional y aplicado. Desde el conocimiento y la formación, los antropólogos vienen asesorando a instituciones y organizaciones en cómo abordar la gestión de las nuevas relaciones interétnicas establecidas en los colegios, centros de salud, servicios sociales y otras muchas instancias de la sociedad. Noventa años de estudio antropológico de las migraciones Desde las monografías de la Escuela de Chicago hasta las elaboraciones sobre transnacionalismo e inmigración ha llovido bastante en materia de antropología y
  • 4. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 4 etnografía del hecho migratorio. Ha habido cambios temáticos, teóricos y metodológicos. Temáticamente, el predominio de los estudios de la migración del campo a la ciudad ha dado paso al énfasis en el estudio de la migración internacional. El enfoque teórico ha ido variando desde las perspectivas funcionalistas y la denominada teoría de la modernización hacia los enfoques de las teorías de la dependencia, del sistema mundial y de la articulación, llegándose en la última década al predominio de la teoría del transnacionalismo. Metodológicamente, los estudios de comunidad y el énfasis en individuos y grupos domésticos como principales unidades de análisis, se ha ido trocando en estudios bipolares en origen y destino, en etnografía multisituada allí donde la migración ocurre, y en la combinación de dimensiones macroestructurales y microestructurales. Tras la primera guerra mundial se produjo un crecimiento vertiginoso de un amplio conjunto de ciudades de Estados Unidos, proceso de crecimiento demográfico y social que intensificaba el proceso de urbanización lo que venía sucediendo desde mediados del siglo XIX. En un contexto de intensa industrialización, algunas de esas ciudades recibían miles y miles de personas cada año, afroamericanos y wasp pobres procedentes del sur, pero sobre todo gentes que llegaban de Europa (irlandeses, polacos, italianos, etcétera) y de otros continentes. Tal como había ocurrido en el tránsito del siglo XIX al XX, los emigrantes continuaban siendo uno de los protagonistas estelares no sólo del cambio urbano y del desarrollo económico sino de la formación de la nación. Una de esas ciudades en rápida trasformación fue Chicago en la que se constituyó un equipo de científicos sociales cuyos trabajos fueron una aportación clave al desarrollo de disciplinas como la sociología y la antropología. Influidos por maestros como Boas, Redfield, Lowie y otros antropólogos culturales, los investigadores de la Universidad de Chicago -con Robert E. Park (1864-1944) y Ernest W. Burgess (1886- 1966) a la cabeza, y con figuras académicas tan relevantes como W. I. Thomas, W Zorbaugh, L. Wirth y otros- fueron a indagar sobre el terreno y escribieron un conjunto de manuales, ensayos y monografías relevantes.4 Hay que destacar la pionera y monumental obra de Thomas y Znaniecki The Polish Peasant in Europe and America, publicada entre 1918 y 1920, subtitulada significativamente «monografía de un grupo 4 Race and cultura es una recopilación de artículos de R. Park (Glencoe, Illinois, Free Press, 1950.
  • 5. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 5 inmigrante», desde entonces referencia clásica de los estudios migratorios.5 El contexto social de toda aquella producción intelectual y universitaria fue el cambio urbano a partir de la inmigración. Además de teorizaciones sobre la naturaleza de lo urbano,6 sobre la distribución espacial de los nuevos pobladores, o sobre los procesos de sucesión poblacional, se elaboró una magnífica colección de monografías de considerable valor etnográfico. Anderson (1923) trabajó sobre los vagabundos o homeless, habiendo llevado él mismo vida de vagabundo;7 Zorbaugh (1926 y 1929) se ocupó de los suburbios marginales, las casas humildes de madera o dwellers, y la «costa fría» o zonas de casuchas denominadas slum8; Trasher (1927) se dedicó a censar y describir los cientos de pandillas que proliferaban en la ciudad9; Wirth (1928) hizo un estudio monográfico sobre el gueto judío de la ciudad10; Cressey (1932) logró acceso al mundo de las chicas de los bares de alterne11; Whyte (1943) describió con primor «la sociedad de la esquina» en el barrio ítalo-americano conocido como Little Italy, abordando pandillas, liderazgos y redes informales12. Temática central fue la de los cambios culturales que se producen en el inmigrante y en la ciudad. Para interpretarlos, Park propuso su teoría del «ciclo de las relaciones raciales», estructurada a partir de la secuencia de pasos que creyeron observar en los barrios de Chicago: contacto - competición - acomodación - asimilación. La asimilación era concebida como inevitable, como el desenlace asegurado al que estaba conduciendo la aculturación y transformación de los recién llegados. Otra característica de aquel conjunto de trabajos es su interés en las problemáticas sociales, en las situaciones de dificultades de la vida social que estaban afectando a esas personas y barrios y que constituían retos para las administraciones públicas y para la sociedad en su conjunto. El lector de hoy encontrará en aquellos textos descripciones, reflexiones y propuestas aplicadas sobre asuntos como pobreza, 5 W. I. Thomas y F. Znaniecki, The Polish Peasant in Europe and America, Nueva York, Dover Publications, 1958. 6 Desde el libro de Park y Burgess The City (1925) hasta la interpretación del modo de vida urbano por Wirth a partir de la influencia directa de tres factores: tamaño, densidad y heterogeneidad (<<Urbanism as a Wayof Life>>, American Journal of Sociology 44). 7 N. Anderson, The Hobo, Chicago, University of Chicago Press, 1961. 8 H. Zorbaugh, The Gold Coast and the Slum, Chicago, University of Chicago Press, 1929. 9 F.M. Thrasher, The Gang, Chicago, University of Chicago Press, 1963. 10 L.Wirth, The Ghetto, Chicago, UJniversity of Chicago Press, 1956. 11 P. Cressey, The Taxi – Dance Hall, New Jersey, Patterson Smith, Montclair, 1969. 12 W.F. Whyte, Street Corner Society. The Social Structure of a Italian Slum, Chicago, University of Chicago Press, 1956 (ed. cast: La sociedad de las esquinas, México, Diana, 1971).
  • 6. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 6 infravivienda, hacinamiento, alcoholismo, violencia, desarraigo, marginación, guetos y conflicto interracial o interétnico, asuntos que siguen preocupando ochenta años más tarde. Park, Burgess, Thomas y los demás se interesaron vivamente por la proliferación de tipos y mundos sociales que se observaban en la ciudad, así como en los perfiles tan peculiares de las distintas zonas y barrios. Seleccionaré dos monografías significativas de cómo se abordó esa diversidad. En su estudio de las personas sin hogar en el Chicago de los años veinte, Anderson estimó entre 300.000 y 500.000 la oscilación del flujo anual de personas que pasaban por Chicago; en un momento dado del año habría en la ciudad entre 30.000 y 75.000 personas sin hogar fijo. Apenas había mujeres, la mayoría eran no casados, algunos se habían separado de sus familias. Se pasaban la mayor parte del día deambulando por las calles; iban con frecuencia a la Plaza Washington o a la Bughouse Square (plaza del manicomio). Anderson describe con primor su jerga para denominar los tipos y las situaciones sociales pues bien, ser o no emigrante es crucial en la identificación y distinción que hace el autor de hasta cinco tipos sociales entre los homeless. Estos subtipos son el trabajador de temporada (con un ciclo regular anual); el hobo (emigrante también pero sin itinerario regular); el tramp (vagabundo; eran emigrantes pero no trabajadores, viviendo de la mendicidad); la home guard (o guarnición local, que sí trabajaban pero que no eran emigrantes); y el bum (o vago y holgazán, que no trabajaba y que tampoco migraba). Como puede verse tres de las categorías corresponden a emigrantes. Los sin techo, y dentro de ellos los hobos, no formaban un barrio específico pero sí constituían un tipo social, con varios subtipos, que otorgaban una cualidad especial a los espacios donde estaban presentes. La variedad de barrios es más observable en The Gold Coast and the Slum, publicada por Zorbaugh y dedicada al área conocida como Lower North Side. Este autor distinguió y describió seis subáreas dentro de ese territorio urbano: a) la Costa de Oro donde vivía la gente acomodada, b) la zona de pensiones o «mundo de habitaciones amuebladas», que había sido zona de residencias de moda y en la que vivían buena parte de las mujeres que trabajaban en el servicio doméstico de las casas y mansiones de la Costa de Oro; c) el barrio bohemio, conocido como Towertown, poblado por artistas e intelectuales; d) el área de
  • 7. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 7 diversión, donde se aglomeraban salas de billar, restaurantes, casas de empeño de objetos, salones de baile y cabaret; e) el barrio bajo, con sus alquileres baratos y poblado por gran variedad de personas; y f) Little Italy o Pequeña Sicilia, encuadrada en el barrio bajo pero que recibió tratamiento específico por su considerable extensión y por concentrar a los inmigrantes italianos, más particularmente a los sicilianos. La delimitación de zonas en la percepción de las gentes y en la distinción del investigador no es una clasificación a partir de criterios aplicables a todo el Lower North Side, sino que prima en unas u otras el carácter de clase o posición económica, el tipo de actividad, la procedencia de origen o el carácter étnico. Una de las aportaciones capitales de la Escuela de Chicago es la utilización y práctica de la etnografía, del trabajo sobre el terreno. Ir a los barrios bajos de la ciudad, al gueto, al slum, observar su realidad, convivir con sus gentes, entrevistar, elaborar historias personales (como, por ejemplo, la de Doc, realizada por Whyte), frecuentar una y otra vez un bar como hizo Cressey en «The Taxi Dance May» hasta llegar a describir subculturas, seguir la peripecias de las pandillas y los clubes, y en definitiva hacer trabajo de campo y etnografía, están a la base de la rica herencia que legaron. Así incluyó Park la observación participante en el programa de investigación de largo alcance que propuso en 1925: «Los mismos métodos pacientes de observación que antropólogos como Boas y Lowie han desarrollado para el estudio de la vida y manera de los indios de Norteamérica deben ser más fructíferamente empleados en la investigación de las costumbres, creencias, prácticas sociales y concepciones generales de la vida prevalecientes en Little Italy, en el North Side de Chicago, o en el estudio de las formas más complejas de los habitantes de Greenwich Village y el barrio de Washington Square, en Nueva York». De igual relieve intelectual que la producción de Chicago, fue el vasto conjunto de obras -ahora ya decididamente antropológicas- producidas por antropólogos europeos africanistas, sobresaliendo lo aportado por la denominada Escuela de Manchester en sus trabajos sobre migración y urbanización en África subsahariana. De la nación estadounidense que había derrotado a los indios, distribuyéndolos en reservas, y cuyo escenario de estudios son nuevas ciudades abarrotadas de inmigrantes nacionales y extranjeros, pasamos ahora a un escenario de colonialismo externo. Gran Bretaña desplegó desde finales del XIX hasta la época de la
  • 8. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 8 descolonización numerosos centros de investigación en el contexto del dominio y la administración colonial. Dos centros especialmente relevantes en el desarrollo de los estudios sobre migración y urbanización fueron el Instituto Rhodes-Livingstone de Lusaka (Zambia) creado en 1938 y el Instituto de Investigaciones Sociales de África Oriental de Kampala (Uganda) fundado en 1950. Tras la Segunda Guerra Mundial, varias ciudades africanas crecieron de forma espectacular, especialmente las ubicadas en el Cinturón del Cobre del territorio colonial entonces denominado Rhodesia del Norte, hoy Zambia. El crecimiento se venía dando desde la década de los treinta y se aceleró en los cuarenta y cincuenta. También aquí ese crecimiento tenía la inmigración como factor principal, ya fuera migración rural-urbana o desde las zonas rurales a los centros mineros, casi siempre interna y a veces internacional. Emergieron los asentamientos en los suburbios de la periferia y con ellos las infraviviendas, los niños en la calle, desnutridos y mal vestidos; la carencia absoluta de infraestructuras; suciedad, ausencia de inversión y políticas públicas; insalubridad, inseguridad (shantytowns o ciudades fantasma); escenarios de inmigración repetidos una y otra vez en diferentes épocas y lugares. De nuevo la ida temporal, permanente o alternante a la ciudad, las duras condiciones de vida y trabajo, la incorporación al trabajo industrial, la adopción de estilos urbanos de vida, la adaptación en definitiva a la vida urbana por parte de campesinos pertenecientes a distintas tribus. Todo ello atrajo el interés científico de los miembros de los institutos de Lusaka, Kampala y otras entidades, quienes quisieron estudiar esos flujos migratorios. Estas experiencias iban a dar lugar a obras importantes dentro de la antropología social británica, con especial aportación por parte de Max Gluckmann, Little, Mittchel, Epstein y otros13. De aquellas décadas de estudios proceden textos de relevante influencia en la historia general de la antropología y fundacionales de la antropología urbana. Resaltaré sólo dos aspectos cruciales de aquella producción antropológica: la cuestión central del debate sobre la «destribalización» o «retribalización» de los emigrantes y las innovaciones teórico-metodológicas relativas al análisis situacional y las redes sociales, con precedentes claros de la concepción de campo migratorio y de 13 M. Gluckman, <<Anthropological Problems Arising from the African Industrial Revolution>>, en A. Southall (comp.), Social Change in Modern Africa, Oxford, Oxford University Press, 1961.
  • 9. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 9 la etnografía bipolar y multisituada. Si la tesis de la asimilación de los emigrantes no fue discutida en el seno de la Escuela de Chicago no ocurrió lo mismo con la validez o no de la tesis de la destribalización de los emigrantes, asunto que fue objeto de reflexiones dispares en la Escuela de Manchester desde la óptica de si ése era o no el proceso de cambio cultural que estaba ocurriendo. La tesis de la destribalización apareció expuesta por primera vez en una monografía de Wilson (1941-1942), primer director del Rhodes-Livingstone Institute, tras su trabajo de campo en Broken Hill, población emergente de 17.000 habitantes. En diciembre de 1945 Max Gluckmann, que le había sucedido en la dirección, publicó un completo y extremadamente sugerente plan de investigación del instituto para un periodo de siete años, en el cual lanzaba el siguiente reto: «...los conceptos de destribalización y urbanización necesitan más refinamiento si queremos comprender el proceso en marcha»14. Su razonamiento era el siguiente: «En un determinado sentido todo africano es destribalizado tan pronto como deja su área tribal, incluso cuando continúa actuando bajo las influencias tribales: vive en diferentes tipos de grupos, gana su subsistencia de una manera diferente, está bajo diferentes autoridades. ¿La influencia de la cultura tribal disminuye progresivamente mientras más tiempo está un hombre fuera de su tribu? Tengo evidencia sobre los zulúes que muestran que ésta no es ciertamente una correlación directa. Debernos estudiar una serie de correlaciones de este tipo, entre periodos de residencia en la ciudad: lazos familiares, cultura tribal, lealtad política a la tribu, etcétera». En un claro precedente de la etnografía multisituada o bipolar, Gluckmann anima al equipo de investigadores del Instituto con la siguiente reflexión: «Mediante la combinación de investigación planificada urbana y rural, debería ser posible para nuestro equipo hacer esto desde los dos polos de la migración de los hombres de las área rurales a la ciudades». Fijémonos en el tipo de asuntos que el antropólogo señala respecto al cambio cultural del emigrante: su inserción cotidiana en diferentes agrupamientos sociales, el logro de su salario en otro contexto económico, y el estar sujeto a sistemas de poder y autoridad diferenciados. Sin ser un listado exhaustivo (no lo pretende en cualquier 14 M. Gluckman, <<The seven years research plan of the Thodes-Livingstone Institute>>, Rhodes- Livingstone Journal 4 (1945), pp. 1-32.
  • 10. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 10 caso) sigue siendo inspirador para la indagación etnográfica actual observar y analizar cuánto hay de novedoso para el emigrante internacional, respecto a las situaciones de origen, en las esferas sociales, económicas y políticas de la situación de recepción. De las sugerencias de Gluckmann destaca su pregunta acerca de si la influencia de la identidad y cultura propias es inversamente proporcional al tiempo de separación de la tribu. Volvemos con esto al planteamiento de Park con respecto a la asimilación, puesto que si la respuesta al interrogante de Gluckmann es positiva el destino final de esos tongas, zulúes, etcétera, emigrados también era asimilarse a la cultura urbana, a esa cultura no tribal. Finalmente, enfaticemos la apuesta metodológica de Gluckmann sobre la necesidad y posibilidad de estudiar los dos polos del proceso migratorio si uno quiere comprender realmente las cuestiones planteadas. Latinoamérica constituyó otro de los escenarios principales de los estudios antropológicos sobre las migraciones de campesinos a las ciudades. Trabajo pionero fue el de Robert Redfield, de la Universidad de Chicago y yerno de Park, quien propuso su esquema interpretativo del «continuum folk-urbano» en su libro The Folk Culture of Yucatán (1941). Otro trabajo precursor fue el de Oscar Lewis, quien después de visitar la localidad de Tepoztlán, la comunidad campesina estudiada por Redfield y de presentar una imagen alternativa, siguió a los campesinos de Morelos en su emigración a la capital federal, línea de investigación que fructificó en una serie de libros sobre familias y pobladores urbanos bajo la conceptualización de la «cultura de la pobreza». En esa línea de trabajo se elaboraron decenas de monografías etnográficas sobre emigración rural-urbana estudiando los denominados procesos de urbanización, la adaptación de los campesinos a la ciudad, la vinculación con los lugares de origen, la configuración de núcleos de marginalidad. La Europa de los años cincuenta y sesenta -Irlanda, Grecia, Italia o España- fue el otro escenario de los estudios de migración rural/urbana. De los centenares de monografías antropológicas que se elaboraron en y sobre pueblos y comunidades de esos países europeos, un nutrido grupo de ellas tuvo la migración rural como cuestión central, como un elemento clave del cambio social y la modernización. En el caso de España fueron numerosas las monografías sobre migración redactadas tanto por antropólogos extranjeros corno nacionales (Brandes, Buechler, Martín, etcétera). Está por hacer una labor de relectura de aquellos textos y reflexionar sobre ellos a la luz de
  • 11. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 11 la nueva fase del ciclo migratorio que ahora le toca a España. Toda aquella literatura que etnografiaba la migración en un mundo en desarrollo, desde el éxodo rural a la ciudad hasta la emigración internacional, y que daba cuenta de los cambios en las «ciudades de campesinos» (Roberts) dio lugar a varias compilaciones entre las que destacaré la de Mangin en 1970 Peasants in Cities, o los dos volúmenes editados por Safa Du Toit y Safa, sobre Migration and Development y Migration and Urbanization (1975). Una vez que el éxodo rural se había comenzado a estudiar con profusión, y en el contexto de los cambios económicos acaecidos en la economía mundial desde 1973, aparecieron los trabajos sobre retorno de los emigrantes: por qué y cómo regresaban, adonde, cómo eran acogidos, cuál era el impacto económico de su vuelta, qué cambios culturales tenían lugar al regreso (reenculturación). Uno de los trabajos pioneros en este campo fue el de Kenny (1972) sobre el retorno a España15. En la segunda mitad de aquella década, vendrían a sumarse otros estudios etnográficos de retorno como, por ejemplo, los de Gmelch (1978) sobre los ajustes y acomodos de los emigrantes al regresar a su Irlanda natal16; o también los estudios de Rhoades, quien después de estudiar el papel del trabajo foráneo en la «evolución de una nación emigrante» (se refiere a Alemania desde 1871 a 1978) publicó una serie de artículos sobre el retorno de los emigrantes andaluces desde Alemania y su impacto en el desarrollo local de sus pueblos de origen (1978, 1980)17. Al igual que la producción de la Escuela de Chicago, toda aquella antropología de la migración rural y de la urbanización estuvo orientada teóricamente desde el funcionalismo y la teoría de la modernización. Fueron menos los trabajos orientados desde la teoría de la dependencia. En la década de los ochenta, y coincidiendo con el giro hacia los estudios de migración internacional, se fueron desarrollando estudios basados en la segmentación del mercado de trabajo, en la teoría de redes y en la articulación de modos de producción. Aunque la migración rural se continuó estudiando, la preferencia se fue trasladando hacia el estudio de las migraciones internacionales, en lo que influyó la relevancia numérica, social y política que esta 15 M. Kenny, <<The Return of the Spanish Emigrant>>, Nord Nytt 2 (1972), pp. 119-129. 16 G. Gmelch, <<Return Migration>>, Annual Review of anthropology 9 (1980), pp. 135-159. 17 Rhoades, <<European Cyclical Migration and Economical Development: The case of Southern Spanish>>, Papers in Anthropology 20 (1980), pp. 57-74.
  • 12. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 12 cuestión iba adquiriendo en el mundo. Antes de pasar a esa fase de los estudios migratorios, hay que mencionar que algunos trabajos sobre migración rural incorporaron ya la dimensión internacional. Quizá el ejemplo más relevante sea la obra de Meillasoux quien, en Mujeres, graneros y capitales (1975), enfocó las migraciones desde la teoría de la articulación de modos de producción, analizó la posición estratégica del grupo doméstico (en el que se producía de forma no capitalista la mano de obra que luego contrataba la economía capitalista), aplicando la teoría de la segmentación del mercado de trabajo, defendiendo la tesis de la funcionalidad del racismo como estrategia para conseguir la explotación de esa mano de obra en rotación permanente18. Aunque se han realizado estudios en todas partes del mundo, las nuevas etnografías y categorizaciones antropológicas de las migraciones internacionales tienen por referencia principal dos sistemas migratorios: el norteamericano y el sistema europeo. Entre la profusión de estudios sobre el sistema México/Estados Unidos mostraré los trabajos de Kearney y Palerm Viqueira como prototípicos del nuevo enfoque articulacionista. Cuando Kearney (1986) postuló la red articulada migrante (articulatory migrant network) tuvo en cuenta las localidades de origen en el Estado mexicano de Oaxaca de los emigrantes mixtecos y zapotecos, las comunidades donde éstos se asentaban en los Estados de California y Oregón, así como los asentamientos de paisanos y compadres en múltiples localidades que atraviesan México de sur a norte19. Palerm Viqueira y su equipo han mapificado y etnografiado las nuevas comunidades latinas en la California rural, teorizando el sistema binacional (binational system) para el estudio de la migración entre México y California, indicando que junto a la mecanización de la agricultura californiana hay que estudiar su «mexicanización». Esos programas investigadores obligan a realizar trabajo de campo en ambos extremos o polos del sistema migratorio. Los elementos conceptuales que se han ido refiriendo -análisis situacional y redes sociales en África, vinculaciones entre el campo y la ciudad, campo migratorios, comunidades desterritorializadas, etcétera- han sido el abono para la emergencia en la década de los noventa de la teoría transnacionalista, la actualmente predominante. Si 18 C. Meillasoux, Mujeres, graneros y capitales, México, Fondo de Cultura Económica, 1975. 19 M. Kearne, <<From the Invisible Hand to the Visible Feet. Antropological Studies on Migration and Development>>, Annual Review of Anthropology (1986).
  • 13. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 13 todo ello fue el abono, la semilla ha sido la globalización y su conceptualización. Distintos trabajos, como por ejemplo el de Grasmuck y Pessar (1991) sobre los nexos entre República Dominicana y Estados Unidos vía emigrantes, fueron mostrando no sólo la densidad, solidez e importancia de esos vínculos sino la configuración de ámbitos transnacionales con naturaleza y lógica propias. En su influyente libro Nations Umbound (1994) Basch Glick Schiller y Blanc definen transnacionalismo como «los procesos por los cuales los inmigrantes forjan y sostienen relaciones sociales entrelazadas que vinculan sus sociedades de origen y de asentamiento». Estas autoras teorizaron la conexión entre las migraciones y los proyectos de construcción nacional (nations building projects): «Viviendo sus vidas que cruzan las fronteras, los transmigrantes se encuentran confrontados e involucrados en procesos de construcción nacional de dos o más países. Sus identidades y prácticas son configuradas por categorías hegemónicas tales como raza y etnicidad, que están profundamente incrustadas en los procesos de construcción nacional de esos Estados- nación» (1994, p. 22)20. Algunas de la principales premisas teóricas del transnacionalismo son que la migración está inextricablemente unida a la globalización y que a través de su vida diaria y su relaciones sociales, económicas y políticas los emigrantes forjan campos sociales transnacionales (familiares, asociativos, identitarios...) que cruzan y transgreden las fronteras nacionales, realidades cuya naturaleza y dinámica no puede captarse desde la lógica de los Estados-nación. Una de las proposiciones más sugerentes es que la ciencia social ha creado conceptos delimitados y territorializados que dificultan o impiden la comprensión de esos vínculos y procesos transnacionales. En los últimos años viene produciéndose una amplia literatura antropológica sobre migraciones y transnacionalismo (Sorensen, Guarnizo, Beserer) que está generando una nueva etnografía y una terminología que trata de captar esas realidades: desterritorialización, transmigrantes, familias birresidenciales. En nuestro país distintos antropólogos utilizamos este marco teórico (Martín, Pujadas, etcétera) destacando a mi entender la obra de Suárez Navaz (2005), cuya tesis doctoral sobre el contexto migratorio de Zafarraya (Granada) ya lleva ese enfoque y quien viene impulsando hace 20 L. Basch, N. Glick Schiller y C. Szanton Blanc, Nations Unbound: Transnational Projects, Postcolonial Pfredicaments, and Deterritorialized Nation-States, Ámsterdam, Gordon and Breach, 1977.
  • 14. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 14 años una línea sólida de investigación sobre redes y comunidades transnacionales de ecuatorianos, rumanos y senegaleses. Síntesis y enseñanzas Finalizaremos esta breve aproximación histórica al desarrollo de los estudios antropológicos sobre las migraciones, con dos reflexiones. La primera es que aunque los antropólogos han estudiado todas las fases y modalidades del ciclo migratorio - migraciones del campo a la ciudad, migraciones internacionales y procesos de retorno se observa que estas aportaciones van un tanto por separado, no habiéndose hecho intentos de una teoría unificada de las distintas manifestaciones del hecho y ciclo migratorio. Sería de gran interés comparar más sistemáticamente los procesos de migración interna, migración externa y migración de retorno. Una segunda reflexión es que los estudios antropológicos han sido claves en la formulación de las teorías migratorias y en el cambio de un paradigma a otro. La teoría de la modernización fue avalada por múltiples monografías antropológicas del éxodo rural. Aquellos estudios fueron criticados por tomar el individuo como unidad básica de análisis, desconsiderando el grupo doméstico y la comunidad. Con ser significativa, no fue tan decisiva la aportación en la construcción de la teoría de la dependencia, probablemente porque ésta se movió en parámetros macroestructurales. La antropología de las migraciones sí jugó un papel decisivo en las teorías de la articulación, siendo clave lo aportado desde los estudios de la reproducción del grupo doméstico y de las vinculaciones de los emigrantes con sus lugares de origen, lo cual se explica por la tradición antropológica de comprensión de las especificidades de las economías, sociedades y culturas. Finalmente, la aportación antropológica está siendo claramente protagonista en la configuración de las tesis y conceptos del transnacionalismo. Elementos recurrentes en la aportación específica de la antropología han sido nuevamente la sensibilidad hacia las dimensiones micro (individuo, familia y comunidad), la relevancia de lo cultural, la especificidad metodológica del trabajo de campo y el aporte de monografías.
  • 15. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 15 La cuestión migratoria y sus principales temáticas La migración no es algo que tenga que ver sólo o principalmente con los emigrantes sino que es un hecho social total (en la calificación de Marcel Mauss), una compleja realidad sociocultural que involucra al conjunto de los actores sociales y al conjunto de las dimensiones de la vida social, desde la demografía y la economía hasta los valores y las identidades. Por ello, utilizo la expresión cuestión emigrante para englobar las diversas dimensiones en juego e incluir el carácter de reto crucial que la presencia, asentamiento e incorporación de personas de origen extranjero conlleva en todas partes. En este libro se aborda el núcleo de cada tema desde la propia posición teórica y experiencia profesional de los autores. En mi caso y en esta temática, lo haré a partir de dos interrogantes: el antropólogo interesado en la migración ¿ante qué está exactamente? y en función de ello ¿cuáles son las dimensiones de fondo, omnipresentes, a las que remite la cuestión migratoria? Definiendo el problema a explorar antropológicamente no sólo en términos actuales sino históricos, y no sólo teóricamente sino también en términos prácticos, estamos: a) ante una de las expresiones de la movilidad humana, la cual presenta retos y oportunidades para el estudio de la interacción entre sociedad y cultura; b) ante procesos de contacto, encuentro y vinculación de ámbitos geopolíticos y mundos socioculturales, en el que se configuran nuevas relaciones sociales y expresiones identitarias; c) ante un fenómeno cuya lógica económica y laboral es imprescindible comprender tanto en su plano macroestructural como microestructural; d) ante una experiencia peculiar e intensa de millones de personas, familias y comunidades; y e) ante un reto político y social decisivo para la cohesión y la convivencia social. a) La migración es movilidad pero no toda movilidad es migración. Desde esta perspectiva, es preciso ubicar la cuestión que abordamos dentro del amplio campo de la movilidad humana, al tiempo que mostramos sensibilidad hacia las particularidades investigadoras de una realidad por naturaleza móvil y extraordinariamente cambiante. Dentro del inmenso campo de la movilidad humana, constituye un subgrupo aquellos desplazamientos en los que hay una motivación personal, familiar o comunitaria por mejorar la situación vital. Dentro de ese subgrupo, las migraciones económicas laborales que aquí abordamos constituyen a su vez una de las modalidades: «... En el caso de las migraciones económicas la finalidad es trabajar
  • 16. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 16 (como asalariado o por cuenta ajena, como profesional independiente, como comerciante o en otro negocio propio) y obtener unos determinados ingresos económicos, si bien esta motivación central puede dar origen a distintos proyectos migratorios*, como sería: quedarse a vivir en el nuevo lugar con una mejor calidad de vida; enviar remesas con las que ayudar a la familia en origen y luego volver; o enviar remesas e ir reagrupando a la familia a medida que se pueda. Entre las personas involucradas en procesos de migración económica laboral hay que contar también a los familiares del emigrante que se trasladan con motivo de reagrupación, se produzca ésta de derecho o de hecho» (Giménez, 2003, pp. 24-25, énfasis en el original). El investigador tiene ante sí la doble tarea de identificar y afrontar los retos epistemológicos, metodológicos y técnicos que presenta esa movilidad así como aprovechar las oportunidades que ello le brinda. Estamos escudriñando una realidad sociocultural nueva, emergente y no consolidada. Esto se aplica bien a los estudios migratorios en países de reciente inmigración corno España, Italia, Portugal o Grecia (que fueron antiguos países de emigración) o al indagar los últimos procesos, flujos o acontecimientos en un país de vieja o nueva inmigración. El atractivo teórico de estudiar lo que nace se compensa con la dificultad de observar algo cambiante y cuyo resultado no es claro, estando siempre presente el peligro de dibujar con nuestra etnografía una foto demasiado fija. Durante el segundo trabajo de campo en Lavapiés la sensación de estar observando una realidad cambiante y fugaz me acompañó a lo largo de la investigación. ¡Tantas cosas habían cambiando desde el primer trabajo de campo diez años antes! Comercios que antes había visitado ya pertenecían a otros dueños y se dedicaban a otro género. La rehabilitación urbana del barrio había afectado a espacios de referencia como la plaza de Agustín Lara y estaba alterando las plazas de Tirso de Molina y de Cabestreros. Al comenzar el trabajo de campo (junio de 1995) me llamó poderosamente la atención el enorme ajetreo cotidiano generado por la intensa actividad comercial, sobre todo por los cientos de nuevos comercios de venta al por mayor regentados por chinos. Gentes que van y vienen con carretillas, fardos, bultos de todo tipo. Largas colas de camionetas paradas tocando el claxon a lo largo de Mesón de Paredes o de la calle Amparo. Pero hasta eso mismo cambió durante el periodo de trabajo de campo, tras la declaración municipal del barrio como Área
  • 17. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 17 Preferencial Residente con sus implicaciones de fuerte limitación y estricta regulación del tráfico y de la carga y descarga, cambiando de nuevo la fisonomía del espacio urbano. Desde el punto de vista metodológico, ese carácter emergente de la cuestión migratoria implica el uso de tipologías secuenciales y cuadros de tendencias, adoptar conceptos e instrumentos de enfoque dinámico -como proyecto migratorio, itinerario o trayectoria, estrategias adaptativas-, llevar a cabo reestudios que permitan analizar los cambios (como el que he realizado sobre el barrio de Lavapiés haciendo trabajo de campo en 1996 y en 2006) y sobre todo requiere especial prudencia en el análisis explicativo y la interpretación. En tanto que fenómeno de movilidad, los etnógrafos deben adaptar su estrategia metodológica si quieren aprehender la lógica y dinámica del fenómeno migratorio allí donde ocurre, esto es en varios espacios geopolíticos y socioculturales simultáneamente. Esa multiespacialidad abarca al menos dos contextos, las sociedades de origen y destino de las migraciones, pero a veces tres o más, ya sea porque se incorporan a la observación las sociedades de tránsito, ya sea porque se tiene en cuenta la red transnacional o la diáspora emigrante. Esto ha dado lugar a que en la antropología de las migraciones se hayan realizado numerosos estudios bipolares en origen y destino y a que el estudio antropológico de las migraciones haya sido clave en las propuestas contemporáneas de etnografía multisituada y de antropología transnacional. En cuanto a las oportunidades, las migraciones suponen un magnífico escenario y un fascinante laboratorio para observar y estudiar cómo se vive, usa y recrea la cultura fuera del nicho ecológico y social donde históricamente se generó y desarrolló. De los primeros trabajos que publiqué cuando comencé a estudiar las migraciones, una serie de ellos tuvieron que ver con el uso y manejo de su bagaje cultural por parte de los emigrantes (Giménez, 1993). El problema de investigación adquiere así necesariamente la dimensión de estudio del cambio cultural, del manejo y recreación del bagaje cultural por parte de los inmigrantes y de las actitudes, prejuicios, cosificaciones o apropiaciones de las culturas emigrantes por parte de los autóctonos. b) Al explorar las migraciones el antropólogo se sitúa ante situaciones y procesos de contacto, encuentro, choque, articulación y vinculación de espacios
  • 18. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 18 geopolíticas y mundos sociales y culturales, pues las migraciones laborales ponen en contacto a personas y grupos con diferentes nacionalidades y bagajes culturales. Todas las partes resultan afectadas por ese contacto, desplegándose adaptaciones, acomodaciones, conflictos, hibridaciones. Ese encuentro no ocurre en un contexto de igualdad sino que los foráneos ocupan frecuentemente posiciones socioeconómicas de inferioridad y suelen ser vistos con desconfianza, lo cual plantea al investigador la compleja cuestión de cómo se aborda la diferencia étnica, lingüística o religiosa en contextos de desigualdad. El asentamiento o arraigo de personas de origen extranjero y el establecimiento de relaciones entre los propios emigrantes y de éstos con los autóctonos, lleva a la configuración de nuevas relaciones interétnicas y expresiones identitarias. Ahora el problema de investigación se presenta como el estudio de los procesos de sociogénesis y de etnogénesis que emergen en los contextos migratorios. En todas partes se ha observado una pauta de distribución concentrada de los emigrantes, constituyéndose por doquier enclaves residenciales. Se configuran familias con características específicas, una buena parte mixtas. En un reciente estudio de la inmigración en la ciudad de Madrid hemos estimado en 60.000 las parejas mixtas, de ellas 50.000 entre extranjeros y nacionales y 10.000 entre extranjeros de distintas nacionalidades21. Los emigrantes configuran redes sociales que tienen en los comercios, las asociaciones y los templos, algunos de sus nodos principales. Los colectivos nacionales y las colonias administrativas dan paso a comunidades emigrantes con distinto grado de corporación y organizadas de formas múltiples, según variables de inserción ocupacional, etnicidad, política migratoria, relación con las autoridades de origen y otras. Una de las reacciones ante el nuevo reto es la dedicación de las entidades sociales, vecinales y religiosas a tareas de apoyo y solidaridad, creándose organizaciones nuevas en las que colaboran como voluntarios o contratados decenas de miles de personas, con todo lo que ello conlleva de contactos, aprendizajes, cambios de mentalidad. Otro de los procesos aparejados de sociogénesis y etnogénesis viene dado por el diseño y realización de proyectos, programas, políticas y planes por 21 C. Giménez y N. Lores (coords.), Anuario de la convivencia de la ciudad de Madrid, Madrid, Ayuntamiento de Madrid, 2006.
  • 19. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 19 parte de las administraciones, sobre todo los municipios, constituyendo una de las facetas institucionales de la acomodación y el cambio. Las identidades cambian. Los emigrantes adultos de primera generación recrean su identificación con su país. Los procesos identitarios son especialmente complejos en los hijos de los inmigrantes cuyos procesos de socialización/enculturación se fraguan al menos en dos contextos socioculturales, dándose origen a variadas expresiones de síntesis cultural. La cuestión de estudio se muestra ahora como la comprensión de la negociación situacional de las identidades. c) Las migraciones económicas y laborales responden a numerosos factores pero a la base de ellos está la búsqueda por parte de millones de personas de nuevas y mejores oportunidades de trabajo, ingreso y vida. De ahí se infiere que otra faceta de nuestra cuestión de estudio, siempre presente y de forma altamente condicionante, es la dimensión económica y laboral. Estudie lo que estudie el antropólogo debe comprender lo más profundamente posible la lógica económica de las migraciones, y ello no sólo no es fácil sino que abre un árbol temático un tanto frondoso. Estudie un barrio con alta presencia de inmigrantes o las dinámicas de la escuelas multiétnicas, el etnógrafo está abordando una realidad cuya lógica económica y laboral es imprescindible comprender adecuadamente, y ello tanto en su plano macroestructural como microestructural. Aquí la antropología de las migraciones y la antropología económica se funden. En la dimensión macro, la de la globalización, sistemas migratorios y economías supranacionales, nacionales y locales, aprehender la lógica económica de las migraciones obliga a conocer las situaciones demográficas y laborales en los países de origen así como la dinámica económica y laboral en los países de destino. Sin ese cuadro general, extraordinariamente complejo, el estudioso no podrá comprender bien las dinámicas de ingresos, gastos, consumo, ahorro, e inversión, en los protagonistas. Y en esta dimensión micro, la de los individuos, sus familias y sus comunidades, algunas cuestiones esenciales a estudiar son la traducción de los ingresos en términos de origen, o la cuantía, frecuencia y destino de las remesas enviadas y su impacto en la economía familiar y local, o las estrategias económicas familiares (como traer parientes que ayuden o se hagan cargo de los niños), o el trastoque de las pautas de consumo y estilos de vida a medida que se asientan.
  • 20. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 20 Algunos de los grandes temas de la antropología de las migraciones se encuentran aquí, especialmente lo relativo a la inserción laboral de los emigrantes (sectores, condiciones, discriminación) habiendo debates importantes sobre los fenómenos de sustitución/complementación respecto a la mano de obra autóctona y sobre la segmentación del mercado de trabajo y la existencia o no de competencia entre trabajadores foráneos o autóctonos. Las relaciones entre inmigración y economía sumergida (ésta como causa de esa inmigración, pero también como su nicho predominante con lo que ello implica) y las conexiones entre esa inserción y el estatuto jurídico (irregularidad, clandestinidad, precariedad) son también temáticas claves. No todos los emigrantes trabajan como trabajadores asalariados, sino que muchos lo hacen como profesionales, empresarios y comerciantes, habiendo toda una literatura etnográfica sobre el denominado comercio étnico y sobre los enclaves étnicos ocupacionales y comerciales. Además de comprender la subyacente lógica económica y jurídica, la tarea que tiene delante el antropólogo en este campo es indagar la relevancia de los factores sociales y culturales en esa dinámica económica. Se trata de articular las dimensiones económicas y jurídicas de las migraciones y sus dimensiones socioculturales; la posición socioeconómica de los emigrantes y su posición etnocultural. d) En esos contextos de movilidad, donde se configuran nuevos campos sociales y expresiones culturales, y en los que siempre operan dinámicas económicas y laborales estamos ante una experiencia humana intensa y peculiar, un conjunto de avalares, expectativas y frustraciones vividas intensamente por los emigrantes. La experiencia migratoria siempre es singular, única, y el antropólogo deberá descubrir su significatividad, además de comparar con otras haciendo clasificaciones y elaborando tipologías. Si organizamos estos asuntos según el ciclo migratorio del emigrante, habrá que conocer lo relativo a la decisión de migrar y el solape frecuente de motivos económicos, formativos, de género. Los emigrantes internacionales tienen que hacer frente a pagos, solicitudes de visado, traslados, pasos de frontera, etcétera y en todo ese complejo proceso hay vínculos, lealtades y redes. La llegada y el primer asentamiento es otro terreno. En ese primer periodo de salir adelante el emigrante necesita información, orientación y ayudas varias, encontrándola en familiares, amigos
  • 21. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 21 y paisanos. Los vínculos de paisanaje, la identidad étnica compartida, son aquí esenciales. Otros momentos claves son la reagrupación familiar de derecho o de hecho, la formación y desarrollo de vida familiar en el nuevo país, las vinculaciones con el origen y entre ellas las emocionales y el envío de remesas, los cambios de vivienda y de trabajo con los cambios de valores asociados, la adopción de posiciones relevantes y cargos en la comunidad emigrante o en las instituciones receptoras, la adquisición posible de la nacionalidad y sus efectos, las vuelta periódicas al país natal y el eventual retorno, etcétera. Transversal a todo ese periplo suele estar, como nube negra y tema obsesivo, la cuestión de «los papeles». Las vidas de los emigrantes y las trayectorias de sus familias quintaesencian la interacción de los contextos sociales y culturales, los cuales hay que tener bien presentes al hacer el trabajo de campo para no caer en viejos errores. En esta tarea el etnógrafo se arma con categorías como familia birresidencial, remesas sociales o doble vinculación. Una de las técnicas que le resulta de enorme utilidad es la historia de vida, hecha ahora historia migratoria. e) De lo anterior se infiere que una de las caras de la cuestión migrante es la emergencia de situaciones sociales que entrañan problemáticas de alojamiento, malas condiciones de trabajo, nueva pobreza, xenofobia y conflicto social. La antropología de las migraciones tiene ante si la descripción, análisis, explicación e interpretación del rechazo y de la aceptación, desde la explicación causal hasta la comprensión intuitiva de las concepciones, valores, actitudes y comportamientos de la exclusión y de la inclusión. Los problemas de investigación también deben ser formulados de forma práctica, especialmente cuando lo estudiado constituye un reto decisivo para la cohesión y la convivencia social. ¿En qué condiciones es posible la integración social de los inmigrantes? fue el interrogante de la primera investigación de equipo que dirigí sobre inmigración extranjera en Madrid hace ya quince años. Ello obligó a definir con la mayor claridad posible el concepto de integración y a hacerlo de forma que pudiera abordarse etnográficamente. Al comenzar a estudiar las migraciones me topé con que la perspectiva de la integración era algo dado, algo asumido como uno de los ejes de las políticas migratorias así como un concepto clave en el discurso de las organizaciones no gubernamentales. No era un concepto que me gustara y conocía
  • 22. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 22 además las críticas sociales al «integracionismo». Se trataba además de un concepto no analítico sino de valor. ¿Cómo estudiarlo? Lo que hice fue observar los usos del término por diferentes actores y en distintos contextos. Y tras ello, llevar a cabo desde la investigación antropológica una doble tarea: por un lado, ofrecer una reconceptualización -la integración como adaptación mutua- y una operacionalización distinguiendo hasta nueve dimensiones -desde la integración jurídica hasta la cultural- que sí eran abordables en el trabajo de campo. Los desafíos públicos de la cuestión emigrante son tan diversos como directos: cómo incorporarles socialmente si el contexto es de inserción laboral desigual y de precariedad jurídica', cómo evitar las condiciones penosas de hacinamiento en la vivienda así como las prácticas de abuso; siendo la familia clave para la integración, cómo entonces avanzar con una legislación tan restrictiva de reagrupación familiar. Otros retos apuntan directamente a las instituciones establecidas previamente a la inmigración: qué modificaciones deben introducirse en escuelas, centros de salud, servicios sociales, etcétera, para atender con igualdad de trato y con respeto a las particularidades culturales; de qué forma articular la convivencia en los barrios de renta baja y alta presencia de inmigración; en una sociedad con déficit en participación, cómo hacer partícipe al foráneo si carece de derechos políticos básicos como el derecho al voto en las elecciones locales; qué hacer con prácticas culturales que chocan bien con la legislación vigente bien con la mentalidad predominante, etcétera. Con la cuestión inmigrante está en juego todo: la cohesión social y la misma democracia. Ante ese conjunto de retos se han ideado y practicado diferentes alternativas - desde el asimilacionismo* hegemónico en Estados Unidos en los tiempos de la Escuela de Chicago y que ha inspirado buena parte del modelo republicano francés, hasta el pluralismo cultural* y el multiculturalismo* emanado en los años sesenta y liderado por países como Canadá, Gran Bretaña, Australia o Nueva Zelanda. La posición asimiladora pone el acento en la necesidad de que el migrante adopte las formas de comportamiento, lengua, nacionalidad y otros elementos de la sociedad que le acoge. En ese proceso de identificación y adaptación al lugar que le recibe lo suyo es que el transterrado vaya alterando, abandonando y perdiendo su bagaje sociocultural de origen. No faltan ciertamente quienes se han asimilado, pero otros muchos no lo han
  • 23. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 23 hecho y el asimilacionismo no sólo ha sido puesto en cuestión por su fundamentos homogeneizadores sino que, para muchos, ha fracasado en la práctica como modelo de integración y de gestión de la diversidad. Por ejemplo, en el caso francés se achaca a este modelo el que la nacionalización o más directamente el ser francés de nacimiento no evita la marginación de las personas de origen argelino, tal como muestran los graves disturbios y protestas recientes en numerosos barrios de banlieu. Contrariamente, el pluralismo cultural pone el acento en la aceptación, celebración y valoración positiva de la diversidad. Desde la posición pluralista la diversidad (a cuya intensificación contribuyen las migraciones) debe abordarse con la idea de sumar y no restar, o dicho de otra manera, de que nadie tiene por qué perder su identidad y cultura propias. El pluralismo cultural propone que la sociedad se base en la combinación de la igualdad y la diferencia, esto es del trato igualitario y no discriminación por un lado y del respeto a la diferencia por otro. El desarrollo de esta nueva apuesta de pluralismo cultural ha supuesto en las últimas décadas variadas políticas públicas multiculturalistas en ámbitos como la educación o la salud. Con el tiempo, el multiculturalismo* ha ido teniendo también sus detractores. Hoy día asistimos a un giro desde posiciones multiculturalistas hacia el interculturalismo*, siendo un campo de enorme interés para la antropología teórica y aplicada. Los debates sobre integración y nueva ciudadanía* son también abordados por los antropólogos. La cuestión migratoria reta a la antropología a profundizar en la identificación, clasificación y análisis de los modelos de gestión de la diversidad sociocultural a lo largo de la historia y en el presente, desde los modelos que he clasificado como de exclusión (apartheid, racismo, xenofobia, limpieza étnica, holocausto, etcétera, con sus prácticas de discriminación jurídica y social, segregación espacial o institucional y eliminación física o cultural) hasta los modelos de inclusión que se acaban de mencionar (Giménez, 2000 y 2003). Migraciones, cambio y diversidad La cuestión migratoria remite directamente al cambio y a la diversidad sociocultural. A riesgo de excesiva simplificación, me atrevo a sugerir que son ésos los dos hilos conductores más significativos y recurrentes en la breve historia de los
  • 24. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 24 estudios y en el intento de despliegue de cuestiones y temas recién expuestos. La antropología de las migraciones resulta así focalizada en la relación compleja y polimórfica entre hecho migratorio, cambio social y diversidad cultural. El traslado de una persona, de una familia o de media comunidad, como parte de un proyecto para tratar de vivir mejor supone una alteración profunda. Nada más producirse supone un hueco en el lugar de partida, el comienzo del acomodo en otro lugar, la vinculación al lugar de origen con todo lo que conlleva. Pero eso no es más que el comienzo. El proceso migratorio supone cambios psicológicos, laborales, familiares y de todo tipo para los propios emigrantes y para los no emigrantes. ¿Cuáles son los significados de los procesos migratorios para el cambio sociocultural? Según sea el paradigma del cambio en cada época así se interpreta la naturaleza del hecho migratorio. Según la teoría o ideología del cambio de que se parta así se enfatizará uno u otro perfil de las migraciones. A partir de ahí se presentan dos interrogantes complementarios: de qué forma la migración expresa los cambios generales en la sociedad mayor y de qué manera las migraciones y los emigrantes son precisamente factores de cambio. Los antropólogos tienen ante sí la tarea de caracterizar esos cambios y se han hecho variadas propuestas de tipologización de los cambios culturales, como la de asimilación, integración o biculturalidad, aislamiento y marginación. El hecho y la experiencia migratoria suponen la emergencia de procesos variados de nueva diversificación sociocultural y ello al menos por cuatro motivos. Primero, por cuanto se asientan en un determinado contexto receptor personas emigrantes cuyo bagaje cultural es diferenciado respecto a los nativos, lo cual introduce nuevas fisonomías en el espacio cotidiano, pautas de alimentación, usos del espacio, etcétera. El paisaje humano de barrios como Lavapiés está cambiado en muchos aspectos. En mi último trabajo sobre este barrio hago un ejercicio de etnografía de los sentidos para mostrar -yendo de la vista al tacto- el impacto en la vida cotidiana de la mirada a nuevos tipos físicos (las «razas»), indumentarias (hijabs, saris, batiks), rótulos callejeros en lenguas desconocidas u objetos de artesanía variada; la escucha de lenguas habladas y músicas; los olores de los guisos en las casas y de los aromas y perfumes en tiendas o restaurantes; la degustación de hariras, doner kebabs o tandoris que han venido a sumarse a la gastronomía local antigua y de nuevo
  • 25. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 25 cuño; o la coexistencia en las fiestas del barrio del pasodoble y chotis con cumbias o merengues. Segundo, porque a lo largo del proceso migratorio esas poblaciones van cambiando sus hábitos, incorporando parte de la cultura receptora y dando origen a nuevas expresiones culturales, especialmente en los descendientes de los emigrantes, las denominadas segundas y terceras generaciones. Piénsese por ejemplo en los cambios de roles intra e intergeneracionales. Conozco a familias emigrantes de un mismo colectivo nacional que deciden de forma variada el papel del español y de la lengua propia en la comunicación familiar. Quienes dan prioridad a que los hijos dominen el castellano por encima de todo o quienes tratan de mantener la lengua de origen, aunque tenga que ser forzando que padres e hijos hablen esa lengua y dejando que el castellano sea la lengua entre los hermanos o fuera de casa. Tercero, porque la población autóctona receptora adopta aspectos de las nuevas subculturas, por no hablar ya de las parejas mixtas. Con el contacto doméstico, laboral, comercial, religioso, con personas inmigradas la población autóctona va incorporando prácticas lingüísticas, adoptando otros gustos estéticos, etcétera. Cuarto, porque también en los lugares de origen se genera diversificación por la influencia de los emigrantes y sus vinculaciones a su tierra natal. Para dar razón de todo ello se maneja el concepto de cultura migratoria*. Todo un conjunto de interrogantes de los estudios migratorios tiene su fuente en esta dimensión de nueva diversidad: ¿qué categorizaciones, actitudes y comportamientos hacia esa diversidad afloran?, ¿cómo influyen los contextos sociales de desigualdad en poder, riqueza, prestigio? Puesto de otra forma, ¿cómo interactúan diferencia y desigualdad en los contextos migratorios? Y las preguntas prácticas, sobresaliendo por encima de todas, la siguiente: ¿cómo abordar en cada país o ciudad o familia ese incremento y complejización de la diversidad sociocultural? ¿Desde qué modelo de gestión abordarla y encauzarla? Una reflexión final El panorama expuesto de cuestiones y temas muestra que la antropología de las migraciones está inextricablemente unida a otras antropologías. Quien se introduce en el estudio antropológico de las migraciones se sitúa una y otra vez en terrenos de
  • 26. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 26 otras especializaciones antropológicas. Resaltaré seis subdisciplinas en las que el cruce es más notorio: antropología urbana (ciudades y migración, barrios y etnicidades); antropología jurídica (leyes migratorias, derechos y nueva ciudadanía), antropología del parentesco (especificidades de las familias emigrantes, familias birresidenciales, redes de parientes); antropología del género (cambio de roles, generaciones y cambios en las estructura de género); antropología del desarrollo (impacto sobre el desarrollo local, potencial de desarrollo de las redes transnacionales), antropología aplicada (gestión de la diversidad cultural y las relaciones interculturales, asesoría en programas de educación intercultural, mediación y codesarrollo). Aunque no están todos los que son -pues sin duda no son los únicos campos donde se crean espacios comunes de trabajo, confluencia de perspectivas y préstamos metodológicos- sí son todos los que están y su presencia es prometedora del mucho trabajo de cooperación intradisciplinar que puede y debe realizarse, por no hablar del interdisciplinar.
  • 27. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 27 Análisis de una investigación Trabajo de campo en un barrio multicultural: etnografía de Lavapiés (Madrid) Lavapiés es un barrio en la mente y la vivencia de sus habitantes y visitantes, pero no en la organización administrativa del municipio. El barrio administrativo donde se ubica Lavapiés es el barrio de Embajadores, uno de los seis barrios del distrito centro de la ciudad de Madrid. No siendo uno de los 128 barrios oficiales del municipio de Madrid, Lavapiés no sólo es un barrio con fuerte personalidad y sentido de la identidad para quienes lo habitan y conocen sino un referente para literatos y artistas, historiadores, jóvenes alternativos y otros. A comienzos de julio de 2006 estaban empadronados en el barrio de Embajadores 50.273 personas empadronadas, de las que 16.819 teñían la nacionalidad extranjera (un 33,5 por 100), magnitudes que le colocan como el barrio de la ciudad de Madrid con mayor número de extranjeros en valores absolutos y el tercero en términos relativos. Realicé trabajo de campo en Lavapiés en 1996 y lo he vuelto a realizar entre septiembre de 2005 y febrero de 2006, realizando por lo tanto un reestudio sobre los cambios acaecidos en el barrio en esa década. La etnografía urbana ha estado orientada por la siguiente cuestión central: qué papel juega la presencia emigrante y la cuestión migratoria en los procesos y proyectos de configuración del lugar. La metodología empleada ha combinado la observación participante con el análisis histórico y el análisis cuantitativo. Lavapiés es un barrio antiguo del centro de Madrid. La zona donde se asienta el barrio fue alfoz o poblado extramuros en el Madrid del siglo XIV y los historiadores discuten si correspondía a la judería. Algunos defienden que la sinagoga estaba situada en el solar donde hoy se levanta la iglesia de San Lorenzo, ubicada en el corazón del barrio. El nombre de Lava Pies aparece en documentos y planos del siglo XVII. A lo largo de su historia el barrio ha formado parte de las unidades administrativas en las que se ha ido delimitando y organizando la capital como cuarteles y distritos. Si a finales del siglo XVIII fue escenario del impulso industrial (con la ubicación de una gran fábrica de salitre para la fabricación de pólvora y de una fábrica de tabacos que llegó a emplear a más de seis mil mujeres cigarreras) a principios del siglo XX se vivió en el
  • 28. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 28 barrio una época de desindustrialización y crisis de los talleres y oficios artesanos. El barrio venía sufriendo desde comienzos de la década de los setenta del siglo pasado un proceso de pérdida de población, envejecimiento, no transmisión generacional de los comercios, deterioro y abandono institucional. Esas tendencias se invirtieron a mediados de los años noventa a partir de un repoblamiento del barrio (tanto por población extranjera -los «inmigrantes»- como española, sobre todo profesionales y universitarios sin hijos) y de un intenso proceso de rehabilitación y renovación urbana. En la última década la inmigración extranjera ha pasado de suponer el 5 por 100 de la población del barrio a constituir el 33,5 por 100 actual. Los vecinos antiguos o de toda la vida han ido viendo cómo aparecían en las calles, viviendas y comercios del barrio, de forma paulatina y consecutiva, los marroquíes, peruanos, colombianos, senegaleses, chinos, ecuatorianos y así hasta el actual auge de bangladesíes, hindúes y pakistaníes. Lavapiés hoy es un conglomerado de mundos sociales. En la conversación cotidiana es habitual oír hablar de los inmigrantes en contraste con la población de «los de aquí», «los del barrio de toda la vida». Ese binomio tan genérico apenas describe realidad alguna. Tanto entre los nacionales como entre los extranjeros la diversidad no sólo es grande sino apabullante. Entre los vecinos autóctonos se diferencian numerosos subgrupos, para empezar aquellos que se denominan asimismo vecinos de toda la vida y aquellos otros que llevan menos tiempo en el barrio. Entre los vecinos de toda la vida hay un sector de personas mayores que configuran uno de los estilos de vida en el barrio. Según el censo de población de 2001 había entonces 9004 personas de más de 65 años (21,5 por 100 de la población total) de las cuales 2.945 vivían solos y entre éstos destaca a su vez una mayoría amplia de mujeres que viven solas (2.460 exactamente), mujeres y hombres que habitan cotidianamente en soledad sus viviendas, que están jubilados y disponen de tiempo para su paseo diario, para establecer conversación pausada con el tendero. La ausencia de ascensores en numerosos edificios presenta una dificultad importante para algunos de ellos. Es frecuente que ya hayan vendido «a los chinos» el establecimiento que su familia regentó por generaciones. Han visto cómo otros de su edad fueron paulatinamente abandonando el barrio, casi todos siguiendo a los hijos que se trasladaban a otros distritos y casas de Madrid. A muchos les invade una nostalgia de los tiempos pasados,
  • 29. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 29 rememorando un barrio abierto, divertido, de buenas relaciones, seguro, y no son pocos los que echan la culpa a los inmigrantes de los problemas de inseguridad, droga, robos, saturación de las calles, etcétera, que denuncian en el barrio. Al etnógrafo le llama la atención que idealicen un tiempo pasado que fue un periodo de envejecimiento, de cierres de negocios, de deterioro de edificios e infraestructuras, de abandono municipal del barrio. No todos ven la inmigración con recelo o rechazo, pues la mayoría se ha acomodado a esa nueva presencia, habiendo por lo general buenas relaciones cotidianas en casas, tiendas y calles. Pueblan el barrio también españoles que llevan unos pocos años y que se han incorporado al barrio en los últimos diez años, atraídos por la vivienda entonces accesible en precio, la ubicación céntrica del área y «la movida multicultural» del barrio y su carácter cosmopolita. Son gente joven, entre los veinticinco y los treinta y cinco más o menos, muchos de ellos viviendo solos o en pareja, pero sin hijos. He conocido varios casos de parejas que cuando tuvieron el primer o el segundo hijo se cambiaron a otra zona buscando viviendas con más espacio, zonas verdes de recreo de las que carece Lavapiés u otro ambiente «más adecuado para los niños». Son profesionales jóvenes en su segundo o tercer empleo, en proceso de incipiente y a veces un tanto precaria movilidad ocupacional ascendente. Otros son estudiantes que se instalan en el barrio en pisos compartidos. El trabajo de campo me ha permitido ver la relevancia de este sector, invisible en las estadísticas y prácticamente ausente en los discursos y comentarios acerca del barrio. Su presencia supone todo un recambio generacional en el barrio así como una demanda de determinados estilos de vida y consumo. La población extranjera en el barrio también muestra una diversidad considerable. Los diez colectivos con más de quinientos empadronados son los siguientes:
  • 30. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 30 Principales colectivos extranjeros en el barrio de Embajadores (Madrid) Nacionalidad Empadronados Ratio de feminidad Porcentaje de (mujeres por cada menores de 16 años 100 hombres) 1 Ecuador 4.268 102,4 18,4 2 Bangladesh 1.975 10,1 6,9 3 Marruecos 1.714 54,1 12,3 4 China 1.256 83,4 17,1 5 Colombia 805 115,8 11,2 6 Senegal 728 10,9 3,4 7 Bolivia 705 121.7 14,2 8 Rumania 600 94,9 10,2 9 Argentina 598 88,0 4,3 10 República Dominicana 563 120,8 20,9 Fuente: Padrón Municipal de Habitantes. A 1º de enero de 2006. En los cuatro colectivos más numerosos la diversidad es considerable: proceden de la América andina, Indostán, Magreb y Extremo Oriente. Al incluir los seis restantes esa diversificación se incrementa con el África subsahariana, Europa del Este y el Caribe. Ese listado varía de año a año y al estudiar los padrones municipales puede verse cómo los colectivos ganan o pierden peso demográfico en cortos periodos de tiempo, lo que da idea de lo emergente y cambiante de la situación. Hace diez años el colectivo con más presencia era el marroquí seguido de los dominicanos y sólo cinco de los colectivos que aparecen en la tabla estaban también entonces entre los diez más numerosos. Más allá del frío número estadístico, estamos hablando de rasgos físicos diferenciados, de múltiples lenguas, de diversidad religiosa. Cada uno de los colectivos nacionales tiene especificidades en su presencia en el barrio. La visibilidad de cada uno de ellos no es la misma. Aunque los ecuatorianos empadronados son tantos como los bangladesíes, marroquíes y chinos juntos, estos tres colectivos están más presentes en la cotidianidad y en los comentarios. Esa mayor visibilidad se aplica también a senegaleses y los dominicanos. Es la fuerza de lo racial, de la distintividad física y de la indumentaria, pero también de la presencia comercial. En la actualidad hay en Lavapiés cerca de cuatrocientos comercios regentados por chinos, los bangladesíes se han extendido en restaurantes, kebabs y fruterías, y los marroquíes hace tiempo que tienen restaurantes, teterías, carnicerías halal y otros negocios. La relevancia de la
  • 31. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 31 presencia comercial se observa en las mujeres ecuatorianas de etnia quechua otavaleña que deambulan por las calles del barrio adquiriendo sus mercancías de los mayoristas chinos -al igual que las gitanas españolas, otras de los principales clientes de los chinos- para luego distribuirlas por toda España. La tabla refleja la distinta composición demográfica de cada colectivo según sexos y edades. Desde el punto de vista de género hay grupos predominantemente masculinos como los bangladesíes y senegaleses y menos pronunciadamente los marroquíes, en contraste con aquéllos en los que las mujeres son algo mayoritarias, como es el caso de colombianos, bolivianos, dominicanos. Por edades, hay grupos con un notable sector de menores de dieciséis años como los dominicanos, ecuatorianos y chinos, mientras que otros como los bangladesíes, senegaleses o argentinos apenas tienen hijos aquí. En los dos primeros esa pauta de escasa segunda generación va en coherencia con la ausencia de mujeres, pero no ocurre así en los argentinos entre quienes hay una proporción equilibrada entre hombres y mujeres. En definitiva, esa diversidad de la composición demográfica de cada colectivo está reflejando diferentes pautas de emigración, de inserción ocupacional y de proyectos migratorios. Tomemos el caso de los senegaleses en Lavapiés. Tratándose de un colectivo predominantemente masculino, buena parte de ellos viven en pensiones y en pisos compartidos. Otros viven fuera del barrio pero tienen en él sus negocios. Sus tiendas son pequeños comercios al por menor, principalmente de ropas, adornos y complementos (las telas y diseños batiks), artículos de cuero como bolsos, esculturas y otras artesanías negroafricanas. Han abierto también locutorios, restaurantes, bares con música étnica. Para los vecinos del barrio son inmigrantes y negros; algunos con más relación y conocimiento los distingue como senegaleses y con respecto a otros grupos nacionales de África. En el funcionamiento de la red senegalesa hay distinciones que son de gran relevancia, de las que destacaré la étnica y la religiosa. Los inmigrantes senegaleses radicados en el barrio pertenecen a grupos étnicos dispares, predominado los wolofs. De las cuatro cofradías musulmanas principales de Senegal, las dos relevantes en el barrio son los mourids y los tijannes. El mouridismo es una comente que se remonta a los movimientos anticoloniales franceses de Senegal en el siglo XIX, está muy ligada a la actividad comercial y tiene su epicentro en la ciudad sagrada de Touba, segunda ciudad de Senegal. Los establecimientos comerciales de
  • 32. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 32 Lavapiés regentados por senegaleses mourid son identificables por el paseante si observa la palabra «Touba» en el rótulo de la entrada, en el nombre de la tienda, en los carteles, o si se fija en las fotografías de santos y marabouts (líderes religiosos) con su particular forma figurativa y estética. Para los senegaleses de Madrid, de España y de otras latitudes Lavapiés es un lugar central. En este barrio se constituyó y ubicó la sede de la Asociación de Inmigrantes Senegaleses en España con lo que supuso de participación en la vida social y reivindicativa del barrio, reuniones con asistencia de senegaleses venidos de todas partes. Durante mi primer trabajo de campo pude observar una campaña de contribución a la construcción de un hospital en la ciudad de Touba. Los marabouts visitaron el barrio y recogieron dinero, tal como hicieron en otros enclaves de la diáspora senegalesa de España, Italia y Estados Unidos; cuando visité Senegal en 1996 pude visitar la ciudad y el hospital ya en construcción avanzada. He tratado de mostrar de forma más directa, desde un barrio y desde una investigación antropológica, algunas de las complejas cuestiones antes planteadas. Mencionaré finalmente una conclusiones de dicha investigación -la que se refiere a las dimensiones del cambio sociocultural que viene produciéndose en el barrio- para mostrar la necesidad y posibilidad de la antropología de las migraciones: mercantilización... en un barrio donde la vivienda ha sido accesible; revitalización demográfica. .. en un barrio que venía despoblándose; diversificación social... en un barrio con fuerte localismo; multiculturalización... en el barrio castizo por antonomasia; gentrificación (entendida como ubicación de clases y grupos de estatus superior al predominante del barrio) ... en un barrio bajo; cambio generacional... en un barrio que envejecía; rehabilitación urbana... en un barrio céntrico y abandonado.
  • 33. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 33 Sugerencias para el investigador A continuación, se sugieren algunas ideas y posibilidades de trabajo antropológico para quienes desean iniciarse en este campo. Procediendo de lo más simple a lo más complejo, agruparé estas sugerencias en cuatro bloques: «ideas de uso cotidiano»; posibles prácticas de etnografía más organizadas y focalizadas; un ejercicio de combinación de cuatro técnicas de investigación que se complementan entre sí; y, finalmente, algunas claves de enfoque. Ideas para aprovechar la cotidianidad con finalidad etnográfica Como siempre provéete de tu bloc de notas y de tu diario. En el diario debe anotarse lo antes posible todo lo que se te ocurra sobre las migraciones y los emigrantes. No pienses ahora en ningún autor, en ningún concepto o teoría. Sólo vuelca lo que tú piensas y sientes, y lo que piensas de lo que los demás dicen (amigos, medios de comunicación, etcétera). Haz un ejercicio de introspección sincera: cómo veo realmente las migraciones, por qué creo que la gente emigra, qué consecuencias tiene todo ello para esa gente, para la economía, para los que quedaron allá. Anota en el diario todas aquellas preguntas que se te ocurran sobre los emigrantes y las migraciones. Si lo haces medianamente bien, comprobarás con el tiempo que esas páginas adquieren más y más valor, pues reflejan un momento de tu pensamiento, actitud, ideas preconcebidas. Toma conciencia de que tienes la cuestión emigrante a tu alrededor, en tu vida cotidiana. Durante un determinado periodo de tiempo ve incrementando la sensibilidad hacia todo lo que tenga que ver con la cuestión emigrante a tu alrededor. Cuatro elementos a los que dirigir nuestra atención y observación pueden ser: estar atento a los medios de comunicación, a las personas de origen extranjero con quienes te cruzas, a las situaciones en las que convergen inmigrantes y autóctonos, y a todo signo externo que testimonie presencia inmigrante. Detallo para ello cada elemento. Durante ese periodo de tiempo, analiza diariamente prensa, radio televisión. Lee atentamente los periódicos, fijándote en qué términos se utilizan y en qué mensajes lanzan. Abrir un archivo de noticias o grabar programas de radio y de televisión será de gran ayuda para luego analizarlos. Ve estableciendo un protocolo de atención, un índice temático que puedes ir enriqueciendo a medida que avanzas en la
  • 34. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 34 observación. La atención a las palabras es aquí clave. Puedes ir haciendo un glosario de palabras claves y seguirles cotidianamente la pista: problema, oleada, cultura, raza, frontera, irregulares, desarrollo, miseria, las que veas convenientes y de tu interés. A la hora de escuchar y leer despierta lo más posible tu imaginación antropológica. Puedes ir elaborando una lista de todos los actores en juego, puedes abrir una ficha sobre cada uno de ellos, etcétera. Observa en tu vida cotidiana las idas y venidas de personas de origen extranjero. Dónde las ves: en tu domicilio o edificio, en la calle, en los medios de trasporte, en los lugares de trabajo, en la escuela, en el banco, en un espacio religioso, la universidad y así. A qué hora te cruzas con ellos/ellas, con quiénes van, cómo van vestidas, qué están haciendo, ¿hay algo de específico respecto a lo que hacen los no emigrantes? Ampliando la perspectiva, observa situaciones con interacción directa entre inmigrantes y autóctonos. Capta la comunicación verbal y la no verbal. Sin molestar ni transgredir nunca la intimidad de las personas, estate atento a las conversaciones en esos espacios, especialmente cuando el emigrante no es hispanohablante. Mira los gestos, las miradas, etcétera. De todo ello puedes hacer fichas temáticas en el ordenador, en las cuales describas la situación (quiénes, dónde, haciendo qué, etcétera) y utilizando tus palabras claves para luego hacer búsquedas de cada tema o palabra. Cuando un grupo de extranjeros habla su lengua propia y ésta no es el español fíjate si hay reacciones significativas en los demás. Suele haberlas, cáptalas y descríbelas, pregúntate por el significado de esas reacciones. Elabora listados con todos los signos de presencia extranjera en un determinado espacio que escojas, por ejemplo una calle, o mejor aún una determinada plaza o sólo una esquina. Gentes, tiendas regentadas por extranjeros, nombres en los casilleros de los portales o en la guía telefónica, anuncios, guías de ocio, carteles callejeros con conciertos, revistas y folletos, pintadas y grafitos de todo tipo. Poco a poco fui clasificando la presencia según la siguiente tipología: residencial, comercial y comunitaria, esquema que luego me ha servido para orientar y aguzar la observación y también la interpretación. Una de las cosas que hice fue un protocolo de atención según los cinco sentidos: en el oído situé las músicas, en el olfato, los olores, etcétera; una antropología de los sentidos, como parte de la observación cotidiana de la
  • 35. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 35 multiculturalización. Hasta ahora sólo estás observando y documentándote. Es hora de participar y ello también puede hacerse usando tu cotidianidad. Puedes participar en los actos culturales o informativos que haya en tu barrio y que se relacionen con la inmigración o la interculturalidad, ir a locales de música y baile «étnicos», asistir a celebraciones religiosas donde se exprese la diversidad étnica, participar en manifestaciones públicas de protesta o denuncia en la que participen personas de otras nacionalidades, etcétera. En fin, son sólo ejemplos de cómo desde la cotidianidad ir abriendo el registro etnográfico y la mirada antropológica del hecho migratorio. Opciones de prácticas focalizadas Otra sugerencia es organizar prácticas de corta duración en un determinado contexto migratorio, y ya con un esquema previo que, sin llegar al detalle del proyecto de investigación, sí formalice y planifique la experiencia, incluyendo la finalidad y objetivos, preguntas y supuestos de partida, procedimientos y plan de acción. He aquí unos ejemplos: - Observar durante un tiempo bien delimitado y de forma reiterada (programando los puntos de interés) un espacio urbano y cotidiano, como un parque o plaza donde los inmigrantes son asiduos, la salida de un colegio con alta presencia de alumnado extranjero, una tienda regentada por extranjeros, un locutorio, etcétera. - Realizar un reportaje fotográfico de la presencia inmigrante y extranjera en un determinado barrio o área de la ciudad. Redactar primero de qué va a tratar el reportaje o pequeño ensayo y cómo se puede ilustrar. Antes de proceder con la cámara, familiarizarse todo lo posible con el escenario. Tres ejercicios útiles que he practicado son: primero, hacer series que capten toda la diversidad de un aspecto, por ejemplo, ocupaciones, grupos nacionales, etcétera; segundo, hacer fotos especialmente significativas de algo aunque no aporte más que un elemento, y tercero hacer fotos que tengan la mayor densidad etnográfica posible, esto es, que nos informen de todo un conjunto de elementos. - Navegar por Internet, haciendo búsquedas intensivas con respecto a un
  • 36. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 36 colectivo, tema o barrio, y llevando luego a cabo un análisis temático y semántico. Hay numerosas páginas web relacionadas con la inmigración. De las más interesantes son las de los propios colectivos migrantes de formato y contenido transnacional. Técnicas complementarias Son técnicas relativamente fáciles, que establecen relación personal intensa, que aportan información variada, qué se complementan bien entre sí y que, sobre todo, pueden ser aplicadas a partir de una sola persona de origen extranjero con quien tengas una relación fluida. Se trata de aplicar, en una estrategia investigadora de conjunto, la historia de vida, el estudio familiar del caso, la genealogía y la red social. Técnica I. Historias migratorias Pueden señalarse algunos momentos o procedimientos recurrentes en la elaboración de las historias de vida: 1) guión previo; 2) acceso y primeras entrevistas; 3) la paulatina trascripción de las cintas; 4) las lecturas de trozos al o con el informante; 5) el recurso al procedimiento de la asociación, para ir cubriendo huecos e introduciendo matices; 6) los análisis parciales del material que se va obteniendo; 7) los sucesivos guiones y nuevas entrevistas ya más focalizadas; y 8) el montaje final del texto. Como siempre en nuestra disciplina este trabajo no es lineal ni esquemático sino cíclico, espiral, dialéctico. El conocimiento de la historia de un emigrante aporta al etnógrafo información valiosa y directa sobre corno ve y valora esa experiencia, cuáles dificultades y problemáticas se enfrentan y cómo, qué secuencias se siguen en el cambio residencial y ocupacional, cómo van cambiando la trama de relaciones con paisanos, otros emigrantes y autóctonos, etcétera. A la hora de aplicar este clásico proceder metodológico a un contexto tan particular como es el de las migraciones, es preciso tener en cuenta algunas especificidades del hecho migratorio y de su dinámica. Esas particularidades vienen dadas por: a) la presencia simultánea en la vida del emigrante de varios contextos geográficos y socioculturales; b) la relevancia de las relaciones y vínculos con el origen, algo cambiante y no exento de tensiones; y c) la
  • 37. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 37 reinterpretación continuada por parte del informante del sentido y valor de su experiencia migratoria. He aquí algunas pautas básicas sobre cómo elaborar historias migratorias; el procedimiento es similar a cualquier historia de vida si bien teniendo en cuenta las particularidades mencionadas. Como herramienta o posible guía puedes apoyarte en el conocimiento de las etapas e hitos que suelen ser claves en los periplos de los emigrantes: 1) el comienzo del proceso de emigración (antecedentes familiares y comunitarios, toma de decisión, motivos, cadena migratoria); 2) la ruta y pauta migratoria seguida (itinerario, dificultades, pagos, ayudas, acceso al país de destino); 3) los primeros momentos (acceso al trabajo, situación jurídica, alojamiento, contactos con paisanos); 4) la fase de asentamiento (cambios en la movilidad espacial y ocupacional, etcétera); 5) las vueltas o retornos al país de origen, en su caso; y 6) los procesos de reagrupación familiar y/o de formación de pareja y familia en el contexto de recepción (profundos cambios que ello suele llevar aparejado), etcétera. Técnica II. Estudio de caso de familias vinculadas a la migración Los estudios de caso son parte de la metodología cualitativa y han tenido múltiples modalidades en la historia de la antropología. Aquí abordo un subtipo como es el estudio de unidades familiares y su aplicación particular a contextos migratorios. Conocer una familia emigrante es como hacer una cata o mirar por el microscopio el entramado de la vida migratoria. Conociendo en profundidad a unas familias se entra en la lógica económica de presupuestos familiares con remesas, situaciones de bi y multirresidencialidad, variadas estrategias de compartir piso, trastoque que el proceso migratorio supone en las relaciones de género y entre las generaciones, procesos culturales y lingüísticos de cambio, adaptación, asimilación, hibridación, etcétera. La idea es recabar de un determinado número de familias vinculadas a la migración, información sobre los siguientes aspectos: 1) tamaño y composición según género y generación; 2) vivienda y pauta residencial; 3) actividades de los miembros; 4) recursos con los que se cuenta; 5) relaciones internas (roles, comunicación y lenguas, conflictos); y finalmente 6) relaciones externas de esa familia (parientes, paisanos, amigos, vecinos...), dándole a ese conjunto de información la profundidad temporal de
  • 38. Migración, sociedad y cultura: La perspectiva antropológica 38 la historia familiar Una vez obtenida la información mediante sucesivas visitas, entrevistas y participación en actividades de la familia y en las de sus miembros, el antropólogo analiza cada caso en sí y compara las distintas unidades, destacando especificidades y aspectos comunes. Técnica III. La genealogía aplicada al proceso migratorio Del individuo a su familia y de ahí a sus parientes. El uso de la genealogía como técnica supone trazar el cuadro de parientes del informante o Ego, tanto sus ascendientes como sus descendientes, recabando para cada persona vinculada por consanguinidad o afinidad aquella información que la finalidad del estudio requiera y que esté disponible mediante entrevista, consulta de archivos u otras fuentes. En mi investigación sobre el régimen comunal agrario en España y México utilicé esta técnica y recabé información sobre los parientes de distintos informantes: su nombre, edad, sexo, lugar de nacimiento, lugar de residencia actual y anterior, matrimonio(s), hijos, ocupación actual y anterior. Todos esos datos son clasificables y cuantificables en cada generación. El cuadro genealógico no es sólo el árbol genealógico que informa de los antepasados de Ego, sino que aporta información sobre los miembros de su generación y los descendientes de todos ellos. Pude experimentar cómo el valor de la genealogía iba más allá del registro de esa información. Otra de las utilidades de este procedimiento es la información derivada pues en las entrevistas van saliendo, de forma amena y fluida, recuerdos, anécdotas, comentarios. Esa información cualitativa y «al hilo de» es sencillamente oro. En el caso de los informantes masculinos me fue siempre de gran utilidad contar con la información y comentarios de la esposa, con frecuencia sabe y recuerda con más detalle y exactitud. En el estudio de contextos migratorios, un dato clave a preguntar respecto al cuadro de parientes es quiénes han emigrado y adonde. Uno puede colorear o tramar los símbolos que en el diagrama representan a cada pariente según países o localidades donde residan, disponiendo así a la vista de mapas de distribución de la red migratoria. La genealogía aporta información valiosa sobre asuntos que hemos señalado como las situaciones en origen, tránsito y destino, pautas e itinerarios de