2. INTRODUCCIÓN
La nutrición es parte inseparable de la salud y su
contribución tiene una trascendencia vital en el periodo
prenatal y durante la lactancia. En estas etapas desempeña
un papel decisivo en la manera como responde el organismo
de los niños a las agresiones de su entorno y, a la vez,
constituye uno de los factores determinantes de su evolución
somática y neurológica.
3. Como sucede en otros seres biológicos, la adaptación de los
niños a la vida posnatal inmediata está supeditada a la
madurez somática y funcional que hayan alcanzado durante
la gestación, y a la protección y cuidados que se les
otorguen. En esta etapa, las reservas de nutrimentos, que se
acumulan en su organismo durante el último trimestre del
embarazo, tienen una gran relevancia en el restablecimiento
de la homeostasis después del trauma del nacimiento.
4. Durante el primer año de la vida el crecimiento corporal y el
desarrollo neurobiológico de los infantes dependen —
además de su condición al nacer— de la alimentación que
se les proporcione, de los cuidados que se les brinden y de
la estimulación que reciban de sus madres, padres,
hermanos y de los responsables de su crianza. Los errores y
omisiones en estos aspectos se traducen en enfermedad y,
eventualmente, en la muerte de los pequeños.
5. REQUERIMIENTOS Y
RECOMENDACIONES
En circunstancias de crecimiento acelerado se hace
necesario un aporte de nutrimentos acorde con el
incremento ponderal. Si el niño es lactando al pecho y su
madre habitualmente produce suficiente leche, con
seguridad ingerirá a libre demanda el volumen de secreción
láctea que le permita cubrir las necesidades generadas por
el crecimiento corporal, el gasto energético en reposo, la
actividad física, el efecto térmico de los alimentos y las
pérdidas energéticas y de otros nutrimentos que ocurren
cada día.
6. En el primer año de la vida es de particular utilidad emplear el
criterio que considera el crecimiento de los niños para estimar los
requerimientos de proteínas, compuestos energéticos y otros
nutrimentos. Si el crecimiento somático ocurre dentro del margen
considerado como normal, se supone que el aporte nutricio es
adecuado. Por otro lado, al conocer la concentración de
nutrimentos en la leche humana y el volumen que ingieren los
niños sanos durante los primeros meses, es posible estimar las
recomendaciones de nutrimentos.
7. Para establecer las recomendaciones de proteínas se parte
de dos supuestos: que éstas proceden de la leche humana y
que se utilizan con una eficiencia de 100%. Si las proteínas
provienen de otras fuentes, se considera que la eficiencia en
su utilización es menor y en consecuencia la cantidad de
ellas en la alimentación deberá ser proporcionalmente
mayor.
8. Con la lactancia humana se satisface también la demanda
de vitaminas y nutrimentos inorgánicos para cubrir el
crecimiento del niño durante sus primeros seis meses. Una
vez que se ha iniciado la introducción de otros alimentos
quedan cubiertas en forma satisfactoria las necesidades
diarias de estos nutrimentos.
9.
10. ABLACTACIÓN
La ablactación es el término que se usa para describir el
inicio de alimentos diferentes de la leche. Se recomienda
iniciarla no antes de los 4 meses de edad pero la mayoría de
las academias pediátricas coinciden en que empezar a los 6
meses disminuye el riesgo de obesidad y alergias en el
futuro.
11. El concepto básico de la ablactación es que la nutrición pase
a ser gradualmente una nutrición basada en alimentos
sólidos al año de edad de modo que para entonces la leche
solo sea un complemento.
Hasta este momento, el bebé no conoce mas que leche
materna o de fórmula por lo que el inicio de las papillas
puede ser una experiencia muy rara.