El documento critica la infraestructura y atención al turista en San Andrés, Colombia. A pesar de que la economía depende del turismo, el aeropuerto carece de aire acondicionado y WiFi funcionando, y los procesos migratorios toman horas. La parte fea de la isla incluye basureros crecientes, casas en ruinas, y malos hoteles. Aunque dicen vivir del turismo, los visitantes son tratados como delincuentes con largas esperas y pocos funcionarios.