SlideShare ist ein Scribd-Unternehmen logo
1 von 29
Jornadas de la Cocina de la I Guerra 
Mundial de la Escuela de Hostelería del 
IES Valle de Aller; 4, 5 y 6 de Noviembre 
de 2014 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
Introducción 
El siglo XIX tras la derrota de Napoleón, fue un constante hervidero de conflictos donde 
fundamentalmente predominaron las razones económicas para la expansión de naciones e 
imperios. 
Inglaterra tratando de conquistar territorios para poner en circulación sus mercancías producto 
de la revolución industrial; Rusia con el dominio sobre los turcos y su intento de encontrar una 
salida al Mediterráneo; Italia para echar a los Franceses y Austriacos de su territorio y proclamar 
finalmente la unidad italiana que desembocará en el Reino de Italia; Prusia tratando de anexionar 
territorio Austriaco para conformar la Federación del Norte, germen del imperio alemán. 
El 13 de mayo de 1858, Guillermo Federico IV, rey de Prusia, poco antes de abandonar el trono 
a favor de su hermano Guillermo I, firmó una orden en la cual reglamentaba la alimentación de 
las tropas en tiempos de paz, que en su artículo 23 establece que la alimentación de los 
soldados durante la marcha deberá ser administrada por quien le dará alojamiento y deberá ser 
igual a la ofrecida en la mesa de ese establecimiento. 
“Para evitar perjuicios y demandas excesivas se administrará diariamente ½ libra de carne, 
además de verduras y sal, tanto como corresponde para un almuerzo y cena, además del pan 
diario necesario -hasta 1libra y media – y el soldado no podrá reclamar desayuno ni bebidas”. 
En dicha reglamentación se estipulaban los pagos a los proveedores y también las cantidades 
de alfalfa, heno y paja que debían suministrar los almacenes reales para el alimento de los 
animales y las obligaciones que tenían los municipios para el pago de dicho forraje además de 
las facturas presentadas por los proveedores. En definitiva, la clásica organización germana. 
En cuanto a España, vivió desde la muerte de Fernando VII momentos políticos de gran 
agitación que terminaron con la revolución de 1868 al derrocar a la reina Isabel II, dejando un 
vacío de poder. 
En la búsqueda de un monarca para España, el General Prim propone a un integrante de la 
familia de los Hohenzollern para ocupar el trono vacante, al que el emperador francés Napoleón 
III, sobrino de Napoleón Bonaparte se opone por temor a quedar atrapado en medio de los dos 
países, desembocando en la guerra franco prusiana de 1870. 
Austria y Hungría terminarán formando una Monarquía Dual, el imperio Austro Húngaro, ejercido 
por la casa de los Habsburgo que al cabo de unos años comenzarán a tener conflictos entre 
ellos. 
Es así que a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX llegaron a gestarse distintas alianzas 
entre Inglaterra, Alemania, Italia, Rumania y el imperio Austro Húngaro que recelaban de Rusia, 
considerándola como potencial enemigo, dispuesta a expandirse sobre los Balcanes y aun así, 
se firmaron también con ella distintos acuerdos. 
A partir de la finalización de la guerra Franco Prusiana, Europa comenzó a discurrir por una 
etapa de paz sin conflictos armados importantes que alteraran su normal desenvolvimiento y sin 
embargo, por debajo de esta aparente quietud, los alemanes se estaban preparando para la 
guerra ante la hipotética agresión de Francia, que se había quedado con la sangre en el ojo al 
tener que ceder Alsacia y Lorena en 1871 y Rusia, por su integración a la 'Entente Cordiale' 
firmada en 1904 entre Gran Bretaña y Francia. 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
Ante esta situación el Jefe del Estado Mayor alemán Alfred von Schlieffen elaboró una 
estrategia para invadir Francia cruzando Bélgica, Holanda y Luxemburgo en un ataque sorpresa 
para llegar a París suponiendo además, que Rusia y Gran Bretaña demorarían su intervención 
dándoles tiempo para fortificar el frente en Prusia Oriental una vez capturada la capital francesa, 
pero este plan sufrió algunas modificaciones cuando Helmuth von Moltke se hizo cargo del 
Estado Mayor en 1906. 
Al estallar la Primera Guerra Mundial el 2 de agosto de 1914, el Imperio Alemán llevó a cabo la 
operación prevista sin tener en cuenta que los belgas opondrían una dura resistencia, 
permitiendo durante ese lapso el ingreso de las tropas inglesas al territorio francés, aunque por 
desgracia su bautismo de fuego les ocasionó considerables bajas. 
El 1 de julio de 1916 los ejércitos franceses y británicos en un plan conjunto, trataron de quebrar 
el frente alemán que abarcaba 40 kilómetros de trincheras al norte y sur del río Somme dando 
origen a una de las batallas más sangrientas que finalizó el 21 de noviembre dejando tendidos 
en los campos de batalla 310.500 muertos para avanzar tan solo 8 kilómetros. 
En más de tres años, las tropas británicas compuestas por miembros de la Commonwealth 
(Comunidad Británica de Naciones) padecieron, como sus aliados y enemigos, el problema de la 
alimentación, particularmente en las trincheras, que al momento de su incorporación, la ración 
asignada por día y por soldado consistía en: 
- 1/4 libra (567 grs.) de carne fresca o enfriada o 1 libra (453 grs.) de conservada (corned beef). 
- 1/4 libra de pan (567 grs..) o 1 libra de galleta o harina.(453 grs.) 
- 4 oz. (113 grs.) bacón 
- 3 oz.(85 grs.) queso 
- 5/8 oz. (17 grs.) té 
- 4 oz.( 113 grs. ) jalea 
- 3 oz.(85 grs.) azúcar 
- 1/2 oz (14 grs.) sal 
- 1/36 oz (0.56 grs.). pimienta 
- 1/20 oz ( 1.42 grs.). mostaza 
- 8 oz.(226 grs.) de vegetales frescos o 2 oz (56.6 grs.) de vegetales deshidratados. 
- 1/10 gill (142,1 mls.) zumo de lima 
- 1/2 gill(142,1 mls.) rum (con el control del comando general) 
- Hasta 2 oz (56.6 grs.) de tabaco por semana (con el control del comando general) 
Sin embargo esta ración que las fuerzas armadas pretendían llevar a 3.574 calorías, cifra 
sugerida por los expertos en alimentación militar, era solo papel mojado por cuanto que los 
soldados en las trincheras no dejaban de quejarse por la poca cantidad y mala calidad de la 
comida. 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
Como ya quedó especificado, la ración de hierro (iron ration) era una ración de emergencia para 
ser consumida en caso de que los canales de aprovisionamiento habituales quedaran 
interrumpidos y solo se podían hacer uso de ella con la autorización de un oficial superior y en 
ese caso se encontrarían con: 
- 1 libra (453 grs.)de conserva de carne 
- 12 oz ( 340 grs.)de galleta 
- 5/8 oz (17 grs.) de té 
- 2 oz (56 grs.) de azúcar 
- ½ oz (14 grs.) de sal 
- 3 oz (85 grs.) de queso 
- 1 onza (28 grs.) de extracto de carne (2 cubos) 
Al aumentar el número de tropas británicas en el frente de batalla y como consecuencia del 
bloqueo ejercido por la marina alemana a la provisión de alimentos y materias primas para Gran 
Bretaña, la ración de carne disminuyó notablemente llegándose a distribuir en las trincheras una 
sopa de guisantes en lata con algunos trozos de carne de caballo. El pan corrió la misma suerte 
por el racionamiento de harina que fue reemplazada parcialmente por nabo desecado. 
Pero teniendo en cuenta la cifra oficial de alimentos suministrados a las tropas inglesas, 
calculadas en 3.240.948 toneladas durante los 51 meses que duró la guerra y considerando que 
de los 8.904.467 movilizados murieron 908.371, nos permite calcular rápidamente el promedio 
aproximado para cada soldado británico estimado en 264 gr. para una ración diaria, lo cual nos 
hace sospechar que los 7.996.096 soldados que sobrevivieron a la Gran Guerra fueron artistas 
del ayuno. 
Imágenes captadas por un camarógrafo de guerra en una trinchera inglesa nos muestra a siete 
soldados formando fila esperando turno para que un suboficial les deposite en sus marmitas una 
ración de guiso que extrae con un cuchillo de mesa de una lata que minutos antes se calentó al 
Baño María. Una cosa era la ración de combate utilizada publicitariamente para calmar a la 
población civil, haciéndoles creer que los soldados estaban bien alimentados y otra era la 
realidad en las trincheras. 
Hubo un momento en que unos 200.000 soldados elevaron sus quejas por carta al Ministerio de 
Defensa tras conocer la noticia de que los soldados británicos recibían dos comidas calientes 
diarias, versión que se difundió para ocultar al enemigo la escasez de alimentos. Sin embargo, 
como en todos lados cuecen habas, los oficiales de alta graduación, como en los demás 
ejércitos, casi siempre gozaron de la buena mesa. 
Entre los alimentos que llegaron a consumir los ingleses estaba el famoso Maconiche, un guiso 
con rodajas de nabos y zanahorias, fabricado por la Maconiche Brothers, cuyo sabor era tolerado 
cuando había posibilidad de calentarlo en la lata, porque comiéndolo frío era mortífero. 
Al igual que los alemanes, la comida era distribuida desde las cocinas rodantes ubicadas en 
lugares de la retaguardia convenientemente alejados, en ollas de cocina denominadas dixie, en 
latas de gasolina o viejos frascos de mermelada para ser llevadas hasta las trincheras por 
soldados que tenían específicamente esa misión y que casi siempre llegaba fría. Para que nos 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
vamos a engañar; los ingleses nunca se destacaron por tener una buena cocina. 
Las conservas 
En 1850 el norteamericano Gail Borden está tratando de desarrollar unas galletas de carne 
elaboradas con carne deshidratada y harina, pero abandona el proyecto para ponerse de lleno a 
investigar sobre la conservación de la leche en forma más o menos indefinida y termina 
inventando la leche condensada, la que será requerida por el Ejército de la Unión durante la 
guerra de secesión. 
También para esa misma época, Gustavus Franklin Swift nacido en Massachussets, que de 
pequeño abandonó sus estudios para trabajar en la carnicería de su hermano, monta con 
catorce años su propio establecimiento y a partir de allí, realiza los primeros intentos por enviar 
carne faenada a distintos puntos del país sin que se corrompa por problemas de distancia y 
temperatura. Para 1878 termina fabricando sus propios vagones frigoríficos alimentados con 
barras de hielo que por un sistema de ventilación, refrigeraban todo el vagón manteniendo la 
carne en buenas condiciones para su transporte. 
En 1860 el emperador Napoleón III de Francia, ofrece una recompensa para quien pueda 
elaborar un sustituto de la mantequilla, obviamente para ser utilizado por las fuerzas armadas y 
luego, para el pueblo. Nueve años más tarde, el químico francés Hippolyte Mège-Mouriés 
patenta la margarina, recibiendo el premio prometido por el emperador, sobrino de Napoleón 
Bonaparte. 
El alemán Justus Liebig, considerado por algunos como el padre de la química orgánica, fue el 
inventor del extracto de carne que con el aporte del ingeniero alemán Georg Christian Giebert, 
fundan en noviembre 1863 en el pueblo de Fray Bentos, República Oriental del Uruguay, la Fray 
Bentos Giebert & Co, empresa destinada a la producción y exportación de extracto de carne y 
productos derivados como el Corned Beef, lenguas en conserva conocidas como “Tongues to 
keep” made Fray Bentos, carne en salazón, cueros, cebo y fertilizantes. 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
En un principio con capitales holandeses, y luego con la inyección de capitales ingleses, se 
transformará en la Liebig´s Extracto of Meat Company Limited, más conocida por sus siglas 
LEMCO, la que para finales de siglo producirá caldos en cubos y carne enlatada con la marca 
Oxo, que llevarán los soldados ingleses en sus mochilas a lo largo de la primera guerra mundial. 
Es paradójico el hecho de que una empresa de origen alemán, termine alimentando a las tropas 
inglesas como consecuencia del trasiego de capitales internacionales lo que confirma una vez 
más, que para las multinacionales no existen banderas ni países. El único patrón es el dinero. 
Durante la guerra civil norteamericana, Gail Borden inventor de la leche condensada, basándose 
en el mismo principio patenta la concentración de zumos de fruta y sidra en tanto que en 1863, 
John Lawson Johnston un carnicero escocés, desarrolla su Johnston´s Fluid Beef, un caldo 
líquido a base de carne de vacuno. 
La primera empresa en fabricar carne en conservas en los Estados Unidos, es Armour & Co, 
fundada en 1867 por los hermanos Armour y dirigida por Philip Armour Danforth los que junto 
con la Kuhn, Loeb and Company, Swift y Edgar Morris, formarán un monopolio de distribución 
que el gobierno disolverá en 1905. 
Es a partir de la guerra entre Francia y Prusia donde se impondrá la sopa de guisantes 
concentrada como alimentación del ejército comandado por Otto von Bismarck, inventada por el 
cocinero y fabricante de conservas berlinés, Johann Heinrich Grüneberg en 1867. 
El estado prusiano le compra a Grüneberg su invento e invierte una considerable cantidad de 
dinero para montar una fábrica donde se emplean 1.700 trabajadores llegando a producirse 
durante el período de guerra entre 4.000 y 5.000 toneladas de este alimento. 
Su nombre puede prestarse a confusión dado que se la conoce como “salchicha de guisantes” 
(Erbswurst) ya que era efectivamente un cilindro de pasta deshidratada a base de harina de 
guisantes, grasa animal, panceta desgrasada, sal, cebolla y especias, dividida en seis porciones 
y empaquetada en forma de embutido. Es el primer alimento concentrado elaborado en forma 
industrial aunque hay antecedentes anteriores de este procedimiento. 
Esta Erbswurst fue sometida a prueba durante seis semanas en los comedores de los cuarteles 
y tras comprobar su buena digestibilidad y tolerancia, se proveyó a cada soldado de una 
considerable ración de esta sopa concentrada de guisantes, acompañada como siempre de pan. 
Pero al cabo de varios meses esta sopa produjo hartazgo en las tropas debido a su monotonía 
ya que no tenía variantes en sus sabores y por otra parte, la falta de conservantes hacía que el 
tocino se volviera rancio en relativamente poco tiempo. 
En 1889, los hermanos Knorr tomaron a su cargo la producción de este concentrado que hasta el 
día de hoy se sigue fabricando y empleando en las raciones de combate del moderno ejército 
alemán. 
Sin embargo el intento por encontrar un método eficaz para conservar los alimentos estuvo en la 
mente de muchos químicos, farmacéuticos y cocineros, concientes de llegar a hacer una fortuna 
con ese invento sabiendo que el principal comprador serían las fuerzas armadas. Hubo también 
quienes detrás de este intento albergaban un interés social destinado a paliar el hambre de 
mucha gente. 
En lo que resta de este siglo se van a producir adelantos muy importantes en materia de 
conservación de alimentos que para el inicio de la primera guerra mundial, estarán desarrollados 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
convenientemente como para proveer la demanda que exigirán los ejércitos a lo largo de los 
cuatro años que durará la guerra. 
En 1870 la compañía norteamericana Anglo-Swiss Condensed Milk Company fundada por los 
hermanos Page, se instala en Suiza para fabricar la harina de leche y competir con la sociedad 
Henri Nestlé que para ese entonces ya había desarrollado la leche en polvo. Ante este 
competidor, Nestlé también comienza a fabricar leche condensada. Años más tarde, ambas 
empresas se fusionarán bajo el nombre de Nestlé. 
También ese mismo año los hermanos Carl Heinrich y Alfred Knorr, siguiendo los pasos de su 
padre, comerciante de harinas y especias, traen de Francia la idea de preparar sopas a partir de 
alimentos deshidratados para la cual compran tierras y un molino para sus trabajos de 
experimentación en Heilbronn, una ciudad al norte de Baden-Wurtemberg en Alemania. En 1886 
lanzan al mercado las sopas concentradas en tabletas y en 1889 en los clásicos cubitos además 
de mantener la producción de su clásica Erbswurst. 
Los franceses que habían perdido la guerra ante Prusia en 1871, culpan en parte esta derrota a 
la falta de una buena alimentación de sus soldados y Napoleón III concede un contrato para 
suministrar un millón de latas de carne de vacuno durante los próximos tres años a John 
Lawson Johnston, aquel carnicero escocés que había experimentado con su Johnston´s Fluid 
Beef. 
Otro alemán, Julius Maggie que también estaba experimentando con alimentos concentrados, 
pone a la venta en 1884, la primera harina de legumbres compuestas de judías y guisantes para 
expandirse por todo el país como un alimento económico para el pueblo que ya venía 
padeciendo de hambre por los bajos salarios y malas condiciones sociales producto de la 
explosión industrial. 
Pero lo cierto es que mientras en Europa todos daban muestras de entendimiento firmando 
pactos y acuerdos de mutua protección, en el patio trasero se estaban armando hasta los dientes 
previendo que en cualquier momento se iban a las manos, y como entre vecinos de cualquier 
comunidad, comenzaron a producirse roces que desembocaron fatalmente en la primera guerra 
mundial. 
Transformaciones en la cocina de guerra 
Las causas por las que Alemania decidió apoyar al imperio Austro Húngaro para entrar en 
primera guerra mundial tienen su correlato en los conflictos sociales por los que atravesaba el 2º 
Reich para 1890, entre los sectores obreros y las clases dominantes, originando una serie de 
revueltas internas. 
El proletariado padecía seriamente de desnutrición por el alto costo de los alimentos lo que dio 
origen, como ya hemos visto, al nacimiento y desarrollo de empresas como Maggi y Liebig o 
Knorr que tenían interés, además del comercial, en cumplir seriamente una función social y 
lograr que el trabajador pudiera alimentarse sanamente por muy poco dinero, básicamente con 
los caldos concentrados de carne proveniente de Argentina o las preparaciones a base de polvos 
de hornear como en el caso de los productos del Dr. Oetcker. 
Toda la casta militar se manejaba independientemente del Reichtag (parlamento) a través de 
decretos imperiales, y los impuestos indirectos se volcaron a fortalecer tanto al ejército como a la 
marina de guerra cuyo objetivo era consolidar sus intereses coloniales. Por su mala política 
exterior, Alemania estaba enemistada con casi toda Europa y solo tuvo como aliado al imperio 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
Austro Húngaro al que apoyó cuando dio comienzo la gran guerra. 
En medio de este panorama y por la experiencia adquirida en las confrontaciones anteriores, las 
fuerzas armadas alemanas comenzaron a preocuparse por la alimentación de sus soldados que 
hasta finales de siglo XIX, poseían todavía sus propios utensilios para cocinar en forma 
individual, práctica que retrasaba considerablemente las marchas durante las operaciones 
militares. 
En 1908 se incorporó la cocina rodante que fuera inventada por el alemán Karl Rudolf Fissler de 
la empresa Fissler de Idar – Oberstein, en el año 1892, que rápidamente se impuso en alemania 
y su diseño fue imitado por los ejércitos de otros paises. La cocina de campaña o cocina rodante, 
ofrecía la ventaja de facilitar significativamente la preparación de las comidas que además 
podían ser elaboradas durante la marcha o bien, mantenerlas calientes. 
Al principio de la Primera Guerra Mundial, se cocinaba en ella solo carne vacuna pero luego se 
utilizó la de caballo, que generalmente se lo faenaba cuando era herido o moría durante los 
combates, aunque también pasaron por estas cocinas de campaña, carne de burro, buey, 
cordero y cabra. La utilidad de este artefacto permitió que no solo se lo empleara para cocinar, 
sino que además tuvo otros usos que iban surgiendo a medida que las circuntancias y la 
inventiva de los soldados la ponían a disposición de sus necesidades, de manera que sirvió 
también para hervir la ropa como medida higiénica o para hervir agua, necesaria en el caso de 
los hospitales de campaña. 
La introducción de la cocina rodante dio origen a un nuevo concepto en la logística militar, 
evitando demoras para recibir el alimento ya listo allí donde se acampaba o combatía, práctica 
que llevó al reemplazo de los utensilios de cocina individuales que portaba el soldado, por una 
fiambrera que contenía en su interior una cuchara y un tenedor en tanto que la bayoneta era el 
sustituto del cuchillo. No obstante, la costumbre de preparar la comida en forma individual se 
mantuvo por un tiempo para las tareas de vigilancia en puestos estratégicos alejados del centro 
de distribución. 
La cocina de campaña se ubicaba en un terreno llano próximo al regimiento y allí se la ponía en 
funcionamiento si no había urgencia en preparar la comida, de lo contrario se la iba cociendo 
durante la marcha. Su traslado se hacía sobre un carro de madera de dos ejes tirado por uno o 
dos caballos dependiendo del volumen ya que había dos modelos, el Hf.11 para compañías de 
125 a 250 hombres y el modelo Hf.12 para la provisión de 60 a 125 hombres. 
La primera tenía una capacidad para 200 litros y la segunda de 125 litros, ambas alimentadas a 
leña y construidas con una capa exterior de cobre, por dentro de níquel y entre ambas paredes, 
un aislamiento de glicerina que evitaba que la comida se quemara. En la parte superior central 
tenía una tapa que poseía una mordaza de seguridad y en el centro un orificio de ventilación con 
lo cual se cocinaba a presión, acelerando el proceso de cocción. Se completaba esta instalación 
con una marmita de 90 litros y en el otro modelo de 60 litros, con un grifo en la parte inferior para 
hacer café. 
Posteriormente se le agregaron termos que eran sujetados con cinchas para su transporte, 
destinados al reparto de comida allí donde la cocina rodante no podía llegar. El cucharón y otros 
utensilios del cocinero estaban guardados en un cajón, su fusil agarrado en la parte posterior del 
carro y la chimenea se rebatía durante el transporte. 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
En cuanto al cocinero, que por regla general era un suboficial, también hacía las veces de 
cochero cuando los carros eran tirados por caballos o era conductor de vehículos motorizados 
cuando comenzaron a emplearse camiones. La unidad de cocina siempre la componían tres 
personas y el resto eran ayudantes para pelar patatas, limpiar la verdura, cortar leña, buscar 
agua y limpiar el equipo de cocina que casi siempre estaba activa, “bajo vapor”, lista para 
proveer en cualquier momento café, te o caldo. 
Las preparaciones hechas en estas cocinas rodantes eran inspeccionadas y controladas 
ocasionalmente por oficiales o asistentes y a poco de entrar en funcionamiento, recibieron el 
apodo de “Gulaschkanone” (cañón de gulash, en referencia a la típica comida de cuchara 
húngara y preferida en las mesas alemanas). Durante el tiempo que duró la guerra, se fueron 
agregando nuevos modelos a partir del rediseño de las anteriores tanto en su aspecto funcional 
como en los materiales empleados para su construcción. 
Un punto importante fue el suministro de agua potable en el frente de guerra para lo cual se 
envasó agua de fuentes naturales y también se transformaron las instalaciones de algunas 
industrias para obtener agua filtrada y mineralizada artificialmente. 
El alimento básico para todos los ejércitos desde tiempos inmemoriales ha sido la infaltable 
ración de pan. En la Gran Guerra cada división alemana tenía a su disposición una compañía de 
panadería compuesta de 380 soldados, 140 caballos y 50 cocheros y su arma principal era el 
horno 90 Vfw.1, que se introdujo en 1890, tomando como base un modelo anterior empleado en 
Prusia en 1875 durante la guerra franco prusiana. 
Básicamente se trataba de una cisterna construida en chapa de hierro montada sobre un carro 
de dos ejes que era tirado por dos caballos percherones y acompañado por una máquina de 
amasado, carpas para el estibado de los panes, carros de transporte y un equipo de limpieza. 
Con cinco de estos hornos alimentados indistintamente a leña, carbón o turba, se lograba 
hornear diariamente 9.600 panes de 1 kilo y medio cada uno para proveer 19.200 raciones 
diarias, es decir que cada soldado recibía 750 gramos de pan. 
En funcionamiento normal durante las 24 horas, la compañía panadera consumía entre 160 y 
190 kilos de combustible y entre 8.000 y 10.000 litros de agua. La máquina de amasado tenía 
un rendimiento de 1.800 kilos por hora (unas 8 horas de funcionamiento), pero en aquellos 
lugares donde el frente de combate se mantenía estable se instalaron panaderías fijas. 
De todas maneras les era más difícil trasladar toda la parafernalia panaderil con sus hornos, 
amasadoras, carpas, tanques de agua y demás utensilios que transportar comida. 
Este pan que se denominó Kommissbrot (Pan de la mili) era amasado a base de harina de 
centeno, trigo y levadura y se lo estibaba pegado uno al lado del otro de manera que solo tenía, 
después de horneado, un costra blanda y oscura y se separaba con la mano, tomando la forma 
de una caja, muy similar al pan de molde. 
A principios del siglo XVI este pan era horneado en las panaderías reales solamente para el 
ejército y con el tiempo se fueron construyendo además de Berlín, en Minden, Dresden y 
Wündorfen y en la actualidad estos edificios permanecen como monumentos históricos. 
El Kommissbrot era solamente horneado en las panaderías fijas y rodantes del ejército y en 
parte, se lo conservaba en los moldes en que habían sido horneados. Cuando comenzó a 
escasear la harina, como consecuencia del bloqueo marítimo inglés, los ingredientes se 
mezclaban con serrín. 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
Durante el período que media entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, el Komissbrot 
trascendió a la esfera civil y fue horneado por las panaderías comerciales, pero no era 
identificado como pan integral, sino como pan negro, de miga compacta y costra blanda. 
En 1915 se introdujo para la población, y por supuesto para el ejército, el pan de guerra, cuyos 
componentes eran 60% centeno, 30% trigo y 10% harina de patata con lo cual se dejó de 
hornear aquellos panecillos blancos a los que estaban acostumbrados los alemanes y se 
reemplazó por el cuadrado pan negro o pan de mezcla que la población no pudo evitar del todo 
hasta 1936 en que se reglamentó la obligatoriedad de elaborar el pan en proporciones exactas, 
como lo había sido antiguamente, pero en 1939, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, 
el pueblo volvió a incluirlo en su dieta. 
Ya en 1917, cuando la crisis había calado hondo en todos los sectores de la sociedad alemana, 
las proporciones de los ingredientes para la panificación eran absolutamente variables y 
dependían de lo que se disponía en ese momento, llegando a emplearse en el mejor de los 
casos harina de salvado, nabos, productos celulósicos residuales de los procesos de la madera, 
el reciclado de productos comestibles, aserrín y paja, todos ingredientes que componían el pan 
que no solo podían resistir los estómagos de los prisioneros rusos, que tenían fama de comer 
cualquier cosa, sino también el de los soldados alemanes y la población civil. 
Al respecto, el problema que se les había planteado a los alemanes con los prisioneros de 
guerra, sobrepasó los cálculos previstos al principio del conflicto porque se pensó que tendría 
corta duración, pero hacia el final de la Primera Guerra Mundial se habían contabilizado unos 2.4 
millones de prisioneros entre rumanos, rusos, franceses, belgas, británicos e italianos, a los que 
había que alimentar. 
Los prisioneros ingleses y franceses lograron sobrellevar mejor las dificultades de la alimentación 
debido a que recibían encomiendas con víveres de sus familiares, pero los rusos fueron los que 
llevaron la peor parte sufriendo graves problemas de desnutrición y consecuentemente 
enfermedades que acabaron con gran parte de ellos. 
Cuando la situación en el frente se complicaba para el suministro de víveres, se hacía llegar la 
comida en contenedores aislados de madera dentro de los cuales se colocaban enormes perolas 
con la comida preparada y en otros casos, cuando los centros de aprovisionamiento estaban 
alejados del lugar de las operaciones, se cargaban las cocinas ya encendidas sobre vagones de 
ferrocarril y se las transportaba hasta las cercanías, de manera que durante el viaje, que podía 
tardar algunas horas, se iba cocinando o se la mantenía caliente hasta llegar a la zona de 
distribución donde varios soldados de cada compañía tenían la tarea de transportarla hasta las 
trincheras. 
El problema se agravaba cuando las líneas de abastecimiento eran bombardeadas o 
interrumpidas, quedando los frentes desprovistos de alimentos y dependiendo del lugar donde se 
encontraban, los soldados requisaban viviendas y comercios abandonados para llevarse todo lo 
que fuera comestible, pero cuando quedaban aislados de los centros de abastecimiento en el 
medio de la nada, rodeados de grandes extensiones de tierra, no les quedó más remedio que 
echar mano a roedores y todo bicho viviente que circulara por las trincheras para poder 
sobrevivir. 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
Vida cuartelera 
En cuanto a la comida que se suministraba en los cuarteles, antes y al principio del conflicto, era 
para todos por igual, sin distinción entre soldados y suboficiales, en tanto que los oficiales 
comían en sus casas, restaurantes o en el casino de oficiales. Para los suboficiales y oficiales 
casados, el ejército les proveía alojamiento dentro de los cuarteles. 
A la hora de comer los soldados formaban una fila en las grandes cocinas, cada uno con su plato 
de loza en la mano bajo la atenta mirada de un encargado del grupo y un suboficial, para que el 
suministro se realizara ordenadamente. 
Un cocinero y su ayudante vestidos con delantal y gorro blanco, servían la comida junto a una 
enorme marmita modelo 1880 alimentada a leña, y un segundo cocinero agregaba la guarnición 
que extraía de otra marmita más pequeña. Los soldados vestían obligatoriamente un delantal 
azul, no solo para comer sino para cualquier otra actividad en la que pudieran ensuciarse 
durante las labores que no fueran estrictamente de entrenamiento. 
A partir de 1882 se instalaron cocinas en todos los cuarteles, pero no había cocineros 
profesionales los que recién se incorporaron en 1915 y a los que no se les exigía la preparación 
de platos muy elaborados. 
El personal de cocina era supervisado por un suboficial y ocasionalmente se contrataba personal 
femenino para fregar y pelar patatas. Los nuevos cuarteles que se levantaron a partir de 1905, 
estaban provistos de comedores donde se servían comidas calientes. 
El desayuno y la cena, antes de estas reformas, eran consumidas en barracas donde se 
alojaban entre 16 y 22 hombres al mando de un suboficial, una modalidad similar a la 
Centubernia del castellum romano, en la que se alojaban grupos reducidos para cocinar, comer y 
realizar todo tipo de trabajos y esparcimiento. 
Una costumbre que se mantuvo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en las guarniciones 
fue la del soldado que por la mañana y por la tarde cumplía con la orden de buscar el café en las 
grandes cafeteras esmaltadas. El pan era suministrado por la panadería del cuartel, recibiendo 
cada hombre tres raciones diarias y cada tres días, se repartía durante la comida, las raciones 
de margarina, mermelada y embutido. 
Al soldado se le administraba una alimentación nutritiva de acuerdo a los modernos conceptos 
de la época, consistente en cocidos de patatas legumbres, grasa y carne. 
De este panorama se desprende, tal como ocurrió en siglos anteriores, que muchos civiles 
optaron por incorporarse al ejército con vista de asegurarse una buena alimentación diaria 
además de un sueldo. 
Pero esta situación de privilegio de la que venían gozando las fuerzas armadas, pronto 
desapareció al estallar la guerra y Alemania, que fue sometida a un bloqueo por parte de 
Inglaterra, se vio obligada a implantar un plan de racionamiento que repercutió más sobre la 
población civil que sobre la militar. 
El conflicto que en un principio se había estimado de corta duración y ante la carencia de 
muchos productos de primera necesidad, obligó a la población civil a poner en práctica un plan 
de economía y reciclaje para la mayoría de los rubros y todo llegó a sustituirse, desde la suela 
de los zapatos por madera, el cuero por tela, el café por la achicoria y los aromatizantes 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
naturales por los sintéticos para dar sabor a productos que por su procesamiento perdían sus 
cualidades sápidas. 
Hasta 1916 Alemania tenía todavía una buena provisión de carne vacuna pero comenzó a 
mermar ante la falta de forraje que originalmente se importaba de Francia, situación que llevó a 
sacrificar la existencia del ganado para ser procesado por la industria conservera que para ese 
entonces, había desarrollado nuevos métodos de conservación, lo que permitió un mejor 
racionamiento y distribución de los alimentos. 
La hambruna había llegado a situaciones tan extremas en Alemania que la administración militar 
de la alimentación promovió la matanza de alrededor de dos millones de perros por considerarlos 
animales domésticos inútiles de alimentar. 
Verdún 
Desde lo alto, la bengala lanzada por los alemanes iluminó un vasto sector en la tierra de nadie y 
disminuía su intensidad a medida que la luz se alejaba penetrando en el campo enemigo donde 
cinco soldados franceses tenían sumergidos sus rostros en el fango tratando de contener la 
respiración para no tragarlo. 
Jean Pierre Tizot uno de los “revitallieur” (proveedores) no dejaba de maldecir la tarea que les 
había encomendado el teniente de su pelotón que días atrás había enviado a otro grupo para 
recoger la comida de la cocina rodante distante a varios kilómetros y nunca lograron regresar a 
la trinchera. 
Cuando iban camino a la cocina rodante, haciendo el mismo recorrido que sus camaradas, 
encontraron sus restos esparcidos dentro de un enorme hoyo que había dejado una bala de 
obús. Tizot sabía que no era agradable pero el hambre obliga y en medio de la mortecina luz de 
la luna, que por momentos perforaba las densas nubes de una tormenta que no amainaba, 
registraron los cadáveres en busca de algún resto de comida o alguna cantimplora que 
contuviera algo de pinard o agua, pero no encontraron nada, todo estaba destrozado. 
-¡Arriba, continuad! – fue la orden en voz baja del cabo Bonnard que comandaba el grupo 
mientras recogían latas, marmitas, recipientes y todo lo que pudiera contener la comida caliente 
que estaban aguardando los famélicos soldados del Regimiento 137 de Infantería en las 
trincheras de Verdun. 
Esta ciudad, ubicada en el nordeste de Francia, había sido capturada por los alemanes en la 
guerra Franco Prusiana y para poder recuperarla, Francia tuvo que pagar una elevada suma de 
dinero en concepto de reparación de guerra, recuperándola tres años más tarde. En los campos 
de Verdun murieron entre el 21 de febrero y el 19 de diciembre de 1916, alrededor de 700.000 
soldados entre alemanes y franceses. 
Como en tantas otras batallas, hubo soldados que tenían la peligrosa misión de buscar la 
comida para las tropas allí donde estuviera la cocina rodante porque las raciones de hierro hacía 
tiempo que se habían agotado. 
En el caso de los franceses la ración estaba compuesta por 700 gramos de pan, de 300 a 500 
gramos de carne o vianda cocida, acompañada de arroz o de macarrones que carecía de 
patatas, frutas, verduras y legumbres, motivo suficiente como para que los soldados estuvieran 
disconforme con la alimentación. 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
Cuando el 'cuistot' (cocinero) encargado de la 'cusine roulante' (cocina rodante) o 'la papote', 
como también se la solía llamar, se establecía en un terreno relativamente cercano a las 
trincheras de primera línea, estaba al corriente para cuantos soldados debía cocinar y por lo 
tanto contaba casi siempre con vituallas suficientes como para alimentarlos. 
Los soldados que estaban en las trincheras de reserva tenían la posibilidad de comer doble 
ración, debido a la cantidad de bajas que se generaban en muy pocas horas, como en el caso de 
Verdun, Marne o Somme lo que no deja de ser un hecho dramático y macabro al mismo tiempo, 
teniendo en cuenta que algunos aprovechaban la comida que otros tuvieron que dejar por fuerza 
mayor. 
La población civil, particularmente en los pueblos alejados de la ciudad por donde transitaban las 
tropas, ayudaron dentro de lo que podían, a la alimentación de los combatientes y algunos de 
ellos recibían con alguna frecuencia paquetes con comida enviada de sus familias. 
- ¿Que diablos estoy haciendo aquí, embarrado, maloliente, cubierto de piojos arriesgándome a 
que en cualquier momento vuele en pedazos?. ¿Como pude ser tan estúpido y dejarme engañar 
con ese cuento del patriotismo, de los bárbaros alemanes que le amputan los brazos a los niños 
y violan a las mujeres? 
Tizot no llegó a concluir sus existenciales interrogantes cuando de pronto escuchó el silbido 
agudo de un proyectil de obús que se acercaba velozmente. 
- ¡A tierra, carajo! – fue nuevamente la ronca voz del cabo y todos se zambulleron en el fango sin 
saber si esa sería su última acción sobre este mundo. Una tremenda explosión levantó a varios 
metros de altura una enorme cantidad de tierra que cayó sobre la patrulla y la larga vara de 
madera con las hogazas ensartadas quedó afortunadamente clavada en el barro sin que el pan 
se bañara de lodo. 
Por un momento Jean Pierre Tizot quedó como atontado por la detonación pero tras unos 
segundos de silencio volvió a recuperarse con la intención de reunirse con el resto del pelotón 
que trataba de recoger los recipientes que soltaron cuando se tiraron al suelo. El único que no se 
había incorporado todavía, era el cabo Bonnard. 
Jean Pierre cogió su casco que estaba a un palmo de su cabeza y se incorporó chorreando 
barro. La ristra de rebanadas de pan ensartadas en un alambre que llevaba a modo de 
bandolera quedaron totalmente enlodadas e inútiles. Algunas botellas de vidrio estaban rotas 
por el impacto de las piedras regando el suelo con pinard, ese vino barato pero tan preciado por 
los franceses, que como describe una canción popular: es mediocre y de poco sabor, pero es un 
vino cargado de recuerdos “en el que el soldado encuentra la huella de su hogar añorado desde 
el frente de batalla.” 
El lodo aprisionaba las botas remendadas de Jean Pierre y a duras penas logró llegar hasta el 
cabo Bonnard que yacía inmóvil boca abajo, junto a una de las marmitas con un guiso de 
legumbres, patatas y trozos de una carne indefinida, que por milagro no se había volcado. 
Al darle vuelta comprobó con horror que se había ahogado con el barro que aun tenía en la boca 
y en los ojos que quedaron abiertos, se reflejó el resplandor de un relámpago mientras la tenue 
lluvia que caía sobre su rostro embarrado, fue formando pequeños surcos de agua. 
Durante el resto del camino los soldados del pelotón se fueron turnando para llevar el pesado 
cuerpo del cabo Bonnard y poco antes de llegar a la trinchera, una ráfaga de ametralladora silbó 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
sobre sus cabezas sin que nadie fuera herido. 
El hambre de los soldados obvió el cuerpo de Bonnard para abalanzarse como buitres sobre la 
comida y cuando sus tripas dejaron de rugir, se enteraron de lo sucedido. Un soldado sentado 
sobre una bolsa de tierra que usaban de parapeto, mientras escarbaba con el dedo los últimos 
vestigios del guiso que quedaban en su lata, verbalizó lo que muchos de ellos estaban 
pensando. 
- Uno menos para alimentar. – dijo terminando de chuparse el dedo - ¿Que tal si nos jugamos a 
una carta la ración que le tocaba a Bonnard? 
Ferdinand Gilson, soldado francés que combatió en la primera guerra mundial recuerda a sus 
106 años las vivencias que aun mantiene claramente en su memoria. 
“No solamente los piojos maltrataron a los soldados, había ratas en las trincheras. De noche no 
se las veía, pero cuando dormíamos en barracas o tiendas de campaña, paseaban sobre 
nosotros en busca de comida. Nos cubríamos con una manta o lo que tuviéramos a mano, pero 
las percibíamos caminando sobre nuestras espaldas. A veces teníamos perros para espantarlas 
pero les era imposible luchar contra ese ejército que se multiplicaba permanentemente y que se 
alimentaba de restos de comida si los había o de cadáveres. 
Si por casualidad aparecía un gato en la trinchera, a los quince minutos era una liebre. La 
decapitábamos con un golpe de bayoneta y la asábamos. ¿Gatos?, no había gatos en las 
trincheras. 
A los 20 años, sin probar bocado durante cuatro días, era terrible. Teníamos que sacudir las 
conservas para quitar los gusanos. En el verano la carne se descomponía y había que taparse la 
nariz por el olor nauseabundo que despedía, pero algo teníamos que comer aunque siempre 
teníamos para beber, porque enviábamos a unos compañeros para que llenaran nuestras 
cantimploras con pinard. Creo que fue el pinard quien nos ayudó a ganar la guerra, no era un 
buen vivo pero sin él no hubiéramos mantenido en alto nuestra moral. Si no había pinard, no 
había hombres.” 
Efectivamente, el vino estaba fuertemente arraigado en la cultura y la sociedad francesas, a tal 
punto que en la retaguardia había enormes depósitos donde se apilaban centenares de barriles 
con pinard. 
En la guerra de trincheras un soldado podía permanecer desde una jornada hasta un máximo de 
dos semanas en la primera línea, dependiendo del sector de lucha, pues hubo situaciones en las 
que tuvieron que permanecer varios meses para luego pasar a las trincheras de reserva donde 
corrían un riesgo menor, rotando de esta manera los puestos de combate, así que en ciertas 
ocasiones podían acudir al playón de toneles para llenar con pinard las cantimploras de sus 
camaradas. 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
Alimentación militar 
Estados Unidos de Norteamérica es probablemente el país que más hincapié haya hecho en 
materia de alimentación militar, no solo desde el punto de vista de la provisión adecuada de 
comida para sus tropas, sino en su constante investigación y desarrollo de nuevos alimentos 
aptos para los distintos cuerpos militares y en diferentes situaciones de combate. Esto se hace 
patente sobre todo a partir de la Segunda Guerra Mundial continuando hasta nuestros días. 
El 14 de junio de 1775 el primer Congreso Continental crea el Ejército Continental a las órdenes 
de George Washington para enfrentar a los británicos que habían incursionado en 
Massachussets, regulando las raciones y contenido, modalidad que permanecerá más allá de 
los ocho años que duró la lucha por la independencia. 
Estas raciones conocidas como 'Ración de Guarnición' se componían de : 
“Una libra (453, 6 gr.) de carne de vaca, o 3/4 de una libra de cerdo o de una libra de pescados, 
por día. Una libra de pan o de harina por día. Tres pintas (2.25 l) de guisantes o de habas por 
semana o vegetales equivalentes, a un dólar por el celemín (4,5 l) para los guisantes o las 
habas. Una pinta (0.75 l) de leche por hombre y día. ½ pinta de arroz o una pinta de la comida 
india (alimentos a base de maíz) por hombre y por semana. Un cuarto de galón de cerveza 
spruce, (Cerveza fabricada por la melaza fermentada y otros azúcares con el exudado de una 
especie de abeto y a veces con la malta.) o de sidra, por hombre y por día, o nueve galones de 
mollasses (melaza) para una compañía de cien hombres”. 
En 1856, Gail Borden Jr., inventa la leche condensada, que sería solicitada en grandes 
cantidades por el ejército de la Unión durante la Guerra de Secesión (1861-1865), en la que se 
enfrentaron los estados del norte con los estados esclavistas del sur. 
Durante el mismo período de la guerra civil, surgió una conserva a base de carne de cerdo y 
frijoles producido por la empresa Van Camp que logra formalizar un contrato con el ejército de la 
Unión para abastecerlos con este producto y en 1863 el mismo Ejército del Norte, incorporó la 
patata en la ración de combate en una proporción de 30 libras (13,600 kg.) por cada cien 
soldados. 
Hacia finales del siglo XIX cuando comienza el enfrentamiento contra España por la posesión de 
la últimas colonia españolas, el problema de la alimentación se tornará difícil debido a las 
grandes distancias que separaban a EE.UU. de las tropas combatientes, en particular las que 
peleaban en Filipinas, haciendo muy dificultosa la provisión de alimentos, que por otra parte, 
debido a los bajos estándares de fabricación de las conservas, muchas veces se consumían en 
mal estado, provocando más muertes por intoxicación que por los combates. 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
El problema logístico fue una constante en todos los tiempos y para todos los ejércitos y causa 
principal para que los soldados estuvieron mal alimentados a pesar del esfuerzo por mejorar sus 
raciones. 
En 1902 el ejército de los EE.UU. establece la primera escuela de cocineros militares y en el 
mismo año, la marina, publica un manual con 100 recetas de cocina. 
Dado los primeros avances en materia de nutrición hacia principios del siglo XX, las raciones 
incorporaron proteínas, grasas e hidratos de carbono para llegar a 4.000 Kilocalorías diarias 
durante la Primera Guerra Mundial, en la que sin embargo había una ausencia de vitaminas por 
falta de verduras frescas y frutas. 
EEUU en guerra 
La marina imperial alemana hundió, en 1915, frente a las costas de Irlanda al buque de 
pasajeros inglés Lusitania que había partido del puerto de Nueva York rumbo a Liverpool y en el 
que murieron 1.198 personas, entre las que figuraban 124 ciudadanos norteamericanos. 
Para algunos historiadores este terrible suceso tuvo un trasfondo intencionado, dado que 
Inglaterra tenía interés en que los EE.UU. entrara en el conflicto bélico aun cuando la población 
norteamericana quería mantenerse al margen de esta guerra. Sin embargo no lo hizo hasta 
1917, cuando es torpedeado el buque norteamericano Aztec, motivo por el cual los Estados 
Unidos de Norteamérica rompe su posición de neutralidad y se involucra en esta Primera Guerra 
Mundial enviando tropas al Viejo Continente. 
Estas circunstancias fueron una buena razón para proteger sus intereses en Europa dentro de 
sus planes expansionistas que habían comenzado con la guerra Hispano-Cubana y la posesión 
de Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam. 
Para entonces el ejército ya había diseñado tres tipos de raciones con los que alimentar a sus 
tropas, a pesar de la enorme distancia que había entre América del Norte y el continente 
europeo, conocidas como Ración de Reserva, Ración de Trinchera y Ración de Emergencia. 
La primera era una ración que transportaba el soldado para su consumo diario, cuando las 
condiciones de alimentación en las guarniciones o campamentos no eran posible, e incluía una 
libra (453 gr.) de carne envasada tipo Corned beef, dos latas de 8 onzas de pan (226 gr.), 2,4 
onzas de azúcar (68 gr.), 1,12 onzas (31gr.) de café tostado y molido, y 0,16 gramos de sal. 
Estas provisiones con sus envases pesaban alrededor de 1,240 kg, contenían unas 3.300 
calorías aproximadamente y toda la comida venía envasada en unas latas cilíndricas que 
resultaron ser poco prácticas y nada económicas. 
La Ración de Trinchera se diseñó especialmente para cuando se hacía difícil alimentar a las 
tropas en las zonas de combate. Estas raciones estaban compuestas de carnes enlatadas y pan 
duro del tipo “Kommisbrot” de los alemanes y podía ser consumida en caliente o fría según las 
posibilidades de cada soldado ya que entre sus provisiones había pastillas de alcohol 
solidificado. Se completaba con café soluble y cigarrillos. 
Pero si bien tenía la ventaja que su perfecto sellado protegía a los alimentos de los gases 
venenosos, estos envases de hierro galvanizado eran demasiados pesados para su transporte, 
su contenido de poco valor nutricional y el hecho de que las latas quedaran abiertas con restos 
de comida que luego volverían a consumirse, trajo aparejado graves intoxicaciones. 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
La Ración de Emergencia tenía la misma utilidad que la Porción de Hierro de los soldados 
alemanes, pero a diferencia de aquella, esta contenía una mezcla de carne en polvo disecada 
mezclada con harina de trigo y compactada en forma de galleta y tres barras de chocolate de 
una onza (24 gr.) cada una, envasada en latas ovoides que entraban fácilmente en el bolsillo del 
uniforme. 
La experiencia recogida por el ejército norteamericano acerca de estas raciones, permitió 
modificar su contenido en calidad y variedad llegando a su punto culminante en 1936, cinco años 
antes de que volvieran a involucrarse en otra contienda mundial. 
Recetas 
Borsch (Sopa de Remolacha) 
Ingredientes 
- 1 kg de costilla de cerdo fresco 
- 1 cebolla grande 
- 2 dientes de ajo 
- 1 zanahoria grande 
- 1 kg de remolachas grandes 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
- 2 tomates 
- Sal y pimienta 
- Crema de leche agria 
- Agua o fondo blanco 
Elaboración 
- Cocer la carne con la cebolla entera en un poco de manteca. 
- Añadirle cuando este dorada la carne, agua. 
- Cuando este la cebolla cocida retirarla y cortarla en trozos, cortar la remolacha en 
cuadros, rayar la zanahoria, trocear el tomate, pelar y picar ajos que queden finos. 
- Retirar la carne y en el caldo echar todas las verduras. 
- La remolacha tiene que quedar como tropezones, dejar hervir unos 30 minutos y el plato 
de sopa ya está listo. 
- Se pueden añadir patatas y otras verduras como pimientos, apio, repollo o bien hierbas 
como eneldo, perejil o laurel. 
Stecckrübensuppe (Sopa de Nabo Blanco) 
Ingredientes 
- 500 gr de nabo blanco 
- 2 cebollas 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
- 5oo gr de patata 
- 1 litro de caldo de pollo 
- 200 gr de tocino 
- 1/2 manojo de perejil 
- Un poco de manteca de cerdo 
- Pimienta negra 
- Sal 
Elaboración 
- Pelamos las cebollas, el nabo y las patatas, y cortamos todo a trozos. 
- En una sartén pochamos la cebolla y añadimos un poco de caldo. Volcamos la cebolla a 
una olla grande. 
- En la misma sartén pochamos ahora las patatas y el nabo. Y lo añadimos también a la 
olla. 
- Añadimos el resto del caldo y el tocino, la sal y la pimienta. Dejamos que hierva 20 ó 30 
minutos y rectificamos la sal. Retiramos el tocino de la sopa y servimos. 
Biersuppe (Sopa de Cerveza) 
Ingredientes 
- 1 l de cerveza pilsen 
- 50 gr de mantequilla 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
- 100 gr de harina 
- 150 ml de nata líquida 
- 2 yemas de huevo 
- 8 rebanadas pequeñas de pan 
- 1 pizca de canela (opcional) 
- Pimienta y sal 
Elaboración 
- Fundir la mantequilla en una olla a baja temperatura. 
- Cuando esté líquida se incorpora la harina y se remueve hasta que se haya tostado 
ligeramente y se agrega entonces la cerveza. 
- Se deja hervir la mezcla a fuego lento sin dejar de remover durante unos 20 min y, a 
continuación, se salpimienta y, opcionalmente, se añade la canela. 
- Se retira la olla del fuego, se baten las yemas con la nata líquida y se incorpora a la sopa 
caliente cuando ya no esté hirviendo. 
- Se vuelve a poner el conjunto a fuego bajo durante unos 5 min y se sirve la sopa bien 
caliente con las rebanadas de pan tostadas y cortadas en pequeños dados 
Shi (Sopa de Col y Carne) 
Ingredientes 
- 500 gramos de carne 
- 2 o 3 litros de agua 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
- 500 gramos de col 
- 1 zanahoria 
- 1 cebolla 
- 2 cucharadas de mantequilla 
- 200 gramos de tomates 
- 5 patatas 
- 1 hoja de laurel 
- Perejil 
- Sal al gusto. 
Elaboración 
- Cocemos la carne dentro de una olla durante 1,5-2 horas. 
- Colamos el caldo en una olla para sopa y agregamos la col picada. Al hervir nuevamente 
el caldo, se añade cebolla picada y zanahoria, previamente fritas. 
- Volvemos a cocer la carne durante unos 20-30 minutos. 
- Añadir a la sopa laurel, pimienta y sal. 
- Además, durante la preparación, se pueden añadir patatas cortadas (introducirla 15-20 
minutos después de la col) y tomates frescos (ponerlos junto al condimento al final de la 
preparación cortados en pequeños trozos). 
- Finalmente, antes de servir, poner en cada plato la carne, la mantequilla, el perejil y 
hinojo bien picados. 
Ensalada Alemana de Arenque y Patata 
Ingredientes 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
- 1 cebolla dulce 
- 250 ml de crema agria 
- 120 gr de yogur natural 
- 1 cucharada de zumo de limón 
- 2 manzanas peladas y cortadas en cuadraditos 
- 2 o 3 pepinillos en vinagre cortados en rodajitas 
- Ssal y pimienta negra 
- 300 gr de arenque marinado escurrido 
- 2 patatas medianas cocidas con piel 
- 1 cucharada de eneldo picado. 
Elaboración 
- Empezamos pelando y picando la cebolla y poniéndola en un bol. 
- Añadimos la manzana y los pepinillos. 
- Pelamos las patatas y las cortamos a daditos, incorporándolas también al bol. 
- Cortamos también los arenques y los agregamos al resto. 
- Espolvoreamos esta mezcla con el eneldo picado, la sal y la pimienta negra, mejor 
recién molida. 
- Aparte, mezclamos la crema agria, el yogur natural y el zumo de limón y lo echamos al 
bol, mezclándolo todo bien. 
- Reservar en la nevera hasta el momento de servir. 
Leberknödeln Und Sauerkraut (Albóndigas de hígado con Choucroutte) 
Ingredientes 
Albóndigas: 
- 100cc leche 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
- 40g chalotes 
- Puñado mejorana 
- 200g hígado 
- 10g manteca 
- 250g carne picada de cerdo 
- 250 g chorizo blanco sin piel 
- 1 huevo 
- 1 yema 
- 2 cdas pan rallado 
- 3 cdas Oporto 
- Sal y pimienta 
- 20g pan del día anterior 
- Chucrut: 40g 
- Panceta ahumada, 500g 
- 10 g grasa de cerdo derretida 
- 400 cc caldo verdura 
- 2 hojas laurel 
- 2 clavos de olor 
- 1-2 cdas azúcar 
- Cebollas: ½ kg 
- 150g manteca 
- 2 anís estrellado, sal. 
Elaboración 
- Remojar pan en leche. 
- Picar chalotes, picar mejorana. 
- Limpiar y picar hígado. 
- Rehogar chalotes 2 minutos en manteca caliente a fuego moderado, agregar mejorana y 
dejar enfriar. 
- Escurrir pan remojado y mezclarlo con el paté de hígado, carne picada de cerdo, chorizo 
sin piel desmenuzado, huevo, yema, pan rallado, Oporto y chalotes. 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
- Sazonar con sal y pimienta y armar 8 albóndigas con las manos humedecidas. Cubrirlas 
y llevarlas al refrigerador. 
- Cortar panceta en tiras y rehogarlas 2 minutos en grasa de cerdo caliente a fuego 
moderado. 
- Añadir chucrut desmenuzado, caldo, laurel, clavo olor, azúcar y 200cc agua. 
- Tapar y cocinar 15 minutos a fuego moderado. Destapar entonces y continuar cocción 
por 10 minutos. 
- Cortar cebollas en tiras finas y dorarlas 15 minutos en manteca caliente con el anís 
estrellado a fuego moderado; espolvorearlas con poca sal. 
- Poner a hervir agua en una olla grande, deslizar a ésta las albóndigas. 
- Reducir la llama, cocinarlas hasta que floten en la superficie y dejarlas reposar 10-12 
minutos. 
- Servir chucrut y albóndigas sobre platos calientes y distribuir sobre éstas las cebollas 
anisadas. Acompañar con puré de patatas cremoso. 
Corned Beef y Mazorca de Maíz 
Ingredientes 
- 3 ramitas de tomillo fresco 
- 5 ramas de perejil 
- 600 gr de carne de ternera (falda) 
- 2 hojas de laurel 
- 1 cucharadita de pimienta negra entera 
- 12 cebollitas blancas o 3 tres cebollas mediana cortadas en 8 
- 6 zanahorias cortadas groseramente 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
- 2 patatas 
- 1 repollo cortado en 6-8 cuñas 
- 1 taza de crema de leche 
- 3 cucharadas de rábano picante preparado (horseradish) 
- Sal 
Elaboración 
- Hacer un ramito con el tomillo y el perejil y atarlo con hilo de cocina. 
- Enjuagar bien la carne y ponerla en una olla grande y pesada, añadir agua que la cubra 
y llevar a hervor a fuego medio-alto. 
- Retirar la espuma que se vaya formando. 
- Agregar las hierbas, las hojas de laurel y los granos de pimienta. 
- Reducir el fuego. 
- Tapar y cocinar a fuego lento por 2.5 – 3 horas hasta que la carne esté tierna. 
- Agregar las cebollas, zanahorias, las patatas y el repollo. 
- Cocinar 20-25 minutos hasta que las verduras estén tiernas. 
- En un tazón batir la crema de leche y agregar el rábano picante, sazonar con sal. 
- Cubrir y refrigerar hasta que sea el momento de servir. 
- Servir las verduras en un plato. 
- Rebanar el corned beef y servir de inmediato con la crema de rábano al lado y la 
mazorca hervida y acompañada de mantequilla. 
Goulash 
Ingredientes 
- 1.750 g ternera para estofar cortada a dados 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
- 8 cebollas picadas 
- 1 zanahoria grande rallada 
- 2 dientes de ajo picados 
- 1 pimiento verde troceado 
- 2 dcl de fondo oscuro 
- 2 cucharaditas de comino en grano 
- 2 cucharadas de paprika o pimentón dulce 
- 1 cucharadita de azúcar y sal 
Spätzle: 
- 3 huevos batidos 
- 300 g de harina 
- 20 g de mantequilla derretida 
- 1 dl de agua 
- Sal 
Elaboración 
- Empezamos enharinando los trozos de ternera, después los ponemos en un colador y lo 
sacudimos para que suelten el exceso de harina. 
- Los salteamos en un poco de aceite, por tandas. Los sacamos, los salamos y los 
reservamos. 
- Añadimos un poco más de aceite y sofreímos la cebolla, salándola un poquito para que 
sude antes. Agregamos la zanahoria y los dientes de ajo. 
- Removemos con una cuchara, a fuego lento, hasta que esté todo bien hecho. 
Incorporamos el comino, la paprika y el pimiento verde. 
- Lo dejamos que se vaya haciendo unos 15 minutos, sin parar de remover. 
- Añadir los dos cubitos de caldo diluídos en el agua, el azúcar y rectificamos de sal. 
- Agregamos 1 vaso de agua (aproximadamente) y dejamos que se haga muy lentamente. 
- Pasamos esta salsa por el chino, aunque se puede triturar para que quede bien espesa. 
- Agregamos la carne y lo dejamos cocer unas 2 horas a fuego muy lento. Si está 
demasiado espesa podemos añadir un poco más de agua. Tener cuidado para que no 
se pegue, porque es muy fácil, por eso podemos ir añadiendo agua poco a poco si lo 
vemos necesario. 
- Para hacer los spatzles, ponemos en un bol la harina, la sal, la mantequilla, los huevos y 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
lo batimos todo con las varillas. Poco a poco, sin dejar de batir, vamos incorporando el 
agua, hasta que se haya absorbido todo. Lo dejamos reposar. 
- Mientras, ponemos una olla al fuego con abundante agua con sal. 
- Ponemos la masa sobre una tabla de madera y, cuando el agua hierva, vamos cortando 
trocitos de la masa con la ayuda de un cuchillo afilado y los echamos en el agua. 
- Cuando suban a la superficie, los recogemos con una espumadera y los ponemos en 
una fuente con un poco de mantequilla, removiendo para que se mezclen con ella. 
- Los servimos bien calientes para acompañar el goulash. 
- Estareceta tradicional húngara de goulash con spätzle se sirve bien caliente. Si no se 
preparan los spätzles, también podemos servir el estofado de carne con arroz, pasta o 
patatas. 
Helado de Leche Condensada 
Ingredientes 
- 1 lata de leche condensada 
- 1 lata de nata 
- 6 huevos 
- Chocolate para derretir 
Elaboración 
- Un día antes de realizar la preparación, caramelizar la leche en una olla de presión 
cubierta de agua y cerrada durante media hora. 
- El día de la elaboración separar las yemas de las claras y batir con la nata y la leche 
caramelizada. 
- Cocinar las claras a punto de nieve. 
- Verter la mezcla de yemas sobre las claras y remover con una paleta de madera 
- Colocar la mezcla en un molde rectangular, previamente forrado con papel de aluminio. 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
Refrigerar. 
- Desmoldar sobre una bandeja y cortar en cuadros. Cada vez que se sirva una porción 
añadirle el chocolate derretido. 
Martes 04, Miércoles 05 y Jueves 06 de NOVIEMBRE DE 2014 
MENÚ DEGUSTACIÓN 
Aperitivo: Cuatro Sopas 
Borsch (Sopa de Remolacha) 
Stecckrübensuppe (Sopa de Nabo Blanco) 
Biersuppe (Sopa de Cerveza) 
Shi (Sopa de Col y Carne) 
——— 
Ración de Guarnición: 
Ensalada Alemana de Arenque y Patata 
Leberknödeln Und Sauerkraut (Albóndigas de hígado con Choucroutte) 
——— 
Ración de Trinchera: 
Corned Beef y Mazorca de Maíz 
Goulash 
——— 
Helado de Leche Condensada 
Precio del menú: 18 € (Incluye pan de maíz, vino de la casa/agua). IVA incluido. 
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de 
Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.

Weitere ähnliche Inhalte

Ähnlich wie Jornadas de la cocina de la i guerra mundial de la escuela de hostelería del ies valle de aller

Proyecto 1 ra guerra mundial
Proyecto 1 ra guerra mundialProyecto 1 ra guerra mundial
Proyecto 1 ra guerra mundialDany DG
 
Primera guerra mundial
Primera guerra mundialPrimera guerra mundial
Primera guerra mundialKevin Escobar
 
UNIDAD 5: PRIMERA GUERRA MUNDIAL "LA GRAN GUERRA" (1914-1918)
UNIDAD 5: PRIMERA GUERRA MUNDIAL "LA GRAN GUERRA" (1914-1918)UNIDAD 5: PRIMERA GUERRA MUNDIAL "LA GRAN GUERRA" (1914-1918)
UNIDAD 5: PRIMERA GUERRA MUNDIAL "LA GRAN GUERRA" (1914-1918)TheHistoryPrepa Dos
 
Desarrollo de la Primera guerra mundial
Desarrollo de la Primera guerra mundialDesarrollo de la Primera guerra mundial
Desarrollo de la Primera guerra mundialAndy L.
 
De Esparta a Espartaco. Alemania 1918-1919, de la puñalada por la espalda a l...
De Esparta a Espartaco. Alemania 1918-1919, de la puñalada por la espalda a l...De Esparta a Espartaco. Alemania 1918-1919, de la puñalada por la espalda a l...
De Esparta a Espartaco. Alemania 1918-1919, de la puñalada por la espalda a l...Lagranpartida
 
Primera guerra mundial copia
Primera guerra mundial   copiaPrimera guerra mundial   copia
Primera guerra mundial copiacata92tor
 
primera guerra mundial
primera guerra mundialprimera guerra mundial
primera guerra mundialcata92tor
 
Tema 8 la primera guerra mundial
Tema 8   la primera guerra mundialTema 8   la primera guerra mundial
Tema 8 la primera guerra mundialprimero2012
 
Primera y segunda guerras mundiales
Primera y segunda guerras mundialesPrimera y segunda guerras mundiales
Primera y segunda guerras mundialesIgnacioMartinez114
 
La Primera Guerra Mundial (1914-1918)
La Primera Guerra Mundial (1914-1918)La Primera Guerra Mundial (1914-1918)
La Primera Guerra Mundial (1914-1918)papefons Fons
 
Primeraguerramundial versionresumida-100416173838-phpapp02
Primeraguerramundial versionresumida-100416173838-phpapp02Primeraguerramundial versionresumida-100416173838-phpapp02
Primeraguerramundial versionresumida-100416173838-phpapp02black0101
 
La Guerra de Flandes
La Guerra de FlandesLa Guerra de Flandes
La Guerra de Flandesguestc4a2cb52
 
LA GUERRA DE FLANDES
LA GUERRA DE FLANDESLA GUERRA DE FLANDES
LA GUERRA DE FLANDESguestc4a2cb52
 
La Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra MundialLa Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra MundialJavier Pérez
 
Del imperialismo al fin de la i guerra mundial
Del imperialismo al fin de la i guerra mundialDel imperialismo al fin de la i guerra mundial
Del imperialismo al fin de la i guerra mundialCarola Arce
 
I GUERRA MUNDIAL.ppt
I GUERRA MUNDIAL.pptI GUERRA MUNDIAL.ppt
I GUERRA MUNDIAL.pptGERMAN wum
 

Ähnlich wie Jornadas de la cocina de la i guerra mundial de la escuela de hostelería del ies valle de aller (20)

Proyecto 1 ra guerra mundial
Proyecto 1 ra guerra mundialProyecto 1 ra guerra mundial
Proyecto 1 ra guerra mundial
 
Primera guerra mundial
Primera guerra mundialPrimera guerra mundial
Primera guerra mundial
 
UNIDAD 5: PRIMERA GUERRA MUNDIAL "LA GRAN GUERRA" (1914-1918)
UNIDAD 5: PRIMERA GUERRA MUNDIAL "LA GRAN GUERRA" (1914-1918)UNIDAD 5: PRIMERA GUERRA MUNDIAL "LA GRAN GUERRA" (1914-1918)
UNIDAD 5: PRIMERA GUERRA MUNDIAL "LA GRAN GUERRA" (1914-1918)
 
Cultura alemana
Cultura alemanaCultura alemana
Cultura alemana
 
Desarrollo de la Primera guerra mundial
Desarrollo de la Primera guerra mundialDesarrollo de la Primera guerra mundial
Desarrollo de la Primera guerra mundial
 
De Esparta a Espartaco. Alemania 1918-1919, de la puñalada por la espalda a l...
De Esparta a Espartaco. Alemania 1918-1919, de la puñalada por la espalda a l...De Esparta a Espartaco. Alemania 1918-1919, de la puñalada por la espalda a l...
De Esparta a Espartaco. Alemania 1918-1919, de la puñalada por la espalda a l...
 
Primera guerra mundial copia
Primera guerra mundial   copiaPrimera guerra mundial   copia
Primera guerra mundial copia
 
primera guerra mundial
primera guerra mundialprimera guerra mundial
primera guerra mundial
 
Tema 8 la primera guerra mundial
Tema 8   la primera guerra mundialTema 8   la primera guerra mundial
Tema 8 la primera guerra mundial
 
Presentacion
PresentacionPresentacion
Presentacion
 
Primera y segunda guerras mundiales
Primera y segunda guerras mundialesPrimera y segunda guerras mundiales
Primera y segunda guerras mundiales
 
Unidad 5 (parte 1)
Unidad 5 (parte 1)Unidad 5 (parte 1)
Unidad 5 (parte 1)
 
La Primera Guerra Mundial (1914-1918)
La Primera Guerra Mundial (1914-1918)La Primera Guerra Mundial (1914-1918)
La Primera Guerra Mundial (1914-1918)
 
Primeraguerramundial versionresumida-100416173838-phpapp02
Primeraguerramundial versionresumida-100416173838-phpapp02Primeraguerramundial versionresumida-100416173838-phpapp02
Primeraguerramundial versionresumida-100416173838-phpapp02
 
La Guerra de Flandes
La Guerra de FlandesLa Guerra de Flandes
La Guerra de Flandes
 
LA GUERRA DE FLANDES
LA GUERRA DE FLANDESLA GUERRA DE FLANDES
LA GUERRA DE FLANDES
 
Unidad 5
Unidad 5Unidad 5
Unidad 5
 
La Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra MundialLa Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial
 
Del imperialismo al fin de la i guerra mundial
Del imperialismo al fin de la i guerra mundialDel imperialismo al fin de la i guerra mundial
Del imperialismo al fin de la i guerra mundial
 
I GUERRA MUNDIAL.ppt
I GUERRA MUNDIAL.pptI GUERRA MUNDIAL.ppt
I GUERRA MUNDIAL.ppt
 

Mehr von vicpercast

Carne de caballo
Carne de caballoCarne de caballo
Carne de caballovicpercast
 
Jornadas cantábricas
Jornadas cantábricasJornadas cantábricas
Jornadas cantábricasvicpercast
 
Dossier de las Jornadas: "Cocinar en Tiempos de Crisis". IES Valle de Aller
Dossier de las Jornadas: "Cocinar en Tiempos de Crisis". IES Valle de AllerDossier de las Jornadas: "Cocinar en Tiempos de Crisis". IES Valle de Aller
Dossier de las Jornadas: "Cocinar en Tiempos de Crisis". IES Valle de Allervicpercast
 
Jornadas de la cocina de otoño de la escuela de hostelería
Jornadas de la cocina de otoño de la escuela de hosteleríaJornadas de la cocina de otoño de la escuela de hostelería
Jornadas de la cocina de otoño de la escuela de hosteleríavicpercast
 
Jornadas culinarias
Jornadas culinariasJornadas culinarias
Jornadas culinariasvicpercast
 
Jornadas de la cocina del pescado y marisco del IES Valle de Aller
Jornadas de la cocina del pescado y marisco del IES Valle de AllerJornadas de la cocina del pescado y marisco del IES Valle de Aller
Jornadas de la cocina del pescado y marisco del IES Valle de Allervicpercast
 
Dossier de las jornadas de cocina bio
Dossier de las jornadas de cocina bioDossier de las jornadas de cocina bio
Dossier de las jornadas de cocina biovicpercast
 
Menú jornadas culturales 2013
Menú jornadas culturales 2013 Menú jornadas culturales 2013
Menú jornadas culturales 2013 vicpercast
 
Ii jornadas de la cocina de la carne de potro lechal del i
Ii jornadas de la cocina de la carne de potro lechal del iIi jornadas de la cocina de la carne de potro lechal del i
Ii jornadas de la cocina de la carne de potro lechal del ivicpercast
 
Gastronomía de Latinoamerica
Gastronomía de LatinoamericaGastronomía de Latinoamerica
Gastronomía de Latinoamericavicpercast
 
Ii Jornadas de Cocina Xata Roxa del IES Valle de Aller
Ii Jornadas de Cocina Xata Roxa del IES Valle de AllerIi Jornadas de Cocina Xata Roxa del IES Valle de Aller
Ii Jornadas de Cocina Xata Roxa del IES Valle de Allervicpercast
 
Dossier de las jornadas de slow food
Dossier de las jornadas de slow foodDossier de las jornadas de slow food
Dossier de las jornadas de slow foodvicpercast
 
Curso manipulador d alimentos
Curso manipulador d alimentosCurso manipulador d alimentos
Curso manipulador d alimentosvicpercast
 
Jornadas de la cocina de la caza del i
Jornadas de la cocina de la caza del iJornadas de la cocina de la caza del i
Jornadas de la cocina de la caza del ivicpercast
 
Platos aceitunning
Platos aceitunningPlatos aceitunning
Platos aceitunningvicpercast
 
Organización de los procesos productivos en hostelería
Organización de los procesos productivos      en hosteleríaOrganización de los procesos productivos      en hostelería
Organización de los procesos productivos en hosteleríavicpercast
 
Planteamiento del negocio
Planteamiento del negocioPlanteamiento del negocio
Planteamiento del negociovicpercast
 
Un paseo por la gastronomía española 1
Un paseo por la gastronomía española 1Un paseo por la gastronomía española 1
Un paseo por la gastronomía española 1vicpercast
 

Mehr von vicpercast (20)

Carne de caballo
Carne de caballoCarne de caballo
Carne de caballo
 
Jornadas cantábricas
Jornadas cantábricasJornadas cantábricas
Jornadas cantábricas
 
Dossier de las Jornadas: "Cocinar en Tiempos de Crisis". IES Valle de Aller
Dossier de las Jornadas: "Cocinar en Tiempos de Crisis". IES Valle de AllerDossier de las Jornadas: "Cocinar en Tiempos de Crisis". IES Valle de Aller
Dossier de las Jornadas: "Cocinar en Tiempos de Crisis". IES Valle de Aller
 
Los nabos
Los nabosLos nabos
Los nabos
 
Jornadas de la cocina de otoño de la escuela de hostelería
Jornadas de la cocina de otoño de la escuela de hosteleríaJornadas de la cocina de otoño de la escuela de hostelería
Jornadas de la cocina de otoño de la escuela de hostelería
 
Jornadas culinarias
Jornadas culinariasJornadas culinarias
Jornadas culinarias
 
Jornadas de la cocina del pescado y marisco del IES Valle de Aller
Jornadas de la cocina del pescado y marisco del IES Valle de AllerJornadas de la cocina del pescado y marisco del IES Valle de Aller
Jornadas de la cocina del pescado y marisco del IES Valle de Aller
 
Dossier de las jornadas de cocina bio
Dossier de las jornadas de cocina bioDossier de las jornadas de cocina bio
Dossier de las jornadas de cocina bio
 
Menú jornadas culturales 2013
Menú jornadas culturales 2013 Menú jornadas culturales 2013
Menú jornadas culturales 2013
 
Ii jornadas de la cocina de la carne de potro lechal del i
Ii jornadas de la cocina de la carne de potro lechal del iIi jornadas de la cocina de la carne de potro lechal del i
Ii jornadas de la cocina de la carne de potro lechal del i
 
Gastronomía de Latinoamerica
Gastronomía de LatinoamericaGastronomía de Latinoamerica
Gastronomía de Latinoamerica
 
Magreb
Magreb Magreb
Magreb
 
Ii Jornadas de Cocina Xata Roxa del IES Valle de Aller
Ii Jornadas de Cocina Xata Roxa del IES Valle de AllerIi Jornadas de Cocina Xata Roxa del IES Valle de Aller
Ii Jornadas de Cocina Xata Roxa del IES Valle de Aller
 
Dossier de las jornadas de slow food
Dossier de las jornadas de slow foodDossier de las jornadas de slow food
Dossier de las jornadas de slow food
 
Curso manipulador d alimentos
Curso manipulador d alimentosCurso manipulador d alimentos
Curso manipulador d alimentos
 
Jornadas de la cocina de la caza del i
Jornadas de la cocina de la caza del iJornadas de la cocina de la caza del i
Jornadas de la cocina de la caza del i
 
Platos aceitunning
Platos aceitunningPlatos aceitunning
Platos aceitunning
 
Organización de los procesos productivos en hostelería
Organización de los procesos productivos      en hosteleríaOrganización de los procesos productivos      en hostelería
Organización de los procesos productivos en hostelería
 
Planteamiento del negocio
Planteamiento del negocioPlanteamiento del negocio
Planteamiento del negocio
 
Un paseo por la gastronomía española 1
Un paseo por la gastronomía española 1Un paseo por la gastronomía española 1
Un paseo por la gastronomía española 1
 

Kürzlich hochgeladen

Imperialismo informal en Europa y el imperio
Imperialismo informal en Europa y el imperioImperialismo informal en Europa y el imperio
Imperialismo informal en Europa y el imperiomiralbaipiales2016
 
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VSOCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VSYadi Campos
 
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfSELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfAngélica Soledad Vega Ramírez
 
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURAFORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURAEl Fortí
 
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docx
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docxPLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docx
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docxlupitavic
 
Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcciónEstrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcciónLourdes Feria
 
plan de capacitacion docente AIP 2024 clllll.pdf
plan de capacitacion docente  AIP 2024          clllll.pdfplan de capacitacion docente  AIP 2024          clllll.pdf
plan de capacitacion docente AIP 2024 clllll.pdfenelcielosiempre
 
Ejercicios de PROBLEMAS PAEV 6 GRADO 2024.pdf
Ejercicios de PROBLEMAS PAEV 6 GRADO 2024.pdfEjercicios de PROBLEMAS PAEV 6 GRADO 2024.pdf
Ejercicios de PROBLEMAS PAEV 6 GRADO 2024.pdfMaritzaRetamozoVera
 
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA IIAFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA IIIsauraImbrondone
 
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDADCALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDADauxsoporte
 
GUIA DE CIRCUNFERENCIA Y ELIPSE UNDÉCIMO 2024.pdf
GUIA DE CIRCUNFERENCIA Y ELIPSE UNDÉCIMO 2024.pdfGUIA DE CIRCUNFERENCIA Y ELIPSE UNDÉCIMO 2024.pdf
GUIA DE CIRCUNFERENCIA Y ELIPSE UNDÉCIMO 2024.pdfPaolaRopero2
 
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxSEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxYadi Campos
 
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLAACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLAJAVIER SOLIS NOYOLA
 
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...JonathanCovena1
 
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptxINSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptxdeimerhdz21
 
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxSesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxMaritzaRetamozoVera
 
Ley 21.545 - Circular Nº 586.pdf circular
Ley 21.545 - Circular Nº 586.pdf circularLey 21.545 - Circular Nº 586.pdf circular
Ley 21.545 - Circular Nº 586.pdf circularMooPandrea
 

Kürzlich hochgeladen (20)

Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
 
Imperialismo informal en Europa y el imperio
Imperialismo informal en Europa y el imperioImperialismo informal en Europa y el imperio
Imperialismo informal en Europa y el imperio
 
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VSOCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
 
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfSELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
 
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURAFORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
 
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docx
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docxPLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docx
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR primaria (1).docx
 
Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcciónEstrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
 
plan de capacitacion docente AIP 2024 clllll.pdf
plan de capacitacion docente  AIP 2024          clllll.pdfplan de capacitacion docente  AIP 2024          clllll.pdf
plan de capacitacion docente AIP 2024 clllll.pdf
 
Ejercicios de PROBLEMAS PAEV 6 GRADO 2024.pdf
Ejercicios de PROBLEMAS PAEV 6 GRADO 2024.pdfEjercicios de PROBLEMAS PAEV 6 GRADO 2024.pdf
Ejercicios de PROBLEMAS PAEV 6 GRADO 2024.pdf
 
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA IIAFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
 
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDADCALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
 
GUIA DE CIRCUNFERENCIA Y ELIPSE UNDÉCIMO 2024.pdf
GUIA DE CIRCUNFERENCIA Y ELIPSE UNDÉCIMO 2024.pdfGUIA DE CIRCUNFERENCIA Y ELIPSE UNDÉCIMO 2024.pdf
GUIA DE CIRCUNFERENCIA Y ELIPSE UNDÉCIMO 2024.pdf
 
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxSEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
 
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLAACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
 
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
 
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptxINSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptx
 
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxSesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
 
Ley 21.545 - Circular Nº 586.pdf circular
Ley 21.545 - Circular Nº 586.pdf circularLey 21.545 - Circular Nº 586.pdf circular
Ley 21.545 - Circular Nº 586.pdf circular
 
Medición del Movimiento Online 2024.pptx
Medición del Movimiento Online 2024.pptxMedición del Movimiento Online 2024.pptx
Medición del Movimiento Online 2024.pptx
 
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptxPower Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
 

Jornadas de la cocina de la i guerra mundial de la escuela de hostelería del ies valle de aller

  • 1. Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller; 4, 5 y 6 de Noviembre de 2014 Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 2. Introducción El siglo XIX tras la derrota de Napoleón, fue un constante hervidero de conflictos donde fundamentalmente predominaron las razones económicas para la expansión de naciones e imperios. Inglaterra tratando de conquistar territorios para poner en circulación sus mercancías producto de la revolución industrial; Rusia con el dominio sobre los turcos y su intento de encontrar una salida al Mediterráneo; Italia para echar a los Franceses y Austriacos de su territorio y proclamar finalmente la unidad italiana que desembocará en el Reino de Italia; Prusia tratando de anexionar territorio Austriaco para conformar la Federación del Norte, germen del imperio alemán. El 13 de mayo de 1858, Guillermo Federico IV, rey de Prusia, poco antes de abandonar el trono a favor de su hermano Guillermo I, firmó una orden en la cual reglamentaba la alimentación de las tropas en tiempos de paz, que en su artículo 23 establece que la alimentación de los soldados durante la marcha deberá ser administrada por quien le dará alojamiento y deberá ser igual a la ofrecida en la mesa de ese establecimiento. “Para evitar perjuicios y demandas excesivas se administrará diariamente ½ libra de carne, además de verduras y sal, tanto como corresponde para un almuerzo y cena, además del pan diario necesario -hasta 1libra y media – y el soldado no podrá reclamar desayuno ni bebidas”. En dicha reglamentación se estipulaban los pagos a los proveedores y también las cantidades de alfalfa, heno y paja que debían suministrar los almacenes reales para el alimento de los animales y las obligaciones que tenían los municipios para el pago de dicho forraje además de las facturas presentadas por los proveedores. En definitiva, la clásica organización germana. En cuanto a España, vivió desde la muerte de Fernando VII momentos políticos de gran agitación que terminaron con la revolución de 1868 al derrocar a la reina Isabel II, dejando un vacío de poder. En la búsqueda de un monarca para España, el General Prim propone a un integrante de la familia de los Hohenzollern para ocupar el trono vacante, al que el emperador francés Napoleón III, sobrino de Napoleón Bonaparte se opone por temor a quedar atrapado en medio de los dos países, desembocando en la guerra franco prusiana de 1870. Austria y Hungría terminarán formando una Monarquía Dual, el imperio Austro Húngaro, ejercido por la casa de los Habsburgo que al cabo de unos años comenzarán a tener conflictos entre ellos. Es así que a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX llegaron a gestarse distintas alianzas entre Inglaterra, Alemania, Italia, Rumania y el imperio Austro Húngaro que recelaban de Rusia, considerándola como potencial enemigo, dispuesta a expandirse sobre los Balcanes y aun así, se firmaron también con ella distintos acuerdos. A partir de la finalización de la guerra Franco Prusiana, Europa comenzó a discurrir por una etapa de paz sin conflictos armados importantes que alteraran su normal desenvolvimiento y sin embargo, por debajo de esta aparente quietud, los alemanes se estaban preparando para la guerra ante la hipotética agresión de Francia, que se había quedado con la sangre en el ojo al tener que ceder Alsacia y Lorena en 1871 y Rusia, por su integración a la 'Entente Cordiale' firmada en 1904 entre Gran Bretaña y Francia. Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 3. Ante esta situación el Jefe del Estado Mayor alemán Alfred von Schlieffen elaboró una estrategia para invadir Francia cruzando Bélgica, Holanda y Luxemburgo en un ataque sorpresa para llegar a París suponiendo además, que Rusia y Gran Bretaña demorarían su intervención dándoles tiempo para fortificar el frente en Prusia Oriental una vez capturada la capital francesa, pero este plan sufrió algunas modificaciones cuando Helmuth von Moltke se hizo cargo del Estado Mayor en 1906. Al estallar la Primera Guerra Mundial el 2 de agosto de 1914, el Imperio Alemán llevó a cabo la operación prevista sin tener en cuenta que los belgas opondrían una dura resistencia, permitiendo durante ese lapso el ingreso de las tropas inglesas al territorio francés, aunque por desgracia su bautismo de fuego les ocasionó considerables bajas. El 1 de julio de 1916 los ejércitos franceses y británicos en un plan conjunto, trataron de quebrar el frente alemán que abarcaba 40 kilómetros de trincheras al norte y sur del río Somme dando origen a una de las batallas más sangrientas que finalizó el 21 de noviembre dejando tendidos en los campos de batalla 310.500 muertos para avanzar tan solo 8 kilómetros. En más de tres años, las tropas británicas compuestas por miembros de la Commonwealth (Comunidad Británica de Naciones) padecieron, como sus aliados y enemigos, el problema de la alimentación, particularmente en las trincheras, que al momento de su incorporación, la ración asignada por día y por soldado consistía en: - 1/4 libra (567 grs.) de carne fresca o enfriada o 1 libra (453 grs.) de conservada (corned beef). - 1/4 libra de pan (567 grs..) o 1 libra de galleta o harina.(453 grs.) - 4 oz. (113 grs.) bacón - 3 oz.(85 grs.) queso - 5/8 oz. (17 grs.) té - 4 oz.( 113 grs. ) jalea - 3 oz.(85 grs.) azúcar - 1/2 oz (14 grs.) sal - 1/36 oz (0.56 grs.). pimienta - 1/20 oz ( 1.42 grs.). mostaza - 8 oz.(226 grs.) de vegetales frescos o 2 oz (56.6 grs.) de vegetales deshidratados. - 1/10 gill (142,1 mls.) zumo de lima - 1/2 gill(142,1 mls.) rum (con el control del comando general) - Hasta 2 oz (56.6 grs.) de tabaco por semana (con el control del comando general) Sin embargo esta ración que las fuerzas armadas pretendían llevar a 3.574 calorías, cifra sugerida por los expertos en alimentación militar, era solo papel mojado por cuanto que los soldados en las trincheras no dejaban de quejarse por la poca cantidad y mala calidad de la comida. Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 4. Como ya quedó especificado, la ración de hierro (iron ration) era una ración de emergencia para ser consumida en caso de que los canales de aprovisionamiento habituales quedaran interrumpidos y solo se podían hacer uso de ella con la autorización de un oficial superior y en ese caso se encontrarían con: - 1 libra (453 grs.)de conserva de carne - 12 oz ( 340 grs.)de galleta - 5/8 oz (17 grs.) de té - 2 oz (56 grs.) de azúcar - ½ oz (14 grs.) de sal - 3 oz (85 grs.) de queso - 1 onza (28 grs.) de extracto de carne (2 cubos) Al aumentar el número de tropas británicas en el frente de batalla y como consecuencia del bloqueo ejercido por la marina alemana a la provisión de alimentos y materias primas para Gran Bretaña, la ración de carne disminuyó notablemente llegándose a distribuir en las trincheras una sopa de guisantes en lata con algunos trozos de carne de caballo. El pan corrió la misma suerte por el racionamiento de harina que fue reemplazada parcialmente por nabo desecado. Pero teniendo en cuenta la cifra oficial de alimentos suministrados a las tropas inglesas, calculadas en 3.240.948 toneladas durante los 51 meses que duró la guerra y considerando que de los 8.904.467 movilizados murieron 908.371, nos permite calcular rápidamente el promedio aproximado para cada soldado británico estimado en 264 gr. para una ración diaria, lo cual nos hace sospechar que los 7.996.096 soldados que sobrevivieron a la Gran Guerra fueron artistas del ayuno. Imágenes captadas por un camarógrafo de guerra en una trinchera inglesa nos muestra a siete soldados formando fila esperando turno para que un suboficial les deposite en sus marmitas una ración de guiso que extrae con un cuchillo de mesa de una lata que minutos antes se calentó al Baño María. Una cosa era la ración de combate utilizada publicitariamente para calmar a la población civil, haciéndoles creer que los soldados estaban bien alimentados y otra era la realidad en las trincheras. Hubo un momento en que unos 200.000 soldados elevaron sus quejas por carta al Ministerio de Defensa tras conocer la noticia de que los soldados británicos recibían dos comidas calientes diarias, versión que se difundió para ocultar al enemigo la escasez de alimentos. Sin embargo, como en todos lados cuecen habas, los oficiales de alta graduación, como en los demás ejércitos, casi siempre gozaron de la buena mesa. Entre los alimentos que llegaron a consumir los ingleses estaba el famoso Maconiche, un guiso con rodajas de nabos y zanahorias, fabricado por la Maconiche Brothers, cuyo sabor era tolerado cuando había posibilidad de calentarlo en la lata, porque comiéndolo frío era mortífero. Al igual que los alemanes, la comida era distribuida desde las cocinas rodantes ubicadas en lugares de la retaguardia convenientemente alejados, en ollas de cocina denominadas dixie, en latas de gasolina o viejos frascos de mermelada para ser llevadas hasta las trincheras por soldados que tenían específicamente esa misión y que casi siempre llegaba fría. Para que nos Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 5. vamos a engañar; los ingleses nunca se destacaron por tener una buena cocina. Las conservas En 1850 el norteamericano Gail Borden está tratando de desarrollar unas galletas de carne elaboradas con carne deshidratada y harina, pero abandona el proyecto para ponerse de lleno a investigar sobre la conservación de la leche en forma más o menos indefinida y termina inventando la leche condensada, la que será requerida por el Ejército de la Unión durante la guerra de secesión. También para esa misma época, Gustavus Franklin Swift nacido en Massachussets, que de pequeño abandonó sus estudios para trabajar en la carnicería de su hermano, monta con catorce años su propio establecimiento y a partir de allí, realiza los primeros intentos por enviar carne faenada a distintos puntos del país sin que se corrompa por problemas de distancia y temperatura. Para 1878 termina fabricando sus propios vagones frigoríficos alimentados con barras de hielo que por un sistema de ventilación, refrigeraban todo el vagón manteniendo la carne en buenas condiciones para su transporte. En 1860 el emperador Napoleón III de Francia, ofrece una recompensa para quien pueda elaborar un sustituto de la mantequilla, obviamente para ser utilizado por las fuerzas armadas y luego, para el pueblo. Nueve años más tarde, el químico francés Hippolyte Mège-Mouriés patenta la margarina, recibiendo el premio prometido por el emperador, sobrino de Napoleón Bonaparte. El alemán Justus Liebig, considerado por algunos como el padre de la química orgánica, fue el inventor del extracto de carne que con el aporte del ingeniero alemán Georg Christian Giebert, fundan en noviembre 1863 en el pueblo de Fray Bentos, República Oriental del Uruguay, la Fray Bentos Giebert & Co, empresa destinada a la producción y exportación de extracto de carne y productos derivados como el Corned Beef, lenguas en conserva conocidas como “Tongues to keep” made Fray Bentos, carne en salazón, cueros, cebo y fertilizantes. Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 6. En un principio con capitales holandeses, y luego con la inyección de capitales ingleses, se transformará en la Liebig´s Extracto of Meat Company Limited, más conocida por sus siglas LEMCO, la que para finales de siglo producirá caldos en cubos y carne enlatada con la marca Oxo, que llevarán los soldados ingleses en sus mochilas a lo largo de la primera guerra mundial. Es paradójico el hecho de que una empresa de origen alemán, termine alimentando a las tropas inglesas como consecuencia del trasiego de capitales internacionales lo que confirma una vez más, que para las multinacionales no existen banderas ni países. El único patrón es el dinero. Durante la guerra civil norteamericana, Gail Borden inventor de la leche condensada, basándose en el mismo principio patenta la concentración de zumos de fruta y sidra en tanto que en 1863, John Lawson Johnston un carnicero escocés, desarrolla su Johnston´s Fluid Beef, un caldo líquido a base de carne de vacuno. La primera empresa en fabricar carne en conservas en los Estados Unidos, es Armour & Co, fundada en 1867 por los hermanos Armour y dirigida por Philip Armour Danforth los que junto con la Kuhn, Loeb and Company, Swift y Edgar Morris, formarán un monopolio de distribución que el gobierno disolverá en 1905. Es a partir de la guerra entre Francia y Prusia donde se impondrá la sopa de guisantes concentrada como alimentación del ejército comandado por Otto von Bismarck, inventada por el cocinero y fabricante de conservas berlinés, Johann Heinrich Grüneberg en 1867. El estado prusiano le compra a Grüneberg su invento e invierte una considerable cantidad de dinero para montar una fábrica donde se emplean 1.700 trabajadores llegando a producirse durante el período de guerra entre 4.000 y 5.000 toneladas de este alimento. Su nombre puede prestarse a confusión dado que se la conoce como “salchicha de guisantes” (Erbswurst) ya que era efectivamente un cilindro de pasta deshidratada a base de harina de guisantes, grasa animal, panceta desgrasada, sal, cebolla y especias, dividida en seis porciones y empaquetada en forma de embutido. Es el primer alimento concentrado elaborado en forma industrial aunque hay antecedentes anteriores de este procedimiento. Esta Erbswurst fue sometida a prueba durante seis semanas en los comedores de los cuarteles y tras comprobar su buena digestibilidad y tolerancia, se proveyó a cada soldado de una considerable ración de esta sopa concentrada de guisantes, acompañada como siempre de pan. Pero al cabo de varios meses esta sopa produjo hartazgo en las tropas debido a su monotonía ya que no tenía variantes en sus sabores y por otra parte, la falta de conservantes hacía que el tocino se volviera rancio en relativamente poco tiempo. En 1889, los hermanos Knorr tomaron a su cargo la producción de este concentrado que hasta el día de hoy se sigue fabricando y empleando en las raciones de combate del moderno ejército alemán. Sin embargo el intento por encontrar un método eficaz para conservar los alimentos estuvo en la mente de muchos químicos, farmacéuticos y cocineros, concientes de llegar a hacer una fortuna con ese invento sabiendo que el principal comprador serían las fuerzas armadas. Hubo también quienes detrás de este intento albergaban un interés social destinado a paliar el hambre de mucha gente. En lo que resta de este siglo se van a producir adelantos muy importantes en materia de conservación de alimentos que para el inicio de la primera guerra mundial, estarán desarrollados Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 7. convenientemente como para proveer la demanda que exigirán los ejércitos a lo largo de los cuatro años que durará la guerra. En 1870 la compañía norteamericana Anglo-Swiss Condensed Milk Company fundada por los hermanos Page, se instala en Suiza para fabricar la harina de leche y competir con la sociedad Henri Nestlé que para ese entonces ya había desarrollado la leche en polvo. Ante este competidor, Nestlé también comienza a fabricar leche condensada. Años más tarde, ambas empresas se fusionarán bajo el nombre de Nestlé. También ese mismo año los hermanos Carl Heinrich y Alfred Knorr, siguiendo los pasos de su padre, comerciante de harinas y especias, traen de Francia la idea de preparar sopas a partir de alimentos deshidratados para la cual compran tierras y un molino para sus trabajos de experimentación en Heilbronn, una ciudad al norte de Baden-Wurtemberg en Alemania. En 1886 lanzan al mercado las sopas concentradas en tabletas y en 1889 en los clásicos cubitos además de mantener la producción de su clásica Erbswurst. Los franceses que habían perdido la guerra ante Prusia en 1871, culpan en parte esta derrota a la falta de una buena alimentación de sus soldados y Napoleón III concede un contrato para suministrar un millón de latas de carne de vacuno durante los próximos tres años a John Lawson Johnston, aquel carnicero escocés que había experimentado con su Johnston´s Fluid Beef. Otro alemán, Julius Maggie que también estaba experimentando con alimentos concentrados, pone a la venta en 1884, la primera harina de legumbres compuestas de judías y guisantes para expandirse por todo el país como un alimento económico para el pueblo que ya venía padeciendo de hambre por los bajos salarios y malas condiciones sociales producto de la explosión industrial. Pero lo cierto es que mientras en Europa todos daban muestras de entendimiento firmando pactos y acuerdos de mutua protección, en el patio trasero se estaban armando hasta los dientes previendo que en cualquier momento se iban a las manos, y como entre vecinos de cualquier comunidad, comenzaron a producirse roces que desembocaron fatalmente en la primera guerra mundial. Transformaciones en la cocina de guerra Las causas por las que Alemania decidió apoyar al imperio Austro Húngaro para entrar en primera guerra mundial tienen su correlato en los conflictos sociales por los que atravesaba el 2º Reich para 1890, entre los sectores obreros y las clases dominantes, originando una serie de revueltas internas. El proletariado padecía seriamente de desnutrición por el alto costo de los alimentos lo que dio origen, como ya hemos visto, al nacimiento y desarrollo de empresas como Maggi y Liebig o Knorr que tenían interés, además del comercial, en cumplir seriamente una función social y lograr que el trabajador pudiera alimentarse sanamente por muy poco dinero, básicamente con los caldos concentrados de carne proveniente de Argentina o las preparaciones a base de polvos de hornear como en el caso de los productos del Dr. Oetcker. Toda la casta militar se manejaba independientemente del Reichtag (parlamento) a través de decretos imperiales, y los impuestos indirectos se volcaron a fortalecer tanto al ejército como a la marina de guerra cuyo objetivo era consolidar sus intereses coloniales. Por su mala política exterior, Alemania estaba enemistada con casi toda Europa y solo tuvo como aliado al imperio Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 8. Austro Húngaro al que apoyó cuando dio comienzo la gran guerra. En medio de este panorama y por la experiencia adquirida en las confrontaciones anteriores, las fuerzas armadas alemanas comenzaron a preocuparse por la alimentación de sus soldados que hasta finales de siglo XIX, poseían todavía sus propios utensilios para cocinar en forma individual, práctica que retrasaba considerablemente las marchas durante las operaciones militares. En 1908 se incorporó la cocina rodante que fuera inventada por el alemán Karl Rudolf Fissler de la empresa Fissler de Idar – Oberstein, en el año 1892, que rápidamente se impuso en alemania y su diseño fue imitado por los ejércitos de otros paises. La cocina de campaña o cocina rodante, ofrecía la ventaja de facilitar significativamente la preparación de las comidas que además podían ser elaboradas durante la marcha o bien, mantenerlas calientes. Al principio de la Primera Guerra Mundial, se cocinaba en ella solo carne vacuna pero luego se utilizó la de caballo, que generalmente se lo faenaba cuando era herido o moría durante los combates, aunque también pasaron por estas cocinas de campaña, carne de burro, buey, cordero y cabra. La utilidad de este artefacto permitió que no solo se lo empleara para cocinar, sino que además tuvo otros usos que iban surgiendo a medida que las circuntancias y la inventiva de los soldados la ponían a disposición de sus necesidades, de manera que sirvió también para hervir la ropa como medida higiénica o para hervir agua, necesaria en el caso de los hospitales de campaña. La introducción de la cocina rodante dio origen a un nuevo concepto en la logística militar, evitando demoras para recibir el alimento ya listo allí donde se acampaba o combatía, práctica que llevó al reemplazo de los utensilios de cocina individuales que portaba el soldado, por una fiambrera que contenía en su interior una cuchara y un tenedor en tanto que la bayoneta era el sustituto del cuchillo. No obstante, la costumbre de preparar la comida en forma individual se mantuvo por un tiempo para las tareas de vigilancia en puestos estratégicos alejados del centro de distribución. La cocina de campaña se ubicaba en un terreno llano próximo al regimiento y allí se la ponía en funcionamiento si no había urgencia en preparar la comida, de lo contrario se la iba cociendo durante la marcha. Su traslado se hacía sobre un carro de madera de dos ejes tirado por uno o dos caballos dependiendo del volumen ya que había dos modelos, el Hf.11 para compañías de 125 a 250 hombres y el modelo Hf.12 para la provisión de 60 a 125 hombres. La primera tenía una capacidad para 200 litros y la segunda de 125 litros, ambas alimentadas a leña y construidas con una capa exterior de cobre, por dentro de níquel y entre ambas paredes, un aislamiento de glicerina que evitaba que la comida se quemara. En la parte superior central tenía una tapa que poseía una mordaza de seguridad y en el centro un orificio de ventilación con lo cual se cocinaba a presión, acelerando el proceso de cocción. Se completaba esta instalación con una marmita de 90 litros y en el otro modelo de 60 litros, con un grifo en la parte inferior para hacer café. Posteriormente se le agregaron termos que eran sujetados con cinchas para su transporte, destinados al reparto de comida allí donde la cocina rodante no podía llegar. El cucharón y otros utensilios del cocinero estaban guardados en un cajón, su fusil agarrado en la parte posterior del carro y la chimenea se rebatía durante el transporte. Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 9. En cuanto al cocinero, que por regla general era un suboficial, también hacía las veces de cochero cuando los carros eran tirados por caballos o era conductor de vehículos motorizados cuando comenzaron a emplearse camiones. La unidad de cocina siempre la componían tres personas y el resto eran ayudantes para pelar patatas, limpiar la verdura, cortar leña, buscar agua y limpiar el equipo de cocina que casi siempre estaba activa, “bajo vapor”, lista para proveer en cualquier momento café, te o caldo. Las preparaciones hechas en estas cocinas rodantes eran inspeccionadas y controladas ocasionalmente por oficiales o asistentes y a poco de entrar en funcionamiento, recibieron el apodo de “Gulaschkanone” (cañón de gulash, en referencia a la típica comida de cuchara húngara y preferida en las mesas alemanas). Durante el tiempo que duró la guerra, se fueron agregando nuevos modelos a partir del rediseño de las anteriores tanto en su aspecto funcional como en los materiales empleados para su construcción. Un punto importante fue el suministro de agua potable en el frente de guerra para lo cual se envasó agua de fuentes naturales y también se transformaron las instalaciones de algunas industrias para obtener agua filtrada y mineralizada artificialmente. El alimento básico para todos los ejércitos desde tiempos inmemoriales ha sido la infaltable ración de pan. En la Gran Guerra cada división alemana tenía a su disposición una compañía de panadería compuesta de 380 soldados, 140 caballos y 50 cocheros y su arma principal era el horno 90 Vfw.1, que se introdujo en 1890, tomando como base un modelo anterior empleado en Prusia en 1875 durante la guerra franco prusiana. Básicamente se trataba de una cisterna construida en chapa de hierro montada sobre un carro de dos ejes que era tirado por dos caballos percherones y acompañado por una máquina de amasado, carpas para el estibado de los panes, carros de transporte y un equipo de limpieza. Con cinco de estos hornos alimentados indistintamente a leña, carbón o turba, se lograba hornear diariamente 9.600 panes de 1 kilo y medio cada uno para proveer 19.200 raciones diarias, es decir que cada soldado recibía 750 gramos de pan. En funcionamiento normal durante las 24 horas, la compañía panadera consumía entre 160 y 190 kilos de combustible y entre 8.000 y 10.000 litros de agua. La máquina de amasado tenía un rendimiento de 1.800 kilos por hora (unas 8 horas de funcionamiento), pero en aquellos lugares donde el frente de combate se mantenía estable se instalaron panaderías fijas. De todas maneras les era más difícil trasladar toda la parafernalia panaderil con sus hornos, amasadoras, carpas, tanques de agua y demás utensilios que transportar comida. Este pan que se denominó Kommissbrot (Pan de la mili) era amasado a base de harina de centeno, trigo y levadura y se lo estibaba pegado uno al lado del otro de manera que solo tenía, después de horneado, un costra blanda y oscura y se separaba con la mano, tomando la forma de una caja, muy similar al pan de molde. A principios del siglo XVI este pan era horneado en las panaderías reales solamente para el ejército y con el tiempo se fueron construyendo además de Berlín, en Minden, Dresden y Wündorfen y en la actualidad estos edificios permanecen como monumentos históricos. El Kommissbrot era solamente horneado en las panaderías fijas y rodantes del ejército y en parte, se lo conservaba en los moldes en que habían sido horneados. Cuando comenzó a escasear la harina, como consecuencia del bloqueo marítimo inglés, los ingredientes se mezclaban con serrín. Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 10. Durante el período que media entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, el Komissbrot trascendió a la esfera civil y fue horneado por las panaderías comerciales, pero no era identificado como pan integral, sino como pan negro, de miga compacta y costra blanda. En 1915 se introdujo para la población, y por supuesto para el ejército, el pan de guerra, cuyos componentes eran 60% centeno, 30% trigo y 10% harina de patata con lo cual se dejó de hornear aquellos panecillos blancos a los que estaban acostumbrados los alemanes y se reemplazó por el cuadrado pan negro o pan de mezcla que la población no pudo evitar del todo hasta 1936 en que se reglamentó la obligatoriedad de elaborar el pan en proporciones exactas, como lo había sido antiguamente, pero en 1939, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el pueblo volvió a incluirlo en su dieta. Ya en 1917, cuando la crisis había calado hondo en todos los sectores de la sociedad alemana, las proporciones de los ingredientes para la panificación eran absolutamente variables y dependían de lo que se disponía en ese momento, llegando a emplearse en el mejor de los casos harina de salvado, nabos, productos celulósicos residuales de los procesos de la madera, el reciclado de productos comestibles, aserrín y paja, todos ingredientes que componían el pan que no solo podían resistir los estómagos de los prisioneros rusos, que tenían fama de comer cualquier cosa, sino también el de los soldados alemanes y la población civil. Al respecto, el problema que se les había planteado a los alemanes con los prisioneros de guerra, sobrepasó los cálculos previstos al principio del conflicto porque se pensó que tendría corta duración, pero hacia el final de la Primera Guerra Mundial se habían contabilizado unos 2.4 millones de prisioneros entre rumanos, rusos, franceses, belgas, británicos e italianos, a los que había que alimentar. Los prisioneros ingleses y franceses lograron sobrellevar mejor las dificultades de la alimentación debido a que recibían encomiendas con víveres de sus familiares, pero los rusos fueron los que llevaron la peor parte sufriendo graves problemas de desnutrición y consecuentemente enfermedades que acabaron con gran parte de ellos. Cuando la situación en el frente se complicaba para el suministro de víveres, se hacía llegar la comida en contenedores aislados de madera dentro de los cuales se colocaban enormes perolas con la comida preparada y en otros casos, cuando los centros de aprovisionamiento estaban alejados del lugar de las operaciones, se cargaban las cocinas ya encendidas sobre vagones de ferrocarril y se las transportaba hasta las cercanías, de manera que durante el viaje, que podía tardar algunas horas, se iba cocinando o se la mantenía caliente hasta llegar a la zona de distribución donde varios soldados de cada compañía tenían la tarea de transportarla hasta las trincheras. El problema se agravaba cuando las líneas de abastecimiento eran bombardeadas o interrumpidas, quedando los frentes desprovistos de alimentos y dependiendo del lugar donde se encontraban, los soldados requisaban viviendas y comercios abandonados para llevarse todo lo que fuera comestible, pero cuando quedaban aislados de los centros de abastecimiento en el medio de la nada, rodeados de grandes extensiones de tierra, no les quedó más remedio que echar mano a roedores y todo bicho viviente que circulara por las trincheras para poder sobrevivir. Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 11. Vida cuartelera En cuanto a la comida que se suministraba en los cuarteles, antes y al principio del conflicto, era para todos por igual, sin distinción entre soldados y suboficiales, en tanto que los oficiales comían en sus casas, restaurantes o en el casino de oficiales. Para los suboficiales y oficiales casados, el ejército les proveía alojamiento dentro de los cuarteles. A la hora de comer los soldados formaban una fila en las grandes cocinas, cada uno con su plato de loza en la mano bajo la atenta mirada de un encargado del grupo y un suboficial, para que el suministro se realizara ordenadamente. Un cocinero y su ayudante vestidos con delantal y gorro blanco, servían la comida junto a una enorme marmita modelo 1880 alimentada a leña, y un segundo cocinero agregaba la guarnición que extraía de otra marmita más pequeña. Los soldados vestían obligatoriamente un delantal azul, no solo para comer sino para cualquier otra actividad en la que pudieran ensuciarse durante las labores que no fueran estrictamente de entrenamiento. A partir de 1882 se instalaron cocinas en todos los cuarteles, pero no había cocineros profesionales los que recién se incorporaron en 1915 y a los que no se les exigía la preparación de platos muy elaborados. El personal de cocina era supervisado por un suboficial y ocasionalmente se contrataba personal femenino para fregar y pelar patatas. Los nuevos cuarteles que se levantaron a partir de 1905, estaban provistos de comedores donde se servían comidas calientes. El desayuno y la cena, antes de estas reformas, eran consumidas en barracas donde se alojaban entre 16 y 22 hombres al mando de un suboficial, una modalidad similar a la Centubernia del castellum romano, en la que se alojaban grupos reducidos para cocinar, comer y realizar todo tipo de trabajos y esparcimiento. Una costumbre que se mantuvo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en las guarniciones fue la del soldado que por la mañana y por la tarde cumplía con la orden de buscar el café en las grandes cafeteras esmaltadas. El pan era suministrado por la panadería del cuartel, recibiendo cada hombre tres raciones diarias y cada tres días, se repartía durante la comida, las raciones de margarina, mermelada y embutido. Al soldado se le administraba una alimentación nutritiva de acuerdo a los modernos conceptos de la época, consistente en cocidos de patatas legumbres, grasa y carne. De este panorama se desprende, tal como ocurrió en siglos anteriores, que muchos civiles optaron por incorporarse al ejército con vista de asegurarse una buena alimentación diaria además de un sueldo. Pero esta situación de privilegio de la que venían gozando las fuerzas armadas, pronto desapareció al estallar la guerra y Alemania, que fue sometida a un bloqueo por parte de Inglaterra, se vio obligada a implantar un plan de racionamiento que repercutió más sobre la población civil que sobre la militar. El conflicto que en un principio se había estimado de corta duración y ante la carencia de muchos productos de primera necesidad, obligó a la población civil a poner en práctica un plan de economía y reciclaje para la mayoría de los rubros y todo llegó a sustituirse, desde la suela de los zapatos por madera, el cuero por tela, el café por la achicoria y los aromatizantes Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 12. naturales por los sintéticos para dar sabor a productos que por su procesamiento perdían sus cualidades sápidas. Hasta 1916 Alemania tenía todavía una buena provisión de carne vacuna pero comenzó a mermar ante la falta de forraje que originalmente se importaba de Francia, situación que llevó a sacrificar la existencia del ganado para ser procesado por la industria conservera que para ese entonces, había desarrollado nuevos métodos de conservación, lo que permitió un mejor racionamiento y distribución de los alimentos. La hambruna había llegado a situaciones tan extremas en Alemania que la administración militar de la alimentación promovió la matanza de alrededor de dos millones de perros por considerarlos animales domésticos inútiles de alimentar. Verdún Desde lo alto, la bengala lanzada por los alemanes iluminó un vasto sector en la tierra de nadie y disminuía su intensidad a medida que la luz se alejaba penetrando en el campo enemigo donde cinco soldados franceses tenían sumergidos sus rostros en el fango tratando de contener la respiración para no tragarlo. Jean Pierre Tizot uno de los “revitallieur” (proveedores) no dejaba de maldecir la tarea que les había encomendado el teniente de su pelotón que días atrás había enviado a otro grupo para recoger la comida de la cocina rodante distante a varios kilómetros y nunca lograron regresar a la trinchera. Cuando iban camino a la cocina rodante, haciendo el mismo recorrido que sus camaradas, encontraron sus restos esparcidos dentro de un enorme hoyo que había dejado una bala de obús. Tizot sabía que no era agradable pero el hambre obliga y en medio de la mortecina luz de la luna, que por momentos perforaba las densas nubes de una tormenta que no amainaba, registraron los cadáveres en busca de algún resto de comida o alguna cantimplora que contuviera algo de pinard o agua, pero no encontraron nada, todo estaba destrozado. -¡Arriba, continuad! – fue la orden en voz baja del cabo Bonnard que comandaba el grupo mientras recogían latas, marmitas, recipientes y todo lo que pudiera contener la comida caliente que estaban aguardando los famélicos soldados del Regimiento 137 de Infantería en las trincheras de Verdun. Esta ciudad, ubicada en el nordeste de Francia, había sido capturada por los alemanes en la guerra Franco Prusiana y para poder recuperarla, Francia tuvo que pagar una elevada suma de dinero en concepto de reparación de guerra, recuperándola tres años más tarde. En los campos de Verdun murieron entre el 21 de febrero y el 19 de diciembre de 1916, alrededor de 700.000 soldados entre alemanes y franceses. Como en tantas otras batallas, hubo soldados que tenían la peligrosa misión de buscar la comida para las tropas allí donde estuviera la cocina rodante porque las raciones de hierro hacía tiempo que se habían agotado. En el caso de los franceses la ración estaba compuesta por 700 gramos de pan, de 300 a 500 gramos de carne o vianda cocida, acompañada de arroz o de macarrones que carecía de patatas, frutas, verduras y legumbres, motivo suficiente como para que los soldados estuvieran disconforme con la alimentación. Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 13. Cuando el 'cuistot' (cocinero) encargado de la 'cusine roulante' (cocina rodante) o 'la papote', como también se la solía llamar, se establecía en un terreno relativamente cercano a las trincheras de primera línea, estaba al corriente para cuantos soldados debía cocinar y por lo tanto contaba casi siempre con vituallas suficientes como para alimentarlos. Los soldados que estaban en las trincheras de reserva tenían la posibilidad de comer doble ración, debido a la cantidad de bajas que se generaban en muy pocas horas, como en el caso de Verdun, Marne o Somme lo que no deja de ser un hecho dramático y macabro al mismo tiempo, teniendo en cuenta que algunos aprovechaban la comida que otros tuvieron que dejar por fuerza mayor. La población civil, particularmente en los pueblos alejados de la ciudad por donde transitaban las tropas, ayudaron dentro de lo que podían, a la alimentación de los combatientes y algunos de ellos recibían con alguna frecuencia paquetes con comida enviada de sus familias. - ¿Que diablos estoy haciendo aquí, embarrado, maloliente, cubierto de piojos arriesgándome a que en cualquier momento vuele en pedazos?. ¿Como pude ser tan estúpido y dejarme engañar con ese cuento del patriotismo, de los bárbaros alemanes que le amputan los brazos a los niños y violan a las mujeres? Tizot no llegó a concluir sus existenciales interrogantes cuando de pronto escuchó el silbido agudo de un proyectil de obús que se acercaba velozmente. - ¡A tierra, carajo! – fue nuevamente la ronca voz del cabo y todos se zambulleron en el fango sin saber si esa sería su última acción sobre este mundo. Una tremenda explosión levantó a varios metros de altura una enorme cantidad de tierra que cayó sobre la patrulla y la larga vara de madera con las hogazas ensartadas quedó afortunadamente clavada en el barro sin que el pan se bañara de lodo. Por un momento Jean Pierre Tizot quedó como atontado por la detonación pero tras unos segundos de silencio volvió a recuperarse con la intención de reunirse con el resto del pelotón que trataba de recoger los recipientes que soltaron cuando se tiraron al suelo. El único que no se había incorporado todavía, era el cabo Bonnard. Jean Pierre cogió su casco que estaba a un palmo de su cabeza y se incorporó chorreando barro. La ristra de rebanadas de pan ensartadas en un alambre que llevaba a modo de bandolera quedaron totalmente enlodadas e inútiles. Algunas botellas de vidrio estaban rotas por el impacto de las piedras regando el suelo con pinard, ese vino barato pero tan preciado por los franceses, que como describe una canción popular: es mediocre y de poco sabor, pero es un vino cargado de recuerdos “en el que el soldado encuentra la huella de su hogar añorado desde el frente de batalla.” El lodo aprisionaba las botas remendadas de Jean Pierre y a duras penas logró llegar hasta el cabo Bonnard que yacía inmóvil boca abajo, junto a una de las marmitas con un guiso de legumbres, patatas y trozos de una carne indefinida, que por milagro no se había volcado. Al darle vuelta comprobó con horror que se había ahogado con el barro que aun tenía en la boca y en los ojos que quedaron abiertos, se reflejó el resplandor de un relámpago mientras la tenue lluvia que caía sobre su rostro embarrado, fue formando pequeños surcos de agua. Durante el resto del camino los soldados del pelotón se fueron turnando para llevar el pesado cuerpo del cabo Bonnard y poco antes de llegar a la trinchera, una ráfaga de ametralladora silbó Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 14. sobre sus cabezas sin que nadie fuera herido. El hambre de los soldados obvió el cuerpo de Bonnard para abalanzarse como buitres sobre la comida y cuando sus tripas dejaron de rugir, se enteraron de lo sucedido. Un soldado sentado sobre una bolsa de tierra que usaban de parapeto, mientras escarbaba con el dedo los últimos vestigios del guiso que quedaban en su lata, verbalizó lo que muchos de ellos estaban pensando. - Uno menos para alimentar. – dijo terminando de chuparse el dedo - ¿Que tal si nos jugamos a una carta la ración que le tocaba a Bonnard? Ferdinand Gilson, soldado francés que combatió en la primera guerra mundial recuerda a sus 106 años las vivencias que aun mantiene claramente en su memoria. “No solamente los piojos maltrataron a los soldados, había ratas en las trincheras. De noche no se las veía, pero cuando dormíamos en barracas o tiendas de campaña, paseaban sobre nosotros en busca de comida. Nos cubríamos con una manta o lo que tuviéramos a mano, pero las percibíamos caminando sobre nuestras espaldas. A veces teníamos perros para espantarlas pero les era imposible luchar contra ese ejército que se multiplicaba permanentemente y que se alimentaba de restos de comida si los había o de cadáveres. Si por casualidad aparecía un gato en la trinchera, a los quince minutos era una liebre. La decapitábamos con un golpe de bayoneta y la asábamos. ¿Gatos?, no había gatos en las trincheras. A los 20 años, sin probar bocado durante cuatro días, era terrible. Teníamos que sacudir las conservas para quitar los gusanos. En el verano la carne se descomponía y había que taparse la nariz por el olor nauseabundo que despedía, pero algo teníamos que comer aunque siempre teníamos para beber, porque enviábamos a unos compañeros para que llenaran nuestras cantimploras con pinard. Creo que fue el pinard quien nos ayudó a ganar la guerra, no era un buen vivo pero sin él no hubiéramos mantenido en alto nuestra moral. Si no había pinard, no había hombres.” Efectivamente, el vino estaba fuertemente arraigado en la cultura y la sociedad francesas, a tal punto que en la retaguardia había enormes depósitos donde se apilaban centenares de barriles con pinard. En la guerra de trincheras un soldado podía permanecer desde una jornada hasta un máximo de dos semanas en la primera línea, dependiendo del sector de lucha, pues hubo situaciones en las que tuvieron que permanecer varios meses para luego pasar a las trincheras de reserva donde corrían un riesgo menor, rotando de esta manera los puestos de combate, así que en ciertas ocasiones podían acudir al playón de toneles para llenar con pinard las cantimploras de sus camaradas. Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 15. Alimentación militar Estados Unidos de Norteamérica es probablemente el país que más hincapié haya hecho en materia de alimentación militar, no solo desde el punto de vista de la provisión adecuada de comida para sus tropas, sino en su constante investigación y desarrollo de nuevos alimentos aptos para los distintos cuerpos militares y en diferentes situaciones de combate. Esto se hace patente sobre todo a partir de la Segunda Guerra Mundial continuando hasta nuestros días. El 14 de junio de 1775 el primer Congreso Continental crea el Ejército Continental a las órdenes de George Washington para enfrentar a los británicos que habían incursionado en Massachussets, regulando las raciones y contenido, modalidad que permanecerá más allá de los ocho años que duró la lucha por la independencia. Estas raciones conocidas como 'Ración de Guarnición' se componían de : “Una libra (453, 6 gr.) de carne de vaca, o 3/4 de una libra de cerdo o de una libra de pescados, por día. Una libra de pan o de harina por día. Tres pintas (2.25 l) de guisantes o de habas por semana o vegetales equivalentes, a un dólar por el celemín (4,5 l) para los guisantes o las habas. Una pinta (0.75 l) de leche por hombre y día. ½ pinta de arroz o una pinta de la comida india (alimentos a base de maíz) por hombre y por semana. Un cuarto de galón de cerveza spruce, (Cerveza fabricada por la melaza fermentada y otros azúcares con el exudado de una especie de abeto y a veces con la malta.) o de sidra, por hombre y por día, o nueve galones de mollasses (melaza) para una compañía de cien hombres”. En 1856, Gail Borden Jr., inventa la leche condensada, que sería solicitada en grandes cantidades por el ejército de la Unión durante la Guerra de Secesión (1861-1865), en la que se enfrentaron los estados del norte con los estados esclavistas del sur. Durante el mismo período de la guerra civil, surgió una conserva a base de carne de cerdo y frijoles producido por la empresa Van Camp que logra formalizar un contrato con el ejército de la Unión para abastecerlos con este producto y en 1863 el mismo Ejército del Norte, incorporó la patata en la ración de combate en una proporción de 30 libras (13,600 kg.) por cada cien soldados. Hacia finales del siglo XIX cuando comienza el enfrentamiento contra España por la posesión de la últimas colonia españolas, el problema de la alimentación se tornará difícil debido a las grandes distancias que separaban a EE.UU. de las tropas combatientes, en particular las que peleaban en Filipinas, haciendo muy dificultosa la provisión de alimentos, que por otra parte, debido a los bajos estándares de fabricación de las conservas, muchas veces se consumían en mal estado, provocando más muertes por intoxicación que por los combates. Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 16. El problema logístico fue una constante en todos los tiempos y para todos los ejércitos y causa principal para que los soldados estuvieron mal alimentados a pesar del esfuerzo por mejorar sus raciones. En 1902 el ejército de los EE.UU. establece la primera escuela de cocineros militares y en el mismo año, la marina, publica un manual con 100 recetas de cocina. Dado los primeros avances en materia de nutrición hacia principios del siglo XX, las raciones incorporaron proteínas, grasas e hidratos de carbono para llegar a 4.000 Kilocalorías diarias durante la Primera Guerra Mundial, en la que sin embargo había una ausencia de vitaminas por falta de verduras frescas y frutas. EEUU en guerra La marina imperial alemana hundió, en 1915, frente a las costas de Irlanda al buque de pasajeros inglés Lusitania que había partido del puerto de Nueva York rumbo a Liverpool y en el que murieron 1.198 personas, entre las que figuraban 124 ciudadanos norteamericanos. Para algunos historiadores este terrible suceso tuvo un trasfondo intencionado, dado que Inglaterra tenía interés en que los EE.UU. entrara en el conflicto bélico aun cuando la población norteamericana quería mantenerse al margen de esta guerra. Sin embargo no lo hizo hasta 1917, cuando es torpedeado el buque norteamericano Aztec, motivo por el cual los Estados Unidos de Norteamérica rompe su posición de neutralidad y se involucra en esta Primera Guerra Mundial enviando tropas al Viejo Continente. Estas circunstancias fueron una buena razón para proteger sus intereses en Europa dentro de sus planes expansionistas que habían comenzado con la guerra Hispano-Cubana y la posesión de Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam. Para entonces el ejército ya había diseñado tres tipos de raciones con los que alimentar a sus tropas, a pesar de la enorme distancia que había entre América del Norte y el continente europeo, conocidas como Ración de Reserva, Ración de Trinchera y Ración de Emergencia. La primera era una ración que transportaba el soldado para su consumo diario, cuando las condiciones de alimentación en las guarniciones o campamentos no eran posible, e incluía una libra (453 gr.) de carne envasada tipo Corned beef, dos latas de 8 onzas de pan (226 gr.), 2,4 onzas de azúcar (68 gr.), 1,12 onzas (31gr.) de café tostado y molido, y 0,16 gramos de sal. Estas provisiones con sus envases pesaban alrededor de 1,240 kg, contenían unas 3.300 calorías aproximadamente y toda la comida venía envasada en unas latas cilíndricas que resultaron ser poco prácticas y nada económicas. La Ración de Trinchera se diseñó especialmente para cuando se hacía difícil alimentar a las tropas en las zonas de combate. Estas raciones estaban compuestas de carnes enlatadas y pan duro del tipo “Kommisbrot” de los alemanes y podía ser consumida en caliente o fría según las posibilidades de cada soldado ya que entre sus provisiones había pastillas de alcohol solidificado. Se completaba con café soluble y cigarrillos. Pero si bien tenía la ventaja que su perfecto sellado protegía a los alimentos de los gases venenosos, estos envases de hierro galvanizado eran demasiados pesados para su transporte, su contenido de poco valor nutricional y el hecho de que las latas quedaran abiertas con restos de comida que luego volverían a consumirse, trajo aparejado graves intoxicaciones. Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 17. La Ración de Emergencia tenía la misma utilidad que la Porción de Hierro de los soldados alemanes, pero a diferencia de aquella, esta contenía una mezcla de carne en polvo disecada mezclada con harina de trigo y compactada en forma de galleta y tres barras de chocolate de una onza (24 gr.) cada una, envasada en latas ovoides que entraban fácilmente en el bolsillo del uniforme. La experiencia recogida por el ejército norteamericano acerca de estas raciones, permitió modificar su contenido en calidad y variedad llegando a su punto culminante en 1936, cinco años antes de que volvieran a involucrarse en otra contienda mundial. Recetas Borsch (Sopa de Remolacha) Ingredientes - 1 kg de costilla de cerdo fresco - 1 cebolla grande - 2 dientes de ajo - 1 zanahoria grande - 1 kg de remolachas grandes Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 18. - 2 tomates - Sal y pimienta - Crema de leche agria - Agua o fondo blanco Elaboración - Cocer la carne con la cebolla entera en un poco de manteca. - Añadirle cuando este dorada la carne, agua. - Cuando este la cebolla cocida retirarla y cortarla en trozos, cortar la remolacha en cuadros, rayar la zanahoria, trocear el tomate, pelar y picar ajos que queden finos. - Retirar la carne y en el caldo echar todas las verduras. - La remolacha tiene que quedar como tropezones, dejar hervir unos 30 minutos y el plato de sopa ya está listo. - Se pueden añadir patatas y otras verduras como pimientos, apio, repollo o bien hierbas como eneldo, perejil o laurel. Stecckrübensuppe (Sopa de Nabo Blanco) Ingredientes - 500 gr de nabo blanco - 2 cebollas Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 19. - 5oo gr de patata - 1 litro de caldo de pollo - 200 gr de tocino - 1/2 manojo de perejil - Un poco de manteca de cerdo - Pimienta negra - Sal Elaboración - Pelamos las cebollas, el nabo y las patatas, y cortamos todo a trozos. - En una sartén pochamos la cebolla y añadimos un poco de caldo. Volcamos la cebolla a una olla grande. - En la misma sartén pochamos ahora las patatas y el nabo. Y lo añadimos también a la olla. - Añadimos el resto del caldo y el tocino, la sal y la pimienta. Dejamos que hierva 20 ó 30 minutos y rectificamos la sal. Retiramos el tocino de la sopa y servimos. Biersuppe (Sopa de Cerveza) Ingredientes - 1 l de cerveza pilsen - 50 gr de mantequilla Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 20. - 100 gr de harina - 150 ml de nata líquida - 2 yemas de huevo - 8 rebanadas pequeñas de pan - 1 pizca de canela (opcional) - Pimienta y sal Elaboración - Fundir la mantequilla en una olla a baja temperatura. - Cuando esté líquida se incorpora la harina y se remueve hasta que se haya tostado ligeramente y se agrega entonces la cerveza. - Se deja hervir la mezcla a fuego lento sin dejar de remover durante unos 20 min y, a continuación, se salpimienta y, opcionalmente, se añade la canela. - Se retira la olla del fuego, se baten las yemas con la nata líquida y se incorpora a la sopa caliente cuando ya no esté hirviendo. - Se vuelve a poner el conjunto a fuego bajo durante unos 5 min y se sirve la sopa bien caliente con las rebanadas de pan tostadas y cortadas en pequeños dados Shi (Sopa de Col y Carne) Ingredientes - 500 gramos de carne - 2 o 3 litros de agua Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 21. - 500 gramos de col - 1 zanahoria - 1 cebolla - 2 cucharadas de mantequilla - 200 gramos de tomates - 5 patatas - 1 hoja de laurel - Perejil - Sal al gusto. Elaboración - Cocemos la carne dentro de una olla durante 1,5-2 horas. - Colamos el caldo en una olla para sopa y agregamos la col picada. Al hervir nuevamente el caldo, se añade cebolla picada y zanahoria, previamente fritas. - Volvemos a cocer la carne durante unos 20-30 minutos. - Añadir a la sopa laurel, pimienta y sal. - Además, durante la preparación, se pueden añadir patatas cortadas (introducirla 15-20 minutos después de la col) y tomates frescos (ponerlos junto al condimento al final de la preparación cortados en pequeños trozos). - Finalmente, antes de servir, poner en cada plato la carne, la mantequilla, el perejil y hinojo bien picados. Ensalada Alemana de Arenque y Patata Ingredientes Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 22. - 1 cebolla dulce - 250 ml de crema agria - 120 gr de yogur natural - 1 cucharada de zumo de limón - 2 manzanas peladas y cortadas en cuadraditos - 2 o 3 pepinillos en vinagre cortados en rodajitas - Ssal y pimienta negra - 300 gr de arenque marinado escurrido - 2 patatas medianas cocidas con piel - 1 cucharada de eneldo picado. Elaboración - Empezamos pelando y picando la cebolla y poniéndola en un bol. - Añadimos la manzana y los pepinillos. - Pelamos las patatas y las cortamos a daditos, incorporándolas también al bol. - Cortamos también los arenques y los agregamos al resto. - Espolvoreamos esta mezcla con el eneldo picado, la sal y la pimienta negra, mejor recién molida. - Aparte, mezclamos la crema agria, el yogur natural y el zumo de limón y lo echamos al bol, mezclándolo todo bien. - Reservar en la nevera hasta el momento de servir. Leberknödeln Und Sauerkraut (Albóndigas de hígado con Choucroutte) Ingredientes Albóndigas: - 100cc leche Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 23. - 40g chalotes - Puñado mejorana - 200g hígado - 10g manteca - 250g carne picada de cerdo - 250 g chorizo blanco sin piel - 1 huevo - 1 yema - 2 cdas pan rallado - 3 cdas Oporto - Sal y pimienta - 20g pan del día anterior - Chucrut: 40g - Panceta ahumada, 500g - 10 g grasa de cerdo derretida - 400 cc caldo verdura - 2 hojas laurel - 2 clavos de olor - 1-2 cdas azúcar - Cebollas: ½ kg - 150g manteca - 2 anís estrellado, sal. Elaboración - Remojar pan en leche. - Picar chalotes, picar mejorana. - Limpiar y picar hígado. - Rehogar chalotes 2 minutos en manteca caliente a fuego moderado, agregar mejorana y dejar enfriar. - Escurrir pan remojado y mezclarlo con el paté de hígado, carne picada de cerdo, chorizo sin piel desmenuzado, huevo, yema, pan rallado, Oporto y chalotes. Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 24. - Sazonar con sal y pimienta y armar 8 albóndigas con las manos humedecidas. Cubrirlas y llevarlas al refrigerador. - Cortar panceta en tiras y rehogarlas 2 minutos en grasa de cerdo caliente a fuego moderado. - Añadir chucrut desmenuzado, caldo, laurel, clavo olor, azúcar y 200cc agua. - Tapar y cocinar 15 minutos a fuego moderado. Destapar entonces y continuar cocción por 10 minutos. - Cortar cebollas en tiras finas y dorarlas 15 minutos en manteca caliente con el anís estrellado a fuego moderado; espolvorearlas con poca sal. - Poner a hervir agua en una olla grande, deslizar a ésta las albóndigas. - Reducir la llama, cocinarlas hasta que floten en la superficie y dejarlas reposar 10-12 minutos. - Servir chucrut y albóndigas sobre platos calientes y distribuir sobre éstas las cebollas anisadas. Acompañar con puré de patatas cremoso. Corned Beef y Mazorca de Maíz Ingredientes - 3 ramitas de tomillo fresco - 5 ramas de perejil - 600 gr de carne de ternera (falda) - 2 hojas de laurel - 1 cucharadita de pimienta negra entera - 12 cebollitas blancas o 3 tres cebollas mediana cortadas en 8 - 6 zanahorias cortadas groseramente Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 25. - 2 patatas - 1 repollo cortado en 6-8 cuñas - 1 taza de crema de leche - 3 cucharadas de rábano picante preparado (horseradish) - Sal Elaboración - Hacer un ramito con el tomillo y el perejil y atarlo con hilo de cocina. - Enjuagar bien la carne y ponerla en una olla grande y pesada, añadir agua que la cubra y llevar a hervor a fuego medio-alto. - Retirar la espuma que se vaya formando. - Agregar las hierbas, las hojas de laurel y los granos de pimienta. - Reducir el fuego. - Tapar y cocinar a fuego lento por 2.5 – 3 horas hasta que la carne esté tierna. - Agregar las cebollas, zanahorias, las patatas y el repollo. - Cocinar 20-25 minutos hasta que las verduras estén tiernas. - En un tazón batir la crema de leche y agregar el rábano picante, sazonar con sal. - Cubrir y refrigerar hasta que sea el momento de servir. - Servir las verduras en un plato. - Rebanar el corned beef y servir de inmediato con la crema de rábano al lado y la mazorca hervida y acompañada de mantequilla. Goulash Ingredientes - 1.750 g ternera para estofar cortada a dados Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 26. - 8 cebollas picadas - 1 zanahoria grande rallada - 2 dientes de ajo picados - 1 pimiento verde troceado - 2 dcl de fondo oscuro - 2 cucharaditas de comino en grano - 2 cucharadas de paprika o pimentón dulce - 1 cucharadita de azúcar y sal Spätzle: - 3 huevos batidos - 300 g de harina - 20 g de mantequilla derretida - 1 dl de agua - Sal Elaboración - Empezamos enharinando los trozos de ternera, después los ponemos en un colador y lo sacudimos para que suelten el exceso de harina. - Los salteamos en un poco de aceite, por tandas. Los sacamos, los salamos y los reservamos. - Añadimos un poco más de aceite y sofreímos la cebolla, salándola un poquito para que sude antes. Agregamos la zanahoria y los dientes de ajo. - Removemos con una cuchara, a fuego lento, hasta que esté todo bien hecho. Incorporamos el comino, la paprika y el pimiento verde. - Lo dejamos que se vaya haciendo unos 15 minutos, sin parar de remover. - Añadir los dos cubitos de caldo diluídos en el agua, el azúcar y rectificamos de sal. - Agregamos 1 vaso de agua (aproximadamente) y dejamos que se haga muy lentamente. - Pasamos esta salsa por el chino, aunque se puede triturar para que quede bien espesa. - Agregamos la carne y lo dejamos cocer unas 2 horas a fuego muy lento. Si está demasiado espesa podemos añadir un poco más de agua. Tener cuidado para que no se pegue, porque es muy fácil, por eso podemos ir añadiendo agua poco a poco si lo vemos necesario. - Para hacer los spatzles, ponemos en un bol la harina, la sal, la mantequilla, los huevos y Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 27. lo batimos todo con las varillas. Poco a poco, sin dejar de batir, vamos incorporando el agua, hasta que se haya absorbido todo. Lo dejamos reposar. - Mientras, ponemos una olla al fuego con abundante agua con sal. - Ponemos la masa sobre una tabla de madera y, cuando el agua hierva, vamos cortando trocitos de la masa con la ayuda de un cuchillo afilado y los echamos en el agua. - Cuando suban a la superficie, los recogemos con una espumadera y los ponemos en una fuente con un poco de mantequilla, removiendo para que se mezclen con ella. - Los servimos bien calientes para acompañar el goulash. - Estareceta tradicional húngara de goulash con spätzle se sirve bien caliente. Si no se preparan los spätzles, también podemos servir el estofado de carne con arroz, pasta o patatas. Helado de Leche Condensada Ingredientes - 1 lata de leche condensada - 1 lata de nata - 6 huevos - Chocolate para derretir Elaboración - Un día antes de realizar la preparación, caramelizar la leche en una olla de presión cubierta de agua y cerrada durante media hora. - El día de la elaboración separar las yemas de las claras y batir con la nata y la leche caramelizada. - Cocinar las claras a punto de nieve. - Verter la mezcla de yemas sobre las claras y remover con una paleta de madera - Colocar la mezcla en un molde rectangular, previamente forrado con papel de aluminio. Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 28. Refrigerar. - Desmoldar sobre una bandeja y cortar en cuadros. Cada vez que se sirva una porción añadirle el chocolate derretido. Martes 04, Miércoles 05 y Jueves 06 de NOVIEMBRE DE 2014 MENÚ DEGUSTACIÓN Aperitivo: Cuatro Sopas Borsch (Sopa de Remolacha) Stecckrübensuppe (Sopa de Nabo Blanco) Biersuppe (Sopa de Cerveza) Shi (Sopa de Col y Carne) ——— Ración de Guarnición: Ensalada Alemana de Arenque y Patata Leberknödeln Und Sauerkraut (Albóndigas de hígado con Choucroutte) ——— Ración de Trinchera: Corned Beef y Mazorca de Maíz Goulash ——— Helado de Leche Condensada Precio del menú: 18 € (Incluye pan de maíz, vino de la casa/agua). IVA incluido. Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.
  • 29. Dossier de las Jornadas de la Cocina de la I Guerra Mundial de la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. Departamento de Hostelería del IES Valle de Aller, 2014-15. Víctor Pérez Castaño.