LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
Retiro febrero (1)
1. APERTURA DEL AÑO CAPITULAR
XIX CAPITULO GENERAL ORDINARIO
RETIRO - FEBRERO 2020
VINO NUEVO, EN
CONGREGACIÓN RESIGNIFICADA
EN SU VIDA – MISIÓN.
PRIMER MOMENTO: Motivación. (Se sugiere realizarla el día anterior)
Se inicia con un canto apropiado a la celebración.
Evangelio según San Lucas 5,33-39
Luego le dijeron: «Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y hacen oración, lo
mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los tuyos comen y beben». Jesúsles
contestó: « ¿Ustedes pretenden hacer ayunar a los amigos del esposo mientras él está
con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado; entonces tendrán que
ayunar». Les hizo además esta comparación: «Nadie corta un pedazo de un vestido
nuevo para remendar uno viejo, porque se romperá el nuevo, y el pedazo sacado a este
no quedará bien en el vestido viejo. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos,
porque hará reventar los odres; entonces el vino se derramará y los odres ya no
servirán más. ¡A vino nuevo, odres nuevos! Nadie, después de haber gustado el vino
viejo, quiere vino nuevo, porque dice: El añejo es mejor».
Reflexión:
En el Evangelio, Jesús es advertido de que los discípulos de Juan y los de los fariseos
cumplen con la prescripción del ayuno, mientras que los suyos no. El Señor responde
proponiendo una conversión profunda, que no se basa en “cumplir” normas o rituales
sino en dejarse llenar por el Vino Nuevo de su Espíritu, para lo cual es necesario que,
con la ayuda de su gracia, transformemos nuestros viejos recipientes - nuestra
naturaleza que tiende al pecado, nuestro interior que suele ser perezoso, egoísta - a
fin de que ese Vino no se eche a perder, no malogre su sabor ni se escape por los
agujeros.
2. Frente a esto podemos preguntarnos: En el camino recorrido en el proceso
congregacional ¿Cómo está mi “odre”? ¿Qué hay de “viejo” todavía en él? ¿Está
preparado para recibir el Vino Nuevo?
Dinámica:
En reflexión personal, haz una revisión de tu propio odre: en el signo ubica:
En el primer odre, lo que aún tienes que te hace un odre viejo.
En el segundo, los signos de conversión que has alcanzado.
En el tercero, el camino de conversión que Dios te pide para ser un odre nuevo.
En actitud orante comparten el ejercicio anterior, celebran agradecidas lo que hay de
nuevo en su odre y se pide la gracia para continuar en camino de conversión.
Se termina con la oración del Padre Nuestro y un canto de acción de gracias.
SEGUNDO MOMENTO: Oración de la mañana, preparada en forma creativa por la
animadora de la fraternidad.
TERCER MOMENTO: Iluminación. (Homilía del Padre Rafael Castillo en la clausura del
Capítulo Extraordinario).
Durante estos días de oración, escucha, discernimiento y búsquedas conjuntas, el Señor nos ha
hablado y nosotros hemos escuchado. Bien podríamos decir que al final de esta sesión de
nuestro Capítulo experimentamos una mayor lucidez del camino por andar y una mayor
responsabilidad para su realización. La Palabra de Dios que ilumina nuestro caminar, nos pone
hoy sobre el horizonte de una pregunta: ¿Qué odres queremos ser, para que la Congregación
como ODRE NUEVO, se re signifique con el VINO NUEVO?
1. Un odre nuevoen el espíritu de nuestras búsquedas no está apegadoa sus esquemasy seguridades, ni
se aferra a su propio sistema de vida. Siempre será consciente de que en este proceso lo que menos
se quiere, es introducir remiendos o encerrarnos en los odres viejos, que hoy ya no son respuesta.
Cada odre debe ser un signo de esperanza nueva.
2. Un odre nuevo siempre será consciente de que los años pasan y algunas resistencias se mantienen.
Sabeque va aencontrarpersonasviviendo enla periferiade supropiaexistencia, con el caráctermás
de remiendo que de odre novedoso. Es uno de los obstáculos que vamos a encontrar. Vidas que,
desafortunadamente, se han configurado según los criterios y los esquemas de una sociedad que no
está inspirada por el Evangelio.
3. Un odre nuevoes el quees capaz de verificar laconversión del corazón sintiendo,en la vida y la misión
de la Congregación, el camino trazado por el Capítulo general extraordinario de este año 2020,
acogiendo los cambios y fomentando el buen espíritu y un diálogo que nos permita reconocernos
desde unas relaciones abiertas, para promover entre todas el camino trazado por el Capítulo.
3. 4. Un odrenuevosiemprehadecreerqueel vinonuevo, que es el vinodela alegría, conel cual seinauguró
el reino en Caná de Galilea, es fundamentalmente acción transformadora. Acogemos un vino nuevo
que tiene la fuerza para transformar nuestras vidas de raíz. Será un odre que cree en el amor, la
conversión, el perdón, la solidaridad y sigue muy de cerca a Jesús.
5. Un odre nuevo será consciente del cambio que el proceso ha suscitado. Ello le hará mucho más dócil
frentea las nuevas estructurasquese hande acoger.Definitivamente el Capítulo nos hallevado hacia
un Espíritu Nuevo, que sin perder la originalidad del Carisma de San Francisco, de Santa Clara y de
Santa María Bernarda, nos exige comportamientos, reacciones y estructuras nuevas, acompañando
el proceso con lealtad y coraje.
6. Un odre nuevo no adopta posturas que no ayudan frente a los avances de la Congregación. No es un
«aguafiestas» de la acción de Dios en esta Congregación. Cree en un Dios que quiere lo mejor para la
Congregaciónyparacadauna delas obrasquesele hanconfiado enla Iglesia. Buscaráelbien integral
de todos: el progreso material y espiritual, el crecimiento moral, en una palabra, la santificación del
Pueblo de Dios.
7. Ser un odre nuevo es aceptar que debemosasumir una rica experiencia que es voluntad de Dios y que
va a penetrarprofundamente la orientaciónde nuestravida y la vida de la Congregación. Voluntad de
Dios que nos va a poner a conversar de manera diferente sobre nuestros deseos y nuestras
necesidades. Los procesos de los odres nuevos, como toda conversión, hieren y atraviesan nuestros
intereses apuntando a una revisión de esa vida a la que tal vez nos hemos acostumbrado.
8. Un odre nuevose dejatrabajarpor la gracia del Evangelio. Esa gracia que es capaz de introducir una
ruptura en nuestra vida, para no seguir viviendo como siempre. El odre nuevo jamás olvida que la
vida no se vive desde las componendas y los arreglos, sino desde la alegría que somos capaces de
infundir en cada fraternidad.
9. Un odre nuevo abierto a la esperanza, es capaz siempre de progresar. El vocablo progreso viene del
verbo latino «progredi», que significa «dar pasos hacia adelante». Para el odre nuevo que ha
entendido bien los caminos trazados por este Capítulo, sabe que acoger sus conclusiones y
orientaciones, es la mejor manera de dar pasos acertados hacia el cumplimiento de cuanto la Iglesia
y el mundo le están pidiendo a nuestra Congregación. “Al que sigue buen camino le haré ver la
Salvación de Dios”. (Salmo 49)
10. Un odre nuevo tratará de vivir de manera distinta. Se resiste a que todo siga igual. Empieza a ver su
vida y el camino de la Congregación viviendo la novedad del Evangelio y de la misión. Los desafíos
que interpelan como nuevo paradigma la misión de la Congregación, son vistos desde los ojos de los
pobres, desde el clamor de la mujer instrumentalizada, desde el cuidado de la Casa Común, desde los
excluidos y marginados, enfrentando la corrupción por ser la que más muerte genera; diciéndole no
a la guerra y a esta cultura de muerte; generando condiciones para la reconciliación y la Paz;
poniendo siempre la vida por delante como supremo valor; dando esperanza en la hora que nos toca
vivir y procurando en nuestros ambientes que las TICs celebren la cultura del encuentro más desde
las raíces que desde los vínculos. En una palabra, vamos a empezar a entender de manera nueva
nuestra existencia desde la solidaridad y el esfuerzo por humanizar este mundo.
4. Se propone:
Diálogo fraterno que ayude a comprender la hondura de la reflexión que han hecho.
Compartir las llamadas concretas de conversión que me pide el Señor, para ser un mejor
odre en la Congregación resignificada.
Terminar con la proclamación del Magníficat y la oración del Capítulo.