1. Los seres vivos actúan con su entorno
Como hemos visto, la materia se recicla una y otra vez en la
naturaleza, gracias a la acción de los organismos que interactúan
entre si. Estos organismos efectúan diversos procesos que permiten,
por un lado, incorporar materia y energía. Como también, aprovechar
la materia desechada por los seres vivos (cadáveres, excrementos,
etc.)
Los organismos que permiten la circulación de la materia y energía se
pueden agrupar de la siguiente forma:
Productores:
Son organismos autótrofos: se utilizan la energía del sol, el agua
y el dióxido de carbono para producir sus propios nutrientes, en
el proceso de fotosíntesis, se incorporan energía y materia
desde el medio físico hacia los seres vivos del ecosistema.
2. Consumidores:
Son los organismos heterótrofos, es decir, que no pueden
producir sus propios nutrientes y los obtienen de otros seres
vivos, o de partes de ellos. Dentro de este grupo encontramos
los consumidores primarios (principalmente herbívoros), a los
consumidores secundarios y terciarios (carnívoros).
Descomponedores:
Organismos que desintegran los restos de otros seres vivos.
Muchos descomponedores son bacterias y hongos. Como
resultado de la actividad metabólica de los descomponedores,
los compuestos orgánicos se degradan, liberándose sustancias
inorgánicas al suelo o agua .Desde ahí se vuelven a incorporar
algunas sustancias a los productores, reiniciando el ciclo.