1. LA ÉTICA Y MORAL EN EL ABORTO
La ética reflexiona sobre las conductas morales fundamentándose en el
conjunto de principios y valores que componen nuestra moral, en
primera instancia con los hábitos y costumbres del ser humano.
De aquí que el aborto constituye un importante problema moral, ya que
hoy día se trata de la expulsión de un feto antes de que se cumpla la
semana 20. Ahora el aborto espontáneo o involuntario no es culpa de
nadie si una acción no deseada. Pero si es un aborto inducido o deseado,
quiere decir que es provocado voluntariamente; por otro lado el aborto
directo se denomina como terapéutico, si el propósito es salvar la vida o
la salud de la madre, o como criminal, si el propósito es algo distinto, no
aceptado por las leyes.
Por lo tanto el aborto en Colombia está permitido en tres situaciones
desde la sentencia C-355 de 2006 de la Corte Constitucional; es
despenalizado en primer lugar cuando existe peligro para la salud de la
madre, en segundo lugar cuando exista grave malformación del feto que
haga inviable su vida y en último lugar en caso de violación o fecundación
no consentida o deseada.
Quienes están de acuerdo con la penalización del aborto aseguran que un
embrión es un ser humano inocente y por el simple hecho de realizar esta
acción es considerada inmoralmente. Éticamente es un acto ilícito si se
analiza en forma independiente, la intención de la acción y de las
circunstancias que lo rodean.
Entonces quiere decir que la interrupción del embarazo ante la
posibilidad fetal por razones de salud materna es éticamente legal, cuando
el médico tratante está suficientemente convencido de que si no realiza
dicha acción, sus dos pacientes morirán.
Quiere decir que la acción libremente elegida por el médico sería recta,
legalmente y no constituiría un acto interiormente malo. Pero tomándolo
2. desde el punto de tradicional y moral de la iglesia, son ilícitos por sí y en
sí mismos, independientemente de las circunstancias, por razón de su
objeto, como por ejemplo el homicidio.
En conclusión el punto de vista que se sostiene en este artículo es que
tanto la intención del médico como las graves y especiales circunstancias
que conforman el acto, constituyen un objeto que no es un aborto, sino
que una acción lícita y ordenada al bien. Es más, en estos casos la omisión
del actuar provocaría un mal mayor; es decir que la interrupción del
embarazo en circunstancias que si no se actúa morirán ambos y que el
actuar significa salvar otra vida, no puede considerarse una elección
errada o ilícita, por producto de un desorden de la voluntad y por lo
tanto de un mal moral, sino que es una acción que le corresponde como
médico y hombre recto puesto en una difícil situación.
Las circunstancias y el contexto son los determinantes de esta acción
debido a que todo acto tiene causas y consecuencias.
“El aborta nunca es una solución. Debemos escuchar, acompañar y
comprender desde nuestro lugar a fin de salvar las dos vidas: respetar al
ser humano más pequeño e indefenso, adoptar medidas que pueden
perseverar su vida, permitir su nacimiento y luego ser creativos en la
búsqueda de caminos que lo lleven a su pleno desarrollo” (Papa
Francisco).
Valentina Lemus Gómez
V Semestre de Mercadeo y Ventas
Sección 1
13/03/2016