1. Vigencia del pensamiento bolivariano
En la actualidad cada día que nombramos a nuestro Simón Bolívar mantenemos presente su
vigencia histórica y política, porque mas allá de nombrarlo solamente, debemos impulsar un
nivel practico en nuestra conducta para emular su ejemplo en la lucha diaria por nuestra libertad.
El libertador esta presente en nosotros porque nuestras naciones nacieron de un proceso
transformador de independencia, que en su época se proyectaba como un proyecto de unidad
Latinoamericana; que mas tarde por intereses regionales, locales, e individuales de algunos
lacayos “políticos,” dicho proyecto quedo sin terminar, por lo tanto hoy es necesario culminar
este planteamiento histórico pero vigente ya que las condiciones dadas de nuestros pueblos
permiten construir el sueño bolivariano.
Los acontecimientos actuales del mundo colocan a Latinoamérica en condición adversa y
desfavorable en lo económico, político y social. Antes nuestra América estuvo dominada por el
colonialismo español, hoy día es el imperialismo Norteamericano quien socava e impone sus
más viles ambiciones a nuestros pueblos. Es por ello que se hace imperioso otorgar a América
Latina como un continente creador de desarrollo económico, político y social. En ese sentido es
el pensamiento bolivariano donde encontramos ideas pertinentes para salir del estado de
servidumbre y erigir un pueblo con conciencia, tanto política, social y moralmente. En Bolívar
conseguimos herramientas de análisis para fortalecer nuestra identidad latinoamericana y
rescatar nuestra memoria histórica de lucha, asimismo reivindicar la autodeterminación y la
soberanía de nuestros pueblos.
La presencia del ideario Bolivariano es innegable, el Libertador dedicó su tiempo a la formación
y luego a la lucha por la independencia y libertad de nuestras naciones, ya que el supo aplicar en
teoría y en practica la conciencia liberadora e interpretar los sueños liberadores de nuestros
pueblos y así conducirlos por una senda heroica que se convirtió en una gran batalla de
liberación, la cual se materializo en la libertad de los esclavos y siervos en hombres y mujeres
libres, también fijo los cimientos de lograr nuevas naciones republicanas y democráticas; supo
luchar en contra de la dominación colonial.
Integración latinoamericana:
En los primeros tiempos de la independencia se trabajó el gran proyecto de integración
de América Latina, bajo el sueño de la existencia de una misma nacionalidad. El sueño
del libertador Simón Bolívar, era parte de los proyectos de integración más importantes
de la época. Sin embargo, también existían los grupos que pretendían tener el dominio
político de territorios desmembrados.
Las iniciativas de integración latinoamericana tiene raíces profundas en la historia
poscolonial de este continente. A finales del Siglo XVIII y principios del XIX se
desarrolla la idea de la integración, bajo el carácter de los diversos intereses económicos
y de comercio, debido a la fuerte presión externa por parte de los estados potencia de
ese momento, principalmente Inglaterra y los EE.UU. Este intento de integración se
justificaba, también, por los nexos culturales y la vecindad espacial. La identidad
latinoamericana se fue construyendo a los largo del tiempo, impulsada por las luchas
contra la opresión de los invasores y la hegemonía instalada desde el mundo anglosajón.
Consecuentemente, desde el nacimiento de las repúblicas “independientes” a la fecha,
los intentos y las iniciativas de integración se refirieron a una unión o integración para
2. lograr un solo sistema político y económico de los estados de este espacio
latinoamericano. Tal que se propuso un solo nombre, el de “Continente Colombiano”,
en el texto de la Constitución de la primera República de Venezuela, aprobada en
Caracas el 21 de diciembre de 1811. Este continente fue el horizonte común en la mente
y el discurso de los principales próceres de la independencia.
Si bien este proyecto de conformar una gran confederación continental de los pueblos
liberados del invasor español, fue un proyecto de élites criollas, mostraba la necesidad
de integrar estos pueblos contra el colonizador, posteriormente contra las políticas
expansionistas de los EE.UU. el escritor José Samper publicó su libro “Ensayo sobre las
revoluciones políticas y la condición social de las Repúblicas Colombianas”, en cuyo
texto desataca lo siguiente: “… Por tanto, nos permitimos proponer (..) que en lo
sucesivo se adopte lo siguiente: COLOMBIA, la parte del Nuevo Mundo que se
extiende desde el Cabo de Hornos hasta la frontera septentrional de México. (..) lo
demás del continente).
No cabe duda que fue el Libertador Bolívar el que planteó los planes integracionistas de
lo que se llamó América Meridional para sentar diferencia con América del Norte. Estos
planes están plenamente expuestos en documentos elaborados por él como: Manifiesto
de Cartagena de 1812; la Carta de Jamaica de 1815, correspondencia enviada a
O’Higgins y San Martín, así como las enviadas a los jefes de estado del Rio de la
Planta, Chile y Perú, realizando propuestas de asociación de cinco estados de América
Hispana.
Frente a la arremetida agresiva de los EE UU, ocupación de territorio mexicano y los
intentos de anexar Cuba y Haití, fue José Martí, al final del Siglo XIX, el que retomó el
viejo ideal de la unidad hispanoamericana. Momento histórico en el que este concepto
estaba siendo desvirtuado por el concepto de panamericanismo, categoría diseñada por
el secretario norteamericano, James Blaire.
El concepto Martiniano de Nuestra América adquirió aspectos novedosos en relación al
legado de la unión continental de la Gran Colombia, pues no se limitaba solo a las
antiguas colonias de España, común en todas la propuestas anteriores, el De Martí
incluía todos los países del sur del Rio Bravo salidos del colonialismo y enfrentados a la
voracidad de grandes potencias, en particular la de los EE.UU. La idea de una
comunidad latinoamericana comenzó a configurarse como la integración continental.
El espíritu de integración estuvo también a lo largo del Siglo XX. A este espíritu
responde la convocatoria que hizo Augusto Cesar Sandino, bajo el lema de “Plan de
realización del supremo sueño de Bolívar”, el 20 de marzo de 1929, concibiendo una
propuesta de alianza continental.
En este Siglo XX, los principales líderes de los movimientos populares y revoluciones
del continente no dejaron de aludir a la necesidad de la unión latinoamericana, obligada
referencia ideológica contra el fracaso del modelo capitalista, con la crisis de 1929, cuya
hegemonía habría de pasar de Inglaterra a los EE.UU. En este sentido, vale la pena
recordar los intentos de Juan Domingo Perón de la Argentina, quién expreso la famosa
frase de: “el Siglo XXI nos encontraría unidos o dominados”. También, Getulio Vargas
del Brasil y Carlos Ibañez de Chile. En estos casos la integración latinoamericana estaba
asociado al desarrollo de los movimientos nacionalistas burgueses de distinto matiz
3. político; los mismos que defendieron e impusieron políticas orientadas a promover el
desarrollo interno.
Bolívar y el antiimperialismo:
Toda la gigantesca obra de El Libertador fue y es antiimperialista. Ese es su signo más
definitorio. Cada frase suya de rebeldía, cada marcha, cada combate cuerpo a cuerpo,
cada proclama, es una acción convencida contra la hegemonía imperial.
Bolívar fue contrario a toda forma de dominación extranjera sobre los pueblos. Las
alianzas tácticas que estableció con los ingleses, por ejemplo, siempre tuvieron la
claridad del carácter principista no transigible de esta condición. La soberanía popular y
la independencia nacional constituyen en el ideario bolivariano lo medular en lo
político.
Genio entregado a los cambios de su tiempo, Bolívar percibe de manera precoz la
gestación de un neo-imperio en los Estados Unidos. En vano le insiste a Santander para
que no los incluya en la convocatoria al Congreso Anfictiónico de Panamá. Sus cartas
son llameantes saetas de luz contra la agresiva potencia emergente.
El 5 de agosto de 1829 escribe desde Guayaquil al coronel Patricio Campbell la carta
que contiene la más premonitoria advertencia antiimperialista. Lo hace con signo de
interrogación, porque está reflexionando sobre lo que serían capaces de hacer los
Estados Unidos para evitar la independencia, unión y fortalecimiento de Nuestra
América. Los consideraba capaces de cualquier cosa.
“¿Y qué no harían los Estados Unidos…?” se pregunta él y al destinatario de esta
agónica misiva que está cumpliendo 179 años de haber sido escrita. “¿Y qué no harían
los Estados Unidos… que parecen destinados por la providencia para plagar la América
de miserias en nombre de la libertad?”. Tal predicción quedó grabada con sangre en la
antología del pensamiento antiimperialista mundial.
El antiimperialismo de quienes militamos en el bolivarianismo y más precisamente en el
proyecto socialista, no es un capricho antiestadounidense, para nada, es una convicción
de sustento científico que busca enfrentar esta aberración de la contemporaneidad que
amenaza con destruir la existencia misma de la especie.
El imperialismo es una consecuencia dialéctica del capitalismo, donde las leyes de la
acumulación y concentración del capital conllevan a la formación de los monopolios
transnacionales y la hegemonía político-militar de los Estados al servicio de esos
capitales. Por eso el imperialismo es una “tendencia permanente a la violencia”, a la
agresión contra toda expresión de resistencia a sus designios.
La consigna más antiimperialista de Bolívar apunta a construir esa alianza de fuerzas
progresistas que pongan freno a la irrefrenable voracidad hegemonista. Unidad, unidad,
unidad. Consigna de conmovedora vigencia que nos llama a elevarnos por encima de las
miserables subjetividades.
Hoy, como nunca antes en la historia humana, la unidad de los pueblos, la unidad
4. revolucionaria, es el arma más efectiva contra la esquizofrenia imperial. La amenaza
nuclear, las guerras, la destrucción del ecosistema, el cáncer financiero del narcotráfico,
el hambre, todos los grandes problemas de la humanidad actual, tienen sus raíces, sus
causas más profundas y sus factores más agravantes, en el fenómeno del imperialismo.
Es de humanidad oponernos a él.
Palabra de Bolívar.
"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de
miserias en nombre de la libertad..."
Simón Bolívar, El Libertador.
Bolívar y la democracia:
Simón Bolívar, el Libertador, al momento de definir el destino institucional de
Venezuela, se pronunció por un gobierno republicano y democrático. Manifestaba que
“sólo la Democracia es susceptible de una absoluta libertad”, pero se interrogaba con
angustia cuál gobierno ha reunido “a un tiempo” los atributos del “poder, prosperidad y
permanencia”. Desde sus comienzos, no tardó el Libertador en evidenciar como jefe y
como magistrado, su probidad y rectitud ciudadana, sus virtudes como gobernante, sus
dotes de estadista, al acatar y preferir la determinación de los Congresos y el respeto a la
soberanía popular al asumir el mando a nombre de la Nación, más que su permanencia
en el poder, y señalaba que “el primer día de paz será el último de mi mando” y
proclamaba como aspiración definitiva de sí mismo, “no tener otros derechos que los
del simple ciudadano”.
Entre las consideraciones que justificaban alcanzar la independencia de América, se
pronunció por un sistema democrático capaz de asegurar la felicidad y el bienestar de
sus ciudadanos, la seguridad de la sociedad y la estabilidad política. Son esas las
virtudes del gobierno que aspiraba el Libertador para Venezuela y nos advirtió de los
males de las “Repúblicas aéreas” sin fundamentos sobre la realidad, definiendo de
manera precisa las bases republicanas como son “la soberanía del pueblo, la división de
los poderes, la libertad civil, la proscripción de la esclavitud, la abolición de la
monarquía y de los privilegios”.
Las “dictaduras” de Bolívar fueron relativas y circunstanciales, no destruyó la
permanencia de las instituciones, no desoyó la voluntad popular, no desconoció la ley,
no se perpetuó en el poder.
Nada más esclarecedor que su devolución del poder al pueblo y de su rechazo a
gobernar un país en el cual él fuese el único. Su carta a Rafael Urdaneta, de fecha 18-9-
1830, es categórica: “Yo pienso que no dirá nada tan grande como mi desprendimiento
del mando y mi consagración absoluta a las armas para salvar al gobierno y a la patria...
5. La historia dirá: Bolívar tomó el mando para libertar a sus conciudadanos, y cuando
fueron libres, los dejó para que se gobernasen por las leyes y no por su voluntad”.
Bolívar acudió a la voluntad popular para legitimar sus actos; requirió la determinación
de los Congresos y de los consejos; estimuló la discusión social; obedeció las
resoluciones contrarias y las órdenes institucionales que se le dirigieron; asistió a las
Asambleas para exponer ideas y rendir cuentas como militar y gobernante; respetó a la
disidencia justa y fue clemente con sus enemigos; convocó a su lado a preclaros
ciudadanos; sancionó los extravíos; no admitió privilegios; se enorgulleció de no haber
elevado a parientes suyos a los mayores cargos y honores; ejerció el gobierno con
estricta probidad; renunció a salarios; despreció premios; perdonó vidas, fue fiel a los
valores republicanos y grande en sus pensamientos y en sus actos, él mismo se vio
como “el precedente” en la historia nuestra, siempre fiel a los ideales democráticos y
amante de la libertad, preferible a todo, preferible a su gloria.
Organización política y social del estado:
SIMON BOLIVAR Y LA CONFORMACIONDEL ESTADO
Resultado de las grandes batallas y luchas revolucionarias lideradas por SIMON BOLIVAR las
cuales dejaron ríos de sangre que bañaron el territorio colombiano se obtuvo en el siglo XVIII la
independencia de nuestro país y con ello la conformación del ESTADO,debido al gran
conocimiento histórico del libertador.
A diferencia de las sangrientas batallas libradas en Francia o España por Napoleón con el fin de
ostentar el poder y dar un giro en la administración de dichos países,el libertador no buscaba el
reconocimiento de autonomía sino LIBERTAD ABSOLUTA de la esclavitud en que los
españoles mantenían al pueblo americano.
Tras lograr la firma de la carta de independencia se da inicio a lo organización del ESTADO,
para terminar y evitar con ello las monarquías, anarquías y dictaduras de la cual fueron víctimas
los países del nuevo continente y bajo las cuales se cometieron un sin número de atropellos
contra la población, debido al abuso de poder del gobernante de turno.
Con la conformación del ESTADO,se logró la división del poder y con ello la organización del
gobierno electo para representar alpueblo, la división del territorio y la creación de instituciones
y organismos que permitieran a nuestro país la evolución con el objetivo de lograr una
mejor administración estatal y brindar garantías y protección a los ciudadanos como lo
consagra nuestra actual constitución política al institucionalizar figuras como:
La descentralización, que permite la autonomía de los diferentes departamentos y
municipios y con ello la posibilidad de atender en forma directa las necesidades de cada
localidad; La acción de tutela, por medio de la cual se ha logrado que ese gran catálogo
de derechos se respete y no sean vulnerados y El consejo de Estado, Tribunal supremo
de la jurisdicción de lo contencioso administrativo.
Aunque sin duda, el mayor logro ha sido reconocer la democracia, el respeto y la
dignidad humana como pilares fundamentales a la hora de establecer los fines y
obligaciones del Estado frente a los administrados, pues es el pueblo quien hace posible
su existencia y no el gobierno como piensan algunos mandatarios de turno.
6. Es posible que en la historia no vuelva a existir un SIMON BOLIVAR que nos libere de
las nuevas opresiones, pero hoy podemos decir que gracias a él y a partir de sus ideas
revolucionarias y su sed de libertad COLOMBIA ES UN ESTADO SOCIAL DE
DERECHO, en el cual contamos con un mínimo de derechos, garantías y libertades que
nos permiten vivir dignamente.
Soberanía nacional:
Bolívar sabía que la transición de un régimen esclavista a una democracia cabal debía
lidiar con el desconocimiento de los organismos representativos y el atraso político.
Este reconocimiento no mermó ni desvirtuó la calidad sinceramente democrática de su
pensamiento que aspiraba llevar al plano de la perfección. El ejercicio de la soberanía
corresponde a ciudadanos aptos siendo el “saber y honradez, no dinero, lo que se
requiere para el ejercicio del poder público”, a su juicio “un hombre sin instrucción
no es precisamente un ciudadano” “la aclamación libre de sus conciudadanos,
única fuente legítima de todo poder humano”.
Un rasgo formal del poder democrático que Bolívar sigue al igual que Aristóteles,
Montesquieu y Locke, es la división de los poderes “El poder debe ser dividido”
Propone un gobierno orgánico, efectivo, con diversos órganos entre los que exista un
equilibrio que sirva de freno mutuo y garantía común.
El gobierno concebido por Bolívar es un gobierno democrático, republicano, popular,
efectivo, sencillo, moderadamente fuerte, capaz de sobreponerse a la anarquía y a la
tiranía. Un gobierno con inspiración civil, regido por verdaderos hombres de Estado,
civiles, patriotas, respetuosos de la institución armada a cuyo progreso propenderán en
la medida de las necesidades de la República.
BOLÍVAR CONSERVACIONISTA.
Otra de las importantes facetas de Bolívar, aunque no muy conocida es la de su amor
por la naturaleza, su permanente interés por la conservación del ambiente, en síntesis, su
espíritu conservacionista.
Desde su niñez, comenzó a manifestar su preocupación por lo que posteriormente sería
un rasgo constante en su vida. Bolívar creció en la hacienda paterna de San Mateo,
donde corría por los jardines llenos de árboles y flores. Esta educación en contacto con
la naturaleza estuvo marcada por la cercana vigilancia de su maestro Simón
Rodríguez, éste hombre, excéntrico como todo verdadero genio, no sólo alimentó el
amor por la libertad en Simón Bolívar, sino que fue además quien le dio las primeras
charlas sobre la "armonía natural" existente entre todas las cosas, vale decir, con
términos de hoy, sobre el equilibrio ecológico o, dicho de otra forma, la armonía
existente entre todos los componentes del sistema natural. No se olvide que otro insigne
maestro suyo, don Andrés Bello, fue amante profundo de la naturaleza americana y de
cada uno de sus componentes Téngase presente, únicamente, la hermosa pieza poética
7. llamada "Silva a la agricultura de la Zona Tórrida", en la que el humanista caraqueño,
entona un canto a la naturaleza americana, por la exuberancia de su vegetación y por lo
apetitoso de sus frutos.
En síntesis pues, su personalidad, la educación que le dieron sus maestros y las ideas
que lo influyeron en su adultez, tenían que hacer del Libertador un hombre sensible ante
el medio natural y particularmente comprometido con la suerte ambiental del hombre.
Por consecuencia, la necesidad de la independencia convirtió a Bolívar en protagonista
de una guerra particularmente feroz, que victimó, no solamente a los hombres, sino
también a los animales, a la flora, a la agricultura y a la cría
Tan pronto terminó la guerra, Bolívar inició la tarea de reconstrucción, tomando
medidas que lo destacaron como el hombre que inició el movimiento conservacionista
en América, atendiendo a una mejor coordinación y planificación y de acuerdo con los
intereses de los pueblos americanos. Por algo se ha llamado a Bolívar, el padre del
conservacionismo en América. Hasta donde se tienen noticias, no se conoce otra figura
de la independencia americana que haya prestado tanta atención al conservacionismo
como el Libertador, quien "tenía disposición natural e inclinación innata hacia el
conservacionismo.
Ideas conservacionistas de Bolívar (divididas de manera general):
1. Preservación de monumentos que son testimonios de la cultura precolombina en
América.
2. Las que abarcan las aguas, las tierras y las plantas, en lo que respecta a la naturaleza
pura, que se presenta a la contemplación del hombre desde que éste adviene al mundo.
3. La protección de la fauna como fuente de alimento para el hombre, de vestido para
cubrir su desnudez y como medio de transporte.
4. Aprovechamiento racional de los bosques, de los suelos y las aguas, que constituyen
el fundamento de la riqueza de una nación y conservan la calidad de vida de sus
habitantes. La pureza de las aguas, la fertilidad de los suelos y la abundancia de los
árboles de un país, son fuentes de bienestar y prosperidad.
5. La creación de una infraestructura vial para facilitar el acceso de productos del campo
a la gran masa consumidora.
6. La protección que el Estado debe dar a las minas para que explotadas en forma
racional permitan el desarrollo de otras fuentes de riqueza, y que la depredación del
patrimonio nacional en un lugar sea compensada con la prosperidad de otra área de
riqueza inagotable. A la mina se le extrae constantemente y ésta no se reproduce, pero
las materias primas de la agricultura se pueden reproducir al infinito y mejorar la
producción y prosperidad
Bolívar y la participación
popular(igualdad justicia y seguridad):
Bolívar al reflexionar sobre el destino de Venezuela: “Son derechos del hombre: la
libertad, la seguridad, la prosperidad y la igualdad. La felicidad general, que es el objeto
de la sociedad, consiste en el perfecto goce de estos derechos”
Para Bolívar, la “felicidad” fue la razón de su magistral obra. Para lograrla, se convirtió
en soldado y luego como legislador, creó un conjunto de Códigos y Leyes orientados a
8. lograr la justicia y la libertad, como las hermanas inseparables de la felicidad de los
pueblos.
Toda su obra legislativa se fundamentaba en la igualdad de los hombres frente a las
leyes
En esta búsqueda interminable, Bolívar supo interpretar la justicia, no como la manera
de castigar a los hombres, sino como la fórmula de la felicidad:
“Es mi opinión, que el fundamento de nuestro Sistema depende inmediata y
exclusivamente de la igualdad establecida y practicada en Venezuela. Que los hombres
nacen todos con derechos iguales a los bienes de la sociedad; está sancionado por la
pluralidad de los sabios, como también lo está, que no todos los hombres nacen
igualmente aptos a la obtención de todos los rangos; pues todos deben practicar la virtud
y no todos la practican; todos deben ser valerosos y todos no lo son; todos deben poseer
talentos y todos no los poseen. De aquí viene la distinción efectiva que se observa entre
los individuos de la sociedad más liberalmente establecida. Si el principio de la igualdad
política es generalmente reconocido, no lo es menos el de la desigualdad física y moral.
La naturaleza hace a los hombres desiguales, en genio, temperamento, fuerza y
caracteres. Las leyes corrigen estas diferencias por que colocan al individuo en la
sociedad para que la educación, la industria, las artes, los servicios, las virtudes, les den
una igualdad ficticia, propiamente llamada política social”
Los principios bolivarianos están orientados a lograr la “felicidad” en todos los campos,
eliminando las barreras divisionistas entre los ciudadanos, procurando el Imperio de la
Igualdad y la Libertad sustentada en la Soberanía Popular, como el único arbitro del
destino del país, frente al Poder Supremo y el Imperio Económico que trata de dominar
los pueblos; sin embargo, Bolívar supo encontrar el justo punto de equilibrio entre las
funciones del gobierno y las del colectivo, en una balanza de justa distribución de las
riquezas del país:
“Para formar un gobierno estable, se requiere la base de un espíritu nacional que tenga
por
Para complementar su lucha frontal contra la corrupción:
“Todo ciudadano tiene derecho a velar sobre la Hacienda Pública Nacional; su
conservación es de interés general. Los que defrauden son declarados enemigos
capitales, y en este caso la delación de degradar al que la hace, es una prueba de su
ardiente celo por el bien público”
“La soberanía del pueblo es la única autoridad legitima de las naciones”
Simón Bolívar
Bolívar hablaba de “Poder Popular”… un término que hizo temblar los Congresos,
Senados, Parlamentos y Cámaras de Representantes del mundo político; atemorizó al
poder económico que ya se proyectaba como los futuros imperios esclavistas; y
desmontó dieciocho siglos de adoctrinamiento religioso… Un término que,
erróneamente, se le atribuye a Carlos Marx en su “Manifiesto Comunista”, pero que
surgió con Bolívar cincuenta años antes, cuando idealizó un sistema de gobierno
participativo:
“Es encantador el prospecto de un gran pueblo gobernado por autoridades bien
enlazadas en si, circunscritas a sus atribuciones y eminentemente amantes de la gloria
nacional”
Simón Bolívar
Eso es: “Poder Participativo“… Un nuevo elemento social que se suma al “Poder
Popular” que concebía Bolívar el estadista, y que enmarca el modelo Socialista
Bolivariano, como un sistema eminentemente popular, eminentemente justo y
9. eminentemente humanista; tal cual lo gritó a los cuatro vientos en Angostura un 15 de
febrero de 19819:
“Dignaos conceder a Venezuela un Gobierno eminentemente popular, eminentemente
justo, eminentemente moral, que encadene la opresión, la anarquía y la culpa. Un
gobierno que haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz. Un gobierno que haga
triunfar bajo el imperio de leyes inexorables: la Igualdad y la Libertad”
Simón Bolívar
El Bolivarianismo es la expresión subliminal del socialismo en su última escala de
evolución y perfeccionamiento de la sociedad, puesto que se sustenta en dos baluartes
principios revolucionarios que, con su poder omnipotente, se imponen ante cualquier
régimen fascista y dictatorial: el Poder Popular y el Poder Participativo
“El pueblo nunca es culpable, y ningún pueblo lo es nunca, porque el pueblo no desea
mas que justicia, reposo y libertad. Los sentimientos dañosos o erróneos pertenecen de
ordinario a sus conductores, es decir a los gobernantes. Ellos son la causa de las
calamidades públicas”
Simón Bolívar