20. Comprende entre el 30 y el 40 % de todos los linfomas del adulto. La edad media por encima de los 60 años. Rara vez afecta a menores de 20 años. La mayoría de los casos son formas “de novo “ pero pueden ser la progresión ó transformación de una enfermedad linfoproliferativa previa(Leucemia linfática crónica, linfoma folicular, linfoma MALT, E Hodgkin. Es una neoplasia de curso agresivo pero potencialmente curable (50 % de los pacientes) Al diagnóstico la mayoría de los pacientes muestran aumento en el tamaño de las adenopatías y éste suele ser el dato que a menudo lleva al paciente a consultar a su médico; en ocasiones la enfermedad afecta a otros territorios como la médula ósea, el tubo digestivo, el Sistema Nervioso. El 60% de los pacientes presentan lo que denominamos síntomas B (fiebre de 38 ó más, pérdida de peso de más del 10% y /o sudación nocturna).
21. El diagnóstico se realiza mediante el análisis de una biopsia de tejido tumoral (ganglio u otro tejido afectado). Estudios de extensión: incluyen la realización de una biopsia de la médula ósea, un TC toraco-abdomino-pélvico y en ocasiones una punción lumbar para análisis del liquido cefalorráquídeo. Es una enfermedad curable con poliquimioterapia siendo el estándar en el pasado, para estadios avanzados, la administración de 6 ciclos CHOP (ciclofosfamida + adriamicina + vincristina + prednisona) con la que se curaban aproximadamente el 50 % de los pacientes. En la actualidad, contamos con anticuerpos monoclonales, siendo el primero en ser aprobado para los linfomas B el rituximab, se utiliza asociado al esquema de quimioterapia CHOP, habiendo aumentado su eficacia y contribuyendo a que un mayor nº de pacientes hoy puedan curarse.