Gran cantidad de países tienen bases en el continente antártico, buscando generar soberanía e investigación. En paralelo el numero de turistas anuales en el continente ha aumentado, provocando un impacto territorial que pocas veces se muestra. Frente a esto la investigación busca evidenciar el impacto de la contaminación de las aguas, generadas por los turistas y por los investigadores en el Continente Blanco.