1. Lectura: Juan 3:1-21 "Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en Mí no permanezca en tinieblas" Juan 12:46
2. Según el apóstol Juan, Nicodemo "vino a Jesús de noche" (Juan 3:2). ¿Estaba este fariseo tratando de pasar desapercibido bajo el manto de la oscuridad, avergonzado de que él, como miembro de la clase dirigente, tuviera curiosidad en cuanto a Jesús? Algunos han sugerido que simplemente por la noche se estaba más fresco. Otros han dicho que la noche era un mejor momento para hacerle preguntas a Jesús porque había mayor tranquilidad y menos distracciones. En realidad no sabemos la razón por la que Nicodemo fue a Jesús de noche, pero Juan parecía determinado a resaltar ese hecho específico. Cada vez que mencionaba a Nicodemo, lo identificaba diciendo algo así como:"Ya saben de quién estoy hablando, el tipo que vino a Jesús de noche" (Ver 7:50; 19:39). Sin duda alguna, Nicodemo era una persona bastante moral y vivía según la Ley Mosaica. Probablemente la gente pensaba que era una persona bastante buena. Sin embargo, nada de eso importaba. Él estaba en tinieblas en cuanto a quién era Jesús en realidad, y quería saber la verdad. Así que se vio atraído de las tinieblas a la presencia de "la luz del mundo" (Juan 8:12). Jesús también nos llama a nosotros "de las tinieblas" (1 Pedro 2:9) y promete que cualquiera que crea en Él no permanecerá en la oscuridad (Juan 12:46).
3. La fe en Cristo no es un salto a la oscuridad; es un paso hacia la luz.
4. Lectura Bíblica: Juan 12 Las palabras de Jesús juzgarán a los hombres 44 Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; 45 y el que me ve, ve al que me envió. 46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. 47 Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. 48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero. 49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. 50 Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho. Reina Valera Revisada (1960) . 1998 (electronic ed.) . Sociedades Biblicas Unidas: Miami
5. Biblia del diario vivir . 1 2.46-48 El propósito de la primera misión de Jesús sobre la tierra no fue juzgar a las personas, sino mostrarles cómo encontrar la salvación y la vida eterna. Cuando vuelva otra vez, uno de sus principales propósitos será juzgar a las personas según la vida que llevaron en la tierra. Las palabras de Cristo que no quisimos aceptar y obedecer serán las que nos condenarán. En el día del juicio, quienes aceptaron a Jesús y vivieron según su voluntad serán levantados para vivir eternamente ( 1 Corintios 15.51–57 ; 1 Tesalonicenses 4.15–18 ; Apocalipsis 21.1–8 ), y quienes lo rechazaron y vivieron según su antojo deberán enfrentarse al castigo eterno ( Apocalipsis 20.11–15 ). Decida ahora de qué lado estará, porque las consecuencias de su decisión perduran para siempre.