42. ‘RETRATO’
HOMENAJE A PAREDES
Hoy se despide de nosotros un querido compañero de esta perseguida profesión
-el calentamiento global parece englobar la extinción de seres tan necesarios como
son los de circulación- y no queremos dejar pasar la ocasión para felicitarle, porque
los espacios abiertos ha de buscarlos en otros climas, en otros paisajes, en otros
lugares. Porque él, es el perfecto arquetipo del Gary Cooper en “Solo ante el peligro”
Personaje y compañero donde los haya, igual te incitaba a la más rumbosa de
las invitaciones, que te dirigía la bala más certera al corazón. En ambas ocasiones,
por paradójico que pudiese parecer, te ganaba para la causa porque todos éramos
forasteros en su vida, y, porque a todos acogía con esa mirada irónica y socarrona
que desconcertaba a aquellos que entrábamos en contacto con el proceso eléctrico de
su conocimiento. Siempre, o casi siempre, parecíamos malos electricistas en su
presencia porque el latigazo de corriente, recorría indefectiblemente nuestro sistema
nervioso y nos sumía en un estado de perplejidad permanente.
43. A Paredes: nuestro maestro socarrón y sarcástico Paredes no lo abrazabas, sino que
era él el que lo hacía. En un duelo -maldito el día en que retado era- la bala salía
certera de su revólver para alojarse en el corazón de la simpatía. Si osabas discutir,
las palabras que te debieran herir, te envolvían con las risas compartidas de un
viejo vaquero cuyos ojos te decían: ¿pero quién eres tú, forastero, para perturbar la
paz de mi persona?, si le dabas conversación, las palabras fluían y se trastabillaban
para seguir la secuencia lógica, convirtiendo tu rostro en la mejor expresión, tal era
la rapidez de su pensamiento que si los huracanes llevasen nombre de hombre, el
suyo figuraría con letras de honor; si fuese banquero, lo sería de los pobres; si fuese
corredor, sería el más rápido en ayudar a los rezagados; si fuese filósofo, compondría
el mejor sistema filosófico sobre la risa que se haya jamás escrito ( Aristóteles estaría
revolviéndose en su tumba por si le plagiaba y la SGAE al acecho); si fuese músico,
compondría la partitura más excelsa del hip-hop más desmadrado; si fuese Sheriff,
lo sería de un pueblo donde los únicos muertos serían el tedio y el aburrimiento; Si
fuese indio, se llamaría “Toro Bravo”; si fuese modelo, sería el más garboso de la
pasarela; si fuese actor sería a la vez el “chico de la película” y “ el chico malo al que
hay que perseguir”; Si fuese soldado, sería el que hace reír al enemigo.
Cinco minutos con él, y uno pasa del enfado a la perplejidad con un recorrido que
comenzaría con una leve sonrisa y de ella a la risa, a la carcajada y termino porque
solo le faltaría matar, al amigo o al enemigo, a fuerza de su explosiva festividad.
Muchos son los “cadáveres” que dejas en el camino, pero todos han muerto con
la Sonrisa en los labios. Por ello, te damos las gracias por habernos acompañado en
esta extraña andadura de ferroviarios de vías muertas. Gracias de nuevo por haber
sido ferroviario y sobre todo eso Paredes.
De tus amigos que te han sufrido y te han gozado.
ManuQueima