El documento describe el concepto de "ciudad inteligente" y sus características clave. Explica que una ciudad inteligente utiliza tecnologías de información y comunicación para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos mediante una mejor gestión de recursos, comunicaciones e infraestructura. También destaca la importancia de la participación ciudadana, la sostenibilidad ambiental y la economía basada en el conocimiento para el desarrollo de una ciudad inteligente.
1. SMART CITIES
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CIUDADES INTELIGENTES
CONCEPTO ANGLOSAJÓN DE SMART CITIES
Las bondades de una urbe no dependen solo de la dotación de la misma en cuanto a
infraestructuras físicas, servicios y apoyos institucionales, sino que en ello incide cada
vez más la disponibilidad y calidad de las comunicaciones, así como de la transmisión
del saber, y la dotación en infraestructuras sociales. Entonces podríamos referirnos a
ellas como capital administrativa, financiera, comercial, social o intelectual, según sea
el elemento más predominante. Estas dos últimas formas son decisivas respecto a la
competitividad urbana y sus posibilidades de proporcionar una buena calidad de vida a
sus ciudadanos. Sobre estas bases se ha construido el concepto de « ciudad
inteligente» o « smart city», introducido como una herramienta para manejar y
englobar factores característicos de una zona urbana moderna, y para así poner en
valor la importancia creciente de las tecnologías de la información y de la
comunicación (NTIC)12 así como el capital social y medioambiental.13 La importancia y
relevancia creciente de estos dos agregados (el capital social y la calidad ambiental),
son suficientes por ellos mismos para diferenciar una ciudad, espacio o territorio
inteligente, de aquella o aquél que no lo es, y que en muchos casos agobia a sus
residentes con excesivos tiempos dedicados a los desplazamientos, con marcada
polución ambiental (aire, agua, suelo y/o acústica). También se distingue a estas
ciudades de aquellas que cuentan con cierta especialización pero que no brindan un
conjunto diversificado de servicios (véase: Red de ciudades creativas de UNESCO).14
En Francia, un interesante estudio15 llevado a cabo por Markess International en el
año 2012, sobre 130 colectividades locales, pone en evidencia los tres aspectos
principales y característicos de las ciudades y territorios inteligentes:
Relación interactiva y móvil entre usuarios: Ante todo, los espacios inteligentes se
caracterizan por una buena comunicación e interacción horizontal entre usuarios, que
a la vez son grandes consumidores de información en aspectos vinculados a la vida
cotidiana y profesional (desplazamientos, consumos energéticos, servicios públicos,
eventos sociales y profesionales…) y también productores de información por medio
de las redes sociales, los weblogs, y los servicios móviles (expresión de opiniones y
calificaciones, enriquecimiento de bases compartidas de conocimiento –tipo
Wikipedia–, corresponsabilidad en relación a servicios individuales…).16
Cámara de seguridad y vigilancia.
Supervisión optimizada del espacio: Un centro o plataforma con capacidad de
intercomunicar al conjunto de objetos y de actores que la componen, gracias a redes
de telecomunicaciones (rápidas y con buen ancho de banda), y a la existencia de un
conjunto diversificado de captores y de nodos de servicio… El conjunto de esta
infraestructura contribuye a una eficiente colecta y distribución de datos, que en
particular son necesarios y útiles para la gobernanza del espacio inteligente, así como
para el análisis preciso de situaciones que permiten adaptar y compatibilizar recursos
2. SMART CITIES
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con necesidades, y para el estudio/control de los presupuestos a fin de lograr
eficiencias, etc.
Desarrollo y promoción de nuevas formas de cooperación: El carácter inteligente de la
marcha de los distintos procedimientos, reside en la capacidad de conducir proyectos
transversales que vayan más allá de la lógica, del modus operandi de las
colectividades, y de las diferentes competencias por ellas manejadas. Ello favorece una
buena dinámica de la concertación, permitiendo asociaciones y articulaciones diversas
entre actores públicos o intergubernamentales (comunales, intercomunales,
consejeros generales y regionales, agencias de desarrollo nacionales o
internacionales…) con actores privados (industriales de los sectores de
telecomunicaciones, energía, transporte, sociedades de servicios en el sector
informático, empresarios de obra pública, consumidores…), de donde deberían
emerger nuevas formas de cooperación y nuevas fuentes de eficiencia, como es la la
mutualización.
DEFINICIÓN
En líneas generales, una ciudad se puede definir como
"inteligente" o como "inteligentemente eficiente",
cuando la inversión social, el capital humano, las
comunicaciones, y las infraestructuras, conviven de
forma armónica con el desarrollo económico
sostenible, apoyándose en el uso y la modernización
de nuevas tecnologías (TIC), y dando como resultado
una mejor calidad de vida y una gestión prudente de
los recursos naturales, a través de la acción
participativa y el compromiso de todos los ciudadanos.
Tarjeta inteligente en un torniquete del Metro de la Ciudad de México.
Desde el punto de vista tecnológico, una "ciudad inteligente" viene a ser un sistema
ecosostenible de gran complejidad (sistema que contiene muchos subsistemas), o sea,
un ecosistema global en el que coexisten múltiples procesos íntimamente ligados y
que resulta difícil abordar o valorar de forma individualizada.
La IATE (base de datos de referencia de la Unión Europea) enfatiza en relación a este
concepto -vinculado con la logística y el conjunto de tecnologías y de procedimientos-
que se podría colaborar en la administración y ordenamiento de algunas ciudades, de
forma que para el año 2020 se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero
en más del 20 % (en comparación con el año 2010), se aumente un 20 % el uso de
energías renovables para la producción de electricidad, calefacción, y climatización, se
incremente en un 20 %, la eficacia en el consumo energético por parte de los
consumidores finales y se reduzca hasta un 20% el consumo de energías primarias.17
En definitiva, se apunta a lograr un desarrollo urbano o territorial que mejore
activamente la calidad de vida del ciudadano, conciliando y satisfaciendo las
necesidades tanto de las empresas e instituciones como de las personas, gracias al uso
3. SMART CITIES
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extendido de las TICs, en comunicación, movilidad, eficiencia energética, y uso
sostenible del medio ambiente y recursos naturales.18 19
En la práctica, y a nivel popular, se concibe una ‘Smart City’ como una ciudad
comprometida con su entorno, con elementos arquitectónicos de vanguardia y donde
las infraestructuras están dotadas de las soluciones tecnológicas más avanzadas. Una
ciudad que facilita la interacción del ciudadano con los diversos elementos
institucionales, urbanos, y tecnológicos, haciendo que su vida cotidiana sea más fácil, y
permitiendo el acceso a una cultura y una educación que hacen referencia tanto a los
aspectos ambientales, como a los elementos culturales e históricos.
El concepto de "smart city" se articula sobre la base de cuatro ideas esenciales:20
Las cuestiones ambientales y las restricciones energéticas;
La comunicación fluida de los actores entre sí: colectividades, ciudadanos, empresas,
instituciones;
El uso compartido de bienes y servicios, con una activa participación de los usuarios en
la concepción de productos, servicios, y modalidades operativas, y renunciando en
algunos casos a la propiedad y uso individual;
La integración de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, la
robótica y los sistemas inteligentes de transporte, que potencian el funcionamiento en
red; la modificación de la matriz energética a favor de las energías renovables, y el
cambio de comportamiento y usos por parte de los ciudadanos.
Para Rudolf Giffinger, las "ciudades inteligentes" pueden ser identificadas y
clasificadas, según seis criterios principales o dimensiones principales,21 22 y dichos
criterios son:
movilidadeconomia
madioambiente habitantes
administracionforma de vida
4. SMART CITIES
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Estos seis criterios o aspectos se conectan con las tradicionales teorías regionales y
neoclásicas del crecimiento y desarrollo urbano, y respectivamente están basados en
la teoría de la competitividad regional, en la economía de los transportes y de las
tecnologías de la información y de la comunicación, en los recursos naturales, en el
capital humano y social, en la calidad de vida, y en la participación de los ciudadanos
en la vida democrática de la ciudad.
Para Jean Bouinot, «la ville intelligente est celle qui sait à la fois attirer et retenir des
entreprises employant de la main-d'œuvre hautement qualifiée» (en español: « la
ciudad inteligente es la que atrae la instalación de empresas, que en líneas generales
emplean mano de obra calificada y altamente cualificada»).23 24
Y para Fadela Amara, una "ciudad inteligente" lo es fundamentalmente a través de la
digitalización, utilizando todo el abanico de tecnologías disponibles al servicio de los
ciudadanos. Igualmente, una "ciudad inteligente" debe ser capaz de crear empleos,
además de tener un sistema de transportes de alta calidad al servicio de los residentes,
para así garantizar una buena y cómoda movilidad. A esta lista también se agregan,
hogares saludables y funcionales, un buen sistema sanitario y educativo, y facilidades
en materia de ocio y diversión.25
Las definiciones planteadas varían según el autor consultado, lo que no debe
sorprender pues como ya se dijo, el concepto es emergente y dinámico. Por otra parte,
se observa que se llama ciudad inteligente a algo que no tiene todas las características
enunciadas, que no manifiesta una preocupación notable por el medioambiente, o
está lejos de esa componente holística e integral a la que antes se hacía referencia,
entonces nos acercaríamos más al concepto de 'ciudad planificada', o 'ciudad digital'.
Se entiende este escaso apego a la terminología o una cierta tergiversación debido a
intereses comerciales o de tipo político. En muchos casos, las campañas de promoción
y propaganda toman al ideal de la ciudad inteligente como atractivo lema publicitario.
PLANTEAMIENTO
Un planteamiento como el descrito exige a las ciudades o territorios que aspiren a ser
considerados como ‘inteligentes’, la renovación y el mejoramiento constante de las
soluciones tecnológicas, con el fin de optimizar sus procedimientos y la calidad de vida
en su entorno. Esto nos lleva a un detalle importante: la categoría ‘smart’ no es
duradera, es decir, no está asociada a la consecución de una meta específica, sino que
implica más bien el compromiso por parte de los distintos agentes involucrados, de
abordar un proceso de mejora constante, con un potencial casi infinito, y una meta no
menos lejana.26
Ser Smart City no es un objetivo en sí mismo. Es un medio para un fin. (… y el camino
por el que una ciudad debe) seguir avanzando para ser, cada día más, sinónimo de
oportunidades, cohesión y calidad de vida.
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Alcaldesa de Madrid Ana Botella, página 3 de su discurso del día 7 de mayo de 2013
(ver referencias externas)
Contexto Político
El proyecto para construir un vehículo eléctrico en Rosario (Argentina), comenzó en el
año 2007, por las ventajas derivadas de una eventual falta de combustible líquido, una
menor contaminación del aire, y una menor producción de CO2 (que es el que provoca
el efecto invernadero).
El concepto de ciudad inteligente en este aspecto ha sido muy usado en el proceso de
urbanización y ha estado muy de moda en el campo de la política en los últimos años,
con el objetivo entre otras cosas de establecer y marcar una clara distinción entre
ciudad digital y ciudad inteligente.27 Su principal objetivo se centra todavía en el papel
(rol) y modernización de la infraestructura de las TICs, pero mucha investigación
también se ha llevado a cabo sobre el papel cumplido por el capital humano, la
educación, el capital social y relacional, y el capital de interés ambiental, así como
sobre el papel o rol cumplido por los impulsores del crecimiento y del mejoramiento
urbano.
CARACTERÍSTICAS
La ciudad “inteligente” es todavía un concepto difuso, ya que esta etiqueta se utiliza de
diveras formas que no siempre son compatibles entre sí. En esta sección se resumen
las características de ciudad inteligente que con mayor frecuencia se repiten en las
discusiones sobre el tema.
La etapa que se alcanza en el desarrollo de la infraestructura de las TIC (telefonía móvil
y fija, TV por satélite, redes informáticas, comercio electrónico, servicios de Internet),
pone en primer plano la idea de una ciudad cableada (con fibra óptica y con la nueva
telefonía móvil 4G) como el principal modelo de desarrollo, y de una conectividad cada
vez más mejorada en calidad y rapidez como fuente de crecimiento.28
El papel fundamental se centra en las industrias creativas y de alta tecnología aplicadas
al crecimiento urbano a largo plazo. Este factor, junto con la infraestructura de
servicios, es especialmente importante.
El enfoque implica el desarrollo urbano integrado basado en multi-actores, multi-
sectores, y variadas perspectivas en varios niveles.29 30 Esto conduce a un "énfasis
subyacente en empresas dirigidas por el desarrollo urbano",27 y la creación de
ciudades favorables a los negocios con el objetivo de atraer nuevos negocios. Los datos
muestran que las ciudades orientadas a los negocios están, en efecto, entre las que
tienen un rendimiento socio-económico más satisfactorio. Con este fin, las ciudades
pueden diseñar parques empresariales con las características de espacios inteligentes:
Kochi, Malta, Dubai, son ejemplos.
La capacidad de inteligencia local está intrínsecamente ligada a la de la economía
basada en el conocimiento, donde la innovación y la tecnología son los principales
motores del crecimiento31 32 y de la inteligencia colectiva de la comunidad, que
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subraya la capacidad y las redes como los principales factores de éxito de una
comunidad.33 Para ello es necesario un paradigma de planificación pertinente para el
desarrollo urbano-regional, y una gestión de la innovación, similar al propio concepto
de ciudad inteligente.
Mediante el desarrollo de estrategias conjuntas, la ciudad deberá estar basada en la
agrupación o accesibilidad a la información y facilidad de movimiento de los
mecanismos de innovación de carácter mundial, y mejorando sustancialmente y de
forma continua sus sistemas de información interna.
Orientación estratégica
La Unión Europea en particular, ha dedicado esfuerzos importantes a la elaboración de
una estrategia para lograr un crecimiento urbano con un sentido “inteligente” para sus
ciudades metropolitanas.34 29
'The Intelligent Community Forum', por ejemplo, ha investigado y continúa
investigando sobre los efectos locales de la revolución de las TICs en todo el mundo. La
OCDE y Eurostat junto con el Manual de Oslo35 36 destacan como el motor de cambio
a la innovación en los sectores de las TICs, y proporcionan un conjunto de
herramientas para identificar indicadores coherentes, dando forma así a un marco
sólido de análisis para los investigadores sobre innovación urbana. Y a nivel regional,
se observa el papel de la infraestructura de comunicaciones como puente para futuros
resultados económicos positivos.37
La disponibilidad y la calidad de la infraestructura de las TICs no es el único rasgo
importante de una ciudad inteligente ni la única característica que ayuda a definir este
concepto. Varias definiciones hacen hincapié en el papel del capital humano, la
educación, y la capacidad económica para adquirir dispositivos electrónicos. Se ha
demostrado, por ejemplo,38 39 40 que las tasas de crecimiento urbano más rápidos se
han logrado en las ciudades que disponen de una fuerza laboral con mayor nivel
educativo.
Proyecto piloto que analiza la electricidad usada por luces y otros aparatos en un
hogar. Se manejan lecturas de intervalos de un minuto de lo que cada circuito usa.
La innovación en las ciudades es impulsada también por los empresarios innovadores
en cuanto a industrias y productos que requieren una mano de obra cada vez más
cualificada, para así generar más comodidad y seguridad a los usuarios, con un menor
consumo energético. Y no todas las ciudades tienen el mismo éxito en la inversión y en
el capital humano, pero una fuerza laboral más educada y calificada es una base sólida.
La tendencia de algunas ciudades a dejarse estar y restar esfuerzos y preocupación
respecto del capital humano, ha atraído la atención de investigadores y responsables
políticos. Resulta que algunas ciudades, que en el pasado estaban mejor dotadas de
una fuerza de trabajo cualificada, han logrado atraer más mano de obra cualificada.
Los responsables políticos, y en particular los europeos, atribuyen esta situación a
7. SMART CITIES
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cierta tendencia de los trabajadores más preparados, a sentirse atraídos por contextos
urbanos donde se percibe más dinamismo y nivel de competencia y excelencia, tal vez
porque allí se sientan más a gusto, y/o porque piensen que allí habrán más
posibilidades para ellos en cuanto a sus ingresos y en cuanto a sus respectivas
satisfacciones personales y profesionales.
Las 5 ciudades más inteligentes del mundo
CRITICAS
Los principales argumentos que ponen en tela de juicio la utilización de este concepto en
el dominio político son:
Ciudades y sus sistemas de transporte son cada vez más
"inteligentes" con sensores y cámaras HD que hacen
capturas masivas de información. Más allá de un empleo
proyectado, estos dispositivos también registran datos
exhaustivos sobre temperaturas, luminosidad, gases, etc,
que hoy día son desechados pues por el momento no hay
formas útiles para aplicarlos. Sin duda, con el tiempo, algún
uso provechoso se desarrollará, y permitirá a los negocios
encontrar un modo de monetizar y rentabilizar todas estas
informaciones.
Tokyo Londres
Nueva
York
Zúrich Paris
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La toma de un enfoque que priorice intereses estratégicos, puede conducir a ignorar o
subvalorar vías alternativas de desarrollo urbano que podrían ser prometedoras.
Concentrarse particularmente en el concepto de smart city o ciudad inteligente,
también podría implicar la subestimación de posibles efectos negativos en cuanto al
desarrollo de nuevas infraestructuras tecnológicas en red, que se estime serían
necesarias para que una ciudad verdaderamente pudiera transformarse en inteligente
en forma plena.
Riesgo de querer imponer soluciones tecnológicas llave en mano a través de paquetes
de programas concebidos muchas veces para otras realidades, sin evaluar
convenientemente la integración y articulación de las mismas con las existentes,
podría conducir al rechazo de la población respecto de los aspectos operativos y/o
respecto de algunos efectos colaterales.
También, la idea de espacio urbano de iniciativa comercial ha sido criticada por los riesgos
potenciales que se corren cuando se sobre valora los aspectos económicos como un muy
importante factor de desarrollo urbano. Entre los varios y posibles modelos de desarrollo,
los responsables de las decisiones o de las recomendaciones harán bien de tomar en
cuenta las opciones que no consideren únicamente lo relativo a los negocios y al producto
bruto que de los mismos se derive. Dado que los modelos de empresa mayoritariamente
están basados en la movilidad del capital, según la crítica seguir a rajatabla alguno de
esos modelos podría conducir a algún tipo de inconveniente o de fracaso, especialmente
en el largo plazo.