1. DOSSIER DE PRENSA LOMCE
La reforma educativa que propone
Wert
En un contexto de grandes recortes presupuestarios, y grandes protestas contra ellos,
el Gobierno ha comenzado la tramitación de una reforma educativa que dará a luz en
los próximos meses a la séptima ley escolar de la democracia. Mientras el Ejecutivo la
defiende como una necesidad imperiosa para levantar un sistema mediocre (con un
26,5% de abandono escolar temprano), es seguro que el proyecto no solo va a
soliviantar a una parte de la comunidad educativa que no se cree que vaya a mejorar
nada, sino a segregar al alumnado (se adelanta la elección de itinerarios hacia la FP o el
bachillerato, y se establecen reválidas al final de la ESO y bachillerato), sino que
también está levantando ampollas entre varios Gobiernos de comunidades con lengua
cooficial al reducir la parte del temario que ellos deciden: la administración central
fijará el 65% de los horarios escolares en comunidades autónomas que tengan lengua
cooficial y el 75% para aquellas que no la tengan; actualmente, es el 55% y el 65%,
respectivamente.
La medida, que afectará a todas las asignaturas (lo mismo a Matemáticas que a
Historia, Lengua o la nueva Educación Cívica y Constitucional que sustituirá, sin los
contenidos más polémicos ya limados por este Gobierno, a la asignatura de
Ciudadanía), abre de este modo un nuevo frente para el Gobierno justo cuando más
tenso se encuentra el debate sobre el encaje de Cataluña dentro de España, y en el
que las elecciones en el País Vasco y en Galicia a la vuelta de la esquina.
Más información
Los alumnos harán a los nueve años otra evaluación sin consecuencias
académicas
La Administración elegirá a los directores
“Traslados forzosos” de docentes
Todo empieza con las palabras
Educación quiere menos asignaturas para centrar la atención de los alumnos
Los programas alternativos a la ESO volverán a ser vías muertas
Los padres perderán su capacidad de decisión en colegios e institutos
2. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha vuelto hoy a insistir en que el sistema
escolar español no tiene un problema de recursos, rechazando así las críticas por los
recortes con cifras de hace tres años -justo antes de que empezaran unos recortes que
ya ascienden a más de unos 6.000 millones de euros-, que hablan de un gasto por
alumno que supera en un 21% la media OCDE. Ha asegurado Wert que el de la escuela
española es un problema de estructura que provoca esa alta cifra de abandono
educativo temprano y la falta de alumnos excelentes (3% de los chicos de 15 años
frente al 8% de media OCDE según los estándares del examen Pisa). Así, la reforma
pretende cambiar eso adelantando la elección de los alumnos hacia la FP, creando un
nuevo ciclo de formación profesional dentro la enseñanza obligatoria (FP Básica se
llamará), estableciendo evaluaciones externas al final de cada etapa que serán
reválidas en la ESO y bachillerato), reduciendo el número de asignaturas para
centrarse en las asignaturas instrumentales (lenguas, matemáticas y ciencias) y dando
mayor autonomía a los centros..
De esa forma, el Gobierno sostiene que se conseguirá la gran mejora escolar a pesar
del contexto de crisis. Idea que han rechazado, incluso, organizaciones tan alejadas de
la oposición política al PP como los padres católicos de Concapa, que esta semana se
han quejado de que antes de acometer ningún cambio es necesario arreglar lo más
urgente, es decir, que nadie se quede sin libros de texto ni comedor escolar por falta
de recursos tras los recortes en las ayudas para estos conceptos.
El Gobierno vasco, por su parte, ha calificado la reforma de “retrógrada y
recentralizadora”. Un rechazo que ya expresó el viernes pasado el lehendakari, Patxi
López, tras conocer el borrador avanzado por EL PAÍS, y que llevó a su consejera de
Educación, Isabel Celaá, a pedir la dimisión del ministro Wert. Ayer la volvió a pedir de
forma tajante en un comunicado en el que define la norma como “pura ideología
conservadora y recentralizadora” que “supone un atentado contra el autogobierno
llevado a cabo por la puerta de atrás y sin ningún ánimo de consenso”.
Wert ha presentado hoy las líneas generales de la reforma después de que su
anteproyecto fuera aprobado por el Consejo de Ministros: ahora arranca otro proceso
en el que se discutirá con la comunidad educativa y los partidos políticos durante su
tramitación en Congreso y en el Senado. Wert ha rechazado la idea de la
“recentralización”, pues las competencias en la gestión educativa no se tocan, insiste.
Sin embargo, sí ha dicho que existe una “dispersión de contenidos” inmanejable y que
es una causa “muy decisiva” de que el sistema no tenga los resultados apetecidos a
pesar del aumento de inversión. Es decir, ha vinculado los distintos contenidos a las
grandes diferencias de resultados entre comunidades autónomas y a esas diferencias
le ha echado al menos una parte de la culpa de que España no dé los resultados
escolares que espera y que quiere.
Por eso mismo, ha justificado la necesidad de aumentar esos contenidos comunes para
todo el Estado (que se utilizarán, dice el ministro, para incrementar el espacio escolar
dedicado a las materias instrumentales) y las evaluaciones externas, iguales para toda
España en todas las etapas.
3. Es cierto, sin duda, que existen notables diferencias entre unas comunidades que se
están en muy buenos niveles en las pruebas de Pisa (La Rioja o Castilla y León) y otras
muy mal (Andalucía o Comunidad Valenciana), pero el hecho es que distintos
especialistas han argumentado precisamente que el que haya comunidades que lo
hacen tan bien con las mismas reglas de juego quita la razón al Gobierno sobre la
necesidad de esta reforma.
COMENTARIO:
En mi opinión este artículo me hace pensar y reflexionar y llegar a la conclusión de que
una nueva reforma educativa no es lo adecuado en este momento, no va a solucionar
los problemas de fracaso escolar.
En el primer párrafo, puedo llegar a la conclusión de que el artículo se puede situar
dentro de una dimensión política, puesto que el nuevo gobierno pretende llevar la ley
hacia su terreno y hacia sus ideas políticas y lo que no le gusta de la anterior ley,
aprobada por el anterior gobierno socialista, quitarlo para así implantar las mejoras
que ellos consideran.
Creo que poco cabe objetar a la difusión de exámenes estandarizados que permitan a
las familias conocer los resultados de las escuelas de su entorno o de su preferencia.
Jonathan King, un reconocido biólogo molecular del MIT, envió a sus dos hijos a la
misma escuela. Su hijo mayor aprendió desde la experiencia. Junto con sus
compañeros de clase iba a una charca y tomaba muestras. De hecho, los niños y niñas
descubrían criaturas que este biólogo desconocía. Con su segundo hijo las cosas fueron
radicalmente diferentes ya que ha sido preparado para pasar test. La experiencia, el
mancharse las manos, han desaparecido. Es de loar la preocupación de la propuesta
ministerial por la introducción de las nuevas tecnologías y por la mejora del
aprendizaje del inglés. Ambos aspectos requerirían un aumento del presupuesto y
sobre todo cuestionar algo mucho más profundo y que es el modo en que se enseña,
el cual está más volcado en la repetición de contenidos que en el desarrollo del
pensamiento autónomo o de la creatividad.
En el informe citado se comenta el caso de los cheques escolares en Suecia, que se han
traducido en una escasa mejora de los resultados (nula para los alumnos de bajo
estatus) y en una creciente segregación social entre las escuelas. Sabido es, y con esto
concluyo, que la participación de padres y alumnos en el control y gestión de los
4. centros es más bien una burla creada al amparo de la LODE de Maravall