1. HACER EL AMOR CON TACTO
Quiero hacer el amor con tacto:
Quiero que nos toquemos con la mirada
Quiero que nos toquemos con los destellos del corazón
Que nos toquemos con el deseo
Que tu deseo toque el mío
Que mi deseo toque el tuyo
Que nos toquemos con la piel
Que nos toquemos con el pensamiento
Que nuestras desinhibiciones toquen nuestras inhibiciones
Que mi ser toque todo el tuyo
Que tu ser toque todo el mío
Así quiero que hagamos el amor: con tacto…
2. QUIÉREME ASI
Quiéreme con excitación,
Excítame con tu amor,
mírame con el deseo,
y deséame con la ternura,
tócame con ganas
y que las ganas te lleven a tocarme con ternura y deseo.
Que me exciten el deseo y la ternura,
tanto, que no sepa que me excita más.
Que me enternezca el deseo y la ternura,
tanto, que no sepa que me enternece más.
Que sean como dos siamesas la excitación y la ternura,
bello será que estén juntas,
como buena y bienvenidas ambas.
Que la una se sienta bien con la presencia de la otra,
juntas en el alma y el cuerpo,
juntas en el cuerpo y el espíritu.
Que el deseo y la excitación sientan que crecen
tanto como la ternura y el amor.
Que el amor y la ternura sientan que crecen
tanto como el deseo y la excitación.
Que la una no se queje de la falta de la otra
y que la otra no se queje de la falta de la una
o al menos de la ausencia…
Quiéreme así…!!!
Con ternura y deseo
Con amor y excitación
Así quiero quererte
Así quiero desearte
Palabras para acariciarte
Besar tu cuello
Sentir tu olor
Tener tus besos
Perderme en tu boca
Qué gusto!!!
Sentirme al norte y al sur
al este y al oeste
decidido a entrar en mi
y yo ansiosa de poseerte
y verte luego gozoso
indefenso y rendido al placer de mi cuerpo
No hay más glorias!!!
3. EL AMOR
Las voces del mundo han levantado sus soles
En el interminable laberinto de la tierra
Y nadie ha podido aún encontrar la esencialidad de su luz.
Porque habita en el invisible corazón de la eternidad.
Más allá de las palabras, de los sentidos y las ideas
En el territorio oculto de tiempos escurridizos
Su piel de mares infinitos acuna la fuerza de las esperanzas
Agitando su melodía de fuegos en las manos del arco iris.
Allí habitan las sombras corriendo libres por la luz
En este terreno el amor sueña libre en su soledad
Y las cruces desnudas diluyen su lenguaje de espumas
Recibiendo la sencilla vibración de los corazones puros.
El amor cae en cataratas silentes día a día
Por las curvas sencillas del viento
Desplazando su caudal de perfumes en el tiempo
Sin más banderas que el acento claro de la paz.
El amor es el secreto de los siglos en receso
Que va dibujando su invisible rocío cósmico
En los atardeceres temporales del espíritu
Y abraza en silencio nuestros mundos profundos y luminosos.
4. ENAMORADO.
Yo te amo corazón de agua
Soy prisionero de tu cascada de sonrisas.
Tu nombre llueve en mi piel
Como una cadena de flores.
Sólo tú suspendes mi voz en tus suspiros
Y en tu suave tiempo imaginario
Rumorea una bandera de rosas.
La transparencia de tus sueños
Galopa en mi camino de sombras
Yo te amo corazón de agua.
5. AMAME
Amame, como aquellos que se amaron sin límites.
como aquellos que se salvaron por el Amor.
como aquellos que se iluminaron por el Amor.
como aquellos que se transmutaron por el Amor.
Amame, sin prejuicios ni condiciones.
sin esperas ni reservas.
sin egoísmos ni sombras.
sin cadenas ni sumisiones.
Amame, con la profundidad insondable del océano.
con la claridad del Sol de las montañas.
con la fuerza suprema de vientos huracanados.
Amame, con la blanca llama de tu alma despierta.
con la alegría de cielos infinitos.
Porque sólo por el Amor peregrinamos juntos
hacia la dicha divina e inmortal.
6. TE SIENTO
Te siento cada día rozándome invisible
sutilmente impalpable.
Y aunque sé que siempre te he llevado conmigo
eres siempre la suave, dulcemente imposible
lejanía luminosa...
Te siento cada día cantar, mas no sé donde.
Eres algo que vive más allá de mí mismo
y aunque siempre eres nube y horizonte lejano
¡sentí tu beso sobre mi alma!
Mi espíritu solitario te sueña en todas las cosas
Mi alma te busca tras toda emoción
¡Mi camino está lleno de tu nombre!
¡Lejana!...¿Dónde estás?...¿Dónde estás?
7. A TI
Quiero cantar con la voz del Alma
el himno del amor eterno,
quiero abrazar con mi cuerpo de luna
el templo de oro de tu alma tranquila.
Quiero sentir tu presencia huidiza,
sumergiéndome en la Luz de tus caminos,
volar con el ritmo del viento
hacia las alturas del amor,
y entregarme a ti para siempre
en el éxtasis de nuestra unión secreta.
Quiero elevarme contigo
más allá de las cumbres terrenales
hasta el reino de la paz y de la armonía,
donde nuestra dicha no pueda ser perturbada jamás,
unidos por siempre en Amor inmortal.
8. SONETO VI
Todo en mi vidaes un presentimiento.
Soy como hoja medio desprendida
Que ya la agita, sin llegar el viento;
Una hoja temblorosa y conmovida.
Amo, sin verla, clara imagen pura;
Y mis ansias, mi angustia y mi tristeza,
Sólo escupen y buscan en la dura
Realidad de la vida a la belleza.
Yo sabré quién espera y quién llama,
Animando el misterio y escondida,
Cuando esta fiebre que a mi ser inflama,
Ciña, por fin, la forma apetecida.
De amor humano hacia el amor divino,
Voy labrando, sin tregua, mi camino.
Pedro Prado, poeta chileno.
9. A UNA MORENA
Tienes ojos de abismo, cabellera
Llena de luz y sombra, como el río
Que deslizando su caudal bravío,
Al beso de la luna reverbera.
Nada más cimbrador que tu cadera,
Rebelde a la presión del atavío...
Hay en tu sangre perdurable estío
Y en tus labios eterna primavera.
Bello fuera fundir en tu regazo
el beso de la muerte con tu abrazo...
Espirar como un dios, lánguidamente,
Teniendo tus cabellos por guirnalda,
Para que al roce de una carne ardiente
Se estremezca al cadáver en tu falda...
Carlos Pezoa Veliz, poeta chileno
10. AMARANTA
Rubios, pulidos senos de Amaranta,
Por una lengua de lebrel limados.
Pórtico de limones, desviados
Por el canal que asciende a tu garganta.
Roja, un puente de rizos se adelanta
E incendia tus marfiles ondulados.
Muerde, heridor, tus dientes desangrados,
Y corvo, en vilo, al viento te levanta.
La soledad, dormida en la espesura,
Calza su pie de céfiro y desciende
Del olmo al mar de la llanura.
Su cuerpo en sombra, oscuro, se le enciende
Y gladiadora, como una ascua impura,
entre Amaranta y su amador se tiende.
Rafael Alberti, poeta español.
11. DESNUDO
El cielo de tu tacto
Amarillo cubría
El oculto jardín
De pasión y de música.
Altas yedras de sangre
Abrazaban tus huesos.
La caricia del alma
-brisa en temblor- movía
todo lo que tú eras.
¡Qué crepúsculo bello
de rubor y cansancio
era tu piel! Estabas
como un astro sin brillo,
recibiendo del Sol
la luz de su contorno.
Sólo bajo tus pies era de noche.
Eras cárcel de música
De la música presa,
Que intentaba escapar
En cada gesto tuyo,
Pero que no podía salir
Y se asomaba como un niño
A los cristales de tus ojos claros.
Manuel Alto Laguirre, poeta español
12. EPIGRAMAS
Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido:
Yo porque tú eras lo que yo más amaba
Y tú porque yo el que te amaba más.
Pero de nosotros dos, tu pierdes más que yo:
Porque yo podré amar a otras como te amaba a ti,
pero a ti no te amarán como te amaba yo.
Yo he repartido papeletas clandenistas,
Gritando ¡VIVA LA LIBERTAD! En plena calle
Desafiando a los guardias armados.
Yo participe en la rebelión de abril:
Pero palidezco cuando paso por tu casa
Y tu sola mirada me hace temblar.
¡Mi gatita tierna, mi gatita tierna!
¡Cómo estremecen a mi gatita tierna
mis caricias en su cara y en su cuello
y vuestros asesinatos y torturas!
Ernesto Cardenal, poeta nicaragüense.
13. TE HUBIERA AMADO.
Te hubiera amado.
Perfil solo, nubes gris, nimbo de olvido.
Con el misterio de la mirada,
Bajo la tormenta oscura de palabras,
En la tristeza o puñal de cada beso,
Hasta la ira o la melancolía,
te hubiera amado.
Ay, cuerpo que el amor se resiste
No ofreciendo su nocturno abandono a unos labios.
Sobre su piel la luna inútilmente llama,
Llama inútil la noche
Y el sol, inútil llama, lame
Con una lengua sombría su dos senos.
Te hubiera amado,
Rostro donde el día toma su luz hermosa.
Frío, dolor, nubes gris de siempre,
Como un relámpago entre el sueño amanecías
Sonámbula y bella atravesando
una aurora.
Tarde naval sobre el azul se extiende.
En el sueño del horizonte todo se olvida.
Vive tú aún, secreta existencia,
Mía como el deseo que nunca se extingue.
Vive fuerte, relámpago que un día amanecías
llama ahora de nieve.
Mírame aún pero recuerda
que se olvida.
Fernando Charry, poeta colombiano
14. EL AMOR QUE CALLA
Si yo te odiara, mi odio te daría
En las palabras, rotundo y seguro;
Pero te amo y mi amor no se confía
A este hablar de los hombres, tan oscuro.
Tú lo quisieras vuelto un alarido,
Y viene de tan hondo que ha deshecho
Su quemante raudal, desfallecido,
Antes de la garganta, antes del pecho.
Estoy lo mismo que estanque colmado
Y te parezco un surtidor inerte.
¡Todo por mi callar atribulado
que es más atroz que el entrar en la muerte.!
Gabriela Mistral, poetisa chilena.
15. HORIZONTE
Pasar el horizonte envejecido
Y mirar en el fondo de los sueños
La estrella que palpita
Eras tan hermosa
Que no pudiste hablar
Yo me alejé
Pero llevo en la mano
Aquel cielo nativo
Con un sol gastado
Esta tarde
en un café
He bebido un licor tembloroso
Como un pescado rojo.
Y otra vez en el vaso escondido
Ese sueño filial
Eras tan hermosa
Que no pudiste hablar
En tu pecho algo agonizaba
Eran verdes tus ojos
Pero yo me alejaba
Eras tan hermosa
Que aprendí a cantar.
Vicente Huidobro, poeta chileno.
16. TU RISA
Quítame el pan , si quieres,
Quítame el aire, pero
no me quites tu risa.
No me quites la rosa,
La lanza que desgranas,
El agua que de pronto
Estalla en tu alegría,
La repentina ola
de plata que te nace.
Mi lucha es dura y vuelvo
Con los ojos cansados
A veces de haber visto
La tierra que no cambia,
Pero al entrar tu risa
Sube al cielo buscándome
Y abre para mí todas
las puertas de la vida.
Amor mío, en la hora
Más oscura desgrana
Tu risa, y si de pronto
Ves que mi sangre mancha
Las piedras de la calle,
ríe, porque tu risa
será para mis manos
como una espada fresca.
Junto al mar en otoño,
tu risa debe alzar
su cascada de espuma,
y en primavera, amor,
Quiero tu risa como
la flor que yo esperaba,
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.
Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de este torpe
muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
porque me moriría.
17. HISTORIAS DE AMOR (Por Alejandro Dolina)
El universo es una perversa inmensidad hecha de ausencia. Uno no
esta en casi ninguna parte. Sin embargo, en medio de las infinitas
desolaciones hay una buena noticia: el amor. Los Hombres Sensibles de
Flores tomaban ese rumbo cuando querian explicar el cosmos. Y hasta
los Refutadores de Leyendas tuvieron que admitir casi sin reservas,
que el amor existe. Eso si, nadie debe confundir el amor con la
dicha. Al contrario: a veces se piensa que amor y pena son una misma
cosa. Especialmente en el barrio del Angel Gris, que es tambien el
barrio del desencuentro. Las historias amorosas de los tiempos
dorados son casi siempre tristes. Esto no basta para afirmar que
todos los romances fueron desdichados: sucede -tal vez- que el arte
necesita nostalgia. No se puede ser artista si no se ha perdido algo.
Los poemas de amor satisfecho aparecen como una compadrada de
mercaderes afortunados. Por eso los poetas de Flores buscaban el
desengaño, porque pensaban que cerca de el andaba el verso perfecto.
Casi todos quedaban en la mitad del camino. Manuel Mandeb veia las
cosas de un modo mas complicado. Admitia que la pena de amor conducia
al arte. Pero tambien sostenia que el proposito final del arte es el
amor. La recompensa del artista es ser amado. Asi pareceia opinar
Ives Castagnino, el musico de Palermo, quien componia valses
melancolicos al solo efecto de seducir señoritas. Cuando no lo
lograba, su tristeza le dictaba otras canciones que mas tarde le
servian para deslumbrar señoritas nuevas y asi recomenzaba el
circulo. Algunos muchachos sin vocacion artistica trataban de merecer
a las damas cultivando las ciencias, la bondad, el coraje, la riqueza
o la extorsion. Los autores de aforismos extrajeron de estas
realidades una conclusion modesta: si no fuera por el amor, nadie
haria gran cosa. Las muchachas beligerantes podian objetar que estos
pensamientos parecen reservados a la conducta masculina. Al respecto,
Mandeb creia que las mujeres hacian de ellas mismas un hecho
artistico.
18. HISTORIA DEL QUE ESPERO SIETE AñOS
Jorge Allen, el poeta, amaba a una joven pechugona de los barrios
hostiles.
Segun supo despues, alcanzo a ser feliz. Una noche de junio, la
chica
resolvio abandonarlo.
- No te quiero mas - le dijo.
Allen cometio entonces los peores pecados de su vida; suplico, se
humillo, escribio versos horrorosos y lloro en los rincones.
La pechugona se mantuvo firme y rubrico la maniobra entreverandose
con
un deportista reluciente.
El poeta recobro la dignidad y empleo su tiempo en amar sin
esperanzas
y en recordar el pasado. Su alma se retemplo en el sufrimiento y se
hizo cada vez mas sabio y bondadoso. Muchas veces soño con el regreso
de
la muchacha, aunque tuvo el buen tino de no esperar que tal sueño se
cumpliera.
Mas tarde supo que jamas habria en su vida algo mejor que aquel
amor
imposible.
Sin embargo, una noche de verano, siete años y siete meses despues
de su pronunciamiento, la pechugona aparecio de nuevo.
Las lagrimas le corrian por el escote cuando le confeso al poeta:
- Otra vez te quiero.
Allen nunca pudo contar con claridad lo que sintio en aquellas
horas.
El caso es que volvio a su casa vacio y desengañado. Quiso llorar y
no
pudo. Nunca mas volvio a ver a la pechugona. Y lo que es peor, nunca
mas,
nunca mas volvio a pensar en ella ni a soñar su regreso.