Adoptar unas buenas prácticas alimenticias es lo ideal para garantizar el buen funcionamiento del organismo y mantener un peso normal estable. Una alimentación sana y equilibrada participa en la prevención de ciertas enfermedades. Ningún alimento contiene todo lo que nos es necesario en proteínas, glúcidos, lípidos, vitaminas, y minerales, así como no hay ni un solo alimento que se pueda desechar completamente dentro de un régimen alimenticio normal. No hay “malos” alimentos, sino sólo malos hábitos alimenticios.