TROMBOLISIS CUIDADOS DE ENFERMERIA - ENFERMERIA DE URGENCIAS EMERGENCIAS
Manual de informacion para profesionales autocuidado de la salud para el adulto mayor
1. Autocuidado de la salud
para el adulto mayor
Manual de información para profesionales
Mg. Zoila Leitón Espinoza Dr. Yiduv Ordóñez Romero
Lima, junio de 2003
2. Catalogación hecha por el Centro de Documentación OPS/OMS en el Perú
Autocuidado de la salud para el adulto mayor: Manual de
información para profesionales. / Perú. Ministerio de la Mujer y
Desarrollo Social; Perú. Instituto Nacional de Bienestar Familiar. --
Lima: MIMDES, 2003.
174 p.
AUTOCUIDADO / ANCIANO / PROMOCIÓN DE LA SALUD /
MANUALES / PERÚ
(OPS/PER/03.13)
ISBN: 9972-785-79-3
Hecho el Depósito Legal Nº 150 105 2003-2897
Las opiniones expresadas por los autores son de su exclusiva responsabilidad y no
reflejan necesariamente los criterios ni la política de la Organización Panamericana de
la Salud ni de los Gobiernos Miembros.
3. Autocuidado de la salud para el adulto mayor
Manual de información para profesionales
Elaboración: Profesionales que participaron en la validación
Mg. Zoila Leitón Espinoza
Dr. Yiduv Ordóñez Romero Asociación Peruana de Enfermería en Geriatría -
Gerontología
1. Lic. Esperanza Félix Damián
Nuestro agradecimiento especial a las personas 2. Lic. Mirella Gonzales Palma
que participaron en desarrollo de este documento: 3. Lic. Hermelinda Cardenas
4. Lic. Celia Carrillo Alfaro
5. Lic. Esther Huamán Chavarría
Colaboración: 6. Lic. Maritza Córdova Ríos
Lic. Elia Luna: propuestas para el Módulo de 7. Lic. Roxana Llerena Asmat
Autocuidado de la Sexualidad
Mg. Maritza Villanueva Benites: sugerencias y Universidad Nacional de la Amazonía Peruana,
aportes al conjunto del manual Instituto de Investigación de la Facultad de
Enfermería
8. M. en Sc. Elba Flores Torres
9. M. en Sc. Alva Vásquez Vásquez
Revisión:
10. Lic. en Enf. Rosario Bardales Arévalo
Instituto Nacional de Bienestar Familiar (INABIF):
11. Lic. en Enf. Elena Lázaro Rubio
Lic. en Enfermería Lindaura Liendo
12. Lic. en Enf. Juana Gutiérrez Chávez
Lic. en Trabajo Social Natalia Alvarado
Hospital Guillermo Almenara Irigoyen
Asociación Peruana de Enfermería en Geriatría -
13. Dr. Renán Velapatiño Castilla
Gerontología:
14. Lic. en Enf. María Grados Bautista
15. Lic. en Enf. Ana María Delgado
Lic. en Enfermería Rosario Mocarro Aguilar
16. Lic. en Enf. Eloísa Torres Negrón
Lic. en Sociología Elia Luna del Valle
17. Lic. en Enf. Socorro Zegarra Palomino
18. Lic. en Enf. Rosa Mendoza Chávez
Validación: 19. Lic. en Nut. Carmen Agreda
Dirección: 20. Lic. Terapista Físico María Vera Esquén
Mg. Zoila Leitón Espinoza, Facultad de Enfermería.
Universidad Nacional de Trujillo Instituto Gerontológico de la Fuerza Aérea del
Perú
Dr. Yiduv Ordóñez Romero, Médico Cirujano 21. Lic. en Enf. Juana Ruiz Holguín
22. Lic. en Enf. Isabel Canales
Mg. Maritza Villanueva Benites, Facultad de 23. Lic. Terapista María Eugenia Gonzáles
Enfermería. Universidad Nacional de la Amazonía
Peruana. Iquitos. Instituto Geriátrico Naval
24. Lic. en Enf. Rosa Lázaro Aranda
Coordinación y facilitación: 25. Lic. en Enf. Doris Rojas
Lic. en Enfermeria Lindaura Liendo del Instituto
Nacional de Bienestar Familiar (INABIF). Sociedad Peruana de Geriatría
26. Dra. Luz Pecho Sánchez, médico geriatra
Lic. en Trabajo Social Natalia Alvara do del Instituto
Nacional de Bienestar Familiar (INABIF). Hospital Sergio Bernales
27. Lic. Virginia Agramonte
Lic. en Sociología Elia Luna del Valle 28. Lic. Ruth Mucha Montoya
Lic. en Enfermería Rosario Mocarro Aguilar, Hospital Arzobispo Loayza
presidenta de la Asociación Peruana de Enfermería 29. Lic. en Enf. Elizabeth Palpa
en Geriatría - Gerontología
4. Residencia Canevaro Sociedad de Beneficiencia Centro de Promoción Familiar Sanchéz Arteaga
Pública de Lima 55. Lic. en Psicología Víctor De La Cruz
30. Lic. en Enf. Cecilia Cárdenas Cárdenas Vilca, Director
31. Lic. en Enf. Yudidth Lovera
Centro de Promoción Familiar Santa Bernardita
EsSalud PADOMI 56. Lic. en Psicología Carmen Rosa Rojas
32. Lic. en Enf. Betty Zafra Bulay López, Directora
57. Lic. en Trabajo Social Elizabeth Tarazona
Ayuda a la Vida ONG Domínguez
33. Lic. en Enf. Martha Vega de Chau
34. Lic. en Enf. Mercedes Vega Farro Centro de Promoción Familiar Tahuantinsuyo
58. Profesora Esther Salazar Benites, Directora
Policlinico Los Ficus 59. Lic. en Psicología Marianela Espinoza
35. Dr. Willy del Campo Gonzales, Odontólogo 60. Lic. en Trabajo Social Yudith Gamarra
Centro de Promoción Familiar Turquesas
Instituto Nacional de Bienestar Familiar 61. Celia Ataupillco Vera, Directora
Gerencia de Promoción Familiar 62. Lic. en Trabajo Social María González
Centro de Promoción Familiar Año Nuevo Centro de Promoción Familiar San Judas Tadeo
36. Lic. en Psicología Ana María Vargas de 63. Lic. en Trabajo Social Florinda Damas Vila
Bernardi, Directora
37. Lic. en Trabajo Social Lisbel Rodríguez Centro de Promoción Familiar Villa Hermoza
38. Lic. en Psicología Zoila Bardales 64. Lic. en Trabajo Social Nancy Mora Silva,
Directora
Centro de Promoción Familiar Collique 65. Lic. en Trabajo Social Norma Quispe
39. Lic. en Psicología Migna Huapaya Córdova, 66. Lic. en Psicología Betty Urbina Aguirre
Directora
40. Lic. en Psicología Enma Gómez Yánez Revisión final y elaboración de cartillas de
41. Lic. en Trabajo Social Maria del Carmen Lujerio autocuidado:
• Dr. Daniel Caballero Ríos, Director General de
Centro de Promoción Familiar Dalias Personas Adultas Mayores-DIGEPAM/MIMDES
42. Profesor José Polanco Flores, Director • Lic. Elia Luna del Valle, DIGEPAM-MIMDES
43. Lic. en Trabajo Social María Estrada • Lic. Tatiana Martínez Jiménez, DIGEPAM-
MIMDES
Centro de Promoción Familiar Dulanto • Dr, Frank Quintana Orihuela, de ESSALUD
44. Lic. en Trabajo Social Delia Alfaro Peralta, • Dr. Luis Alvarez Cóndor, Hospital de la Fuerza
Directora Aérea del Perú
45. Lic. en Trabajo Social Magda Cavero Hijar • Dra.Sheika Delgado Garrido, odontogeriatra.
• Dr. Ricardo Murrieta Vela, Instituto de
Centro de Promoción Familiar Rosa de Lima Gerontología. Universidad, Peruana Cayetano
46. Lic. en Psicología Miluzka Ordóñez Romero Heredia
47. Lic. en Trabajo Social Ofelia Valdivia • Dr. Felipe Aguirre Salinas, PROVIDA PERU
48. Lic. en Trabajo Social Carmela Molina Castro • Dra.Luz Pecho Sánchez, Jefe de Servicio
Geriátrico del Hospital Dos de Mayo.
Centro de Promoción Familiar Pamplona Alta • Lic. Rosario Mocarro Aguilar. Asociación de
49. Lic. en Psicología Daniel Doria Barba, Director Enfermeras en Geriatría y Gerontología
50. Lic. en Administración Giovana Santillán • Lic. María Grados Bautista. Asociación de
Alarcón Enfermeras en Geriatría y Gerontología
51. Lic. en Trabajo Social Leonor Laredo Gómez • Dr. Fernando Portocarrero, Sociedad de Geriatría
52. Lic. en Psicología Mariana Sulca Quispe y Gerontología del Perú.
Centro de Promoción Familiar Pestalozzi
53. Lic. en Psicología Diana Apolinario
Araoz, Directora
54. Lic. en Trabajo Social Marlene Castañeda
5. RECONOCIMIENTO ESPECIAL
A la Magíster Gisela Pimentel Olaverría
Por su fe en este proyecto, su apoyo y consejo constante para la realización de
este documento y nuestro cariño entrañable por los cinco años de servicio
brindados a la promoción de la salud de los sectores más deprimidos de nuestra
población.
6. PRESENTACION
El derecho a la protección y cuidado a la salud es condición primordial de toda
persona adulta mayor, es por tanto, una obligación moral del Estado como de toda la
sociedad mejorar y promover mejores condiciones y calidad de vida para las personas
adultas mayores. Una estrategia es la promoción de la salud a través de la información,
sensibilización, la comunicación y la educación.
Sin embargo, en este campo existe un gran vacío en la producción de materiales
orientados a la gerontología y a la promoción de la salud de las personas adultas
mayores. La presente publicación, Autocuidado de la salud para las personas adultas
mayores, pretende ser un aporte para mejorar la calidad de vida de las personas adultas
mayores. Se fundamenta en las necesidades de ser, tener, hacer y estar; condiciones
inherentes a la existencia humana, concordando con el postulado básico del enfoque
del Desarrollo a Escala Humana de que “las necesidades no sólo son carencias sino
también potencialidades en la medida en que comprometen, motivan y movilizan a las
personas”.
Lo anterior se basa en el elemento educativo, dado que todas las personas aprenden
desde que nacen y a lo largo del transcurso de su vida. Aprender es intrínseco al género
humano. No sólo la inteligencia y la memoria intervienen en el proceso de aprendizaje,
también hay otros factores. Las personas cuando envejecen no pierden su capacidad
de aprender (como protagonista de su propia historia y de su propio crecimiento,
estimulando una actitud creativa, constructiva y de cambio), en realidad cada persona
construye la vejez que desea.
En este contexto el Autocuidado tiene como propósito contribuir a la promoción de
la salud y prevención de las enfermedades de las personas adultas mayores, además
del mantenimiento de su autovalencia, fomento del ejercicio y la promoción de
comportamientos y estilos de vida saludables. Esto requiere que los servicios de salud
incorporen la perspectiva de desarrollo humano y que las personas adultas mayores
asimilen una nueva filosofía de vida, en la que el envejecer no sea sinónimo de
declinación, sino que se convierta en una fuente de sabiduría y experiencia, a la vez
que se cimente en un compromiso personal de vivir una vida activa y productiva.
Gracias a este compromiso, a la experiencia acumulada en su concreción y luego
de un proceso de validación técnica presentamos a ustedes el manual de información
para profesionales Autocuidado de la salud para las personas adultas mayores, como
una herramienta básica de consulta y orientación que abarca un aporte teórico y
metodológico, cuyo contenido esperamos que logre motivar una mayor búsqueda de
información, ponga en marcha la experiencia profesional y se refleje en actitudes
positivas y con mayor sensibilización hacia la población adulta mayor del Perú.
7. Este manual está principalmente dirigido a profesionales que trabajan con personas
adultas mayores en servicios sociales y de la salud.
El objetivo de este manual es informar, instrumentar, proponer a los profesionales
un marco teórico necesario para desempeñar el papel de facilitador(a) en el proceso
de aprendizaje para que los adultos mayores logren sensibilizarse, informarse,
capacitarse, empoderarse; internalizar y practicar su autocuidado ante los cambios
propios del envejecimiento contribuyendo a la consecución de un envejecimiento
saludable y satisfactorio.
Consta de 15 módulos referidos a: proceso de envejecimiento; promoción de la
salud y el autocuidado; autocuidado de los sentidos, de la piel y anexos; autocuidado
de la cavidad bucal, nutricional, de la eliminación vesical e intestinal; autocuidado del
estreñimiento, del sueño, de la sexualidad, de la actividad física y de los pies. Además,
se consideran las caídas, autoestima y la memoria en los adultos mayores
Cada módulo debe ser considerado como una guía de información. Éstos tratan
sobre los cambios biopsicosociales propios del envejecimiento y las medidas de
autocuidado que requieren.
Debemos agradecer a la Lic. Elia Luna del Valle por su paciencia y dedicación en
la revisión del presente manual y a la contribución brindada desde la perspectiva de la
experiencia laboral, profesional y académica. De manera particular, mencionar que la
elaboración y edición del módulo de Autocuidado de la Sexualidad no hubiera sido
posible sin el apoyo y los invalorables aportes de la Lic. Elia Luna, a ella se debe tan
innovador enfoque. Del mismo modo, agradecemos a la Mg. Maritza Villanueva Benitez,
por sus comentarios, sugerencias y aportes al conjunto del manual. Asimismo, a las
licenciadas Lindaura Liendo y Natalia Alvarado, especialistas del equipo técnico del
Instituto Nacional de Bienestar Familiar (INABIF), a la Lic. Rosario Mocarro Aguilar,
presidenta de la Asociación Peruana de Enfermería en Geriatría-Gerontología.
A los y las profesionales que participaron en la encuesta de validación GRACIAS
por sus aportes, sugerencias y críticas, éstas están reflejadas en la obra que tienen en
sus manos.
Se publica este manual con el propósito de ir abriendo caminos solidarios y
responsables, en los que cada ser humano valorice el don de la vida y se mire a sí
mismo como un elemento proactivo, que puede y debe contribuir al desarrollo humano
de su colectividad y del mundo, si fuere necesario.
_._
El presente manual se complementará con la publicación de CARTILLAS DE
AUTOCUIDADO, diseñadas y orientadas a la persona adulta mayor y/o al promotor
de salud. Esto con el propósito de llenar un vacío de información en lo que respecta a la
sensibilización y práctica cotidiana del AUTOCUIDADO.
8. Bienaventuranzas de la
persona adulta mayor
• Bienaventurados quienes comprenden mi paso vacilante y mi mano temblorosa.
• Bienaventurados quienes comprenden que aunque mis ojos estén ya nublados, en mi
alma florece cada día la luz.
• Bienaventurados quienes consideran que mis oídos se tienen que esforzar para captar lo
que me dicen.
• Bienaventurados quienes desvían sus ojos simulando no ver el alimento que a veces
derramo en la mesa.
• Bienaventurados quienes nunca me dicen “ya me has contado eso dos veces”, ni
manifiestan desagrado cuando me oyen repetir la misma historia.
• Bienaventurados quienes me manifiestan comprensión, proporcionándome la alegría de
sentirme agradable y aceptado(a).
• Bienaventurados quienes valoran mi experiencia y mi posibilidad de ser útil a pesar de
que mis reacciones sean más lentas.
• Bienaventurados quienes comprenden que necesito valoración y ayuda en vez de
compasión y limosna, solidaridad en vez de aislamiento.
• Bienaventurados quienes respetan mis creencias, mis recuerdos y mis costumbres.
• Bienaventurados quienes comprenden mis esfuerzos para adaptarme a un mundo en
rápido y permanente cambio.
• Bienaventurados quienes con su bondad acompañan mi vejez e iluminan los días que
me restan hacia la Patria Eterna, ayudándome a comprender que para mí se acerca la
victoria.
Anónimo
9. ÍNDICE
PRESENTACIÓN Página
MÓDULO I PROCESO DEL ENVEJECIMIENTO
I. INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 19
II. OBJETIVO ............................................................................................................. 19
III. CONTENIDO ........................................................................................................ 19
• Historia y mitos sobre el envejecimiento ............................................................ 20
• Conceptualización y características del
proceso del envejecimiento ............................................................................... 22
• ¿Por qué envejecemos? ................................................................................... 22
• Cambios biosicosociales del envejecimiento ...................................................... 23
• Envejecimiento saludable.................................................................................. 28
IV. EVALUACIÓN ........................................................................................................ 31
V. BIBLIOGRAFIA ....................................................................................................... 31
MÓDULO II PROMOCION DE LA SALUD Y EL AUTOCUIDADO
I. INTRODUCCIÓN.................................................................................................... 35
II. OBJETIVO ............................................................................................................ 36
III. CONTENIDO ......................................................................................................... 36
• Promoción de la salud ..................................................................................... 36
• ¿Qué es autocuidado? ..................................................................................... 37
Componentes del autocuidado .......................................................................... 38
• Objetivos del autocuidado ................................................................................ 38
• Importancia del autocuidado en los adultos mayores ........................................... 38
• Autocuidado y aprendizaje en los adultos mayores ............................................. 39
IV. EVALUACIÓN ........................................................................................................ 44
V. BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................... 44
MÓDULO III AUTOCUIDADO DE LOS SENTIDOS
I. INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 47
II. OBJETIVO ............................................................................................................ 47
III. CONTENIDO ......................................................................................................... 48
• La visión en la persona adulta mayor ................................................................. 48
• Medidas de autocuidado de los ojos ................................................................. 49
• El olfato, el gusto y el tacto en la persona adulta mayor ..................................... 51
• Medidas de autocuidado del gusto, olfato y tacto ............................................... 53
• La audición en la persona adulta mayor ............................................................. 54
• Medidas de autocuidado de los oídos ................................................................ 55
IV. EVALUACIÓN ........................................................................................................ 57
V. BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................... 57
10. MÓDULO IV AUTOCUIDADO DE LA PIEL Y ANEXOS
I. INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 61
II. OBJETIVO ............................................................................................................ 61
II. CONTENIDO ......................................................................................................... 61
• Cambios en la piel y anexos en los adultos mayores .......................................... 61
• Medidas de autocuidado de piel y anexos .......................................................... 63
IV. EVALUACIÓN ........................................................................................................ 64
V. BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................... 64
MÓDULO V AUTOCUIDADO DE LA CAVIDAD BUCAL
I. INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 67
II. OBJETIVO ............................................................................................................ 67
III. CONTENIDO ........................................................................................................ 68
• ¿Qué cambios se producen en la boca con el envejecimiento? ............................ 68
• Medidas de autocuidado para la salud bucal ...................................................... 68
• Medidas de autocuidado al usar dentadura postiza ............................................. 69
IV. EVALUACIÓN ........................................................................................................ 70
V. BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................... 70
MÓDULO VI AUTOCUIDADO NUTRICIONAL
I. INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 73
II. OBJETIVO ............................................................................................................ 73
III. CONTENIDO ......................................................................................................... 73
• La nutrición en el adulto mayor ......................................................................... 74
• Medidas de autocuidado para una nutrición saludable ......................................... 78
IV. EVALUACIÓN ........................................................................................................ 81
V. BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................... 81
MÓDULO VII AUTOCUIDADO EN LA ELIMINACIÓN VESICAL
LA INCONTINENCIA URINARIA EN LA PERSONA ADULTA MAYOR
I . INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 85
II. OBJETIVO ............................................................................................................. 85
III. CONTENIDO ........................................................................................................ 86
• Incontinencia urinaria: definición ........................................................................ 86
• Causas de la incontinencia en el adulto mayor ................................................... 86
• Consecuencias de los que padecen incontinencia urinaria .................................. 87
• Cuidados y manejo en adultos mayores incontinentes ........................................ 88
IV. EVALUACIÓN ........................................................................................................ 91
V. BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................... 91
MÓDULO VIII AUTOCUIDADO EN LA ELIMINACIÓN INTESTINAL
EL ESTREÑIMIENTO EN LA PERSONA ADULTA MAYOR
I. INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 95
II. OBJETIVO ............................................................................................................ 95
III. CONTENIDO ........................................................................................................ 95
• Modificaciones intestinales en los adultos mayores ........................................... 96
• Estreñimiento: definición ................................................................................. 96
• Medidas de autocuidado para prevenir
y tratar el estreñimiento .................................................................................. 97
IV. EVALUACIÓN ....................................................................................................... 98
V. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 98
11. MÓDULO IX AUTOCUIDADO EN EL SUEÑO
I. INTRODUCCIÓN .................................................................................................. 101
II. OBJETIVO ........................................................................................................... 101
III. CONTENIDO ....................................................................................................... 101
• Cambios fisiológicos del sueño en el adulto mayor ............................................ 102
• Medidas de autocuidado para favorecer
el sueño adecuado .......................................................................................... 103
IV. EVALUACIÓN ....................................................................................................... 104
V. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 104
MÓDULO X AUTOCUIDADO y SEXUALIDAD
I. INTRODUCCIÓN .................................................................................................. 107
II. OBJETIVO ........................................................................................................... 108
III. CONTENIDO ........................................................................................................ 108
• Cambios de la función sexual en la mujer adulta mayor ..................................... 108
• Cambios de la función sexual en el varón adulto mayor ...................................... 110
• Enfermedades físicas que se presentan en la vejez
y modifican el coito ......................................................................................... 111
• Autocuidado para una sexualidad saludable
en personas adultas mayores .......................................................................... 112
• Autocuidado de la sexualidad en mujeres adultas mayores ................................ 113
• Autocuidado de la sexualidad en varones adultos mayores ................................ 113
IV. EVALUACIÓN ....................................................................................................... 114
V. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 114
MÓDULO XI ACTIVIDAD FÍSICA EN EL ADULTO MAYOR
I. INTRODUCCIÓN .................................................................................................. 117
II. OBJETIVO ........................................................................................................... 117
III. CONTENIDO ........................................................................................................ 117
• Cambios músculo-esqueléticos normales en el envejecimiento ........................... 118
• ¿Por qué el ejercicio en el adulto mayor? ......................................................... 119
• Beneficios del ejercicio .................................................................................... 119
• Medidas de autocuidado para la actividad física del adulto mayor ........................ 121
• ¿Qué clase de ejercicio o actividad física se debe hacer? ................................... 124
• Las caminatas ............................................................................................... 127
IV. EVALUACIÓN ....................................................................................................... 128
V. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 128
MÓDULO XII AUTOCUIDADO DE LOS PIES
I. INTRODUCCIÓN .................................................................................................. 131
II. OBJETIVO ........................................................................................................... 131
III. CONTENIDO ....................................................................................................... 131
• Cambios y alteraciones de los pies en los adultos mayores................................ 132
• Autocuidado de los pies de las personas adultas mayores ................................. 133
IV. EVALUACIÓN ....................................................................................................... 135
V. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 135
MÓDULO XIII CAÍDAS EN LOS ADULTOS MAYORES ¿SE PUEDEN EVITAR?
I. INTRODUCCIÓN .................................................................................................. 139
I. OBJETIVO ........................................................................................................... 139
III. CONTENIDO ....................................................................................................... 139
12. • Las caídas en los adultos mayores y sus consecuencias ................................... 140
• ¿Por qué se caen los adultos mayores? ........................................................... 141
• ¿Cómo evitar que los adultos mayores se caigan? ............................................. 143
IV. EVALUACIÓN ....................................................................................................... 146
V. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 146
MÓDULO XIV EL ADULTO MAYOR Y SU AUTOESTIMA
I. INTRODUCCIÓN .................................................................................................. 149
II. OBJETIVO ........................................................................................................... 149
III. CONTENIDO ....................................................................................................... 149
• La autoestima ................................................................................................ 150
• El adulto mayor y su autoestima ...................................................................... 150
• Recomendaciones para elevar y mantener una
autoestima positiva en los adultos mayores ...................................................... 152
IV. EVALUACIÓN ....................................................................................................... 155
V. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 155
MÓDULO XV LA MEMORIA Y LOS ADULTOS MAYORES
I. INTRODUCCIÓN .................................................................................................. 159
II. OBJETIVO ........................................................................................................... 159
III. CONTENIDO ....................................................................................................... 159
• ¿Qué es la memoria? ...................................................................................... 160
• ¿Cómo funciona la memoria en los adultos mayores? ........................................ 160
• Medidas de autocuidado para mejorar y mantener
una buena memoria ........................................................................................ 161
IV. EVALUACIÓN ....................................................................................................... 166
V. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 166
GLOSARIO .................................................................................................................... 167
INFORME DE VALIDACIÓN ............................................................................................. 171
13.
14. Manual de Información para Profesionales
MÓDULO I
PROCESO DEL ENVEJECIMIENTO
I. INTRODUCCIÓN
Envejecer no es sólo un factor de la vida, sino un proceso. Desde que nacemos
envejecemos, los cambios no se presentan de un día para otro, se presentan
paulatinamente mientras pasamos de una etapa a otra en dicho proceso.
El envejecimiento comprende modificaciones físicas, psicológicas y sociales según
el estilo de vida y el contexto en que se desarrolló la persona en etapas anteriores; y
aparece como consecuencia del paso del tiempo. Podemos mencionar factores
culturales, educativos, socioeconómicos, las actitudes, las experiencias, las
expectativas y la adaptación en su diario vivir, que son diferentes y únicos, dándole
el carácter de individualidad y heterogeneidad a esta etapa última de la vida.
Muchas son las teorías que han estudiado el proceso del envejecimiento. Sin
embargo, todos coinciden en reconocer que son el estilo de vida y el medio ambiente
los que determinan en gran medida un buen envejecimiento, por lo que podemos
decir que es la propia persona la gran responsable de construir un envejecimiento
saludable.
II. OBJETIVO
Reconocer y comprender el proceso de envejecimiento como una etapa más del
ciclo vital, que a pesar de los cambios biopsicosociales comprende crecimiento y
desarrollo conservando su autonomía e independencia y alcanzando bienestar y
satisfacción por la vida.
III. CONTENIDO
• Historia y mitos sobre el envejecimiento
• Conceptualización y características del proceso del envejecimiento.
• ¿Por qué envejecemos?
• Cambios biosicosociales del envejecimiento.
• Envejecimiento saludable.
19
15. Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
HISTORIA Y MITOS SOBRE EL ENVEJECIMIENTO
La mitología griega es rica en mitos sobre el envejecimiento, cuando Tithon de Troya,
hermano del rey Príamo, se casó con Eos, diosa del alba, ésta rogó a Zeus conceder
a su esposo la vida eterna, olvidando pedirle la juventud eterna. Concedida la
inmortalidad, el bello Tithon se vio obligado a vivir eternamente viejo.
Para castigar al hombre de haber aceptado el fuego de manos de Prometeo, Zeus
envió a la Tierra a Pandora y su famosa caja, la cual contenía entre otras calamidades
la vejez, las penas y la muerte.
Adán y Eva sufrieron un castigo similar, aún cuando no de manos de Zeus, sino de
Dios; sin embargo, no tuvieron corta vida pues se les ha calculado más de 900
años.
El filósofo griego Epicuro y el romano Lucrecio pensaron que una vida demasiada
larga en el tiempo constituiría una insoportable repetición de experiencias similares;
en cambio, la muerte “intensifica el saber de lo vivido”.
En la época romana, el beber sangre de gladiadores jóvenes se pensaba que
producía una larga longevidad.
En India reapareció el mito de la «eterna juventud y de la inmortalidad», se hablaba
de una fuente de la juventud eterna.
Los hebreos tenían en secreto un río que daba la inmortalidad; los griegos también
tuvieron su “Fontana Juventas” escondida en la foresta.
En 1512 Ponce de León (quien acompaño a Colón en su segundo viaje) organizó
una expedición para descubrir “la fuente de la juventud” en una isla llamada Rimini
en el mar Caribe, fue entonces que descubrió La Florida.
Existen fuentes termales en toda la Tierra que tienen contenido no sólo mineral sino
mítico. Desde la Antigüedad fueron usadas para rejuvenecerse y como terapéutica,
tal como sucede hoy con las “saunas”.
Entre la Edad Media y el Renacimiento europeo, Paracelso (1493-1541) lleva a la
alquimia a su nivel máximo, al nivel de las disciplinas orientales, buscando la «quinta
esencia para darnos la juventud».
Los chinos e indios usaron mecanismos espirituales. La gimnasia mental asociados
a la farmacología vegetal, son de orden respiratorio, dietético, gimnástico, sexual, y
de meditación.
En el Renacimiento europeo, los nutricionistas, médicos, y los primeros higienistas,
Luigi Cornaro, vivió preocupado por el problema de la longevidad formulando medios
de vida y regímenes estrictos que le llevaron a vivir 103 años. En la misma época
Edmundo Halley fue el primero que elaboró una curva de sobrevivencia humana.
20
16. Manual de Información para Profesionales
A comienzo del siglo XX se inició la gerontología como simple recolección de datos
sobre el proceso del envejecimiento y sobre la duración de la vida humana,
enfatizando el aspecto patológico de la vejez.
Nascher (1862-1944) propuso que la geriatría fuera considerada como una disciplina
independiente. Posteriormente aparecen muchos seguidores con tratamientos
rejuvenecedores en base a líquidos orgánicos, tales como el suero citotóxico de
Bogomoletz (anticuerpos tonificantes) que aún se vende en las farmacias de Francia;
luego, las terapias celulares y los injertos de testículos de monos practicados por
Voronoff y Niehans en Suiza, con las inyecciones de células frescas de embriones
de animales, han producido accidentes y muerte, por lo cual están prohibidos.
Más adelante, los antioxidantes (Vitaminas E y C), el selenio, la metionina, derivados
de la hormona masculina, la jalea real de abejas el extracto de raíces de gienseng y
la maca andina han sido usados como tonificantes.
Como es notorio, según datos históricos, la búsqueda de la eterna juventud data
desde las primeras civilizaciones e impregna el pensamiento mágico de las distintas
épocas. Múltiples han sido los intentos por explicar el hecho real e irreversible del
envejecimiento. Pitágoras entendía la vejez como “una enfermedad que conduce a
la muerte, como cualquier otro proceso patológico”.
Sin embargo, un aspecto importante a destacar desde la Antigüedad y presente en
todas las épocas es el de la influencia de los hábitos y estilos de vida sobre el
proceso de envejecimiento. Así, Cicerón, 44 a.c. en su libro de Senectude decía
que muchos achaques y problemas que se sufren en la vejez no son propiamente
debido a ella, sino al carácter, actitudes y personalidad de los envejecientes.
La Organización Panamericana del la Salud en el Año Internacional de las personas
de edad en 1999 consideró resaltar el aspecto del envejecimiento y cómo superar
mitos tales como: “la mayoría de las personas de edad viven en los países
desarrollados”; “todos los adultos mayores se asemejan”; “el hombre y la mujer
envejecen de la misma manera”; “las personas de edad son frágiles, los mayores
no tienen nada que aportar” y ”las personas de edad son una carga económica
para la sociedad”. Sobre esto, sugiere formas para que la formulación de políticas
puedan transformar los principios en prácticas para hacer del envejecimiento activo
una realidad mundial.
CONCEPTUALIZACIÓN Y CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO DEL
ENVEJECIMIENTO
Definición
El envejecimiento es un proceso universal, continuo, irreversible, dinámico,
progresivo, declinante y heterogéneo, y, hasta el momento, inevitable, en el que
ocurren cambios biopsicosociales resultantes de la interacción de factores
genéticos, sociales, culturales, del estilo de vida y la presencia de enfermedades.
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17. Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Características del envejecimiento:
• Universal, es propio de todos los seres vivos.
• Progresivo, porque es un proceso acumulativo.
• Continuo, tiene un inicio y final.
• Dinámico, porque está en constante cambio, evolución.
• Irreversible, no puede detenerse ni revertirse; es definitivo.
• Declinante, las funciones del organismo se deterioran en forma gradual hasta
conducir a la muerte.
• Intrínseco, porque ocurre en el individuo, a pesar de que está influido por
factores ambientales, y
• Heterogéneo e individual, porque el proceso de envejecimiento no sigue un
patrón establecido. Cada especie tiene su propia característica de
envejecimiento y varía enormemente de sujeto a sujeto, y de órgano a órgano
dentro de la misma persona.
Los cambios sobre el organismo causados por el envejecimiento pueden expresarse
de dos maneras: envejecimiento normal o primario, referido a los cambios
derivados del propio paso del tiempo y su característica universal es el criterio
principal; y el envejecimiento patológico o secundario, caracterizado por la
presencia de una enfermedad o discapacidad además de los cambios propios del
envejecimiento.
Desde el punto de vista funcional podemos clasificar en tres grupos a las personas
adultas mayores: autovalente, frágil y postrado o terminal:
Persona adulta mayor autovalente, es aquella persona mayor capaz de realizar
las actividades básicas de la vida diaria. Es decir, aquellas actividades esenciales
para el autocuidado, como desplazarse, vestirse, comer, asearse, bañarse y controlar
la continencia; y, asimismo, realizar actividades instrumentales de la vida diaria,
como cocinar, limpiar, comprar o planchar, usar el teléfono, manejar la medicación,
manejar el dinero, realizar tareas o trabajos fuera de casa o salir de la ciudad. Se
considera que el 65% de los adultos mayores que viven en la comunidad tienen
esta condición.
Persona adulta mayor frágil, es la persona con disminución del estado de reserva
fisiológica y con un aumento de la susceptibilidad a la discapacidad. Se considera
que el 30% de los adultos mayores que viven en la comunidad tienen esta condición.
Persona adulta mayor dependiente o postrada, se define así a la persona que
tiene una pérdida sustancial del estado de reserva fisiológica asociada a una
restricción o ausencia física o funcional que limita o impide el desempeño de las
actividades de la vida diaria. Se considera que entre el 3% a un 5% de los que viven
en la comunidad tienen esta condición.
¿POR QUÉ ENVEJECEMOS?
Envejecer probablemente sea la consecuencia de una serie de factores, internos y
externos, que interactúan sobre el organismo a lo largo del tiempo y determinan
finalmente un debilitamiento del equilibrio que culmina con la muerte.
22
18. Manual de Información para Profesionales
El proceso del envejecimiento se trata de explicar a través de muchas teorías, dentro
de ellas podemos mencionar La Teoría del Envejecimiento Programado, según
la cual los cuerpos envejecen de acuerdo a un patrón de desarrollo normal
establecido en cada órgano. Para la Teoría del Desgaste Natural, a su vez se
envejece debido al uso continuo. La Teoría Inmunológica, considera que a través
de los años hay disminución de la respuesta inmune ante los antígenos externos, y
paradójicamente un aumento a los propios. La Teoría de los Radicales Libres
explica que en el envejecimiento hay una lesión irreversible en la célula. La Teoría
Sistémica, describe al envejecimiento como el deterioro de la función del sistema
neuroendócrino, y las Teorías Genéticas, que son las que más se acercan a la
intimidad del proceso del envejecimiento, sostienen que en el ciclo de réplica celular
se pierde una pequeña porción de ADN hasta provocar la muerte de la célula. A
través de estas diferentes teorías, que abordan los aspectos del problema geriátrico,
se resalta el hecho de que el envejecimiento es un proceso multifactorial y de ahí la
propia dificultad de explicarlo.
Se sabe que el envejecimiento se debe, en gran parte, a las características genéticas
del ser humano y a las de cada individuo, de modo diferente. Sin embargo, el
envejecimiento se ve influido por el medio ambiente y el estilo de vida según el cual
cada persona hace uso, abuso y desuso de sus capacidades de modo totalmente
peculiar, dando como resultado una personalísima forma de envejecer. Estos factores:
medio ambiente y estilos de vida, son modificables, y por ello se debe considerar la
intervención educativa para prever un buen envejecimiento.
CAMBIOS BIOSICOSOCIALES DEL ENVEJECIMIENTO
Dentro del proceso de envejecimiento se producen cambios en el funcionamiento
de las esferas biológica, psicológica y social. Con el paso de los años tales
transformaciones predisponen al adulto mayor a presentar variadas enfermedades.
Se debe considerar que no todos los procesos están presentes en los adultos
mayores debido a que tienen en su desarrollo un caracter individual y heterogéneo,
por lo que cada uno llega a tener su propia manera de envejecer. A continuación se
revisarán algunos cambios asociados al envejecimiento.
Cambios biológicos asociados al envejecimiento
1. Anatomía general
La estatura, generalmente a partir de los 40 años, disminuye; esta pérdida es
más acentuada en las mujeres, evidenciada por los cambios en la postura del
cuerpo, disminución de la altura de las vértebras, el encorvamiento de la columna,
caderas y piernas, que se arquean. También el peso disminuye a partir de los 50
años y en un 20% el de tejido graso.
2. Piel, uñas y cabello
La piel se hace más delgada, por la disminución del tejido graso, más seca, más
transparente y se vuelve menos elástica “arrugada” y toma un tinte amarillento;
presenta depresiones irregulares, pierde su color normal y existe tendencia a los
cambios premalignos. Se produce la pérdida de cabello y la aparición de canas.
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19. Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Las uñas reducen su velocidad de crecimiento, aumentan su grosor y se vuelven
opacas y más duras. La piel, por su extensión, es el órgano más susceptible de
recibir daño ambiental a través de los años, en especial por la acción de la luz
solar.
3. Sistema muscular y el esqueleto óseo
Entre los 30 y los 80 años se pierde un 30 a 40% de la masa muscular. Dicha
pérdida se acelera con la edad. Asimismo, disminuye la fuerza muscular y las
capacidades de movimiento y respuesta rápida, y las de reparación o cicatrización
de músculos, tendones y ligamentos.
La capacidad para formar tejido óseo disminuye, reduciéndose por el contrario el
grosor y la masa de los huesos, pues se produce la pérdida de calcio en los de la
cadera (osteoporosis), del muslo y en las vértebras. Estos cambios afectan a
hombres y mujeres, pero afectan con mayor incidencia a las mujeres durante la
menopausia, por la disminución del estrógeno.
4. Sistema nervioso
El sistema nervioso se afecta de manera importante con el paso del tiempo. El
peso cerebral disminuye con la edad y el flujo cerebral se reduce en un 20%,
produciéndose alteraciones y disminución de la síntesis de neuro-transmisores.
Estos deterioros, sin embargo, no se traducen necesariamente en cambios
intelectuales ni conductuales. Tanto la acumulación de cambios como la actitud
con que el sujeto los asume, sí le predisponen a sufrirlos. Los principales son: los
reflejos disminuyen en intensidad de respuesta y estructura; y el ciclo del sueño se
altera.
5. Oído y audición
En el oído externo se produce acumulación de cerumen, que dificulta la audición.
Hay adelgazamiento del tímpano y pérdida de su elasticidad, así como disminución
de la eficiencia en la conducción de los sonidos. Estos cambios provocan pérdida
de audición, principalmente de las tonalidades bajas.
6. Ojo y visión
Los cambios de los párpados pueden provocar su caída o suspensión. La córnea
pierde transparencia y por depósito de lípidos se produce el “arco senil”. La pupila
reduce su tamaño y el iris disminuye su capacidad de acomodación. El cristalino
aumenta su tamaño y se vuelve más rígido. Frecuentemente aparecen cataratas.
A nivel de la retina se reduce la acumulación de pigmentos, produciéndose pérdida
de la agudeza visual con los años.
7. Sistema hormonal
Con respecto a la glucosa (azúcar) e insulina se observa una mayor resistencia de
los tejidos periféricos a la acción de la insulina, lo que puede condicionar niveles
altos de glucosa en la sangre y, por tanto, diabetes. También disminuyen la secreción
de glucocorticoides, lo que provoca la pérdida de la capacidad para tolerar el estrés.
24
20. Manual de Información para Profesionales
8. Sistema inmunológico
Las defensas inmunológicas presentan cambios por la reducción de las células
encargadas de la defensa y la reducción de la respuesta mediante anticuerpos,
con una mayor susceptibilidad a infecciones, enfermedades autoinmunes y
neoplásicas.
9. Sistema cardiovascular
En este sistema es sumamente difícil diferenciar entre los cambios propios de la
edad y las alteraciones derivadas de diversas enfermedades que se manifiestan
a través de los años.
El corazón aumenta su tamaño y peso. El músculo cardiaco se llena de grasa, se
incrementa el colágeno, que provoca su endurecimiento (fibrosis) y, por ende,
rigidez de las cavidades del corazón, alterando el ritmo cardiaco y disminuyendo
su fuerza. El interior del corazón se adelgaza, las válvulas se calcifican y el tejido
conductor presenta la pérdida progresiva de su actividad.
El corazón de la persona adulta mayor generalmente es capaz de mantener
adecuadamente un flujo cardíaco suficiente para suplir sus necesidades, pero su
adaptación al estrés se reduce paulatinamente con el paso de los años.
10. Sistema respiratorio
La concentración de oxígeno en la sangre disminuye, debido a que se reduce la
capacidad de la caja torácica para expandirse. Aumenta la secreción mucosa
de la pared bronquial, por la disminución de la capacidad respiratoria hasta un
30% a los 80 años. Asimismo, disminuye la elasticidad del árbol bronquial y la
fuerza muscular en los músculos respiratorios.
11. Area cognitiva
Entre los cambios cognitivos se pueden considerar la existencia de problemas
en la inteligencia fluida o rápida, y no en la inteligencia centrada en la experiencia,
que se desarrolla a lo largo de toda la vida. El coeficiente intelectual no parece
descender con la edad. Algunos pueden presentar disminución de las
respuestas intelectuales, como en la capacidad mental y capacidad de
razonamiento abstracto.
Puede observarse disminución de la percepción de análisis e integración de la
información sensorial, disminución de la memoria reciente o de corto plazo y
alguna pérdida de la habilidad de adquirir nuevas habilidades. Estos cambios,
que son relativamente normales, no se encuentran en todos los adultos mayores.
Existe un grupo numeroso que conservan sus funciones intelectuales y cognitivas
intactas y, por tanto, el interés en el mundo.
En la personalidad del adulto mayor se pueden observar nuevos signos de
maduración, estabilidad emocional. Visión más ponderada de las cosas y
hegemonía de valores relacionados con el mundo interior. Sin embargo, puede
perder la capacidad de adaptación a nuevas situaciones.
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21. Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
12. Sistema gastrointestinal
Existe disminución del tono del esfínter y musculatura del esófago, por ello existe
disminución de la deglución, inadecuada relajación del esófago y la digestión
se hace lenta, con menor absorción de sustancias y tendencia al estreñimiento.
También se presentan por atrofia intestinal de las glándulas intestinales y
disminución del peristaltismo, la flatulencia y el dolor abdominal. Se reduce la
secreción de ácido clorhídrico y de enzimas. Se altera la absorción de hierro,
de calcio, de grasa, de proteínas, de vitamina B12 y de ácido fólico. Disminuye
el metabolismo de los fármacos.
13. Sistema genitourinario
Disminución de la velocidad de filtración, por lo que se presenta aumento de
úrea y creatinina en sangre. Se reduce la excreción de fármacos. Por esclerosis
de vasos renales, se es más susceptible al deterioro de la función renal. Existe
también un debilitamiento de la musculatura renal y reducción de la fuerza de
chorro, por lo que ocurre incontinencia urinaria. También presentan retención
urinaria, con aumento de la susceptibilidad a infecciones.
En la mujer, existe atrofia genital con estenosis de la vagina, menos elasticidad
y lubricación, produciendo dolor en las relaciones sexuales. También disminuye
la acidez de las secreciones vaginales, que propicia las infecciones, y se debilita
la musculatura pélvica, produciendo prolapso uterino con incontinencia urinaria.
Se atrofia el tejido mamario. En el varón existe atrofia testicular con esperma
menos viable y en menor volumen, demora la erección y la eyaculación, y hay
menos sensibilidad peneana.
Cambios psicosociales asociados al envejecimiento
El campo psicosocial es de una gran amplitud, por lo que sinterizaremos la
descripción aludiendo solamente a los principales cambios.
1. La ideología del “viejismo”
Nuestra sociedad tiene prejuicios sobre el “viejo”; identificando esta etapa de la
vida con el retiro forzado del trabajo. Considera los cambios biológicos como el
inicio de la decadencia física y mental, que hacen del adulto mayor un incapaz, un
dependiente y un inútil social.
El entorno social es rígido y no está dispuesto a aceptar al “viejo”, esto hace
percibirse al adulto mayor como un inadaptado, considerando su deterioro algo
malo y fatal. Esta concepción, interiorizada por los adultos mayores, les hace
asumir una actitud de resignación y apatía, restringiéndose cualquier iniciativa
de superación, debido al gran temor a ser rechazados.
2. La vida laboral
El llegar a ser adulto mayor implica para muchos el cese laboral, con pensiones
de jubilación bajas, pérdida de competitividad en el mercado laboral. Su trabajo
es menos remunerado y cada vez les es más difícil conseguir empleo. Disponen
de mayor tiempo libre y se sienten inútiles. Estos cambios producen un gran
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22. Manual de Información para Profesionales
impacto psicológico, llevando muchas veces a graves y progresivos problemas
de depresión, por pérdida de su identificación dentro de la sociedad. Siente que
“no son nadie” y pierde su sociabilidad. Por otro lado, la Teoría de la Continuidad
refiere que el empleo del tiempo libre evita que se produzca esa crisis de ruptura
e identidad social.
3. Cambio del rol desempeñado
Las etapas de niñez, adolescencia y adultez tienen perfectamente establecidos
sus roles, pero para los adultos mayores no existe una definición sociocultural
del conjunto de actividades que les serían específicas cuyo desempeño los haría
sentirse útiles, y con reconocimiento social, elevando su autoestima.
Muchos adultos mayores deben enfrentar los desajustes emocionales de la viudez,
unidos en la mayoría de los casos con la independencia de los hijos. Las mujeres
viudas tienen mayores probabilidades de vivir solas que los hombres viudos,
debido a su longevidad (viven más tiempo) y a motivos culturales (se casan con
hombres mayores que ellas). Por esta razón, también, tienen menos
probabilidades de contraer nuevo matrimonio después del fallecimiento del
cónyuge. La carga de atender a los adultos mayores recae con un peso mayor
en las mujeres, pues son ellas quienes atienden a los miembros mayores de la
familia, además, de ocuparse de sus esposos e hijos.
Las personas adultos mayores deben buscar qué hacer, ocuparse en tareas más
o menos valiosas para ellos, aun sin el estímulo de la garantía de que serán
reconocidas socialmente. Esto hace que apenas unos pocos logren encontrar su
quehacer y que muchos otros deban resignarse al estrecho mundo de las cuatro
paredes de su hogar, donde viven como desocupados un transcurrir sin anhelos,
sin entusiasmo, y sin horizontes.
Sin embargo, muchos se sienten realizados en el matrimonio a medida que se
va dejando de mantener la familia y de criar a los hijos. Escogen amigos, como lo
hicieron en su juventud, y suelen disfrutar de ellos. Los nietos son importantes
para la mayoría de los ancianos y, ellos mismos son para éstos, en crisis o no,
una fuente de sabiduría, compañeros de juego, enlace con el pasado y símbolo
de la continuidad de la vida familiar.
La familia debe recibir el conocimiento necesario para responsabilizarse
plenamente del compromiso que supone comprender sus nuevos roles, acoger y
compartir su vida con una persona adulta mayor. Valorar cuanto puede brindar
esa persona al grupo familiar de positivo y creativo, sobre todo teniendo en cuenta
que se trata de un ser humano querido, lleno de experiencia y vivencias que, de
ser escuchadas por los más jóvenes, contribuirán a mejorar la vida de todos los
miembros de la familia. Aceptando también todas sus limitaciones, problemas y
necesidades.
4. Autoestima
Muchas veces la autoestima disminuida está asociada a los cambios físicos,
psicológicos, ambientales, actitud social, enfermedades y a los estereotipos
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23. Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
negativos. Si el adulto mayor se percibe a sí mismo en esos términos, toma una
actitud fatalista, de resignación y apatía, inhibiendo así cualquier iniciativa de
superación.
5. La depresión
La pérdida del entusiasmo de vivir es el trastorno mental más habitual, asociado
a todos los cambios y pérdidas y poco puede hacer el adulto mayor para evitar
su aparición pero mucho para superarla. Los síntomas somáticos y fisiológicos
son más frecuentes e importantes que los emocionales y psicológicos, porque
se mezclan con los cambios normales que se producen en la vejez. Puede
configurarse esas sensaciones de soledad y aislamiento por el déficit sensorial,
disminución del poder adquisitivo, cambios de vivienda, poca cantidad y calidad
de los contactos y por la pérdida de sus seres queridos y amigos.
6. Afrontar la muerte
Algunos ven el cese de la vida como alternativa, de pasar a “mejor vida” y no
como pérdida, pero entre quienes culturalmente lo experimentan como tal, puede
significar la eterna pérdida del alma, o de la esencia de su ser único, de su unidad
biopsicosocial y espiritual. El adulto mayor tiene menor temor a la muerte que a
morir solo, desamparado y con dolor intenso. Las creencias filosóficas y religiosas,
sus valores y experiencias son recursos que le ayudan a disminuir sus temores
acerca de la muerte. Se considera que adaptarse satisfactoriamente a la idea
de la muerte (el “bien morir” de los antiguos filósofos estoicos - prueba de haber
llevado una vida sana) puede ser el logro más importante de los últimos años.
En resumen, todas las pérdidas biopsicosociales dificultan la satisfacción de las
necesidades a las personas que envejecen y restringen las oportunidades de
desarrollar sus potencialidades, coactándoles la iniciativa y la posibilidad de
controlar su vida y ejercerla plenamente. Por lo que los adultos mayores deben
adaptarse adecuadamente a esta crisis de desarrollo con la finalidad de alcanzar
un envejecimiento satisfactorio y saludable hasta donde humanamente sea
posible.
ENVEJECIMIENTO SALUDABLE
El desarrollo humano se conceptúa como un continuo devenir, como “ser haciéndose”
en forma permanente. Esto implica en cada persona la necesidad de adaptarse a
situaciones nuevas a lo largo de la vida. Así, alcanzar un envejecimiento saludable
constituye uno de los más grandes retos del ser humano.
La OPS, define el estado de salud de los que envejecen, no en términos de déficit
sino del mantenimiento de la capacidad funcional. Precisamente, considerar el
número y calidad de los años que una persona de edad avanzada puede vivir sin
discapacidad ha llevado al desarrollo de la expectativa de vida autónoma. Así, el
envejecer en forma saludable está dirigido a adaptarse a los cambios
biopsicosociales, conservando la funcionalidad y la satisfacción personal, en cuya
adaptación el propio interesado juegue un papel activo.
28
24. Manual de Información para Profesionales
Sobre como obtener un envejecimiento saludable se han propuesto varias teorías y
conceptos, dentro de ellas tenemos:
Las Teorías Sociales, son las que tratan de comprender y predecir la adaptación
satisfactoria de los adultos mayores. Entre ellas tenemos: la teoría de la
Desvinculación o de la Disociación sostenida por Cumming y Henry en 1961,
consideran que el retirarse de la interacción social constituye una forma de adaptación
natural a la vejez. El adulto mayor aumenta su preocupación por sí mismo,
disminuyendo el interés emocional por los demás, acepta con agrado su retiro y
contribuye voluntariamente a él y así mantiene la moral alta. La Teoría de la Actividad,
propuesta por Havighurst en 1969, afirma que un alto grado de participación es la
clave de lograr un buen envejecimiento y autorrealización; tienen más capacidad de
adaptación y están más satisfechos con la vida. También enfatiza que la actividad y
la continuidad de las funciones sociales son imprescindibles para mantener la
autoestima: dan oportunidad de enfrentar las actitudes aisladoras de la sociedad y
permiten trascender los límites físicos y cognitivos y asumir con entereza las
culminaciones de los papeles propios de la vejez. Según la Teoría de la Continuidad,
la adaptación toma en cuenta la personalidad y la persistencia del mismo estilo de
vida manifiesto a lo largo de la misma.
Hay más de una manera de envejecer satisfactoriamente y los patrones que la gente
sigue varían con la personalidad individual y en las circunstancias específicas de la vida.
La OPS sostiene que los adultos mayores tienen su propio nivel de bienestar y lo
define como “el balance entre los entornos internos y externos y sus procesos
emocionales, espirituales, sociales, culturales y físicos que le permite estar en su
nivel óptimo de funcionamiento y lograr una existencia buena y satisfactoria”. En el
marco conceptual del nuevo paradigma del envejecimiento, propone que depende
en gran medida de la prevención de las enfermedades y de la discapacidad, del
mantenimiento de una gran actividad física y de las funciones cognitivas y de la
participación constante en actividades sociales y productivas. Así mismo, las
perspectivas adoptadas por el programa mundial de la OMS sobre el envejecimiento
presentan un modelo holístico relativo a la salud y al bienestar de las personas de
edad que considera en él las siguientes caracteristicas:
• Permanente interacción social.
• Realizar actividades placenteras.
• Ajustarse a los roles familiares, sociales, recreativos, culturales, educativos y
laborales.
• Utilizar el tiempo libre de la mejor manera posible.
• Mantenerse físico y mentalmente sano.
• Procurar un ingreso mensual para su sustento y así ser capaz de mantener su
propio hogar.
• Mantener autonomía, independencia y dignidad de su ser.
• Alcanzar la autorrealización.
También Litvak (1989), al referirse a los determinantes de un envejecimiento sano,
pondera algunos factores, como:
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25. Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
• Biomédicos, que desde la perspectiva multidimensional, la autonomía es una
buena medición del estado de salud del adulto mayor.
• Conductuales, la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad
asociada al envejecimiento es la gran tarea, promoviendo estilos de vida
saludables a través del autocuidado.
• Psicosociales, con la autoayuda, apoyo familiar y comunitario.
• Socioeconómicos, participación en la vida económica y productiva y, así
mismo, contar con el acceso a los servicios de salud.
• Ambientales, contar con una vivienda adecuada, con ambiente sin
contaminación y con seguridad en el tránsito vial.
Tomando en cuenta los conceptos, premisas y factores antes mencionados,
podríamos decir que una persona que vive un envejecimiento saludable es
caracterizada por lo siguiente:
• Se adapta a los cambios y pérdidas propias del envejecimiento.
• Aprende permanentemente, con actitud de crecimiento personal.
• Asume con responsabilidad su autocuidado en la salud o enfermedad.
• Comparte sabiduría y experiencia.
• Trabaja productivamente.
• Disfruta del tiempo libre.
• Hace ejercicio regularmente.
• Consume dieta sana y natural.
• Puede satisfacer sus necesidades básicas.
• Espera con paciencia los resultados de los eventos de la vida .
• Siente que la vida ha valido la pena.
• Acepta su vida con sus triunfos y fracasos.
• Desempeña un papel útil y satisfactorio.
• Es afectuoso, con estado de ánimo positivo y buen humor.
• Mantiene una buena autoestima e integridad de su yo.
• Cuenta con apoyo social (familia, amigos y comunidad).
• Tiene compañía y afecto.
• Asume que tiene un proyecto de vida que cumplir.
• Es independiente o autovalente.
• Tiene seguridad económica y vivienda.
• Tiene fe.
• Mantiene una actitud positiva hacia la muerte.
Los actores llamados a participar en la construcción de un envejecimiento saludable
son el Estado, la sociedad, la familia y la persona durante las diversas etapas de su
vida.
Este proceso impone enormes desafíos y retos pero también enormes
oportunidades. Por ello, el Estado debe integrar el proceso de envejecimiento en el
contexto más amplio del desarrollo social y económico, y atender la situación de las
personas adultas mayores desde la perspectiva de toda la duración de la vida, donde
los estilos de vida que favorecen un envejecimiento sano, se forman en etapas
tempranas, para construir y alcanzar una futura “sociedad para todas las edades”
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26. Manual de Información para Profesionales
con longevos sanos, activos y productivos. Asimismo, una estrategia principal es el
contar con un enfoque educativo que considere a la persona adulta mayor como
protagonista de su propia historia y crecimiento, estimulando una actitud creativa,
constructiva, favorable al cambio y futurista, partiendo de la premisa de que la persona
construye la vejez que desea. Esto también involucra a la familia y la comunidad en
la tarea de promover y apoyar a las personas adultas mayores en convertirse en su
propio agente de Autocuidado.
IV. EVALUACIÓN
• Definir envejecimiento
• ¿Cuáles son las características del envejecimiento?
• ¿Cuáles son los cambios biopsicosociales del envejecimiento?
• ¿Cuáles son las características del envejecimiento saludable?
V. BIBLIOGRAFÍA
1. BRAVO, G. 1998. “Fisiología del envejecimiento: envejecimiento fisiológico y patológico”. En: P. DURANTE y
P. PEDRO. Terapia ocupacional en geriatrías principios y prácticas. Barcelona: Ed. Masson, pp.
51-57.
2. BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO. 2001. Programa para el Envejecimiento Digno, Activo, Productivo y
Saludable. Lima.
3. DE VICTORIA, Y. 2000. «No podemos dar la espalda al proceso de desarrollo: envejecemos diariamente».
Gerontoguía: 1(3) 11-12 (Santiago de Cali).
4. KASCHAK, D. y D. JAKOVAC. 1994. Planes de cuidados de geriatría. Barcelona: Ed. Mosby Doyma Libros, pp.
13–25.
5. LONG, B. y W. PHILLPPS 1998. Enfermería médico quirúrgica. 3a ed., Nueva York: Ed. Interamericana Mc
Graw-Hill. pp. 55-57.
6. LITVAK, J. 1989. «Determinantes de un envejecimiento sano». Cuad. Med. Moc.: XXX, (3): 71-78.
7. MAESTRE, F. 2002. Era Tabú. El adulto mayor. Lima: Ed. Santillana, pp. 61-62.
8. ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 1993. Enfermería gerontológica.
Conceptos para la práctica. Madrid: pp. 13-15.
9. 1998. Envejecimiento y salud: un cambio de paradigma. 25a Conferencia Sanitaria Panamericana.
DC:OPS. Washington: pp. 1-12.
10. 1999. El envejecimiento. Cómo superar mitos. Washington: OPS.
11. PAPALIA, D. y E. WENDKOS, 1997. Psicología del Desarrollo. 5a ed. Santa Fe de Bogotá: Ed. Mc Graw-Hill
Interamericana.
12. PROMUDEH. GERENCIA DE DESARROLLO HUMANO. 2002. Plan Nacional para las Personas Adultas Mayores
2002- 2006. Lima: 3–4.
13. RODRÍGUEZ, R., J. MORALES, J. ENCINAS, Z. TRUJILLO y C. DHYVERC (comp). 2000. Geriatría. México: Ed. Mc Graw-
Hill Interamericana
14. SLOANE, P. 1995. «El envejecimiento normal». En: R. HAM y P. SLOANE, Atención primaria en geriatría.
Madrid: Ed. Doyma, pp. 21-29.
15. VILLANUEVA BENITES, M. 2001. Envejecimiento: historia y mitos, teorias, fragilidad, dependencia y actitud
Facultad de Enfermería. Iquitos: Universidad Nacional de la Amazonía Peruana, pp. 2-3
16. YAGUAS, SANCHO Y LETURIA. 1998. «Aspectos psicológicos del envejecimiento». En: P. DURANTE y P. PEDRO,
Terapia ocupacional en geriatría; principios y prácticas. Barcelona: Ed. Masson, pp. 59-66.
31
28. Manual de Información para Profesionales
MÓDULO II
PROMOCIÓN DE LA SALUD Y EL AUTOCUIDADO
I. INTRODUCCIÓN
“La salud continúa siendo en el presente siglo un objetivo prioritario para la
Organización Mundial de la Salud y para los sistemas nacionales de la mayoría de
los países del mundo, y enfatiza que una buena salud es el mejor recurso para el
progreso personal, económico y social; y una dimensión importante de calidad de
vida” 1 . Así mismo, en sus recomendaciones a los gobiernos respecto del
mejoramiento de las condiciones de vida considera que la atención primaria es la
mejor estrategia para lograr la salud y bienestar de la población; principalmente
enfatizando la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad.
En la carta de Ottawa de 1986 “La salud se percibe no como un objetivo sino como
una fuente de riqueza de la vida cotidiana que es el resultado del autocuidado, el
cuidado a los demás, la capacidad de tomar decisiones y controlar la propia vida y
de asegurar que la sociedad en que uno vive ofrezca a todos sus miembros la
posibilidad de gozar de una buena salud”.
Es necesario mencionar que uno de los objetivos de la Organización Mundial de la
Salud es motivar a las personas para que tengan como meta ser saludables, sepan
cómo mantenerse sanas, realicen cuanto esté a su alcance, sea en forma individual
o colectiva, para mantener la salud y busquen ayuda cuando sea necesario. En este
planteamiento, el autocuidado se convierte en la principal estrategia para lograr
dichos objetivos.
El autocuidado es el medio que fomenta al máximo el que las personas asuman la
responsabilidad de su propio cuidado para alcanzar y mantener un estado adecuado
de salud y bienestar. En este sentido, el equipo de salud juega un papel muy
importante como facilitador del aprendizaje y, mediante la divulgación de los
conceptos básicos del cuidado de la salud, lograr que la persona sea autovalente
en el estos aspectos.
1
COPPARD, L. 1985. «La autoatención de la salud y los ancianos». En: OPS/OMS. Hacia el bienestar de los ancianos.
Washington: DC: OPS, Publicación científica, 492.
35
29. Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
II. OBJETIVO
Reconocer y comprender la importancia del autocuidado como estrategia orientada
al desarrollo de aptitudes personales y de la adquisición de habilidades y
conocimientos que permitan adoptar conductas que promuevan un envejecimiento
saludable, tomando en cuenta las individualidades, necesidades y potencialidades
de las personas adultas mayores.
III. CONTENIDO
• Promoción de la salud
• ¿Qué es autocuidado? Componentes. Objetivos.
• Importancia del autocuidado en los adultos mayores.
• Autocuidado y aprendizaje en los adultos mayores.
PROMOCIÓN DE LA SALUD
Cuando hablamos de la salud y bienestar de la población no podemos desconocer
que los servicios de salud no han conseguido llegar a quienes han estado alejados
de ellos y que por consiguiente, las posibilidades de mejorar la condición humana
son grandes y urgentes.
La Organización Mundial de la Salud declara que la salud es “un estado de completo
bienestar físico, mental y social y no simplemente la ausencia de enfermedad”.
Armonizando con esta nueva concepción de salud, Ebersole y Hess definen que,
para la persona de edad avanzada, “bienestar es el balance entre sus entornos
internos y externos y sus procesos emocionales, espirituales, sociales-culturales y
físicos, que le permitan estar en su nivel óptimo de funcionamiento y lograr una
existencia buena y satisfactoria”2.
En la declaración de Alma Ata (Mongolia) la OMS reitera que “La salud es un derecho
fundamental’. Establece la responsabilidad del Estado y señala que la atención
primaria es la estrategia para alcanzar esa meta. Así mismo, en la Carta de Ottawa,
emanada de la Primera Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud en
1986, señala que “la promoción de la salud consiste en proporcionar a los pueblos
los medios necesarios para mejorar la salud y ejercer mayor control de la misma y
que para alcanzar el estado adecuado de bienestar físico, mental y social un individuo
o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones, de satisfacer sus
necesidades y de cambiar y adaptarse al medio ambiente con un espíritu de
autorresponsabilidad y autodeterminación”.
Por otro lado, Jake Epp, sintetiza que la promoción de la salud se consigue a través
de tres mecanismos:
2
ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 1993. Enfermería gerontológica. Conceptos para
la práctica. Washington: OPS/OMS.
36
30. Manual de Información para Profesionales
• Autocuidado, decisiones y acciones que el individuo toma en beneficio de su
propia salud.
• Ayuda mutua o acciones que las personas realizan para ayudarse unas a otras.
• Entornos sanos o creación de las condiciones que favorecen la salud.
Por ello, se puede considerar que la promoción de la salud es la mejor alternativa
para crear un futuro saludable, y en ese sentido el Autocuidado como concepto
educativo es la estrategia de elección para lograrlo.
¿QUÉ ES AUTOCUIDADO?
Varias definiciones se han dado sobre lo que es autocuidado. Como resumen de
ellas, podemos considerar: que autocuidado es asumir voluntariamente la
responsabilidad sobre el cuidado de su propia salud.
Según Coppard, el autocuidado comprende todas las acciones y decisiones que
toma una persona dirigidas a mantener y mejorar la salud para prevenir, diagnosticar
y tratar su enfermedad; y las decisiones de utilizar los sistemas de apoyo formales e
informales de salud.
Orem, en su teoría de enfermería sobre autocuidado, lo define como “la práctica de
actividades que una persona inicia y realiza por su propia voluntad para mantener la
vida, la salud y el bienestar”. Afirma, que el autocuidado es una conducta que se
aprende y surge de combinaciones de experiencias cognitivas y sociales.
Así, Orem y Coppard, comparten el criterio de que una persona puede convertirse
por sí misma, o con ayuda de otros, en su propio agente de autocuidado.
Las concepciones mencionadas sobre el autocuidado deben tomar en cuenta las
necesidades y potencialidades de hombres y mujeres. Se deben considerar las
siguientes actividades:
• Promoción y fomento de la salud a través de la práctica de estilos de vida
saludables.
• Prevención de la enfermedad a través del control y disminución de factores de
riesgo.
• Mantenimiento, recuperación de la salud y rehabilitación.
• También incluye conductas de carácter social, afectivo, psicológico y otras, que
promuevan la satisfacción de las necesidades básicas del hombre y mujer como
ser holístico.
Por lo tanto, cuando hablamos del adulto mayor este abordaje exige que el trabajo
se organice en equipo, como bien lo señala Busse cuando afirma que el autocuidado
y la gerontología se basan en enfoques multidisciplinarios y que el equipo de salud,
en razón de su preparación y responsabilidad profesional, está llamado a convertirse
en agente facilitador de ese proceso. El adulto mayor no debe ser sólo un destinatario
pasivo de los servicios de salud, sino que debe convertirse en un elemento
participativo. Así lo afirmó Halfdan Mahler, ex director general de la OMS: “es
37
31. Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
necesario tener en cuenta que todo aumento significativo en el bienestar físico,
mental o social depende en gran medida de la determinación del individuo y de la
comunidad de ocuparse de sí mismo”. Así mismo, el autocuidado no es sólo una
función de los profesionales sino que involucra al adulto mayor, a la familia, a los
vecinos, a los grupos voluntarios y a la comunidad en general.
COMPONENTES DEL AUTOCUIDADO
Se reconoce como componentes básicos del autocuidado a la autoestima, el
autoconcepto y la autodeterminación.
La autoestima es la valoración que tiene la persona de sí misma. Siendo necesario
para un autocuidado adecuado que la persona tenga una autovaloración positiva.
El autoconcepto es el conjunto de pensamientos, ideas, creencias, opiniones y
percepciones respecto de nosotros mismos en base a la autoobservación o
autoconocimiento de cada persona de sus componentes orgánico, psicológico,
social y espiritual. Es importante, por ello, que la persona tenga un autoconcepto
positivo para favorecer su autocuidado.
La autodeterminación es la toma de decisiones a nivel personal en todos los
aspectos de la vida de la persona. Abarca el cumplimiento de metas en las múltiples
esferas del ser humano partiendo del autoanálisis y autoafirmación, y promueve su
transformación y desarrollo personal a partir del disfrute de su condición humana.
OBJETIVOS DEL AUTOCUIDADO
Los programas de autocuidado tienen por objetivo ayudar a las personas a:
• Aceptar la responsabilidad por su propio cuidado.
• Realizar acciones tendientes a prevenir enfermedades y a promover la salud.
• Aprender destrezas y habilidades para observar, descubrir y manejar
enfermedades comunes, lesiones y urgencias.
• Controlar las enfermedades crónicas y la rehabilitación.
• Aprender a usar los recursos de salud y sociales en forma adecuada.
• Por tanto, la mayoría de estas habilidades son relativamente fáciles de enseñar
y aprender, con pocos riesgos de que se produzcan consecuencias indeseables.
IMPORTANCIA DEL AUTOCUIDADO EN LOS ADULTOS MAYORES
Se ha demostrado que los programas de autocuidado han conseguido en los adultos
mayores:
• Mantener la capacidad funcional (biopsicosocial) del adulto mayor y prevenir
algunas enfermedades.
• Hacer menos grave la enfermedad o discapacidad.
• Mejorar la interacción entre las personas mayores y los sistemas de servicios
sociales y de salud por medio de la difusión de más y mejor información.
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32. Manual de Información para Profesionales
Se hace necesario destacar que el fundamento del autocuidado es un compromiso,
pues expresa un acto de reafirmación, al manifestar el individuo su necesidad de
actuar ante una situación reconocida de valor personal o social.
Se reconoce al autocuidado como elemento que promueve el desarrollo humano
integral. Propicia la independencia expresada en el protagonismo real de las
personas de su propio destino en los distintos espacios de su vida.
Esto nos indica lo útil que resulta para los familiares y equipo de salud trabajar para
consolidar el compromiso de los adultos mayores, con el autocuidado de su salud.
Se revela necesario tanto en la promoción de la salud, como en la prevención, cura
y rehabilitación de las enfermedades, alcanzando la máxima independencia funcional
y autonomía posible.
AUTOCUIDADO Y APRENDIZAJE EN LOS ADULTOS MAYORES
El aprendizaje y el autocuidado son dos actividades estrechamente vinculadas. El
proceso educativo se convierte en el elemento básico e indispensable para el
desarrollo de potencialidades de las personas en el cuidado de su salud. Así mismo,
la responsabilidad profesional frente a la Educación para el Autocuidado (EPA)
varía según las etapas del proceso salud-enfermedad; pero, en cualquier etapa en
que se haga efectiva la educación para el autocuidado, ésta siempre tendrá como
objetivo lograr en el menor tiempo posible la independencia de la persona para
satisfacer sus necesidades básicas.
La salud pública y las políticas sociales y de salud deben reconocer cuáles son los
factores que determinan el estilo de vida de las personas, cuáles son las fuerzas
que condicionan la conductas de salud y cuáles son las variables que influyen en la
difusión de los conocimientos, adquisición de actitudes y prácticas de autocuidado
en salud. Sean éstas favorables o desfavorables. Esto significa que el autocuidado
es también responsabilidad de la sociedad y el Estado, es decir, que no es solamente
responsabilidad de las personas adultas mayores.
Muchas de las conductas convenientes para la conservación de la salud se aprenden
a través de la educación informal y del modelaje. Sin embargo, cuando hablamos de
modificar conductas de salud se debe preparar a las personas, intelectual y
emocionalmente, para que adopten una actitud y conducta favorables; y esto es
posible a través de un diálogo educativo. Por ello, responsabilidad del facilitador en
salud es crear las condiciones para que ocurra este diálogo educativo, a fin de que
se cumpla la tarea de ayudar a la persona para que se estimule todas sus
potencialidades y ser capaz de asumir la responsabilidad de su propia existencia;
ejerciendo así, la libertad de optar y hacerse responsable de sus opciones. En el
proceso de aprendizaje se hace necesario recordar el Modelo Andragógico
desarrollado por Knowles para el aprendizaje de los adultos, el cual señala aspectos
fundamentales de este proceso. Este modelo se basa en los siguientes postulados:
1. La necesidad de conocer.
2. El autoconcepto del que aprende.
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33. Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
3. La experiencia del que aprende.
4. La disposición del que aprende.
5. La orientación del que aprende.
6. La motivación.
La necesidad de conocer tiene su fundamento en la razón por la cual las persona
quiere conocer y aprender. La necesidad de aprender primero es una necesidad
emocional. El autoconcepto se sostiene en la forma en que los adultos se perciben
a sí mismos (y desean ser percibidos). Se sienten personas capaces de tomar sus
propias decisiones, y de responsabilizarse de ellas y por sus vidas. La experiencia,
está dertermindana por la edad la cual aumenta la experiencia individual de vida.
Ésta es convertida en fuente de aprendizaje relevante, aun cuando en ocasiones
puede funcionar como barrera. Por su tipo de disposición los adultos se sienten
orientados a aprender lo que les resulta de utilidad, y la motivación, constituye el
elemento determinante de aprendizaje de los adultos.
Aún cuando no se discute la capacidad de aprendizaje de la persona adulta mayor,
es necesario señalar algunos otros postulados o principios de aprendizaje referidos
al proceso en esta etapa de la vida:
Las personas adultas mayores aprenden mejor cuando:
• En general, gozan de buena salud.
• Su visión y audición están en las mejores condiciones posibles y cuando el
ambiente de aprendizaje puede compensar algunas pérdidas de agudeza visual
o auditiva.
• Su autoconcepto es positivo y alta su autoestima.
• Está en un medio que provee relaciones confiables, con oportunidades para
interacciones interpersonales con el facilitador y con otros aprendices, y con
apoyo y seguridad para favorecer nuevas conductas.
• Son estimulados o motivados a un nivel óptimo a través de fuentes internas y
externas.
• No tienen estrés ni ansiedad.
• El contenido es relevante de experiencias de vida pasadas o presentes.
Otros aspectos o factores importantes en el proceso de aprendizaje es el sistema
de valores, creencias y la cultura. Uno de los modelos más conocidos y utilizados en
la educación para la salud en adultos mayores es el de creencias relativas a la salud.
Ellos adoptarán algunas conductas si creen que lo que harán será positivo para su
salud y bienestar.
También la forma de autocuidarse está influida por la edad, nivel de instrucción,
estado de salud, estado civil, roles que desempeña, entre otros. Como el
envejecimiento es individual, es muy importante tener en cuenta la autoestima, el
autoconocimiento y la autodeterminación, los cuales son considerados como
componentes básicos del autocuidado.
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34. Manual de Información para Profesionales
Este modelo andragógico ofrece al que aprende las fuentes que lo ayudan a adquirir
información, conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes por sí mismo. El
aprendiz se convierte, de esta manera, en el motor y protagonista de su propio
aprendizaje. Dentro de sus estrategias destaca lo siguiente: “Si lo oigo, lo olvido; si
lo veo, lo recuerdo; si lo hago, lo sé y si lo descubro lo uso”3 .
Incorporar a las sesiones educativas a uno o varios miembros de la familia o personas
allegadas al adulto mayor puede convertirse en una excelente fuente de apoyo y
refuerzo para las acciones que se emprendan con él, a fin de ayudarlos a convertirse
en su propio agente de autocuidado.
• El Modelo Básico Gerontológico de Aprendizaje, de Rendón y colaboradores,
plantea recomendaciones y estrategias para facilitar el proceso de aprendizaje de
la personas adultas mayores. Señalando que las funciones intelectuales no se
deterioran automáticamente con la edad. Por el contrario; el proceso de aprendizaje
puede desarrollarse en forma dinámica y fluída durante toda la existencia. No
obstante, hay que tener en cuenta variables que influyen en el proceso de aprendizaje,
tales como las alteraciones en la percepción sensorial, motivación, tiempo de
respuesta, memoria, y nivel de energía física y mental que demanda:
• Percepción sensorial. En el envejecimiento se produce un impacto importante
en los órganos de lo sentidos y el sistema nervioso que puede interferir en el proceso
de aprendizaje de los adultos mayores; por lo que en el proceso de aprendizaje se
deben incorporar estrategias de enseñanza que minimicen dichas interferencias.
Se recomienda:
En la visión:
• Eliminar superficies brillantes.
• No usar color rojo, azul, anaranjado o verde sobre papel blanco que dificultan
la apreciación; es preferible usar pizarra negra y tiza blanca.
• El personal que facilita el aprendizaje no debe colocarse de espalda a la
ventana iluminada, pues sería difícil percibirlos a causa del deslumbramiento.
En la audición:
• Utilizar tonos graves.
• No gritar ni elevar la voz
• Hablar colocándose enfrente de la persona.
• Disminuir ruidos ambientales.
• La motivación. En los adultos mayores determina en gran medida el grado de
aprendizaje; mientras más importante, significativo y aplicable sea el nuevo
conocimiento para ellos, más alta será la motivación y deseo de aprender. Por ello,
el personal o facilitador debe desarrollar las acciones necesarias para mantener un
alto nivel de interés personal.
3
MAGENZO, K. y M. CATALDO. 1992. Educación, salud y comunidad. Santiago Chile: Ed. PHE.
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35. Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
• Tiempo de respuesta. Ésta se alarga y en consecuencia necesita más tiempo
para procesar la información y producir respuesta. Por otra parte se presentan
dificultades para responder a estímulos múltiples y simultáneos. Se recomienda:
• No exigir al adulto mayor que realice tareas en un tiempo determinado, ni
apresurarlo para que las finalice.
• Reducir la cantidad de material y velocidad con que se presenta la información,
para compensar la demora en tiempo de respuesta.
• Presentar material en pequeñas unidades, para fomentar la percepción,
adquisición, codificación y almacenamiento de la información.
• La memoria. Es afectada sobre todo la de tipo reciente, lo que determina que se
debe utilizar técnicas de enseñanza específicas, que tiendan a compensar la
deficiencia. Se recomienda:
• Fraccionar la información en pequeñas unidades.
• Organizarlas con experiencias previas.
• Utilizar ejemplos y demostraciones.
• Utilizar la repetición cuantas veces sea necesario.
• Dar a cada persona el tiempo que precisa para adquirir, transformar y almacenar
la información.
Es así mismo, trascendental, el proceso de la inteligencia. La inteligencia desarrollada
producto de la experiencia de vida aumenta con el paso de los años. En cambio la
que necesita integridad neurológica y bioquímica disminuye con la edad. Es relevante
la utilización de experiencias pasadas para el aprendizaje del adulto mayor.
• El nivel de energía. Es otro aspecto determinante para el proceso de aprendizaje.
Por esta misma razón, en la sesión educativa se debe tener en cuenta el tiempo de
la misma, los medios audiovisuales y las metodologías participativas:
• El tiempo: se recomienda que las sesiones educativas no sobrepasen de 30
minutos y permitan periodos de descanso si es necesario, con el propósito de
que el adulto mayor mantenga los niveles adecuados de energía, atención y
concentración. Cuando se trata de sesiones en grupo se recomienda que los
participantes no sean más de 10, a fin de estimular la participación activa de
todos utilizando al máximo sus experiencias de vida. También estimula la
participación general el hecho de sentarse en círculo junto al trabajador de
salud.
• Los medios audiovisuales: utilizar imágenes fijas o con velocidad controlada
en lugar de películas convencionales en las que las imágenes se suceden
rápidamente. Así mismo, utilizar imágenes de personas mayores, ya que de
esa manera se produce con más facilidad la identificación con el modelo. Si
se aplica medios escritos que sea letra grande y de tipo imprenta (o, por lo
menos, en caracteres tipográficos).
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