Este libro contiene los siguientes tres escritos completos:I. EL DERECHO A IGNORAR EL ESTADO, de Herbert Spencer;II.EL COMUNISMO ANARQUISTA, del Príncipe Pyotr Alexeyevich Kropotkin, yIII.LA CONQUISTA DEL PAN, del Príncipe Pyotr Alexeyevich KropotkinEstos tres escritos son muy importantes del marco de referencia socialista, social, del comunismo y el anarquismo como alternativas de estructura política y económica. Considerando los eventos recientes en Venezuela, junto con las constantes provocaciones de los gringos contra países a los que les quieren robar las riquezas, hoy más que nunca nos conviene estar bien informados para que tomemos las decisiones correctos para conservar el futuro de nuestros descendientes, la supervivencia de la humanidad y el planeta en el que vivimos. Ya no podemos seguir viviendo como ganado al matadero. Este libro presenta bases sólidas sobre las cuales tomar decisiones con el razocinio, no motivados por la propaganda que va contra nuestros intereses.
Herbert spencer el derecho a ignorar al estadoDaniel Diaz
1) Herbert Spencer argumenta que cada individuo tiene el derecho a ignorar al Estado y negarse a pagar impuestos, ya que nadie puede ser obligado a formar parte de una asociación política sin su consentimiento.
2) Spencer afirma que el Estado es inherentemente inmoral porque depende de la coerción y la violencia para existir y funcionar.
3) Finalmente, Spencer concluye que aunque se reconozca el derecho a ignorar al Estado, los actos del gobierno siempre serán criminales en esencia debido a que involucran imponer la volunt
Locke creía que el conocimiento se basa en la experiencia y que la mente humana es una tabla rasa. En política, defendió los derechos naturales de los hombres y la división del poder político entre representantes electos y el pueblo. En su obra "Dos tratados sobre el gobierno civil", argumentó que los gobernantes absolutos colocan a los súbditos en un estado de naturaleza sin leyes, y que el pueblo puede derrocar a aquellos que no cumplen con las leyes.
Estado y democracia en la república argentinamojarraloca
El documento describe la democracia y el estado en la República Argentina. Explica que la democracia implica el gobierno del pueblo a través de elecciones libres y justas. También define al estado como la nación organizada. Luego resume los pilares de la democracia en Argentina según la Constitución Nacional, incluyendo derechos políticos, partidos políticos y participación ciudadana. Finalmente, analiza los desafíos continuos para fortalecer la democracia y el estado en el país a través de reformas y suces
En 3 oraciones:
El documento discute cómo la ley se ha pervertido de su propósito original de proteger los derechos individuales y ha sido utilizada para favorecer los intereses egoístas de ciertas clases. Explica que esto ocurre debido a la tendencia natural del ser humano a vivir a expensas de otros cuando es posible, y cómo los que dictan la ley tienden a hacerla beneficiar sus propios intereses. Finalmente, señala que cuando la expoliación está organizada legalmente, las víctimas inevitablemente reaccionarán
El documento discute las diferencias entre legalidad y legitimidad. Explica que la legalidad se refiere a las leyes dictadas por la autoridad, mientras que la legitimidad depende de la ética individual. También analiza las etapas de desarrollo moral de Kohlberg y argumenta que las leyes solo son desobedecidas por personas estancadas en la etapa convencional que obedecen las leyes solo para evitar sanciones.
El documento presenta varios textos relacionados con la Revolución Francesa que muestran la evolución del pensamiento político hacia más libertad e igualdad. Algunos textos defienden el poder absoluto del monarca mientras que otros apoyan los derechos naturales del pueblo y la soberanía nacional. Los cuadernos de quejas pedían la abolición de los privilegios y los impuestos sin consentimiento nacional.
El documento resume el libro "Dos ensayos sobre el gobierno civil" de John Locke. Locke propuso que los individuos renuncian a su libertad absoluta en el estado de naturaleza para formar una sociedad civil gobernada por un estado legítimo. El estado debe proteger los derechos de propiedad, vida y felicidad de los ciudadanos, y su autoridad depende del consentimiento popular. Locke también abogó por la separación de poderes y el derecho a la resistencia contra la tiranía.
Este documento presenta la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, un documento fundamental de la Revolución Francesa que establece los derechos naturales, inalienables y sagrados del hombre. Proclama principios como que la soberanía reside en la nación, que la ley sólo puede prohibir acciones perjudiciales para la sociedad, y que no hay constitución si no hay garantía de derechos ni separación de poderes. Representó un cambio profundo de la monarquía absolutista de Luis XIV a un modelo basado en
Herbert spencer el derecho a ignorar al estadoDaniel Diaz
1) Herbert Spencer argumenta que cada individuo tiene el derecho a ignorar al Estado y negarse a pagar impuestos, ya que nadie puede ser obligado a formar parte de una asociación política sin su consentimiento.
2) Spencer afirma que el Estado es inherentemente inmoral porque depende de la coerción y la violencia para existir y funcionar.
3) Finalmente, Spencer concluye que aunque se reconozca el derecho a ignorar al Estado, los actos del gobierno siempre serán criminales en esencia debido a que involucran imponer la volunt
Locke creía que el conocimiento se basa en la experiencia y que la mente humana es una tabla rasa. En política, defendió los derechos naturales de los hombres y la división del poder político entre representantes electos y el pueblo. En su obra "Dos tratados sobre el gobierno civil", argumentó que los gobernantes absolutos colocan a los súbditos en un estado de naturaleza sin leyes, y que el pueblo puede derrocar a aquellos que no cumplen con las leyes.
Estado y democracia en la república argentinamojarraloca
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En 3 oraciones:
El documento discute cómo la ley se ha pervertido de su propósito original de proteger los derechos individuales y ha sido utilizada para favorecer los intereses egoístas de ciertas clases. Explica que esto ocurre debido a la tendencia natural del ser humano a vivir a expensas de otros cuando es posible, y cómo los que dictan la ley tienden a hacerla beneficiar sus propios intereses. Finalmente, señala que cuando la expoliación está organizada legalmente, las víctimas inevitablemente reaccionarán
El documento discute las diferencias entre legalidad y legitimidad. Explica que la legalidad se refiere a las leyes dictadas por la autoridad, mientras que la legitimidad depende de la ética individual. También analiza las etapas de desarrollo moral de Kohlberg y argumenta que las leyes solo son desobedecidas por personas estancadas en la etapa convencional que obedecen las leyes solo para evitar sanciones.
El documento presenta varios textos relacionados con la Revolución Francesa que muestran la evolución del pensamiento político hacia más libertad e igualdad. Algunos textos defienden el poder absoluto del monarca mientras que otros apoyan los derechos naturales del pueblo y la soberanía nacional. Los cuadernos de quejas pedían la abolición de los privilegios y los impuestos sin consentimiento nacional.
El documento resume el libro "Dos ensayos sobre el gobierno civil" de John Locke. Locke propuso que los individuos renuncian a su libertad absoluta en el estado de naturaleza para formar una sociedad civil gobernada por un estado legítimo. El estado debe proteger los derechos de propiedad, vida y felicidad de los ciudadanos, y su autoridad depende del consentimiento popular. Locke también abogó por la separación de poderes y el derecho a la resistencia contra la tiranía.
Este documento presenta la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, un documento fundamental de la Revolución Francesa que establece los derechos naturales, inalienables y sagrados del hombre. Proclama principios como que la soberanía reside en la nación, que la ley sólo puede prohibir acciones perjudiciales para la sociedad, y que no hay constitución si no hay garantía de derechos ni separación de poderes. Representó un cambio profundo de la monarquía absolutista de Luis XIV a un modelo basado en
La constitución establece las bases para el gobierno garantizando los derechos y libertades del pueblo. Define las relaciones entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, y es la norma suprema. La constitución puede definirse formalmente como el conjunto de reglas fundamentales que rigen el ejercicio del poder estatal y materialmente como el proceso de adopción. El estado debe brindar acceso al proceso a todas las personas para proteger efectivamente sus derechos, aunque a veces estos son violados e infringidos.
Este documento resume varios capítulos del libro I del Contrato Social de Rousseau. En el Capítulo I, Rousseau plantea que el hombre nació libre pero ahora se encuentra encadenado, y busca explicar cómo se produjo este cambio. En el Capítulo III, critica la idea del "derecho del más fuerte". En el Capítulo VI, introduce la idea del pacto social como solución al problema planteado. Finalmente, los Capítulos VII y VIII discuten la soberanía del pueblo y el cambio del estado natural al estado civil.
El documento resume los conceptos clave del libro El Contrato Social de Jean-Jacques Rousseau. En particular, describe el pacto social como el acuerdo tácito entre los individuos para formar una sociedad civil y someterse a la voluntad general. Esto crea un cuerpo político con una soberanía indivisible e inalienable que representa el interés común sobre los intereses particulares. El pacto social garantiza la libertad y derechos de los ciudadanos siempre que se sometan a la ley de la voluntad general.
La constitución establece las bases para el gobierno garantizando los derechos y libertades de los ciudadanos. Define las relaciones entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial y sus límites. La constitución puede definirse formalmente como el conjunto de reglas fundamentales que rigen el ejercicio del poder estatal o materialmente como el proceso de adopción. El estado debe brindar acceso al proceso a todas las personas para proteger efectivamente sus derechos aunque a veces estos son violados.
Los documentos describen el estado de derecho y la democracia constitucional. El estado de derecho garantiza el imperio de las leyes y los derechos humanos, y la democracia constitucional distribuye el poder político entre instituciones y somete a los gobernantes al control de los ciudadanos a través de la constitución.
El documento habla sobre el estado de derecho y la democracia constitucional. Explica que el estado tiene el deber de proteger el bien común y los derechos humanos, y que en un estado de derecho democrático el poder está separado y sujeto al control de las leyes y la constitución para evitar abusos.
El documento trata sobre las relaciones entre el derecho y el poder. Explica que el derecho y el poder siempre estarán ligados, por lo que es importante delimitar sus funciones para evitar vulneraciones. También analiza la relación entre el derecho y la democracia, señalando que para que haya democracia se requiere de elecciones libres, derechos humanos y división de poderes. Asimismo, discute que la legitimidad de un gobierno depende de que sus actos ganen la aceptación interna de la población a lo largo del
El documento describe los principios fundamentales del estado de derecho, incluyendo que el poder del estado está subordinado al orden jurídico y la constitución, que garantiza la seguridad jurídica y los derechos humanos. Surge en oposición al absolutismo para limitar el poder del gobernante y someterlo a la ley.
El documento describe los elementos que conforman el poder público en una sociedad, incluyendo la dominación, competencia y legitimidad. Explica que el poder público se divide en tres ramas: legislativa, ejecutiva y judicial. Cada rama tiene funciones específicas designadas para garantizar el buen funcionamiento del Estado y proteger los derechos de los ciudadanos.
El documento define el estado colombiano como una república unitaria descentralizada con separación de poderes. Describe los derechos fundamentales garantizados a las personas naturales y jurídicas según la constitución colombiana. Explica que el estado colombiano está organizado en tres ramas de poder público - legislativa, ejecutiva y judicial - y varios organismos autónomos.
Taller sobre desobediencia y accion directa (dossier)Carlos Vidal Ojea
Este documento proporciona definiciones y reflexiones sobre desobediencia civil y acción directa no violenta. Explica que la desobediencia civil implica actos de desobediencia a la ley motivados por convicciones morales o de justicia, y la aceptación voluntaria de las consecuencias legales. También describe varios requisitos de la desobediencia civil como que sea pública, pacífica y comprometida con los principios democráticos, con el objetivo de promover cambios legales que mejoren la sociedad de forma no violenta
Este documento resume los primeros capítulos del libro "El contrato social" de Rousseau. En el Capítulo I, Rousseau plantea que a pesar de que los hombres nacen libres, en todas partes se encuentran encadenados y sometidos a otros. En el Capítulo II, describe que la primera sociedad natural es la familia, pero que una vez que los hijos alcanzan la madurez y no dependen más del padre, recuperan su independencia. En el Capítulo III, argumenta que la fuerza no constituye un derecho legítimo y que las personas sólo
El Federalista X - Alexander Hamilton, Santiago Madison y John Jay (texto word,Cybernautic.
Este documento analiza las causas y efectos del espíritu de partido en las democracias. Indica que las causas del espíritu de partido se derivan de la naturaleza humana y son imposibles de eliminar. Sin embargo, una república con representación puede mitigar sus efectos al ampliar y filtrar la opinión pública a través de representantes elegidos, y al hacer más difícil la coordinación de una mayoría facciosa debido al tamaño más grande de la república.
Este breve artículo desarrolla el concepto de critarquía, sistema policéntrico donde juega un rol fundamental la igualdad ante la ley basada en los derechos naturales y la provisión competitiva de servicios de justicia y aplicación de la ley. De manera sencilla, el autor nos introduce a esta forma de orden político, completamente opuesto a las formas de poder actuales como el Estado moderno, dejándose en claro las diferencias entre el centralismo contra el pluralismo, la libertad contra la coacción institucional, el derecho natural frente a la legislación. Esta lectura es especialmente recomendada a aquellos que quieren indagar sobre antecedentes históricos de sociedades libres y prósperas, factor fundamental a la hora de reconstruir posibles alternativas al statu quo.
El documento trata sobre la soberanía. Explica las teorías de autores como Jean Bodin, Thomas Hobbes y J.J. Rousseau sobre el origen del estado moderno y la soberanía. También analiza las nociones de soberanía nacional y popular. Por último, contrasta teorías que no reconocían límites a la soberanía estatal con las de John Locke que sí reconocían ciertos derechos humanos como límite al poder del estado.
El documento discute la situación política en Venezuela y las acciones que se pueden tomar. Argumenta que exigir respaldo constante a la Asamblea Nacional ha fallado repetidamente y que la única salida es una intervención militar internacional junto con fuerzas rebeldes nacionales para derrocar al régimen comunista, el cual solo se ha fortalecido a través de los años. También señala que el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio es el único órgano legítimo reconocido y que debe nombrar un gobierno de transición.
El documento discute la situación política en Venezuela y las acciones que se pueden tomar. Argumenta que exigir respaldo constante a la Asamblea Nacional ha fallado repetidamente y que la única salida es una intervención militar internacional junto con fuerzas rebeldes nacionales para derrocar al régimen comunista, el cual solo se ha fortalecido a través de los años. También señala que el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio es el único órgano legítimo reconocido y que debe nombrar un gobierno de transición.
Individuos privados de la libertad por orden judicial y violación de los dere...Joaquín Carreón
El documento discute los derechos humanos de las personas privadas de libertad y las violaciones a esos derechos en los centros penitenciarios de México. Argumenta que aunque las personas hayan cometido delitos, siguen siendo seres humanos con derechos fundamentales. Sin embargo, las condiciones en muchas prisiones mexicanas niegan esos derechos y tratan a los reclusos como animales en lugar de personas. El Estado mexicano ha fallado en su deber de proteger los derechos de todos los ciudadanos, incluso los encarcelados.
El documento discute la situación política en Venezuela y las acciones que podrían tomarse. Argumenta que exigir respaldo constante a la Asamblea Nacional ha fallado repetidamente y que es necesaria una intervención militar internacional para derrocar al régimen comunista. También señala que el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio es el único órgano legítimo del poder público reconocido a nivel internacional.
El documento discute la situación política en Venezuela y las acciones que podrían tomarse. Argumenta que exigir respaldo constante a la Asamblea Nacional ha fallado repetidamente y que es necesaria una intervención militar internacional para derrocar al régimen comunista. También señala que el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio es el único órgano legítimo del poder público reconocido a nivel internacional.
La ciencia es el producto cultural más sofisticado de la evolución natural, una actividad cognitiva propia de los seres vivos inteligentes más desarrollados, los seres humanos con curiosidad intelectual que se plantean interrogantes acerca de la realidad. La ciencia es posible gracias a las capacidades de observación y raciocinio de la inteligencia humana. La ciencia es conocimiento producto de la investigación científica, de la búsqueda atenta, del análisis intelectual, de la observación, de la experimentación, de la reflexión racional, de la lógica, de la inteligencia, de la creatividad. La ciencia se expande mediante descubrimientos científicos.
La Contrarrevolución de la Ciencia - Friedrich von HayekAcracia Ancap
Los ensayos que integran el presente volumen fueron escritos originariamente por el autor en los años 1944, 1945 y 1951, y aparecieron en las revistas Económica y Measure. En 1952 se publicaron como libro por The Free Press (y, posteriormente, en 1979, por Liberty Fund). En ellos, se desarrollan algunas ideas clave de metodología y filosofía social que Hayek, con admirable coherencia, desarrollaría en libros posteriores, especialmente en Derecho, legislación y libertad y La fatal arrogancia. Así, la posición central del individualismo metodológico, la idea de evolución en la formación de las instituciones sociales, su concepción de la naturaleza de las ciencias sociales, cuyo objeto específico son las consecuencias no intencionadas de acciones humanas intencionadas, la relación entre las ciencias sociales y las ciencias de la naturaleza, la crítica del cientismo, que posteriormente calificaría de racionalismo constructivista (en oposición al racionalismo crítico defendido particularmente por Karl Popper), con su «mentalidad ingenieril» y el consiguiente «abuso de la razón», consistente en buscar la solución a los problemas sociales con el mismo espíritu con que se afronta la construcción de un puente o de una central eléctrica. Es ésta una tradición que, desde Saint -Simon, Comte y L´École Polytechnique (tan íntimamente ligada al nacimiento del socialismo), se ha mantenido con persistente influencia y en la que tan eficazmente se han inspirado muchas de las concepciones totalitarias del último siglo y medio.
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La constitución establece las bases para el gobierno garantizando los derechos y libertades del pueblo. Define las relaciones entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, y es la norma suprema. La constitución puede definirse formalmente como el conjunto de reglas fundamentales que rigen el ejercicio del poder estatal y materialmente como el proceso de adopción. El estado debe brindar acceso al proceso a todas las personas para proteger efectivamente sus derechos, aunque a veces estos son violados e infringidos.
Este documento resume varios capítulos del libro I del Contrato Social de Rousseau. En el Capítulo I, Rousseau plantea que el hombre nació libre pero ahora se encuentra encadenado, y busca explicar cómo se produjo este cambio. En el Capítulo III, critica la idea del "derecho del más fuerte". En el Capítulo VI, introduce la idea del pacto social como solución al problema planteado. Finalmente, los Capítulos VII y VIII discuten la soberanía del pueblo y el cambio del estado natural al estado civil.
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La constitución establece las bases para el gobierno garantizando los derechos y libertades de los ciudadanos. Define las relaciones entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial y sus límites. La constitución puede definirse formalmente como el conjunto de reglas fundamentales que rigen el ejercicio del poder estatal o materialmente como el proceso de adopción. El estado debe brindar acceso al proceso a todas las personas para proteger efectivamente sus derechos aunque a veces estos son violados.
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El documento describe los principios fundamentales del estado de derecho, incluyendo que el poder del estado está subordinado al orden jurídico y la constitución, que garantiza la seguridad jurídica y los derechos humanos. Surge en oposición al absolutismo para limitar el poder del gobernante y someterlo a la ley.
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El documento define el estado colombiano como una república unitaria descentralizada con separación de poderes. Describe los derechos fundamentales garantizados a las personas naturales y jurídicas según la constitución colombiana. Explica que el estado colombiano está organizado en tres ramas de poder público - legislativa, ejecutiva y judicial - y varios organismos autónomos.
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Este documento proporciona definiciones y reflexiones sobre desobediencia civil y acción directa no violenta. Explica que la desobediencia civil implica actos de desobediencia a la ley motivados por convicciones morales o de justicia, y la aceptación voluntaria de las consecuencias legales. También describe varios requisitos de la desobediencia civil como que sea pública, pacífica y comprometida con los principios democráticos, con el objetivo de promover cambios legales que mejoren la sociedad de forma no violenta
Este documento resume los primeros capítulos del libro "El contrato social" de Rousseau. En el Capítulo I, Rousseau plantea que a pesar de que los hombres nacen libres, en todas partes se encuentran encadenados y sometidos a otros. En el Capítulo II, describe que la primera sociedad natural es la familia, pero que una vez que los hijos alcanzan la madurez y no dependen más del padre, recuperan su independencia. En el Capítulo III, argumenta que la fuerza no constituye un derecho legítimo y que las personas sólo
El Federalista X - Alexander Hamilton, Santiago Madison y John Jay (texto word,Cybernautic.
Este documento analiza las causas y efectos del espíritu de partido en las democracias. Indica que las causas del espíritu de partido se derivan de la naturaleza humana y son imposibles de eliminar. Sin embargo, una república con representación puede mitigar sus efectos al ampliar y filtrar la opinión pública a través de representantes elegidos, y al hacer más difícil la coordinación de una mayoría facciosa debido al tamaño más grande de la república.
Este breve artículo desarrolla el concepto de critarquía, sistema policéntrico donde juega un rol fundamental la igualdad ante la ley basada en los derechos naturales y la provisión competitiva de servicios de justicia y aplicación de la ley. De manera sencilla, el autor nos introduce a esta forma de orden político, completamente opuesto a las formas de poder actuales como el Estado moderno, dejándose en claro las diferencias entre el centralismo contra el pluralismo, la libertad contra la coacción institucional, el derecho natural frente a la legislación. Esta lectura es especialmente recomendada a aquellos que quieren indagar sobre antecedentes históricos de sociedades libres y prósperas, factor fundamental a la hora de reconstruir posibles alternativas al statu quo.
El documento trata sobre la soberanía. Explica las teorías de autores como Jean Bodin, Thomas Hobbes y J.J. Rousseau sobre el origen del estado moderno y la soberanía. También analiza las nociones de soberanía nacional y popular. Por último, contrasta teorías que no reconocían límites a la soberanía estatal con las de John Locke que sí reconocían ciertos derechos humanos como límite al poder del estado.
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El documento discute la situación política en Venezuela y las acciones que se pueden tomar. Argumenta que exigir respaldo constante a la Asamblea Nacional ha fallado repetidamente y que la única salida es una intervención militar internacional junto con fuerzas rebeldes nacionales para derrocar al régimen comunista, el cual solo se ha fortalecido a través de los años. También señala que el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio es el único órgano legítimo reconocido y que debe nombrar un gobierno de transición.
Individuos privados de la libertad por orden judicial y violación de los dere...Joaquín Carreón
El documento discute los derechos humanos de las personas privadas de libertad y las violaciones a esos derechos en los centros penitenciarios de México. Argumenta que aunque las personas hayan cometido delitos, siguen siendo seres humanos con derechos fundamentales. Sin embargo, las condiciones en muchas prisiones mexicanas niegan esos derechos y tratan a los reclusos como animales en lugar de personas. El Estado mexicano ha fallado en su deber de proteger los derechos de todos los ciudadanos, incluso los encarcelados.
El documento discute la situación política en Venezuela y las acciones que podrían tomarse. Argumenta que exigir respaldo constante a la Asamblea Nacional ha fallado repetidamente y que es necesaria una intervención militar internacional para derrocar al régimen comunista. También señala que el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio es el único órgano legítimo del poder público reconocido a nivel internacional.
El documento discute la situación política en Venezuela y las acciones que podrían tomarse. Argumenta que exigir respaldo constante a la Asamblea Nacional ha fallado repetidamente y que es necesaria una intervención militar internacional para derrocar al régimen comunista. También señala que el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio es el único órgano legítimo del poder público reconocido a nivel internacional.
Ähnlich wie El Derecho a Ignorar al Estado - Herbert Spencer (20)
La ciencia es el producto cultural más sofisticado de la evolución natural, una actividad cognitiva propia de los seres vivos inteligentes más desarrollados, los seres humanos con curiosidad intelectual que se plantean interrogantes acerca de la realidad. La ciencia es posible gracias a las capacidades de observación y raciocinio de la inteligencia humana. La ciencia es conocimiento producto de la investigación científica, de la búsqueda atenta, del análisis intelectual, de la observación, de la experimentación, de la reflexión racional, de la lógica, de la inteligencia, de la creatividad. La ciencia se expande mediante descubrimientos científicos.
La Contrarrevolución de la Ciencia - Friedrich von HayekAcracia Ancap
Los ensayos que integran el presente volumen fueron escritos originariamente por el autor en los años 1944, 1945 y 1951, y aparecieron en las revistas Económica y Measure. En 1952 se publicaron como libro por The Free Press (y, posteriormente, en 1979, por Liberty Fund). En ellos, se desarrollan algunas ideas clave de metodología y filosofía social que Hayek, con admirable coherencia, desarrollaría en libros posteriores, especialmente en Derecho, legislación y libertad y La fatal arrogancia. Así, la posición central del individualismo metodológico, la idea de evolución en la formación de las instituciones sociales, su concepción de la naturaleza de las ciencias sociales, cuyo objeto específico son las consecuencias no intencionadas de acciones humanas intencionadas, la relación entre las ciencias sociales y las ciencias de la naturaleza, la crítica del cientismo, que posteriormente calificaría de racionalismo constructivista (en oposición al racionalismo crítico defendido particularmente por Karl Popper), con su «mentalidad ingenieril» y el consiguiente «abuso de la razón», consistente en buscar la solución a los problemas sociales con el mismo espíritu con que se afronta la construcción de un puente o de una central eléctrica. Es ésta una tradición que, desde Saint -Simon, Comte y L´École Polytechnique (tan íntimamente ligada al nacimiento del socialismo), se ha mantenido con persistente influencia y en la que tan eficazmente se han inspirado muchas de las concepciones totalitarias del último siglo y medio.
El Anarco Socialismo y sus Problemas - Per BylundAcracia Ancap
Murray Rothbard fue un defensor de la sociedad sin estado, pero nunca fue aceptado por el movimiento anarquista y sigue siendo considerado más un “lacayo del capitalismo” que un pensador anarquista. De hecho el anarcocapitalismo siempre se ha considerado un oxímoron por los autoproclamados como “verdaderos” anarquistas. Parte de la razón es una incapacidad general de entender los diferentes usos y definiciones de palabras en las tradiciones clásicas socialistas y liberales. Los socialistas se refieren al “capitalismo” como el sistema en que el estado distribuye y protege los privilegios capitalistas, y por tanto la opresión de los obreros. No ven que el capitalismo, en la tradición liberal clásica, significa más bien un libre mercado basado en personas libres, es decir, intercambios voluntarios de valor entre individuos libres.
El Mito del Monopolio Natural - Thomas J. DiLorenzoAcracia Ancap
A la mayoría de llamados servicios públicos se les ha otorgado exclusividad por parte del gobierno porque se piensa que son “monopolios naturales”. Explicado brevemente, se dice que emerge un monopolio natural cuando la tecnología de producción, como por ejemplo costos fijos elevados, provoca que los costos totales en el largo plazo declinen al aumentar la producción. En tales industrias, dice tal teoría, un solo productor eventualmente será capaz de producir a un costo más bajo que cualquier otro par de productores, por lo tanto creándose un monopolio “natural”. El resultado serán precios más altos si más de un productor sirve a ese mercado.
Todo comenzó, como es usual, con los griegos. Los antiguos griegos fueron el primer pueblo civilizado que utilizó su razón para pensar sistemáticamente en el mundo que les rodeaba. Los griegos fueron los primeros filósofos (philosophia-amantes de la sabiduría), el primer pueblo que pensó en profundidad y descubrió cómo alcanzar y verificar el conocimiento del mundo. Otras tribus y pueblos habían tendido a atribuir los acontecimientos naturales a caprichos arbitrarios de los dioses. Una violenta tormenta eléctrica, por ejemplo, podía atribuirse a algo que había irritado al dios del trueno. La manera de hacer llover, entonces, o de frenar las tormentas violentas, sería averiguar qué actos del hombre complacerían al dios de la lluvia o apaciguarían al dios del trueno. Estas personas habrían considerado una tontería tratar de averiguar las causas naturales de la lluvia o de los truenos. En cambio, lo que había que hacer era averiguar qué querían los dioses correspondientes y luego tratar de satisfacer sus necesidades.
Anatomía de un Ignorante Económico - Thomas E. WoodsAcracia Ancap
Todos encontramos más posts de blogs tontos de los habituales. La mayoría de las veces basta con dejarlos estar. Podrías dedicar el resto de tu vida corrigiendo a zánganos y autómatas que nunca tendrán una idea original o no convencional por mucho que les provoques. Su profesor de séptimo grado, que era asimismo entrenador de atletismo, les enseñó lo que saben y se atienen a ello. Sin embargo, de vez en cuando, por tu propio bien y el de los lectores que sospechan que el post es totalmente erróneo, pero no están muy seguros de por qué, sueltas una respuesta enérgica. Y eso voy a hacer aquí en reacción a una entrada de blog llamada “Peter Schiff: Medicare Recipients Are Lazy People Who Refuse to Pay for Their Own Health Care”.
El Anarquismo Americano - Wendy McElroyAcracia Ancap
Aunque generalmente los mercados libres son asociados con el capitalismo y la derecha, la historia nos muestra que no necesariamente siempre ha sido así. Desde el anarquismo individualista del Siglo XIX pasando por el intento de unión de ideas económicas de la Escuela Austríaca con las políticas descentralistas de la Nueva Izquierda norteamericana, existe lo que hoy es llamado libertarismo de izquierda cuyo objetivo es defender la justicia social mediante la libertad económica de los mercados libres. Concentrando la exposición en la alianza entre liberales clásicos (libertarios) e izquierdistas contra la Guerra de Vietnam; analizaremos la síntesis política de lo que represento el libertarismo de izquierda en el contexto de la Nueva Izquierda que combino el anarquismo de libre mercado de Murray Rothbard, la descentralización radical teorizada por Karl Hess, la contracultura de la literatura de ciencia ficción, las ideas de la democracia participativa promovidas por el movimiento estudiantil y el poder comunal de las Panteras Negras. La ponencia tratara reflexionar porque esta corriente política nunca logro consolidar una organización partidaria y porque sus ideas pasaron a la marginalidad en la academia. Finalizaremos discutiendo la actualidad de este movimiento político y la relación de los libertarios de izquierda tanto con el liberalismo clásico como con la izquierda radical.
Imposibilidad del Gobierno Limitado - Hans-Hermann HoppeAcracia Ancap
En una encuesta reciente, se les preguntó a personas de distintas nacionalidades qué tan orgullosos estaban de ser americanos, alemanes, franceses, etcétera, y si creían o no que el mundo sería un lugar mejor si otros países fueran como los suyos, los países en la clasificación más alta en términos de orgullo nacional fueron Estados Unidos y Austria. Tan interesante como sería considerar el caso de Austria, nos concentraremos aquí en Estados Unidos y en la cuestión de si, y en qué medida, la afirmación americana puede ser justificada. Seguidamente, identificaremos tres fuentes principales de orgullo nacional, las dos primeras de las cuales son fuentes justificadas de orgullo, mientras que la tercera en realidad representa un error fatídico. Finalmente, veremos cómo este error podría ser reparado.
La abyecta falla práctica de los revolucionarios marxistas en el período posterior a la Primera Guerra Mundial había hecho mucho daño a su imagen como la vanguardia del progreso social. La explicación de este fracaso en los escritos de Mises, Max Weber y Boris Brutzkus llevó a muchos economistas a revisar sus puntos de vista sobre el alcance adecuado del gobierno dentro de la sociedad. Aunque otros seguían siendo defensores impenitentes del Estado total. Simplemente rechazaron la agenda específicamente igualitaria de los socialistas.
Libertarismo y Vieja Derecha - Lew Rockwell.pdfAcracia Ancap
Me han interesado los asuntos ideológicos desde la más tierna infancia. Mi padre era Republicano de Taft y me entrenó bien. Una buena cosa también, porque incluso cuando era estudiante, discutí con mis maestros sobre el New Deal, las leyes de acomodación pública, la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y el cuestionamiento de McCarthy de las élites militares (todavía me gustaría saber quién promovió a Peress). Les dije que el artillero de cola Joe debería haber estado atacando al gobierno de Estados Unidos todo el tiempo, porque era la verdadera amenaza a nuestras libertades. Eso volvió locos a mis profesores. Ninguno de ellos se sorprendería de que yo creciera para ser un tábano a tiempo completo en contra de la sabiduría convencional.
La ética es el sistema universal y objetivo de normas de conducta abstractas, generales, formales, que sirven a cada persona en una sociedad como referencia válida para regular y coordinar su comportamiento y sus relaciones humanas, como guía permanente y fiable de elección y actuación individual y social, y como criterio objetivo adecuado para juzgar acciones concretas, tanto propias como ajenas, indicando qué es legítimo, aceptable, bueno, adecuado, y qué es ilegítimo, inaceptable, malo, inadecuado. La ética como ciencia estudia cuáles son las normas éticas, los principios de comportamiento adecuados a los seres humanos, cuál es su razón de ser, cómo se aplican y cómo se administra el sistema normativo. Las normas éticas son prácticas, sirven para evitar, minimizar o resolver conflictos humanos mediante la legitimación del uso de la fuerza. En última instancia toda la ética se refiere a la legitimidad del uso de la fuerza en la resolución de conflictos. En lugar de largas listas de normas concretas, tal vez las normas éticas más adecuadas sean metanormas, normas de alto nivel de abstracción acerca de cómo construir normas concretas válidas.
Lo que el Imperio le hace a una Cultura - Roderick T. LongAcracia Ancap
Este documento discute el argumento de que los imperios tienden a ser más tolerantes y pluralistas que los regímenes locales, debido a que aprovechan una variedad más amplia de tradiciones y valores culturales. Sin embargo, el autor argumenta que esto no siempre es cierto y que la centralización imperial también puede conllevar opresión. Además, la imposición de valores liberales a través de la fuerza rara vez logra ganar adeptos de forma duradera y puede asociar esos valores con la invasión.
Este documento discute el conservadurismo como una forma de socialismo. Explica que el conservadurismo, al igual que otras formas de socialismo, surgió como una respuesta ideológica al avance del liberalismo. También describe brevemente la historia del feudalismo en Europa y cómo el liberalismo ayudó a destruir ese viejo orden a través de las revoluciones inglesa, estadounidense y francesa. Finalmente, señala que todas las formas de socialismo, incluido el conservadurismo, representan una respuesta al desafío del
La justicia es el ámbito de la ética que estudia qué es legítimo hacer cuando las normas son violadas por un criminal contra una víctima. La justicia consiste en dar a cada cual lo que es suyo, restableciendo la propiedad privada legítima. Su principio fundamental es la compensación, restitución o indemnización de la víctima por el delincuente. El daño debe ser reparado y la víctima indemnizada por el responsable causante del daño. En una relación o intercambio voluntario, ambas partes resultan beneficiadas. En una agresión, el criminal resulta beneficiado y la víctima resulta perjudicada. Los mecanismos adecuados de la justicia consiguen desincentivar la agresión haciendo que resulte perjudicial para el delincuente y neutra (o beneficiosa) para la víctima: si no fuera así las normas éticas no se respetarían, los delincuentes podrían utilizarlas en su beneficio a costa de sus víctimas.
Derecho de Propiedad - Francisco CapellaAcracia Ancap
El derecho de propiedad es el principio unificador universal de todos los demás conceptos éticos: considera todo como un recurso que puede ser poseído, como algo bajo el control y la responsabilidad de un agente que puede utilizarlo según sus preferencias. El derecho de propiedad es la solución al problema de construir un sistema normativo ético, la respuesta que da contenido al requisito formal de universalidad y adecuación a la naturaleza humana. La propiedad es el ámbito de la realidad respecto al cual las valoraciones de una persona, el propietario, son relevantes y son las únicas relevantes. El propietario es la persona, y las propiedades sobre las cuales tiene derecho son todas aquellas cosas que puede utilizar y controlar de forma legítima sin intromisión violenta de otros y sin entrometerse en la propiedad de otros. El derecho de propiedad es privado, incluye al propietario y excluye a todos los demás.
Estructuras Paralelas como Único Camino - Titus GebelAcracia Ancap
La batalla por la supremacía política en Occidente se ha decidido. Los llamados progresistas han ganado; los conservadores y los libertarios han perdido. La «marcha a través de las instituciones», iniciada por la equivocada generación de 1968, ha tenido éxito, y sus hijos y nietos están ahora al mando. Ecosocialista, marxista cultural, en fin: las ideas bolchewoke se imponen en la política y la cultura, la administración pública, los medios de comunicación, las escuelas, las universidades y, cada vez más, incluso en las empresas. A velocidad acelerada. Si has mantenido el mismo punto de vista de centro-izquierda durante los veinte años restantes, hoy se te considera de extrema derecha. En prácticamente todos los Estados democráticos, hay una tendencia a que las organizaciones más grandes se desvíen hacia la izquierda con el tiempo. Esto se aplica igualmente a las cadenas de televisión, los periódicos, los partidos políticos, las autoridades estatales, las universidades y otras asociaciones. ¿Por qué? La explicación es doble.
Karl Ludwig von Haller: un reaccionario Anarcocapitalista - Juan Gómez CarmeraAcracia Ancap
El 18 de octubre de 1817, con motivo del tercer centenario de la reforma protestante y del cuarto aniversario de la derrota de Napoleón en la batalla de Leipzig, cientos de estudiantes universitarios de toda Alemania de tendencia liberal y nacionalista, en su mayoría miembros de asociaciones estudiantiles, junto con algunos profesores, se reunieron en el castillo de Wartburg, en el pequeño ducado de Sajonia-Weimar-Eisenach, para celebrar un “festival nacional”. Precisamente en este castillo se había refugiado Lutero tras ser declarado fuera de la ley por el emperador Carlos V y había traducido la Biblia al alemán. Después de las celebraciones oficiales, en las que se pronunciaron incendiarios discursos abogando por la libertad y la unidad de Alemania, muchos de los participantes marcharon en procesión con antorchas desde la plaza de la cercana ciudad de Eisenach hasta el monte Wartenberg. Allí se montaron carpas, se encendieron hogueras, se cantaron canciones patrióticas, hubo más discursos, bebida y fuegos artificiales. Finalmente, trajeron libros de autores considerados reaccionarios o antialemanes, junto con algunos símbolos de la autoridad monárquica y de la influencia francesa, y los fueron arrojando uno por uno a una hoguera. Entre los libros figuraba prominentemente el primer volumen de la Restauración de la ciencia política del suizo Karl Ludwig von Haller.
¿Por qué otros se hacen cada vez más ricos a tu costa? - Philipp Bagus y Andr...Acracia Ancap
¿Por qué el sistema monetario es el culpable de la progresiva desigualdad social? ¿Por qué el monopolio estatal del dinero es una gran estafa al ciudadano? ¿Por qué el Estado del Bienestar es un proyecto profundamente demagógico? ¿Qué papel desempeñan realmente el Estado, el gobierno y los políticos en la redistribución de la renta en beneficio de los multimillonarios? Hace tantos años que estamos sometidos al actual sistema monetario que no somos conscientes de que es el culpable de la mayoría de problemas económicos y sociales a los que nos enfrentamos hoy en día. Los autores de este libro nos advierten, con ejemplos claros, didácticos y convincentes, de que mientras el Estado siga teniendo el monopolio para fabricar dinero estaremos abocados al colapso financiero y nosotros, los ciudadanos, nada tendremos que decir. Si usted es de los que no se fía de los políticos, este libro le va a dar la razón.
Un seguro implica la puesta en común de los riesgos individuales. Bajo este acuerdo, hay ganadores y perdedores. Algunos de los asegurados recibirán más de lo que pagaron en primas y algunos pagarán al sistema más de lo que nunca recuperarán. Es una forma de redistribución de rentas de los sanos a los enfermos, pero lo característico del seguro es que nadie sabe por adelantado quiénes serán los ganadores y los perdedores. Están distribuidos de forma aleatoria e impredecible y la redistribución resultante de rentas dentro de un fondo común de gente asegurada es asistemática.
El documento define la libertad como la ausencia de coacción o violencia sobre una persona por parte de otras, y el respeto al derecho de propiedad privada. Discute nociones alternativas de libertad como poder, ausencia de influencias externas o internas, o capacidad de elección entre bienes y no entre males. También analiza cómo la libertad permite el aprendizaje individual y el progreso de una sociedad de forma espontánea y no coactiva.
Catalogación de los panteones de Santa Paula de Guanajuato, Municipal de Irap...Gonzalo Marin Art
CAPÍTULO III
de la tesis "Los panteones municipales centenarios de Santa Paula, Municipal de Irapuato y San Nicolás: catalogación y protección jurídica del patrimonio funerario material".
Diario de Sesiones de la Convención Constituyente - Vigésimo Segunda Sesión -...Movimiento C40
Debates sobre la cantidad de provincias.
Debates sobre la enseña nacional y el uso de otras banderas en edificios públicos e instalaciones militares.
Debates sobre el escudo y los errores del Decreto de 1906 promulgado por Estrada Palma.
Más información:
https://movimientoc40.com/diario-de-sesiones-de-la-convencion-constituyente-sesion-22-extraordinaria/
REPÚBLICA DE CHILE - FALLO TRIBUNAL CONSTITUCIONAL _Sentencia Rol 15.368-24 C...Baker Publishing Company
CONSTITUCIONALIDAD DEL PROYECTO DE LEY
QUE ESTATUYE MEDIDAS PARA PREVENIR, SANCIONAR Y
ERRADICAR LA VIOLENCIA EN CONTRA DE LAS MUJERES, EN
RAZÓN DE SU GÉNERO, CONTENIDO EN EL
BOLETÍN N° 11.077-07
Protección patrimonial. Personas con discapacidad..pdfJosé María
El objeto de la Ley 41/2003, de 18 de noviembre, de protección patrimonial de las personas con discapacidades es favorecer la aportación a título gratuito de bienes y derechos al patrimonio de las personas con discapacidad y establecer mecanismos adecuados para garantizar la afección de tales bienes y derechos, así como de los frutos, productos y rendimientos de éstos, a la satisfacción de las necesidades
vitales de sus titulares. Tales bienes y derechos constituirán el patrimonio especialmente protegido de las personas con discapacidad.
Tarea de Derecho Laboral I. diseñada para estudiantes de derecho laboral I de...edwin70
Tarea de Derecho Laboral I. diseñada para estudiantes de derecho laboral I de la facultad multidisciplinaria de la universidad de Es Salvador, con el fin que puedan mostrar sus habilidades y destrezas para analizar y sintetizar cada uno de estos convenios
2. Mises.org Publish Date:
June 19, 2007 - 12:00 AM
Author 1:
Herbert Spencer [1]
1. El derecho a la ilegalidad voluntaria
Como corolario a la proposición según la cual todas las instituciones
deben subordinarse a la ley de igual libertad, no podemos sino
admitir el derecho del ciudadano a adoptar una condición de
ilegalidad voluntaria. Si todo hombre es libre de hacer cuanto
desee, siempre que no vulnere la igual libertad de cualquier otro
hombre, entonces es libre de desvincularse del Estado: de
renunciar a su protección y de negarse a pagar para sostenerlo. Es
evidente que al conducirse así no infringe la libertad de otros,
puesto que su postura es pasiva y, en tanto pasiva, no puede hacer
de él un agresor. Es igualmente evidente que no se le puede obligar
a permanecer vinculado a una asociación política sin violar la ley
moral, dado que la ciudadanía implica el pago de impuestos, y
tomar la propiedad de un hombre contra su voluntad es una
vulneración de sus derechos (ver pág. 134 ). Dado que el gobierno
no es más que un agente empleado en común por una cierta
cantidad de individuos para que les proporcione determinadas
prestaciones, la misma naturaleza del vínculo implica que cada cual
debe decidir si hará uso de tal agente o no. Si cualquiera de ellos
decide ignorar esta confederación de seguridad mutua, nada puede
decirse salvo que pierde todo derecho a exigir sus servicios y se
expone al riesgo de sufrir daño; algo que es muy libre de hacer si lo
desea. No se le puede obligar a tomar parte en una agrupación
política sin violar la ley de igual libertad; él puede retirarse de ella
sin cometer una violación semejante y, por tanto, tiene derecho a tal
retirada.
2. La inmoralidad del Estado
1
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3. “Ninguna ley tiene valor alguno si contradice la ley de la naturaleza;
y las que son válidas derivan toda su fuerza y autoridad de forma
directa o indirecta de tal ley original”. Esto escribía Blackstone, a
quien deben reconocerse todos los honores por haberse adelantado
hasta tal punto con respecto a las ideas de su tiempo; y, de hecho,
podríamos decir que también con respecto a las del nuestro. Un
buen antídoto, este, contra las supersticiones políticas que
prevalecen tan extendidamente. Un buen contrapeso para ese
sentimiento de veneración del poder que todavía nos induce a error
magnificando las prerrogativas de los gobiernos constitucionales
como una vez lo hizo con las de los reyes. Los hombres deben
saber que un Parlamento no es “nuestro Dios sobre la tierra”
aunque, en vista de la autoridad que le atribuyen, y de las cosas
que esperan de él, parecería que así lo creen. Más bien deben
saber que es una institución al servicio de un objetivo puramente
temporal, cuyo poder, cuando no es robado, en el mejor de los
casos se le ha prestado.
No, verdaderamente, ¿acaso no hemos visto (pág. 13 ) que el
gobierno es esencialmente inmoral? ¿Acaso no ha sido engendrado
por el mal y evidencia por doquier los rasgos de su parentesco?
¿Acaso no existe porque el crimen existe? ¿No es fuerte o, como
decimos, despótico cuando el crimen abunda? ¿No hay mayor
libertad, es decir, menos gobierno, a medida que el crimen
disminuye? ¿Y no debe cesar el gobierno cuando cesa el crimen,
por pura ausencia de sujetos sobre los que desempeñar su
función? El poder autoritario no solo existe a causa del mal, sino
que existe a través del mal. Se hace uso de la violencia para
mantenerlo, y toda violencia conlleva criminalidad. Soldados,
policías y verdugos; espadas, porras y grilletes son instrumentos
para infligir dolor; y toda imposición de dolor es mala en esencia. El
Estado emplea armas del mal para domeñar el mal, y también se
contamina de los objetos con los que lidia, y de los medios de que
se vale. La moral no puede reconocerlo, pues la moral, siendo
simplemente una afirmación de ley perfecta, no puede tolerar nada
que brote de, o viva a base de violaciones de dicha ley (cap. 1 ). De
3
4
5
4. ahí que la autoridad legislativa nunca pueda ser ética: debe ser
siempre meramente convencional.
Por tanto, hay una cierta contradicción en el intento de determinar la
posición, estructura y conducta correctas de un gobierno apelando
a los primeros principios de la rectitud. Pues, como se acaba de
señalar, los actos de una institución que es imperfecta tanto en su
naturaleza como en su origen no pueden ajustarse a la ley perfecta.
Lo único que podemos hacer es determinar, en primer lugar, cuál es
la posición que debe adoptar una asamblea legislativa con respecto
a la comunidad para evitar erigirse, por su propia existencia, en un
mal encarnado; en segundo lugar, de qué modo debe constituirse
para mostrar la menor incongruencia posible con la ley moral; y en
tercer lugar, a qué esfera deben restringirse sus acciones para
evitar que se multipliquen las injusticias para cuya prevención se ha
establecido.
La primera condición que debe cumplirse antes de que un cuerpo
legislativo se pueda establecer sin violar la ley de igual libertad es el
reconocimiento del derecho que aquí se trata: el derecho a ignorar
al Estado .
3. El pueblo como fuente del poder
Los defensores del despotismo puro bien pueden tener el control
del Estado por ilimitado e incondicional. Quienes afirman que son
los hombres quienes están hechos para los gobiernos y no los
gobiernos los que están hechos para los hombres, pueden sostener
con coherencia que nadie debe aventurarse más allá de los límites
de la organización política. Pero quienes entienden que el pueblo es
la única fuente legítima de poder (que la autoridad legislativa no es
originaria, sino que ha sido encomendada) no pueden negar el
derecho a ignorar al Estado sin enredarse en un absurdo.
Pues si la autoridad legislativa ha sido encomendada, se sigue que
aquellos de quienes procede son los amos de estos a quienes se
les confiere; más aún, que como amos confieren voluntariamente
6
5. dicha autoridad, y esto implica que pueden otorgarla o retirarla
como les plazca. No tiene sentido decir que los hombres
encomiendan una autoridad que se les arranca tanto si quieren
como si no. Pero lo que es cierto cuando se afirma de todos
colectivamente es igualmente cierto para cada uno por separado.
Así como el gobierno solo puede actuar legítimamente para el
pueblo cuando éste le otorga el poder, tampoco puede actuar
legítimamente para el individuo salvo cuando éste le otorga el
poder. Si A, B y C discuten si deben emplear a un agente para que
les rinda cierto servicio, y mientras A y B acuerdan hacerlo, C
discrepa, en justicia no se puede obligar a C a participar en el
acuerdo a pesar de sí mismo. Y esto es tan cierto de treinta como lo
es de tres; y si lo es de treinta, ¿por qué no de trescientos, o de tres
mil, o de tres millones?
4. La subordinación de la autoridad del gobierno
De las supersticiones políticas anteriormente aludidas, ninguna está
tan universalmente extendida como la de que las mayorías son
omnipotentes. Considerando que el mantenimiento del orden
siempre exigirá que un partido ostente el poder, el sentido moral de
nuestro tiempo estima que dicho poder no se puede otorgar
legítimamente a nadie más que a la mayor porción de la sociedad.
Interpreta de forma literal el dicho según el cual “la voz del pueblo
es la voz de Dios” y, transfiriendo a uno la cualidad sagrada
implícita al otro, concluye que la voluntad del pueblo, esto es, la de
la mayoría, es inapelable. Sin embargo, esta creencia es totalmente
errónea.
Supongamos en beneficio de la argumentación que, asolado por
algún brote de pánico malthusiano, un parlamento en debida
representación de la opinión pública promulgase que se debe
ahogar a todos los niños nacidos durante los próximos diez años.
¿Piensa alguien que dicha promulgación sería justificable? Si no lo
es, evidentemente hay un límite al poder de la mayoría.
Supongamos, de nuevo, que, de dos razas que conviven (celtas y
sajones, por ejemplo), la más numerosa decidiera convertir a los
6. miembros de la otra en sus esclavos. ¿Sería válida en tal caso la
autoridad del mayor número? Si no lo es, hay algo a lo que su
autoridad debe subordinarse. Supongamos, una vez más, que
todos los hombres con ingresos inferiores a las cincuenta libras
anuales determinasen reducir a su propio nivel todos los ingresos
superiores a dicha cantidad y apropiarse del dinero restante para
fines públicos. ¿Podría justificarse su decisión? Si no, debe
admitirse por tercera vez que hay una ley a la que la voz popular
debe plegarse. ¿Cuál es, entonces, esa ley sino la ley de la equidad
pura, la ley de igual libertad? Estas restricciones que todos
pondrían a la voluntad de la mayoría son exactamente las
restricciones que establece dicha ley. Negamos el derecho de una
mayoría a asesinar, esclavizar o robar simplemente porque el
asesinato, la esclavitud y el robo son transgresiones de dicha ley;
transgresiones demasiado flagrantes para pasarlas por alto. Pero si
las grandes transgresiones son malas, también lo son las más
pequeñas. Si la voluntad de los muchos no puede suplantar el
primer principio de la moral en estos casos, tampoco puede hacerlo
en ninguno. De modo que, por insignificante que sea la minoría, y
por trivial que sea la transgresión de sus derechos que se
proponga, ninguna transgresión de tal tipo puede permitirse.
Cuando hayamos hecho nuestra constitución puramente
democrática, piensa para sí el reformista más ferviente, habremos
armonizado el gobierno con la justicia absoluta. Tal credo, aunque
quizá necesario en esta época, está sumamente equivocado. No
hay proceso que pueda hacer equitativa la coacción. La forma más
libre de gobierno es solo la menos censurable. Al gobierno de los
muchos por los pocos lo llamamos tiranía; el gobierno de los pocos
por los muchos también lo es, solo que de un tipo menos intenso.
“Harás lo que queramos, no lo que quieras tú”, es la declaración en
ambos casos; y si un centenar se lo hace a noventa y nueve en
lugar de noventa y nueve a un centenar, es solo ligeramente menos
inmoral. De dos partidos semejantes, el que cumpla esta
declaración necesariamente viola la ley de igual libertad; la única
diferencia es que en un caso se viola contra noventa y nueve
personas y en otro contra cien. Y el mérito de la forma democrática
7. de gobierno consiste únicamente en esto, que atenta contra un
número menor.
La propia existencia de mayorías y minorías es indicativa de un
estado inmoral. Ya concluimos que el hombre cuyo carácter
armoniza con la ley moral es aquel que puede obtener la total
felicidad sin disminuir la felicidad de sus semejantes (cap. 3 ). Pero
la promulgación de acuerdos por votación implica una sociedad
compuesta por hombres con un carácter diferente; implica que los
deseos de algunos no pueden satisfacerse sin sacrificar los deseos
de otros; implica que, en la búsqueda de su felicidad, la mayoría
inflige una cierta dosis de infelicidad a la minoría; implica, por tanto,
inmoralidad orgánica. Así, desde otro punto de vista, volvemos a
percibir que incluso en su forma más equitativa, para el gobierno es
imposible disociarse del mal; y aún más, que aunque se reconozca
el derecho a ignorar al Estado, sus actos deben ser criminales en
esencia.
5. Los límites de la tributación
Ciertamente puede deducirse de cuanto admiten las autoridades y
de la opinión vigente que un hombre es libre de renunciar a los
beneficios y despojarse de las cargas de la ciudadanía. Pese a que
probablemente no estén preparados para una doctrina tan extrema
como la que aquí se mantiene, los radicales de nuestro día aún
profesan, sin ser conscientes de ello, su fe en una máxima que
obviamente abarca esta doctrina. ¿Acaso no los escuchamos citar
constantemente la afirmación de Blackstone según la cual “ningún
súbdito de Inglaterra puede ser forzado a pagar contribución o
impuesto alguno incluso para la defensa del reino o mantener al
gobierno, salvo aquellos que se le impongan por su propio
consentimiento o el de su representante en el parlamento”? ¿Y qué
significa esto? Significa, nos dicen, que todo hombre debería contar
con un voto. Cierto: pero significa mucho más. Si las palabras
tienen algún sentido, es una clara afirmación del mismo derecho
que ahora defendemos. Al afirmar que no se puede hacer pagar
impuestos a un hombre a menos que haya dado su consentimiento
7
8. directa o indirectamente, se afirma que puede negarse a pagar
impuestos; y negarse a pagar impuestos es cortar todo vínculo con
el Estado. Quizá se dirá que dicho consentimiento no es específico,
sino general, y que se da por supuesto que el ciudadano dio su
conformidad a todo lo que su representante pueda hacer cuando le
votó. Pero supongamos que no le votó; y que, por el contrario, hizo
todo lo que estuvo en su poder para que saliera elegido alguien que
sostenía un punto de vista opuesto… ¿entonces qué? La respuesta
probablemente sea que, al tomar parte en tal votación, ha accedido
tácitamente a plegarse a la decisión de la mayoría. ¿Y si no votó en
absoluto? Entonces no puede quejarse legítimamente de ningún
impuesto, dado que no protestó contra su imposición. Así,
curiosamente, parece que dio su consentimiento hiciera lo que
hiciese: ¡tanto si dijo que sí, como si dijo que no, o si se mantuvo
neutral! Una doctrina francamente peculiar, esta. He aquí un
desdichado ciudadano a quien se pregunta si desea pagar dinero
para cierta prestación que se le ofrece; y tanto si emplea el único
medio para expresar su negativa como si no lo hace, nos dicen que
en la práctica accede, sencillamente si el número de los demás que
acceden es mayor que el de los que discrepan. Y así descubrimos
el novedoso principio según el cual el consentimiento de A para una
cosa no está determinado por lo que A diga, ¡sino por lo que se le
ocurra decir a B!
Los que citan a Blackstone deben decidir entre este absurdo y la
doctrina propuesta. O bien su máxima implica el derecho a ignorar
al estado, o bien es un puro disparate.
6. Sobre las libertades civil y religiosa
Hay una extraña heterogeneidad en nuestros credos políticos. Los
sistemas que tuvieron su momento, y que empiezan a dejar pasar la
luz aquí y allá, son parcheados con nociones modernas
notablemente discordantes en calidad y color; y los hombres
exhiben solemnemente estos sistemas, los visten y se pasean
envueltos en ellos, totalmente inconscientes de cuan grotescos
resultan. Este estado de transición nuestro, que participa
9. igualmente del pasado y del futuro, produce teorías híbridas que
muestran el más peculiar maridaje del despotismo superado y la
libertad por venir. Aquí hay modelos de la antigua organización
curiosamente camuflados por gérmenes de lo nuevo, peculiaridades
que muestran adaptación a un estado precedente modificadas por
rudimentos que profetizan algo que vendrá, produciendo una
mezcla de relaciones tan caótica que no hay modo de determinar a
qué categoría se pueden adscribir estos engendros de la época.
Puesto que las ideas deben necesariamente lucir el sello de su
tiempo, no sirve de nada lamentar la satisfacción con que se
sostienen estas creencias incongruentes. De otro modo, podría
parecer desafortunado que los hombres no sigan hasta el final las
cadenas de razonamiento que los han conducido a estas
modificaciones parciales. En el caso presente, por ejemplo, la
coherencia los forzaría a admitir que, en otros puntos además del
que acaban de percatarse, sostienen opiniones y se valen de
argumentos que implican el derecho a ignorar al Estado.
Porque, ¿cuál es el significado de la disensión? Hubo un tiempo en
que la fe de un hombre y su sistema de culto eran tan regulables
por ley como sus actos seculares; y, de acuerdo con lo que estipula
nuestro código de leyes, todavía lo son. Gracias a la emergencia de
un espíritu protestante, sin embargo, hemos ignorado al Estado en
esta cuestión; totalmente en teoría, y parcialmente en la práctica.
Pero, ¿cómo lo hemos hecho? Asumiendo una actitud que, si se
mantiene con coherencia, implica un derecho a ignorar al Estado
por completo. Observad las posiciones de las dos partes. “Este es
tu credo”, dice el legislador, “debes creer y profesar claramente lo
que aquí se ha dispuesto para ti”. “No haré nada semejante”,
responde el inconformista, “prefiero ir a la cárcel”. “Tus ordenanzas
religiosas”, prosigue el legislador, “serán las que hemos prescrito.
Asistirás a las iglesias que hemos habilitado y adoptarás las
ceremonias que en ellas se celebren”. “Nada me empujará a
hacerlo”, es la respuesta, “Niego categóricamente vuestro poder
para dictar sobre mí en tales asuntos, y me propongo resistir hasta
las últimas consecuencias”. “Por último”, añade el legislador, “te
10. exigiremos que pagues tales sumas de dinero para mantener estas
instituciones religiosas, según nos parezca adecuado pedir”. “No os
daré ni un cuarto de penique”, exclama nuestro tenaz
independiente, “incluso aunque creyera en las doctrinas de vuestra
iglesia (que no creo), seguiría rebelándome contra vuestra
interferencia; y si tomáis mi propiedad, será por la fuerza y con mi
protesta”.
¿A qué equivale este proceso si se observa en abstracto? Equivale
a una afirmación por parte del individuo del derecho a ejercitar una
de sus facultades (el sentimiento religioso) sin permiso o
impedimento, y sin ningún límite salvo el que establecen los
derechos iguales de otros. ¿Y qué quiere decir ignorar al Estado?
Simplemente una afirmación del derecho para ejercitar de forma
similar todas las facultades. El uno es simplemente una expansión
del otro, descansa sobre la misma base que el otro, prevalecerá o
caerá con el otro. En efecto, los hombres hablan de la libertad civil y
de la libertad religiosa como si fueran cosas distintas; pero la
distinción es francamente arbitraria. Son partes del mismo todo y no
se pueden disociar filosóficamente.
“Sí se puede”, interrumpe un objetor, “la afirmación del primero es
imperativa al tratarse de un deber religioso. La libertad de venerar a
Dios del modo que le parezca adecuado es una libertad sin la cual
un hombre no puede cumplir con los que considera mandamientos
divinos, y por tanto su conciencia le exige mantenerla”. Cierto, pero,
¿y si se puede afirmar lo mismo de toda otra libertad? ¿Y si el
mantenimiento de estas también resulta ser un asunto de
conciencia? ¿No hemos visto que la felicidad humana es la
voluntad divina, que solo ejercitando nuestras facultades se puede
obtener esta felicidad, y que es imposible ejercitarlas sin libertad?
(cap. 4 ) Y si esta libertad de ejercicio de facultades es una
condición sin la cual no se puede cumplir la voluntad divina, su
preservación es, de acuerdo con la propia afirmación de nuestro
objetor, un deber. O, en otras palabras, parece que el
mantenimiento de la libertad de acción no solo puede ser un caso
de conciencia, sino que también debería serlo. Y así nos queda
8
11. claro que los derechos a ignorar al Estado en cuestiones religiosas
y seculares son idénticos en esencia.
La otra razón que comúnmente se aduce para el inconformismo
admite un tratamiento similar. Además de resistirse a los dictados
del Estado en abstracto, el disidente se resiste por desaprobar las
doctrinas que se enseñan. Ningún mandato legislativo le hará
adoptar lo que considera una creencia errónea y, teniendo presente
su deber hacia sus semejantes, se niega a contribuir a la difusión
de dicha creencia errónea por medio de su monedero. La posición
es perfectamente comprensible. Pero es tal que o compromete
también con el inconformismo civil a quienes la sostienen, o los deja
inmersos en un dilema. Pues, ¿por qué se niegan a participar en la
propagación de un error? Porque el error es contrario a la felicidad
humana. ¿Y sobre qué fundamento se desaprueba cualquier ley
secular? Por la misma razón: porque se considera adversa a la
felicidad humana. ¿Cómo puede entonces demostrarse que hay
que resistir al Estado en un caso y no en el otro? ¿Puede alguien
afirmar deliberadamente que si el gobierno nos pide dinero para
ayudar a que se enseñe algo que nos parece nocivo debemos
negarnos, pero si el dinero es para hacer algo que nos parece
nocivo no debemos negarnos? Y aun así, esa es la esperanzada
proposición que han de mantener quienes reconocen el derecho a
ignorar al Estado en asuntos religiosos pero lo niegan en asuntos
civiles.
7. El progreso lastrado por las carencias de la moral social
El fundamento de este capítulo nos recuerda una vez más la
incongruencia entre una ley perfecta y un Estado imperfecto. La
aplicabilidad del principio aquí expuesto varía en directa relación
con la moral social. En una comunidad totalmente viciosa, su
admisión conduciría a la anarquía. En una comunidad
completamente virtuosa, su admisión sería tan inocua como
inevitable. El progreso hacia una condición de salud social, esto es,
una condición en la que los remedios de la legislación ya no sean
necesarios, es progreso hacia una condición en la que tales
12. remedios serán dejados a un lado y se ignorará a la autoridad que
los prescribe. Los dos cambios han de coordinarse necesariamente.
Ese sentido moral cuya supremacía hará armoniosa la sociedad e
innecesario el gobierno es el mismo sentido moral que llevará a
cada hombre a afirmar su libertad incluso hasta el extremo de
ignorar al Estado; es el mismo sentido moral que, al evitar que la
mayoría coaccione a la minoría, finalmente hará imposible el
gobierno. Y dado que, al ser meramente distintas manifestaciones
del mismo sentimiento, deben mantener una constante relación la
una con la otra, la tendencia a repudiar los gobiernos aumentará al
mismo ritmo en que los gobiernos se vayan haciendo innecesarios.
Que nadie se alarme, pues, por la promulgación de la doctrina
precedente. Todavía deben tener lugar muchos cambios antes de
que pueda comenzar a ejercer excesiva influencia. Probablemente
transcurrirá largo tiempo antes de que el derecho a ignorar al
Estado sea generalmente admitido, incluso en teoría. Aún tendrá
que transcurrir más tiempo antes de que sea reconocido en la
legislación. E incluso entonces habrá numerosos frenos contra su
ejercicio prematuro. Una experiencia dura instruirá suficientemente
a quienes puedan abandonar demasiado pronto la protección legal.
Al mismo tiempo, en la mayoría de hombres hay tal amor por las
formas de organización probadas, y tan gran temor hacia los
experimentos, que probablemente no lleven a la práctica este
derecho hasta mucho después de que sea seguro hacerlo.
8. La próxima descomposición del ESTADO
Es un error suponer que el gobierno debe ser necesariamente
eterno. Es una institución que distingue una determinada etapa de
la civilización, que resulta natural en una fase particular del
desarrollo humano. No es esencial, sino incidental. Igual que en los
bosquimanos encontramos un estado anterior al gobierno, podrá
haber otro en el que éste se habrá extinguido. Ya ha perdido parte
de su importancia. Hubo un tiempo en que la historia de un pueblo
no era sino la historia de su gobierno. Ya no es así. El despotismo,
en un tiempo universal, no era sino una manifestación de la
necesidad extrema de restricciones. El feudalismo, la servidumbre,
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13. la esclavitud, todas las instituciones tiránicas, son simplemente las
modalidades más vigorosas de gobierno, y brotan de un estado
negativo del hombre, para el que son necesarias. El progreso a
partir de ellas es el mismo en todos casos: menos gobierno. Esto es
lo que significan las formas constitucionales. Esto es lo que significa
la libertad política. Esto es lo que significa la democracia. Las
agrupaciones, asociaciones y sociedades anónimas son nuevas
agencias que ocupan grandes campos que en tiempos y países
menos avanzados ha ocupado el Estado. Entre nosotros, el cuerpo
legislativo queda empequeñecido por nuevos y mayores poderes;
ya no es amo, sino esclavo. Se ha llegado a reconocer la “presión
desde el exterior” como gobernante definitiva. El triunfo de la Liga
Contra las Leyes del Grano es sencillamente el caso más visible
hasta ahora de cómo nuevo estilo de gobierno, el de la opinión,
supera al viejo, el de la fuerza. Es probable que afirmar que el
legislador está al servicio del pensador se convierta en algo trillado.
Cada día se tiene en menos estima la labor del estadista. Incluso el
Times alcanza a ver que “los cambios sociales que menudean a
nuestro alrededor establecen una realidad francamente humillante
para los cuerpos legislativos” y que “las grandes etapas de nuestro
progreso están más determinadas por los mecanismos
espontáneos de la sociedad, vinculados con el progreso del arte y
la ciencia, el funcionamiento de la naturaleza y otras instancias
igualmente ajenas a lo político, que por la proposición de un
proyecto de ley, su aprobación o cualquier otro acontecimiento de la
política o el Estado” . Así, a medida que avanza la civilización, se
descompone el gobierno. Para el mal, es imprescindible; para el
bien, no. Es el freno que la maldad nacional se pone a sí misma, y
existe únicamente en el mismo grado. Su continuidad es prueba de
que aún existe la barbarie. La ley representa para el hombre
egoísta lo que la jaula para la fiera salvaje. Las restricciones son
para el salvaje, el voraz, el violento; no para el justo, el gentil, el
benévolo. Toda necesidad de fuerza exterior implica un estado
patológico. Mazmorras para el delincuente; una camisa de fuerza
para el demente; muletas para el lisiado; corsés para la espalda
encorvada; para los de voluntad débil, un amo; para los insensatos,
un guía; pero para las mentes sanas en cuerpos sanos, nada de lo
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14. anterior. Si no hubiese ladrones ni asesinos, las cárceles serían
innecesarias. Solo porque la tiranía aún abunda en el mundo
seguimos teniendo ejércitos. Abogados, jueces, jurados, todos los
instrumentos de la ley, existen sencillamente porque existe el delito.
La fuerza autoritaria es la consecuencia del vicio social, y el policía
no es sino el complemento del criminal. Por esto llamamos al
gobierno “un mal necesario”.
¿Qué debe pensarse entonces de una moral que toma como
cimiento esta institución provisional, levanta un enorme edificio de
conclusiones sobre su supuesta permanencia, elige como
materiales las leyes del parlamento y contrata al estadista como
arquitecto? Así lo hace el utilitarismo. Entra en sociedad con el
gobierno, le adjudica el control absoluto de sus asuntos, urge a
todos a someterse a su juicio y lo convierte, en suma, en el principio
vital, el alma misma de su sistema. Cuando Paley afirma que “el
interés de toda la sociedad es vinculante para cada una de sus
partes”, da por supuesta la existencia de algún poder supremo por
el cual se determina “el interés de toda la sociedad”. Y en otro lugar
nos dice más explícitamente que el interés del sujeto debe ceder
para alcanzar una ventaja nacional y que “la determinación de esta
ventaja depende del legislador”. Bentham es aún más concluyente
cuando afirma que “la felicidad de los individuos que integran una
comunidad (esto es, sus placeres y su seguridad), es el único fin
que el legislador debería fijarse, la única regla en conformidad con
la cual todo individuo, en la medida en que dependa del legislador,
debería ajustar su comportamiento”. Estas posiciones, recuérdese,
no se asumen voluntariamente; son consecuencia de las premisas.
Si, como quien lo propone nos dice, “conveniencia” significa el
beneficio de la masa, no el del individuo (del futuro tanto como del
presente), da por supuesto la existencia que alguien que delibera
qué servirá mejor para tal beneficio. Los puntos de vista sobre la
“utilidad” de esta o aquella medida son tan diversos que se hace
imprescindible un árbitro. Ya sea si los aranceles, las religiones
establecidas, la pena capital o las leyes de pobres contribuyen o no
al “bien general”, hay tal diversidad de opiniones que, si no se
pudiera hacer nada hasta que todos estuvieran de acuerdo,
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15. habríamos esperar hasta el fin de los tiempos. Si cada hombre
pusiera en práctica, de forma independiente, sus propias ideas
sobre lo que puede garantizar más eficazmente “la mayor felicidad
del mayor número”, la sociedad se hundiría rápidamente en el caos.
Es evidente, por tanto, que una moral fundada sobre una máxima
cuya interpretación práctica es discutible implica la existencia de
alguna autoridad cuyas decisiones sobre la misma han de ser
inapelables; es decir, un legislador. Y sin dicha autoridad, tal moral
no puede funcionar.
Véase aquí, pues, el dilema: un sistema de filosofía moral pretende
ser un código de reglas correctas para regular la conducta de los
seres humanos, ajustado para regir tanto a los mejores como a los
peores miembros de la especie, aplicable, si es correcto, para guiar
a la humanidad en su mayor grado concebible de perfección. El
gobierno, sin embargo, es una institución cuyo origen se encuentra
en la imperfección del hombre; una institución explícitamente
engendrada a partir del mal, por necesidad; una de la que se podría
prescindir si el mundo estuviera poblado por gentes desinteresadas,
concienzudas, filántropas; una, en suma, que no es congruente con
ese mismo “mayor grado concebible de perfección”. ¿Cómo,
entonces, puede ser correcto un sistema de moral que adopta al
gobierno como una de sus premisas?
El ensayo difundido bajo el título The Right to Ignore the State incorpora
pasajes de dos apartados diferentes de la edición de 1851 de Social Statics:
los epígrafes 1 a 7 integran el capítulo 19 de la tercera parte, “The Right to
Ignore the State” (págs. 206 a 216), y el epígrafe 8 corresponde al epígrafe 4
de la introducción (págs. 13 a 16). En el texto original los epígrafes no tienen
título, por lo que traducimos entre paréntesis los de la versión que se ha
popularizado.
Se refiere, claro está, a la página 134 de la edición original de Social Statics,
que corresponde al capítulo 10 de la segunda parte, “El derecho de
propiedad”(N. del T.).
Sir William Blackstone (1723-1790), influyente tory y jurista inglés al que se
deben los cuatro volúmenes de Commentaries on the Laws of England (N. del
T.).
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16. Topics: Free Markets [2]
Austrian School: Philosophy and Methodology [3]
Private Property [4]
Source URL:https://mises.org/node/42401
Links
[1] https://mises.org/profile/herbert-spencer [2] https://mises.org/topics/free-markets
[3] https://mises.org/austrian-school/philosophy-and-methodology [4]
https://mises.org/austrian-school/private-property
La página 13 del original corresponde, de hecho, al cuarto epígrafe de la
introducción, que figura como octavo epígrafe de esta versión de The Right to
Ignore the State (N. del T.).
Titulado “Definición de moral” (N. del T.).
De aquí se puede sacar un argumento a favor de la tributación directa,
considerando que solo cuando lo es resulta posible repudiar las cargas del
estado.
Titulado “La idea divina y las condiciones de su realización” (N. del T.).
Titulado “Derivación de un primer principio” (N. del T.).
Véase The Times, 12 de octubre de 1846.
“Expediency-philosophy” en el original (N. del T.).
William Paley (1743-1805), teólogo y filósofo utilitarista inglés, autor de
Principles of Moral and Political Philosophy, texto sumamente influyente en el
mundo anglosajón de la época que, de hecho, se llegó a citar en los debates
parlamentarios sobre las leyes de granos (N. del T.).
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