2. Era una vez un niño llamado Ignacio, juguetón, cariñoso, de contextura delgada, de 8
años de edad y a quien le decían Nacho.
Todos las tardes los padres de Ignacio lo dejaban en casa de su abuela Chepinita, se
cambiaba su uniforme del colegio y se ponía otra ropa para jugar béisbol, solo en el
patio de la casa de su abuela, con un guante viejo, un palo de cepillo, chapas y una
pelota de goma, ya que el patio era grande, el sueño más grande de Nacho era jugar
béisbol.
Un día su abuela le dice:
“Nacho ten mucho cuidado con los adornos y las lámparas que están en el patio, no
vayas a romper nada. Y el contesta: Abuela tranquila que eso no pasara, yo tengo
cuidado.”
Y así Nacho jugando solo, no quebró nada en casa de su abuelita. Nacho siempre
jugaba solo y un día le dice a su abuela que le diera permiso para invitar a jugar A un
amiguito del colegio. Su abuela le dice:”Que sí, que no había problema”
3.
4. Nacho, y su amiguito Julio, se pusieron a jugar. Todo iba muy bien, pero en una de
bateo tan fuerte Nacho que quebró una lámpara que estaba en el patio de su abuela.
Nacho asustado porque lo regañara su abuela dijo una mentira: que había sido Julio
quien partió la lámpara pero su abuela sabía que era él. Su abuela salió. Al patio y
enojada le dice que paso: Nacho responde: Yo no fui abuela fue Julio quien batió y
partió la lámpara
Pero su abuelita sabia que quien había partido la lámpara había sido Nacho y no su
amigo Julio así que como castigo llamo a los padres de Nacho y les dijo que no se lo
dejaran por un tiempo en la casa. También hablo con Nacho y le dijo que le dijera la
verdad sobre quien había partido la lámpara triste él contesta: “Fui yo abuela pero fue
sin culpa.”
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6. Pasó un tiempo y Nacho se sentía muy triste por que como castigo no
podía ir para que su abuelita a jugar beisbol ya que su sueño es ser
beisbolista.
Un día su padres deciden levantarle el castigo claro después que su
abuelita hablara con ellos y le da consejos a los dos que lo metieran en
una escuela de beisbol menor.
Así que decidieron llevarlo a casa de su abuela, el emocionado le dice
a sus padres: Papa yo te prometo que me portare muy bien y que jugare,
con mucho cuidado, abraza a su abuela y le dice:” Abuela mis padres
me inscribieron en una Escuela de Beisbol Menor y debo darte las
gracias por sé que tu le dijiste que lo hicieran.
7.
8. Llego el momento de las prácticas en el campo de beisbol. Así fue
pasando el tiempo y un buen día llega su primer juego con un equipo
llamado Fundaluz, todos estaban emocionados, desde las tribunas su
abuela y padres gritaban: “Arriba Nacho tu puedes.”
Al batear, Nacho conecta un jonrón y ganan el juego. Él le dice a su
Abuela: Ese Jonrón te lo dedico, con mucho amor y cariño por que tú
fuiste el motivo para estar aquí.
Fue así como empieza a ser Nacho el beisbolista brillante.