1. Las necesidades nutricionales varían según la edad, siendo fundamentales una buena alimentación en la infancia y adolescencia para el crecimiento y desarrollo, y en la vejez para prevenir deficiencias. 2. La leche materna es la alimentación ideal para los bebés menores de 6 meses, mientras que entre los 6 y 12 meses se debe complementar con alimentos apropiados. 3. En la infancia, adolescencia y edad adulta se recomienda una dieta equilibrada y variada, evitando excesos de calorías y grasas
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Alimentación y nutrición según la edad
Cómo debe serla alimentación y nutrición de las personas según la edad, ya que éstas tienen variaciones a
lo largo de la vida. Los niños, por ejemplo, deben su buena nutrición a unos hábitos adecuados alimentarios,
para así también poder prevenir ciertas patologías a corto y largo plazo, entre las cuales podríamos encontrar
desnutrición, diabetes, hipertensión, anemia, obesidad, entre muchas otras. Debemos recordar también que el
dicho "eres lo que comes" es muy cierto, así que debemos inculcar a nuestros hijos desde muy pequeños muy
buenos hábitos alimentarios y de vida.
Las necesidades nutricionales en los niños dependen de la etapa de crecimiento en que se encuentren, y de la
actividad física que practique a lo largo del día. Es muy importante observar la conducta del niño o la niña
frente a diferentes tipos de alimentos que, por una u otra razón, podrían generarle aversiones o preferencias
excesivas, lo cual podría llevar a un grado de desnutrición u obesidad respectivamente.
Las primeras etapas de la vida son fundamentales para que los seres humanos formen todo su sistema
inmunitario y para también evitar patologías que se pueden dar por un consumo deficiente o excesivo de ciertos
alimentos y/o nutrientes.
Las necesidades nutritivas en la adolescencia vienen marcadas por los procesos de maduración sexual,
aumento de la talla y el peso. Estos procesos requieren una cantidad elevada de energía y nutrientes
provenientes de los alimentos que se consumen en la dieta. El adolescente, durante esta etapa, gana
aproximadamente el 20% de la talla y el 50% del peso que va a tener como adulto.
Los requerimientos nutricionales de los adultos sanos pueden considerarse los mismos en un rango de edad
entre los 19 a los 60 años (en promedio). En esta etapa de la vida la alimentación es enfocada principalmente a
mantener una correcta función de nuestro organismo y a prevenir la aparición de enfermedades que pueden
surgir por una deficiente o excesiva ingesta de alimentos y/o nutrientes. Las principales enfermedades serían de
tipo cardiovascular, obesidad, osteoporosis, diabetes, entre otras.
Cuando la persona cumple los 60 años de vida, las necesidades de energía (provenientes principalmente de los
carbohidratos) tienden a disminuir gradualmente (varía según los hábitos de cada persona), especialmente al
reducir la práctica de actividad física bien sea por pereza, cansancio, recomendación médica, alguna patología,
etc. No obstante, los aportes de nutrientes deben ser casi los mismos, o en algunas ocasiones superiores a los
que a llevado el resto de su vida, de ahí que muchos médicos recomiendan el consumo de suplementos
nutricionales como pastas, polvos, inyecciones, etc.
Las características orgánicas basadas en la disminución de sentidos como el gusto y el olfato, fallas en el
sistema gastrointestinal, disminución de la secreción de enzimas digestivas y salivares, dificultad para masticar,
etc. de las personas consideradas como adultos mayores, las convierten en un grupo supremamente vulnerable a
desarrollar deficiencias nutricionales.
RECOMENDACIONES DE ALIMENTACIÓN EN LA INFANCIA
Es importante que al recién nacido, durante los primeros seis meses, se le brinde el "calostro" la cual es la
primera leche que comienza a producir la madre al final del embarazo y durante los primeros días del pos parto,
ya que ésta contiene los nutrientes y anticuerpos necesarios para proteger al bebé de las enfermedades que
puedan atacarle, además de ir fortaleciendo todo su organismo para un correcto crecimiento.
La lactancia materna exclusiva es recomendada durante los primeros seis meses de vida del bebé, ya que la
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leche materna es suficiente para cubrir los requerimientos
nutricionales del lactante, además de poder seguirle
proporcionando anticuerpos. Luego de los seis y hasta los 2
años se debe seguir dando leche materna y complementar la
dieta del menor por medio de alimentos adecuados, sin
excesos de grasas saturadas, evitando comidas empacadas
al igual que dulces procesados, entre otros alimentos con
bajo valor nutricional.
En resumen a ésto se podría que la leche materna es la
alimentación ideal por ser nutritiva, inocua, siempre lista y
a una temperatura adecuada, además que crea un vínculo
estrecho de amor entre la madre y el bebé.
De los 6 a los 12 meses, se puede comenzar la complementación de la dieta
por medio de alimentos diferentes a la leche materna. Ésta se podría iniciar a
partir del cuarto al quinto mes de vida. En esta etapa también se busca la
estimulación motriz y de los sentidos por medio del manejo de la cuchara por
parte del bebé, lo cual al mismo tiempo le permitirá paladear mejor, y cambiar
la textura de líquido a triturado hasta que le bebé pueda consumir los alimentos
enteros pudiéndolos mascar.
En la siguiente tabla se muestran los alimentos que se deben proporcionar al
infante durante su primer año de vida.
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La alimentación correcta a partir del año de edad se basa en el consumo de una dieta equilibrada que cumpla
con los objetivos fundamentales que son: asegurar un crecimiento y desarrollo óptimos, evitar carencias
nutritivas y prevenir enfermedades a corto o largo plazo.
Para una alimentación adecuada del infante entre el primer y quinto año de vida se deben tener en cuenta los
siguientes puntos:
1. A partir del año, el infante debe ser incorporado a alimentarse junto con sus familiares, consumiendo
variedad de alimentos. Tratar de inculcar al infante desde muy pequeños a no consumir líquidos junto con los
alimentos sólidos, sino que hacer que éste beba los líquidos (agua o zumos de frutas sin azúcar refinada) por lo
menos unos 20 a 30 minutos antes de consumir los sólidos y, al menos, una hora después de haberlo hecho,
para evitar así una mala digestión y por ende una mala absorción de nutrientes, ya que los líquidos (sin
importar que solo sea agua) alteran el Ph gástrico, temperatura ideal de la digestión y la composición de
enzimas salivares y pancreáticas.
2. Tratar de estimular el proceso de masticación de los alimentos, para lo cual se debe evitar que al ser servidos
éstos sean triturados o cortados de manera previa, para también estimular poco a poco el uso adecuado de los
cubiertos.
3. Si se quiere que el infante consuma un alimento nuevo, debemos tratar de incorporarlo en pequeñas
cantidades y hacerlo como principio cuando el niño tiene más apetito, para lograr una mejor respuesta más aun
si es un alimento con un valor nutricional bueno.
4. Las sopas están mandadas a recoger (sin importar lo que muchas abuelas y madres digan) por su altos
contenidos de sodio (sal) y otros condimentos, sin importar que contengan verduras, a lo cual estas últimas es
mejor ofrecerlas al niño en estado natural (sin cocción). Una porción de papa cocida, un pescado cocido o asado
y una porción moderada de ensalada, sería una buena comida. Las sopas también cumplen la función negativa
de los líquidos mencionada en el punto 1.
5. Se debe permitir que el infante participe en la elección y preparación de los alimentos para que así mismo el
vaya conociendo y generando gustos propios. Tratar de no generar gustos malos o perjudiciales a través de
alimentos que sabemos no son buenos o que tienen un valor nutricional bajo o nulo.
6. Evitar que el niño tenga distracciones como la televisión o los juegos mientras come, ya que el cerebro debe
estar 100% concentrado en la acción de comer y la digestión como tal, para que así la digestión sea buena y la
absorción de nutrientes sea óptima.
7. Inculcar al niño que el desayuno es la comida más importante del día y que por ende no se debe dejar pasar
mucho tiempo entre levantarse y desayunar.
8. Evitar a toda costa que el infante se acostumbre a consumir alimentos altos en calorías y bajos en nutrientes
como golosinas, bebidas de soda, pasteles, entre otros. Tratar, por lo menos, de que sean consumidos al mínimo,
aunque lo ideal es que el niño nunca tuviese que probar estos alimentos.
9. Servir porciones moderadas al infante. Lo que nos inculcan desde pequeños en cuanto a que más se coma se
está más sano, o que un niño "gordito" es un niño alentado, no es más que un mito. Acostumbra desde pequeño
al niño o niña a que consuman porciones moderadas de alimentos y que lo hagan entre 5 a 6 veces al día. No
solamente acostumbrarlos al desayuno, almuerzo y cena.
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RECOMENDACIONES DE ALIMENTACIÓN PARA
LA ADOLESCENCIA
Durante la adolescencia debemos tener en cuenta las
siguientes recomendaciones para una alimentación
adecuada:
1. Es importante para la buena nutrición y crecimiento de
los adolescentes mantener una dieta balanceada evitando
alimentos procesados, ricos en azúcares refinados y grasas
saturadas.
2. Las mujeres tienden a requerir más aportes de hierro para reemplazarlas las pérdidas del mismo por el ciclo
menstrual, por ésto una rica dieta en carnes es esencial. Para las vegetarianas se debe suplementar el hierro por
medio de pastas o polvos.
3. Debido a que la masa ósea tiende aumentar de una manera considerable durante esta etapa de vida, los
requerimientos de calcio deben ser muy buenos por medio del consumo, principalmente, de productos lácteos y
sus derivados.
4. El consumo de grasas es esencial para la buena formación del sistema endocrino y una correcta secreción
hormonal. Pero estas grasas deben ser en mayor medida provenientes de las grasas insaturadas y en menor
proporción de las saturadas.
5. La alimentación de los adolescentes, en cada comida, debe contener un grupo de cada macronutriente (grasa,
carbohidrato, proteína).
6. La alimentación de los adolescentes de ser suficiente (pero No excesiva) para cubrir las necesidades
energéticas que se requieren para el crecimiento y para la práctica de actividad física, además de otras
actividades como la escuela y el estudio.
ALIMENTACIÓN EN EL ADULTO
1. Se debe tener en cuenta que alimentarse bien no significa comer en
exceso ni mezclar una gran variedad de alimentos en una sola toma.
Todo ésto solo genera indigestiones y acumulaciones de grasa en el
tejido adiposo por la gran cantidad de calorías que se ingieren de una
sola.
2. Comer despacio con una buena masticación debe ser clave para una
buena digestión y mejor absorción de nutrientes.
3. Evitar distraerse con la televisión, revistas, juegos o hablando con
otras personas ya que ésto provoca distracción del cerebro para lo que
se necesita en ese momento que es optimizar el proceso de la digestión.
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4. Evitar del todo o por lo menos el exceso del consumo de alimentos pobres en nutrientes y ricos en azúcares
refinados y grasas saturadas como las golosinas, embutidos, pasteles, fritos, entre otros.
5. Comer varias veces en el día en porciones moderadas. Tratar de no mezclar los líquidos con los alimentos
sólidos para evitar alterar el Ph gástrico y composición de enzimas digestivas, para también evitar malas
digestiones y una deficiente absorción de nutrientes.
6. Tomar agua y zumos de frutas sin azúcar refinada a lo largo del día. Hacerlo unos 20 a 30 minutos antes de
comer y, por lo menos, una hora después de haberlo hecho.
ALIMENTACIÓN EN EL ADULTO MAYOR
1. Se debe ingerir una buena variedad de alimentos pero no consumirlos
en exceso ya que las demandas energéticas tienden a disminuir, por lo
tanto comer en exceso puede ocasionar una acumulación de grasa en el
tejido adiposo lo cual puede llevar a problemas cardiovasculares y
coronarios.
2. Consumir alimentos ricos en fibra para evitar el estreñimiento.
Alimentos como las frutas son esenciales y ricos en fibra, pero su
consumo debe ser cuando se tiene el estómago vacío ya que si se
consume alguna otra cosa antes y luego se agregan las frutas, éstas
últimas tienden a fermentar en el estómago causando indigestiones y
flatulencias. El objetivo es tener una buena evacuación de los residuos
sin que sea provocado por problemas gastrointestinales mezclando
tantos alimentos de una sola.
3. Evitar al máximo alimentos que contengan compuestos como condimentos, salsas, entre otros, para evitar
problemas de gastritis, hepáticos, renales y, en general, de todo el sistema digestivo.
4. Incluir una buena ingesta de líquidos a lo largo del día por medio del agua y zumos de frutas sin azúcar
refinada, para lograr una correcta salud, buena digestión, óptima irrigación sanguínea para así mismo mejorar el
transporte de nutrientes para ser absorbidos, y de toxinas para ser evacuadas. Beber los líquidos de 20 a 30
minutos antes de comer y, por lo menos, una hora después de haber comido. Nunca combinar los líquidos con
los sólidos para evitar problemas de digestión.
5. Evitar los alimentos con excesos de sal, azúcares refinados y grasas saturadas que puedan traer problemas de
diabetes, obesidad, cardiovasuclares, entre otros.