1. LA ACENTUACIÓN GRÁFICA DE LAS PALABRAS MONOSÍLABAS
Los monosílabos, es decir, las palabras que tienen una sílaba, por regla general no llevan
tilde, salvo en los casos de tilde diacrítica. Ejemplos: fe, mes, ya, son, fue, vio, dio, gris,
ves, sol, mal, no, un, gran.
Hay que tener en cuenta que a efectos ortográficos, son monosílabos las palabras en las
que, por aplicación de las reglas generales, se considera que no existe hiato -aunque la
pronunciación así parezca indicarlo- sino diptongo o triptongo. Por eso, algunas palabras
que antes se consideraban bisílabas pasan ahora a ser consideradas monosílabas a efectos
de acentuación gráfica, por contener alguna de las secuencias vocálicas antes señaladas, y,
como consecuencia de ello, deben escribirse sin tilde.
La Ortografía de la lengua española de 2010 advierte que se escribirán siempre sin tilde
palabras como guion, truhan, ion, fie, Sion, liais, etc., aunque para una parte de los
hispanohablantes (los que articulan con un hiato las secuencias vocálicas que contienen)
estas voces sean bisílabas en su pronunciación.
LA TILDE DIACRÍTICA EN EL ADVERBIO SOLO Y EN LOS PRONOMBRES
DEMOSTRATIVOS
En la nueva edición de la Ortografía de la lengua española se da un paso más en la
decisión, adoptada hace ya años, de no tildar el adverbio solo ni los pronombres
demostrativos este, ese y aquel. A partir de ahora se podrá prescindir de la tilde en estas
formas incluso en casos de doble interpretación («voy solo al cine»).
SUPRESIÓN DE LA TILDE EN LA CONJUNCIÓN DISYUNTIVA O
Entre las novedades introducidas también está la supresión de la tilde en la conjunción "o"
entre cifras, por ejemplo 5 o 6.
Hasta ahora se venía recomendando poner tilde a la conjunción disyuntiva o cuando se
escribía entre dos cifras, con el fin de evitar toda posible confusión con el guarismo
correspondiente al número cero (se escribía 7 ó 8 para distinguir con claridad esta expresión
disyuntiva del número 708).
A partir de este momento la conjunción o se escribirá siempre sin tilde, como corresponde a
su condición de palabra monosílaba átona, y con independencia de que aparezca entre
palabras, cifras o signos: ¿Quieres té o café?; Terminaré dentro de 7 o 8 días.
USO DE LA LETRA q PARA REPRESENTAR EL FONEMA /k/
Las Academias han acordado también que la escritura con q de algunas palabras (Iraq,
Qatar, quark, quásar, quórum) representaba «una incongruencia con las reglas». Para
evitarla han decidido escribirlas con c o con k, según los casos: Irak, Catar, cuark, cuásar
cuórum. Quienes prefieran la grafía originaria, tendrán que hacerlo como si fueran
extranjerismos crudos y escribirlas en cursiva y sin tilde.
2. LA ESCRITURA DE PALABRAS CON PREFIJOS
Los prefijos deben escribirse siempre soldados gráficamente a la base a la que afectan
cuando esta sea una palabra simple: expresidente, antiácido, proabortista.
Ahora bien, los prefijos se escriben necesariamente separado de la base a la que afectan
cuando esta es pluriverbal, es decir, cuando está constituida por varias palabras: ex alto
cargo, anti pena de muerte, pro derechos humanos.
LA "ch" Y LA "ll" NO SE CONSIDERARÁN, OFICIALMENTE, LETRAS DEL
ALFABETO
La Ortografía de la lengua española considera que la "ch" y la "ll" no son letras del
alfabeto, pasando de 29 a 27 letras, un cambio que ya se hizo visible en la edición del
Diccionario de la Lengua de 2001. Así pues, en español, además de las veintisiete letras,
existen cinco dígrafos o combinaciones de dos letras, que se emplean para representar
gráficamente los siguientes fonemas:
El dígrafo ch representa el fonema /ch/: chapa, abochornar.
El dígrafo ll representa el fonema /ll/ (o el fonema /y/ en hablantes yeístas): lluvia, rollo.
El dígrafo gu representa el fonema /g/ ante e, i: pliegue, guiño.
El dígrafo qu representa el fonema /k/ ante e, i: queso, esquina.
El dígrafo rr en posición intervocálica: arroz, tierra.
TÍTULOS Y CARGOS
Los sustantivos que designan títulos nobiliarios, dignidades y cargos o empleos de
cualquier rango (ya sean civiles, militares, religiosos, públicos o privados) deben escribirse
con minúscula inicial por su condición de nombres comunes, tanto si se trata de usos
genéricos: El rey visita a los pilotos españoles en el circuito de Abu Dabi; El papa es el
obispo de Roma y sucesor de San Pedro; el presidente de la república es un cargo electo,
como si se trata de menciones referidas a una persona concreta: La reina inaugurará la
nueva biblioteca; El papa visitará la India en su próximo viaje; A la recepción ofrecida
por el embajador acudió el presidente del Gobierno, acompañado por la ministra de
Asuntos Exteriores y el director del Gabinete.
Aunque, por razones de solemnidad y respeto se acostumbra a escribir con mayúscula
inicial los nombres que designan cargos o títulos de cierta categoría en textos protocolarios,
se recomienda acomodarlos también en estos contextos a la norma general y escribirlo con
minúscula.
ACCIDENTES GEOGRÁFICOS
Cuando para referirse a un accidente geográfico se emplea el sustantivo genérico seguido
de un adjetivo derivado del topónimo al que dicho accidente corresponde, tanto el
sustantivo genérico como el adjetivo se escriben con minúscula: cordillera andina (el
3. adjetivo andino deriva del topónimo Andes), meseta castellana (el adjetivo castellano
deriva del topónimo Castilla), islas británicas (el adjetivo británico deriva del topónimo
histórico Britania), península ibérica (el adjetivo ibérico deriva del topónimo histórico
Iberia).
Sin embargo, cuando el adjetivo no deriva de un topónimo previo va con mayúscula inicial:
mar Mediterráneo, islas Canarias, península de Crimea.
LAS ABREVIACIONES Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA COMUNICACIÓN
En los mensajes de móvil y chats, tanto las dimensiones del soporte (con teclados y
pantallas reducidos) como la restricción a un número limitado de caracteres por mensaje
justifican que se recurra muy a menudo a las abreviaciones gráficas. Además, en los dos
contextos comunicativos mencionados, la inmediatez que preside en todo momento una
comunicación que, aun siendo escrita, se halla próxima a los códigos de la oralidad exige la
máxima premura en la materialización del mensaje.
Así pues, las abreviaciones acuñadas para su uso en chats y en mensajes cortos tienen
restringido su empleo a ese ámbito y no deben trasladarse a la lengua general, por lo que no
son objeto de regulación ni sistematización por parte de la ortografía.
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