2. No esperemos una sonrisa para ser gentiles… No esperemos ser amados para amar… No esperemos estar solos para reconocer el valor de un amigo… No esperemos el luto del mañana para darnos cuenta de la importancia de quienes hoy están en nuestras vidas… No esperemos tener el mejor de los empleos para ponernos a trabajar… No esperemos la nostalgia del otoño para añorar la alegría de la primavera… No esperemos estar enfermos para comprobar qué tan frágil es la vida…
3. No esperemos una pérdida para apreciar aquello que aún tenemos… No esperemos encontrar personas perfectas para poder enamorarnos… No esperemos un perdón para empezar a perdonar… No esperemos la separación para buscar la reconciliación… No esperemos elogios para creer en nosotros mismos… No esperemos contestar “yo también” para decirle a alguien “te amo”… No esperemos que los demás se acerquen cuando nosotros nos alejamos. No esperemos tener mucho dinero sin pensar en ayudar a los que les falta…
4. No esperemos comprender la muerte si aún no aprendimos a vivir… No esperemos la protección de Dios si nuestra fe en Él no es verdadera… No esperemos más… El momento es hoy, ahora… No sigamos esperando. Si seguimos haciéndolo, en esa espera, se nos va la vida… Amar, creer, dar, perdonar, aprender, ayudar... En estos pocos verbos está la clave para ser feliz… Seamos verdaderos protagonistas de nuestra existencia. Es nuestro presente y de él, depende en gran parte, nuestro futuro… No esperemos…