La autora no aspira a la perfección o santidad en su vejez, pero desea convertir sus años en sabiduría y consejo para los demás. Quiere abrir paso a la juventud sin juzgarla y comprender que enfrentan mayores peligros. Aunque no puede hacer juventud con su vejez, desea aminorar su irritabilidad y dar claridad desde su soledad como una barca llena de historias que inspiren a pensar, sin apagar su luz ni ver la vejez como un lastre sino una etapa para la realización antes