2. Concepto de revoluciones burguesas. Ideologías. - Liberalismo. - Nacionalismo. Ciclos revolucionarios. - 1820: crisis en el congreso de Viena. - 1830: estallido de la revolución. - 1848: la primavera de los pueblos. Independencia de las colonias españolas. Conclusión de los resultados del proceso revolucionario. ÍNDICE:
3. Es un proceso violento en el que se intenta abolir el feudalismo, con el fin de generar un desarrollo capitalista a través de la industria, y en el que se implanta como estado dominante el estado Burgués. Concepto: revoluciones burguesas Hubo dos revoluciones burguesas, las Revoluciones Industrial y Francesa que se manifestaron simultáneamente en la 2º mitad del SG XVIII en ambas la burguesía fue la clase social beneficiada y dieron lugar al capitalismo. Las dos sirvieron de modelo para otras revoluciones ocurridas más tarde en otros lugares del mundo. La industrialización inglesa fue tomada como modelo de progreso y desarrollo, y la revolución francesa representó un ideal de libertad y participación política. El triunfo económico y político de la burguesía preparó el camino para la expansión del capitalismo en el mundo. Los efectos siguen teniendo vigencia en el mundo actual.
5. El liberalismo Aparece en la primera mitad del siglo XIX, rechaza el absolutismo y buscaba recuperar los derechos y libertades que había reconocido la Revolución Francesa. Por debajo del marco político fijado en el congreso de Viena, se desarrollaron diversos movimientos heredados de los principios revolucionarios y contrarios a la monarquía absoluta. El liberalismo político defiende la libertad como derecho de todos los hombres. Sus raíces se encuentran en pensadores como Locke, Montesquieu y Rousseau. Para el liberalismo el ciudadano debe dirigir la política del país a través del sufragio y de la representación parlamentaria. Po encima de cualquier ley está la constitución como garante de los derechos individuales y colectivos, y límite del poder del monarca y de los gobiernos.
12. En 1820 Europa se vio sacudida por una oleada revolucionaria contra las monarquías absolutas (España, Portugal, Italia y Rusia). Estas revoluciones pusieron de manifiesto la debilidad ideológica y política de la Restauración. 1820: crisis del congreso de Viena El proceso de independencia en Grecia En 1821 los campesinos y el clero ortodoxo se levantaron en Grecia para pedir la independencia frente a Turquía. Los egipcios, aliados de los otomanos, ocuparon la península de Morea. Los gobiernos británico y francés ayudaron a los revolucionarios y derrotaron a las armadas turca y egipcia en 1827. Los rusos entraron en territorio otomano en 1829. Por el tratado de Adrianópolis los griegos alcanzaron la autonomía y un año después la independencia. Fracaso en España: la experiencia del Trienio Liberal En 1820 un sector del ejército, al mando del coronel Rafael del Riego se sublevó contra Fernando VII, quien reinstauró el absolutismo en 1814 y obligó al rey a jurar la Constitución de 1812; el monarca pidió ayuda a Francia para volver a reinstaurar el absolutismo (1823) y poner fin al Trienio Liberal.
13. En 1830 estallo una segunda oleada revolucionaria. La crisis económica conllevo que los obreros se unieran a las burguesías liberal y nacionalista. 1830: estadillo de la revolución La revolución en Francia: Los borbones volvieron a Francia en la figura de Luis XVIII quien concedió cierto poder a las cámaras constitucionales y promulgo una ley que favorecía a los liberales en las elecciones. Tras su muerte le sucedió Carlos X, que modificó la ley electoral. En París estalló una revolución que acabo con la proclamación de una monarquía burguesa gobernada por Luis Felipe de Orleans. La independencia de Bélgica: Bélgica formaba parte de los Países Bajos desde 1815. Mientras Bélgica era católica y en parte de lengua francesa, Holanda era calvinista. Bruselas apoyada por Francia y el Reino Unido, Bélgica consiguió la independencia y nombró rey a Leopoldo de Sajonia-Coburgo.
14. Una nueva idea se iba abriendo caminos por Europa: la democracia –no hay libertad sin representación-. Junto a ella, también se reivindicaban las mejoras sociales. 1848: la primavera de los pueblos La situación en Europa en vísperas de la revolución. Desde 1845 Europa sufría una fuerte crisis agrícola debido a las malas cosechas. El aumento de precio de los productos alimenticios provocó el cierre de talleres y fábricas. La crisis política tampoco se había solucionado; en la Francia de Luis Felipe de Orleans el poder estaba en poder de la burguesía y la sociedad demandaba democracia a través del sufragio universal. Francia y la revolución: de febrero a junio de 1848. En Francia la crisis económica incremento el descontento hacía el régimen orleanista. Luis Felipe abdicó, y se formo un gobierno reformista integrado por republicanos y socialistas que proclamó la II República. Ante la crisis económica los socialistas promovieron los Talleres Nacionales. La Asamblea Nacional ordenó el cierre de estos talleres, lo que provocó una sublevación obrera. Expansión de la revolución a Europa. La revolución se extendió al imperio austriaco. En Viena las revueltas obligaron a dimitir a al canciller Metternich y se proclamó una constitución . En Milán se expulsó al ejército imperial. La revolución se extendió a Lombardía y al Véneto. Parma, Módena y Toscana expulsaron a las monarquías colaboracionistas. El Papa Pío IX huyó de Roma y en Nápoles Fernando II se vio obligado a conceder una constitución. El triunfo de la reacción. El ejército austriaco invadió las zonas rebeldes en Bohemia, Piamonte, Parma, Módena y Toscana. Pio IX volvió a Roma después de que el ejército francés expulsara a los revolucionarios de la ciudad. El ejército prusiano entro en Berlín. El parlamento de Frankfurt huyó a Stuttgart, el gobierno de Wurtenberg accedió, por temor a los prusianos, a disolver el parlamento.
17. Desarrollo del proceso independentista El proceso de emancipación de los territorios americanos siguió dos fases. En la primera España reaccionó en principio con medidas políticas: las Cortes de Cádiz definieron a la nación española como «la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios»; pero al volver a España Fernando VII se adoptaron medidas militares: en 1815 se envió un cuerpo expedicionario al mando del general Morillo que logró controlar, momentáneamente, la situación en Nueva Granada. En la segunda fase se inició un proceso irreversible que llevó a la independencia de los territorios: Argentina, Chile, Colombia... Primera fase: Los autonomistas americanos protagonizan varias sublevaciones con escaso éxito, algunas sirvieron para formar juntas de gobierno, como la de Caracas y la de Buenos Aires, donde se llegó a deponer al virrey español. A partir de 1814, tras el fin de la guerra en España, los independentistas adoptan nuevas estrategias con lo que extienden las rebeliones a la vez que consiguen obtener la ayuda de Inglaterra. Paralelamente, dos líderes comienzan a destacar: Simón Bolívar, cuya área de actuación se sitúa en Nueva Granada al norte de América del Sur, y José San Martín. Segunda fase: La situación económica y política de España impide que se puedan controlar las sublevaciones. Comienzan las victorias militares de los sublevados que logran la independencia de Chile, Colombia, Venezuela y México. En 1824 la batalla de Ayacucho, pone fin al proceso de independencia de América. El antiguo imperio español ha quedado reducido a las islas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
18. Consecuencias de la independencia La pérdida de las colonias españolas en el continente americano agravó los viejos problemas políticos y fiscales de la monarquía absoluta. Afectó también a aquellas industrias y cultivos que durante años habían gozado en América de un mercado protegido. Esto sucedía precisamente en el momento en que otros países europeos avanzaban en el proceso de industrialización. Las características sociales y económicas de los recién nacidos países americanos no variaron apenas. Los criollos que ahora se habían establecido en el poder, temían más revueltas de las clases campesinas desfavorecidas, por lo que se desarrolló un poder autoritario protagonizado por caudillos militares que habían obtenido prestigio en las guerras de independencia.
19. Conclusión de los resultados del proceso revolucionario A pesar del fracaso de las revoluciones, la revuelta a regímenes conservadores no fue un mero retorno al pasado. En la mayor parte de Europa occidental se habían aprobado constituciones que limitaban el poder real y que contemplaban la permanencia de los parlamentos. Asimismo, las revoluciones consiguieron abolir los últimos vestigios del régimen señorial. El fracaso de las revueltas modificó los planteamientos de algunos estados. Es el caso de Prusia y Piamonte que, por decisión de sus gobiernos, encabezaron los procesos de unidad de Alemania y Italia, respectivamente. En Francia, Luis Napoleón Bonaparte dio un golpe de estado y reinstauró la monarquía. Austria y Prusia mantuvieron monarquías absolutas. El movimiento obrero fue el sector más perjudicado por las revoluciones que recorrieron Europa a lo largo de 1848. Según algunos historiadores, la burguesía se asustó ante las demandas obreras y prefirió respaldar a los gobiernos absolutistas o autoritarios. Otros historiadores afirman, en cambio, que la burguesía manipuló a los obreros usándolos como fuerza de combate ante los ejércitos de la reacción.