Este poema anima al lector a mantener su corazón abierto al amor y la alegría a pesar de la soledad o la duda, porque sólo uno mismo tiene el poder de abrir o cerrar su propio corazón. Al abrir el corazón, uno puede dejar atrás los dolores, encontrar belleza en la vida, y experimentar la alegría y la felicidad de una perspectiva renovada.