Este documento presenta la segunda edición del libro "Mi Baraja Personal" por Dani DaOrtiz. Explica brevemente la historia de la primera edición publicada hace 6 años y los motivos para publicar esta nueva edición, incluyendo mejoras y menos páginas. También resume brevemente algunas de las propiedades y características del sistema de ordenación de barajas DaOrtiz descrito en el libro.
7. 8
Agradecimientos
Este trabajo no hubiese visto su luz sin los innumerables apoyos en forma de ánimos y dedicación, por parte de
muchos magos, a este sistema de ordenación.
Especialmente, quiero agradecer a Luigi y Fran (Ronda), por “obligarme” casi, a rescribir esta nueva edición.
También a Roger y Javi (Torre del mar), por estar siempre presente.
Miguel Puga y Ángel Azar (por su colaboración en la primera edición).
Juan Escolano (por su gran ayuda)
Especialmente a Woody Aragón por acercarme aún más al fascinante mundo de la baraja espejo, y por
aportarme referencia de materiales que sin duda, han influido en este trabajo.
Y para finalizar, a Juan Tamariz por su fascinante obra de la Mnemónica, que tanto ha influido en mis estudios
sobre la baraja ordenada.
9. 10
Índice
Sobre la primera edición…………………………………..……………………..……..12
Antes de comenzar………………………………………..….……….…………..……… 14
I. Baraja DaOrtiz………………..………………………………………………………… 18
II.Ordenando la baraja………………………….…………………………..…………. 19
a. Ordenación por anti-faro……..………………………………………. 19
b. Ordenación por faros………………………..…………………………. 20
III. Comprendiendo la baraja………………………………………………………….24
Conociendo el orden………………………………………………………... 24
Los valores 3 y J …………………………………………………………….. 25
IV. Ejercicios prácticos………………………….…………………………………….… 27
B. PROPIEDADES INTERNAS……………………………………………………….. 28
A. PROPIEDADES, aprovechando la estructura interna del orden………...... 30
I. Secuencia impar de colores……………………………………………..…….. 29
II. Secuencias valores distantes…………………………………………………. 31
III. Hallando la carta central………………………………………………..……. 32
IV. Ordenación Ascendente……………………………………………..………… 33
a. Cuádruple contaje…………………………..…………………..…..…… 33
b. Localizando cartas, versión 1 – Sistema mnemónico….…..… 34
V. Las cartas más nombradas…………………………………………..……….. 35
B. PROPIEDADES, sujeta a cálculos………………………….……………….………… 36
VI. Localizando cartas, versión 2 – sistema aritmético…………………. 38
VII. Saber la cantidad de cartas que tiene un paquete determinado 40
VIII. Hallar la identidad de una carta en un lugar determinado…….. 41
IX. Carta interesada al lugar interesado……………………….…………... 42
C. PROPIEDADES, modificando algunas cartas……………….….………..……….. 46
C.1. Cambiando valores 3 y J …………………………………………………… 46
a. Alternancia de colores…………………………………….………….. 47
b. Alternancia de palos……………………………………….….………. 48
C.2. Cambiando los valores 3 y J (automáticamente con juegos)..… 48
1. Viaje de 3 y J………………………………………………………………48
2. Cortando por los 3 y J………………………………………………… 53
3. Estado de “3 y J cambiadas” (dos partes)…………………….. 55
4. Las tres referencias………………………………………….……….. 55
5. Siguiendo el tres……………………………………………….………. 57
D. PROPIEDADES, Llegando al orden de baraja nueva………….….…………… 62
D.1. Usando anti-faro……………………………………………..…………… 62
D.2. Usando Faros…………………………………………………….………… 63
E. LA BARAJA ESPECJO CAPICÚA, desde la ordenación DaOrtiz……..……. 68
E.1. Espejo con separación capicúa de palos…………….……………. 68
E.2. Espejo capicúa con propiedades……………….……………………. 70
10. 11
E.2.1. Algunas propiedades de la espejo………………………..……… 70
E.2.2. Propiedades de cualquier baraja espejo………………..……… 71
E.2.3. Propiedades aplicadas de la baraja aritmética DaOrtiz…….71
1. Secuencia de cuatro……………………………………………..….. 71
2. Búsqueda de cartas……………………………………………..…… 71
3. Secuencia alterna de palos …………………………………..…… 72
E.2.4. Propiedades extras de la espejo DaOrtiz……………………... 72
1. suma de 9………………………………………………………..……… 72
2. Diferencia de 3………………………………………………..………. 73
E.2.5. Separación de palos con la baraja espejo………….…………....3
E.2.6. Llegando nuevamente a la ordenación aritmética DaOrtiz. 75
1. A través de antifaros………………………………………………… 76
2. A través de faros……………………………………………………… 76
E.2.7. Algunos juegos con la baraja espejo……………….…………… 76
1. La carta vuelta…………………………………………………….….. 76
2. “Peek” para Engblom……………………………………………….. 79
3. un corte de suerte……………………………………………….….. 83
F. JUGANDO PÓQUER…………………………………………………………………. 88
1. Volviendo al orden inicial (antes de las jugadas)……….. 88
2. Trío a petición para cinco jugadores…………………………. 89
3. Dobles parejas a petición para cuatro jugadores……….. 93
4. póquer a petición para cinco jugadores……………..……… 94
5. Escalera a petición para cuatro jugadores………….……… 97
6. Escalera real para (tahúr con jugada máxima)………..…. 98
F.1. Cualquier jugada de póquer con la ordenación espejo……. 99
G. DELETREOS……………………………………….…………………………………. 106
1. carta pensada se deletrea y sale (versión clásica)…... 106
2. Se deletrea mandato y sale carta pensada (I)………... 106
3. Se deletrea mandato y sale carta pensada (II)………. 107
4. baraja a la orden (Tamariz – DaOrtiz)…………………... 108
5. Baraja a la orden (II – los espectadores mandan)….. 109
6. Baraja a la orden (III- cartas elegidas y sorpresas)… 111
7. Cartas soplonas I………………………………………………... 113
8. Cartas soplonas II……………………………………………..…114
H. COINCIDENCIAS……………………….……..……..………………………..… 120
H.1. Con la baraja aritmética DaOrtiz…………………………….... 120
1. Carta elegida coincide con su homónima (2 pasos)… 120
2. Carta elegida coincide con su homónima (II)………..…122
3. Súper “uno por delante”…………………………………….… 123
H.2. Con la ordenación espejo………………………………….…….. 127
4. Intuición casual…………………………………………..……… 127
5. Carta elegida coincide con su homónima (III)……….. 129
6. Pequeña rutina de coincidencias………………………….. 129
7. Carta elegida coincide con su homónima (y IV)…..… 133
11. 12
Sobre la primera edición
Tras algunos meses de enfado con mi ordenador, hoy me siento nuevamente para ordenar
pensamientos. En esta ocasión, y hablando de ordenaciones, intento rescribir aquello que
hace ya casi seis años, bauticé como Mi Baraja Personal. Y todo comienza por el principio:
Nos remontamos como doce o trece años atrás. En mis manos cae un pequeño libro que bajo
el título de Ilusionismo Moderno, me adentra en algunas de sus páginas, en el fascinante
mundo de las barajas ordenadas. Ya había oído hablar de ellas antes, incluso tenía
conocimiento de la súper mnemónica de Juan Tamariz y del, por entonces, mito de su futura
publicación.
El sistema hallado en el libro era el famoso orden de “Si Stebbin's”. Durante mucho tiempo
trabajé con él, hasta tropezar poco a poco, con las dificultades que encontraba a la hora de
realizar juegos donde la baraja estuviese expuesta a los espectadores, como en los clásicos
efectos de memorización. Quien conozca el método, comprenderá perfectamente o a lo que
me refiero: La ordenación se compone de cuatro secuencias idénticas, además de ir las cartas
alternadas por palos y colores.
Estas condiciones me hicieron pensar que quizás la baraja podría ser más perfecta, si
estuviese reestructurada de forma diferente. Este fue el primer paso para construir mi propia
12. 13
ordenación. Intenté modificar el sistema de Si Stebbin's de una y mil formas diferentes, pero
perdía demasiadas propiedades de trabajo. Intenté insertar comodines, cambiar la secuencia,
quitar cartas… todo eran intentos inútiles.
Semanas después, cientos de hojas llenaban nuevamente mi papelera, con ecuaciones
inútiles, en burdos intentos por conseguir mi objetivo.
Por fin y tras mucho pensar y trabajar, hallé el sistema actual. Trabajé algunos años con él,
mejorándolo poco a poco.
Todas aquellas mejoras y manejos de la baraja, quedaban reflejadas en apuntes que, bajo el
título de “Mi baraja Persona”, iba almacenando en mi ordenador. Años después, entrando en
el nuevo siglo, las ganas de mostrar y la inquietud de un chaval de apenas veinte años, me
empujan a la ilusión de querer publicar aquel trabajo. Fue Juan Escolano quien me animó y
financió el proyecto para que éste viese la luz. Y así fue.
En muchas ocasiones he pensado si fue un error o no, publicar aquel trabajo en el que
explicaría en más de doscientas páginas, un nuevo sistema de barajas en rosario. Fueron
diferentes motivaciones las que me empujaron a escribir y publicar aquello que, seis años
después, puedo catalogar como “incompleto”. Habiéndolo revisado una y mil veces, cada día
estoy más seguro de que sobran demasiadas cosas y faltan algunas otras. No obstante, aquel
libro explicaba a la perfección la esencia de la baraja, con lo que no fue un error escribir el
método y manejo de la misma.
No obstante, y como estaba en deuda con todos aquellos que confiaron en mí durante estos
años, he aquí mi nueva edición de “Mi baraja personal”, con más esencia, mejores
explicaciones, más contenido practico, y más importante aún, menos páginas.
A decir verdad, estas nuevas notas no se han escrito con el ánimo de publicarse o venderse.
Simplemente, se han escrito, por qué debían escribirse:
Hasta que se publicase hace seis años en una primera edición, mi baraja ordenada me
acompañó en innumerables momentos. Tras esta publicación, fueron muchos los amigos y
compañeros que siguieron el camino que años antes yo comencé. Inmediatamente recibí
emails y cartas, de muchos magos que no tenía el placer de conocer, pero que se
entusiasmaron con aquella ordenación. Por la misma fecha, Juan Tamariz publicaría su
excelente baraja mnemónica, en dos tomos, lo que pondría de moda el mundo de las barajas
ordenadas. Sin duda alguna, yo fui uno de los primeros que continué aprendiendo con los
tomos de Juan. Continué aprendiendo y aplicando nuevos conceptos y manejos a mi
ordenación.
Ya no sólo los emails y cartas de mis compañeros; ya no sólo los dos apasionantes tomos de
la Mnemónica de Juan; también, las aportaciones que me daban el estar trabajando día a día
con esta baraja.
Hasta hoy, puedo decir que he tenido muchas charlas con compañeros amantes de las
barajas ordenadas. He escrito en algunas ocasiones artículos en diferentes revistas
internacionales… Incluso he practicado con otras ordenaciones, con el único ánimo de poder
estudiar y profundizar más en mi propia ordenación.
Quizás todo ello es lo que me obligue ahora a decir que aquella primera edición fue una
publicación prematura. Por ello, ésta que ahora llega, es una nueva edición con las
modificaciones necesarias para adentrarte en una nueva parte del mundo de las
ordenaciones. Igualmente, es todo esto lo que me hace pensar que estas notas se han
escrito, simplemente, porque debían escribirse.
Dani DaORTIZ, desde Helsinki (Finlandia)
13. 14
Antes de comenzar
Entiendo que si el lector quiere aprender todo sobre el mundo de las barajas ordenadas, ya
se habrá dado un paseo por los fascinantes tomos de La mnemónica de Juan Tamariz. Yo,
con esta nueva edición de mi baraja personal, no pretendo aportar nada más al mundo de las
barajas ordenadas, más que esta ordenación que llevo utilizando durante más de diez años y
que tantos buenos resultados me ha ofrecido.
En muchas ocasiones me han discutido sobre las propiedades que tienen algunos sistemas en
comparación con otros. Entiendo que algunos de los manejos o juegos que se pueden realizar
con algún sistema de ordenación, se pueden realizar o imitar con cualquier otro, con sus
pertinentes modificaciones.
Cada sistema comprende sus propiedades internas, lo que les hace que sean únicos. Quizás
los sistemas Mnemónicos de ordenación tengan menos propiedades que los sistemas
aritméticos, que al apoyarse en las matemáticas, seguro contiene propiedades que desconoce
incluso el propio creador de dicho sistema. Por otro lado, imagino que las propiedades
creadas concienzudamente con los sistemas mnemónicos, son muchos más potentes, por el
hecho de haber sido creados con tal fin.
He intentado que mi sistema tenga un poco de todo. No sólo se agarra a las propiedades
matemáticas, como una baraja rosario aritmético que es; sino que además, he intentado
recuperar algunas propiedades de gran importancia en el mundo de las ordenaciones.
Debo reconocer que aunque la mayoría de propiedades fueron implantadas, muchas de ellas
fueron descubiertas por el paso de tiempo.
Pero, ¿Qué propiedades comprende el sistema DaOrtiz?
Además de contar con las propias de cualquier ordenación, tales como localización, colocación
o control de cualquier carta, este sistema aporta la capacidad de:
14. 15
- Montaje desde una baraja nueva.
- Montaje frente a los espectadores.
- Colocación del orden en secuencia de colores rojo-negro
- Colocación del orden en secuencia alterna de palos.
- Creación de excelentes jugadas de póquer.
- Deletreos.
- Coincidencias de cartas.
- Ubicación específica de las cartas más nombradas.
- Vuelta al orden de baraja nueva
- Creación de baraja espejo capicúa “por palos”
- Creación de baraja espejo capicúa con propiedades (además de las propias)
- Y muchas otras.
Además de todo esto, quizás la gran aportación de esta baraja es el estudio de la gran
propiedad “secuencia de cuatro”, que aunque existen en otras ordenaciones, no he logrado
encontrar un estudio sobre la misma.
Me refiero a ésta, como la gran propiedad, ya que estará presente en todo momento. Gracias
a ella, podremos, entre otras cosas:
- Exhibiciones de juego, donde el espectador no sólo decide la jugada (póquer, trío,
full…) sino que además, decide qué cartas compondrán cada jugada (trío de dos, full
de ochos, póquer de Ases, etcétera). Tras unas minúsculas mezclas a la baraja, el
mago reparte y aparece la jugada elegida.
- Deletreos con total libertad. Por ejemplo, la baraja puede estar cara abajo sobre la
mesa y cortada por cualquier punto. Aun así y utilizando siempre las mismas frases a
deletrear, aparecerá cualquier carta que un espectador solicite.
- Grandes coincidencias. Entre otras cosas, podrás dejar la baraja cara abajo y pedir
que nombren cualquier carta. Al cortar la baraja en dos montones sobre la mesa e ir
descubriendo una a una y al mismo tiempo las cartas de ambos montones, cuando
aparece la elegida, ésta coincidirá en el otro montón con su homónima.
- Baraja espejo capicúa con propiedades: Además de las propiedad internas que
contiene una baraja espejo, también se le aplicará automáticamente la propiedad
“secuencia de cuatro”, donde podrás tener el control de la cartas (localización,
colocación, control…), pero con la baraja espejo.
Esta propiedad siempre estará presente en la baraja, haciendo que el control de las cartas no
desaparezca en ningún momento.
Ya llegando al final de esta breve introducción, comentar que he querido plasmar en el libro
sólo juegos e ideas propias y aplicables al sistema DaOrtiz. No obstante, en aquellas
aportadas o pertenecientes a otros colegas, encontrarás la mención pertinente en el
enunciado del artículo.
Por ello, si por ejemplo el lector desea encontrar algunos efectos que se puedan realizar con
la baraja espejo, deberá recurrir a algún libro escrito con tal fin. En éste, tan sólo encontrará
efectos demostrativos o propios del sistema DaOrtiz.
17. 18
El Sistema DaOrtiz
I. Baraja DaORTIZ
4C 7T 9D DP 3T 6T 8D JC 2C 5T 7D 10P AC 4T 6D 9P
KC 3D 5D 8P DC 2T 4D 7P JT AT 3P 6P 10C KT 2D 5P
9C QT AD 4P 8C JD KD 3C 7C 10T QD 2P 6C 9T JP AP
5C 8T 10D KP
(el orden se muestra de izquierda a derecha)
C= Corazones T= Tréboles
D= Diamantes P= Picas
Antes de entrar en materia, echemos un vistazo a la ordenación. Como se puede ver en la
fotografía, a diferencia de la baraja primitiva de Stebbin's, la ordenación DaOrtiz no cumple
con ninguno de los factores negativos que explicaba en el apartado “sobre la primera
edición”. En esta ordenación, ninguna de las secuencias se repite, ni los palos ni colores van
ordenados alternativamente. A simple vista, aparenta ser una baraja recién mezclada.
18. 19
II. Ordenando la baraja
Veamos a continuación dos formas sencillas de llegar al orden. Explicaré una muy fácil,
utilizando una anti-faro y que podremos preparar fuera de la vista de los espectadores, y
mostraré otra utilizando la mezcla faro y partiendo de una baraja nueva. Esta última podrás
realizarla frente a los espectadores.
a. Ordenación por anti-faro
Dispondremos sobre la mesa los cuatro palos de la baraja, separados y ordenados del As al
rey, desde abajo hacia arriba. Los montones estarán situados en orden de picas, corazones,
tréboles y diamantes. Ésta posición de partida la podrás ver en la fotografía 1.
A continuación, extraeremos los valores 3 y J de cada palo, situándolo sobre la mesa, delante
de sus montones pertinentes (fotografía 2).
Fotografía 1 Fotografía 2
Correremos estos valores 3 y J, un lugar hacia la izquierda, como muestra la fotografía 3.
Advierte como el 3 y J de picas, se sitúa delante del montón ordenado de diamantes.
A continuación, insertaremos los valores 3 y J, en sus lugares respectivos, pero en el montón
que están invadiendo. Por ejemplo, el 3 y J de picas, se insertarán en la posición 3 y posición
11, respectivamente, pero del palo de diamantes (vea la fotografía 4).
Fotografía 3 Fotografía 4
Casi llegando al final y una vez insertado los valores 3 y J, cortaremos y completaremos el
palo de corazones, dejando el 4 en su parte superior. Haremos lo propio con el 7, en el palo
de tréboles, y con el 9 en el palo de diamantes (fotografía 5).
19. 20
Para concluir la ordenación, comenzaremos a recoger las cartas, siempre caras arriba y
apilándolas en la mano izquierda. Comenzaremos por el palo de picas, corazones, tréboles,
diamantes, nuevamente picas… y así hasta agotar los montones. De esta forma, la baraja
habrá quedado ordenada sobre la mano izquierda (fotografía 6).
Fotografía 5 Fotografía 6
b. Ordenación por faros
Vamos a partir desde una baraja recién abierta. Dependiendo de los modelos, las barajas
vienen de una forma u otra, pero en un gran porcentaje de ellas, siempre la hallaremos
ordenada del as al rey, en separación de palos (fotografía 7). Comenzaremos pues así, con la
baraja en la mano izquierda, cara arriba y ordenada como muestra la fotografía número 7.
Advierte que los palos están ordenados de forma descendente del Rey al As, desde la parte
superior a la inferior, y en orden de separación de palos: corazones, tréboles, diamantes y
picas.
Fotografía 7
Comenzando con la ordenación, abriremos las primeras cartas, las pertenecientes al palo de
picas, y llevaremos a una posición de salida exterior los valores 3 y J (fotografía 8).
Continuaremos la acción, haciendo lo propio con los palos restantes. Al finalizar esta acción,
te encontrarás en la posición indicada por la fotografía número 9.
20. 21
Fotografía 8 Fotografía 9
Cerraremos la baraja, siempre cara arriba, y extirparemos el grupo de 3 y jotas, con la mano
derecha. Mira estas dos acciones seguidas en las siguientes fotografías.
Fotografía 10 Fotografía 11
Dejaremos el grupo de 3 y jotas sobre la baraja, pero no sin antes pasar el 3 y jota de
corazones a la parte superior. Para ello, la mano derecha abre el grupo hacia la izquierda y
deja sobre la baraja todo el grupo que sujeta, quedándose con el tres y jota de corazones
(fotografía 12), que dejará en una acción inmediata, sobre la baraja (fotografía 13).
Fotografía 12 Fotografía 13
Todas estas acciones que escritas parecen extenderse mucho, no duran apenas unos
segundos.
21. 22
Continuaremos ahora, colocando los tres y jotas en sus lugares correspondientes, pero en
palos distintos, tal como hicimos en las instrucciones de la ordenación por anti-faro.
Para ello, la mano derecha, ayudada siempre de la otra mano, comienza a abrir la baraja
(fotografía 14). Cuando aparece el cuatro del primer palo (picas), el pulgar derecho empujará
el tres de corazones (fotografía 15), dejándolo así entre el dos y cuatro de picas (fotografía
16).
Fotografía 14 Fotografía 15
Fotografía 16
Continuaremos haciendo lo mismo con la jota de corazones, colocándola entre el 10 y la
dama de picas. Así haremos exactamente igual con los tres y jotas restantes, colocando el
tres y jota de picas, en sus respectivos lugares pero del palo de diamantes; tres y jota de
diamantes en sus respectivos lugares pero del palo de tréboles; y por último, el tres y jota de
este último palo, en sus lugares respectivos, pero en el palo de corazones.
Ya llegando al final, abriremos nuevamente la baraja, hasta llegar al rey de picas, el cuál
colocaremos sobre el As de picas, en la parte superior de la baraja. Para ello, cuando
22. 23
lleguemos al rey, cortaremos por este punto (fotografía 17), para acto seguido, arrastrar el
rey, con el pulgar izquierdo, sobre la primera posición (fotografía 18). El palo de picas que
habrá quedado separado en la mano derecha, lo colocaremos bajo la baraja, como si
hubiésemos cortado por ese punto. Así pues, sobre la baraja se hallará ahora a la vista, el As
de diamantes Lo que habremos echo no es más que cortar el palo de picas.
Ahora haremos lo mismo con el palo de diamantes: repitiendo los pasos anteriores,
cortaremos, dejando el diez de diamantes como carta superior. Advierta que en esta ocasión,
no sólo se pasará una carta, como en el caso del rey de picas, sino que se pasará el diez de
diamantes, con la Jota de picas, la dama y rey de diamantes. Para realizar perfectamente
esta acción, la mano derecha abrirá primero las cartas de diamantes, como muestra la
fotografía 19. Seguidamente, la misma mano cortará por el diez de diamantes (fotografía 20).
Gracias a la separación del palo, ahora será muy fácil para el pulgar izquierdo, empujar el
grupo de cuatro cartas, sobre el as de diamantes, como muestra la fotografía número 21.
Igual que hicimos anteriormente, el palo de diamantes quedará separado en la mano
derecha. Finalizaremos esta acción, dejando el montón de diamantes bajo la baraja.
Fotografía 17 Fotografía 18
Fotografía 19 Fotografía 20
Haremos ahora exactamente igual, cortando el palo de tréboles por el número 8, y el palo de
corazones por el número 5. Recuerda que tras cada corte, cada palo deberá ponerse debajo
de la baraja. Finalizado los cortes, nos encontraremos nuevamente con el rey de picas en la
cara de la baraja.
Para finalizar la ordenación, someteremos a la baraja a dos mezclas faros In (fotografía 22).
Si las faros se hicieron correctamente, el rey de picas habrá quedado siempre en última
posición, bajo la baraja.
23. 24
Fotografía 21 Fotografía 22
III. Comprendiendo la baraja
Conociendo el orden
Tras leer las siguientes dos páginas, y tras asimilar lo que en ella explico, comenzarás a
trabajar con la baraja, sabiendo perfectamente el orden de cada una de las cartas. A
diferencia de otros sistemas de ordenación, este que estamos estudiando está agarrado a las
matemáticas, con lo que no será necesario que memoricemos la posición de las cincuenta y
dos cartas, ya que será su propia secuencia aritmética, la que nos ayude a recordarla.
Será mucho más fácil continuar el estudio, si ya tienes la baraja ordenada en tus manos, lista
para comenzar a usarse.
Fíjese ahora en el cuadro siguiente, y advierta cómo picas está en primera posición,
corazones en segunda; y tréboles y diamantes en tercera y cuarta respectivamente. Si desea
recordar para siempre esta posición, memoriza la palabra “P i C o T u D a". No obstante, hay
algo que nos llama la atención: como podemos comprobar en el siguiente gráfico, cada palo
tiene asociado un valor: picas tiene asociado el 4; corazones el 3, tréboles el 2, y diamantes
el 3.
figura 23
Estos dos datos, tanto el orden de los palos (Pi Co Tu Da), como los valores asociados a cada
uno, es lo que tendremos que memorizar y aprender, para comenzar a trabajar con la
ordenación.
El valor asociado se nos “tiene que venir a la mente”, automáticamente cuando recordemos el
palo respectivo. De esta forma, si alguien nos nombra una carta de picas, debemos pensar
inmediatamente en el valor 4. Si alguien nos nombrase una carta de diamantes, debemos
pensar inmediata y automáticamente en el valor 3. Y así, con los otros dos palos. Cuando
esto ocurra, casi podremos decir que nos sabremos el orden de la baraja, sin haber
comenzado aún a trabajar con ella. Un pequeño detalle a destacar para memorizar mejor
estos valores, es que los palos rojos de corazones y diamantes tienen asociado el mismo
valor.
24. 25
Pero, ¿Cómo trabajan los valores 4-3-2-3 asociado a PiCoTuDa? Muy fácil:
Para saber qué carta precede a otra, debemos mirar primero el palo de la primera carta. Por
ejemplo, si la primera carta de la baraja fuese el seis de picas, debemos fijarnos primero en
su palo, en este ejemplo picas. Inmediatamente pensaremos en el valor 4, ya que es el valor
asociado a picas. Pues bien, si sumamos este a valor asociado, al valor de la carta, en
nuestro ejemplo, 4 (valor asociado a picas) y 6 (valor de la carta), nos dará como resultado
un diez. Ya sabemos que la próxima carta después del 6 de picas, es un diez.
Para saber ahora el palo, tan sólo deberemos correr un lugar en nuestra secuencia de palos
(PiCoTuDa). Sabemos que después de picas, va corazones, con lo que la carta que iría
después del seis de picas, es el diez de corazones.
Si estas practicando esto y lo intentas con una carta cuyo valor es 3 o J, comprobarás que no
se cumple en su totalidad este ejemplo anterior. No te preocupes porque tiene muy fácil
arreglo, aunque le dedicaremos más tiempo en las siguientes páginas. Dediquémoslo ahora a
practicar y ejemplificar lo hasta ahora estudiado. Así pues, expongo varios ejemplos para
familiarizarnos con el orden:
- Si queremos saber qué carta va después del 2 de picas:
2 (valor de la carta) + 4 (valor asociado a picas) = 6
“Después de picas va corazones”
La carta que va después del dos de picas, es el 6 de corazones.
- Si queremos saber qué carta va después del 5 de tréboles:
5 (valor de la carta) + 2 (valor asociado a tréboles) = 7
“Después de tréboles va diamantes”
La carta que va después del cinco de tréboles es el siete de diamantes.
- Si queremos saber qué carta va después de la dama de diamantes:
12 (valor de la dama) + 3 (valor asociado a diamantes) = 2
(Cuando al sumar llegamos al rey cuyo valor es 13, continuamos desde el as)
“Después de diamantes va picas”
La carta que va después de la dama de diamantes es el dos de picas.
Llegado a este punto te aconsejo que detengas el estudio y asimiles lo explicado hasta el
momento. Practica una y otra vez y recuerda que cuando intentes realizar los cálculos con los
valores 3 y J, pases directamente a la siguiente carta. Una vez asimilado todo lo estudiado
hasta el momento, pasemos a explicar todo lo relacionado con los, hasta ahora, misteriosos
valores 3 y J.
Los valores 3 y J
Aunque al comienzo debo confesar que son las cartas que más nos confunden a la hora de
trabajar con la baraja, los 3 y Jotas son las cartas más importantes, ya que su disposición a lo
largo de la ordenación hace que la baraja parezca estar recién mezclada.
25. 26
Si extendemos la baraja cara arriba sobre la mesa y examinamos el orden, podemos ver que
siempre que los colores se repitan, que haya más de una roja o negra juntas, aparecerá por
medio un 3 y/o una J.
Fotografía 24
Asimismo, advierte que si no fuese por estos dos valores, la secuencia de palos que compone
la baraja, sería en todo momento la de picas, corazones, tréboles y diamantes. Una prueba
de ello es mirar nuevamente el orden y advertir cómo en los momentos donde esta secuencia
se rompe, siempre aparece un 3 o una Jota.
Cuando ordenábamos la baraja en el segundo apartado, recuerda que corrimos un lugar
hacia la izquierda, los valores 3 y J, después de haberlos extraído de los montones
(fotografías 3 y 4). Así pues, el tres de diamantes estará ocupando la posición que debería
ocupar el tres de tréboles. Asimismo, la jota de picas se hallará en la posición que debería
ocupar la jota de diamantes. Y así sucederá con cada uno de los valores 3 y J.
Tan sólo debemos asimilar esto para entender perfectamente el funcionamiento de estas
cartas. Así pues, podremos completar el ejercicio que describíamos en el apartado anterior,
sabiendo que carta va detrás de otra. Actuaremos de la siguiente forma:
Si vemos que la primera carta es el 3 de Picas, sabemos que esta carta está ocupando en
realidad la posición del 3 de diamantes. Gracias a lo estudiado en el apartado anterior,
sabemos que después del tres de diamantes va el seis de picas. Por ello, sabremos que
después del tres de picas, va el seis. Así de sencillo. Esto ocurrirá con todos los 3 y jotas
hallados en la baraja.
IV. Ejercicios prácticos
Lo descrito hasta el momento, es lo más importante a conocer de la baraja ordenada.
Posteriormente estudiaremos las propiedades internas de este orden, para poder, entre
26. 27
muchas otras cosas, localizar cartas, o saber por donde cortar para dejar una carta
determinada en un determinado lugar. No obstante, antes de llegar hasta ahí, debemos
haber aprendido perfectamente el orden, para lo cuál te recomiendo que practiques hasta
lograr un grado de perfección suficiente, que te permita calcular en escasos segundos, la
identidad de la carta que va después de otra. Logrado esto, podremos decir que estas
preparado para comenzar a trabajar.
Un ejercicio para lograr el objetivo, es dejar la baraja ordenada cara abajo sobre la mesa y
voltear la carta superior. Al ver esa carta, debemos deducir cuál es la carta que la sigue.
Recuerda siempre los valores 3 y Jota.
Si por ejemplo, la carta superior es el 4 de diamantes, debemos saber que…
4 + 3 (3 valor asociado a diamantes) = 7
Después de diamantes viene picas.
Después del 4 de diamantes está el 7 de Picas.
… ¿y la siguiente al 3 de picas?
Sabemos que el tres de picas ocupa el lugar del tres de diamantes
(O lo que es igual, picas – 1 = diamantes)
3 + 3 (3 valor asociado a picas) = 6
Después de diamantes viene picas
La carta que viene después del 3 de picas es el 6 de picas.
Un detalle importante es el saber que la carta que va después de un tres o una J, será
siempre del mismo palo que dicho 3 o J. Así, después de un 3 de trébol, se hallará un seis del
mismo palo.
Una vez echo el ejercicio, puedes plantearte hacerlo hacia atrás, colocando la baraja
ordenada cara arriba sobre la mesa, e intentando deducir cuál es la carta que se halla debajo
de la que está a la vista, en el lomo de la baraja.
Si por ejemplo, la carta inferior es el 8 de diamantes, debemos saber que…
Picas – 1 (en la secuencia PiCoTuDa) = Tréboles
8 - 2 (2 valor asociado a tréboles) = 6
Antes del 8 de diamantes está el 6 de tréboles.
29. 30
B. Propiedades Internas
Las propiedades internas no son otras que las proporcionadas por el orden que forma la
propia baraja. Quizás la propiedad interna de manejo más importante, es que todas las cartas
respeten el valor de secuencias y palos, explicada en las páginas anteriores. Ésta, por tratarse
de una propiedad de manejo básico, la he querido tratar independientemente a este capítulo,
que no hace más que adentrarte aún más en este nuevo sistema de ordenación.
B.1. Propiedades, aprovechando la estructura interna de la baraja
A continuación hablaré sobre las propiedades de manejo. Éstas son aquellas propiedades que
surgen de la ordenación en sí, y que te permiten un conocimiento pleno sobre tal orden, para
tener un control más perfecto sobre la baraja. Son propiedades que nacen automáticamente,
cuando la baraja ya está formada.
Entre ellas, a continuación describiré las propiedades que más utilizo y que veo de vital
importancia para trabajar cómodamente con este sistema.
I. Secuencia impar de colores (1, 3 y 5)
La secuencia de colores rojo-negro que compone la baraja, se hallará siempre en una
secuencia impar. Si miramos detenidamente el orden, veremos que en ningún momento, un
mismo color se repite un número par de ocasiones. Por ejemplo, nunca veremos juntas, dos,
cuatro, seis u ocho cartas de un mismo color. Lo que sí comprobaremos en diferentes partes
de la ordenación, son colores alternados en rojo y negro, o tres o cinco cartas de un mismo
color, juntas.
Esta propiedad da gran limpieza y comodidad a la hora de buscar alguna carta elegida. Por
ejemplo, imagina que has pedido a un espectador que se lleve la baraja debajo de la mesa y
una vez allí, coja una carta cualquiera de la baraja, y la guarde en su bolsillo. Ahora, sólo
tendremos que extender la baraja cara arriba sobre la mesa, y con un simple vistazo, mirar
dónde hay un grupo de 2, 4 ó 6 cartas juntas de un mismo color. Una vez localizado, es en
ese grupo de donde se extrajo la carta elegida. Viendo el grupo, sabremos la carta que falta.
Esto es posible, porque cuando el espectador extrajo la carta, pudieron suceder varias cosas:
1. Que extrajese la carta de una secuencia roja-negra-roja-negra, con lo que habrá
dejado dos cartas de un mismo color juntas (fotografía 25).
2. Que la haya extraído de una secuencia de tres cartas de un mismo color juntas, lo que
habrá dejado también juntas, dos cartas de un mismo color (fotografía 26).
3. O es posible, que se extrajese de una secuencia de 5 cartas de un mismo color juntas,
lo que dejará cuatro juntas, en lugar de cinco (fotografía 27).
Esta localización es mucho más rápida, que si tuviésemos que ir mirando una a una las
cartas, hasta hallar la que falta.
Podemos realizar el mismo efecto, pero haciéndolo más imposible. ¿Que sucedería, si el
espectador no sólo coge y mira la carta, sino que la vuelve a introducir por la baraja?
30. 31
Fotografía 25 Fotografía 26
Fotografía 27
En este caso, si el espectador introduce la carta por un lugar diferente al que la extrajo,
habrá roto dos secuencias: una, de dónde extrajo la carta, y otra, donde la introdujo. De esta
forma, habrá en la baraja, dos partes donde 2,4 ó 6 cartas de un mismo color, se repiten.
Sólo hay que mirar en cual de los dos grupos, hay una carta que sobra, o no encaja: será la
elegida.
No sólo utilizaremos esta propiedad para localizar cartas: Podemos hallar rápidamente un
punto donde posiblemente se halla mezclado nuestra baraja ordenada, o simplemente,
localizar alguna carta que se halla extraviado.
Resumiendo, lo que tiene que quedar muy claro es que, al coger o introducir una carta en la
baraja, ésta dejará una secuencia par de colores, justo en el lugar donde la carta se ha
introducido o extraído.
II. Secuencia de valores distantes
El número de cartas que separa los cuatro valores iguales de la baraja, tales como los cuatro
ases, cuatro ochos o cuatro nueves, es exactamente el mismo, en cada uno de ellos. Desde
el As de picas al As de corazones, va el mismo número de cartas que desde el dos de picas,
al dos de corazones.
Lo importante pues, es saber cuáles son esos números de posiciones. Pues bien, igual que
hicimos en los primeros apartados para aprender a manejar la baraja, en esta ocasión,
31. 32
debemos memorizar en el siguiente dibujo, los valores asociados a cada palo. Esta secuencia
de palos y valores asociados a los mismos, la llamaremos secuencia de valores distantes.
Figura 28
Así pues, si sobre la baraja se halla el dos de picas, sabremos que 17 cartas más adelante,
estarán el dos de corazones; 13 cartas más adelante, el dos de tréboles; 9 cartas más
adelante, el dos de diamantes; y cerrando el ciclo, 13 cartas más adelante, volvemos al dos
de picas.
Si en lugar del dos de picas, fuese el ocho de corazones, como el valor asociado al palo de
corazones en nuestra tabla de valores distantes, es el 13; sabemos que debemos contar 13
cartas, para llegar al ocho de tréboles.
Detendremos aquí la descripción de esta propiedad, para recuperarla más adelante cuando
hablemos de las localizaciones de cartas. Por otro lado, recuerda tener especial cuidado con
los valores 3 y J.
III. Hallando la carta central
Gracias al orden, podremos saber en todo momento cual es la carta que ocupa exactamente
el lugar 26, es decir, el centro de la baraja. Éste es muy efectivo para realizar cortes exactos,
faros y simplemente para colocar cartas en lugares concretos de la baraja, partiendo de la
posición central.
Para saber si hemos cortado exactamente por el centro de la baraja, nos fijaremos si la carta
que aparece como inferior del paquete cortado, es de un número más o un número menos, y
del mismo color a la inferior. Es decir, si la carta inferior es por ejemplo un cinco rojo (de
corazones o diamantes), la carta que ocupa el número 26, deberá ser un cuatro o un seis, del
mismo color. Con este dato creo que es suficiente para poder trabajar con esta propiedad.
Fotografía 29
En cambio, si debemos saber cuál es exactamente la carta del centro, entonces debemos
saber que:
32. 33
Las rojas:
1. si la carta inferior es de corazones, la central será un número menos, y de diamantes.
2. si la carta inferior es de diamantes, la central será un número más, y de corazones.
Las negras:
3. si la carta inferior es de picas, la central será un número más y de trébol.
4. si la carta es de trébol, la central será un número menos y de picas.
Así pues, si la carta inferior es el seis de picas, sabremos que la carta que ocupa exactamente
la posición 26, es el siete de tréboles. Según lo descrito arriba y por pura lógica, de ser el
siete de tréboles la inferior, la central sería el seis de picas.
IV. Secuencia de cuatro (Ordenación ascendente)
Ésta es una de las propiedades que más uso, pues aprovecho al máximo la secuencia de la
ordenación. Si extendemos la baraja cara arriba sobre la mesa, comprobaremos que los palos
de las cartas siguen un orden lógico ascendente, desde la parte inferior a la superior. Es
decir, que si en la parte inferior de la baraja está el as de picas, la siguiente de picas que
vendrá será el dos, la siguiente el cuatro, el cinco, el seis, etc. (a excepción del 3 y la J)
Fotografía 30
Además, como se puede comprobar en la fotografía anterior, estos valores están separados
cada cuatro cartas, lo que hace, junto a la ayuda de los 3 y J, que esta secuencia lógica no
esté visible a los espectadores.
a.- Cuádruple contaje
Vamos a utilizar esta propiedad para controlar una carta elegida. Cogeremos la baraja cara
abajo en la mano izquierda, y comenzaremos a abrir lentamente las cartas, pasando una a
una las cartas a la mano izquierda, para que el espectador toque una.
33. 34
Mientras el espectador se decide, lo que haremos es contar uno mentalmente, cada cuatro
cartas: cuando pasemos cuatro cartas contamos “uno”, cuatro después, “dos”; cuatro
después, “tres”; etc.
Imaginemos que el espectador ha tocado la carta número dieciséis. En esta carta habremos
llegado a contar mentalmente cuatro. Pues bien, para saber la identidad de esta carta, tan
sólo deberemos restar a la carta inferior, el número 4. Si la inferior es el nueve de tréboles,
restaremos nueve menos cuatro, lo que nos dará como resultado cinco. Esto quiere decir que
la carta número 16, es el cinco de tréboles. Tréboles, porque la inferior es de tréboles.
Esto ha sucedido, porque el espectador ha tocado la carta número dieciséis, pero, ¿qué
hubiese ocurrido si toca la dieciocho? En este caso, como aún no habíamos contado
mentalmente cinco, haremos las mismas acciones, lo que nos llevará a saber cuál es la carta
que se halla en el lugar dieciséis. Evidentemente, sabiendo la carta que ocupa ese lugar,
sabremos cuál es la que ha elegido el espectador, ya que estará dos lugares más adelante.
Otra alternativa, es ir contando una a una las cartas según van pasando, y saber qué número
es la que ocupa la carta elegida por el espectador. Siguiendo con el ejemplo, supongamos
que es la dieciocho. Ahora, lo que haremos es buscar el número divisible por cuatro, más
próximo a diecisiete. En nuestro ejemplo, sigue siendo el dieciséis. Al dividir 16 entre 4, nos
dará como resultado 4. Ya operaremos de igual forma que antes: Le restaremos cuatro a la
carta inferior para obtener así la identidad de la carta que ocupa la posición 16. Ahora,
sabiendo esta carta, sabremos cuál es la diecisiete y, por consiguiente, la elegida.
B.- Localizando cartas, versión 1 – Sistema mnemónico
Vamos a aprender a localizar alguna carta concreta en la baraja, en apenas cinco segundos,
incluso sin necesidad de conocer la baraja. Lo llamo sistema mnemónico de localización,
porque es el propio orden interno de la baraja, el que nos da una referencia de
mnemotécnica, para la posible localización de una carta determinada. Así pues, ya sabemos
que las cartas van ordenadas de forma ascendente, del As al Rey, y separadas por tres cartas
entre número y número. Vea nuevamente la fotografía 30.
Si colocamos el as de picas como carta inferior y extendemos la baraja cara abajo sobre la
mesa, podríamos deducir inmediatamente, dónde se halla aproximadamente, cualquier carta
del palo de picas.
Esto es posible, porque sabemos que éstas, están separadas cada cuatro cartas. Así pues, si
en lugar del As de picas, como carta inferior estuviese el seis de diamantes, igualmente
sabríamos o deduciríamos, siempre aproximadamente, dónde se halla cualquier carta de
diamantes, teniendo en cuenta que comenzando a contar hacia arriba, cada cuatro cartas y
de forma ascendente, encontraremos el siete de diamantes, ocho de diamantes, nueve, etc.
Realmente, gracias a la propiedad del orden ascendente, podemos conocer la posición
aproximada de cualquier carta: Podríamos tener la baraja cuadrada en la mano izquierda, y
pedir que nos nombrasen una carta. Sólo debemos conocer la identidad de la carta inferior,
para saber la posición aproximada de la interesada. Si por ejemplo alguien nos nombra el
ocho de picas, y bajo la baraja está el As de diamantes, lo primero que deberíamos saber
cuál es la carta de picas más próxima al as de diamantes, y hacer la búsqueda, utilizando esa
carta como referencia. En este ejemplo, la carta más próxima al as de diamantes sería el
cuatro de picas, que estaría en primera posición. Sabiendo pues que el cuatro está como
primera carta, sería muy fácil deducir dónde se halla el ocho de picas (fotografía 31).
34. 35
Fotografía 31
Con la baraja en las manos, tan sólo debemos cortar y completar por el punto donde creamos
que está el ocho de picas, y hacer un nuevo vistazo a la carta inferior, para saber si la
estimación fue perfecta. De no serlo, esta carta nos dirá si el ocho de picas está entre las
primeras o últimas posiciones.
V. Las cartas más nombradas
En muchas ocasiones realizo forzajes psicológicos, que inducen a los espectadores a decir
una carta determinada. Ni que decir, que las tres cartas más nombradas por un espectador
son el As, tres o siete de corazones. Quizás, sino las más nombradas, por lo menos las más
fáciles de inducir.
El As de corazones es la que tiene más porcentaje de ser nombrada, mientras que el tres y el
siete, te la nombrarán en mayor porcentaje cuando solicites un número entre 1 y 4, o entre 5
y 10, respectivamente.
Siempre que tengo la oportunidad de realizar el juego “Mnemonicosis” de Juan Tamariz1
, dejo
la baraja cara abajo sobre la mesa, con el tres de corazones como carta inferior. Ahora, tengo
las tres cartas nombradas preparadas, por si fuesen elegidas. El tres se halla en la parte
inferior, mientras el siete está en la superior, y el As, la número 25, en el centro, preparada
para llegar a ella cortando por la mitad de la baraja.
No obstante, si la que dejamos como superior por ser la más nombrada, es el as de
corazones, el tres y el siete pasarán a estar en el centro exacto de la baraja, ocupando los
lugares 27 y 28, lo que permite también tener un cómodo control sobre ellas, si fuese
necesario.
1
Léase el tomo número uno de Juan Tamariz, “Sinfonía en Mnemónica mayor”, página 129
37. 38
B.2. Propiedades, sujeta a cálculos
Pasemos ahora otra clase de propiedades, sujetas a cálculos. La estructura u orden de la
baraja, permite realizar diferentes operaciones, tales como conocer la posición de una carta,
colocar una carta en un lugar determinado, o simplemente, saber qué cantidad de cartas a
cortado un espectador, sin necesidad de contarlas. Todas estas acciones se realizan, gracias a
que la estructura interna de la baraja es matemática, con lo que en realidad, dice mucho más
de lo que oculta.
VI. Localizando cartas, versión 2 – Sistema aritmético
Recuerda que en la primera versión de localización, teniendo como referencia la carta inferior,
obteníamos la posición aproximada de una determinada carta. En esta ocasión, esta posición
será exacta.
Para ello, tendremos que aprender una pequeña ecuación, que utilizaremos para la mayoría
de propiedades aritméticas.
( n - y ) . 4
Efectivamente, eso es todo. ¿Creías que sería más difícil? Esta pequeña ecuación es la
encargada de tenernos informado continuamente, sobre lo que sucede en nuestra
ordenación.
Para el fin que nos hemos propuesto en esta propiedad, la de localizar una carta interesada,
la variable N será el valor de la carta inferior, y la variable Y, será el valor de la interesada.
Así pues, nuestra nueva ecuación quedaría así:
Para localizar una carta interesada,
(Carta inferior - carta interesada) . 4
Recuerda que la carta inferior deberá ser siempre del mismo palo a la que queremos localizar.
Ahora bien, sabiendo esto, pongamos manos a la obra:
Queremos localizar, por ejemplo…
1. … el 6 de picas y bajo la baraja se halla el diez de picas.
10 (carta inferior) – 6 (carta interesada) = 4
4 x 4 = 16 (lugar, a contar desde arriba, donde se halla el seis de picas)
2. … el ocho de tréboles, y bajo la baraja está el rey de tréboles.
13 (rey de tréboles, carta inferior) – 8 (carta interesada) = 5
5 x 4 = 20 (lugar donde se halla el ocho de tréboles
38. 39
3. … el dos de picas, y bajo la baraja está el diez de picas.
(10 – 2). 4 = 32
El dos de picas está en la posición número 32.
Quizás te estés preguntando que sucedería si la carta inferior tiene un valor más pequeño al
interesado. En esta ocasión, no sucedería nada, pues el resultado, al ser negativo, nos diría
que la carta estaría en la posición indicada, pero a contar desde la parte inferior. Por ejemplo,
queremos localizar…
4. … el 8 de tréboles, y bajo la baraja se halla el 4 de tréboles.
(4 – 8 ) = -4
- 4 x 4 = - 16
16 + 1 = 17
La carta estaría exactamente en la posición 17 a contar desde debajo. Le sumamos uno al
resultado final, porque también contaremos como primera, la carta inferior, con la que se ha
realizado los cálculos.
Si al realizar los cálculos nos sale un resultado negativo, no debemos dar la menor
importancia a este hecho, ya que sólo nos indicará que la carta se hallará en la posición
indicada, pero a contar desde la parte inferior.
Existe un método para que esto no ocurra, pero el cuál no te aconsejo, pues ofrece un mayor
tiempo de meditación para realizar el cálculo. El método en cuestión, en caso de que el valor
de la carta inferior sea más bajo que el de la carta nombrada, es sumar 13 al valor pequeño.
De esta forma, al hacer el cálculo, marcará nuevamente, la posición de la carta, a contar
desde la parte superior. Así pues, sólo como ejemplo, imagínese que queremos buscar el 6 de
tréboles y bajo la baraja se halla el dos del mismo palo. En esta ocasión y siguiendo lo recién
explicado, el cálculo sería el siguiente:
2 + 13 = 15 (carta inferior + 13)
15 – 6 = 9
9 x 4 = 36
El cuatro de tréboles se hallaría en el lugar 36, a contar desde la parte superior de la baraja.
Recuerda que si la carta inferior no coincide con la nombrada, esto no es ningún problema.
Como conocemos la baraja, sabremos cuál es la carta más próxima del palo interesado. En
este caso, bajaremos esta carta a la parte inferior, o bien, realizaremos los cálculos
pertinentes, teniendo en cuenta, que la posición de la carta hallada en la ecuación,
comenzará a contar desde la carta utilizada como referencia para hacer dicho cálculo.
También deberás tener en cuenta los valores 3 y J de la baraja, que a estas alturas imagino
ya dominarás a la perfección. No obstante, un detalle para hacer el cálculo mucho más
rápido, si pretendemos localizar por ejemplo el tres de tréboles, podemos localizar el seis de
tréboles, que es la que va justo después del tres. Una vez hallado el seis, el tres estará un
39. 40
lugar antes en la ordenación. De esta forma, evitamos tener que pasar mentalmente de tres
de tréboles a tres de corazones. No obstante, a estas alturas, insito, cualquiera de los dos
métodos será rápido y eficaz.
VII. Saber la cantidad exacta de cartas que tiene un paquete.
Vamos a utilizar la fórmula anterior, para saber lo que indica el enunciado: el número de
cartas que tiene un determinado paquete. Ésta es la propiedad de manejo básica, para poder
realizar el clásico efecto de cartas al peso, donde un espectador corta un grupo de cartas y el
mago, solo sujetando ambos paquetes en sus manos como si éstas fuesen una balanza, logra
adivinar cuántas cartas contiene cada montón (fotografía 32).
Cogeremos nuevamente la ecuación anterior, sólo que en esta ocasión, la variable “n”, será la
carta inferior, y la variable “Y”, diremos que será el punto de corte. Para ello, y siguiendo el
clásico efecto de cartas al peso, colocaremos un as en la parte inferior de la baraja, y ésta,
cara arriba sobre la mesa.
Haciendo uno mismo de espectador, corta la baraja por cualquier punto y sitúa el montón
cortado al lado del otro.
Fotografía 32
Imaginemos ahora que el As inferior es el de diamante, y has cortado por el ocho de
diamantes, según nuestro ejemplo gráfico. En esta ocasión, la ecuación sería la siguiente:
8 (carta por donde ha cortado) – 1 (carta inferior) =7
7 x 4 = 28
Esto indica que has cortado 28 cartas.
Advierte como la ecuación es exactamente la misma que la utilizada para hallar la posición de
una carta, solo que en esta ocasión, “x” es la carta inferior e “y”, la carta de corte.
Poniendo otro ejemplo, imaginemos que la carta inferior es el As de picas, y el espectador
corta por el diez de picas.
10 – 1 = 9
9 x 4 = 36
(El montón cortado tendrá exactamente 36 cartas).
40. 41
Recuerda que la carta de corte con la que se hace los cálculos, debe ser siempre del mismo
palo que el as inferior. No obstante, como conocemos la baraja, si el espectador no corta por
una carta del mismo palo que el as, sabremos inmediatamente, viendo la carta de corte, cuál
es la más cercana, que corresponda al mismo palo del as. Si esto ocurre, recuerda que el
resultado obtenido con la ecuación, comenzará a contar desde la carta de corte tomada de
referencia.
El hecho de colocar un As como carta inferior, hará que la carta de corte tenga siempre un
valor mayor al As, con lo que hará más rápido y cómodo los cálculos. No obstante, se podría
realizar con cualquier carta en lugar del as, como ya bien sabes.
VIII. Hallar la identidad de una carta en una posición determinada.
Ahora hallaremos la identidad de una carta, sabiendo sólo su posición. Así por ejemplo,
podremos saber cuál es la carta que ocupa el lugar 20, 32, 48 ó 36.
Para ello, tan sólo debemos:
Dividir la posición interesada entre 4 y restar el resultado a la carta inferior.
Así pues, supongamos, para el ejemplo, que la carta inferior es el 9 de picas. Ahora bien, si
queremos saber cuál es la carta que ocupa por ejemplo la posición número 20, sólo debemos
hacer la ecuación en cuestión:
20 (posición interesada) : 4 = 5
9 (carta inferior) – 5 = 4
(La carta que se halla en la posición 20, es el 4 de picas)
Otros ejemplos serían, sabiendo que la carta inferior es…
1. …el nueve de tréboles y queremos hallar la carta que está en la posición 16.
16 (posición interesada) : 4 = 4
9 (carta inferior) – 4 = 5
(La carta hallada en la posición 16, es el 5 de tréboles
2. …la dama de picas y queremos hallar la carta que está en la posición 28.
28 : 4 = 7
12 – 7 = 5
(La carta hallada en la posición 28, es el 5 de picas
En caso de que busquemos una posición que no sea divisible entre 4, lo único que debemos
hacer es buscar el número más cercano divisible entre 4, que será uno de los dos siguientes
41. 42
o anteriores al interesado. Por ejemplo, si queremos saber cuál es la carta hallada en la
posición 37, haremos los cálculos con la posición 36, por ser un número divisible entre 4. Una
vez obtenemos cuál es la carta que se halla en la posición 36, sabremos automáticamente
cual es la que se halla en la posición interesada, puesto que es la siguiente.
En caso de que la carta inferior tenga un valor más pequeño al obtenido en la división, a la
hora de realizar la resta, esto no será inconveniente alguno. Advierta que cuando se le resta
a la carta inferior dicho número, lo que hacemos es retroceder hacia atrás en la secuencia de
valores del palo. De esta forma, si por ejemplo la carta inferior es el dos de corazones y
debemos restarte 6, el resultado será:
3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, J, Q, K, As, 2
Pongamos un nuevo ejemplo, planteando este dilema: Bajo la baraja tenemos el 2 de Picas y
queremos saber cuál es la carta que se halla en la posición número 20.
Lo único que debemos hacer, como ya sabemos, es dividir 20 entre 4, que nos daría como
resultado un 5.
Como la carta inferior, que se trata del dos de picas, es inferior al 5, tan sólo recorreremos
hacia atrás en la secuencia de valores del palo, cinco lugares. Esto nos daría como resultado
un 10. Así pues, la carta que se halla en la posición veinte, es el 10 de picas.
VIII.2 Hallar la identidad de una carta en una posición
determinada (II parte)
Es muy parecido al caso anterior solo que en esta ocasión no obtendremos jamás resultados
negativos en la pequeña ecuación.
Para ello, una vez sabemos la carta que nos interesa, miraremos cuál es la más cercana a la
parte inferior de la baraja que corresponda al mismo palo que la interesada. Para mayor
comodidad en la explicación, supongamos que bajo la baraja se halla un siete de picas y nos
interesa saber dónde está la dama del mismo palo.
Calcularemos la diferencia que hay entre una y otra carta, comenzando a contar siempre
desde el valor de la carta inferior, y multiplicaremos el resultado por cuatro.
En nuestro ejemplo,
Siete (carta inferior) hasta Dama (carta interesada) = 5
5 x 4 = 20
En la posición 20 a contar desde la carta inferior, estará la interesada. No olvides que si
cuentas también la inferior, deberás sumarle uno al resultado final.
.
IX. Carta interesada al lugar interesado
Esta es una de las acciones más bellas que se pueden realizar, aprovechando la propiedad de
estructura aritmética que posee la baraja. Gracias un mínimo cálculo, sabremos por qué
42. 43
punto exacto de la baraja debemos cortar, para dejar una carta interesada en una
determinada posición.
Imagínate, que queremos, por cualquier motivo o situación, dejar un diez de picas, en la
posición 22. O bien, el ocho de tréboles, en la posición 15. O el As de diamantes, en la
posición 44. En condiciones normales, primero deberíamos localizar la carta interesada, para
acto seguido llevarla a la posición interesada, a través de cortes o mezclas. Con esta
propiedad, eso será posible tan sólo cortando por una determinada zona que descubriremos
haciendo el siguiente ejercicio:
Dividiremos la posición elegida entre 4 y sumaremos el cuatro a la carta interesada.
1. Un ejemplo sería colocar el As de tréboles, en la posición 32:
32 (posición elegida) : 4 = 8
As + 8 = 9 (obtendríamos como nueva carta el 9 de tréboles)
(Al cortar y dejar debajo de la baraja el nueve de
tréboles, el As quedaría en la posición 32)
2. Ahora pretendemos colocar el 5 de corazones en la número 16:
16 : 4 = 4
5 + 4 = 9
(Al cortar y dejar debajo de la baraja el nueve de
corazones, el cinco quedaría en la posición 16)
Recuerda que si la posición a la que pretendemos llevar la carta, no es divisible entre 4,
buscaremos la posición más cercana de la interesada, que sea divisible entre cuatro, y
colocaremos la carta allí. Luego, pasaremos de arriba abajo o viceversa, las cartas necesarias,
para que la interesada esté en el lugar interesado. Esto es muy sencillo, ya que el número
divisible entre cuatro, estará siempre presente, uno o dos lugares más abajo del interesado,
siempre que no sea este último.
45. 46
C. Propiedades, modificando algunas cartas
Podemos crear nuevas propiedades, alterando levemente la estructura del orden. Así,
conseguiremos propiedades tan potentes como colocar la baraja en colores alternados rojo-
negro, para realizar juegos del estilo “fuera de este mundo”. Veremos también como se
puede preparar el orden para realizar jugadas de póquer, o echaremos también un vistazo al
mundo de los deletreos. Además, explicaré como colocar la baraja ordenada, del as al rey,
por palos, como si de una baraja nueva se tratase.
1. Cambiando los valores 3 y J (sistema directo)
Volviendo a los orígenes de esta ordenación, podemos prescindir de los valores 3 y J de la
baraja, para así conseguir diferentes propiedades. Como ya sabemos, son estos valores los
encargados de hacer que, en apariencias, la baraja esté totalmente desordenada a la vista
del público. Sin embargo, podemos prescindir de estos dos valores, si nuestro objetivo no es
el de hacer juegos del estilo de memorizar la baraja u otros efectos donde tengamos que
exponer su orden. Aunque, realmente, prescindimos del poder de engaño de estos dos
valores, pero no de ellos físicamente, ya que volverán a la baraja, pero en lugares diferentes.
Para poder hacer el movimiento de los 3 y Jotas delante de los espectadores, la forma más
simple y directa, es la de realizar un juego con ellos. Por ejemplo, efectos que podemos
realizar con los cuatro tres y jotas, son del tipo agua y aceite (con estos valores en lugar de
colores), alguna versión de siguiendo al líder, reset de Paul Harris… algún otro de
transposición, etc. Una vez finaliza el juego, volveremos estas cartas a la baraja, pero ya con
sus lugares cambiados. El hecho de que los espectadores vean que pierdes estas cartas en
lugares aleatorios, está más que justificado, ya que tu intención, para los espectadores, no es
la de colocar las cartas juntas.
Veamos ahora cómo extraemos las cartas y cómo y en qué lugares, la volvemos a insertar.
1. Con la baraja cara arriba en las manos, dejamos el rey de picas en su cara.
2. Las manos comienzan a pasar las cartas, colocando los tres y jotas, en salida exterior
(fotografía 9), y extrayéndolas posteriormente (fotografías 10 y 11)
3. En este momento, realizara un juego con éstas cartas, de los mencionados
anteriormente (también puedes no realizar ningún juego). En cualquier caso, debes
recoger u ordenar estas cartas, desde arriba hacia abajo, en el siguiente orden: Jota
de diamantes, 3 de picas, Jota de tréboles, 3 de diamantes, Jota de corazones, 3 de
tréboles, Jota de picas y 3 de corazones (fotografía 33).
4. Coloca este grupo sobre la baraja y comienza a abrir ésta entre las manos (fotografía
34).
5. Ahora, colocaremos la jota de diamantes después del 9 de tréboles, como indica la
fotografía 35.
Para ello, la mano derecha cerrará el grupo de cartas que sujeta, ayudándose con el
pulgar derecho, para dejar la Jota sobre el nueve. Una vez hecho, continua abriendo la
baraja.
46. 47
Fotografía 33 Fotografía 34
Fotografía 35
Coloca de igual forma: el tres de picas sobre el rey de diamantes, jota de tréboles sobre el
ocho de corazones, tres de diamantes sobre el as de trébol, jota de corazones sobre el siete
de picas, tres de trébol sobre rey de corazones, jota de picas sobre ocho de diamantes, y tres
de corazones sobre la dama de picas.
No es muy difícil saber dónde colocar los valores 3 y Jota, ya que estos van en el lugar que
deberían ir, si en el montaje primitivo de la ordenación, no se hubiesen corrido un lugar para
aparentar posteriormente una baraja desordenada. Podríamos seguir trabajando con la baraja
ordenada en esta situación, sólo que en esta ocasión, los valores 3 y jota sí siguen la
secuencia de palos y valores, al igual que el resto de las cartas. No obstante, recuerda que en
esta situación, no deberás exponer la baraja a los espectadores, ya que hemos destapado su
camuflaje. En cambio, gracias a ello, hemos conseguido muchas otras propiedades, como por
ejemplo:
a. Alternancia de colores rojo-negro
Quizás una de las propiedades internas más potentes que tiene la baraja, al deshacernos de
estos dos valores. Todo el orden quedará ahora expuesto en alternancia de colores rojo-
47. 48
negro, para realizar multitud de efectos, del estilo “fuera de este mundo” o cualquier otro de
separación de colores.
b. Alternancia de palos
Al igual que la alternancia de colores, en esta situación, la baraja recupera su alternancia de
palos, encontrándose en todo momento: Picas, Corazones, Tréboles y Diamantes.
2. Cambiando los valores 3 y J (automáticamente con juegos)
Veamos ahora cómo podemos cambiar estos dos valores frente a los espectadores. Como ya
comentaba anteriormente, la forma más directa de extraer y colocar los valores 3 y Jotas en
sus lugares correspondientes, es realizar un efecto con ellos, donde estos desvalores sean los
únicos protagonistas. Efectos como el agua y aceite con estos dos valores, o del estilo
“reset”, son los más apropiados.
No obstante, veremos ahora dos juegos diferentes: En el primero, logramos extraer los
valores 3 y J, sin levantar sospechas. En el segundo, estos dos valores quedarán
automáticamente colocados en los lugares interesados.
1. El viaje de los tres y Jotas
1. Forzar el tres de picas y la jota de diamantes. Devolverlas a la baraja en sus lugares
respectivos. Para mayor comodidad, forzar y devolver primero la jota y después el tres.
2. Mezclar en falso y cortar la baraja, llevando a la parte inferior el 9 de tréboles.
3. Anuncia que localizarás las dos cartas de forma sorprendente. Pide ahora que te
nombren sólo el número de la primera carta (la jota).
4. Realiza algunos cortes falsos como si tratases de localizar la carta nombrada, y gira la
carta superior (la jota de picas). Pregunta si es la elegida. La respuesta será negativa.
Deja la Jota de picas cara arriba, ligeramente a la izquierda de la mesa, frente a ti
(fotografía 36).
Fotografía 36 Fotografía 37
48. 49
5. Di entonces que para la segunda ocasión, la carta del segundo espectador, intentarás
un método distinto: Deletreando una pregunta. Anuncia que ahora no preguntarás el
número de la carta al espectador que la eligió, sino a la propia baraja. Di que
preguntar algo a la baraja, es deletrear la pregunta, colocando una carta por cada
letra.
Deletrea: “D-I-M-E N-U-M-E-R-O”. Comienza desde la parte superior de la baraja,
echando sobre la mesa, cara abajo y una sobre la otra, una carta por cada letra. Gira
la última carta deletreada (será un tres). Pregunta al espectador si su carta era un tres
(aunque no ese).
6. Cuadra el montón deletreado y déjalo en la mesa, entre las dos cartas localizadas
(fotografía 37).
7. Tenemos ahora dos cartas que coinciden en valor con las elegidas. Pero no son las
elegidas. Seguimos buscando.
Mira nuevamente al primer espectador y anúnciale que, posiblemente, ese tres que ha
salido en una segunda ocasión sea una señal. Entonces, sólo debemos contar tres y
algo ocurrirá:
Cuenta lentamente las dos primeras cartas, sobre la mesa, cara abajo y una a una.
Gira la tercera sobre la baraja. Aparecerá la segunda jota.
8. Coloca la Jota sobre la anterior, pero ligeramente descuadrada, y coloca
posteriormente, las dos cartas contadas, a la derecha del grupo deletreado
anteriormente (fotografía 38).
9. Mira ahora al segundo espectador y dile que podemos tener suerte con las preguntas,
ya que antes, preguntábamos cuál era el número, y la baraja supo respondernos.
Ahora preguntaremos dónde está la carta.
Deletrea sobre la mesa igual que antes: “¿D-O-N-D-E E-S-T-A?” (No deletrees los
signos de interrogación). Gira la siguiente carta sobre la baraja y aparecerá otro tres
(diamantes). Fotografía 39.
Fotografía 38 Fotografía 39
Mira al espectador con cara de satisfacción y pregúntale si hemos acertado en esta
ocasión. La respuesta será negativa.
Coge el tres y déjalo sobre el de la mesa, ligeramente descuadrado. Coge
posteriormente el grupo deletreado, cuádralo y déjalo a la derecha de los otros dos.
49. 50
10. Vamos nuevamente con el primer espectador: Dile que vamos a deletrear con él, a
ver si tenemos más suerte con la jota elegida: Deletrea la orden: “¡A -P-A-R-E-C-E!”.
Aquí haremos algo diferente. Cuando has llegado a la última letra (jota de tréboles), aún
sujeta entre los dedos derechos, gira con esta carta la superior de la baraja, diciendo que esa
no es. Vuelve a colocar cara abajo la carta girada (as de trébol) y acto seguido déjala caer
sobre la hilera de cartas deletreadas. Di que la elegida será la carta que tenemos en la mano,
por tratarse de la última letra deletreada. Mientras hablas, el meñique izquierdo mantiene una
separación bajo la carta superior de la baraja. Hecho esto, gira ahora la jota cara arriba sobre
la baraja.
Fotografía 40
Pregunta si es la carta elegida. El espectador dirá que no. Coge ahora las dos cartas
superiores como una (gracias a la separación), y colócalas sobre las dos jotas halladas sobre
la mesa. Hasta aquí, todo lo que está ocurriendo es verdaderamente maravilloso, aunque las
cartas elegidas aún no hallan aparecido, porque están apareciendo las cartas del mismo
valor, y cada una de una forma totalmente diferente.
11. Coge ahora la hilera deletreada, cuádrala y déjala al lado derecho de los tres
montoncitos formados anteriormente.
12. Di ahora que te encuentras ante el último intento para localizar alguna de las dos
cartas. Este será el intento definitivo. Por ello, refiriéndote al segundo espectador, di
que le dirás a la baraja que es tu último intento.
Deletrea la palabra:”D-E-F-I-N-I-T-I-V-O”.
50. 51
Coge la siguiente carta entre los dedos de tu mano derecha (jota de diamantes) y anuncia
que esa será la carta elegida, y no otra. Cuando dices “y no otra”, levanta la carta superior de
la baraja, ayudado con la elegida (jota de diamantes) como pala.
Fotografía 41
Gira nuevamente la carta superior y déjala, igual que hicimos anteriormente, sobre la hilera
deletreada.
Prepara una separación con el meñique sobre la carta superior y una vez hecho, coloca la
carta de la mano derecha sobre la baraja para realizar un doble lift y mostrar así el tres de
corazones.
Aunque no sea la elegida, sí es la que todos esperaban, ya que desde hace rato habrán
notado que estamos extrayendo las cartas correspondientes a los valores elegidos. Eso hará
que justo en este momento halla una reacción y relajación, por parte de los espectadores.
Aprovecharemos este momento para hacer una pequeña trampa:
13. Colocaremos las dos cartas superiores caras abajo sobre la baraja y pasaremos la
segunda carta a la primera superior. Esto, debido a la relajación de los espectadores,
podrá hacerse a la vista sin preocupación, o de forma camuflada, utilizado una
pequeña “dada en segunda”. Inmediatamente a esta acción, giraremos la carta
superior nuevamente cara arriba.
La mano derecha coge ahora las dos cartas superiores juntas, como si fuesen una, y
las coloca sobre los tres. Nadie advertirá, como en el caso de las jotas, que hay cuatro
cartas en lugar de tres.
14. Cuadra ahora las cartas deletreadas de la mesa y déjalas en la posición que indica la
fotografía 42.
51. 52
15.Di que no sabes donde estarán las cartas elegidas pero que las harás aparecer
mágicamente. Mientras decías esto, gira el resto de baraja cara arriba y pásalas
rápidamente a la mano derecha, una a una, invirtiendo su orden. Cuadra estas cartas y
déjalas caras abajo a la derecha del montón anterior.
16.Anuncia ahora que las dos cartas elegidas están entre los montones dispuestos sobre
la mesa. Tu reto ahora será conseguir que las dos cartas salten entre los montones,
como si fuesen una ranita, hasta colocarse en sus paquetes respectivos.
Así pues, cuadra y entrega el paquete de jotas a un espectador, para que lo sujete
caras arriba como indica la fotografía 43. Haz lo mismo con el paquete de los tres.
Fotografía 42 Fotografía 43
Chasquea alegremente entre los paquetes de la mesa, como si tu mano tomase el
lugar de las cartas y éstas estuviesen saltando como una ranita. Concluye estos gestos,
haciendo un movimiento de viaje con la mano, desde los montones hasta las jotas y
los tres.
Justo cuando vas a decir que ya han viajado, anuncia con preocupación que te has
equivocado, ya que has mandado el tres de picas al montón de las jotas, y la jota de
diamantes al montón de los tres. ¡Que desgracia!
Pide ahora a los espectadores que abran las cartas, mostrando así el milagro.
Fotografía 44
Preparando el estado de “cambio de tres y jotas”
Ahora, si se desea, se puede ir directamente al “cambio de tres y jotas” que anunciaba al
comienzo de este apartado. Para ello y partiendo de la posición en la que concluíamos el
juego. Coloca, siempre cara abajo…
52. 53
- “tres de corazones” sobre el primer montón.
- “Jota de picas” sobre el segundo.
- “Tres de tréboles” sobre el tercero.
- “tres de diamantes” sobre el cuarto montón y “jota de corazones”, en el mismo
montón, pero en tercera posición.
- “Tres picas” sobre el quinto montón y “jota de tréboles”, en el mismo montón, pero en
tercera posición.
- “Jota de diamantes sobre montón sexto”.
Mira estas posiciones en la siguiente fotografía, en la cuál se han colocado los tres y jotas
caras arriba, para el ejemplo gráfico.
Fotografía 45
Recoge ahora los montones de derecha a izquierda, colocando el sexto sobre el quinto,
ambos juntos sobre el cuarto, todo sobre el tercero… y concluyendo así con el último montón.
Al final, invertir el orden de todas las cartas.
2. Cortando por los 3 y Jotas
Una forma muy directa de hacer un efecto parecido al anterior, sería eliminar toda la parte de
localizaciones por deletreos. Imaginemos que decimos que vamos a cortar por dos valores
elegidos. Estos valores podrás forzarlo anteriormente. Hablamos, evidentemente, de los tres y
Jotas. Podemos hacer ocho cortes sobre la mesa y así encontrar los cuatro tres y jotas a
modo de exhibición. Posteriormente y ya con los tres y jotas expuestos, podemos colocarlos
en las posiciones pertinentes para pasar a estado de ”cambio de jotas y tres”.
Para ello, cortaremos la baraja colocando el as de tréboles en la parte inferior. De ahí,
sabemos que debemos cortar un montón de…
- 11 cartas, que colocaremos sobre la mesa.
- Después otro de 2 cartas que colocaremos bajo el anterior (fotografía 46).
53. 54
Fotografía 46 Fotografía 47
- Después cortaremos otro de 7 cartas, que dejaremos a la derecha del primero.
- Después otro de 10 cartas que dejaremos bajo éste (fotografía 47).
- Posteriormente otro de tres cartas que dejaremos al lado derecho de los dos
superiores, y otro de 10 cartas que dejaremos al lado derecho de los dos inferiores.
- Concluiremos cortando otro montón de siete cartas que dejaremos al lado derecho de
los superiores, y dejaremos las dos cartas restantes, cuadradas, al lado derecho de los
tres montones inferiores.
- Volveremos la primera carta de cada montón, descubriendo así los tres y jotas.
Fotografía 48
Para cortar con precisión ya que son pequeños montones, podemos hacer un corte primero, y
hacer un posterior vistazo a la carta inferior del montón cortado. Si vemos que tras esa carta
viene un tres o Jota, según el montón cortado, daremos el corte por válido. De no ser así, esa
misma carta nos indicará el pequeño margen de error que hemos tenido.
También podremos cambiar levemente la presentación del efecto y decir que por el tacto,
sabremos en qué lugares de la baraja se hallan los valores solicitados. Ahora sí es más lógico
ir pasando las cartas y contándolas mentalmente. Aparentemente lo que estamos haciendo es
tocar las cartas y reconocerlas por el tacto, para cortar en el momento que creamos haber
encontrado una de las interesadas.
Preparando el estado de “cambio de tres y jotas”
54. 55
Lo único que debemos hacer en esta ocasión, es correr cada valor 3 y J, un lugar hacia la
derecha. Así pues, si tenemos los “tres” de los montones superiores como Picas, Corazones,
Tréboles y Diamantes… debemos colocarlos como Diamantes en el primer montón, luego
Picas, Corazones y Tréboles. Lo mismo haremos con las jotas: Correremos un lugar hacia la
derecha, colocando la de tréboles en primera posición, diamantes en segunda, picas en
tercera y corazones en una cuarta posición.
Para justificar estos movimientos, una vez has realizado la demostración, cogerás los tres y
jotas todos juntos, para mostrarlas y cerrar así el efecto. Al devolverlas a los montones, será
cuando corramos una posición hacia la derecha, colocando cada carta cara abajo en el
montón pertinente.
Para recomponer la baraja, recuerda recoger los montones tal como se colocaron para el
efecto. La siguiente fotografía te mostrará la recogida.
Fotografía 49
3. Estado de “3 y Jotas cambiadas” (en dos partes).
En el anterior efecto veíamos cómo el desenlace del mismo, nos permitía recolocar estos dos
valores en los lugares interesados. Esto mismo podemos hacerlo en dos acciones o momentos
diferentes. Así pues, podemos hacer un juego donde localizamos o cortamos por las jotas,
recolocarlas a la posición interesada y seguir trabajando con la baraja. Uno o dos efectos
después, realizamos otro juego donde nos permita recolocar los valores tres. Así pues, te
dejo dos efectos diferentes, en los que podrás recolocar os valore interesados.
4. Las tres referencias
El mago da a elegir una carta a un espectador, el cuál se la guarda sin mostrarla a nadie. Se
corta la baraja por tres montones diferentes. Al girar la primera carta de cada montón, éstas
delatan cuál es la elegida. Una vez comprobado que efectivamente se trata de la elegida, las
cartas de referencia, resultan ser las mismas al valor elegido (cuatro dos, cuatro ochos, etc.).
Vamos a hacer este juego con las cuatro Jotas. Para ello…
- …fuerza la jota de corazones a un espectador. Pídele al espectador que guarde la carta
sin mostrar a nadie su identidad.
55. 56
- Corta la baraja llevando a la parte superior la Jota de tréboles, y anuncia que
descubrirás la identidad de la carta elegida, utilizando para ello las cartas de
referencia, que no son otras que esas cartas que te delatan la identidad de otras
cartas.
- Gracias a que ya tenemos una de las jotas en la parte superior, tan sólo debemos
hacer dos cortes para tener tres montones sobre la mesa, con una Jota cada uno en su
lomo. Para ello, cortaremos exactamente trece cartas, que podremos haber contado
antes o simplemente cortar, ver la carta inferior del montón cortado y rectificar en
caso de ser necesario. Este montón lo dejaremos sobre la mesa.
- Cortaremos ahora nueve cartas, dejando el montón al lado derecho del anterior,
separado algunos centímetros.
- Dejaremos ahora el resto de la baraja sobre la mesa, al lado derecho de los dos
montones anteriores (fotografía 50)
- Voltea las dos cartas superiores del primer montón, como una, mostrando el As de
trébol. Aunque ganaría en limpieza si realizas el doble volteo en la mesa, puedes coger
el montón y hacer un doble volteo ayudado de la mano izquierda. Al mostrar la carta,
deja el montón en el lugar que ocupaba antes sobre la mesa, con la carta cara arriba.
- Haz lo propio con el segundo y tercer montón, quedando finalmente como indica la
fotografía 51
Fotografía 50 Fotografía 51
- Como si de una pitonisa se tratase, di que las cartas te están hablando:
Di que ves cierta relación entre las tres cartas. Lo primero que ves, dices, es que en las
tres cartas están presentes tres palos: tréboles, diamantes y picas. Posiblemente,
dices, el palo de corazones, el gran ausente, sea el elegido.
Continúa concentrado, mientras sigues diciendo que ves cierta relación entre los dos
ases y el rey. En un momento de inspiración, anuncia que quizás si sumamos los dos
ases y se lo restamos al rey, podemos sacar el valor de la carta elegida.
- Voltea cara abajo las cartas superiores de los respectivos montones, mientras repites
en cada una de ellas, lo que has podido captar.
56. 57
- Así pues, es muy fácil deducir que la carta elegida es la Jota de Corazones.
- Di: “…todo ha sido mucho más fácil de lo que podría parecer, ya que realmente no se
trataban de cartas delatadoras, sino de cartas camufladas… En realidad, - dices
mientras vas volteando la primera carta de cada montón - …son las jotas restantes”.
Fotografía 52
Para volver a la posición de “cambio de tres y jotas”, coge las cuatro jotas entre las
manos, y coloca cara abajo la de corazones en el primer paquete, la de tréboles en el
segundo y la de diamantes en el tercero. Recoge los montones de izquierda a derecha,
dejando el primero sobre el segundo y ambos sobre el tercero. Busca ahora el lugar de la jota
de picas y colócala allí.
5. Siguiendo el tres
Aunque ideé la versión original de este efecto para una aparición de ases, tardó poco tiempo
en formar parte del repertorio de la baraja ordenada.
El mago corta cuatro montones y pide a un espectador que voltee la carta de uno de los
cuatro montones. El espectador elige por ejemplo el segundo montón, donde se halla el tres
de trébol.
Ahora, el mago muestra como la carta superior de los montones restantes son totalmente
diferentes a la elegida. Una vez echo, gira el tres nuevamente cara abajo y comienza a mover
los cuatro montones en la mesa, intentando confundir al espectador, que deberá seguir en
todo momento el montón que lleva el tres en el lomo.
Una vez finaliza el baile, el espectador elige el montón donde cree se halla aún su carta,
acertando con éxito. El mago anuncia que realmente todo fue más fácil de lo que parecía: al
girar la carta superior de cada montón, resultan ser los cuatro tres.
Explicación.
Corta la baraja dejando como carta superior el tres de picas. Comienza a cortar la baraja en
cuatro montones, cortando por los cuatro tres. Deja cada montón tras el corte, sobre la
mesa, al lado derecho del anterior.
Para saber por donde cortar exactamente, puedes ver nuestra tabla de “secuencia de valores
distantes”, explicada en la página 31.
Una vez dispuesto los cuatro montones sobre la mesa con un tres cada uno en la parte
superior, pide al espectador que elija uno de ellos: Será uno de los tres. Muestra ahora la
57. 58
carta superior de cada montón, realizando un doble volteo en cada una de ellas, lo que hará
ver otra carta diferente al tres. Coloca la carta superior de cada montón cara abajo y pídele al
espectador que siga “el tres”.
Mueve ahora los cuatro montones, cambiándolos entre sí de lugar, pero sin llegar a
mezclarlos ni cortarlos.
Acto seguido, pídele al espectador que señale el montón donde cree hallarse el “tres”. Habrá
acertado.
Ahora anuncia que el juego era mucho más fácil de lo que parecía y levanta la primera carta
de los montones restantes, mostrando así los otros tres.
Fotografía 53
Para volver a la posición de “cambio de tres y jotas”
Como desconocemos ahora la posición de los montones, por haberlos movido durante el
juego, lo que haremos es coger los cuatro “tres” y voltear cada uno de los montones cara
arriba.
Ahora, colocaremos cada “tres” en su montón pertinente, que conoceremos teniendo como
referencia la carta superior. Tomando nuevamente esta carta de referencia, recoger los
montones en el orden pertinente para reconstruir la ordenación.
61. 62
D. Llegando al orden de baraja nueva
He querido catalogar este apartado en una sección diferente, pese a su corto contenido, ya
que es una de las propiedades más fascinantes de las barajas ordenadas: Volver a la vida
después de muerto. Quizás, lo más fuerte del “rito de iniciación” de Luis García1
, es que tras
hacer diferentes juegos con una baraja, ésta volvía nuevamente a su estado primitivo, con las
cartas totalmente ordenadas del as al rey, y con sus cuatro palos separados. Es esto
exactamente lo que vamos a conseguir con esta baraja ordenada: Volver al mismo orden de
una baraja nueva, tras haber estado trabajando con una baraja aparentemente mezclada.
Para ello vamos a ver dos fórmulas: La obtención del orden a través de mezclas faros y anti-
faros.
I. Usando Anti-faro.
1. Partiremos de la baraja en ordenación normal, a la cuál pasaremos a cambiar sus
valores 3 y J, según hemos explicado en el apartado C.1
2. Cortaremos dejando el rey de picas como carta inferior.
3. realizaremos ahora una anti-faro doble. Para ello, con la baraja siempre cara abajo en
la mano izquierda, repartiremos una a una, cartas sobre la mesa, en cuatro montones,
de izquierda a derecha (fotografía 54)
4. Si mirásemos las cartas, comprobarías que hemos separado los cuatro palos de la
baraja. No obstante, estos no están ordenados aún.
5. Coge el montón izquierdo cara abajo y pasa cuatro cartas de abajo hacia arriba.
6. Coge el segundo montón, el de tréboles, y con el montón de corazones en la mano,
pasa seis cartas de arriba abajo (fotografía 55). Junta el montón con el otro.
Fotografía 54 Fotografía 55
1
Mirar sus fascinantes escritos “el escorpión de oro – Mensaje desde lo profundo de la ausencia. El Arte de las cartas,
volumen 2. Pág. 17”
62. 63
7. Coge el tercer montón y pasa 4 cartas de arriba abajo (fotografía 56). Júntalos con los
otros dos.
8. Finalmente, coge el montón de picas, pasa una carta de arriba abajo y júntalo con los
otros.
9. La baraja estará totalmente ordenada
Fotografía 56 Fotografía 57
II. Usando Faros.
1. Partiremos de la baraja en ordenación normal, a la cuál pasaremos a cambiar sus
valores 3 y J, según hemos explicado en el apartado C.1
2. Coloca el rey de picas como carta inferior
3. Realiza seis mezclas faros out. Estas mezclas puedes ir haciéndolas entre juegos que
no te desordenen la baraja, preparando el gran final.
4. Si miras ahora la baraja, ésta estará con sus palos separados, pero no ordenados.
5. Como si estuvieses buscando alguna carta, comenzando un nuevo juego o con la
excusa pertinente, abre las cartas entre tus manos, mirándolas sólo tú, y coloca el rey
de picas, tras la dama del mismo palo y frente al diez de diamantes (fotografía 59).
Fotografía 58 Fotografía 59
63. 64
6. pasa el montón de picas detrás de la baraja. Coloca ahora correctamente el palo de
diamantes, cortando como indica la fotografía 60.
7. Pasa este palo también detrás de la baraja.
8. Haz lo mismo con los palos de tréboles y corazones, obteniendo finalmente la baraja
totalmente ordenada.
Fotografía 60 Fotografía 61
67. 68
E. Adaptación a baraja espejo capicúa
Una de las grandes propiedades que descubrí un año después de haber escrito aquellas
antañas notas de “Mi Baraja Personal” (en su primera edición), fue la de la baraja espejo. A la
vez fue uno de los primeros propósitos que me marqué cuando ya comencé a trabajar con
esta baraja: hallar la posibilidad de formar una baraja espejo con la ordenación DaOrtiz.
Pasaron muchos años y no había conseguido nada, solo muchas maniobras que hacían muy
complejo el manejo de la baraja. Debo confesar que esta propiedad la encontré por
casualidad, mientras me proponía investigar un poco más en el mundo de las coincidencias,
con la baraja ordenada.
Conseguí de esta forma dos tipos de barajas espejo: “La espejo de separación de palos”,
donde la baraja cumplía la propiedad de ser espejo, pero con los palos de “picas-diamantes”
por un lado y “corazones-tréboles” por el otro. Y también descubría la posibilidad de formar
una baraja espejo normal, con los cuatro palos aparentemente mezclados por toda la baraja.
Recordamos pues, antes de entrar en materia, que nos referimos a baraja espejo, cuando el
orden de las 26 primeras cartas de la baraja, coinciden en valor y color, con el orden de las
26 cartas inferiores, pero ordenadas de forma inversa. Así, la número 1 coincidirá con el
número 52, la número 2, con la 51, 50-49, etc.
E.1. Espejo con separación capicúa de palos.
Comenzamos con la baraja ordenada entre las manos, cara arriba y con el rey de picas como
carta inferior (primera carta con la baraja cara arriba).
Pasa las cartas de izquierda a derecha, colocando en salida exterior dos cartas juntas, cada
dos posiciones. De esta forma y según muestra la foto, habrá dos cartas bien colocadas, las
dos siguientes en salida exterior, las dos siguientes bien colocadas, las dos siguientes en
salida exterior, etc.
Fotografía 62
68. 69
Coge toda la baraja con la mano izquierda y seguidamente, con la derecha, extrae todas las
cartas en salida exterior, sin alterar su orden. Para su fácil extracción, gira las cartas hacia el
lado derecho y después extráelas (fotografía 63).
Deja el montón extraído sobre la baraja, pero introduce el meñique entre ambos montones
obteniendo así una separación.
Abre las cartas del montón superior y busca el rey de tréboles. Corta el montón superior,
colocando el rey de tréboles como primera carta (fotografía 64)
Fotografía 63 Fotografía 64
En este momento, las cartas del primer montón coinciden exactamente en valor y color, con
las cartas del segundo montón (espejo normal). Si separásemos la mitad exacta y pusiéramos
los dos montones caras abajo sobre la mesa, al ir volteando cartas una a una de cada
montón, veríamos como coinciden exactamente en valor y color (fotografía 65).
No obstante, siempre con la baraja en las manos, continuamos uniendo el montón superior
al inferior, para lo cuál sólo debemos apartar el meñique que mantiene la separación.
Invierte a través de una mezcla por arrastre, las 26 primeras cartas de la cara de la baraja,
llevando así el rey de tréboles junto al rey de picas (el montón invertido queda aúnen la parte
superior, con el nueve de corazones en su cara). La baraja ya estará en espejo.
Como ejemplo, las cartas están expuestas en la mesa Fot. 65 Fotografía 66
Si miramos detenidamente la ordenación (fotografía 66), veremos como a pesar de estar en
espejo, los palos están separados: “picas-diamantes” en la parte superior o “corazones-
tréboles” en la inferior, a excepción de los 3 o jotas, que nuevamente camuflarán éste hecho.
69. 70
E.2. Espejo capicúa con propiedades (además de las propias)
Para obtener la ordenación de espejo con los cuatro palos distribuidos a lo largo de la baraja,
tan sólo debemos efectuar una mezcla faro out. Esta ordenación contiene innumerables
propiedades extras además de las propias de este tipo de barajas.
Es ésta la que utilizaremos a lo largo del libro cuando me refiera a la baraja espejo. En caso
de referirme en algún momento a la ordenación espejo con separación de palos, haré
mención a la misma. Mientras no sea así, utilizaremos la baraja espejo con propiedades.
Por otro lado, recuerda que diremos que la baraja estará en espejo, con un paquete en la
parte superior y el otro en la inferior, cuando el nueve de corazones o seis de tréboles estén
bajo la baraja.
Fotografía 67
E.2.1. Algunas propiedades de la espejo.
Además de las propiedades internas de cualquier baraja en ordenación espejo, ésta cumple
con propiedades extras. La mayoría de estas propiedades extras vienen precedida de la
ordenación aritmética DaOrtiz. Propiedades como “la alternancia de colores al modificar los
valores 3 y J”, “la búsqueda de cartas”… y la grandísima propiedad de “secuencia de cuatro”,
son algunas de las propiedades que se respetan al adaptar el orden aritmético al espejo
capicúa. Además de todo esto, esta ordenación cuenta con nuevas propiedades internas de
este orden en concreto, como son la propiedad de “suma de 9” o “diferencia de 3”, que
70. 71
veremos a continuación. Echemos pues un vistazo a las propiedades que hallaremos en la
baraja espejo con la que trabajaremos a lo largo del libro.
E.2.2. Propiedades de cualquier orden en espejo capicúa.
1. Al ejercer a una baraja espejo una mezcla faro out, ésta cambia de orden pero nunca
pierde la simetría entre las figuras. Así, podemos crear un orden espejo diferente cada
vez que realicemos una mezcla faro out.
2. Otra de las grandes propiedades de la baraja espejo, es la de invertir el orden de las
primeras 26 cartas, haciendo así que coincida con las 26 últimas. Si cortamos la baraja
por la mitad y dejamos ambos montones cara arriba sobre la mesa, al ir quitando las
cartas superiores de los dos montones a la vez, mostraremos cómo todas coinciden.
3. Una propiedad transformada en juego: Una bonita coincidencia. Corta la baraja espejo
en dos montones iguales, situados sobre la mesa, caras abajo y uno al lado del otro.
Pide a un espectador que corte el montón izquierdo hacia la izquierda. Coloca cara
arriba la carta hallada en el punto de corte, sobre el montón izquierdo. Monta el corte
(central sobre izquierdo), quedando finalmente dos montones sobre la mesa y la carta
elegida en el centro del paquete izquierdo. Durante el corte, el montón derecho habrá
permanecido en una posición distante, para no confundirse con el montón cortado.
Comienza a descubrir cartas de ambos montones con ambas manos y en movimientos
sincronizados. La carta elegida coincidirá con su homónima, que aparecerá en el
montón opuesto.
4. Aplicación de algunos otros principios matemáticos aplicados a la espejo.
E.2.3. Propiedades aplicados de la aritmética DaOrtiz.
1. Secuencia de cuatro (orden ascendente)
Si dejamos un as en la parte inferior de la baraja, veremos como cada cuatro cartas, irá
ascendiendo de valor, hasta llegar al rey. De esta forma, el As estará la primera, el dos,
cuatro cartas después, etc.
Importante:
Recuerda que en esta ocasión, mientras los palos de picas y diamantes van ascendiendo
desde la parte inferior de la baraja a la superior, los palos de corazones y tréboles lo harán
desde la superior a la inferior.
2. Búsqueda de cartas
Podemos utilizar la búsqueda de cartas en sistema mnemónico 33). O también y esto es lo
más sorprendente, podremos utilizar el sistema de localización exacto de una carta, usando
las operaciones matemáticas pertinentes (página 38).
Así pues, si bajo la baraja está el rey de picas y queremos localizar el ocho de picas, recuerda
que tan sólo debemos restar el valor de la carta interesada a la carta inferior y multiplicar el
resultado por cuatro. El resultado total indicará la posición donde se encuentra la carta
buscada.
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Recuerda que con la baraja en espejo, los palos de corazones y tréboles descienden desde la
parte inferior de la baraja hasta la superior, en lugar de ascender como en la ordenación
normal aritmética. Esto quiere decir que el resultado total de las operaciones, exclusivamente
con estos dos palos, nos indicará la posición a contar desde arriba (a excepción de que dicho
resultado sea negativo).
3. Secuencia alterna de palos
A excepción de los valores 3 y J, el orden de baraja espejo muestra la alternancia de palos,
en orden: diamantes, tréboles, picas y corazones.
Sabiendo esto, podremos realizar algunos de los cambios de 3 y Jota que veremos a
continuación, para así disponer de toda la baraja en alternancia de palos, aprovechando así
para la realización de algunos juegos o, como veremos en páginas posteriores, para llevar el
orden al estado de baraja nueva.
E.2.4. Propiedades extras al formar la espejo DaOrtiz.
1. Propiedad interna de “la espejo”: “suma de 9”
Si extendemos la baraja cara arriba sobre la mesa, podremos ver que el valor nueve juega un
papel fundamental en este orden, ya que todos los valores inferiores a 10, y que estén
correlativos en el orden, al sumarlos dará como resultado nueve. Esto siempre ocurrirá en
parejas. Nunca encontraremos más de dos cartas que sumen dicho valor.
Así mismo, podemos ver por ejemplo que en el centro de la ordenación se encuentran dos
seis que al sumarlos, no dará como resultado nueve. No obstante, esto sí sucede si cada seis
lo sumamos con la carta que tienen a su lado. Y así con toda la baraja. Recuerda que
excluimos del orden los valores 10 y las figuras (vea la siguiente fotografía).
Fotografía 68
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2. Propiedad interna de “la espejo”: “diferencia de tres”
La baraja se halla en espejo, con el nueve de corazones bajo ella. Cortamos ahora la mitad
exacta, que dejamos cara abajo al lado del montón inferior. Si ahora vamos volteando a la
vez y una a una, las cartas de la parte superior de cada paquete, éstas, en valor, siempre
tendrá una diferencia de tres puntos. Así por ejemplo, la primera carta de un paquete será el
seis de picas y la del otro el nueve de corazones (la diferencia entre 6 y nueve es de tres).
Las dos siguientes: rey de tréboles y tres de tréboles. La diferencia entre ambas es de tres.
Etc.
Fotografía 69
E.2.5. Separación de palos con la baraja espejo
Puna de las grandes propiedades que contempla esta “baraja espejo”, es que podrás ir al
orden de baraja nueva, directamente, sin tener que realizar grandes operaciones. Tan sólo
deberás cambiar los valores 3 y J a sus lugares originales. ¡Todo hecho!
En el apartado C. del capítulo “modificando algunas cartas”, explicaba algunas formas de
llegar al cambio de 3 y J a través de juegos y de forma directa. Te explicaré a continuación
una forma directa de llegar al cambio de 3 y Jotas, con “la baraja espejo”.
Cambio de Jotas.
- Cortar la baraja llevando la Jota de picas al a parte superior.
- Buscar y cortar por la jota de corazones, dejando el paquete sobre la mesa con
dicha jota como carta superior.
- Colocar el resto de la baraja al lado izquierdo del paquete cortado.
- Cada montón tendrá en la parte superior dos jotas. Coge las dos jotas de cada
montón en tus manos y colócalas nuevamente, colocando la jota de diamantes
y tréboles en la parte superior del montón izquierdo (con diamantes como
superior), y las jotas de picas y corazones en la parte superior del montón
derecho (con picas como carta superior). Aunque la siguiente fotografía está
ilustrada con las jotas caras arriba, la acción deberá finalizar con las cartas
caras abajo.
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Fotografía 70
- Montar los paquetes.
Cambio de “tres”:
- Cortar la baraja dejando el tres de picas como carta superior. Buscar y cortar
por el tres de diamantes. Dejar este montón sobre la mesa, con el tres en su
parte superior.
- Buscar y cortar por el tres de corazones. Dejar este montón en la mesa al lado
izquierdo del anterior, con el tres en la parte superior.
- Hacer lo mismo con el tres de tréboles, dejando el montón al lado izquierdo de
los otros.
- Finalmente, dejar el montón que sujeta la mano, sobre la mesa al lado izquierdo
de los otros.
- Coger los cuatro “tres” (carta superior de cada paquete) y colocarlo
nuevamente en los montones, de izquierda a derecha, en el siguiente orden:
Diamantes, Corazones, Picas y Tréboles. Aunque la siguiente fotografía está
ilustrada con los “tres” caras arriba, la acción final deberá ser con los “tres”
caras abajo.
Fotografía 71
- Recoger los montones de izquierda a derecha, uno sobre el otro.