La radiación ionizante puede dañar a los seres humanos, tanto la radiación natural como la artificial si se usa de forma incorrecta. La Unidad Técnica de Protección Radiológica evalúa los posibles efectos de la radiación en las personas y verifica que los equipos radiactivos cumplan con los niveles de radiación permitidos y tengan sistemas de seguridad adecuados antes de ser aprobados.