La Organización Mundial de la Salud recomienda que las personas se laven las manos frecuentemente con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente después de toser o estornudar, al entrar y salir de casa, antes de comer y después de usar el baño. También recomienda evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, ya que las manos pueden transferir gérmenes de superficies contaminadas.