1. La Natividad del Señor
Misa de la noche
ORATORIO DE NAVIDAD de J.S Bach. La música que
escuchamos corresponde al Nº19 (9’20):
“Duerme, dulce Niño”
2. Lectura primera Is 9,1-6
1 El pueblo que andaba a oscuras
2 vio una luz grande. Los que vivían en tierra de sombras, una luz
brilló sobre ellos. Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la
alegría. Alegría por tu presencia, cual la alegría en la siega, como
se regocijan repartiendo botín.
3 Porque el yugo que les pesaba y la pinga de su hombro - la vara
de su tirano - has roto, como el día de Madián.
5 Porque una criatura nos ha nacido, un hijo se nos ha dado.
Estará el señorío sobre su hombro, y se llamará su nombre «
Maravilla de Consejero », « Dios Fuerte », « Siempre Padre »,
« Príncipe de Paz ».
6 Grande es su señorío y la paz no tendrá fin sobre el trono de
David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la
equidad y la justicia, Desde ahora y hasta siempre, el celo del
Señor lo realizará.
3. SALMO 95
Hoy nos ha nacido un Salvador:
el Mesías, el Señor.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
que toda la tierra cante al Señor.
Cantad al Señor, bendecid su nombre.
4. Hoy nos ha nacido un Salvador:
el Mesías, el Señor.
Proclamad día tras día su salvación.
Publicad su gloria entre las naciones,
sus maravillas entre todos los pueblos.
5. Hoy nos ha nacido un Salvador:
el Mesías, el Señor.
Que se alegren los cielos y se regocije la tierra,
que resuene el mar y cuanto lo llena,
que exulten los campos con todos sus frutos,
que griten de júbilo los aárboles del bosque.
6. Hoy nos ha nacido un Salvador:
el Mesías, el Señor.
Ante el Señor que ya llega, gobernará el mundo con justicia,
a las nciones con fidelidad.
7. Segunda lectura Tt 2,11-14
11 Porque se ha manifestado la gracia salvadora de
Dios a todos los hombres,
12 que nos enseña a que, renunciando a la
impiedad y a las pasiones mundanas, vivamos
con sensatez, justicia y piedad en el siglo
presente,
13 aguardando la feliz esperanza y la Manifestación
de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro
Jesucristo;
14 el cual se entregó por nosotros a fin de
rescatarnos de toda impiedad y purificar para sí
un pueblo que fuese suyo, dedicado a las buenas
obras.
8. 1 Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que
se empadronase todo el mundo.
2 Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino.
3 Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad.
4 Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de
David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David,
5 para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.
6 Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del
alumbramiento,
7 y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre,
porque no tenían sitio en el alojamiento.
8 Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por
turno durante la noche su rebaño.
9 Se les presentó el Angel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y
se llenaron de temor.
10 El ángel les dijo: « No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para
todo el pueblo:
11 os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor;
12 y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado
en un pesebre. »
13 Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa
a Dios, diciendo:
14 « Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que
Dios ama » Lucas 2, 11-14
Belén. Cueva del parto