Estudio histórico de la patología de la edificación desde el punto de vista del análisis de fallos en edificios. Estructura teórica, procedimiento de inspección de edificios, redacción de informes y aplicación práctica. Registro de la propiedad intelectual M.006100/2016
PATOLOGÍA DE LA EDIFICACIÓN. Propedéutica. Registro M.006100/2016
1. Víctor Diéguez Montes. Arquitecto.
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PATOLOGÍA DE LA EDIFICACIÓN. Propedéutica.1
Matthys Levy y Mario Salvadori2
describen que “Un edificio es concebido cuando se diseña y nace cuando se
construye. Vive mientras se mantiene en pie, y muere de viejo o debido a un accidente inesperado. Respira a
través de la boca que son sus ventanas y de los pulmones que son su sistema de aire acondicionado; hay fluidos
que circulan por las venas y arterias que son sus tuberías. La piel de su fachada lo protege, se sustenta en el
esqueleto formado por sus pilares, vigas y forjados y descansa sobre los pies de sus cimientos”.
De la misma manera, los edificios que enferman presentan síntomas antes de su final: su piel oscurece y se
agrieta, su esqueleto se debilita y sus tuberías fallan.
La naturaleza de la construcción hace a los edificios hiperestáticos y robustos, esto es: son capaces de asumir
cambios planificados o imprevistos – que llamamos fallos –, en su estructura, elementos y contexto,
adaptándose a las nuevas condiciones sin demasiados problemas. Éste proceso de adaptación es en mayor o
menor medida traumático, acusando lesiones leves antes – que llamamos síntomas –.
La lectura y análisis de los síntomas y fallos de los edificios enfermos es por el momento definición suficiente
para la disciplina que nos ocupa: la patología de la edificación, cuyo primer término proviene del griego
πάθος (pathos, "afección") y λογία (-logia, "estudio")
A. ORIGEN.
La toma en consideración de los fallos y su análisis es esencial para alcanzar el éxito. Un buen modo de
plantear un problema de diseño es analizar los errores que hemos observado en pasadas soluciones al mismo
problema, detectando problemas y corrigiéndolos. Incluso, cuando damos solución a un problema nuevo, el
mejor modo de plantearlo es prever todas las posibles maneras en las que podría fallar, repasando
mentalmente las soluciones fallidas a problemas distintos.
Diseño y fallo tienen origen, y camino, común3
. De esta manera, en tanto los edificios son objetos diseñados por
el hombre, el análisis de fallos es herramienta necesaria para su entendimiento y evolución.
1 Este texto forma parte de la memoria presentada a una licitación de servicios del Ayuntamiento de Madrid, por lo que puede contener
referencias a otros documentos, que no se han incluido.
2 LEVY Matthys, SALVADORI Mario. “Why do buildings fall down. “ Ed. Norton. 1992.
3 PETROSKY Henry. “Success through failure: the paradox of design” Ed. Princeton University Press. 2006 y “Paradigmas de diseño: casos
históricos de error y buen juicio en ingeniería” Ed. Cambrige University Press. 2008.
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Si es posible fechar el nacimiento del diseño con el empleo de elementos recogidos directamente de la
naturaleza para fines operativos humanos: “piedras utilizadas como martillos para abrir frutos”; podemos
identificar el nacimiento del análisis de fallos apenas un instante después: en el proceso mental que lleva a
descartar determinadas piedras que por sus características de tamaño, dureza o forma, no son adecuadas para
alcanzar el fin deseado. Los mejores martillos son el resultado de eliminar los fallos de los anteriores.
En tanto la Arquitectura tiene un origen igualmente operativo: la necesidad del hombre de abrigo y seguridad
frente al mundo salvaje que le rodea, el análisis de fallos toma partido de su desarrollo. El mito de la cabaña
primitiva expuesto por el ingeniero militar romano Marco Vitruvio Polión (70aC – 15aC) en el volumen segundo
de sus “diez libros de Arquitectura”4
da cuenta de ello.
“Los hombres, primitivamente, nacían como las fieras, en las selvas, en los bosques y en las cuevas, y
pasaban su vida alimentándose con los frutos naturales de la tierra. Y ocurrió que en un determinado
lugar, unos árboles que estaban muy juntos los unos contra los otros, agitados por un viento
tempestuoso, al rozarse unas ramas con otras, se encendieron (…). Pero poco después, mitigado el
fuego y recobrada la tranquilidad, se fueron aproximando, y dándose cuenta de que aquel calor templado
era una gran comodidad, añadieron leña, mantuvieron el fuego, y llamando a otros hombres por señas
les dieron a entender los provechos que podrían obtener del fuego. En aquellas reuniones, los hombres,
al principio lanzando diferentes sonidos unos de una manera y otros de otra, fueron de día en día
creando vocablo (…) y así formaron su idioma.
5
Por tanto, con ocasión del fuego surgieron entre los hombres las reuniones, las asambleas y la vida en
común, que cada vez se fueron viendo más concurridas en un mismo lugar; (…) comenzaron unos a
procurarse techados utilizando ramas y otros a cavar grutas bajo los montes, y algunos a hacer, imitando
los nidos de las golondrinas con barro y ramas, recintos donde poder guarecerse. Luego, otros,
observando los techos de sus vecinos y añadiéndoles ideas nuevas, fueron de día en día mejorando los
4 VITRUBIO Marco. “De Architectura libri decem” (Los diez libros de Arquitectura) 27 aC. Ed. Iberia. 1997
5 Ilustración. La cabaña de Vitrubio según Marc-Antoine Laugier.
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tipos de sus chozas. Y como los hombres son por naturaleza imitadores y dóciles, haciendo alarde cada
día de sus nuevas invenciones, se mostraban unos a otros las mejoras de sus edificaciones, y
ejercitando así su ingenio fueron de grado en grado mejorando sus gustos.
Al principio plantaron horcones, y entrelazándolos con ramas levantaron paredes que cubrieron con
barro; otros edificaron, con terrones y céspedes secos, sobre los que colocaron maderos cruzados,
cubriendo todo ello con cañas y ramas secas para resguardarse de las lluvias y del calor; pero para que
semejantes techumbres pudieran resistir las lluvias invernales, las remataban en punta y las cubrían con
barro para que, merced a los techos inclinados, resbalase el agua.
Habiendo sido estos, pues, los principios (…) fueron elevándose gradualmente de la construcción de
edificios a otros conocimientos y prácticas de las restantes artes, pasando de una vida inculta y agreste a
otra pacífica y estable.
Después, merced a continuas experiencias y a estudiadas observaciones (…), y dándose cuenta de que
la naturaleza les suministraba con manos espléndidas madera y toda clase de materiales de
construcción, se sirvieron de ellos, los aumentaron con su cultivo, y de este modo acrecieron con el
auxilio de las artes las comodidades y delicadeza de la vida humana.”
La observación y análisis de los fallos de la realidad construida existente “observando los techos de sus
vecinos” y la imitación de los casos de éxito corrigiendo sus defectos “añadiéndoles ideas nueva las remataban
en punta (…) las cubrían con barro para que, merced a los techos inclinados, resbalase el agua” es el
mecanismo principal del diseño, y corre paralelo a la historia de la ingeniería y de la construcción.
La acumulación de experiencias en construcción mediante el estudio de casos de éxito y fallo es
fundamentalmente empírica y su transmisión oral, habiendo llegado a nuestros días escasos testimonios
escritos de la Edad Antigua. Los ya citados “Diez libros de Arquitectura de Vitrubio” que fijan la evolución de la
técnica en un momento concreto, el año 27 a.C; no solo en cuanto a las medidas, proporciones y órdenes
clásicos de los templos y edificios singulares; sino también, sobre la construcción de casas, sus materiales
(libro segundo: los ladrillos, la arena, la cal, la madera...), elementos (libro séptimo y octavo: pavimentos,
enlucido, maneras de cubrir el agua…), contexto (libro sexto: disposición de los edificios, de sus salas, las
casas de campo…) e incluso las máquinas de construcción y defensa.
En su libro segundo6
, Vitrubio trata los “materiales, maderas y estructura con los que se llevan a cabo la
construcción de los edificios: las propiedades y cualidades de tales materiales atendiendo a su utilidad”. Su
lectura, muy ilustrativa y menos espesa de lo que cabría pensar, relata las ventajas y desventajas de los
materiales y formas de construcción desde el punto de vista de su materialidad, disposición y ejecución. Se
trata el fin y al cabo de una genial recopilación de lecciones derivadas del estudio de casos de fallo.
“Las formas de construcción son dos: la «reticular», que actualmente utiliza todo el mundo, y la antigua que se
denomina «incierta». Más elegante es la reticular, pero es muy probable que sufra grietas pues posee los asientos y
junturas acomodados en todas las direcciones. La «incierta», al sobreponer unas piedras sobre otras coaligadas
6 VITRUBIO Marco. “De Architectura libri decem” (Los diez libros de Arquitectura) 27 aC. Libro segundo, índice: Las comunidades primitivas
y el origen de los edificios. El arché o principio de las cosas. Los ladrillos. La arena. La cal. El polvo de puzol. Las canteras. Formas de
construcción. La madera. El abeto del Adriático y del Tirreno.
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entre sí, garantizan una construcción menos vistosa pero más sólida que la reticular. Ambas formas de construcción
deben disponerse y ajustarse a partir de piedras muy pequeñas, con el fin de que las paredes, mediante una mezcla
de cal y de arena, se mantengan firmes durante mucho tiempo. Si son piedras blandas y porosas, se secan
totalmente absorbiendo el líquido del mortero; pero, utilizando cal y arena en abundancia, la pared adquiere más
humedad y no perderá su solidez, sino que se mantendrá firme. Cuando la humedad del mortero quede absorbida
por la porosidad de las piedras, la cal se separa de la arena y se deshace, y al mismo tiempo, las piedras no pueden
coaligarse, lo que ocasiona la ruina de las paredes.”
Durante la Edad Media, la experiencia heredada de los antiguos queda confinada y en buena parte se pierde.
Su transmisión será muy escasa, empírica y restringida a los gremios de constructores, que concentrarán la
capacidad tecnológica que será materializada principalmente en la construcción de catedrales. Si bien ya existía
en Vitrubio un conocimiento intuitivo de las fuerzas y tensiones existentes en los edificios, su conocimiento
escaso y no articulado conduce a un diseño centrado en la geometría y la proporción.
No será hasta mediados del S.XVII cuando, gracias a la teoría de las “líneas de empuje” y el “teorema
fundamental de la seguridad” enunciadas por Robert Hooke 7
, comencemos a entender los principios
estructurales de las estructuras medievales.
8
La intensidad del análisis de fallos en obras de construcción o ingeniería es directamente proporcional a la
intensidad constructiva de la sociedad de la época para acometer grandes proyectos y su capacidad de dejar
constancia escrita de dichos análisis. Así, en la historia occidental, el silencio medieval será roto por el
Renacimiento, inaugurado por Filippo Bruneleschi (Florencia 1377 – Florencia 1446) con el proyecto de la
Cúpula de la Catedral de Santa María di Fiore.
7 HOOKE Robert. (Wight 1635 – Londres 1703)Científico. Además de la “cadena invertida de Hooke” para el estudio de las fábricas
antiguas, formula la ley de la elasticidad o “ley de Hooke”.
8 Ilustración. Cadena colgante de Hooke (1675) y estudios de Poleni sobre la estabilidad de la cúpula de San Pedro. HEYMAN Jaques. El
esqueleto de piedra. Ed. Instituto Juan de Herrera. ETSAM. 2004.
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Galileo Galilei (Pisa 1564 – Florencia 1642) inaugura en su obra “Diálogos acerca de dos nuevas ciencias”9
la
teoría de estructuras moderna. Su búsqueda de relaciones de resistencia, ilustrada por la icónica “viga en
ménsula de Galileo” no es sino un estudio teórico de fallo empleado para determinar la resistencia a la fractura
de una ménsula prismática de unas dimensiones determinadas. El alter ego de Galileo, Salviati, expone además
varios casos de análisis de fallos sobre los cuales va construyendo su teoría de estructuras.
A modo ilustrativo, para explicar el problema de la rotura de vigas - que Galileo identifica con el problema de
dos ménsulas unidas en sus extremos - narra el caso del fallo de una columna que reposa en el suelo.
“Una gran columna de mármol fue tendida en el suelo de manera que sus extremos descansasen cada uno sobre
una viga de madera; algo más tarde, se le ocurrió a un mecánico que, con objeto de estar doblemente seguros de
que la columna no quebraría por su parte central a causa de su longitud, sería prudente disponer un tercer soporte
hacia la mitad de su longitud, lo que pareció a todos una excelente idea. Mas sus resultados mostraron que era más
bien al contrario, pues no pasaron muchos meses antes de que se hallara la columna desquebrajada y rota
exactamente en el punto situado en mismo del nuevo soporte intermedio. Cuando los dos fragmentos de la columna
fueron colocados sobre el suelo nivelado pudo observarse que, al cabo del largo tiempo, una de las vigas situadas
en un extremo se había podrido y hundido, en tanto que la situada en el medio permanecía recia y fuerte., lo cual fue
la causa de que la mitad de la columna se proyectase en el aire sin sustentación alguna. Consiguientemente, el
cuerpo, en estas circunstancias, se comportó de manera diferente a cómo lo habría hecho si hubiera estado
sostenido por las dos primeras vigas, pues por mucho que éstas hubieran podido hundirse, la columna hubiera
continuado reposando sobre ambas.”
10
El caso de estudio de Galileo - en esencia el cálculo del momento último de resistencia de un elemento
inextensible, en ménsula y a flexión - es un problema estáticamente determinado, que se convierte por tanto en
una cuestión de resistencia de materiales. Sobre los análisis de fallo de la viga empotrada, que puede
considerarse paradigma de error, Mariotte (Dijon 1620 – Paris 1684) incide en la hipótesis incorrecta de la “in-
extensibilidad de los materiales” mediante ensayos – estudios de fallo – que ponen de relieve que hasta los
materiales más duros como el vidrio y el mármol, muestran deformaciones al ser cargados. La teoría de
estructuras moderna construye un aparato numérico y gráfico sobre modelos diseñados sobre la realidad
9 GALILEI Galileo. “Discursos y demostraciones en torno a dos nuevas ciencias”. 1638. Primera Jornada.
10 Ilustración. La ménsula de Galileo y el caso del almacenamiento de una columna de mármol sobre tres apoyos. HEYMAN Jaques.
“Análisis de estructuras: un estudio histórico”. Ed. Instituto Juan de Herrera. ETSAM. 2004.
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experimental de los estudios de fallo cuya historia puede entenderse en el texto “Análisis de estructuras: un
estudio histórico”11
del profesor Jaques Heyman.
La primera revolución industrial (1820 – 1840) y el éxodo rural hacia las ciudades derivado de la cada vez más
potente industria hacen crecer las ciudades, aumentando la densidad de población y el número de edificios
urbanos destinados a vivienda. Sin embargo, el escaso o nulo impacto económico del análisis de fallos en la
construcción de vivienda aleja su aplicación de la misma, concentrándose en aquellas áreas que ofrecen réditos
económicos: la construcción naval, la construcción de máquinas y las grandes estructuras necesarias para la
producción; empujando el avance de la ciencia de las estructuras y la construcción.
12
En 1891 la publicación periódica “The American Architect and Building News”13
publica un artículo titulado “The
failure of building” reportando una conferencia celebrada en Londres sobre el colapso de varias estructuras de
gran tamaño:
“The first lesson to be learnt was that the foundation was very often in fault when a disaster occurs. Much more than
half cases of failure of building practically began here, and too much vigilance and suspicious care could be not be
exercise while foundation were being put in. (…) Another lesson was that the two common building materials –
brickwork and fir timber – were not without their weak points. Brickwork have a very little cohesion, a small settlement
might result in long and wide cracks and overloading would cause buildings failures; it was also attacked by bad
weather. Fir timber, though plentiful strong, light, elastic, and as a rule, durable and cheap, was soft and unable to
withstand compression on the joists. No strain that could be avoided should be put upon the joists of fir. The timber
was hardly ever properly seasoned. Another lesson was that where circulation of air was impossible, the walls would
be wet and spread of dry-rot. His last warning was beware of water. The greatest enemy to building in this climate was
moisture. In conclusion, the author remarked that when failure was threatened the first thing to be done was to attempt
to read the meaning of appearances, and any symptoms of movement should be watched and tested. The next step
was to check the progress of mischief by shoring, so as to gain time for investigation and repairs, which constituted
the third and fourth measures to be taken.”
En este punto, antes de entrar a definir el concepto Patología de la Edificación, y como quiera que la palabra
“patología” dispone de un largo recorrido en el campo de la medicina, cabe un rápido repaso a la historia de la
medicina y a algunos conceptos que pudieran sernos de utilidad.14
11 HEYMAN Jaques. “Análisis de estructuras: un estudio histórico”. Ed. Instituto Juan de Herrera. ETSAM. 2004.
12 Ilustraciones. Colapso de un puente ferroviario al paso de un tren en la ciudad de Regina, Canadá; y fractura por fractura frágil de un
barco de la serie Liberty en el puerto de Shefield en 1940.
13 “The failure of Buildings”. THE AMERICAN ARCHITECT AND BUILDING NEWS. No. 32. (28-29) 1891
14 LÓPEZ PIÑERO José María. “Breve historia de la Medicina” Ed. Alianza. 2005
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A principios del S.XVI, el médico Antonio Beniveni (Florencia 1443 – Florencia 1443) supera la llamada
ETAPA HUMORAL - que mantenía que el cuerpo humano estaba compuesto por cuatro sustancias
básicas llamadas humores y cuyo equilibro indicaba el estado de salud de la persona - al publicar su
obra “De abditis nonnullis ac marandis morborum et sanationum causis”15
basada estudios post-
mortem, inaugurando la ETAPA ORGANICA. Con interés científico y artístico, Leonardo Da Vinci
(Florencia 1452 – Amboise 1519) y Miguel Ángel (Caprese 1475 – Roma 1564) realizarán estudios de
anatomía sobre cadáveres, construyendo junto a otros las bases de la anatomía como disciplina
descriptiva.
16
A mediados del S.XVI el médico Andries van Wessel “Vesalio” (Bruselas 1514 – Zante 1564) desarrolla
“De humani corporis fábrica”17
en la cual indaga en los aspectos morfológicos de la enfermedad
mediante observación directa y práctica quirúrgica. A mediados del S.XVIII el científico Giovanni Battista
Morgagni (Forli 1682 – Forli 1771) publica "De sedibus et causis morborum per anatomen indagatis"18
que contiene más de 700 históricas clínicas incidiendo en la observación y estudio de las alteraciones
morfológicas así como en sus procedimientos.
La invención del microscopio a principios del S.XIX, inicia la ETAPA TISULAR, cuyo primer exponente es
el biólogo francés Marie François Xavier Bichat (Thoirette 1771 – París 1802) que publica “Traité des
membranes en général et de diverses membranes en particulier”19
estableciendo las bases de la
histología moderna como disciplina que estudia la estructura, desarrollo y funciones de los tejidos,
también identificada en ocasiones como anatomía microscópica. Destaca en esta etapa el trabajo del
15 BENIVENI Antonio. “Sobre las causas desconocidas y sorprendentes de algunas enfermedades y curaciones”
16 Ilustración. DA VINCI Leonardo. Estudio del corazón.
17 WESSEL Andries Van. “De la estructura del cuerpo humano”
18 Morgagni Giovanni. “Sobre las localizaciones y causas de las enfermedades, investigadas desde el punto de vista anatómico”
19 BICHAT Xavier “Tratado de los tejidos en general y de diversos tejidos en particular”
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español Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón 1852 – Madrid 1934) por sus investigaciones sobre
la morfología y procesos conectivos de las células nerviosas.
A finales del S.XX el médico alemán Heinrich Schade (Kiel 1907 – Berlín 1989) inaugura la actual ETAPA
MOLECULAR de la medicina con la publicación de “Molekularpathologie“ que gracias a los avances
tecnológicos en los campos de la física y la química.
20
De la misma manera que el término patología ha sido transferido desde la medicina a la construcción,
otros conceptos médicos son de utilidad para la patología de la edificación: 21
ANATOMÍA: Estudio morfológico de las estructuras macroscópicas del cuerpo humano.
Anatomía patológica: Estudio por medio de técnicas morfológicas de las causas, desarrollo y
consecuencias de las enfermedades, con fin último el diagnóstico.
HISTOLOGÍA: Estudio de los tejidos, su estructura microscópica, desarrollo y funciones.
CITOLOGÍA: Estudio de las células, su estructura, funciones, orgánulos, interacción con el
medio ambiente y su ciclo vital. Actualmente llamada BIOLOGÍA CELULAR.
PATOGÉNESIS: Origen y evolución de una enfermedad. Etiopatogenia: Clasifica las
enfermedades en función de su patogenia en, enfermedades endógenas, exógenas,
ambientales y multifactoriales.
20 Ilustraciones. El cuerpo humano. “Estudio elemental del cuerpo humano en piezas anatómicas” Ed. Sucesores de Hernando. 1920; y
Esquemas de las capas y anillos neuronales de la retina de los vertebrados. Santiago Ramón y Cajal. 1911.
21 STANASZEK Walter. et al. “Análisis y comprensión de la terminología médica”. Ed. Rasgo. 1996
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NOSOLOGÍA: Describe, explica, diferencia y clasifica las enfermedades o procesos patológicos
mediante criterios diversos y de forma sistemática.
PRONÓSTICO: Conjunto de datos médicos sobre la probabilidad de que ocurran determinadas
situaciones en el transcurso de una enfermedad.
DIAGNÓSTICO: Determinación de la naturaleza de una enfermedad mediante observación de
sus síntomas. Diagnóstico diferencial: procedimiento sistemático que permite identificar la
relación de las enfermedades que pueden ser las causantes de los síntomas y signos que sufre
un paciente, una vez realizada una primera toma de datos para el historial y la exploración
física, y antes o después de obtener pruebas diagnósticas complementarias. Argumentación
sobre la mayor o menor probabilidad de sufrir unas u otras enfermedades ante el cuadro clínico
del paciente.
A medida que las ciudades crecen y sus modelos de actividad productiva varían desde la producción industrial
pesada hacia la prestación de servicios, la preocupación social y la atención sobre la degradación y fallos en los
edificios aumenta. Destacan tres aspectos: las teorías higienistas, las teorías de preservación del patrimonio
histórico y la necesidad de reconstrucción de ciudades arrasadas por desastres naturales o guerras.
Las teorías higienistas se inician en Europa a mediados del S.XVIII. Además de las derivadas de salud pública22
en el control de epidemias y plagas, como son los trabajos del, fugaz Alcalde de Madrid en 1843, reconocido
médico higienista Francisco Méndez Álvaro en impulso de los programas de vacunación estatal contra el cólera
y la peste; las teorías higienistas ponen su atención en tres aspectos:
La ciudad construida; mediante la creación de redes de alcantarillado, suministro de agua corriente y
aperturas urbanas; como el Plan Haussmann en París (1850) y, en Madrid, la apertura de la Gran Vía
(1910).
Los nuevos crecimientos urbanos respuesta a las deplorables condiciones de hacinamiento de la
población urbana; como el modelo de Ciudad Jardín de Howard (1902) y de ensanche urbano de
Cerdá (1860) en Barcelona y Castro (1860) en Madrid.
Las condiciones de salubridad de los edificios existentes, en términos de soleamiento, ventilación,
saneamiento y suministros. A este respecto destaca el trabajo de Juan Bravo Murillo al iniciar la
construcción del Canal de Isabel II, que traerá en 1858 aguas a Madrid desde la Sierra (hasta entonces
22 ALCAIDE GONZÁLEZ Rafael. “La introducción y desarrollo del higinienismo en España durante el S.XIX: precursores, continuadores y
marco científico y legal”
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la ciudad se abastecía mediante una amplia red de “viajes de agua”23
y aguadores), ampliándose y
mejorándose la red de alcantarillado.
Por otra parte, si bien el renacimiento mostraba preocupación y puesta en valor de los edificios clásicos, es a
partir del S.XVII cuando la conciencia del valor artístico e histórico de los monumentos, conjuntos
arquitectónicos y ciudades, inicia la preocupación por el patrimonio construido. Sobre la constatación de la
ruina que habían sufrido los monumentos por el paso del tiempo, desastres naturales y guerras, se inician las
teorías de la restauración de edificios (Viollet-le-Duc, Ruskin, Boito…) cuyo desarrollo excede el fin de este texto.
A la degradación de los edificios y estructuras deficientes, se suman los efectos destructivos de eventos
naturales (lluvias torrenciales, sequías, huracanes, terremotos…) y de origen humano. En 1942, durante la
Segunda Guerra Mundial se publica en Londres el libro ““Roof construction and repair”24
describiendo, no solo
procedimientos de reparación de estructuras de cubierta y tejados, sino también un procedimiento de
evaluación de las mismas, que describía procedimientos de evaluación y reparación de estructuras de cubierta
y tejados, de forma sencilla y práctica, al alcance de personal inexperto, generalmente mujeres poco habituadas
a trabajos de construcción, puesto que los hombres estaban en el frente.
El término “patología de la edificación” nace oficialmente el año 1970 en la Universidad de Columbia de mano
del profesor JM Fitch25
como parte de un programa universitario en conservación de patrimonio arquitectónico.
Formada la disciplina, su cuerpo teórico aumenta.
B. PATOLOGÍA DE EDIFICACIÓN.
El Consejo internacional para la investigación e innovación en construcción, en sus siglas CIB26
por su nombre
anterior (Conseil International du Batiment) define Patología de la Edificación como el “estudio sistemático y
tratamiento de los defectos en los edificios, su naturaleza, causas, consecuencias y remedios”
De la misma manera que es posible definir un objeto por el fin al que sirve, la patología de la edificación,
herramienta27
de los distintos operadores que intervienen en los edificios, puede ser definida por utilidad:28
23 FUNDACIÓN CANAL DE ISABEL II. Los viajes de agua de Madrid durante el Antiguo Régimen. 2010
24 MOLLOY E. “Roof construction and repair”. Ed. Donhead. 2009
25 FITCH James M. Figura es figura central del movimiento de preservación histórica de los EEUU. Se opuso a las estrategias de renovación
urbana adoptadas en muchas ciudades entre los años 1950 y 1960, argumentando que la preservación arquitectónica debía ser apreciada
como representación de las culturas que las erigieron. Creó el primer programa universitario estadounidense de restauración y preservación
histórica en la Universidad de Columbia en New York.
26 CIB: International Council for Research and Innovation in Building and Construction. Publication 393: “A state-of-the-art report on Building
Pathology: Systematic study or treatment of building defects, their causes, consequences and remedies”
27 En varias partes de este texto utilizamos indistintamente los términos “disciplina” y “herramienta”. Entendemos disciplina como cuerpo
teórico y metodológico, académico y práctico; y herramienta como aplicación profesional del mismo.
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La reparación o rehabilitación de edificios. De forma diagnóstica la patología de la edificación sirve para
detectar los síntomas de los defectos en los edificios y determinar su origen, permitiendo una
intervención eficaz y proporcionada. En el caso de la restauración monumentos, de forma más intensa,
su empleo permite establecer criterios de intervención adecuados para conservar las características
protegidas concretas.
El mantenimiento. El ciclo de vida de un edificio comprende tres fases con distinto impacto económico:
la fase de planificación y proyecto (5% de los costes) la de construcción (15%) y la de explotación
(20%). El uso de la patología de la edificación con fines preventivos en la fase de proyecto y
construcción ayudará a controlar los gastos de mantenimiento durante la explotación. De igual manera,
en caso de ser necesaria una reparación, su empleo con fines de diagnóstico permitirá una intervención
adecuada.
Ahorro. Según Euroconstruct, el año 2011 la industria de la construcción movió 600.000 M€ de los que
un 60% (360.000 M€) fue canalizado a trabajos de rehabilitación o renovación. El empleo de la patología
de la edificación con fines de prevención, diagnóstico o intervención; en fases de proyecto,
construcción o explotación evitaría las grandes cantidades de dinero desperdiciadas en la reparación
de situaciones que podrían fácilmente haberse evitado o minimizado.
Aumento de la calidad. La patología de edificación como herramienta de análisis de fallos es útil en
todas las fases de la producción de edificios. Con carácter previo, entender cómo se degradan los
materiales o fallan los sistemas constructivos permitirá el diseño de versiones mejoradas. En fase de
proyecto, las dificultades de ejecución y el análisis de los defectos constructivos más comunes permite
variar las soluciones técnicas. De igual manera, en obra, permite prestar especial atención a las
soluciones críticas que causan patología recurrente.
Evaluación de riesgos. El conocimiento exhaustivo de las técnicas de construcción empleadas en los
edificios y cómo las condiciones de contexto las afectan permite formar una matriz de riesgo29
de la que
se deriven criterios acertados de intervención, uso y mantenimiento.
Mejora de la eficiencia energética y funcional de edificios construidos. Por encima de las desviaciones
de las prestaciones básicas de seguridad, salubridad y ornato; la sociedad exige crecientes
prestaciones en las condiciones de funcionalidad y sostenibilidad. Estas exigencias, ya reflejadas en los
28 Los objetivos de la comisión W086 de Patología de la Edificación del CIB son: Producir información que asista a la gestión efectiva de la
pérdida de prestaciones. Desarrollar métodos de asesoramiento en defectos de edificios. Formar aproximaciones sistemáticas al
diagnóstico de defectos y fallos en los edificios a lo largo de todas las etapas de su vida. Promover la mejora de la calidad de la industria de
la construcción.
29 CRESPO Irene. “Análisis de riesgos constructivos en edificios existentes del Área Metropolitana de Madrid. Aplicación de la evaluación
multi-criterio y los sistemas de información geográfica en el diagnóstico de procesos patológicos en entorno urbano”. ETSAM 2013
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informes periódicos obligatorios de ITE (Inspección Técnica de Edificios) e IEE (Informe de Evaluación
de edificios) han aumentado con la aparición de los certificados LEED30
y BREEAM31
. La patología de la
edificación es capaz de evaluar dichas condiciones de forma precisa y teniendo en cuenta su contexto,
permitiendo intervenciones de mejora adecuadas.
Gestión de la ciudad construida. El empleo de la patología de la edificación junto a sistemas de
información geográfica permite el estudio del continuo urbano de forma completa, contextualizando los
edificios respecto a la hidrografía, topografía, infraestructuras y colindancias. A escala urbana, la
patología de la edificación permite el diseño de estrategias de intervención homogéneas para la mejora
de la calidad urbana en términos paisajísticos, sociales y sanitarios, así como sería de ayuda para la
generación de cuerpos normativos ajustados a la realidad construida.
Ingeniería forense. La aplicación de los principios y métodos de ingeniería y construcción para
responder a preguntas o hechos relacionados con el motivo de accidentes, catástrofes, colapsos y
daños sobre la propiedad32
es útil a fines no solo técnicos sino también relacionado con aspectos,
legales y de aseguramiento.
Mejora de posicionamiento. La sobre-fragmentación de la industria de la construcción y más
intensamente la de la reparación y mantenimiento de edificios es a la vez consecuencia y motivo de una
escasez de medios y calidad técnica que desacredita el sector. Mientras en la industria de los bienes de
consumo el feedback del análisis de datos proporciona una fuente que permite mejorar el diseño, en la
industria de la construcción el análisis de datos es escaso. La patología de la edificación es capaz de
analizar operaciones anteriores, desde los datos de partida y diseño a la puesta en obra y
mantenimiento, en función de diversos parámetros; para proponer mejoras a la industria.
Promoción de la cultura del mantenimiento. Las empresas automovilísticas han realizado una
encomiable labor publicitaria consiguiendo que el coche se perciba como un objeto de altísimo valor –
muy superior al real - mientras que nadie se ha encargado de educar o dar conciencia sobre el alto
valor e importancia que supone vivir en una vivienda que goce de buenas condiciones de seguridad y
habitabilidad. Entender cómo funcionan los edificios y cuáles son sus mecanismos de deterioro,
contenido de la patología de la edificación, permite enfocar el mantenimiento desde un punto de vista
racional, más fácil de entender y comunicar.
30 LEED. Leadership in Energy and Environmental Design. EEUU
31 BREEAM. Building Research Establishment on Environmental Assessment Methodology. UK.
32 PETTY Stephen. “Forensic Engineering. Damage assessment for residential and commercial structures” CRC Press Taylor Francis. 2016.
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PATOLOGÍA DE LA EDIFICACIÓN
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El profesor Juan Monjo define la patología de la edificación como la “ciencia que estudia los problemas
constructivos que aparecen en los edificios, o en alguna de sus unidades después de su ejecución” 33
empleando el “proceso patológico” como línea argumental, debiendo observarse las lesiones para, siguiendo su
evolución, llegar a su origen o causa, con objeto de subsanarla o prevenirla.
Las referencias explícitas del profesor Monjo a “problemas constructivos (…) después de su ejecución”
permiten clasificar su definición como conservadora. El profesor David S. Watt34
define la patología de la
edificación como la “ciencia que comprende la aproximación holística para entender los mecanismos mediante
los cuales los materiales, sistemas constructivos y edificios pueden verse afectados”35
La UNE.41805.IN36
define patología como “parte de la ciencia de la construcción que estudia los defectos y
lesiones que sufren los materiales y elementos constructivos de los edificios: sus causas, evolución y síntomas;
en su fabricación, proceso constructivo y durante la vida del edificios” y estudio patológico como el “análisis de
los distintos sistemas constructivos e integran un edificio señalándose para cada uno de ellos las diferentes
lesiones o síntomas resultado de los procesos patológicos que pueden darse, su localización, sus posibles
causas, y los datos que puede ser necesario tomar, o ensayos que deben llevarse a cabo, para su completa
evaluación y de forma previa al desarrollo de cualquier intervención en el edificio”
Adicionalmente, sustantiva el término para definirlo como “el conjunto de defectos y lesiones que sufren los
materiales y elementos constructivos de un edificio”
Sin alejarnos del pragmatismo obligado de una disciplina de origen y objetivo práctico, a la vista de lo expuesto
hasta ahora, es posible una nueva definición de patología ajustada a la realidad del ejercicio profesional a
principios del S. XXI: Herramienta que permite analizar los fallos en los edificios en términos técnicos, humanos y
económicos, con fines de intervención o estudio, con vistas a la mejora de los edificios, la salud de las personas
y la sostenibilidad.
El fin operativo de la patología de la edificación requiere de un método que comprende: la articulación teórica, el
procedimiento de inspección y la redacción de informes o proyectos derivados ajustados al fin concreto.
33 MONJO Juan. “Tratado de Rehabilitación. Tomo 2. Metodología de la restauración y de la rehabilitación. La patología y estudios
Patológicos.” Ed. Munilla-Lería. DCTA 1999
34 WATT David S. “Building Pathology: Principles and practice” Oxford Blackwell 2007
35 DOUGLAS James & RANSOM Bill. “Understanding Building Failures” Ed. Routledge Taylor&Francis Group. New York. 2001
36 UNE 41805 IN de “Diagnóstico de Edificios” por la comisión CTN41/SC8 (Conservación, restauración y rehabilitación de edificios)
AENOR. Agencia Española de Normalización y Certificación. 2009. DCTA-ETSAM Contiene 14 partes: generalidades, estudios históricos,
estudios constructivos y patológicos, estudios patológicos de terreno y cimentación, estructuras de fábrica, estructuras de hormigón,
estructuras metálicas, cubiertas, fachadas no estructurales, carpintería de ventanas y cerrajería, particiones interior y acabados,
instalaciones e informe de diagnóstico.
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PATOLOGÍA DE LA EDIFICACIÓN
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C. EL PROCESO PATOLÓGICO.
Los edificios en mal estado por el paso del tiempo, su uso o por otras razones acusan lesiones de diverso
alcance que afectan a su realidad de distinta manera. Si bien muchas de las lesiones serán visibles y unívocas,
otras requieren de estudios concretos para su detección y pueden ser causadas por distintas causas. Prescindir
de una articulación teórica o método de estudio es arriesgado.
Como herramienta de otras disciplinas, la patología de la edificación debe ser capaz de devolver una respuesta
útil a las disciplinas a las que sirve, de forma ajustada en contenido y forma.
Por lo general, ésta respuesta será un informe escrito apoyado en documentación gráfica (fotografías, planos,
esquemas…) pero también es posible que la respuesta solicitada sea oral o proyectual.
Una buena manera de articular un discurso patológico es estructurarlo sobre los procesos patológicos que
cursan sobre un edificio, entendiéndolos como las fases sucesivas del deterioro de un edificio o alguno de sus
elementos o unidades, desde su origen, a partir de una o varias causas, hasta la aparición de la lesión
concreta37
, de forma contextual y temporal.
Si bien es posible clasificar los procesos patológicos según muchos criterios: según su origen, lesiones
derivadas, grado de afección a las prestaciones relevantes según el caso (seguridad, salubridad…); una
clasificación muy útil a efectos generales es la que estudia la naturaleza propia del proceso de degradación:38
Procesos patológicos mecánicos:
o Deformaciones.
o Roturas.
Procesos patológicos físicos.
o Debido a agentes meteorológicos.
o Agua.
Procesos patológicos químicos.
o Erosión química.
o Corrosión.
37 UNE 41805-3 IN “Estudios constructivos y patológicos”
38 Clasificación basada en el esquema establecido por los profesores MONJO Juan y MALDONADO Luis. “Patología y técnicas de
intervención en estructuras arquitectónicas” Ed. Manilla Leería. 2001.
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Procesos patológicos biológicos.
o Insectos
o Hongos
Todo proceso patológico contiene tres elementos básicos: su causa u origen, el desarrollo del deterioro de
forma concreta sobre el edificio teniendo en cuenta el contexto; y las consecuencias en forma de defectos o
lesiones. Entender en profundidad cada una de estas partes es fundamental para el diagnóstico.
Diagnóstico39
es la lectura inversa del proceso patológico: la identificación de los daños, el entendimiento de las
fases de deterioro y la determinación las causas del mismo; evaluando el estado actual del edificio o elemento
en términos de seguridad, salubridad, funcionalidad, sostenibilidad y ornato, así como su estado deseable; con
fines de mejora.
40
Dicho esquema de análisis representa la acción o lectura de un único proceso patológico, por lo que aplicarlo a
un edificio – sobre el que habitualmente actúan varios procesos simultáneos, conduce a interpretaciones poco
ajustadas.
La posibilidad de que los procesos patológicos que actúan sobre un edificio estén relacionados entre sí, con
intensidades distintas y variaciones a lo largo del tiempo; siendo en ocasiones unos origen de otros; obliga a
entender la degradación de los edificios de forma no lineal; que jerarquice y ordene los procesos patológicos a
lo largo del tiempo.
39 En capítulos posteriores entraremos en la definición de diagnóstico.
40 Ilustración. Proceso patológico y Diagnóstico.
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41
C1. Los agentes patógenos.
Agente patógeno es todo elemento o situación que actúa sobre el edificio y puede llegar a dañarlo, siendo
posible la acción de varios de forma simultánea. Equivale a origen del proceso patológico.
Es posible realizar muchas clasificaciones distintas de las causas de los procesos patológicos, de forma más o
menos amplias. El profesor Félix Lasheras42
distingue dos grandes tipos de agentes patógenos: los directos y
los indirectos.
Causas o agentes patógenos directos son los de tipo mecánico (asientos, esfuerzos, empujes, dilatación…)
físico, meteorológicos, químico (contaminación, humedad, sales…) y previo en el lugar. Causas o agentes
41 Ilustración. Análisis lineal y no lineal.
42 LASHERAS Félix. Tratado de Rehabilitación . Metodología de la restauración y rehabilitación. Ed. Munilla Leria 2009.
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patógenos indirectos son las derivadas del proyecto (elección de materiales, sistemas constructivos…) de la
puesta en obra, y del mantenimiento. Estas clasificaciones, compartidas por los profesores Juan Monjo y Luis
Maldonado se recuperan en la lectura de lesiones al final de este texto.
Dentro de los tipos anteriores, el ejercicio de la patología requiere de un pragmatismo mayor. ¿Cuáles son los
principales agentes patógenos de Madrid?
Entre los años 2012 y 2015, en ejecución del contrato 711/2012/1415843
del Ayuntamiento de Madrid, se
redactaron 2153 informes sobre 1300 edificios dañados, situados en los distritos de Centro, Chamartín,
Salamanca, San Blas, Ciudad Lineal y Barajas. Dicho contrato se ejecutó empleando criterios de
homogeneidad en la inspección y redacción de informes44
, e incluyendo la cumplimentación de una hoja
estadística sobre la presencia e impacto de los principales agentes patógenos en los procesos patológicos
detectados. Se detectó la presencia significativa de los siguientes agentes patógenos, organizados en cuatro
grupos:
Exógenos:
o Terreno (suelo) y preexistencias.
o Colindantes
o Infraestructuras.
Endógenos.
o Material.
o Sistema constructivo.
o Agentes biológicos.
Agua:
o Cubierta.
o Saneamiento enterrado.
o Zonas húmedas.
Humanos:
o Uso indebido.
o Mantenimiento insuficiente.
o Obras.
43 Acuerdo Marco de servicios para la redacción de informes en edificios con posibles daños estructurales, la elaboración de actas de
inspección técnica de edificios en aplicación de la ejecución subsidiaria y la redacción de proyectos y la asistencia técnica a la dirección
facultativa de las intervenciones en ejecución subsidiaria, actuaciones singulares, adopción de medidas de seguridad y reparaciones de
emergencia en edificios en la Zona 1 del término municipal de Madrid.
44 En apartados posteriores se tratarán procedimientos de inspección y de redacción de informes.
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Sobre cada edificio, detectados los procesos patológicos en curso y determinado su origen, se rellenó una línea
de datos. Las filas son edificios, las columnas agentes patógenos agrupados por tipo. El resultado (0)
corresponde a la inexistencia del agente patógeno, los resultados (1, 2 o 3) corresponden a la existencia del
proceso patógeno estudiado, siendo (1) una afección leve, (2) moderada y (3) grave; que llamamos “impacto”.
AGENTES EXÓGENOS (…) AGENTES HÍDRICOS (…)
Preexistenc. Conlindant. Infraestruct. Cubiertas Saneamient. Z. Húmed.
Ej C Alcalá 32 0 1 0 (…) 0 2 3 (…)
Los edificios estudiados se localizan en el sector Noreste de la ciudad, en los distritos de Centro, Salamanca,
Chamartín, Ciudad Lineal, San Blas y Barajas; no siendo posible generalizar los resultados sin aplicar un
coeficiente de corrección concreto para cada agente patógeno resultado de estudiar diferencias entre distritos:
densidad de población, renta familiar, edad de los edificios, tipo de suelo…
45
Introducidos 1300 edificios, y aplicados los criterios de extrapolación expuestos, el resultado es el siguiente:
PRESENCIA DE AGENTES PATÓGENOS
Agente patógeno Total Centro
Exógeno
Suelo 5,2% 9,4%
Colindantes 7,6% 13,3%
Infraestructuras 4,9% 10,0%
Endógeno
Material 17,5% 27,2%
Sistema constructivo 14,4% 15,5%
Biológico 12,0% 25,1%
45 Ilustración: Zona de estudio y factores de corrección para extrapolación.
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Agua
Cubierta 30,3% 57,3%
Saneamiento enterrado 27,5% 48,3%
Zonas húmedas 41,6% 80,5%
Humanos
Uso 17,3% 33,8%
Mantenimiento 34,5% 65,6%
Obras. 29,1% 54,0%
El gráfico siguiente, que debe leerse en columnas dos a dos, representa los resultados. Sobre cada agente
patógeno se detectó su presencia en Madrid (gráfico circular de la izquierda) y sobre el distrito centro por su
singularidad (gráfico circular de la derecha).
El gráfico de líneas representa el impacto de los agentes patógenos evaluando los daños producidos siendo la
pendiente es proporcional al impacto.
46
46 Ilustración: Sobre cada agente patógeno, el gráfico circular de la izquierda representa la presencia en el total; y el de la izquierda la
presencia en el distrito centro. El gráfico de líneas representa el impacto de cada agente patógeno.
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El 40% de los edificios estudiados presenta lesiones derivadas de fugas en sus zonas húmedas:
cuartos de baño y cocina, ascendiendo a un 80% en los edificios del centro.
El 30% de los edificios estudiados presenta lesiones derivadas del mal estado de su red de
saneamiento enterrado, ascendiendo a un 50% en los edificios del centro.
El 30% de los edificios estudiados presenta lesiones derivadas del mal estado de su cubierta,
ascendiendo a un 60% en los edificios del centro.
El 30% de los edificios estudiados presenta lesiones derivadas de un mantenimiento insuficiente o nulo,
uso indebido u obras incorrectas, ascendiendo a un 50% en los edificios del centro.
Los agentes patógenos con mayor impacto son los relacionados con el agua y los factores humanos,
que se concretan, por este orden, en: filtraciones o mal estado del saneamiento o fontanería de zonas
húmedas, fallos de impermeabilización en la cubierta, el mantenimiento deficiente, el saneamiento
enterrado, las obras inadecuadas y el uso indebido.
Son especialmente relevantes por su elevado impacto las obras irregulares de modificación de
estructura; tales como la apertura de huecos de muros de locales comerciales o supresión de
elementos de estructura incómodos para obras de distribución, habitualmente sin dejar constancia de
lo modificado; cuya superposición ocasiona colapsos, parciales o totales con elevadas pérdidas
materiales y humanas.
De esta manera, de forma genérica por su aplicación a todos los tipos edificatorios y constructivos (que serán
estudiados más adelante) es conveniente centrar la atención en los dos principales agentes patógenos: el agua
y los factores humanos.
C1a. El agua.
El agua en estado líquido o la humedad entendida como vapor de agua contenido en el aire es, como hemos
visto, el agente patógeno más habitual47
, afectando a más del 50% de los edificios de la ciudad. La procedencia
del agua en relación con los edificios es diversa, y constituye un criterio adecuado para estudiar cómo el agua
afecta a los edificios. Si bien los procesos patológicos concretos derivados de la acción del agua sobre los
sistemas constructivos serán estudiados más adelante, es posible realizar una pequeña introducción común a
todos ellos, analizando su procedencia y sus principios de actividad.
47 GARCÍA Soledad. “La humedad como patología frecuente en la edificación” Ed. COAATM 1993. Instituto de ciencias de la construcción
Eduardo Torroja.
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Según su procedencia, podemos distinguir:
Agua de lluvia, que afecta a la envolvente (fachada y cubierta) así como a terrazas de piso y zonas
exteriores o jardines; en concurrencia con viento (que arrastra hojas) y condiciones meteorológicas
extremas (heladas).
Agua contenida en el terreno. Una división adecuada de estas agua es su origen, que puede ser natural
(hidrografía en superficie o subterránea) o artificial (debido a las modificaciones que la ciudad ha
ocasionado en el entorno natural. Es posible establecer la siguiente clasificación:
o Aguas aportadas por la lluvia sobre el terreno, que descienden por él hasta el nivel freático.
o Aguas procedentes del terreno, entendido como entidad hidrogeológica, que discurren a través
de estratos permeables (arenas por ejemplo) sobre estratos impermeables (con un contenido
elevado de arcillas) 48
o “Aguas colgadas”, generadas en cotas superiores al nivel freático (estratos impermeables) por
averías en redes de suministro o saneamiento de edificios colindantes o instalaciones urbanas.
49
Aguas procedentes de averías en instalaciones interiores del edificio, que pueden ser limpias – las
procedentes de redes de suministro o climatización – o fecal – de redes de saneamiento vertical u
horizontal –. Esta patología ligada a las instalaciones es de un impacto muy elevado; por encontrarse su
origen dentro o en paralelo al sistema constructivo, afectando a los elementos constructivos de forma
directa. Especial dificultad plantean las aguas procedentes de edificios colindantes, en los que la
propiedad afectada no puede actuar.
48 Este tema será tratado con mayor extensión en un capítulo dedicado a la influencia del subsuelo en la patología de la edificación.
49 Ilustración. Solicitaciones del agua bajo rasante, dependiendo de su profundidad, composición geológica del terreno y nivel freático.
Dibujado sobre trabajo de ORTEGA ANDRADE Francisco y GARCÍA MORANES, Soledad.
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Humedad ambiental. Bien por el uso al que se destinan los edificios (producción de vapor) o por
aportes de agua paralelos, el ambiente interior de los edificios se carga de vapor de agua, que en
determinadas condiciones de temperatura y humedad, condensa (cambiando de estado gaseoso a
líquido) sobre los elementos constructivos a menor temperatura, afectándolos. La complejidad de su
estudio, que obliga a cruzar informaciones de ventilación, temperatura y humedad, facilita su confusión
con otros orígenes.
50
Es muy importante entender los procesos origen y desarrollo de las humedades. Estos “principios físicos y
químicos” se traducen en lo que hemos venido a llamar “principios de actividad”.
En tanto la mayoría de los materiales de construcción son porosos – yesos, ladrillo, hormigón, madera (…) – en
mayor o menor medida; la presencia del agua afecta a su integridad por si misma (disolución, oxidación,
afecciones por dilatación o contracción térmica…), por las afecciones que propicia su presencia (pudrición,
afección por insectos xilófagos…) o por los contaminantes que contiene (sales, microorganismos…) Sin entrar
en detalles, destacamos los siguientes principios de actividad:
Acción directa o escorrentía, en relación con agua líquida que fluye sobre los materiales. Tal es el caso
del agua que discurre por la cubierta de un edificio o que fluye como consecuencia de una fuga en
instalaciones.
50 Ilustración. Origen de la patología relacionada con el agua. En azul ● relacionados con los agentes meteorológicos, en rojo ● los
relacionados con el interior del edificio; en verde ● los relacionados con el terreno.
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Absorción, en relación con el agua líquida que accede al interior de los materiales por capilaridad
estática (imbibición) o cinética (acción de agua y presión debida al viento o a la acumulación de agua)
Condensación, en relación al cambio de estado gaseoso a líquido del agua en función de las
condiciones higrotérmicas.
51
Mientras la escorrentía maneja principios físicos visibles, los principios de absorción y condensación sobre
materiales porosos (estructuras de fábrica de ladrillo, madera, acabados interiores o exteriores…) maneja
principios físicos no tangibles, que requieren de análisis más complejos. Ralph Burkinshaw52
realiza una
excelente introducción al respecto:
Traditional masonry structures take in and give out moisture – they “breathe”. Some buildings elements, for example masonry
external walls, are designed to take in moisture during rain and give it out against later by evaporation. This cycle os change in
moisture content can be harmless, but it can be problematic if high or low levels of moisture are allowed to persist for too long.
In the UK, porous materials will me completely dry because the air always contains some moisture, and the porous material will
take in some of it via various physical or chemical processes:
Vapour pressure diffusion: When air on side of a wall is at a different vapour pressure to the air on the other side,
moisture moves through the fabric by diffusion until the two sides reach equilibrium. The will be a seasonal variation in
the relative internal and external vapour pressure. In the Winter it is likely that the internal vapour pressure is higher,
causing moisture to move from the inside to the outside of the envelope. The converse could be true during summer
months.
51 Ilustración. (ver “Diagnosing Damp”) Origen de humedad principales en el encuentro de un muro exterior con el terreno y el interior.
52 BURKINSHAW Ralph & PARRETT Michael. “Diagnosing Damp” Royal Institution of Chatered Arquitects RICS. 2004
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Capillary attraction (capillarity): Put water in a test-tube and you will see that the surface of the water curves upwards
where it touches the glass. Do the same in a capillary tube, which is very narrow, and the curvature (the meniscus) is
so pronounced that the water seems to be dragging itself up the inside of the tube. This process, knows as capillary
attraction, is related to the surface tension of water. The strength of the “attraction” depends on the material. Strictly
speaking, capillary attraction as moisture that may be pulled not just upwards but in all directions. For example,
penetrating dampness may arise where water is drawn into the building via small gaps between wettable surfaces at
Windows frames.
Hygroscopicity: Hygroscopic substances (from the Greek word hygros, meaning “wet”) readily absorb moisture from
the air or from other substances. Hygroscopic salts (e.g. calcium chloride) try to achieve equilibrium with their
surroundings by taking up or releasing moisture, and are therefore both a potential source of moisture and a
mechanism of transporting moisture within a material.
Diffusion solid-liquid: Fick's Law expresses the diffusion of liquids and solids in mathematical forro. Moisture moves
from a centre of high concentration to low to achieve an equilibrium concentration. This may be the mechanism
whereby moisture moves upwards in masonry against the forces of gravity, rather than by forces of capillarity that
would require connected voids or fissures.
Osmotic pressure: This is the diffusion of a solvent through a semi-permeable membrane into a more concentrated
solution, equalising the solution on each side of the membrane. The effects of osmosis, or dampness caused by
osmotic pressure, are rarely seen. Such effects may be seen, however, in older concrete solid floors where salt rich
soil water is transported through a semipermeable membrane or layer within the old floor. It would appear that the
porosity structure found in older concrete floors can create semi-permeable membranes, in newer concrete floors,
perhaps using larger aggregates, the porosity structure is much larger allowing more evaporation. Also most modern
solid floors would of course have the benefit of a damp-proof membrane which would prevent groundwater from
reaching the upper surface. Another example of this effect would be where an older solid floor has been overlaid with
an epoxy or thermoplastic type of floor covering and small blisters begin to fore within the floor covering. The blisters
result from dissolved solute molecules reaching an equilibriurn (over time) on both sides of the semipermeable
membrane.
Wind pressure: Moisture adhering to a building's surface by surface tension may be driven in any direction by wind,
sometimes forcing the moisture to enter the material. Wind may also create pressure differentials to help pull moisture
thought be external envelope detailing.
Gravity (downward movement): Rainwater falls by gravity, water runs downward on surfaces helped by gravity and
gravity causes air movement where hot air rises. Water may collect on flat or dished surfaces and tor that reason
gradients are designed to help direct water as required to a point of discharge. Changes in air density can cause air
convection movement which could move moisture in the air from one part of a room or house to another. Example:
Rainwater streams down the face of a cement rendered exposed elevation, to penetrate into the building via a gap
between a cement fillet and the main wall, at the abutment of a lean-to roof.
Hydrostatic pressure (upwards and laterally): Pressure created by a head of water, for example in a basement where
the water table is well above basement floor level.
Capillary moisture content (CMC): The amount of moisture in a sample that has arrived there by forces of capillarity
within the material However, capillary moisture is a term that is often used rather loosely to refer to moisture that has
travelled to the position under investigation by one or a combination of mechanisms. CMC is certainly moisture over
and above the moisture you would expect a material to have taken up from moist air due to the inherent hygrocopicity
of the material. It is sometimes described as unwanted moisture - or “moisture that should not be there –
Equilibrium moisture content (EMC): The amount of moisture that remains stable. At constant relative humidity (RH)
(say 75%) the moisture content of different materials in close contact with one another will stabilise, or equilibrate. But
even at equilibrium, each material will have a different percentage of moisture content due to the varying physical and
chemical properties of each. For example, at RH (Relative Humidity) of 75%, the EMC for brickwork could be 2%, for
plaster 5%, and for timber 11%. It is unlikely that each material, even in equilibrium, would record the same Reading
from an electrical moisture meter.
Hygroscopic moisture content (HMC): The amount of moisture a material would normally take in from the air. The
HMC of a material can be measured by a simple experiment: place an oven-dried sample of the material in a
controlled relative humidity chamber that contains a saturated common salt solution in a tray. (The chamber will
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PATOLOGÍA DE LA EDIFICACIÓN
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remain steady at close to 75% RH over the typical room temperature-range.) If present, hygroscopic salts in any
sample material and the porous material itself will take in moisture from the moist air in the chamber. The weight gain
of the sample. shows how much moisture has been absorbed due to hygroscopicity at 75% RH. Outside the
laboratory, 'dry' materials will nominally include their HMC.
Total moisture content (TMC) is the total amount of moisture in that material, expressed as a percentage_ of its oven-
dry weight. TMC will always include HMC, unless the material has been oven-dried, and mayor may or may not
include CMC.
Potential moisture content (PMC) is the amount of moisture, as a percentage of dry weight, that a material could
potentially hold. For example, if a material could contain 23% of its dry weight as water when saturated, its PMC would
be 23%. TMC could never be higher than PMC.
C1b. Los factores humanos.
Es posible clasificar la acción y efectos humanos sobre los edificios en cuatro grandes grupos: los derivados del
propio uso, los resultantes de la falta de mantenimiento, derivados de las obras y derivados del marco legal. Por
lo general, cuando se construye un edificio se prevé un uso para el mismo, sea residencial, comercial, hotelero,
industrial (…) con unas características concretas determinadas. Sin embargo, a lo largo de la vida del edificio,
es habitual que dichos usos varíen. En ocasiones varían levemente dentro del mismo uso, pero en otras
ocasiones el cambio es radical, variando de igual manera las prestaciones espaciales y de habitabilidad
requeridas, y por tanto requiriendo modificaciones en sus sistemas estructurales, constructivos y de
instalaciones.
Existe por otra parte una extendida ausencia de cultura del mantenimiento de los edificios, tanto en labores
menores de limpieza y prevención, como en reparaciones insuficientes dirigidas a eliminar los síntomas en lugar
de a atajar las causas, factores ambos que contribuyen al deterioro de los edificios.
Más allá de la falta de cultura del mantenimiento, se sitúan las intervenciones sobre los edificios, en obras de
menor o mayor alcance, actuaciones en apariencia inocuas con consecuencias desproporcionadas. A efectos
meramente ilustrativos, cabe destacar por su gravedad las siguientes:
El recubrimiento de paramentos con materiales impermeables para “evitar” humedades, que acelera la
degradación de entramados y fábricas.
La “nivelación” de suelos, añadiendo pesos a los forjados que adquieren deformaciones adicionales
que invitan a nuevas deformaciones.
La sustitución de carpinterías exteriores y la adición de cajones de persianas, actuando desde el interior
sin medios para rematar correctamente los encuentros con el paramento por el exterior.
La adición o el desplazamiento de cuartos húmedos sin las adecuadas condiciones para los desagües.
Modificaciones precarias de la estructura, tales como la apertura de huecos en muros con apoyos
insuficientes o precarios de los cargaderos; eliminación de soportes “molestos” para un determinado
uso, o corte de viguetas y vigas para facilitar el paso de instalaciones.
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Excavación de sótanos, descalzando cimentaciones.
Impermeabilización inadecuada de terrazas.
En último lugar, suelen olvidarse las consecuencias directas o indirectas del marco legal, obra indudablemente
humana. La ley de arrendamientos antiguos que congeló los alquileres y no solo se tradujo en una carencia de
fondos para el mantenimiento, sino que hacía deseable para el propietario la ruina de edificios cuya explotación
era económicamente ruinosa. La actual ley de propiedad horizontal pervierte la consideración lógica de un
edificio como un “todo” alguna de cuyas zonas pueden ser objeto de uso privativo; sustituyéndola por un
apilamiento de pequeñas fincas rústicas que tienen algunos elementos comunes; fomentado las reformas de las
viviendas sin respeto a las redes generales, cerramientos e incluso en ocasiones la propia estructura.
C2. Los tipos edificatorios.
El concepto “tipo edificatorio” se refiere al entendimiento contextual de los edificios: situado en un lugar
concreto ya sea entorno natural o urbano, con los condicionantes propios de lo que le rodea (colindancias), en
un momento dado, incluyendo también apreciaciones sobre la morfología general del edificio en términos de
volumen y tamaño y las condiciones económicas y sociales de los tejidos urbanos en los que se insertan.
Estudiar el contexto o entorno de los edificios es vital para un diagnóstico ajustado. Las recomendaciones de la
UNESCO relativas a la “Salvaguardia de los de los Conjuntos Históricos o Tradicionales”53
, imprescindibles en
la conservación del patrimonio cultural, hacen referencia a ello:
Se considera “medio” (…), al marco natural o construido que influye en la percepción estática o dinámica de esos
conjuntos o se vincula a ellos de manera inmediata en el espacio o por lazos sociales, económicos o culturales.
Debería hacerse un análisis de todo el conjunto, incluida su evolución espacial, que integrase los datos
arqueológicos, históricos, arquitectónicos, técnicos y económicos. (…)
Además de esta investigación arquitectónica, se necesitan estudios detallados de los datos y las estructuras
sociales, económicas, culturales y técnicas, así como del contexto urbano o regional más amplio. Esos estudios
deberían incluir, a ser posible, datos demográficos y un análisis de las actividades económicas, sociales y culturales,
los modos de vida y las relaciones sociales, los problemas del régimen de propiedad del suelo, la infraestructura
urbana, el estado de las vías urbanas, las redes de comunicación y las relaciones reciprocas entre la zona protegida
53 Recomendaciones de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) relativa a la
Salvaguardia de los Conjuntos Históricos o Tradicionales y su Función en la Vida Contemporánea 26 de noviembre de 1976.
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y las zonas circundantes. Las autoridades competentes deberían atribuir suma importancia a esos estudios y
comprender que sin ellos no cabe establecer planes validos de salvaguardia.
54 55
Los criterios para establecer una clasificación de tipos edificatorios varían en función del fin de la misma. A
efectos de “patología de la edificación”, debemos tener en cuenta al menos los siguientes factores.
Las características hidrogeológicas del territorio en el que se construye la ciudad.
Las características morfológicas de los edificios, en términos de volumen, tamaño, ocupación de
parcela, patios, sótanos, fachadas y colindancias.
La historia de la ciudad y de su crecimiento urbano, formando tejidos homogéneos; así como las
modificaciones del mismo. Tendrá en cuenta la edad de los edificios, los usos predominantes, las
zonas verdes…
Las infraestructuras e instalaciones urbanas, en superficie y subterráneas.
Las condiciones socio-económicas, en términos culturales, de renta familiar, precio de la vivienda y
características culturales.
Sin entrar a desarrollar el contenido de cada uno de estos factores56
, es posible establecer la siguiente
clasificación de tipos edificatorios:
54 Ilustración. CRESPO Irene. “Análisis de riesgos constructivos en edificios existentes del Área Metropolitana de Madrid”. ETSAM 2013
55 Ilustración. VALLÉS Víctor. “Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son” Obra ganadora del Certamen de Arte gráfico para
Jóvenes Creadores 2011.
56 Para ello, remitimos al lector a la bibliografía del presente documento, que contiene entradas útiles a publicaciones especializadas en
territorio, historia, urbanismo, arquitectura y construcción en Madrid, así como a las bases de datos estadísticas nacionales, regionales y
municipales (INE, ALMUDENA, PLANEA y Áreas de información urbanística del Ayuntamiento de Madrid.
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57
1. Edificios “entre medianeras” 58
en tejidos históricos muy heterogéneos, de tres a seis alturas con una o
ninguna planta bajo rasante, que ocupan la totalidad de parcelas con más fondo que fachada, que
iluminan su interior mediante varios patios, uno de ellos de tamaño superior asociado generalmente a la
caja de escaleras y otros de menor tamaño (llamados “de luces”) que iluminan estancias traseras.
2. Edificios “entre medianeras” en ensanche; de cinco a diez alturas, con posibilidad de disponer de varias
plantas de sótano. Caben varias disposiciones de patios: patios de buen tamaño en número contenido,
o patios de pequeño tamaño en secuencias “en peine” para iluminar crujías traseras. En la medida que
ocupen mayor o menor superficie de la parcela, dispondrán – o no – de espacios libres al interior de la
manzana. Por estar las manzanas formadas edificios construidos en distintos momentos, se trata de
tejidos de muy elevada heterogeneidad.
3. Edificios “entre medianeras” de crecimientos periféricos; una variación del tipo anterior con edificios de
menor volumen y sin patio; en manzanas más estrechas, disponiendo de espacios no edificados hacia
el interior de la manzana. Construidos en una economía autárquica, son tejidos muy heterogéneos.
57 Ilustración. Clasificación de tipos edificatorios en la ciudad de Madrid.
58 En rigor, debieran llamarse “entre linderos”, puesto que medianeras se refieren exclusivamente a los edificios situados en parcelas
distintas que comparten muros.
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4. Edificios “en bloque abierto”, de cuatro a seis alturas, sin plantas bajo rasante; en desarrollos de
vivienda social de la periferia. No disponen de patios por tratarse de crujías estrechas. Dentro de este
tipo encontraremos estructuras “en hache”, “en estrella” o encadenados. Se trata de tejidos urbanos
poco modificados, extensos y de muy alta homogeneidad.
5. Viviendas unifamiliares, de una a tres alturas, situados exentos en parcelas de pequeño tamaño; en
crecimientos de colonia o ciudad jardín.
6. Edificios “en bloque abierto en altura”, de 6 a 12 plantas. Estructuras “en hache” formando bloques
grandes. Construidos en la época del desarrollismo de los años sesenta, se trata de tejidos de alta
densidad y homogeneidad.
7. “Torres de vivienda” de entre diez y quince alturas, con varias plantas bajo rasante, ocupando
parcialmente solares urbanos ajardinados o con zonas comunes.
8. Edificios en “Manzana cerrada”; grandes edificios de entre cuatro y siete alturas, con varias plantas de
sótano, ocupando grandes manzanas que alojan en su interior zonas comunes.
9. Edificios en “Manzana abierta”; en contraposición con el tipo anterior, grandes edificios de entre cuatro
y siete alturas que se dividen la manzana en parcelas de gran tamaño, situándose exentos o alineados
a fachada y disponiendo de zonas comunes a sus pies.
10. “Edificios de oficinas”; tipo definido por su uso concreto, edificios en altura de diez a treinta plantas,
exentos respecto a sus colindantes y disponiendo de varias plantas de sótano.
11. “Edificios industriales”; tipo definido por su uso concreto, edificios bajos, de dos a tres alturas, que
ocupan grandes parcelas; con grandes luces adaptadas a su uso.
12. “Edificios singulares”; tipos definidos por programas intensos o características muy concretas; como
pueden ser estaciones de tren, centros comerciales, iglesias, bibliotecas, centros docentes…
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C3. Los tipos constructivos.
Entender el funcionamiento de los elementos constructivos por separado es relativamente sencillo gracias a la
abundante documentación técnica disponible y los tratados y manuales de construcción, que aunque en
muchos casos obsoletos, exponen la técnica de construcción en un momento concreto de la historia. Sin
embargo, es estéril si no se realiza una lectura completa del edificio.
La taxonomía de tipos constructivos estudia la materialidad de los edificios, refiriéndose a los materiales
empleados y la técnica empleada en su estructura, envolvente, instalaciones y acabados; mediante una lectura
macroscópica (volumen, sistemas, redes, elementos) y microscópica (características físicas y químicas de los
materiales).
De esta manera, son varias las clasificaciones posibles:
Según sus materiales. (tipos constructivos en madera, tipos constructivos en hormigón, en acero…)
Según sus sistemas constructivos. (tipos constructivos de cubierta, tipos constructivos de estructura…)
Según la técnica. (tipos constructivos prefabricados, tipos constructivos de obra gruesa…)
Según la composición arquitectónica. (tipo constructivo neo-mudéjar, tipos constructivos medievales…)
Sin embargo, estas clasificaciones parciales separando los elementos para analizarlos, si bien útiles en
determinados momentos; resultan de estériles en el entendimiento de los edificios como objetos completos e
inseparables, situados en un lugar concreto, en un momento dado y utilizados de una determinada manera.
Un hilo argumental adecuado para ajustar una taxonomía útil para el fin que nos ocupa es LA ESTRUCTURA.
La palabra “estructura” tiene un significado muy amplio, se usa en diversos contextos siempre en el sentido de
orden, para criterios tan diversos como: la estructura de un discurso hablado o escrito o la estructura
económica de un país e incluso de una sociedad (se emplea con frecuencia el término sociedad
desestructurada a aquella que carece de los elementos de orden imprescindibles para su correcto
funcionamiento).
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La transmisión de cargas en un edifico es especialmente exigente en cuanto al orden por lo que la palabra
estructura se usa con frecuencia asociada al orden preciso para el imprescindible equilibrio de fuerzas.
59
El empleo, de forma incipiente, desde mediados del siglo XIX, y generalizado, desde las primeras décadas del
siglo XX del acero y el hormigón armado que permiten resolver la función resistente mediante un sistema
específico independiente de los elementos de compartimentación y definición espacial ha dado lugar a que se
emplee la palabra estructura (incluso con más frecuencia, que en su acepción original, al menos en el ámbito de
la arquitectura) para designar el sistema que asume la función resistente en el edificio pero este significado
restrictivo no puede trasladarse hacia atrás a construcciones que no tenían sistema estructural diferenciado, ya
que los elementos de definición espacial tenían además capacidad para cumplir la función resistente.
El orden estructural de los edificios anteriores al uso del acero y el hormigón armado consistía en una serie de
líneas de carga materializadas unas veces con muros de fábrica otras con muros de entramado de madera
cuajado con mampostería, fábrica de ladrillo, yesones en incluso en ocasiones con pilares de madera o
fundición y vigas de sección considerable.
Teniendo en cuenta que a varios siglos (o décadas) de distancia, los edificios no están construidos como se
supone que “debieran estar” y que habitualmente han sufrido modificaciones de diverso alcance, es posible,
con poco margen de error, clasificar los sistemas constructivos de la siguiente manera según su estructura:
Edificios de muros de carga.
Edificios de entramado de madera.
Edificios de estructura de hormigón armado
Edificios de estructura metálica.
59 Ilustración: Esquemas en planta de la estructura de edificios. De izquierda a derecha, de muros de carga, de entramado de madera, de
hormigón armado y metálica.
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El capítulo 1º “Descripción de los sistemas constructivos más frecuentes y representativos de los edificios”
contiene una descripción detallada de los mismos.
C4. Los mecanismos de deterioro.
Denominamos “mecanismo de deterioro” a los proceso o procesos por los cuales los agentes patógenos
actúan sobre sistemas constructivos, elementos y materiales, degradándolos. Es posible clasificarlos en función
de su nivel de afección en mecanismos macroscópicos y microscópicos.
Mecanismos macroscópicos son los que a los edificios como objetos completos, o a sus sistemas
constructivos. Deben ser estudiados de forma global, empleando herramientas como la mecánica de sólidos
(empujes, desplazamientos…). Es posible establecer una clasificación adecuada de los mismos estudiando los
elementos a los que afectan: cimentación, estructura, envolvente (fachada y cubierta), instalaciones y acabados.
Mecanismos microscópicos son los que afectan a la integridad de los elementos que forman los sistemas
constructivos degradando los materiales. Deben ser estudiados empleando herramientas físicas y químicas.
Una clasificación adecuada de los mismos es su principio de actividad: mecanismos de deterioro
meteorológicos, térmicos, ambientales, biológicos y reacciones físico-químicas derivadas de los mismos.
Un proceso patológico, es decir, la acción de un agente patógeno sobre un sistema constructivo rara vez
ocasiona un único mecanismo de deterioro, sino que normalmente concurren varios operan combinados,
realimentándose unos a otros en una lógica circular.
Por ejemplo, sea el caso de la lluvia (agente patógeno) sobre una cubierta (sistema constructivo), que junto a
una falta de mantenimiento de sus sistemas de evacuación de pluviales (agente patógeno) deriva en
desbordamientos de agua de los canalones, agua que por escorrentía en un inicio y más adelante por
absorción, afectará al sistema constructivo de la cubierta del edificio.
En un primer momento, el agua afectará únicamente a los elementos del sistema, degradándolos en mayor o
menor medida en función de su material. (Mecanismo de deterioro microscópico) Si, por ejemplo, la carrera de
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coronación del muro es de madera y la afección por humedad persiste, se desarrollará un proceso de pudrición
sobre la madera. (Mecanismo de deterioro microscópico biológico) que la degradara.
A medida que la degradación avanza, se verá comprometida su resistencia, perdiendo por una parte su
capacidad de resistir cargas y por otra parte, por su deformación o aplastamiento, su articulación con otros
elementos. En ese momento al perder su apoyo los elementos que a ella acometen, se iniciará un movimiento
de los sistemas constructivos relacionados (mecanismo de deterioro macroscópico de tipo mecánico), cuya
deformación causará defectos de estanqueidad en la cubierta; realimentando los mismos mecanismos de
deterioro y propiciando nuevos.
De momento, el análisis de los agentes patógenos, tipos edificatorios y sistemas constructivos nos ha permitido
establecer clasificaciones, más o menos cerradas, con cierta garantía de éxito; puesto que la naturaleza de los
mismos es limitada.
Sin embargo, en lo que sigue - mecanismos de deterioro y lesiones, daños y defectos –, dado el alto número de
variables posibles, realizar una clasificación pormenorizada es una labor muy compleja. Es posible no obstante
esbozar una posible clasificación, a efectos ilustrativos y no limitativos.
C5. Los defectos, daños y lesiones
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Son el resultado del desarrollo de un mecanismo de deterioro, o varios, sobre un sistema constructivo o sus
elementos, en términos de degradación. Los defectos, daños o lesiones no están siempre ligados a la
materialidad de los elementos, pudiendo tratarse de disminución de las prestaciones en un determinado
sentido, como pudiera ser el aumento de la humedad relativa de un edificio como consecuencia de la
obstrucción del sistema de ventilación.
Si bien en la práctica diaria del diagnóstico y patología los conceptos “defecto, daño, lesión y síntoma” son
entendidos como sinónimos y empleados de forma indistinta, es conveniente en rigor técnico aclarar su
significado:
Defecto es la disminución desde origen de las prestaciones de un elemento o sistema respecto a las
previstas en su diseño. Por ejemplo, el armado insuficiente de un elemento de hormigón, o un diseño
incorrecto de evacuación de pluviales.
Fallo es la disminución, a lo largo de su vida, de las prestaciones de un elemento o sistema respecto a
las previstas en su diseño. Por ejemplo, la rotura de una impermeabilización permitiendo el paso del
agua o la rotura a cortante de una vigueta debido a una sobrecarga.
Lesión es la manifestación física de un defecto o fallo. Por ejemplo la corrosión de un elemento de
acero afectado por humedad o la disminución de sección debida a la afección de insectos xilófagos.
Síntoma es la lectura de los defectos, fallos o lesiones en el proceso de investigación de su causa. Por
ejemplo, encontrar polvo de serrín a los pies de un elemento de madera es síntoma de una afección por
xilófagos (una lesión), o la corrosión de un elemento de acero síntoma de un fallo de
impermeabilización (un defecto o un fallo).
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El profesor Juan Monjo en su Tratado de Rehabilitación60
, sin realizar distinción entre defectos, daños y lesiones,
clasifica las lesiones en tres grandes grupos en función de la naturaleza del proceso patológico o mecanismo
de deterioro: lesiones físicas, mecánicas y químicas.
Lesiones físicas son aquellas en las que la problemática está basada en hechos físicos tales como
partículas ensuciantes, heladas, condensaciones; y cuyo mecanismo de deterioro origen es de
naturaleza física, que se clasifican en:
o Humedad, entendida como aumento incontrolado de cantidad de agua en un sistema
constructivo o elemento. En tanto el agua es el principal agente patógeno, el estudio de las
humedad es es extenso, debiendo acudir a bibliografía especializada para un estudio en
profundidad61
.
Humedad de obra, cuando su origen es la humedad aportada durante el proceso de
ejecución. Humedad capilar, cuando el agua proviene de cotas inferiores al elemento
y asciende por la estructura porosa del material.
Humedad de filtración, que proviene del exterior del edificio y penetra al interior.
Humedad de condensación, producida por el aumento de la cantidad de agua en el
aire y su cambio de fase sobre materiales a menor temperatura. Se organiza en
condensación superficial interior, intersticial e higroscópica.
Humedad accidental.
o Suciedad, entendida como la precipitación de partículas en suspensión en la atmósfera sobre
la superficie de fachadas. Se organiza en tres subtipos:
Ensuciamiento por depósito de partículas atmosféricas.
Ensuciamiento por lavado diferencial debida al arrastre de partículas por el agua.
Abandono o vandalismo por acción humana.
o Erosión, pérdida o transformación superficial de un material como consecuencia del desgaste.
Se organiza en dos tipos: la debida a la meteorización atmosférica (lluvia, viento, hielo...) y la
debida a la actividad humana.
60 MONJO Juan. “Tratado de Rehabilitación. Metodología de la restauración y de la rehabilitación. DCTA-UPM” Ed. Munilla Lería 1999
61 BURKINSHAW Ralph & PARRETT Michael. " Diagnosing damps" Royal Institution of Chatered Surveyors. RICS. 2004; BURKINSHAW
Ralph. "Remedying damps" Royal Institution of Chatered Surveyors. RICS. 2009; CUERVO Lino. "Prevención de humedades" Manuales
profesionales del Colegio de Aparejadores de Tarragona. Ed. COAATT 2009.
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Lesiones mecánicas62
, en las que predomina el factor mecánico tanto en sus causas como en su
evolución, y relacionadas generalmente con movimientos y roturas.63
o Deformaciones de elementos estructurales o constructivos, entendido como cambio de forma
que compromete en mayor o menor medida sus prestaciones. Podemos destacar:
Flecha, consecuencia de deformaciones a flexión de elementos horizontales.
Pandeos, consecuencia de esfuerzos de compresión sobre el elemento.
Alabeos, consecuencia de movimientos de rotación.
Desplomes, desplazamiento diferencial del extremo de un elemento respecto al
contrario.
o Grietas y fisuras, aberturas longitudinales incontroladas debidas a esfuerzos mecánicos,
excesos mecánicos o dilataciones y contracciones térmicas. Grietas son las aberturas que
afectan al espesor completo – o a una buena parte de su espesor – de un elemento
constructivo “partiéndolo”; fisuras serán las aberturas que afectan exclusivamente a la
superficie de dicho elemento.64
o Desprendimientos, Separación de los materiales por falta de adherencia, generalmente referido
a la separación de materiales de acabado, continuos o por piezas, de su soporte.
o Erosiones mecánicas, debida a roces, golpes…
Lesiones químicas son aquellas en las que la presencia de sales, ácidos-base o la propia composición
de los materiales está en el origen de los procesos patológicos. Destacan:
o Eflorescencias, como cristalización de sales en la superficie de material, bien proveniente de su
composición o de un origen externo. Se clasifican a su vez en eflorescencias superficiales y
cripto-eflorescencias, que se desarrollan en la red porosa del material, obturándola.
o Oxidaciones y corrosiones, transformación de los metales en contacto con el oxígeno y el agua.
Cuando se trata de una afección superficial, se llamará oxidación; y cuando afecta al espesor
del material, transformando el metal en herrumbre, corrosión. A este respecto, es preciso
advertir de que si bien la corrosión es “escandalosa” por tratarse de un proceso patológico muy
62 En cierto modo, las lesiones mecánicas son un subtipo de lesiones de tipo físico relacionadas con el movimiento. Sin embargo, son
suficientemente relevantes para constituir un tipo propio.
63 Más adelante prestaremos atención a la mecánica de sólidos y a cómo reacciona un elemento deformable a las acciones a las que es
sometido.
64 En la práctica diaria de la patología, la distinción entre grietas y fisuras es muy subjetiva, empleándose para dar o quitar importancia a las
lesiones según convenga.
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vistoso – grandes lajas de herrumbre que se desprenden debido a la corrosión por ciclos de
humedad y sequedad – en la mayoría de casos no es especialmente grave, puesto que el
metal se “infla” 9 veces al corroerse, (Nueve milímetros de herrumbre son en realidad 1
milímetro de metal).
o Organismos, entendidos como la afección de plantas, animales o insectos.
o Transformación química de los materiales debido a la acción de agentes externos como la
temperatura, los rayos ultra-violeta, productos de limpieza…
o Incompatibilidad de materiales o de ejecución. Disminución de las prestaciones de un sistema
constructivo o material debido a reacciones químicas debidas a la composición de sus
materiales; a su método de ejecución o al resultado final. Sin entrar a detallar el motivo de la
incompatibilidad, que obligaría a acudir a bibliografía referente a los materiales de construcción,
podemos destacar las siguientes incompatibilidades.
Acero, incompatible con elementos de fundición, elementos pétreos o cementosos
(aireación diferencial), materiales higroscópicos (cuando esta sin proteger, yeso,
madera…); latón, bronce, cobre, níquel…(corrosión galvánica)
Cobre, incompatible con elementos de acero y aluminio (corrosión galvánica65
).
Zinc, incompatible con cobre, bronce o latón. Muy sensible al aireamiento diferencial.
Aluminio, no debe el hormigón porque es muy sensible a la presencia de cloruros. Por
ser un material muy tecnológico, que contiene muchos metales aleados para mejorar
sus prestaciones, es imprescindible consultar al fabricante.
Plomo, se ve muy atacado por la cal, incluso por el hidróxido cálcico existente en el
hormigón fresco. Incompatible con el acero y el acero galvanizado.
Vidrio, incompatible con los álcalis del cemento.
PVC, policloruro de vinilo, incompatible con el poliestireno extruido, requiriendo un
geotextil separador y con los asfaltos y betunes (telas asfálticas) A su vez, el
poliestireno es incompatible con los asfaltos.
Como hemos visto en capítulos anteriores, las clasificaciones dependen del fin para el que se diseñen. Así, una
clasificación útil es la que clasifica los defectos daños y lesiones en función del tipo constructivo al que afecta,
además de dos grupos de lesiones derivadas de principal agente patógeno (el agua o humedad) y del principal
mecanismo de deterioro (los de tipo mecánico):
65 Fenómeno electroquímico que se produce entre dos materiales en contacto ante la presencia de un electrolito, que puede ser
simplemente el agua contenida en el ambiente. Cada uno de los materiales se comportará como un ánodo o cátodo. El metal que actúa
como ánodo es el que sufre la corrosión.
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D. EL DIAGNÓSTICO.
Tal y como indicamos anterior, diagnóstico es la lectura inversa del proceso patológico: la identificación de los
daños, el entendimiento de las fases de deterioro y la determinación las causas del mismo; evaluando el estado
actual del edificio o elemento en términos de seguridad, salubridad, funcionalidad, sostenibilidad y ornato, así
como su estado deseable; con fines de mejora. Según Watt66
, diagnosis es el “análisis imparcial de todos los
datos y evidencias disponibles para determinar el origen de un problema”
El resultado de encadenar los gráficos empleados a lo largo de este texto es un diagrama creciente en el
número de sus variables; que ilustra la complejidad inherente al diagnóstico en patología de la edificación. Así,
una vez descartadas las opciones no aplicables al edificio concreto (por ejemplo, descartar afección por
66 WATT David S. “Building Pathology: Principles and practice” Oxford Blackwell 2007
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xilófagos a una estructura de hormigón armado) será preciso clasificar los síntomas detectados asignándolos a
procesos patológicos, estableciendo hipótesis para cada grupo, que deberán ser comprobadas de forma previa
a la emisión del diagnóstico.
Además del imprescindible entendimiento de la articulación de procesos patológicos que afecten al edificio
objeto de estudio, es preciso tomar en consideración los detalles de cada uno de los factores que influyen en el
desarrollo de cada proceso, tales como:
La lógica de su agente patógeno, su naturaleza y características concretas; así como sus variaciones
en función del contexto y su dinámica de acción o “forma de actuar” sobre los distintos materiales.
Las variaciones a lo largo del tiempo del proceso patológico: su régimen de actividad, ciclos
estacionales, envejecimiento, vida útil de los materiales y del edificio…
El contexto: las circunstancias que rodean al edificio en términos ambientales, urbanos y humanos.
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El alcance de las afecciones detectadas: estructura, envolvente, instalaciones (…); así como las
prestaciones que disminuye o compromete.
La historia del edificio, en todos sus aspectos: cambios de uso, modificaciones en su morfología,
ampliaciones, preexistencias…
Las reparaciones realizadas, su grado de efectividad y su posible interferencia
Las interferencias entre procesos patológicos, pudiendo ser unos origen de otros.
El objetivo del diagnóstico: reclamación de defectos constructivos, reparación, estudio…
Heredado de las profesiones relacionadas con el cuidado de la salud, todo diagnóstico debe presentar tres ejes
de trabajo simultáneos: el pensamiento crítico y ético (ECT), el análisis riguroso de los síntomas (EBP) y la
experiencia (PBP).
67
El pensamiento crítico y ético, (ECT, Ethical & critical thinking) es en buena medida una aplicación de
los códigos deontológicos de la investigación científica al trabajo de la patología de la edificación; y
quedan incluidos dentro de la instrucción de buenas prácticas de la RICS.
o Actúa con integridad. Nunca pongas tu beneficio sobre el beneficio de tus clientes, y respeta la
confidencialidad en todo momento.
o Sé honesto. No faltes a la verdad en tu trabajo, no deliberes de forma engañosa ni trabajes con
información distorsionada.
o Sé humilde en tu trabajo, escucha con atención las opiniones de tu cliente, empleados o
profesionales implicados; independientemente de su cualificación.
o Se abierto y transparente en tu trabajo. Comparte con tu cliente todos los datos, haciendo todo
lo más sencillo y entendible que sea posible.
67 Ilustración. Los tres pilares de la práctica del diagnóstico. Traducción de WATT David S. “Building Pathology: Principles and practice”
Oxford Blackwell 2007