El documento describe cómo la evolución de los entornos virtuales permite una mejor comunicación y colaboración entre estudiantes y profesores, mejorando así los procesos de enseñanza y aprendizaje. Explica que el aprendizaje colaborativo requiere un repertorio compartido de recursos, un compromiso mutuo y una comprensión compartida entre los participantes, y que factores como la situación de aprendizaje, las características del grupo y la tecnología son fundamentales para el aprendizaje colaborativo.