1. 5. Pensamiento científico
La imagen de la ciencia, que contribuyó a formar el Círculo
de Viena en la segunda década del siglo pasado, se convirtió
en la concepción usual de la ciencia e influyó no sólo en los
científicos y filósofos, sino en toda la sociedad. Esta
representación, que hoy podemos llamar heredada, todavía
constituye la imagen común que muchas personas tienen de
la actividad científica.
Según esta concepción, la ciencia parte de la observación
neutra y desinteresada de la realidad para generar
conocimientos. De la observación se deriva una hipótesis que
es sometida a pruebas experimentales. Una vez verificadas
por la experiencia, estas hipótesis conforman teorías
comprobadas, que se relacionan con otras mediante
inferencias lógicas y que, cuando son fundamentales y
permiten deducir otras teorías, adquieren el rango de leyes. De este modo, la ciencia
nos ofrece una descripción objetiva y verdadera de la realidad, tal como ésta es en sí
misma. Analicemos los principales supuestos en los que descansa la concepción
heredada de la ciencia:
1. La ciencia se basa en observaciones de hechos que cualquiera
puede corroborar y contrastar con las teorías; es decir, las
observaciones son neutras e independientes de las teorías, y todos
los sujetos pueden “observar” los mismos fenómenos.
2. La justificación y validación del conocimiento científico es
independiente del contexto social y de las circunstancias particulares
en que se realizan los descubrimientos. La verificación de la ciencia
es interna: se basa en coherencia lógica y en contrastabilidad
empírica.
3. La ciencia es un sistema lógicamente estructurado de teorías que
describen de manera objetiva la realidad. Las teorías científicas son
los productos esenciales de la ciencia; son sistemas de enunciados
universales estructurados de forma lógica, por lo que constituyen un
tipo de lenguaje objetivo, estable y confiable.
4. Las teorías científicas contienen enunciados lógicos que pueden ser
traducidos a observaciones empíricas, por lo que son siempre
verificables y comprensibles para todo el mundo que reciba una
adecuada instrucción científica.
2. 5. La ciencia progresa acumulando conocimientos; en conjunto, las
ciencias nos ofrecen una visión completa y verdadera del mundo.
6. Todas las ciencias, naturales o sociales, deben emplear el mismo
método experimental.
7. Se puede distinguir claramente qué es ciencia de lo que no lo es
porque existe un criterio claro de demarcación: la verificación
empírica o la falsabilidad, que analizaremos con cuidado más
adelante.
Concepción actual de la ciencia. La filosofía de la ciencia de las
últimas décadas se ha propuesto la tarea de criticar y superar los
supuestos que acabamos de enlistar; ha puesto más atención en la
ciencia como actividad que en sus productos finales (las leyes y teorías).
Para ella, el contexto social, cultural e histórico en el que se desarrolla la
ciencia tiene mucha relevancia. Por eso, ahora no se concibe a la
ciencia sólo como un conjunto de teorías verificadas, sino como una
actividad socialmente estructurada de búsqueda de conocimiento, que
forma parte de un contexto histórico y cultural. Contrastemos ahora los
supuestos de la imagen heredada de la ciencia con las tesis principales
de la concepción actual. A diferencia de la concepción heredada, la
imagen actual de la ciencia se basa en otros supuestos:
1. La observación científica está cargada de teoría y los hechos
científicos se constituyen en el marco de hipótesis y teorías. Al
contrario de lo que supone la imagen heredada de la ciencia,
ninguna observación científica es pura o neutra, sino que está
orientada por teorías e hipótesis. No es posible observar el mundo si
no es desde un punto de vista particular. Se ha dicho entonces que
toda observación científica contiene una carga teórica que permite
construir un hecho científico. La teoría delimita qué y cómo observar,
así como el significado de lo que se mide o interpreta mediante las
observaciones.
Por ejemplo, si observamos por un microscopio un conjunto de
microorganismos, puede suceder que la mayoría de nosotros sólo
vea manchas en movimiento; en cambio, un científico entrenado
sabrá “ver” determinados microbios o bacterias, y podrá
reconocerlos. Con seguridad, antes él también veía algo similar a lo
que nosotros vemos, porque sólo después de que estudió y asimiló
la teoría, y vio fotografías de esos microorganismos en los libros,
3. pudo comenzar a reconocer las formas que observaba en el
microscopio. Su visión de las cosas cambió a medida que
comprendió teóricamente. Ahora reconoce con facilidad distintos
tipos de microorganismos con una sola mirada, mientras que
aquellos que no tengan la misma instrucción sólo seguirán viendo
manchitas. Por tanto, la observación empírica no es lo opuesto de
una visión teórica: ambas están entrelazadas en la ciencia. Los
hechos científicos son el resultado de la observación guiada
teóricamente. ¿Cómo se construyen entonces los hechos que la
ciencia observa y estudia? Los hechos no están dados, sino que los
conformamos, los construimos en interacción con los demás,
mediante nuestras teorías, hipótesis y observaciones dirigidas por
estas mismas teorías. Un hecho científico tiene sentido sólo desde el
marco teórico que lo constituye.
2. El lenguaje teórico de la ciencia no es puramente empírico, no
describe la realidad tal y como es, pero tiene la capacidad de
intervenir en ella mediante cálculos y modelos matemáticos. Tanto
para realizar observaciones como para constituir los hechos que
serán objeto de explicación y formular hipótesis, teorías y leyes, la
ciencia requiere un lenguaje específico, inequívoco y lo más preciso
posible. Los conceptos científicos pueden tener como fin clasificar
objetos y entidades, comparar sus relaciones o medir de algún modo
sus dimensiones físicas. Muchas ciencias utilizan el lenguaje
matemático para expresar y calcular las mediciones y relaciones
entre los objetos que estudian. Con este sistema de conceptos, la
ciencia se propone explicar la realidad, predecir y calcular algunos
fenómenos para controlarlos o manipularlos. Todas las ciencias han
pasado por una evolución que va de conceptos meramente
clasificatorios a conceptos métricos. La traducción de la realidad a
lenguaje matemático (el proceso de matematización de la ciencia) ha
hecho posible operaciones virtuales, predicciones así como
encontrar nuevas relaciones entre los objetos. Si los resultados son
exitosos, esas operaciones matemáticas pueden redirigirse al campo
de la experimentación para realizar operaciones con los objetos
reales.
3. La ciencia construye sistemas de hipótesis, teorías y leyes para
intentar explicar e intervenir en la realidad. Es claro que las ciencias
tienen como objetivo principal elaborar explicaciones y predicciones
4. del mundo. Este proceso se realiza mediante un modelo llamado
nomológico- deductivo: los hechos se explican deduciendo lo que se
puede observar a partir de leyes y teorías generales. De esta
manera, las explicaciones de la ciencia no son verdades inmutables;
son conjeturas elaboradas con rigor metódico, pero conjeturas al fin.
En la medida en que elabora sistemas de teorías, la ciencia
descubre nuevos y más profundos problemas en una cadena sin fin
de hipótesis, pruebas y refutaciones. La explicación científica es
nomológica-deductiva porque se realiza a partir de leyes (nomos
significa “ley” en griego), y es deductiva porque procede por ese
método de inferencia, es decir, va de lo general a lo particular. Las
teorías son hipótesis fundadas que han sido aceptadas por la
comunidad de investigadores. Las leyes son teorías fundamentales
que permiten, a su vez, deducir o explicar otras teorías, y no
directamente los fenómenos. Las leyes constituyen también reglas
para la práctica científica y tecnológica: delimitan lo que es posible
hacer y lo que no; lo que puede suceder y lo que no.
4. La práctica experimental no sólo tiene la función de corroborar
teorías, sino que es productora de hipótesis y de aplicaciones
tecnológicas que modifican nuestra idea del mundo y nuestra
capacidad de intervenir en él. La experimentación es el ámbito en el
que se observan, de manera intencional, los fenómenos, se
manipulan, se alteran sus condiciones y se formulan hipótesis. Es un
ámbito fecundo para quienes saben observar y construir nuevos
hechos científicos, pero también implica algunos riesgos prácticos.
En la experimentación, el sujeto interviene y manipula fenómenos y
objetos naturales, lo cual puede implicar riesgos y peligros
desconocidos en la medida en que la alteración de los procesos
naturales puede provocar algunos daños. Asimismo, en el campo de
la experimentación, esencial a cualquier ciencia empírica, se
produce una vinculación cada vez más directa con las aplicaciones e
innovaciones tecnológicas. La experimentación es la parte activa e
interventora de la ciencia, ya no es puramente contemplativa:
interviene, altera y modifica los fenómenos en condiciones más o
menos controladas.
En la experimentación, las operaciones abstractas (matematizadas)
cobran otra dimensión mediante los instrumentos y máquinas que
utilizan los científicos. En muchas ocasiones, las leyes y las teorías
5. se van formulando en el laboratorio, en pleno proceso experimental,
y no como resultado de una prueba empírica posterior a la
formulación teórica. Una experimentación sin teoría previa sería
ciega, y una teoría sin experimentación permanece sólo como una
conjetura.
5. La ciencia no posee un método único ni siempre persigue los
mismos fines o comparte los mismo valores. Las ciencias han
desarrollado una pluralidad de métodos, adecuados a los tipos de
objetos y fenómenos que estudia cada una. En la concepción
heredada de la ciencia se pensaba que existía un único método
científico que debía ser usado por todas las ciencias. Ahora se
acepta que no existe tal método único, sino que las ciencias generan
una pluralidad de métodos (experimental, deductivo, inductivo,
estadístico, etcétera). Es decir, la ciencia se propone dar
explicaciones causales de los fenómenos de la naturaleza, pero
también se plantea predecirlos, establecer leyes que señalen lo que
es posible y lo que no. La ciencia adquiere también fines de utilidad
práctica al diseñar artefactos para intervenir en el mundo. De este
modo, los fines de la ciencia no sólo son la explicación y la
predicción rigurosa, racional y sistemática, sino también la
intervención y la manipulación del mundo.
6. El progreso científico ya no puede ser pensado sólo como una
acumulación de conocimientos, sino como una diversificación de
sistemas, teorías, revoluciones de paradigmas y controversias
abiertas. La ciencia se ha diversificado y ha evolucionado; también
ha progresado en su capacidad para comprender la complejidad del
mundo, para hacer predicciones más precisas y para entender la
relación entre los diversos fenómenos de la realidad. La objetividad y
la verdad científicas son el resultado de un proceso de consensos o
acuerdos dentro de las comunidades científicas; estos acuerdos se
alcanzan por medio de controversias teóricas y experimentales que
suscitan debates entre los científicos y las instituciones de la ciencia
que, en ocasiones, duran años.
7. No puede haber un criterio único y definitivo de demarcación entre la
ciencia y lo que no es ciencia. En la concepción heredada se
propusieron diferentes criterios (la verificación empírica, la referencia
a leyes naturales, la falsabilidad). En la actualidad existe cierto
6. consenso acerca de que este criterio único no es posible, puesto que
ha variado a lo largo de la historia y está determinado por el contexto
epistémico, sociológico e histórico del desarrollo de las ciencias en
un momento dado.
8. Más que un sistema de teorías, la ciencia es una actividad social
para el conocimiento y transformación del mundo con reglas,
normas, valores y conflictos, como cualquier otra actividad humana.
En la actualidad se reconoce que la capacidad científica para
explicar e intervenir en la realidad tiene repercusiones importantes
en la sociedad y la cultura. En los últimos años, se ha puesto el
acento en la práctica efectiva de los científicos, cómo y por qué
toman determinadas decisiones, qué hace que la comunidad
científica acepte o no alguna teoría. Si la ciencia es una actividad
que no sólo contempla el mundo, también debe estudiarse cómo
interviene en él.