Leer y escribir, compañeros fieles a lo largo de la vida
1. Leer, leer, leer….y escribir
Corrían los alocados años 70s, se iniciaba el boom de los
hippies, aquella época en donde la onda era la de usar el
cabello largo, agarrar la mochila, tirar dedo, y salir, con
plata o sin plata, también fue la época donde apareció la
marihuana, pero de una buena forma, no mala, con amor,
con paz, y libertad; recuerdo el escenario de aquella
época, la música disco, los jóvenes vestidos de una forma
muy particular, usaban pantalones apretados, en la parte
de la cintura y pelvis, pero se ampliaban (acampanados)
desde la rodilla hasta los pies, usaban zapatos tipo
mocasines, en fin, yo por mi parte hacia mi entrada triunfal
a la escuela, apenas era una niña, una niña ávida de
saber, recuerdo que me encantaban los libros, corría
hacia ellos en busca de aventuras, no sabía leer, pero al
poco tiempo de estar en la escuela aprendí, y fue algo
mágico, en la lectura descubrí que se abrían nuevos
horizontes ante mí, leía y re-leía mis libros, fueron
pasando los años, y adquirí un gran amor a la lectura, y
por supuesto también amaba escribir, y convertí esos dos
actos en mis más fieles compañeros.
El acto de leer y escribir me llevaron a un proceso
progresivo de construcción de conocimientos, y allí
empecé a desarrollar destrezas comunicativas, sin olvidar
2. que la lectura me adentro en otros mundos que
desconocía, cada vez que leo se me activan muchas
líneas del pensamiento, la cultura, el contexto, la situación
del momento, el propósito que llevo a ese texto en
particular, las preocupaciones personales e incluso influía
en mi una cantidad de emociones, sentimientos, que
iniciaban una construcción de significados, las letras se
introducían en mi vida y yo empezaba a interpretarlas de
modo tal que reflejaba lo que el autor del libro decía.
Debo admitir que el amor que tengo hacia la lectura y la
escritura ha mutado con los años, a lo largo de mi
experiencia lectoral he adquirido otros gustos y mis
prejuicios han cambiado, mi lectura y mi escritura están
teniendo otros matices, vale aclarar que el placer es más
intenso al ver ese encadenamiento de palabras que me
conducen a encontrarme conmigo misma, donde me dan
una clara sensación de tranquilidad, que me atrapa, me
engancha, y me hace identificar con los protagonistas de
la lectura.
La lectura es un tanto placer como un desafío, y digo esto
porque es una experiencia que se va desarrollando en el
límite entre lo intimo y lo público, soy formadora de
lectores, hago que los niños se vuelvan lectores y
escritores, leo para mi, leo en mi hogar, leo en mi colegio,
hago participes a todos de esta rica experiencia.
3. En conclusión puedo llegar a afirmar que leer y escribir
son experiencias únicas, debemos avanzar hacia una
cultura lectora y escritora, “sacralizar” el libro, “amar” el
lápiz, y hacer de ellos dos productos culturales y de
carácter exclusivista. Viva la lectura y la escritura!
María Dolly Giraldo Calle
Magica1318@yahoo.es