1. República Bolivariana de Venezuela
Facultad de Ciencias de la Educación
Curso de Formación Docente
Mediación de los Aprendizajes en la
Educación Superior
LA NEUROCIENCIA ENTRA AL AULA.
"Enseñar sin saber cómo funciona el cerebro es como querer diseñar un guante sin nunca
haber visto una mano."
Leslie Hart
Alumna:
Nayibe E. Carmona B. 7.138.139
Roslyn E. Sánchez A. CI. 15.485.705
Silvana Ruiz CI. 19.231.824
Docente:
Djavidet de Brodarac
2. Bárbula, Marzo de 2015.
Análisis critico del video la “LA NEUROCIENCIA ENTRA AL AULA”
Este video es el resultado de una Conferencia de la Psiconeuroeducadora
argentina Rosana Fernández en el marco del Seminario Internacional de
Psiconeuroeducación, "La Neurociencia entra al Aula", Organizado por los
Colegios Madrigal y La Girouette en Santiago de Chile, el 4 de Enero de 2013., en
la cual se observa como de forma amena, ilustrativa, interesante, creativa y a la
vez rigurosa y profunda, la experta nos entrega las bases primordiales sobre las
que se sustenta el Neuroaprendizaje. ¿Cómo funciona esta poderosa estructura
biológica que es el cerebro? ¿Qué recursos tenemos para utilizar nuestras
potencialidades al máximo?
Primeramente antes de adentrarnos en el análisis del video, debemos tener en
cuenta ciertas definiciones:
1. Las Neurociencias son un conjunto de disciplinas científicas que estudian
la estructura, la función, el desarrollo de la bioquímica, la farmacología, y la
patología del sistema nervioso y de cómo sus diferentes elementos
interactúan, dando lugar a las bases biológicas de la conducta. El estudio
biológico del cerebro es un área multidisciplinar que abarca muchos niveles
de estudio, En el nivel más alto, las neurociencias se combinan con la
psicología para crear la neurociencia cognitiva, una disciplina que al
principio fue dominada totalmente por psicólogos cognitivos. Hoy en día, la
neurociencia cognitiva proporciona una nueva manera de entender el
cerebro y la conciencia.
2. El Neuroaprendizaje es una disciplina que combina la psicología, la
pedagogía y la neurociencia para explicar cómo funciona el cerebro en los
procesos de aprendizaje.
3. Neuroeducación es la nueva interdisciplina o transdisciplina que promueve
una mayor integración de las ciencias de la educación con aquellas que se
3. ocupan del desarrollo neurocognitivo del ser humano. Interdisciplina en
tanto es la intersección de muchas neurociencias relacionadas con el
aprendizaje y la enseñanza en todas sus formas, transdisciplina en cuanto
es una nueva integración, absolutamente original de aquellas en una nueva
categoría conceptual y práctica.
En los últimos años las neurociencias han contribuido a la comprensión del
cerebro y su funcionamiento, aportando al campo educativo conocimientos
fundamentales acerca de las bases neurobiológicas del aprendizaje, de la
memoria, de las emociones y otras funciones cerebrales que pueden ser
estimuladas en la sala de clases. Se
considera que la principal contribución
que las neurociencias pueden hacer a la
educación es “iluminar la naturaleza
misma del aprendizaje”. El aprendizaje
sería, entonces, el puente que une las
neurociencias con la educación. Los
Profesores, científicos, a lo largo del
video comparten algunos de los últimos
avances con que la neurociencia viene a
aportar al conocimiento de la naturaleza y
características del proceso de enseñanza – aprendizaje. Estos conocimientos
prometen revolucionar la manera en que se enseña actualmente.
Para poder trasmitir una información, enseñanza debemos entender que el
cerebro humano, es el órgano responsable del aprendizaje, se ha visto
claramente incrementada debido al desarrollo de las nuevas técnicas de
visualización cerebral. Como consecuencia de estas investigaciones recientes,
aparece una nueva disciplina en la que confluyen los conocimientos generados
por la neurociencia, la educación y la psicología que nos pueden aportar
información significativa sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje. La
4. neuroeducación consiste en aprovechar los conocimientos sobre el
funcionamiento cerebral para enseñar y aprender mejor.
En tal sentido, el cerebro humano es extraordinariamente plástico, pudiéndose
adaptar su actividad y cambiar su estructura de forma significativa a lo largo de la
vida, aunque es más eficiente en los primeros años de desarrollo (periodos
sensibles para el aprendizaje). La experiencia modifica nuestro cerebro
continuamente fortaleciendo o debilitando las sinapsis que conectan las neuronas,
generando así el aprendizaje que es favorecido por el proceso de regeneración
neuronal llamado neurogénesis. Desde la perspectiva educativa, esta plasticidad
cerebral resulta trascendental porque posibilita la mejora de cualquier alumno. El
hecho de que cada cerebro sea único y particular (aunque la anatomía cerebral
sea similar en todos los casos) sugiere la necesidad de tener en cuenta la
diversidad del alumnado y ser flexible en los procesos de evaluación. Asumiendo
que todos los alumnos pueden mejorar, las expectativas del profesor hacia ellos
han de ser siempre positivas y no le han de condicionar actitudes o
comportamientos pasados negativos, como profesores debemos buscar que la
información suministrada sea captada y mantenida en la memoria a largo plazo,
evitando así un aburrimiento o desconcentración en el aula.
La neurociencia ha demostrado la importancia de hacer del aprendizaje una
experiencia positiva y agradable. Sabemos que estados emocionales negativos
como el miedo o la ansiedad dificultan el proceso de aprendizaje de nuestros
alumnos. Pero, en la práctica cotidiana, han predominado los contenidos
académicos abstractos, descontextualizados e irrelevantes que dificultan la
atención sostenida, que ya de por sí es difícil de mantener durante más de quince
minuto, el alumno puede distraerse en cuestiones de segundo y por tal razón
como profesor se busca mantener la atención en la información que se esta
transfiriendo. El video demuestra que para optimizar el aprendizaje no es
importante la recompensa sino lo inesperado de la misma, utilizar estrategias
prácticas que fomenten la creatividad y que permitan a los alumnos participar en el
proceso de aprendizaje sin ser meros elementos pasivos del mismo. Para ello, es
5. útil aprovechar los primeros minutos de la clase para enseñar los contenidos más
importantes para luego seguir con bloques que no superen los diez o quince
minutos y así poder optimizar la atención. Al final de cada bloque se puede dedicar
un tiempo para reflexionar sobre lo analizado o, simplemente, hacer un pequeño
parón para afrontar el siguiente. Todo ello debería ser complementado por un
profesor activo que se mueve por el aula y cambia el tono de voz porque los
contrastes sensoriales atraen la atención del alumno.
UN AMBIENTE RESONANTE.
Un ambiente resonante implica que el Neuroaprendizaje en el aula sea un estado
, donde cada miembro se sienta motivado a dar lo mejor de sí, donde ningún
cerebro se sienta amenazado porque el estilo de enseñanza no condice con su
estilo de aprendizaje y donde pueda desarrollar sus habilidades (innatas) y adquirir
nuevas capacidades.
El entorno resonante y seguro evita lo que en Neuroaprendizaje denominamos
“downshifting”, que es el período durante el cual no llega suficiente sangre y
oxígeno al cerebro racional como para que éste trabaje eficazmente, provocando
las típicas reacciones emocionales de fuga (falta de concentración, retardo de
acción,etc), lucha (agresividad, bullying), sumisión e inhibición de acción
(bloqueo).
Se deben crea las condiciones para poder desarrollar los procesos cognitivos y
funciones ejecutivas del cerebro de un modo convergente (propio de la
escolaridad formal) y divergente, propio de los cerebros que utilizan su creatividad
e intuición para encontrar respuestas nuevas a los desafíos de siempre.
Se puede ir resumiendo, que a pesar de que
existen ciertas particularidades concretas en
cada aula y en cada centro escolar, no podemos
obviar los conocimientos científicos más
generales que disponemos sobre el aprendizaje
que, evidentemente, provienen de todo lo que ya
6. sabemos sobre el funcionamiento del cerebro humano. Por eso son
imprescindibles las modernas investigaciones en neurociencia, ya que nos
suministran información relevante sobre cómo mejorar los procesos de enseñanza
y aprendizaje. Y desde la perspectiva neuroeducativa, la flexibilidad pedagógica se
nos antoja un componente esencial. Al fin y al cabo, cada cerebro humano es
único y singular. Debemos enfatizar que desde el punto de vista de la
Neuroeducación hay dos descubrimientos especialmente importantes que enlazan
con esto. El primero hace referencia a la plasticidad cerebral, que nos permite
aprender y mejorar durante toda la vida, lo cual constituye una puerta abierta a la
esperanza. Y el segundo muestra que las emociones son imprescindibles para el
aprendizaje, es decir, lo cognitivo y lo emocional forman un binomio indisoluble.
Todo ello sugiere la necesidad de generar climas emocionales positivos y seguros
en el aula, como se había mencionado anteriormente, en donde se asume el error
con naturalidad porque sabemos que forma parte del proceso de aprendizaje, se
suministran retos adecuados al alumno que le permitan crecer y mostrar sus
fortalezas, se fomenta el aprendizaje participativo en el que el alumno es un
protagonista activo del mismo y en donde existen siempre expectativas positivas
por parte del profesor.
7. sabemos sobre el funcionamiento del cerebro humano. Por eso son
imprescindibles las modernas investigaciones en neurociencia, ya que nos
suministran información relevante sobre cómo mejorar los procesos de enseñanza
y aprendizaje. Y desde la perspectiva neuroeducativa, la flexibilidad pedagógica se
nos antoja un componente esencial. Al fin y al cabo, cada cerebro humano es
único y singular. Debemos enfatizar que desde el punto de vista de la
Neuroeducación hay dos descubrimientos especialmente importantes que enlazan
con esto. El primero hace referencia a la plasticidad cerebral, que nos permite
aprender y mejorar durante toda la vida, lo cual constituye una puerta abierta a la
esperanza. Y el segundo muestra que las emociones son imprescindibles para el
aprendizaje, es decir, lo cognitivo y lo emocional forman un binomio indisoluble.
Todo ello sugiere la necesidad de generar climas emocionales positivos y seguros
en el aula, como se había mencionado anteriormente, en donde se asume el error
con naturalidad porque sabemos que forma parte del proceso de aprendizaje, se
suministran retos adecuados al alumno que le permitan crecer y mostrar sus
fortalezas, se fomenta el aprendizaje participativo en el que el alumno es un
protagonista activo del mismo y en donde existen siempre expectativas positivas
por parte del profesor.