La Tierra está compuesta de varias capas concéntricas, incluyendo la corteza, el manto y el núcleo. La corteza flota sobre el manto pastoso, y las placas tectónicas de la corteza se mueven, causando volcanes y terremotos. La densidad y presión aumentan hacia el centro de la Tierra, donde se encuentran los metales más pesados en el núcleo interno sólido.