2. LA FAMILIA…LOS PRIMEROS LÍMITES
• La familia es una de las principales
influencias socializadoras de los niños; en
ella se adquieren valores, expectativas,
pautas de conducta, y porque los
principales maestros o educadores son los
propios padres, la huella que ellos dejan en
sus hijos es innegable.
• Tanto padres como hermanos sirven como
modelos de comportamiento apropiado o
incorrecto, refuerzan y castigan la conducta
de las personas.
3. MI ROL COMO MIEMBRO
DE LA FAMILIA
• Las tres funciones más importantes de una familia son
garantizar el afecto de forma incondicional, cuidar y
velar por su crecimiento y ponerles límites.
• Conviene recordar que la enseñanza de los límites
desvinculada del afecto se vuelve demasiado autoritaria
y genera reacciones de rebeldía en niños y aún más en
los adolescentes.
4. Modelos de padres/madres
Hay tres modelos principales de padres a la hora de educar:
Padres y madres autoritarios, agresivos. Se enfadan
constantemente y muchas veces sin relación con el
comportamiento del niño. La obediencia se consigue a base de
miedo y es frecuente que la disciplina sea violenta física o
verbalmente.
Los hijos pueden ser asustadizos, tímidos, inseguros o rebeldes y
desafiantes. Muchas veces los hijos, con la edad, devuelven con la
misma moneda si hay conflicto.
“Tú haces esto porque yo lo digo”.
5. • Padres y madres pasivos, permisivos. El papel de adulto
lo tiene el niño al que se le permite prácticamente todo.
Suelen ser niños que aprecian poco lo que tienen y que
con frecuencia tienen comportamientos despóticos. A
estos padres hay que explicarles que el buen
comportamiento de los niños no es un capricho sino una
forma de hacer la vida más fácil. Además es necesario
“contener” a los niños (sin estrangularlos) porque para el
adecuado crecimiento se necesitan límites.
“Tú puedes hacer lo que quieras”
6. Padres y madres con disciplina positiva. Suelen ser
padres seguros de sí mismos con buena autoestima.
Suelen ser justos, equilibrados, firmes y claros.
Interiormente están relajados. Aunque afronten
situaciones de tensión, controlan sus emociones. Saben
que alguna dosis de frustración ayuda a madurar, ya
que no siempre se puede hacer lo que se quiere.
También saben que es importante que no se cumplan
todos los deseos para poder seguir deseando,
disfrutando y valorando.
“Tú puedes elegir y hacer lo que desees
dentro del respeto
por los demás”.
7. Disciplina positiva
Por disciplina positiva se entiende la enseñanza que
ayuda a entender la conducta inadecuada de los niños o
adolescentes, promueve actitudes positivas hacia ellos y
les enseña a tener buena conducta, responsabilidad y
destrezas interpersonales por medio del uso de los
principios de generosidad, estímulo y respeto mutuo. La
disciplina positiva brinda a los padres las herramientas
para guiar a sus hijos en forma positiva y efectiva.
8. Reglas Básicas de Disciplina Positiva:
• Debemos comprender que los niños se sienten
más deseosos de cumplir una regla cuando
ellos mismos han ayudado a establecerla.
• No añadir humillación a la educación.
• Presentar
actitudes
de
motivación
y
comprensión.
• Asegurarse que el mensaje ha llegado al niño
con amor y respeto.
• Nunca hacer algo por el niño, si él puede
hacerlo por sí mismo.
• Hacer que se sientan responsables de las
decisiones que toman.
9. DIFERENCIAS ENTRE
CONSECUENCIAS LÓGICAS Y
CASTIGO
Las consecuencias lógicas están relacionadas con mal
comportamiento, es decir, si tengo una conducta
equivocada, la consecuencia será negativa. La
consecuencia lógica implica respeto por el niño
Tomás dañó el trabajo de su compañero; su
maestro le explicó que eso no
estaba bien y le pidió que hiciera algo para
remediar la falta. Tomás habló con
su amigo para disculparse y le ayudó a hacer
de nuevo el trabajo.
10. • Los castigos necesitan verdugo para que se impongan.
Son punitivos. Usamos las expresiones "cobrar un
castigo", "pagar un castigo". Castigar es exigir
recompensa y tomar represalias por la falta cometida. Si
tú castigas, causas sufrimiento a tu hijo (y sentimientos
de culpa a ti mismo).
Tu hijo no colgó su uniforme cuando
regreso del colegio. Su castigo será
asistir al colegio mal vestido y
desarreglado para que aprenda la
lección.
11. Causa de desobediencia a
los límites familiares
Llamado de atención: La desobediencia hacia los
adultos, es una poderosa arma para llamar la atención.
Padres ocupados, estresados, muchas actividades por
hacer y poco tiempo a disposición.
No establecer límites claros: Cuando los padres no
tienen fundamentos de los límites que establecen, los
niños saben que mediante una discusión, un enfado o
llanto, los padres accederán a su pedido.
Padres que niegan y permiten cosas según la edad,
momento y diversas situaciones.
12. Pedido de límites por parte del niño: En este caso
la desobediencia lleva en sí un pedido a los padres de
que le pongan límites que lo guíen y lo contengan.
Muchas veces los padres no ponemos límites a
nuestros hijos porque deseamos darles libertad de
elegir por ellos mismos, y esto no es malo; pero
debemos tener en cuenta que hay determinadas
decisiones que solo se pueden tomar en determinadas
edades.
Decide a que hora duerme y a que hora ve televisión.
Exceso de límites: Cuando los límites son muy
rígidos, en donde "casi todo" está prohibido, la
desobediencia lleva una marca de rebeldía. Ante
estos límites rígidos los niños pueden responder con
la desobediencia constante.
No debes juntarte con tal o cual amigo…
13. CONSEJOS PARA APLICAR
LÍMITES EN CASA
Objetividad: Un límite bien especificado con
frases cortas y órdenes precisas suele ser claro
para un niño. "Habla bajito en una biblioteca";
"da de comer al perro ahora"; "agarra mi mano
para cruzar la calle" son algunos ejemplos.
Opciones: La libertad de oportunidad hace que
un niño sienta una sensación de poder y control,
reduciendo las resistencias. Por ejemplo: "Es la
hora del baño. ¿Te quieres duchar o prefieres
bañarte?". "Es la hora de vestirse. ¿Quieres
elegir un traje o lo hago yo?
14. Firmeza: En cuestiones realmente importantes, cuando
existe una resistencia a la obediencia, nosotros
necesitamos aplicar el límite con firmeza. Por ejemplo:
"Vete a tu habitación ahora" o "¡Para!, los juguetes no
son para tirar" son una muestra de ello.
Acentúa lo positivo: En general, es mejor decir a un niño
lo que debe hacer ("Habla bajo") antes de lo que no debe
hacer ("No grites").
Guarda distancias. Cuando decimos "quiero que te vayas
a la cama ahora mismo", estamos creando una lucha de
poder personal con nuestros hijos. Una buena estrategia
es hacer constar la regla de una forma impersonal. Por
ejemplo: "Son las 8, hora de acostarse" y le enseñas el
reloj. En este caso, algunos conflictos y sentimientos
estarán entre el niño y el reloj.
15. Explica el porqué. Cuando un niño entiende el motivo de
una regla como una forma de prevenir situaciones
peligrosas para sí mismo y para otros, se sentirá más
animado a obedecerla.
Desaprueba la conducta, no al niño. Deja claro a tus
hijos que tu desaprobación está relacionada con su
comportamiento y no va directamente hacia ellos. No
muestres rechazo hacia los niños. Antes de decir "eres
malo", deberíamos decir "eso está mal hecho"
(desaprobación de la conducta).