2. En “Ontología” Cachaldora nos invita a tomar
asiento, entre su composición y nosotros. Al
zambullirnos en la obra nos topamos con
nuestra esencia, se abre camino la
comunicación, tropezamos a cada paso con un
nuevo despertar, que nos estimula, nos
apasiona, nos excita, nos provoca, nos sacude,
nos insinúa y reafirma que estamos vivos.
20. La representación de la esencia de las naturalezas
son proyecciones del mundo real, como
recuerdos vagos y semi-confusos que
almacenamos en nuestra memoria. Sin embargo,
a diferencia de estas proyecciones que podrían
evocarnos a las sombras de la alegoría platónica
de la caverna, Cachaldora abstrae las esencias, y
a partir de ahora, son, existen, puesto que son
plasmadas, y de forma inédita se establecen
como parte del mundo.
21. Toma cualquier cosa que puedas encontrar en
el mundo, y obsérvalo, no como una silla, un
árbol, una flor, un galeón, sino simplemente
como algo que es. En “Ontología”, Cachaldora
alberga todas las partes que conforman la
esencia del ser, el ser-en-sí, para-sí, y para-
con-los-demás.