Este documento identifica 9 razones por las cuales las personas ya no cantan en la alabanza en las iglesias. Estas razones incluyen: 1) No conocen las canciones debido a un exceso de nuevas canciones cada semana. 2) Se cantan canciones con ritmos o rangos vocales inadecuados. 3) Se cantan en notas demasiado altas. 4) La música es demasiado alta o baja para que la congregación se escuche cantar. 5) Los servicios se han vuelto eventos de espectadores en lugar de participat
9 razones por las que las personas no cantan en la alabanza
1. 9 RAZONES POR LAS QUE LAS PERSONAS NO CANTAN EN
LA ALABANZA
Dec 18, 2014
Algunos líderes de alabanza alrededor del mundo tristemente están
convirtiendo la adoración de sus iglesias (a menudo involuntariamente) en un
evento de espectadores, resultando en que las personas ya no están cantando.
Antes de hablar de nuestra situación actual, examinemos la historia. Antes de
la Reforma, la adoración no era realizada por el pueblo. La música era tocada
por músicos profesionales y cantada en un idioma desconocido (el latín). La
Reforma devolvió la alabanza a las personas, entre ellas el canto
congregacional que empleaba melodías simples y alcanzables con letras firmes
de las Escrituras en la lengua del pueblo. La alabanza volvió a ser
participativa. La evolución del himnario impreso trajo consigo una explosión del
canto congregacional y el amor por cantar aumentó.
Con el advenimiento de las nuevas tecnologías de vídeo, las iglesias
comenzaron a proyectar las letras de sus canciones en una pantalla, y el
número de canciones a disposiciónde las iglesias aumentó
exponencialmente. Al principio, este avance en la tecnología llevó a un canto
congregacional más robusto, pero pronto, un cambio en el liderazgo de la
adoración comenzó a mover la congregación de nuevo a la forma de
espectadores anterior a la Reforma. Lo que ha ocurrido podría resumirse como
la re-profesionalización de la música de la iglesia y de la pérdida de un objetivo
clave del liderazgo de alabanza: permitir a la gente cantar sus alabanzas a
Dios. En pocas palabras, estamos criando una cultura de espectadores en
nuestras iglesias, cambiando lo que debería ser un ambiente de culto
participativo por un concierto. La alabanza se está moviendo a su problemática
forma anterior a la Reforma.
Veo nueve razones por las cuales las congregaciones no están cantando más:
1. Ellos no conocen las canciones. Con el lanzamiento de nuevas canciones
cada semana, los líderes de alabanza están proporcionando una dieta
constante de las últimas y mejores canciones de adoración. Sin duda,
deberíamos estar cantando canciones nuevas, pero demasiadas nuevas
canciones en la alabanza puede matar la participación y convertir a la
congregación en espectadores. Veo esto todo el tiempo. Yo abogo por tocar no
más de una nueva canción en un servicio de adoración, y luego repetir la
canción de forma intermitente durante varias semanas hasta que se conozca
por la congregación. La gente adora mejor con canciones que conocen, así que
tenemos que enseñar y reforzar las nuevas expresiones de adoración.
2. Estamos cantando canciones no aptas para el canto en la
congregación. Hay una gran cantidad de buenas canciones de adoración hoy
en día, pero muchas de ellas no son adecuadas para el canto congregacional
en virtud de sus ritmos (demasiados difíciles para el cantante promedio) o de
2. un rango melódico demasiado amplio (considere el cantante promedio y no la
superestrella vocal en el escenario).
3. Estamos cantando en notas demasiado altas para el cantante
promedio. Las personas que estamos guiando en el culto en general tienen un
alcance limitado y no tienen un alto rango. Cuando cantamos canciones en
tonos que son demasiado altos, la congregación dejará de cantar, se cansará,
y, finalmente llegarán a ser espectadores. Recuerde que nuestra
responsabilidad es la de permitir a la congregación cantar sus alabanzas, no
mostrar nuestras grandes voces en la plataforma al lanzar canciones en
nuestros rangos de voz de alta potencia. La gama básica del cantante
promedio es de una octava y un cuarto de La a Re.
4. La congregación no puede oír a la gente alrededor de ellos cantando. Si
nuestra música es demasiada fuerte para que la gente escuche el uno al otro
cantar, está demasiada alta. Por el contrario, si la música es demasiado
tranquila, por lo general, la congregación dejará de cantar con
fuerza. Encuentre el balance correcto: fuerte pero no difícil de soportar.
5. Hemos creado servicios de adoración que son eventos de
espectadores, construyendo un entorno de actuación. Yo soy un firme
defensor de crear un gran ambiente para la adoración, incluyendo la
iluminación, efectos visuales, la inclusión de las artes, y mucho más. Sin
embargo, cuando nuestros ambientes toman las cosas a un nivel que llama la
atención indebida a los que están en el escenario o distrae de nuestra
adoración a Dios, hemos ido demasiado lejos. Excelencia, sí. Actuación
altamente profesional, no.
6. La congregación se siente que no se espera que ellos canten. Como
líderes de alabanza, a menudo nos involucramos tanto en la producción
profesional de adoración que no somos capaces de ser auténticos e invitar a la
congregación a adorar, y luego fallamos en hacer todo lo posible para facilitar
que la experiencia en el canto de canciones conocidas, las nuevas canciones
introducidas correctamente, y que lo que cantemos tenga en el rango
apropiada para la congregación.
7. No tenemos un listado común de himnos. Con la disponibilidad de tantas
nuevas canciones, a menudo nos volvemos esquizofrénicos en nuestra
planificación de alabanza, buscando canciones de tantas fuentes sin reforzar
las que tenemos y sin ayudar a la congregación a recibirlas como una
expresión regular de su adoración. En los viejos tiempos, el himnario fue ese
remedio. Hoy en día, tenemos que crear listas de canciones para la
planificación de nuestros tiempos de adoración.
8. Los líderes de adoración improvisan demasiado. Mantenga la melodía
clara y fuerte. La congregación se compone de ovejas con rangos limitados y
capacidad musical limitada. Cuando nos apartamos de la melodía para
improvisar, la congregación trata de seguirnos y terminan frustradas y dejan de
cantar. Algunas improvisaciones son agradables y pueden mejorar la
adoración, pero no dejes que conduzcan a sus ovejas por mal camino.
3. 9. Los líderes de alabanza no se están conectando con la congregación. A
menudo nos quedamos atrapados en nuestro increíble mundo de la producción
musical y perdemos de vista nuestro objetivo de ayudar a la congregación a
expresar su adoración. Hágales saber que usted espera que ellos cantan. Cite
la Biblia para promover sus expresiones de adoración. Manténgase alerta a lo
bien que la congregación le esté siguiendo y cambie el rumbo según sea
necesario.
Una vez que los líderes de alabanza recuperen la visión de permitir a la
congregación ser participantes en el viaje de la adoración colectiva, creo que
podremos volver la adoración a la gente una vez más.