1. La Genética<br />María Teresa Rueda Redondo<br />María Escoresca Pavón<br />Proyecto integrado 4ºA 09/10<br />Definición:<br />La genética (del término quot;
Genquot;
, que proviene de la palabra griega γένος y significa quot;
descendenciaquot;
) es la parte de la biología que estudia la herencia de los caracteres.<br />La genética estudia la quot;
Herencia Biológicaquot;
, y la quot;
Variaciónquot;
. Sus principios y causas, son las leyes y principios que gobiernan las semejanzas y diferencias entre los individuos de una misma especie.<br />AI hablar de las características referentes a toda materia viva, se dice que, quot;
todo ser vivo nace de otro semejante a élquot;
, es decir, que posee caracteres semejantes a los de su progenitor, o sea cada rasgo morfológico, funcional, bioquímico… que posee cada ser biológico.<br />Se hace imprescindible centrarnos en la figura de Gregor Mendel cuya aportación consistió en averiguar las leyes que regían la herencia.<br />Método de trabajo de Mendel<br />La actitud y el método de investigación de Mendel difieren sustancialmente de los que le precedieron, pues se introdujo cuatro elementos nuevos:<br />La selección del material con el que va a trabajar.<br />Realizar el estudio de la herencia a lo largo de una serie de generaciones sucesivas.<br />Trabajar con un número elevado de muestras, que va a permitirle expresar los resultados estadísticamente, dándoles un tratamiento matemático.<br />El empleo de símbolos muy simples que le ayudan a relacionar la experimentación con la teoría.<br />Es decir, Mendel busca una ley matemática que exprese numéricamente la proporción de las diversas variedades que aparecen en la descendencia de los híbridos. <br />Primer experimento. Primera Ley de Mendel<br />El primer propósito de Mendel fue averiguar qué características hereditarias se transmiten al híbrido que resulta de cruzar dos variedades o razas puras que difieren en un único carácter, o lo que es lo mismo el resultado de un cruzamiento monohíbrido.<br />En primer lugar, Mendel llevó a cabo una fecundación artificial, es decir, realizó una fecundación cruzada en la que obligó al polen de las plantas que presentaban un determinado carácter a fecundar a los óvulos de las plantas que tenían el carácter opuesto. Por ejemplo, el polen de las plantas de flores violetas fecundaría a los óvulos de flores blancas o a la inversa.<br />Cuando analizó las flores resultantes vio que los descendientes eran todos iguales. En nuestro ejemplo todas las flores eran de color violeta. El carácter color blanco parecía haber desaparecido o simplemente estar oculto en esta primera generación híbrida.<br />Idéntico resultado obtenía para los otros seis caracteres seleccionados, de ahí que su primera conclusión es: <br />Los descendientes híbridos de la primera generación se parecen a unos de los padres y nunca al otro.<br />En esta primera generación filial o F1, por lo tanto, hay un rasgo o carácter que domina y se manifiesta, y que Mendel llamará dominante, frente al carácter que no aparece, y que llamará recesivo.<br />Mendel se dio cuenta de que estos resultados podían explicarse si suponía que los rasgos hereditarios estaban gobernados por dos factores. Razonó que cada célula reproductora o gameto tenía que tener un solo factor, de modo que cada nueva planta volvía a poseer dos factores, uno que recibió de la célula sexual masculina, el polen, y otro de la célula sexual femenina, el óvulo.<br />La simbología que empleó para designar estos factores fue muy sencilla: a los dominantes le asignó una letra mayúscula, violeta, V, mientras que a los recesivos, les dio la correspondiente minúscula, blanco, v.<br />Los individuos de la primera generación filial, reciben dos factores diferentes V y v; en este caso se dice que estos individuos son híbridos o heterocigóticos para ese carácter, Vv, a diferencia de los progenitores que son de raza pura u homocigóticos, VV ó vv.<br />El hecho de que existan caracteres dominantes que enmascaran el efecto del carácter recesivo nos permite distinguir el fenotipo o conjunto de caracteres que la planta manifiesta y, por lo tanto, nosotros podemos ver (violeta o blanco), del genotipo constitución real del individuo que puede no manifestarse por estar enmascarada.<br />Segundo experimento. Segunda Ley de Mendel<br />El propósito del siguiente experimento fue observar las variaciones que, para cada pareja de caracteres diferentes, aparecían en la descendencia del híbrido y deducir la ley según la cual se transmitirían en las generaciones sucesivas.<br />Aplicando el principio de continuidad, Mendel sembró las semillas obtenidas de la generación F1 y dejó que las flores de esta primera generación se reprodujeran por autofecundación, de modo que los óvulos fueran fecundados solo por polen de la misma flor. Las flores que obtuvo de este modo, siguiendo con el ejemplo que antes hemos propuesto, eran, según sus datos originales, 705 violetas y 224 de color blanco. Esto significaba que el carácter supuestamente “desaparecido” volvía a encontrarse en la segunda generación, o F2, en una proporción de alrededor de un 25% de la descendencia, o lo que es lo mismo una de cada tres.<br />Los factores o genes que determinan un carácter no se combinan entre sí, sino que se comportan como unidades independientes que pasan de una generación a otra, pudiendo manifestarse fenotípicamente o no, según sean dominantes o recesivos.<br />Tercer experimento. Tercera Ley de Mendel<br />Después de dilucidar el mecanismo de la herencia de un rasgo o carácter, Mendel se planteó cuáles serían los resultados si consideraba simultáneamente la herencia de dos caracteres, cruzamiento dihíbrido.<br />Para averiguarlo, realizó los cruzamientos entre dos plantas “puras”: unas cuyas semillas eran amarillas y de contorno liso, y otras cuyas semillas eran verdes y de contorno rugoso.<br />Por los experimentos previos sabía que: <br />A= factor dominante que determina semillas amarillas.<br />a= factor recesivo que determina semillas verdes.<br />y a su vez:<br />L= factor dominante que determina semillas de contorno liso<br />l= factor recesivo que determina semillas de contorno rugoso<br />De acuerdo con este hecho, si el comportamiento de los factores era semejante al de cruzamiento monohíbrido (considerando solo un carácter), podía esperar que el 100% de la F1 resultante en este caso, tuviera un fenotipo dominante para los dos caracteres. Es decir, que fueran todas plantas de semillas amarillas y de contorno liso. Y ese fue precisamente el resultado que obtuvo.<br />A continuación, plantó las semillas de esta F1 y dejó que se autofecundaran. Analizó los descendientes, que correspondían a la F2 y de las 556 semillas que obtuvo, si consideraba solo el color de las mismas el resultado era:<br />416 semillas amarillas<br />140 semillas verdes<br />lo cual, expresado en porcentajes, es:<br />74,8% semillas amarillas: 25,2% semillas verdes<br />Esto significaba que la F2 respondía aproximadamente a la proporción 3:1 predicha por la segunda ley.<br />Si, en cambio, consideraba el contorno de las semillas, el recuento era de:<br />423 semillas lisas<br />133 semillas rugosas<br />que, en porcentajes, era:<br />76,1% semillas lisas: 23,9% semillas rugosas<br />Nuevamente obtenía una proporción cercana a 3:1<br />Pero la pregunta importante por plantear era la siguiente: ¿El carácter “color de las semillas” se heredaba independientemente del carácter “contorno de las semillas”? ¿O bien se mantenía un vínculo entre ambos, de tal modo que solo aparecieran las combinaciones originales, es decir, color amarillo + contorno liso, o color verde + contorno rugoso?<br />Cuando Mendel hizo el recuento, pero ahora considerando ambos caracteres a la vez, obtuvo los siguientes resultados: <br />315 semillas amarillas y lisas<br />101 semillas amarillas y rugosas<br />108 semillas verdes y lisas<br />32 semillas verdes y rugosas<br />Las combinaciones nuevas le daban la pauta para asegurar que los caracteres color y contorno no quedaban “ligados” según la combinación parental, sino que se separaban y recombinaban independientemente.<br />La conclusión a la que llegó Mendel después de analizar el cruzamiento del dihíbrido se conoce como Tercera Ley de Mendel o ley de la distribución o transmisión independiente de los caracteres.<br />En un individuo, los factores pertenecientes a un determinado carácter se separan durante la formación de los gametos independientemente de otros factores que determinan otros caracteres. En ello se verifican las leyes matemáticas de la combinatoria.<br />En concreto, esto significa que la probabilidad de que un individuo herede un determinado carácter es independiente de la probabilidad de que herede otro distinto.<br />La excepción a la relación dominante/recesivo: dominancia incompleta<br />Todos los pares de genes estudiados por Mendel seguían la relación dominante/recesivo que hemos visto hasta ahora, sin embargo, hoy en día conocemos gran número de genes que tienen una dominancia incompleta o parcial, de manera que el heterocigótico tiene un fenotipo diferente al del homocigótico dominante al que, según la primera ley de Mendel debería parecerse.<br />Este es el caso de la planta llamada boca de dragón, la cual presenta dos variedades homocigóticas para el color de las flores.<br />Homocigóticas de flores rojas RR<br />Homocigóticas de flores blancas BB<br />La F1 corresponde al cruzamiento entre estas dos variedades presenta un fenotipo de flores rosas, por tanto, vemos que ningún gen, en este caso, es totalmente dominante ni totalmente recesivo, dando un tipo de herencia intermedia.<br />